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Configuración electrónica

En física y química, la configuración electrónica es la manera en la cual los electrones se


estructuran o se modifican en un átomo, molécula o en otra estructura físico-química, de acuerdo
con el modelo de capas electrónico, en el cual las funciones de ondas del sistema se expresa como
un producto de orbitales antisimetrizadas.1 2 Cualquier conjunto de electrones en un mismo
estado cuántico deben cumplir el principio de exclusión de Pauli al ser partículas idénticas. Por ser
fermiones (partículas de espín semientero) el principio de exclusión de Pauli nos dice que esto es
función de onda total (conjunto de electrones) debe ser antisimétrica.3 Por lo tanto, en el
momento en que un estado cuántico es ocupado por un electrón, el siguiente electrón debe
ocupar un estado cuántico diferente.

En los átomos, los estados estacionarios de la función de onda de un electrón en una aproximación
no relativista (los estados que son función propia de la ecuación de Schrödinger en donde es el
hamiltoniano monoelectrónico correspondiente; para el caso general hay que recurrir a la
ecuación de Dirac de la mecánica cuántica de campos) se denominan orbitales atómicos, por
analogía con la imagen clásica de los electrones orbitando alrededor del núcleo. Estos estados, en
su expresión más básica, se pueden describir mediante cuatro números cuánticos: n, l, m y ms, y,
en resumen, el principio de exclusión de Pauli implica que no puede haber dos electrones en un
mismo átomo con los cuatro valores de los números cuánticos iguales.

De acuerdo con este modelo, los electrones pueden pasar de un nivel de energía orbital a otro ya
sea emitiendo o absorbiendo un cuanto de energía, en forma de fotón. Debido al principio de
exclusión de Pauli, no más de dos electrones pueden ocupar el mismo orbital y, por tanto, la
transición se produce a un orbital en el cual hay una vacante.

VALORE DE LOS NÚMEROS CUANTICOS

.
En el caso de los orbitales de los átomos hidrogenoides el número cuántico principal n está
asociado a los diferentes niveles de energía orbital permitidos o niveles cuánticos; los valores que
toma son 1, 2, 3, 4, 5,... Para n=1 se tiene el nivel de menor energía. Todos los estados con el
mismo número cuántico principal forman una capa (o nivel). Por razones históricas, estas capas
electrónicas (por ejemplo en espectroscopia de rayos X) también se denotan como K, L, M, N,... El
segundo número cuántico l corresponde al momento angular del estado. Estos estados tienen la
forma de armónicos esféricos, y por lo tanto se describen usando polinomios de Legendre.
También por razones históricas a estas subcapas (o subniveles), se les asigna una letra, que hace
referencia al tipo de orbital que describe el estado electrónico (s, p, d, f, ...),Los valores que puede
tomar l son: 0, 1, 2, 3, 4,...,(n-1), siendo n el número cuántico principal. El tercer número
cuántico, m, puede tomar los valores desde -l a l, y por lo tanto hay un total de 2l+1 estados
degenerados posibles. Cada uno de éstos puede ser ocupado por dos electrones con espines
opuestos, consecuencia de los dos posibles valores de la proyección sobre el eje z del espín
electrónico, ms, que puede tomar los valores +1/2 ó -1/2. Esto da un total de 2(2l+1) electrones
en total (tal como se puede ver en la tabla siguiente).
Valor de f Letra Máximo número de
electrones

0 s 2

1 p 6

2 d 10

3 f 14

Número Valores posibles


cuántico

n 1, 2,3,…….

l 0,…, (n – 1)

m -l, (-l + 1 ),…, 0,…,(+l – 1), + 1

M2 -1/2, + 1/2

Orbital atómico.
En Física y Química se utiliza una notación estándar para describir las configuraciones electrónicas
de átomos y moléculas. Para los átomos, la notación contiene la definición de los orbitales
atómicos (en la forma n l, por ejemplo 1s, 2p, 3d, 4f) indicando el número de electrones asignado a
cada orbital (o al conjunto de orbitales de la misma subcapa) como un superíndice. Por ejemplo,
el hidrógeno tiene un electrón en el orbital s de la primera capa, de ahí que su configuración
electrónica se escriba 1s1. El litio tiene dos electrones en la subcapa 1s y uno en la subcapa 2s (de
mayor energía), de ahí que su configuración electrónica se escriba 1s 2 2s1 (pronunciándose "uno-
ese-dos, dos-ese-uno"). Para el fósforo (número atómico 15), tenemos: 1s2 2s2 2p6 3s2 3p3.

Para átomos con muchos electrones, esta notación puede ser muy larga por lo que se utiliza una
notación abreviada, que tiene en cuenta que las primeras subcapas son iguales a las de algún gas
noble. Por ejemplo, el fósforo, difiere del argón y neón (1s2 2s2 2p6) únicamente por la presencia
de la tercera capa. Así, la configuración electrónica del fósforo se puede escribir respecto de la del
neón como: [Ne] 3s2 3p3. Esta notación es útil si tenemos en cuenta que la mayor parte de
las propiedades químicas de los elementos vienen determinadas por las capas más externas.

El orden en el que se escriben los orbitales viene dado por la estabilidad relativa de los orbitales,
escribiéndose primero aquellos que tienen menor energía orbital. Esto significa que, aunque sigue
unas pautas generales, se pueden producir excepciones. La mayor parte de los átomos siguen el
orden dado por la regla de Madelung. Así, de acuerdo con esta regla, la configuración electrónica
del hierro se escribe como: [Ar] 4s2 3d6. Otra posible notación agrupa primero los orbitales con el
mismo número cuántico n, de tal manera que la configuración del hierro se expresa como
[Ar] 3d6 4s2 (agrupando el orbital 3d con los 3s y 3p que están implicitos en la configuración
del argón).

El superíndice 1 de los orbitales ocupados por un único electrón no es obligatorio. 4 Es bastante
común ver las letras de los orbitales escritas en letra itálica o cursiva. Sin embargo, la  Unión
Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) recomienda utilizar letra normal, tal y como se
realiza aquí.

