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Antecedentes Históricos de la regulación del agua

En el plano internacional, hace 46 años se celebró la “Conferencia de las Naciones


Unidas Sobre el Agua” en la ciudad de Mar de Plata (Argentina), en esta reunión
internacional se trató de forma exclusiva sobre el agua, llegando a la conclusión que el
acceso al agua es un derecho humano; “Todos los pueblos, cualquiera que sea su nivel
de desarrollo o condiciones económicas y sociales, tienen derecho al acceso a agua
potable en cantidad y calidad acordes con sus necesidades básicas” (ONU 1977).

El agua es un recurso de importancia vital, sobre todo en un contexto en el que este


recurso hídrico se está agotando mientras que los consumidores están en crecimiento
constante, en ese sentido se debe proteger la disponibilidad, cantidad y calidad del
agua, indistintamente de si su destino es de consumo, industrial o para la agricultura;
por lo menos así se reconoció en Europa (Recomendación 14-2001/CMEM).

La importancia del agua poco a poco fue reconocida como derecho humano, es así que
en sud áfrica también se reconoció su importancia y se le declaró como elemento
indispensable como elemento de consumo y como factor fundamental para promover
la agricultura (Declaración de abuja 2006).

Podríamos seguir citando innumerables pactos internacionales que reconocen el agua


como derecho humano, sin embargo, el punto fundamental que dio origen a todos
esos convenios es que tal como refiere RAFFO “El agua es un recurso natural
renovable, pero distribuido de forma irregular, se convierte en un bien escaso para
algunas poblaciones”. El agua es un bien único cuya escasez es determinada por el uso
que se le dé: a) Uso doméstico, b) Uso industrial, c) Uso agrícola o d) uso ganadero; por
ejemplo, el agua que se utiliza en la agricultura no es de igual calidad que la usada para
el uso doméstico de consumo, esta última es de mayor calidad y pureza y por lo tanto
más escaza y costosa puesto que implica un proceso de purificación en plantas de
tratamiento (Potabilización).

A nivel nacional, desde épocas prehispánicas nuestros ancestros han sido grandes
agricultores y ganaderos, en ese sentido desarrollaron técnicas diversas para un
adecuado aprovechamiento y gestión del recurso hídrico del agua, de tal forma que a
pesar de los escases del agua muchas culturas prehispánicas lograron desarrollar
sistemas agrícolas completos y complejos (PERALTA 2013).

Desde entonces se desarrollaron sistemas para el uso adecuado de los puquios, los
canales o acueductos y demás sistemas e obtención y distribución del agua, sin
embargo la llegada de la cultura española fue destruyendo poco a poco el sistema
cuasi fraternal que se había institucionalizado en ese Perú antiguo, se destruyó ese
“socialismo inca” y se inició una cultura de apoderamiento y aprovechamiento de los
recursos naturales del país; se “destruyeron las estructuras previas de propiedad y
tenencia de los recursos naturales, sus formas de administración o gestión, el orden de
prioridades del uso de los recursos, etc.” (Guevara 2014 p. 321). En medio de toda esa
transculturización se crearon e impusieron nuevas directivas y reglamentos sobre el
uso de las aguas, así pues el emperador Carlos V de España promulgó una cedula real
para regular el uso de aguas y con posterioridad a dicha norma le sucedieron muchas
otras ya sea en la etapa colonial como republicana.

En la actualidad el Perú tiene vigente la Ley N° 29338 – Ley General de Recursos


Hidricos, mediante ella se constituyó una Autoridad Nacional del Agua (ANA), misma
que es la encargada de generar políticas para una adecuada gestión del agua en el
territorio nacional.

Referencias bibliográficas

- Recommendation 14 of the Committee of Ministers to member states on the


European Charter on Water Resources. 2001.

- Primera Cumbre America del Sur – Africa. “Declaración de Abuja”. 2006. Pág. 7.

- RAFFO L. Eduardo. “Tratado del agua y la legislación peruana”. 2013. Pág. 107-
108.

- PERALTA I. Pelayo. “El agua en el Perú: Pasado, presente y futuro”. 2013 . Pág.
02.

- Guevara, E. “Evolución Histórica de la Legislación Hídrica en el Perú”. Programa


de Maestría en Recursos Hídricos de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
2014. Pág. 321.
En la actualidad, en nuestro país, la gestión del agua se rige por la Ley N°29338 Ley
General de Recursos Hídricos, misma que merece ser objeto de un análisis, por lo
menos superficial sobre su título preliminar, en cuanto este contiene los principios
rectores para la adecuada gestión del agua:

La Ley, establece una regulación de todo tipo de aguas (Superficial, subtrranea,


continental, marítima y atmosferica), con la finalidad de lograr una adecuada gestión
pública y privada de este recurso; con dicho fin la gestión del agua en el perú tiene
como directrices 11 principios básicos.

1. Principio de valoración del agua y de gestión integrada al agua. - el agua tiene


múltiples usos de los cuales depende y varia su valoración, este principio exige que
las valoraciones sean homogéneas, impidiendo que una se imponga a otra de
forma tal que se racionalice adecuadamente el uso del agua según la necesidad de
las sociedades dentro de un contexto específico; por ejemplo en una ciudad urbana
como lo es Lima se valora el agua por su uso doméstico y de consumo; empero ello
no es motivo para dejar de proveer agua a las zonas ganaderas y agrícolas del Perú
en las cuales su valoración está relacionada con su capacidad de mantener ganados
sanos y en constante crecimiento; en conclusión el agua tiene un valor intrínseco
que debe ser respetado según la actividad en la que sea usada.
2. Principio de prioridad en el acceso al agua. – Este principio indica que en zonas
donde no hay agua apta para consumo humano debe priorizarse su potabilización
sobre la irrigación de campos de cultivo u otros usos del agua, puesto que de esta
forma las personas podrán satisfacer sus necesidades básicas de consumo y
evitarán enfermedades por consumo de aguas contaminadas.
3. Principio de participación de la población y cultura del agua. – Obedece al principio
de realidad, ya que si bien es cierto quien gestiona el uso del agua directa o
indirectamente es el estado, este no puede llegar a todas las zonas del Perú, por
tanto delega y autoriza a que ciertas personas puedan administrar este recurso
vital según las costumbres y tradiciones de sus comunidades sociales.
4. Principio de seguridad jurídica. – Orientado a fomentar la inversión privada en
proyectos que permitan mejorar la gestión del agua.
5. Principio de respeto de los usos del agua por las comunidades campesinas y
comunidades nativas. – Que guarda relación con el respeto por las costumbres
ancestrales sobre uso y gestión de las aguas, tanto para consumo humano como
para otrotipo de actividades; mejorando y recomendando nuevas técnicas para
una mejor del recurso vital agua.
6. Principio de sostenibilidad. – Este principio tiene como finalidad que el agua sea
usada moderadamente de forma tal que el ciclo hídrico no sea alterado
ocasionando escases de agua en un futuro cercano.
7. Principio de descentralización de la gestión pública del agua y de autoridad única
8. Para una efectiva gestión pública del agua, la conducción del Sistema Nacional de
Gestión de los Recursos Hídricos es de responsabilidad de una autoridad única y
desconcentrada. – Mas allá de lo que literalmente dice, este principio debe ser
entendido como aquel que permite que la gestión del agua sea manejada de forma
descentralizada en cada región, provincia, distrito y/o anexo del país, es así que por
ejemplo la Autoridad Nacional del Agua Coordina con los gobiernos locales para
una gestión óptima del agua, naciendo así las EFAs.
9. Principio de Eficiencia. – El estado busca que el agua sea racionalizada de forma
que ningún sector se quede insatisfecho, de esta forma se busca satisfacer a mayor
número de usuarios con menor gasto operacional y sin riesgo de agotar el agua
existente en una determinada zona geográfica, sobre todo en aquellos lugares
donde el agua escasea.
10. Principio de gestión integrada participativa por cuenca hidrográfica. – Cada cuenca
hidrográfica hace gestión de sus recursos hídircos según mejor le parezca pero
respetando los lineamientos establecidos por la Autoridad Nacional del Agua.
11. Principio de Tutela jurídica. – el estado promulga leyes y normas tendientes a
proteger el agua de diversos fenómenos naturales o de hechos humanos; por
ejemplo la contaminación ambiental.

Ahora bien, queda claro entonces que el agua es fundamental para la vida, ya sea para
fortalecer la agricultura y ganadería de la cual se obtendrán recursos alimenticios asi
como para el propio consumo humano; es por ello que debe ser racionalizada y
fiscalizada para un adecuado uso que permita un desarrollo sostenible del hombre y su
entorno, garantizando así una calidad de vida digna.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1. https://www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/Publications/
FactSheet35sp.pdf

2. https://rm.coe.int/1680504d85

3. https://www.cancilleria.gob.ec/wp-content/uploads/2014/09/DECLARACION-
ABUJA-ESPA%C3%91OL.pdf
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12. https://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/pdf/
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14. https://www.produccion-animal.com.ar/agua_cono_sur_de_america/63-
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