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Este es el primero de varios escritos para ayudarle primero a decidir si es realmente un

hijo (a) de Dios o es un religioso aun no convertido.

UNA METAMORFOSIS BÍBLICA:


COMO CONVERTIRSE DE UN CREYENTE EN UN DISCÍPULO
PRIMERA PARTE

Tristemente no todas las personas que dicen ser cristianas realmente lo son pues la vida
cristiana no depende de la evaluación que cada persona pueda hacer de lo genuino de su
cristianismo, sino de la evaluación que realiza la Palabra de Dios bien interpretada que es
el único espejo confiable. Una persona puede decir: Yo asisto a una congregación, soy
líder, nací en la iglesia, mis padres siempre me llevaron, yo pasé al altar por una invitación
a aceptar a Cristo, o levanté la mano en una campaña evangelística, yo doy mis diezmos,
escucho solo música cristiana, o puede describirse de mil maneras que le pueden hacer
lucir como un cristiano, o creer que es cristiano, pero puede que esté tan perdido como el
más despreciable pagano.
Usted puede haber llegado a una congregación y nunca haber entendido el plan de
salvación y con el paso del tiempo aprendió el lenguaje evangélico, las canciones, el
sistema, pero no ha aprendido a amar a Dios, a conocerle genuinamente, y aunque actúa
como evangélico, aun no conoce a Cristo. Si nunca ha aprendido como se obtiene la
salvación, nunca genuinamente a aceptado que Cristo sea su salvador y su Señor, y no
ha aprendido a crecer en su fe, a amar la instrucción bíblica, a someterse a las
autoridades sabiamente, si no ha sido entrenado por lideres que verdaderamente
enseñan la revelación bíblica, aunque luce evangélico, en realidad no es un hijo de Dios. 
Lo lamento, pero es verdad. Su fin será el infierno pese a su religiosidad y no es un hijo
de Dios aunque tenga ciertas evidencias externas de ciertos cambios, pero sin una
relación genuina con Cristo y sin entender la salvación por gracia, no puede ser salvo y no
puede ser discipulado mientras no sea un hijo de Dios.
Debido a que mi anhelo es discipular, poco a poco tendrá que ir realizando una seria
evaluación para ver si ha obtenido la salvación y luego, si está dispuesto a ir aplicando las
verdades bíblicas que permiten la transformación del individuo. Acompáñeme en este
difícil, pero hermoso viaje de evaluar su vida para determinar primero si es salvador
genuinamente y luego, si quiere ser un discípulo serio, maduro que elegirá vivir
fructíferamente.