Historia

Niels Bohr fue el primero en proponer (1923) que la periodicidad en las propiedades de los
elementos se podía explicar mediante la estructura electrónica del átomo. 5 Su propuesta se basó
en elmodelo atómico de Bohr para el átomo, en el cual las capas electrónicas eran órbitas
electrónicas a distancias fijas al núcleo. Las configuraciones originales de Bohr hoy parecen
extrañas para el químico: al azufre se le asignaba una configuración 2.4.4.6 en vez de
1s2 2s2 2p6 3s2 3p4.

Un año después, E. C. Stoner incorpora el tercer número cuántico de la teoría de Sommerfeld en la


descripción de las capas electrónicas, y predice correctamente la estructura de capas del azufre
como 2.8.6.6 Sin embargo, ni el sistema de Bohr ni el de Stoner podían describir correctamente los
cambios del espectro atómico en un campo magnético (efecto Zeeman). [1]

DISTRIBUCIÓN ELECTRONICA

Es la distribución de los electrones en los subniveles y orbitales de un átomo. La configuración


electrónica de los elementos se rige según el diagrama de Moeller:

Para comprender el diagrama de Moeller se utiliza la siguiente tabla:


s p d f

n=1 1s

n=2 2s 2p

n=3 3s 3p 3d

n=4 4s 4p 4d 4f

n=5 5s 5p 5d 5f

n=6 6n 6n 6n

n=7 7s 7p

Para encontrar la distribución electrónica se escriben las notaciones en forma diagonal


desde arriba hacia abajo y de derecha a izquierda (seguir colores):

1 2 3p 4f 5d 6p
2p 3s 3d 4p 5s 4d 5p 6s 5f 6d 7p
s s 4s 7s

Este principio de construcción (denominado principio de Aufbau, del alemán Aufbau que
significa “construcción) fue una parte importante del concepto original de Bohr de
configuración electrónica. Puede formularse como:

“sólo se pueden ocupar los orbitales con un máximo de dos electrones, en orden creciente
de energía orbital: los orbitales de menor energía se llenan antes que los de mayor
energía.”

Así, vemos que se puede utilizar el orden de energías de los orbitales para describir la
estructura electrónica de los átomos de los elementos. Un subnivel s se puede llenar con
1 ó 2 electrones. El subnivel p puede contener de 1 a 6 electrones; el subnivel d de 1 a 10
electrones y el subnivel f de 1 a 14 electrones. Ahora es posible describir la estructura
electrónica de los átomos estableciendo el subnivel o distribución orbital de los electrones.
Los electrones se colocan primero en los subniveles de menor energía y cuando estos
están completamente ocupados, se usa el siguiente subnivel de energía superior. Esto
puede representarse por la siguiente tabla:

s p d f

n=1 2

n=2 2 6

n=3 2 6 10

n=4 2 6 10 14

n=5 2 6 10 14

n=6 2 6 10

n=7 2

Para encontrar la configuración electrónica se usa el mismo procedimiento anterior


incluyendo esta vez el número máximo de electrones para cada orbital.

1s2 2s2 2p6 3s2 3p6 4s2 3d10 4p6 5s2 4d10 5p6 6s2 4f14 5d10 6p6 7s2 5f14 6d10 7p6

Finalmente la configuración queda de la siguiente


2 2 6 2 6 2 10 6 2 10 6 2 14 10 6 2 14 10
manera: 1s  2s  2p  3s  3p  4s  3d  4p  5s  4d  5p  6s  4f  5d  6p  7s  5f  6d  

7p6

Para determinar la configuración electrónica de un elemento, basta con calcular cuántos


electrones hay que acomodar y entonces distribuirlos en los subniveles empezando por los de
menor energía e ir llenando hasta que todos los electrones estén distribuidos. Un elemento con
número atómico mayor tiene un electrón más que el elemento que lo precede. El subnivel de
energía aumenta de esta manera:

Subnivel s, p, d o f: Aumenta el nivel de energía.

Sin embargo, existen excepciones, como ocurre en los elementos de transición al ubicarnos en los
grupos del cromo y del cobre, en los que se promueve el electrón dando así una configuración
fuera de lo común.

Bloques de la tabla periódica


La forma de la tabla periódica está íntimamente relacionada con la configuración electrónica de
los átomos de los elementos. Por ejemplo, todos los elementos del grupo 1 tienen una
configuración de [E] ns1 (donde [E] es la configuración del gas inerte correspondiente), y tienen
una gran semejanza en sus propiedades químicas. La capa electrónica más externa se denomina
"capa de valencia" y (en una primera aproximación) determina las propiedades químicas. Conviene
recordar que el hecho de que las propiedades químicas eran similares para los elementos de un
grupo fue descubierto hace más de un siglo, antes incluso de aparecer la idea de configuración
electrónica.8 No está claro cómo explica la regla de Madelung (que más bien describe) la tabla
periódica,9 ya que algunas propiedades (tales como el estado de oxidación +2 en la primera fila de
los metales de transición) serían diferentes con un orden de llenado de orbitales distinto.

Reglas de exclusión de Pauli

Esta regla nos dice que en un estado cuántico solo puede haber un electrón. De aquí salen los
valores del espín o giro de los electrones que es 1/2  y con proyecciones

También que en una orientación deben de caber dos electrones excepto cuando el número de
electrones se ha acabado por lo cual el orden que debe de seguir este ordenamiento en cada nivel
es primero los de espín positivo (+1/2) y luego los negativos.

