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Buscando la Dirección de

Dios
Salmos 25:8.
“Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.”
Introducción:
Dios es bueno y recto; por lo tanto, conduce por el buen camino a cada joven que confiando en él
se pone en sus manos. En la biblia podemos leer la oración de David: “Enséñame a hacer tu
voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud. (Salmos 143:10).
I. La dirección de Dios por medio de su Espíritu.
Si permitimos ser guiados por el Espíritu de Dios estaremos seguros.
Romanos 8:14.
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”
Es un privilegio tener al Espíritu Santo como nuestro guía. Sin embargo, hay que
entender que hay condiciones.
Deuteronomio 10:12, 13.
“Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes
en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que
tengas prosperidad?”
Isaías 30:21.
“Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no
echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.”
El Espíritu Santo nos guía a través de la Palabra.
Efesios 6:17.
“…y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.”
El joven cristiano puede abrirse paso con la espada del Espíritu, la Palabra de Dios, a
través de todas las vicisitudes de la vida.
II.Guiados por su Palabra
Debemos buscar la dirección de Dios por medio de su Palabra.
a) La autoridad
final Salmo 119:105.
“Lámpara es para mis pies tu Palabra, una luz en mi camino.”
La Educación, pág. 17.
“Las Sagradas Escrituras son la norma perfecta de la verdad.”
El Conflicto de los Siglos, pág. 216.
“‘Toda enseñanza humana debe subordinarse a los oráculos de Dios.’”
El Camino a Cristo, pág. 112.

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“Cuando tomamos la Biblia, nuestra razón debe reconocer una autoridad superior a ella misma y
el corazón y la inteligencia deben postrarse ante el gran YO SOY.”
b) Escuchando a Dios mediante su
Palabra Deuteronomio 4:6.
“Guardadlos, cumplidlos, porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante las
naciones, que al oír todas estas leyes, dirán: '¡Qué pueblo sabio y entendido, qué nación grande
es ésta!'”
Testimonios para la Iglesia, tomo 4, pág. 409.
“El precioso libro de Dios contiene normas de vida para los hombres de toda clase y vocación.”
Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pág. 659.
“Progresaremos en el verdadero conocimiento espiritual tan sólo en la medida en que
comprendamos nuestra propia pequeñez y nuestra entera dependencia de Dios; pero todos los
que acudan a la Biblia con un espíritu dispuesto a ser enseñado y a orar, para estudiar sus
declaraciones como Palabra de Dios, recibirán iluminación divina.”
c) Decídase a escuchar
Juan 10:27.
“Mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco, y me siguen.”
El Deseado de Todas las Gentes, pág. 281.
“Las buenas obras no pueden comprar la salvación, pero son una evidencia de la fe que obra por
el amor y purifica el alma. Y aunque la recompensa eterna no nos es concedida por causa de
nuestros méritos, estará, sin embargo, en proporción con la obra hecha por medio de la gracia de
Cristo.
“Así expuso Cristo los principios de su reino, y demostró que eran la gran regla de la vida; y para
grabar la lección, añadió una ilustración. No es suficiente, dijo, que oigáis mis palabras. Por la
obediencia debéis hacer de ellas el fundamento de vuestro carácter. El yo no es sino una arena
movediza. Si edificáis sobre teorías e inventos humanos, vuestra casa caerá.”
III. Seguros por la oración.
El joven que ora buscando la dirección de Dios la tendrá con toda seguridad.
a) ¿Qué es la oración?
El Camino a Cristo, pág.
92.
“Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo.”
Salmos 5:1,2.
“Escucha, oh Jehová, mis palabras; considera mi gemir. Está atento a la voz de mi clamor, Rey
mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Obreros evangélicos, pág. 268.
“La oración es el aliento del alma. Es el secreto del poder espiritual… La oración pone al
corazón en inmediato contacto con la fuente de la vida, y fortalece los tendones y músculos de la
experiencia religiosa. Descuídese el ejercicio de la oración, u órese irregularmente, de vez en
cuando, según parezca propio, y se perderá la fortaleza de Dios. Las facultades espirituales
perderán su vitalidad, la experiencia religiosa carecerá de salud y vigor.”
b) La oración
silenciosa Mateo 6:6.

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“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
El camino a Cristo, pág. 99.
“No hay tiempo o lugar en que sea impropio orar a Dios… En medio de las multitudes y del afán
de nuestros negocios, podemos… implorar la divina dirección.”
c) La oración
personal Filipenses 4:6.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración
y ruego, con acción de gracias.”
Nuestra elevada vocación
“La oración secreta sustenta esta vida interior. El corazón que ama a Dios deseará tener comunión
con él, y confiará en él con una santa confianza”
Testimonios para la iglesia, tomo 2, pág. 172.
“Es imposible que el alma florezca mientras la oración no es un ejercicio especial de la mente…
La oración secreta es muy importante; en la soledad el alma comparece desnuda ante el ojo
escrutador de Dios, y se examina todo motivo… La oración secreta solo debe ser oída por Dios.
Ningún oído curioso debe enterarse del contenido de esa petición. En la oración secreta el alma
está libre de las influencias circundantes, libre de excitación. Con calma, pero con fervor,
buscará a Dios…”
d) Las reuniones de oración
Mateo 18:19.
“Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera
cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”
En lugares celestiales, pág. 93.
“Hay necesidad de la oración secreta, pero también hay necesidad de que varios cristianos se
reúnan y con fervor eleven juntos sus peticiones a Dios.”
En lugares celestiales, pág. 91.
“Busque todas las oportunidades para ir donde se suele hacer oración. Aquellos que realmente
buscan la comunión con Dios serán vistos en la reunión de oración, fieles en cumplir su deber,
fervientes y ansiosos por cosechar todos los beneficios que puedan obtener. Favorecerán toda
oportunidad de ubicarse donde puedan recibir los rayos de luz celestiales.”
Reflexión final:
El brazo eterno de Dios rodea al joven que, por débil que sea, se vuelve a él buscando consuelo y
dirección. Las cosas preciosas de este mundo perecerán; pero el alma que vive para Dios
permanecerá con él. “El mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios
permanece para siempre”.
Al final de la jornada la ciudad de Dios abrirá sus puertas de oro para recibir al joven que durante
su permanencia en la tierra aprendió a ser guiado por Dios, aun en medio de las pérdidas, las
penas y los infortunios de esta vida.

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