I. LA IGLESIA Y SU REALIDAD
“Las congregaciones están compuestas por perdidos y salvados. La iglesia de Cristo está
compuesta sólo por los salvados, pero pueden ser parte de ella creyentes indiferentes o
discípulos obedientes.” Mucha gente siguió a Jesús, disfrutó de milagros, le alabaron,
pero muchos eran solo creyentes, otros observadores y unos pocos verdaderos
seguidores, comprometidos con el Reino de Dios y dispuestos a seguir al Maestro.
Un análisis de los asistentes a los templos.
Quisiera tener el gusto de decir que todos los que asisten a un templo son hijos de Dios
que tienen vida eterna y que vivirán con el Señor para siempre, pero no es verdad. Dentro
de las congregaciones existen personas que pese a su religiosidad, terminarán en el
infierno. Quisiera decir que todos los líderes y predicadores, que todos los que hacen
cosas espectaculares y reúnen a multitudes, son hijos de Dios y recibirán maravillosas
recompensas por la extraordinaria obra realizada, pero no es verdad. Aun algunos líderes
irán al infierno pese a la vida milagrosa que parecen vivir. Recuerde que el mismo Jesús
dijo que al en el día del juicio muchos vendrán diciendo que hicieron milagros y maravillas
y que El responderá: “no os conozco de donde seáis, obradores de maldad, malditos, al
infierno que está preparado para vosotros.”
Una realidad que produce dolor, es sorprendente y doloroso lo que la Biblia enseña sobre
lo que ocurrió con el pueblo de Dios. La experiencia de ellos, es una seria advertencia
para nosotros. Cuando observamos el relato de Pablo nos sorprende cuando dice que
todos los israelitas recibieron extraordinarios beneficios de Dios mientras iban en viaje a la
tierra prometida. Dice que todos fueron alimentados, todos bebieron de la misma fuente,
todos cruzaron el mar rojo, todos fueron guiados por la nube y alumbrados por ella. Todos
comieron el maná y todos tuvieron el mismo liderazgo. Pero el apóstol nos advierte en
Primera a los corintios 10 versículos 5, lo siguiente:
Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrado en el desierto.”
Esta es una seria advertencia para nosotros para que comprendamos que los hijos
genuinos de Dios aman la obediencia y luchan por obedecer aunque a veces fallan, pero
quienes no son hijos luchan por obedecer a veces pero su estilo de vida no ha sido
transformado porque no ha sido salvado.
Hoy existen muchas personas que aunque reciben beneficios divinos, porque el sol y la
lluvia cae sobre justos y pecadores, ellos no son hijos genuinos de Dios. Tristemente aun
dentro de la familia de Dios existen hijos que disfrutan de las promesas, que comprenden
las órdenes, los mandamientos divinos, cantan y oran, pero de muchos de ellos se
desagrada Dios. Es que nuestra necedad, el deseo de hacer las cosas a nuestra manera,
el orgullo, el egoísmo, la pecaminosidad, la rebeldía son las mismas características de los
hijos de Dios del pasado que tienen algunos hijos de Dios en el presente.
A. NO TODOS LOS QUE DICEN CREER SON CREYENTES.
Jesucristo predicó una extraordinaria parábola con el propósito que los que le escucharán
pudieran evaluar en qué condición se encontraban. ¿Eran ellos buena o mala tierra? Eso
debían evaluar porque es un deber asegurarnos que vamos por el camino correcto.
“Es un deber de todo creyente asegurarse no solamente si pertenece al reino de Dios,
sino también si está experimentando el proceso de transformación que le permitirá vivir
una vida abundante y desarrollo hacia la madurez que produce bendiciones divinas y
realización humana.”
Toda evaluación que realicemos debe estar basada en los principios, mandamientos,
valores y ordenanzas divinas.
Evaluar nuestras vidas mirándonos en el espejo equivocado en un terrible error que traerá
tristes consecuencias. Para poder realizar la evaluación sabia de nuestra vida cristiana
debemos evitar erróneas herramientas y realizar una evaluación sincera en la descripción
divina de los requisitos para ser salvado.

Un relato impresionante con una lección importante.