El principio de exclusión de Pauli fue un principio cuántico enunciado por Wolfgang Ernst Pauli en
1925. Establece que no puede haber dos fermiones con todos sus números cuánticos idénticos
(esto es, en el mismo estado cuántico de partícula individual). Perdió la categoría de principio,
pues deriva de supuestos más generales: de hecho, es una consecuencia del teorema de la
estadística del spin. El principio de exclusión de Pauli sólo se aplica a fermiones, esto es, partículas
que forman estados cuánticos antisimétricos y que tienen espín semientero. Son fermiones, por
ejemplo, los protones, los neutrones y los electrones, los tres tipos de partículas subatómicas que
constituyen la materia ordinaria. El principio de exclusión de Pauli rige, así pues, muchas de las
características distintivas de la materia. En cambio, partículas como el fotón y el (hipotético)
gravitón no obedecen a este principio, ya que son bosones, esto es, forman estados cuánticos
simétricos y tienen espín entero. Como consecuencia, una multitud de fotones puede estar en un
mismo estado cuántico de partícula, como en los láseres. "Dos electrones en la corteza de un
átomo no pueden tener al mismo tiempo los mismos números cuánticos". Es sencillo derivar el
principio de Pauli, basándonos en el artículo de partículas idénticas. Los fermiones de la misma
especie forman sistemas con estados totalmente antisimétricos, lo que para el caso de dos
partículas significa que:

mismo estado cuántico |ψ>, el estado del sistema completo es |ψψ>.

Regla del octeto


Para que un átomo sea estable debe tener todos sus orbitales llenos (cada orbital con dos
electrones, uno de espín +1/2 y otro de espín -1/2) Por ejemplo, el oxígeno, que tiene
configuración electrónica 1s², 2s², 2p4, debe llegar a la configuración 1s², 2s², 2p6 con la cual los
niveles 1 y 2 estarían llenos. Recordemos que la Regla del octeto, justamente establece que el
nivel electrónico se completa con 8 electrones, excepto el Hidrógeno, que se completa con 2
electrones. Entonces el oxígeno tendrá la tendencia a ganar los 2 electrones que le faltan, por esto
se combina con 2 átomos de hidrógenos (en el caso del agua, por ejemplo), que cada uno necesita
1 electrón (el cual recibe del oxígeno) y otorga a dicho átomo 1 electrón cada uno. De este modo,
cada hidrógeno completó el nivel 1 y el oxígeno completó el nivel 2.

En química se denomina orbital a la zona del espacio que rodea a un núcleo atómico donde la
probabilidad de encontrar un electrón es máxima, cercana al 91%. Ejemplo de ello: 10Ne: 1s2, 2s2,
2p6 regla del octeto: 11Na :( Ne) 10, 1s2, 2s2, 2p6, 3s1 2s3 2s4 2s5 2s65 2s7 2s8 2s9

Anomalías de configuración electrónica

Al desarrollar la configuración electrónica, encontramos una serie de excepciones. Es más estable


llenar dos medios orbitales que completar uno y dejar el otro a uno o dos electrones de estar
completado a la mitad. Así, los metales del grupo 6 en vez de tener los orbitales externos s
completos y el orbital d a un electrón de estar semi-completo, donarán un electrón del orbital s al
orbital d, quedando ambos completos a la mitad: s 1d5 en vez de s2d4. Igualmente, es más estable
rellenar los orbitales d completamente, por lo que los elementos del grupo 11 tenderán a adoptar
la configuración s1d10 en vez de s2d9. Ejemplos de estas anomalías son:

Grupo VIB:
24
Cr: 1s2, 2s2, 2p6, 3s2, 3p6, 4s2, 3d4: es incorrecto.
24
Cr: 1s2, 2s2, 2p6, 3s2, 3p6, 4s1, 3d5: es correcto

Grupo IB:
29
Cu: 1s2, 2s2, 2p6, 3s2, 3p6, 4s1, 3d10 : es correcto.

ER: n + l

Dónde:

n: nivel l: subnivel

Ejemplo:

4s: 4 + 0 : 4

3p: 3 + 1 : 4
4d: 4 + 2 : 6

5f: 5 + 3 : 8

6g: 6 + 4 : 10

7h: 7 + 5 : 12

TABLA PERIÓDICA DE LOS ELEMENTOS QUIMICOS

Los químicos se dieron cuenta desde los comienzos del desarrollo de la Química, que ciertos
elementos tienen propiedades semejantes.
En 1829 el químico alemán Döbereiner realizo el primer intento de establecer una ordenación en
los elementos químicos, haciendo notar en sus trabajos las similitudes entre los elementos cloro,
bromo e iodo por un lado y la variación regular de sus propiedades por otro.

Una de las propiedades que parecía variar regularmente entre estos era el  peso atómico. Pronto
estas similitudes fueron también observadas en otros casos, como entre el calcio, estroncio y
bario. Una de las propiedades que variaba con regularidad era de nuevo el peso atómico. Ahora
bien, como el concepto de peso atómico aún no tenía un significado preciso y Döbereiner no había
conseguido tampoco aclararlo y como había un gran número de elementos por descubrir, que
impedían establecer nuevas conexiones, sus trabajos fueron desestimados.

Desde 1850 hasta 1865 se descubrieron muchos elementos nuevos y se hicieron notables
progresos en la determinación de las masas atómicas, además, se conocieron mejor otras
propiedades de los mismos.

Fue en 1864 cuando estos intentos dieron su primer fruto importante, cuando Newlands


estableció la ley de las octavas. Habiendo ordenado los elementos conocidos por su peso atómico
y después de disponerlos en columnas verticales de siete elementos cada una, observó que en
muchos casos coincidían en las filas horizontales elementos con propiedades similares y que
presentaban una variación regular.

Esta ordenación, en columnas de siete da su nombre a la ley de las octavas, recordando los


periodos musicales. En algunas de las filas horizontales coincidían los elementos cuyas similitudes
ya había señalado Döbereiner. El fallo principal que tuvo Newlands fue el considerar que sus
columnas verticales (que serían equivalentes a períodos en la tabla actual) debían tener siempre la
misma longitud. Esto provocaba la coincidencia en algunas filas horizontales de elementos
totalmente dispares y tuvo como consecuencia el que sus trabajos fueran desestimados.

En 1869 el químico alemán Julius Lothar Meyer y el químico ruso Dimitri Ivanovich


Mendelyev propusieron la primera “Ley Periódica”.

