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Mujer más allá

(A la memoria de mujeres que viven y vivieron tratando de escapar de la muerte y


deconstruyeron sus vidas buscando su ser más íntimo de fuerza mujer)
Siempre en algún lugar de este caos confabulado irónicamente
más allá vive trascendencia de ella como mujer
existirán como fisuras y cicatrices orgullosas
signos de una efímera presencia en sus lares
la vida eternamente impredecible
no visible es el dolor
muerde lo invisible
éxtasis de insumisión
Antes sólo vida rutinaria verdad subyugada (ella)
circunstanciales palabras gritan
vislumbran autónomas
se oculta el prisma de la violenta muerte
la sangre de tu espíritu ensordece lo trivial
el silencio es el clímax
cabalga en la paz
no existe regreso y no es el fin
desvanece sus temores y dudas
flota en el mar de su propio sudor de piel
sombras: noche de aliento para el escape
reflejo cansado de las cosas en la rutina opresora
se encadena a las paredes como noctívaga
en su transcurso autónomo
aparecen visiones irreales de un miedo ancestral
prismatizando su silueta muerta (ella misma)
se empañan sus pupilas y no atrapa la vida que se fuga en la muerte violentada
su forma se compacta en los estertores de la culpa
sus pensamientos se fugan desde el cuerpo a la eternidad
la huida hacia la muerte acometida
imprime llagas en el dolor mujer morir
se mueve la irrefrenable voluntad del tiempo
hecha de sangre y huellas de la partida mujer
a través de las visiones de la historia sangrienta
acometida entre máscaras para sobrevivir
gritando vida presente invisible,
atada a los lamentos furiosos de la historia
quemaduras cicatrices heridas
muertes invisibles visibles
arrojos de valentía carcomen lo que queda de vida
en el limbo de la sangre
camino interminable de referentes femeninos sangrantes
mujeres con huellas llenas de valentía
no vislumbra un horizonte de salida
silencio y muerte inoportuna
tajante arrogancia de lo cotidiano en cientos de cifras impersonales
una mujer más
la voz atávica resuena en lo profundo de la línea de tiempo
con su simbiosis alucinante se enuncia con tono patriarcal
entonces se erige (ella): indomesticable no serena
dispuesta a hablar por la historia de su tiempo
que corre tratando de atarla negarla silenciarla
ella se niega, siniestra bruja
busca su propia salida
le molestan las preguntas,
los límites son infinitos no existen
corre sin tropiezos como mujer libre
en su camino inequívoco se encontró erguida desde siempre
sin paso titubeante
sabiendo crear su propia sangre
que germina los hijos e hijas del infinito
matriarca sale de su propia pesadilla
una mañana cualquiera camina altiva entre el infinito
se enjuaga bien el rostro con la leche prístina de sus senos
su cuerpo alimenta al cosmos
se viste de belleza de ella misma
sabiendo que el universo le regalo la misión de encontrar en sus lágrimas
la conciencia infinita de la fragilidad y la dureza en contorsiones de lucha
puede por fin vestirse con su cuerpo emancipado
sin amarras que opriman o aten a la compostura
sin un macho cabrío que trepide en socorrerla o matarla
ahora que camina libre en el infinito
sabe ser ella simplemente ella en la soledad de sus propias manos
descansa en ese ser legítimo de resistencia luminosa
con su espejo cara a la muerte
resistiendo arrimándose al amor y la esperanza mujer
Renacer y morir: mujer luz en la tierra

La muerte camina ingrávida en la casa


todo silencio se hace ella
las palabras demacradas exhalan en tinieblas
la memoria se cristaliza en los fantasmas poblados de ella
la mujer terrestre celestial verde musgo azul mar
los huesos pacíficos y enterrados en la muerte sombra luz
transfiguran momentos fugaces
y los ojos vuelven al pasado buscando lo que tuvo de vida
en las alas hechas cenizas y sangre olvidada
de amantes transitorios que volaron hacia la eternidad buscándose
y desapareciendo en el horizonte rojo de las despedidas obligadas
una patria hecha trizas por la sangre de la sangre
y cíclicamente en repetición caótica de lo despótico:
octubre 2020 de lluvias de ojos palpitantes de dolor
en la primavera que ya no se divisa en las calles
con escritura vacilante y valiente nomino
visiones infernales
violentas
amortajadoras
ojos autoritarias
insensibles
ojos asesinas
y directo con estas palabras pongo mi pecho a las balas
apuntadas desde los fantasmas traicioneros de la historia
deconstruida
desde el grito visceral
de una tierra mujer herida desde el paseante infante
la mujer valiente y empoderada con hombres y sus tránsitos de cambio siendo vivencia
germinal de hombres y mujeres en la resistencia decolonial justa y reivindicadora
Resistir la sangre
Mujer Arauco

Entonces corre la sangre, /No sabe el indio qué hacer, /Le van a quitar su tierra,/ La tiene
que defender,/ El indio se cae muerto, /Y el afuerino de pie. /Levántate, Manquilef. Arauco
tiene una pena, Violeta Parra