Marcos 4 nos presenta un relato impresionante y una verdadera descripción de la
realidad. Jesucristo cuenta la historia de un hombre que salió a sembrar. Este preparó las
semillas como de costumbre y se dirigió al terreno donde debía lanzarlas. Cuando llegó al
terreno comenzó a hacer lo que regularmente hacia con las semillas, aunque el resultado
que obtiene es el que interesa en la enseñanza de Cristo. El sembrador obtuvo diferentes
respuestas y las respuestas dependían del terreno en que la semilla cayó. 
La historia es sencilla y nos muestra primero dos tipos de terreno que no son productivos
y debido a ello la semilla del evangelio nunca germina. NO OLVIDE QUE ESTOY
AYUDANDOLE A EVALUAR SU VIDA MIRÁNDOSE EN EL ESPEJO CORRECTO QUE
ES LA PALABRA DE DIOS.
Toda buena semilla crecerá y dará frutos si ha caído en la tierra que tiene las
características para que se pueda desarrollar normalmente. No existe duda que la semilla
del evangelio es buena y ha sido creada por Dios para que cumpla el propósito, pero para
que se desarrolle, es esencial que exista buena tierra. ¿Es usted el tipo de tierra que se
necesita para que la semilla crezca?
Lamentablemente existe una tendencia a buscar un evangelio simplista, soluciones
fáciles, y no un evangelio que vaya a la raíz del problema. La pregunta es, ¿Donde está el
crecimiento en su propia vida? ¿Es hoy usted realmente diferente de lo que era 10, 5, 2, 3
años atrás y por qué?
Al realizar este estudio, mi meta es que usted determine si la buena semilla (el evangelio)
que cayó en su vida por la gracia de Dios, encontró buena tierra, y debido a ello está
creciendo hacia la madurez en forma consistente. Este es un estudio preparado para que
determine su crecimiento en la vida cristiana y realice la debida evaluación de la tierra en
que fue plantada la semilla. Algunos tendrán que llegar a la conclusión que la semilla es
buena, pero la tierra donde cayó, es decir, usted, es realmente mala. Si usted determina
que a pesar de que ha tomado la decisión de seguir a Cristo en algún momento, y ha
asistido a una congregación, usted solo fue movido por una emoción pasajera y realmente
nunca ha aceptado a Cristo como su salvador, su vida no ha sido transformada, por ello,
su vida sigue siendo dominada por el pecado.
Espero que otros determinen que realmente son cristianos, pero que al evaluar sus
acciones determinen que están estancados en un permanente estado de inmadurez, y
que identifiquen cual es el problema que les impide vivir la vida que Dios diseñó. Espero
que como producto de estos estudios, otros, realicen cambios para que su poco fruto, se
transforme en una magnifica cosecha. “Debido a que no todos los que dicen Señor,
Señor, entrarán en el reino de los cielos, es esencial que todo creyente, basado en las
enseñanzas de Cristo realice un análisis para determinar si su vida es la tierra buena y
productiva donde, por la gracia de Dios cayó y germinó la buena semilla, o es mala tierra
y luce como evangélico, cree que es salvador pero aun sigue perdido y condenado por
seguir en sus pecados.”
SU PRIMERA TAREA ES LEER MUY BIEN LA PARÁBOLA DEL BUEN SEMBRADOR
QUE APARECE EN MARCOS 4: 1-20 y comience a determinar donde se encuentra usted
basado en su opinión para que en los próximos estudios pueda evaluarse en base a la
Palabra de Dios bien interpretada.

SEGUNDA PARTE

UNA METAMORFOSIS BÍBLICA:


UN ESPEJO NÍTIDO ENTREGADO POR EL MAESTRO

Existen muchas formas de enseñar grandes verdades y Jesucristo fue un Maestro en


utilizar con habilidad y sabiduría diferentes maneras para entregar los más hermosos y
esenciales mensajes. En esta parábola Jesús está entregando un nítido espejo para que
todos nos miremos y nos evaluemos. No se evalué si es cristiano o no y si es cristiano, si
es efectivo y fructífero o no basado en sus ideas, sino en la revelación que resulta de una
buena interpretación como la que estamos realizando.

La Biblia no es un libro fácil de entender y por ello los que amamos a Dios, hemos sido
llamados para ser interpretes de su Palabra y tenemos la gran responsabilidad de
comunicar las verdades absolutas que aparecen en la Palabra, debemos dedicar tiempo y
esfuerzo y utilizar las herramientas de hermenéutica, de interpretación adecuadas y con la
ayuda del Espíritu Santo entregar la enseñanza que soberanamente por Dios fue incluida
y revelada. Pero cuando es el mismo Maestro quien realiza todo el trabajo por nosotros,
es muy fácil no solo comprender sino también enseñar. De manera hermosa, profunda y
sencilla, Jesús entrega esta enseñanza que hoy debe motivar a todos los que desean
convertirse en discípulos obedientes, hacer un serio análisis de su vida cristiana para
determinar se realmente es un hijo de Dios o simplemente un hijo de cristiano que ha
permanecido en la iglesia, un hijo de cristiano que se acostumbro estar en ella, una
persona que disfruta la compañía de cristianos y los cultos, cánticos y ciertas prácticas,
pero que realmente no ha conocido a Cristo ni disfruta sometiéndose a quien debería ser
el Rey y Señor de su vida.
Otro grupo es el de aquellos que son cristianos y que solo envejecen en la iglesia pero
nunca maduran y esto no solo es un permanente conflicto para la persona, sino, además,
para los que le rodean.