Meyer al estudiar los volúmenes atómicos de los elementos y representarlos frente al peso
atómico observó la aparición en el gráfico de una serie de ondas. Cada bajada desde un máximo
(que se correspondía con un metal alcalino) y subido hasta el siguiente, representaba para Meyer
un periodo. En los primeros periodos, se cumplía la ley de las octavas, pero después se
encontraban periodos mucho más largos. Aunque el trabajo de Meyer era notablemente
meritorio, su publicación no llego a tener nunca el reconocimiento que se merecía, debido a la
publicación un año antes de otra ordenación de los elementos que tuvo una importancia
definitiva.

Utilizando como criterio la valencia de los distintos elementos, además de su peso


atómico, Mendelyev presentó su trabajo en forma de tabla en la que los periodos se rellenaban de
acuerdo con las valencias (que aumentaban o disminuían de forma armónica dentro de los
distintos periodos) de los elementos.
Esta ordenación daba de nuevo lugar a otros grupos de elementos en los que coincidían elementos
de propiedades químicas similares y con una variación regular en sus propiedades físicas.

La tabla explicaba las observaciones de Döbereiner, cumplía la ley de las octavas en sus primeros
periodos y coincidía con lo predicho en el gráfico de Meyer. Además, observando la existencia de
huecos en su tabla, Mendelyev dedujo que debían existir elementos que aún no se habían
descubierto y además adelanto las propiedades que debían tener estos elementos de acuerdo con
la posición que debían ocupar en la tabla.

Años más tarde, con el descubrimiento del espectrógrafo, el descubrimiento de nuevos elementos


se aceleró y aparecieron los que había predicho Mendelyev. Los sucesivos elementos encajaban en
esta tabla. Incluso la aparición de los gases nobles encontró un sitio en esta nueva ordenación.

La tabla de Mendelyev fue aceptada universalmente y hoy, excepto por los nuevos
descubrimientos relativos a las propiedades nucleares y cuánticas, se usa una tabla muy similar a
la que él elaboró más de un siglo atrás.

Los últimos cambios importantes en la tabla periódica son el resultado de los trabajos de Glenn
Seaborg a mediados del siglo XX, empezando con su descubrimiento del plutonio en 1940 y,
posteriormente, el de los elementos transuránidos del 94 al 102 (Plutonio, Pu; Americio, Am;
Curio, Cm; Berkelio, Bk; Californio, Cf; Einstenio, Es; Fermio, Fm; Mendelevio, Md; y Nobelio, No). 

Seaborg, premio Nobel de Química en 1951, reconfiguró la tabla periódica poniendo la serie de los
actínidos debajo de la serie de los lantánidos.

En las tablas escolares suele representarse el símbolo, el nombre, el número atómico y la masa
atómica de los elementos como datos básicos y, según su complejidad, algunos otros datos sobre
los elementos.

Utilidad de la tabla

Otra clasificación que resulta importante conocer y es de gran utilidad en la nomenclatura es la


que nos brinda información sobre la capacidad de combinación de los elementos o sea
su valencia así como su estado o número de oxidación.

Existe una clasificación que ubica a los elementos representativos en ocho grupos identificados
como A y a los de transición en B. Los elementos representativos son conocidos así porque el
número de grupos representa la cantidad de electrones en su capa de valencia o sea el último
nivel, y la cantidad de electrones en esa capa nos indica la valencia máxima que el elemento puede
presentar.

La valencia de un elemento se refiere a la capacidad de combinación que presenta; en el caso de


los no metales se relaciona con el número de átomos de hidrógeno con que se puede enlazar y en
los metales con cuántos átomos de cloro se une.
La tabla periódica nos ayuda a clasificar, organizar y distribuir de forma correcta todos
los elementos químicos, de acuerdo a sus propiedades y características, la funciona principal que
tiene es la de establecer un orden especifico agrupando los elementos.

Esta es la actualización de la tabla periódica de los elementos químicos, que les servirá
para trabajos, tareas, investigaciones o estudios, espero que les sea de mucha utilidad!

Grupos de la tabla periódica

A las columnas verticales de la tabla periódica se les conoce como grupos. Todos los elementos
que pertenecen a un grupo tienen la misma valencia atómica, y por ello, tienen características o
propiedades similares entre sí. Por ejemplo, los elementos en el grupo IA tienen valencia de 1 (un
electrón en su último nivel de energía) y todos tienden a perder ese electrón al enlazarse como
iones positivos de +1. Los elementos en el último grupo de la derecha son los gases nobles, los
cuales tienen lleno su último nivel de energía (regla del octeto) y, por ello, son todos
extremadamente no reactivos.

Numerados de izquierda a derecha utilizando números arábigos, según la última recomendación


de la IUPAC (según la antigua propuesta de la IUPAC) de 1988,2 los grupos de la tabla periódica
son:

Grupo 1 (I A): los metales alcalinos

Grupo 2 (II A): los metales alcalinotérreos

Grupo 3 (III B): Familia del Escandio

Grupo 4 (IV B): Familia del Titanio

Grupo 5 (V B): Familia del Vanadio

Grupo 6 (VI B): Familia del Cromo

Grupo 7 (VII B): Familia del Manganeso

Grupo 8 (VIII B): Familia del Hierro

Grupo 9 (IX B): Familia del Cobalto

Grupo 10 (X B): Familia del Níquel

Grupo 11 (I B): Familia del Cobre

Grupo 12 (II B): Familia del Zinc

Grupo 13 (III A): los térreos


Grupo 14 (IV A): los carbonoideos

Grupo 15 (V A): los nitrogenoideos

Grupo 16 (VI A): los calcógenos o anfígenos

Grupo 17 (VII A): los halógenos

Grupo 18 (VIII A): los gases nobles

Períodos de la tabla periódica

Las filas horizontales de la tabla periódica son llamadas períodos. Contrario a como ocurre en el
caso de los grupos de la tabla periódica, los elementos que componen una misma fila tienen
propiedades diferentes pero masas similares: todos los elementos de un período tienen el mismo
número de orbitales. Siguiendo esa norma, cada elemento se coloca según su configuración
electrónica. El primer período solo tiene dos miembros: hidrógeno y helio; ambos tienen sólo
el orbital 1s.

La tabla periódica consta de 7 períodos:

Período 1

Un elemento del periodo 1 es uno de los elementos químicos de la primera de siete filas (o
períodos) de la tabla periódica de los elementos químicos. El número del período indica el número
del nivel de energía principal que los electrones comienzan a llenar.1 El primer período solo llena
el primer nivel de energía (1s) y contiene menos elementos que cualquier otra fila de la tabla, sólo
dos: el hidrógeno y el helio. Estos elementos se agrupan en la primera fila en virtud de
propiedades que comparten entre sí.

Período 2

Un elemento del periodo 2 es uno de los elementos químicos de la segunda fila (o periodo) de la
tabla periódica de los elementos químicos. La tabla periódica está compuesta en hileras para
ilustrar tendencias recurrentes (periódicas) en el comportamiento químico de los elementos a
medida que aumenta el número atómico: se comienza una hilera nueva cuando el
comportamiento químico vuelve a repetirse, lo que significa que los elementos de
comportamiento similar se encuentran en las mismas columnas verticales. El segundo período
contiene más elementos que la hilera anterior, con ocho elementos: Litio, Berilio, Boro, Carbono,
Nitrógeno, Oxígeno, Flúor y Neón.

Período 3

Un elemento del periodo 3 es aquel elemento químico en la tercera fila (o periodo) de la tabla
periódica.
Período 4

Un elemento del periodo 4 es aquel elemento químico en la cuarta fila (o periodo) de la tabla
periódica.

Período 5
Un elemento del periodo 5 es aquel elemento químico en la quinta fila (o periodo) de la tabla
periódica.

Período 6
Un elemento del periodo 6 es aquel elemento químico en la sexta fila (o periodo) de la tabla
periódica, incluidos los lantánidos.

Período 7
Un elemento del periodo 7 es aquel elemento químico en la séptima fila (o periodo) de la tabla
periódica, incluidos los actínidos. La mayoría de los elementos pertenecientes a este período son
muy inestables, muchos de ellos radiactivos.

Bloques de la tabla periódica

La tabla periódica se puede también dividir en bloques de elementos según el orbital que estén
ocupando los electrones más externos.

Los bloques o regiones se denominan según la letra que hace referencia al orbital más


externo: s, p, d y f. Podría haber más elementos que llenarían otros orbitales, pero no se han
sintetizado o descubierto; en este caso se continúa con el orden alfabético para nombrarlos.

Bloque s
Los elementos del bloque s (por tener sus electrones de valencia en el orbital s) son aquellos
situados en los grupos 1 y 2 de la tabla periódica de los elementos. En estos elementos el nivel
energético más externo corresponde a orbitales s

Bloque p
Los elementos del bloque p (por tener sus electrones de valencia en el orbital p) son aquellos
situados en los grupos 13 a 18 de la tabla periódica de los elementos. En estos elementos el nivel
energético más externo corresponde a orbitales p. La configuración electrónica externa de estos
elementos es: ns²npx (x=1 a 6, siendo 1 para el primer grupo, 2 para el segundo, etc.)

Bloque d
Los elementos del bloque d (por tener electrones en el orbital d) son aquellos situados en los
grupos 3 a 12 de la tabla periódica de los elementos. En estos elementos el nivel energético más
externo corresponde a orbitales d.
Bloque f
Los elementos del bloque f (por tener sus electrones de valencia en el orbital f) son dos series, una
comenzando a partir del elemento lantano y la otra a partir del actinio, y por eso a los elementos
de estas series se les llama lantánidos y actínidos. Aunque en la tabla periódica de los elementos
tendrían que estar después de esos dos elementos, se suelen representar separados del resto.
También se conocen los Lantánidos como tierras raras.

PROPIEDADES PERIÓDICAS

Los conceptos teóricos que se exponen a continuación, son, simplemente, un recordatorio del
trabajo previo de aprendizaje del tema, que debe haber sido realizado en el aula y, en ningún caso
un sustitutivo de dicho proceso.

CONCEPTOS PREVIOS

¿Qué son?

Son propiedades que presentan los elementos químicos y que se repiten secuencialmente en la
tabla periódica. Por la colocación en la misma de un elemento, podemos deducir que valores
presentan dichas propiedades así como su comportamiento químico.

Su estudio en la tabla

Tal y como hemos dicho, vamos a encontrar una periodicidad de esas propiedades en la tabla. Esto
supone, por ejemplo, que la variación de una de ellas en los grupos va a responder a una regla
general. Esto nos permite, al conocer estas reglas de variación, cuál va a ser el comportamiento
químico de un elemento, ya que dicho comportamiento, depende en gran manera, de sus
propiedades periódicas.

Principales propiedades periódicas

Hay un gran número de propiedades periódicas. Entre las más importantes destacaríamos:

- Estructura electrónica: distribución de los electrones en los orbitales del átomo

- Potencial de ionización: energía necesaria para arrancarle un electrón.

- Electronegatividad: mide la tendencia para atraer electrones.

- Afinidad electrónica: energía liberada al captar un electrón.

- Carácter metálico: define su comportamiento metálico o no metálico.

- Valencia iónica: número de electrones que necesita ganar o perder para el octeto.

Otras propiedades periódicas

Podemos enumerar
- Volumen atómico - Radio iónico - Radio atómico

- Densidad - Calor específico - Calor de vaporización

- Punto de ebullición - Punto de fusión - Valencia covalente

- Carácter oxidante o reductor


En general, los diferentes valores de electronegatividad de los átomos determinan el tipo de
enlace que se formará en la molécula que los combina. Así, según la diferencia entre las
electronegatividades de éstos se puede determinar (convencionalmente) si el enlace será, según la
escala de Linus Pauling:

 Covalente no polar: 

 Covalente  polar: 

 Iónico: 

Enlaces Químicos

Mientras que sólo hay alrededor de 118 elementos catalogados en la tabla periódica, obviamente
hay más substancias en la naturaleza que los 118 elementos puros. Esto es porque los átomos
pueden reaccionar unos con otros para formar nuevas substancias denominadas compuestos. Un
compuesto se forma cuando dos o más átomos se enlazan químicamente. El compuesto que
resulta de este enlace es químicamente y físicamente único y diferente de sus átomos originarios.
Miremos un ejemplo. El elemento sodio es un metal de color plateado que reacciona tan
violentamente con el agua que produce llamas cuando el sodio se moja. El elemento cloro es un
gas de color verdoso que es tan venenoso que fue usado como un arma en la Primera Guerra
Mundial. Cuando estos químicos se enlazan, estas dos peligrosas substancias forman un
compuesto, el cloruro de sodio. ¡Este es un compuesto tan inofensivo que nos comemos todos los
días - la sal de mesa común!

