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Una de mis labores principales como docente es el promover los aprendizajes en

mis alumnos mediante el diseño de estrategias y la propuesta de situaciones


didácticas, en donde genere un conflicto a mis alumnos, de tal manera que ellos
reflexionen, propongan y resuelvan conflictos de su vida cotidiana. Dichas
situaciones promoverán un avance progresivo en la capacidad de razonamiento y
juicio ético en el estudiante.
Es mi responsabilidad como docente considerar y tomar en cuenta las opiniones y
comportamientos de mis alumnos en clase y en los distintos espacios en donde
se desenvuelven mis estudiantes. Lo anterior me brindará un parámetro amplio de
cómo debo diseñar mis secuencias didácticas para trabajar con mis pupilos.
El aprendizaje no solo se genera en el aula, es importante que yo en mi papel
como docente busque distintos espacios en donde brinde la apertura al niño en
donde genere aprendizajes, socialice con sus compañeros de tal manera que
todos los prejuicios de discriminación y estereotipos sean sustituidos por valores
como la empatía y la igualdad, la tolerancia entre otros.
El ambiente que se genera en el salón de clases dependerá en gran parte de mi
función y actitudes como maestro de grupo. Desarrollar, mejorar, adquirir y pulir en
mi persona y en mi preparación profesional habilidades y actitudes como la
disposición, apertura al dialogo, la negociación, la observación, la improvisación, y
la autoformación profesional entre otras, me otorgarán grandes oportunidades de
mantener a mis alumnos trabajando en un ambiente de gran interés y armonía
para ellos.
Dentro de mi secuencia didáctica promoví un ambiente en donde favorecía la
confianza y el respeto, se promovía la participación de todos los alumnos y el
trabajo colaborativo. Esto con la finalidad de que el alumno se sintiera cómodo,
seguro y contento en clase. Estas actitudes docentes son de vital importancia ya
que el maestro debe proyectar una imagen de alguien en quien se puede confiar
capaz de impulsarte y motivarte a ser un mejor estudiante.
Las actividades que diseñe para mis sesiones de trabajo propiciaron la búsqueda
análisis e interpretación de la información sobre una alimentación sana de tal
manera que los hizo reflexionar sobre el estilo de alimentación que ellos tienen en
casa. La retroalimentación realizada en clase me permitiría rediseñar estrategias
que me permitan guiar y construir los conocimientos y experiencias de mis
alumnos de tal manera que contribuyan al análisis y modificación en sus
actitudes y conductas dentro y fuera del salón de clases.
El trabajar este proyecto me motiva a continuar trabajando con esta metodología
en todas las asignaturas correspondientes a mi grado. La metodología de trabajo
por proyectos me permitirá propiciar los aprendizajes de mis alumnos no solo en
aspectos académicos sino también en términos de los valores y las actitudes que
mis estudiantes desarrollan mediante el estudio y la convivencia escolar.
Muy probable en un futuro me encuentre ante procesos o situaciones no previstas
que requieran de mi intervención oportuna, las cuales tendré que atender
mediante el diálogo y la negociación con los alumnos. De igual forma deberé
poner atención en el clima de trabajo y la interacción en el aula que tienen mis
alumnos. Esto implicará, altos en el camino, la reflexión con el grupo y la
redefinición de pautas de relación, así como la toma de decisiones y la resolución
no violenta de conflictos.
Por medio del trabajo colegiado y el compartir experiencias en colegiados con
compañeros docentes, tendré la oportunidad de planear estrategias para alentar
conductas que favorezcan la convivencia armónica, solidaria y respetuosa, podre
proponer la creación de espacios de comunicación con mis estudiantes para que
ellos expresen su opinión sobre situaciones que les inquieten dentro y fuera del
ambiente escolar.
Debido a los estilos y ritmos de aprendizaje de mis alumnos no todos lograron
adquirir el conocimiento en igual medida. Considero que esto es imposible ya que
cada estudiante es distinto entre si y aun que compartan características en sus
estilos y ritmos de aprendizaje será imposible medir quien lo adquirió en mayor
medida. Algunos estudiantes pueden tener una interpretación diferente del mismo
conocimiento, pudieran ser visuales pero su ritmo de trabajo varía entre ambos,
esto no hace mejor o peor a cada alumno. Lo que realmente importa es que el
alumno pueda llevar ese aprendizaje a su vida cotidiana, pueda aplicarlo con
responsabilidad y conciencia de lo que pudiera tener como consecuencia en su
vida.
Dicho esto y basándonos en los resultados que arrojaron los instrumentos de
evaluación, por supuesto que hubo diferencias en el nivel de logro del
aprendizajes en mis estudiantes. Aquellos alumnos que se les facilita más la
escritura y la lectura, expusieron resultados en la evaluación con un nivel de logro
sobresaliente y satisfactorio. En cambio los niños que presentan menores
habilidades en cuanto a la lecto-escritura arrojaron resultados principalmente
básico e insuficiente. Considero que el determinante en estos resultados fueron
sus habilidades adquiridas en grados anteriores ya que en cada sesión se incluían
por lo menos una actividad para cada estilo de aprendizaje.
Una reflexión personal me permite determinar que siempre hay aspectos por
mejorar en mi labor docente. Definitivamente hay que estar en constante
preparación profesional, hoy en día los alumnos y la misma sociedad lo exigen.
Para la preparación de mi próximas secuencias didácticas deberé buscar nuevas
estrategias dirigidas hacia lograr el aprendizaje en aquellos alumnos que sus
habilidades en la lecto-escritura no están desarrolladas en el nivel que le permitirá
apropiarse de los conocimientos que se trabajen en clase.

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