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ENSAYO ARGUMENTATIVO LA FUNCIÓN DOCENTE EN LA EDUCACIÓN

SUPERIOR
La educación superior es un ámbito crucial para el desarrollo de las habilidades y
conocimientos necesarios para el éxito profesional y personal. En este contexto, la
función docente desempeña un papel fundamental en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Begoña Gros y Miquel Martínez (2014), menciona que la función docente
en la educación superior debe estar enfocada en el desarrollo de habilidades críticas,
creativas y reflexivas, así como en la formación de ciudadanos responsables y
comprometidos con la sociedad. En este ensayo argumentativo, se presentarán las ideas
de diferentes autores acerca de la función docente en la educación superior y se discutirá
la importancia de esta figura en el proceso de enseñanza-aprendizaje
En primer lugar, es importante destacar que el papel del docente en la educación
superior va más allá de la transmisión de conocimientos y habilidades técnicas. Según
Gros y Martínez (2014), el docente debe ser un facilitador del aprendizaje, capaz de
guiar a los estudiantes en el proceso de construcción de su propio conocimiento y de
fomentar su capacidad crítica y reflexiva. Esto implica un enfoque pedagógico centrado
en el estudiante, que tenga en cuenta sus necesidades, intereses y capacidades
individuales.
En segundo lugar, la función docente en la educación superior debe estar orientada
hacia la formación de ciudadanos comprometidos con la sociedad y capaces de enfrentar
los desafíos globales del mundo contemporáneo. Gros y Martínez (2014), destaca
también que la educación superior debe promover valores como la solidaridad, la
responsabilidad social y el respeto a la diversidad cultural, étnica y de género. Para ello,
es necesario que el docente sea un modelo a seguir en el compromiso social y en la
defensa de los derechos humanos y la justicia social.
Según Paulo Freire (2003), el docente en la educación superior debe ser un mediador
entre el conocimiento y los estudiantes, promoviendo la reflexión crítica y el
pensamiento autónomo en sus alumnos. Para Freire, la pedagogía liberadora es
fundamental para que el estudiante pueda ser consciente de su realidad y de las
relaciones de poder que la conforman. El docente debe ser un facilitador de este proceso
de toma de conciencia y no un mero transmisor de conocimientos. Freire destaca que la
relación docente-estudiante debe ser horizontal y no vertical, para que el estudiante sea
protagonista de su propio proceso de aprendizaje.
Robert Merton (1968), por su parte, destaca la importancia de que el docente sea un
modelo de conducta para sus estudiantes. El docente debe ser un ejemplo de integridad
ética y moral, de compromiso con la verdad y la justicia, y de responsabilidad social. De
esta forma, el docente no solo transmite conocimientos, sino también valores que serán
fundamentales para el desarrollo de sus estudiantes. Merton destaca que el docente debe
ser un líder moral y espiritual para sus estudiantes.
Mario Bunge (2007) destaca la importancia de que el docente tenga una formación
interdisciplinaria que le permita conectar los conocimientos de su área con otros campos
del saber. Para Bunge, el conocimiento es un todo interconectado y el docente debe ser
capaz de establecer esas conexiones para que los estudiantes puedan comprender la
complejidad de los fenómenos que estudian. Bunge destaca que el docente debe tener
una formación sólida en su disciplina, pero también debe tener una visión amplia y
global del conocimiento.
En conclusión, la función docente en la educación superior es esencial para el desarrollo
de habilidades críticas, creativas y reflexivas en los estudiantes, así como para su
formación como ciudadanos responsables y comprometidos con la sociedad. Según
Begoña Gros y Miquel Martínez (2014), el docente debe ser un facilitador del
aprendizaje y un modelo a seguir en el compromiso social y la defensa de los derechos
humanos y la justicia social. En definitiva, una educación superior de calidad requiere
de un enfoque pedagógico centrado en el estudiante y comprometido con la formación
de ciudadanos conscientes y comprometidos con su entorno.
La figura del docente en la educación superior cumple un papel fundamental en el
proceso de formación de los estudiantes. Su función va más allá de la simple
transmisión de conocimientos, debe ser un facilitador del aprendizaje, un modelo de
conducta ética y moral, y un mediador entre los conocimientos de su área y otros
campos del saber. Por eso, es importante que los docentes se formen continuamente y se
actualicen en su disciplina, para poder ofrecer a sus estudiantes una educación de
calidad y acorde a las exigencias de la sociedad actual.
Referencias bibliográficas:
 Bunge, M. (2007). La ciencia, su método y su filosofía. Siglo XXI.
 Freire, P. (2003). Pedagogía del Oprimido. Siglo XXI.
 Gros, B., & Martínez, M. (2014). La función docente en la educación superior.
Revista de Docencia Universitaria.
 Merton, R. (1968). Teoría y estructura sociales. FCE.

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