En 1916, el químico americano Gilbert Newton Lewis propuso que los enlaces químicos se
formaban entre los átomos porque los electrones de los átomos interactuaban entre ellos. Lewis
había observado que muchos elementos eran más estables cuando ellos contenían ocho
electrones en su envoltura de valencia. El sugirió que los átomos con menos de ocho valencias de
electrones se enlazaban para compartir electrones y completar sus envolturas de valencia.

Mientras que algunas de las predicciones de Lewis han sido desde entonces probadas como
incorrectas (el sugirió que los electrones ocupaban orbitas en forma de cubos), su trabajo
estableció la base de lo que se conoce hoy en día sobre los enlaces químicos. Sabemos que hay
dos principales tipos de enlaces químicos, iónicos y - enlaces covalentes.

Enlaces Iónicos

En los enlaces iónicos, los electrones se transfieren completamente de un átomo a otro. Durante
este proceso de perder o ganar electrones cargados negativamente, los átomos que reaccionan
forman iones. Lo iones cargados de manera opuesta se atraen entre ellos a través de fuerzas
electroestáticas que son la base del enlace iónico.

Por ejemplo, durante la reacción del sodio con el cloro:

sodio (en la derecha) pierde su única valencia de electrones al cloro (a la derecha),


resultando en

un ión de sodio cargado


positivamente (izquierda) y un
ión de cloro cargado
negativamente (derecha).

un ión de sodio cargado positivamente (izquierda) y un ión de cloro cargado negativamente


(derecha).

Una simulación de la reacción NaCl

Note que cuando el sodio pierde su electrón de valencia, se hace más pequeño, mientras que el
cloro se hace más grande cuando gana una valencia de electrón adicional. Esto es típico de los
tamaños relativos de iones a átomos. Después que la reacción tiene lugar, los iones cargado Na + y
Cl- se sujetan gracias a las fuerzas electroestáticas, formando así un enlace ionico.
Los compuestos iónicos comparten muchas caractéristicas en común:

 Los enlaces iónicos se forman entre metales y no metales.


 Al nombrar compuestos iónicos simples, el metal siempre viene primero, el no metal
segundo (por ejemplo, el cloruro de sodio).

 Los compuestos iónicos se disuelven facilmente en el agua y otros solventespolares.

 En una solución, los compuestos iónicos fácilmente conducen electricidad.

 Los compuestos iónicos tienden a formar sólidos cristalinos con temperaturas muy altas.

Esta última característica es un resultado de las fuerzas intermoleculares (fuerzas entre las


moléculas) en los sólidos iónicos. Si consideramos un cristal sólido de cloruro de sodio, el sólido
está hecho de muchos iones de sodio cargados positivamente (dibujados a debajo como pequeñas
esferas grises) y un número igual de iones de cloro cargados negativamente (esferas verdes).
Debido a la interacción de los iones cargados, los iones de sodio y de cloro están organizados
alternadamente como demuestra el esquema a la derecha. Cada ión de sodio es atraído
igualmente por todos sus iones de cloro vecinos, y de la misma manera por la atracción del cloruro
de sodio. El concepto de una sola molécula no aplica a cristales iónicos porque el sólido existe
como un sistema continuo. Sólidos iónicos forman cristales con altos puntos de fusion debido a las
a las grandes fuerzas entre dos iones vecinos.

Enlace Covalentes

El segundo mayor tipo de enlace atómico ocurre cuando los átomos comparten electrones. Al
contrario de los enlaces iónicos en los cuales ocurre una transferencia completa de electrones, el
enlace covalente ocurre cuando dos (o más) elementos comparten electrones. El enlace covalente
ocurre porque los átomos en el compuesto tienen una tendencia similar hacia los electrones
(generalmente para ganar electrones). Esto ocurre comúnmente cuando dos no metales se
enlazan. Ya que ninguno de los no elementos que participan en el enlace querrá ganar electrones,
estos elementos compartirán electrones para poder llenar sus envolturas de valencia. Un buen
ejemplo de un enlace covalente es ese que ocurre entre dos átomos de hidrógeno. Los átomos de
hidrógeno (H) tiene un electrón de valencia en su primera envoltura. Puesto que la capacidad de
esta envolutura es de dos electrones, cada átomo hidrógeno 'querrá' recoger un segundo electrón.
En un esfuerzo por recoger un segundo electrón, el átomo de hidrógeno reaccionará con átomos H
vecinos para formar el compuesto H2. Ya que el compuesto de hidrógeno es una combinación de
átomos igualados, los átomos compartirán cada uno de sus electrones individuales, formando así
un enlace covalente. De esta manera, ambos átomos comparten la estabilidad de una envoltura de
valencia.

Simulación del enlace covalente entre átomos de hidrógeno

Ya que los electrones están compartidos en molécula covalentes, no se forman cargas iónicas. Por
consiguiente, no hay fuerzas intermoleculares fuertes en los compuestos covalentes tal como las
hay en las moléculas iónicas. Como resultado, muchos compuestos iónicos son gases o líquidos a
temperatura ambiente en vez de sólidos como los compuestos iónicos en las moléculas covalentes
que tienden a tener una atracción intermolecular más débil. Igualmente, al contrario de los
compuestos iónicos, los compuestos covalentes existen como verdaderas moléculas.

Enlaces Múltiples: Para cada par de electrones compartidos entre dos átomos, se forma un enlace
covalente único. Algunos átomos pueden compartir múltiples pares de electrones, formando
enlaces covalentes múltiples. Por ejemplo, el oxígeno (que tiene seis electrones de valencia)
necesita dos electrones para completar su envoltura de valencia. Cuando dos átomos de oxígeno
forman el compuesto O2, ellos comparten dos pares de electrones, formando dos enlaces
covalentes.

