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Aliento 22
Aliento 22
Cada vez que leo esta parte de las Escrituras me pregunto: ¿Cómo está mi vida?
y es cuando siento la necesidad de examinarme y ver en qué estoy errando. Errar es
parte de nuestra vida y día a día estamos expuestos a equivocarnos. La mayoría de las
veces no deseamos reconocer ni asumir la responsabilidad que trae consigo cada error
que cometemos ya sea consciente o inconscientemente.
Admitir nuestros errores y equivocaciones es algo que siempre debemos tener
muy en cuenta en nuestro caminar con Elohim ya que indica la clase de personas que
somos tanto delante del Altísimo, como delante de las demás personas.
Hace poco he leído una frase muy interesante que dice “Hay algo positivo en
equivocarse, la oportunidad de rectificar”.
Hay cuatro actitudes muy importantes con relación a los errores y las
equivocaciones que hacemos:
1. Entender que los errores y equivocaciones son parte de nuestra vida y que la
correcta actitud es aprender a sacar siempre la enseñanza que viene escondida
detrás de cada equivocación
2. Aprender a admitir que hemos errado delante de las personas que están
involucradas en el problema.
3. Asumir las consecuencias que pueden traer lo que hemos hecho. No olvidemos que
admitir nuestras fallas no nos desmeritan sino que nos ennoblecen.
Aunque muchas veces cometemos errores y lo hacemos sin darnos cuenta de lo que
dijimos o hicimos es por eso que es importante que cada día nos tomemos un tiempo
para examinarnos y ponernos en oración delante de Elohim de modo que sea El quien
nos dé Su luz para recordar y entender las veces que nos hemos equivocado cuando no
recordamos lo que hemos hecho.
Las equivocaciones siempre son motivo de heridas profundas en el corazón, una
palabra mal dicha o una actitud que haya llegado a la otra persona en forma
equivocada puede llegar a herir y tener consecuencias muy tristes para quienes
reciben nuestras palabras o actitudes equivocadas..
Alguien dijo que nuestra vida es un viaje en tren donde encontramos diferentes
personas, todo tipo de pasajeros, algunos se bajan antes que nosotros y otros
permanecen en el mismo tren por muchos años.
Lo importante es entender que en este viaje habrán momentos de alegría, y
momentos en que podemos cometer grandes equivocaciones dañando a los que están
viajando con nosotros.
Tratemos de reconocer todos nuestros errores de modo que nuestra estadía en este
mundo valga la pena, por la cosas que hemos aprendido, por la madurez que hemos
adquirido y porque cada vez que componemos nuestra vida y la vida de los demás,
con toda seguridad estamos construyendo nuestra morada en el OLAM HA BA que es
la casa que Elohim tiene para cada uno de sus hijos como esta expresado en:
En Iojanán 14:2: