oliva nos ayuda a proteger la salud cardiovascular gracias a su composición en ácidos grasos y por sus componentes antioxidantes, que nos protegen ante la arterioesclerosis y reducen los niveles de colesterol LDL (malo). Los investigadores descubrieron que las personas que consumen aceite de oliva con regularidad reducen su riesgo de muerte prematura por cardiopatía, cáncer o enfermedad neurodegenerativa, en comparación con quienes no consumen aceite de oliva