Las Estructuras de Puntos de Lewis: Las estructuras de puntos de Lewis son una taquigrafía para
representar los electrones de valencia de un átomo. Las estructuras están escritas como el
elemento del símbolo con puntos que representan los electrones de valencia. Abajo están las
estructuras de Lewis para los elementos en los dos primeros períodos de la Tabla Periódica.

 Las estructuras de Lewis también pueden ser usadas para mostrar el enlace entre átomos. Los
electrones que se enlazan se colocan entre los átomos y pueden ser representados por un par de
puntos, o un guión (cada guión representa un par de electrones, o un enlace). Abajo están las
estructuras de Lewis para el H2 y el O2.

Enlaces Polares y No-Polares

En realidad, hay dos sub tipos de enlaces covalente. La molécula H2 es un buen ejemplo del primer
tipo de enlace covalente el enlace no polar. Ya que ambos átomos en la molécula H 2tienen una
igual atracción (o afinidad) hacia los electrones, los electrones que se enlazan son igualmente
compartidos por los dos átomos, y se forma un enlace covalente no polar. Siempre que dos
átomos del mismo elemento se enlazan, se forma un enlace no polar . 
Un enlace polar se forma cuando los electrones son desigualmente compartidos entre dos átomos.
Los enlaces polares covalentes ocurren porque un átomo tiene una mayor afinidad hacia los
electrones que el otro (sin embargo, no tanta como para empujar completamente los electrones y
formar un ión). En un enlace polar covalente, los electrones que se enlazan pasarán un mayor
tiempo alrededor del átomo que tiene la mayor afinidad hacia los electrones. Un buen ejemplo del
enlace polar covalente es el enlace hidrógeno - oxígeno en la molécula de agua. 

Las moléculas de agua contienen dos átomos de hidrógeno (dibujados en rojo) enlazados a un


átomo de oxígeno (en azul). El oxígeno, con seis electrones
de valencia, necesita dos electrones adicionales para completar su            H2O  : a water
envoltura de valencia. Cada hidrógeno contiene un electrón. Por molecule
consiguiente el oxígeno comparte los electrones de dos átomos de
hidrógeno para completar su propia envoltura de valencia, y en
cambio, comparte dos de sus propios electrones con cada hidrógeno, completando la envoltura de
valencia H.

Enlace polar covalente simulado en una molécula de agua

La principal diferencia entre el enlace H-O en el agua y el enlace H-H, es el grado de los electrones
compartidos. El gran átomo de oxígeno tiene una mayor afinidad hacia los electrones que los
pequeños átomos de hidrógeno. Ya que el oxígeno tiene una atracción más fuerte en los
electrones que se enlazan, el electrón ocupado anteriormente conduce a una desigual
participación.

Los Dipolos

Ya que los electrones de valencia en las moléculas de agua ocupan más tiempo alrededor del
átomo de oxígeno que los átomos de hidrógeno, la parte de oxígeno de la molécula desarrolla una
carga parcial negativa (debido a la carga negativa en los electrones). Por la misma razón, la parte
de hidrógeno de la molécula desarrolla una carga parcial positiva. Los iones no se forman, a pesar
de que la molécula desarrolla en su interior una carga eléctricaparcial llamada un dipolar.
El dipolo de agua está representado por una flecha en la animación (ver más arriba) en la cual la
cabeza de la flecha apunta hacia la parte densa final (negativa) del electrón del dipolo y el otro
electrón se ecuentra cerca de la parte delgada final (positiva) al otro lado de la molécula. 

 
Tabla periódica. Grupos y períodos. Metales, no metales y gases nobles.

ve historia del Sistema Periódico

En 1817, Dobereiner elaboró un documento que mostraba una relación entre la masa atómica de
ciertos elementos y sus propiedades. Destaca la existencia de similitudes entre elementos
agrupados en tríos que él denomina “tríadas”. La tríada del cloro, del bromo y del yodo es un
ejemplo. Pone en evidencia que la masa de uno de los tres elementos de la triada es intermedia
entre la de los otros dos. En 1850 se contaba con unas 20 tríadas para llegar a una primera
clasificación coherente.

En 1862 el francés Chancourtois pone en evidencia una cierta periodicidad entre los elementos de
la tabla. En 1864 Chancourtois y el inglés Newlands anuncian la Ley de las octavas: las propiedades
se repiten cada ocho elementos. Pero esta ley no puede aplicarse a los elementos más allá del
Calcio. Aunque esta clasificación resulta insuficiente la tabla periódica comienza a ser diseñada.

En 1869, el alemán Meyer pone en evidencia una cierta periodicidad en el volumen atómico. Los
elementos similares tienen un volumen atómico similar en relación con los otros elementos. Los
metales alcalinos tienen por ejemplo un volumen atómico importante. Simultáneamente con  el
ruso Mendeleïev, presentan una primera versión de la tabla periódica en 1869. Esta tabla fue la
primera presentación coherente de las semejanzas de los elementos. Los elementos se
clasificaban según sus masas atómicas, viéndose aparecer una periodicidad en lo que concierne a
ciertas propiedades de los elementos. La primera tabla contenía 63 elementos. Esta tabla fue
diseñada de manera que hiciera aparecer la periodicidad de los elementos. De esta manera los
elementos son clasificados verticalmente. Las agrupaciones horizontales se suceden
representando los elementos de la misma “familia".

Para poder aplicar la ley que Mendeleïev creía cierta, tuvo que dejar ciertos huecos vacíos. Él
estaba convencido de que un día esos lugares vacíos no lo estarían más, y los descubrimientos
futuros confirmaron esta convicción. Consiguió además prever las propiedades químicas de tres de
los elementos que faltaban a partir de las propiedades de los cuatro elementos vecinos. Cuando
los elementos fueron descubiertos, ellos poseían las propiedades predichas.

