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Joyce M.

Rodríguez López
801-16-7628
Fecha de entrega: 7 de septiembre de 2022
Romero Soto v. Morales Laboy, 134 DPR 734
La Juez Asociada señora Naveira de Rodón emitió la opinión del Tribunal
Hechos:
El recurrido Ambrosio Morales Laboy y Eufemia Hernández González contrajeron
matrimonio y vivieron en el estado de New York donde esta quedó embarazada. Por acuerdo
mutuo se traslada a Puerto Rico para atenderse durante su embarazo. El hijo, Carlos Ramón,
nació y fue inscrito por Ambrosio en el Registro Demográfico. Luego del parto, Eufemia se
queda viviendo en Puerto Rico y presenta demanda de divorcio, disolviendo el matrimonio
por causal de separación. El hijo resulta ser que no era de Ambrosio, era del recurrente
Moisés Romero quien mantuvo una romance cuando esta vivía en New York. Moisés
presentó demanda contra Ambrosio impugnando la paternidad de Carlos Ramón. Por medio
de reconvención contra Moisés, Ambrosio solicita la indemnización de 32,000 por los gastos
incurridos en el sostenimiento de Carlos Ramón, 50,000 por los sufrimientos.
Decisiones Tribunal Primera Instancia: 
 El foro de instancia emitió sentencia sumaria parcial declarando con lugar la
demanda. Ordenó el cambio correspondiente en el Registro Demográfico para
reflejar la filiación correcta de Carlos Ramón.
 Concluyó que Moisés engaño con culpa a Ambrosio, le ultrajo su honor al
enamorar a Eufemia y sostener relaciones sexuales con ella. Como remedio le
concedió a Ambrosio 1,800 de gastos de cuidado prenatal y alumbramiento;
7,488 por las pensiones alimenticias pagadas; 25,000 por las angustias
mentales y sufrimientos causados por las acciones de Moisés. 
Controversia: 
¿Se debe reconocer una acción en daños y perjuicios bajo el Art. 1802 al cónyuge inocente
contra el amante del cónyuge adúltero?
Decisión del Tribunal Supremo: 
 No procede la acción en daños instada por el ex cónyuge contra el tercero
adúltero. Esta decisión no afecta la impugnación de paternidad que el tribunal
de instancia había declarado con lugar. Se dicta sentencia de conformidad con
lo expuesto.
Fundamentos:
 Reconocer una causa de acción de daños y perjuicios al cónyuge inocente
contra el amante del cónyuge adúltero desalentará las acciones de
impugnación de paternidad instada por el padre biológico, provocando su
erradicación. 
 En Ramos v. Marrero, 116 D.P.R. 357 (1985), reconocimos el derecho del
padre biológico a impugnar la presunción de paternidad establecida por ley.
Ahora bien, ¿qué padre biológico va a estar dispuesto a impugnar la
paternidad de su hijo, arriesgando con ello que el cónyuge de su amante y
hasta ese momento el padre legal del niño lo demande por daños y perjuicios?
El sentido común nos lleva a la conclusión que la causa de acción reconocida
por el tribunal de instancia servirá de factor disuasivo a esos efectos.
 Reconocer esta acción contra el amante del cónyuge, equivaldría a propiciar
un ataque frontal contra la unidad familiar. 
 Hemos negado causa de acción bajo el Artículo 1802 en aras del interés del
Estado en “la unidad familiar, la institución de la patria potestad, las
relaciones paterno filiales, las cuales están de por sí investidas de un alto
interés público y social tanto para el beneficio del hijo como para beneficio
del estado.” Martínez v McDougal, 113 DPR 228 (1993), citando Guerra v
Ortíz, 71 DPR 613 (1950).
Comentarios:
 Opinión disidente del Juez Asociado Negrón García; Hemos reconocido una
acción para resarcir lesiones a los derechos de la personalidad consagrados en
la sección 8 del Artículo II de nuestra ley fundamental Colón v Romero
Barceló, supra, 577. El adulterio afecta la intimidad y dignidad del cónyuge
ofendido, se concluye que éste tiene una causa de acción contra el tercero
copartícipe. 
 En este caso se dilucida extensamente los efectos negativos que la demanda
por daños podría tener en casos de filiación.

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