Nuestra herida colonial, descolonización ahora: frente de resistencias ancestrales en la


piedra mágica y el árbol enraizado a la vida la tierra, hombre, mujer, niño y niña germinan
en lo fecundo del ser de la tierra cara al terrorismo de la guerra la sangre colonizada e
incorrecta para los ojos asesinos codiciosos la denuncia es injusticia fuera del lugar
sagrado has dispersado tu vida en diáspora suplicando territorialidad en tu propio pueblo
gritos agudos de dolor: son ilegítimamente vistos en pantalla justificación de la sangre viva
originaria que corre por la visceralidad de mi pueblo pena en mi tierra muerte verdadera
de luz para la otredad en tu propia casa tierra- árbol –útero: sangre araucana codificando
los cuerpos una bala mató tu magia renació en la muerte tu espíritu ancestral de tierra
fecunda en la estirpe y la floresta las montañas reciben el eco del poema de libertad que
escribe tu amor por ellas la luna emociona el claro del machi oprimido devastado el rito
emerge como entrega de vida canto un pájaro que me canta desde el verde ancestral
reprimido pero el viento empecinado libera la sangre-tierra de lo obscuro trasciende el
alma del mapuche: arraigado - enamorado del dátil del fruto del campo la tala: el quejido
profundo de la tierra las aguas conquistadas sobreviven en tu lengua sagrada la poesía
revive los antepasados que pueblan desde sus almas Arauco el claro-oscuro de la luz y la
tiniebla se evapora en el bosque sagrado transita mapuche en el viaje de la tierra
reencuentra tu saber en la estirpe que deja la luna pariendo soles en el verde soñamos la
tierra madre concéntrica- arrimada a tu vida en el ritual de sobrevivir de llorar lo
usurpado: revienta en soles hospitalarios para tus luchas acrecienta: la vida en la luna-
tierra- hoja ojos avizorando futuro deconstruido en el ahora no a la muerte fantasmal
sobre el ancestral verde y la sangre de mi tierra paseo con uñas- dedos- manos que
declaran la libertad de tu alma vive Arauco: rogativa-vida-fuerza Marichiweu!
¡Venceremos: Diez y mil veces venceremos! Infinitamente por los siglos de la colonización
aberrante renace luz del verde/ circula luna uterina por el viento/ camina araucaria mujer
por tu sangre de venas verdes sagradsa plenas de amor sangrante derramada en luz
sobre la tierra
Tres poemas de poemario inédito Tecnoesclavitud, en torno a la imagen del cyborg de
Haraway feminista:

Ecos natura

En la pantalla estirada con reflejos infinitos


se desvanecen ojos muertos
las noticias del caos se esfuman en la memoria débil
la conexión ilimitada nos conecta con la distancia
no hay revolución ni guerra
sólo una pálida muerte de sueños
las paredes de la ciudad contienen un abismo de silencios
gravitamos por superficies sin profundidad
sin pies anclados a la tierra
caminamos silenciosos
comemos el despropósito de la basura artificial
en campos de concentración se extermina la naturaleza
cuerpo material gime nostalgias de verde
el gris le saca sangre a las manos pulidas por el cemento inerte
así van amaneciendo los días confusos
sin semillas verdaderas
sólo trozos de plástico estrangulados por los vientres de las aves
en un océano petróleo que se petrifica en puestas de sol
con hambre el futuro está aquí tras esta hoja
en las teclas de la que incesante arranca sentido al sentimiento de abulia
y muerta volátil asfixiada por las palabras
me resuenan los ecos de la tecla enter
en los oídos cansados de escuchar los pasos humanos
sin destino ni propósito
Nube digital

Eros vestido de led


camina por las páginas web
por los reels y los streaming
desde ahí te envío una bocanada de humo cybererótico
y tu como depredador virtual
observas los cuerpos vestidos de silicona
estamos en era plástica, tecnológica y de mega erotismos
en capsulas viajeras infinitas hacia tu cuerpo
que no resiste el abandono en la casa demolida
la carne se estremece con el palpitar
de días que se fueron en una nube de datos
desde donde refractamos los miedos de la humanidad
redes antisociales circulan amenazando con amores rebeldes
el paisaje sumido en la distancia obtusa siniestra
la materialidad de tu sexo cae en el secreto oculto de tu celular
donde guardas imágenes confusas como basura digital
de los encuentros desnudos de tu rostro con la cara plástica del teléfono
te animas y otra selfie para resguardar tu identidad del olvido
y te olvidas que adelante está la mujer sangrando luchas
ganadas y concebidas por su puño
Mujer virtual

Miras en el espejo de la Tablet tanta palabra circulante


las miras no las lees
porque tus ojos sangran verdades humanas
te conectas a una señal esporádica en el laberinto de datos controlados
por una inteligencia artificial casi mujer y hombre
en la esquina los niños y niñas recogen trozos de cables
que juntan para esparcir por el viento
tu tras la ventana esperas los labios mordientes
de la lamida piel de la mujer de luces eternas
que baila en la pantalla con volumen desafinado
tus oídos hechos audífonos te traen la música de ese baile
y te aferras a la melodía para dar armonía a la casa sola y muerta
tus párpados no pueden con el insomnio de luces de tres noches
entonces brindas con los amigos de instagram celebrando conexiones
ya estás solo no hay vuelta en el tiempo relativo
los días pasan cada vez más rápido
dijo la mujer de la danza artificial que aparece y te abraza
te afanas en recortar el tiempo en un collage de sombras nítidas
y recortas recortas el cuerpo pegándolo a la pared de tu espacio
no sabes danzar con tu sola sombra
y engulles a la mujer de la danza
sintiendo que al otro lado de tu mirada
ella obstinadamente mueve su piel con música envasada

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