Sin embargo aunque la la clasificación de  Mendeleïev marca un claro progreso, contiene ciertas
anomalías debidas a errores de determinación de masa atómica de la época como la del Te y la del
I, y la de algún otro par de elementos.

Los gases nobles se incorporaron más adelante, cuando fueron descubiertos, como una columna
más.

Fue a principios del siglo XX cuando Henry Moseley cuando se propuso la ordenación por número
atómico y cuando se supo en realidad cuántos huecos había en la tabla periódico (elementos no
identificados hasta el momento).

Grupos y períodos
El sistema periódico consta de filas (líneas horizontales) llamadas períodos y de columnas (líneas
verticales) llamadas grupos.

Los elementos conocidos hasta el momento se organizan en siete períodos y dieciocho grupos.
Tenemos ocho grupos largos y diez cortos. También nos encontramos con dos filas que
habitualmente se colocan fuera de la tabla periódica, las denominadas 'Tierras Raras' o 'Metales
de transición externa', por propiedades esos elementos deberían estar en el La y en el Ac, cada
una de las filas en uno de ellos; por dicho motivo, los elementos que tienen propiedades similares
al lantano se denominan lantánidos (primera de las dos filas) y los otros (segunda fila de las dos)
con propiedades parecidas al Actinio, actínidos.

Los grupos largos tienen nombre propio:

Grupo que comienza con el


 Se denomina
elemento
Grupo de los
Litio (Li)
alcalinos
Grupo de los
Be (Berilio)
alcalinotérreos
Grupo de los
B (Boro)
térreos
Grupo de los
C (Carbono)
carbonoideos
Grupo de los
N (Nitrógeno)
nitrogenoides
Grupo de los
O (Oxígeno)
anfígenos
Grupo de los
F (Flúor)
halógenos
Grupo de los
gases nobles o
He (Helio)
grupo de los
gases inertes
 

Metales, no metales, gases nobles

Una primera clasificación de la tabla es entre Metales, No Metales y Gases Nobles. La mayor
parte de los elementos de la tabla periódica son metales.
Observa que puedes seguir una pauta muy sencilla para estudiar los no metales.

 Los no metales comienzan en el grupo de los térreos con el primero (B).

 La siguiente columna (grupo de los carbonoideos) son dos (C y Si).

 La siguiente columna (grupo nitrogenoideos) son tres (N, P y As).

 La siguiente columna (anfígenos) son cuatro (O, S, Se y Te).

 La siguiente columna (halógenos) son cinco (F, Cl, Br, I y At).

 Sólo queda el hidrógeno (H) que suele considerarse no metal.

Aprendiendo los no metales y la columna de los gases nobles, podrás saber si un elemento
determinado es metal, no metal o gas noble: no metal o gas noble por haberlo estudiado, metal
por exclusión. Este conocimiento resulta de importancia en la predicción del tipo de enlace entre
átomos. 

Tipos de elementos

1. Los metales los solemos clasificar de la siguiente forma:

o Metales reactivos. Se denomina así a los elementos de las dos primeras columnas
(alcalinos y alcalinotérreos) al ser los metales más reactivos por regla general.

o Metales de transición. Son los elementos que se encuentran entre las columnas
largas, tenemos los de transición interna (grupos cortos) y transición externa o
tierras raras (lantánidos y actínidos).

o Otros metales. Son los que se encuentran en el resto de grupos largos. Algunos de
ellos tienen propiedades de no metal en determinadas circunstancias
(semimetales o metaloides).
2. Los no metales, algunos de los cuales, los que se encuentran cerca de la línea de
separación metal / no metal, tienen un comportamiento metálico en determinadas
circunstancias (semimetales o metaloides).

3. Gases Nobles o gases inertes.

Propiedades de los elementos según su tipo

Propiedades de los metales.

Por regla general los metales tienen las siguientes propiedades:

Son buenos conductores de la electricidad.

Son buenos conductores del calor.

Son resistentes y duros.

Son brillantes cuando se frotan o al corte.

Son maleables, se convierten con facilidad en láminas muy finas.

Son dúctiles, se transforman con facilidad en hilos finos.

Se producen sonidos característicos (sonido metálico) cuando son golpeados.

Tienen altos puntos de fusión y de ebullición.


Poseen elevadas densidades; es decir, tienen mucha masa para su tamaño: tienen muchos átomos
juntos en un pequeño volumen.

Algunos metales tienen propiedades magnéticas: son atraídos por los imanes.

Pueden formar aleaciones cuando se mezclan diferentes metales. Las aleaciones suman las
propiedades de los metales que se combinan. Así, si un metal es ligero y frágil, mientras que el
otro es pesado y resistente, la combinación de ambos podrías darnos una aleación ligera y
resistente.

Tienen tendencia a formar iones positivos.

Hay algunas excepciones a las propiedades generales enunciadas anteriormente:

El mercurio es un metal pero es líquido a temperatura ambiente

El sodio es metal pero es blando (se raya con facilidad) y flota (baja densidad)

Propiedades de los no metales:

Son malos conductores de la electricidad.

Son malos conductores del calor.

Son poco resistentes y se desgastan con facilidad.

No reflejan la luz como los metales, no tienen el denominado brillo metálico. Su superficie no es
tan lisa como en los metales.

Son frágiles, se rompen con facilidad

Tienen baja densidad.

No son atraídos por los imanes.

Tienen tendencia a formar iones negativos.

Hay algunas excepciones a las propiedades generales enunciadas anteriormente:

El diamante es un no metal pero presenta una gran dureza

El grafito es un no metal pero conduce la electricidad.

Semimetales o metaloides.

Se encuentran entre lo metales y los no metales (B, Si, Ge, As, Sb, Te, Po). Son sólidos a
temperatura ambiente y forman iones positivos con dificultad. Según las circunstancias tienen uno
u otro comportamiento.
Hidrógeno.

Aunque lo consideremos un no metal, no tiene las características propias de ningún grupo, ni se le


puede asignar una posición en el sistema periódico: puede formar iones positivos o iones
negativos.

Gases Nobles o Gases Inertes.

La característica fundamental es que en condiciones normales son inertes, no reaccionan con


ningún elemento ni forman iones.

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