Está en la página 1de 1

Llevaba así varios meses, haciendo cosas raras, diciendo cosas sin sentido y moviendo su cuerpo de

manera extraña como si no tuviese huesos.


Me preocupaba por ella, sólo tenía 10 años y su comportamiento no era normal.
Mis padres insistían en que ella estaba perfectamente bien y que todo el mundo pasaba por eso.
Yo sabía que algo raro pasaba y que mis padres no querían creerlo para no perder su preciosa
reputación.
Esa noche me desperté cuando mi hermana volvía a hacer ruidos extraños.
Su cuerpo se movía como si estuviese convulsionando.
Quería soltar un alarido de miedo, pero estaba petrificada, mi cuerpo no respondía.
En contra de mi mente mi cuerpo se levantó y comenzó a caminar hacia el pasillo, donde empecé a
escuchar risas macabras
Una débil luz estaba encendida, como si de una vela se tratase. En ese momento no recordaba si era
una habitación o la biblioteca.
A medida que avanzaba mi miedo iba creciendo y preguntas sin respuesta se arremolinaban en mi
cabeza.
Por fin llegué y una expresión de horror quería aparecer en mi cara, sin embargo no era capaz, mi
cuerpo no escuchaba.
Lo que mis ojos veían me dejó perpleja:

Había un círculo en el suelo, con caracteres extraños y varias velas rodeándolo. Varias cosas mías y
de mi hermana estaban esparcidas por el suelo y mis padres estaban sentados con expresión
macabra mirándome, mientras sostenían dos muñecas llenas de alfileres.

También podría gustarte