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Los Eclipses, la alineación celeste entre el Sol, la Luna y la Tierra

Los eclipses han estado rodeados de misterio, temor e incertidumbre desde la más
remota historia de la humanidad. ¿Qué es un eclipse y porqué han sido tan temidos?

Por Marisa Merlos - Astrolunaria

Un eclipse es un fenómeno que consiste en el ocultamiento parcial o total del sol o la luna
desde la perspectiva de la tierra. En la astrología, este evento cobra particular importancia
en la interpretación astral de la vida cotidiana y en su impacto en las cartas natales de las
personas.
Un eclipse es una lunación, una fase de la luna, porque siempre se produce en una luna
nueva (la conjunción entre el Sol y la Luna) o en una luna llena (la oposición entre el Sol y
la Luna).
Siempre es importante recordar que la astrología estudia e interpreta el movimiento de los
planetas y luminarias (Sol y Luna) desde el punto de vista de la Tierra. Desde esta mirada,
la eclíptica es el movimiento aparente del Sol alrededor de la Tierra. En los eclipses se
encuentran implicadas las órbitas de la luna y la eclíptica del Sol en relación a la tierra.
La órbita de la luna y la eclíptica del Sol tienen diferentes inclinaciones, formando un
ángulo de 5 grados aproximadamente entre ellas, lo que determina dos puntos de
intersección, en oposición uno del otro, llamados los Nodos Lunares.
En su recorrido por la órbita y la eclíptica, la Luna y el Sol a veces están más cerca de los
nodos, y a veces más alejados. Cuando están más cerca, se produce una alineación entre
las luminarias y la Tierra. Cuando se alinean en el orden Sol - Luna - Tierra, se produce un
eclipse solar. Cuando la alineación se realiza en el orden Sol - Tierra - Luna, sucede un
eclipse lunar.

Luna Nueva y Eclipse de Sol


Una luna nueva es el encuentro o la conjunción entre el Sol y la Luna en un mismo grado
zodiacal, lo que crea la ilusión de la unión de los dos cuerpos astrales. Es un evento que
se produce cada 28 días aproximadamente. Con cada luna nueva, se inicia un nuevo ciclo
entre las luminarias, estos dos objetos celestes que nos traen sus luces, todos los días y
todas las noches. El Sol ilumina nuestra conciencia y nuestro presente; la luna, nuestras
necesidades y nuestro pasado. En cada Luna nueva, se produce una sincronicidad entre
la conciencia y las necesidades; entre la identidad y las emociones. Es tiempo de
siembra, de intenciones, de abrir espacio a algo nuevo.
Cuando una Luna Nueva se produce muy cerca de los nodos lunares se produce un
eclipse de Sol, que puede ser total, parcial o anular. Por eso, en un eclipse de Sol, al estar
las luminarias alineadas en sus recorridos, la Luna oculta al Sol por unos minutos. Al
“encenderse” nuevamente la luz, las cosas se ven diferente, las situaciones suceden
diferente. Se producen cambios, a veces sorpresivos e inusuales.

Luna llena y Eclipse de Luna


Una luna llena es la oposición entre el Sol y la Luna en el mismo grado pero en signos
zodiacales opuestos, por ejemplo Aries y Libra, o Tauro y Escorpio, etc. En el ciclo
mensual entre el sol y la luna, esta fase es el punto medio; la luna, que es más rápida, se
pone frente al sol y recibe su luz. Se ilumina algo que antes no se veía tan claro en ese
recorrido iniciado en la luna nueva, catorce días antes. Hay más claridad emocional, se
produce un insight interior, un “darse cuenta”. Es tiempo de cierre de procesos, de finales,
de reorientaciones y de reajustes, también de cosecha.
Cuando una luna llena sucede muy cerca de los nodos de la luna se produce un Eclipse
de Luna, penumbral, parcial o total, porque es la tierra la que se interpone entre las
luminarias y proyecta su sombra sobre la luna. Por unos minutos u horas, las
necesidades, las emociones y el pasado se ocultan para ser luego iluminados
nuevamente con una perspectiva diferente.

Por esto, los eclipses son lunas nuevas y lunas llenas más potentes, algo que los antiguos
percibían intuitivamente. Se suele decir que los eclipses de luna son más internos y
emocionales, y los de Sol, más externos y vinculados con eventos inesperados y que nos
sorprenden.

¿Cómo, dónde, cuándo?


Con los eclipses, inicios y finales inesperados, eventos sorpresivos, insights reveladores
suceden en nuestras vidas. ¿En qué áreas y con qué magnitud se sienten y suceden?
Esto varía mucho para cada persona de acuerdo a su carta natal. Si el grado del eclipse
se produce en el mismo grado (o cerca) en que se encuentra un planeta natal o una
cúspide importante (como el ascendente, por ejemplo) la persona lo va a experimentar
más intensamente.
¿Cuándo suceden los eventos? ¿O cuándo se siente la energía interiormente? Puede ser
unos días antes o después del eclipse, a los quince días con la siguiente lunación, y
dentro de los siguientes seis meses. Algunos astrólogos afirman que los efectos de un
eclipse pueden sentirse hasta dos años después, dependiendo de la magnitud y duración
que tuvo.

En astrología, los eventos, sucesos y saltos de conciencia que se producen en los


eclipses son considerados destinales, porque nos llevan a cambios trascendentes en
nuestro camino de vida. Cuanto más fluimos en ese torbellino, más fácil integramos esos
cambios. Cuanto más nos resistimos, más fuerte se siente el cimbronazo. Por eso, suelen
generar miedo o incertidumbre, aunque muchas veces los eclipses también traen eventos,
situaciones y ambientes emocionales que pueden ser vivenciados de manera muy
positiva.

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