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El documento explica que el Día del Libro se celebra el 23 de abril en conmemoración de la muerte de importantes figuras literarias como Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Originalmente la fecha era el 7 de octubre pero se cambió al 23 de abril para coincidir con el día de Sant Jordi y hacer la celebración al aire libre. Actualmente cada ciudad celebra este día de manera única con sus propias tradiciones centradas en promover la lectura y apreciar la literatura.
El documento explica que el Día del Libro se celebra el 23 de abril en conmemoración de la muerte de importantes figuras literarias como Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Originalmente la fecha era el 7 de octubre pero se cambió al 23 de abril para coincidir con el día de Sant Jordi y hacer la celebración al aire libre. Actualmente cada ciudad celebra este día de manera única con sus propias tradiciones centradas en promover la lectura y apreciar la literatura.
El documento explica que el Día del Libro se celebra el 23 de abril en conmemoración de la muerte de importantes figuras literarias como Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega. Originalmente la fecha era el 7 de octubre pero se cambió al 23 de abril para coincidir con el día de Sant Jordi y hacer la celebración al aire libre. Actualmente cada ciudad celebra este día de manera única con sus propias tradiciones centradas en promover la lectura y apreciar la literatura.
Seguro que te preguntarás por qué se eligió este día.
Pues nada más y nada menos
porque el 23 de abril de 1616 murieron los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega, aunque hay voces que apuntan a que Cervantes murió el día 22 y Shakespeare el 23, según el calendario juliano. El Día del Libro también coincide con la muerte y el nacimiento de otras figuras literarias destacadas como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla, Manuel Mejía Vallejo o William Wordsworth. Motivos más que suficientes para señalar la fecha en el calendario y celebrar la magia de la literatura. El primer Día Internacional del Libro que se celebró fue el 7 de octubre de 1926. Y quien tuvo la idea de conmemorar el nacimiento de Miguel de Cervantes fue el escritor catalán Vicente Clavel Andrés. Propuso la idea de establecer un día oficial del libro a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona, y el día 7 de octubre quedó marcado como la Fiesta del Libro Español. Aun así, al cabo de los años se empezó a cuestionar si esta fecha era realmente el nacimiento de Cervantes. Y por esta razón —y también porque parecía más práctico hacer una celebración al aire libre en una época de más calor— en 1930 se decidió mover el Día del Libro al 23 de abril. Esta fecha acabaría coincidiendo con el día de Sant Jordi, patrón de Cataluña, Aragón e Inglaterra. Si bien al principio la fiesta tenía más importancia en ciudades universitarias, con el paso de los años cada ciudad empezó a celebrar este día de una manera única y diferente, instaurando sus propias tradiciones y valores. Todo ello para fomentar la lectura, agradecer a los maestros de la literatura y disfrutar de la literatura de una manera más amena y divertida. Porque se celebra el Día del Libro de mil y una formas, y nos encanta ver la diversidad que toma las calles en esta fecha. La UNESCO aprobó celebrar este día en 1995, después de que la Unión Internacional de Editores propusiera celebrar este día para fomentar la cultura literaria y proteger a su vez la propiedad intelectual. La organización tiene como objetivo apoyar la creatividad, la diversidad y la igualdad de acceso al conocimiento, así como mostrar que defiende el libro y el derecho del autor. En su sede, cada año tiene lugar un evento importante donde editoriales, autores y artistas comparten su amor por la literatura conduciendo talleres para los más jóvenes.
3 'Quisiera que mi libro', de Juan Ramón Jiménez.
Quisiera que mi libro ni pusieran encanto a su hermosura inmensa. fuese, como es el cielo por la noche, ¡Temblor, relumbre, música todo verdad presente, sin historia. presentes y totales! Que, como él, se diera en cada instante, ¡Temblor, relumbre, música en la frente todo, con todas sus estrellas; sin -cielo del corazón- del libro puro! que, niñez, juventud, vejez, quitaran