Aprender a vivir con sabiduría, relacionándose con gracia, teniendo una relación intima
saludable con Dios, siendo humildes para aprender y viviendo al máximo de su potencial
no es sencillo ni automático, requiere de amor y pasión por Dios. Requiere que la persona
tenga un ferviente deseo de aprender, no de discutir sus ideas. Jesús exhortó duramente
a quienes, como Pedro, en ciertas ocasiones quiso discutir y convencerlo de algo
diferente. Para convertirse en un discípulo debe tener el deseo de humillarse, abrir su
corazón, dejar de lado sus argumentos y someterse sinceramente no a cualquier persona,
sino a un maestro que le ha demostrado su capacidad de enseñar las verdades bíblicas
que resultan de una exhaustiva investigación y una responsable y capacitada
interpretación. 
Las iglesias están llenas, pero no todos son cristianos. Algunos son cristianos maduros
que viven su fe en todo lugar, incluyendo su familia.

Otros son cristianos mediocres, niños y adolescentes espirituales que no aprenden a vivir
con responsabilidad ni pasión por Dios. Ellos son santos dormidos listos para ser servidos
y para criticar si no los atienden como ellos creen que merecen, o para dar sus opiniones
de lo que creen que entienden, pero no entienden porque no saben interpretar la Biblia.
Otros son cristianos fracasados que viven en conflictos y discuten, tienen malas
relaciones interpersonales, son polémicos y no desarrollan una vida cristiana saludable.
Existen otros que son variables y se decepcionan con facilidad o son absorbidos por las
ideas ateas, agnósticas, humanistas, comunistas, derechistas, izquierdistas, religiosas
que tenían antes de conocer a Cristo, al punto que tienen una mezcla de creencias que
defienden con pasión aunque con ignorancia de la verdad. Otros aun viven dos vidas, una
cristiana en la iglesia y otra media cristiana fuera de ella. Y otros, aunque se congregan,
nunca han conocido al Señor como su Salvador.

Mi meta es que usted madure. Madurar es un proceso que tiene diferente etapas, de la
misma manera que nuestro desarrollo físico va en diferentes niveles de un proceso
continuo. Mi meta es que usted descubra donde se encuentra y entienda cual es el
proceso que debe seguir toda su vida.

Una interpretación experta del mismo creador.

“Una buena interpretación es clave para poder realizar una buena aplicación y demanda
un trabajo meticuloso y con herramientas adecuadas. Pero es muy fácil encontrar la
enseñanza y su aplicación cuando el mismo Jesucristo realiza el análisis y la verdadera
aplicación.”

Demos una mirada a las palabras de Jesús mientras explica a los discípulos y a otros que
se acercaron a Él. Estos prefirieron quedarse escuchando en vez de seguir a la multitud
que determinó alejarse.

Escuchemos la explicación que Cristo da a quienes demostraron interés de aprender. Si


ese es su interés, para usted es la explicación.

La enseñanza central de la parábola.

Creo que es importante hacer una distinción pues si comprendemos mal el propósito de
las parábolas, realizaremos una interpretación equivocada y podemos querer obtener
enseñanzas que no están incluidas en ella.

La parábola no es una alegoría, las alegorías tienen características diferentes a las


parábolas. Un estudioso del Nuevo Testamento nos ayuda a tener una clara idea de
ambas formas de enseñanza cuando escribe lo siguiente:”En primer instancia las
parábolas no tenían la intención de que sean leídas sino de que sean escuchadas.” Esto
es importante entenderlo. Lo que quiero decir es que nadie debido a que no existía la
Biblia, nadie podía sentarse, tomar un libro e investigar aquella parábola, y hacer un
análisis frase por frase, o palabra por palabra. Simplemente fueron enseñanzas que se
dijeron verbalmente y no con el propósito de que sean analizadas, sino que fueron dichas
con el propósito de producir una impresión inmediata y una reacción instantánea. Por eso
una parábola nunca debe ser tratada como una alegoría. Note la siguiente e importante
distinción. En una alegoría, cada parte, cada acción, cada detalle, tiene un cierto
significado que debe ser entendido.

Tal vez uno de los ejemplos más conocidos seria el libro titulado “El progreso del
peregrino.” Ese relato creado por Juan Bunyan es una alegoría. En este libro el escritor va
desarrollando una historia y en cada evento, cada persona, cada detalle tiene un
significado simbólico. Debido a que una alegoría es algo que podemos estudiar, leer,
examinar, investigar, no debe ser tratada como una parábola y una parábola era una
enseñanza que se oía una vez y solamente una vez.

Para realizar la debida interpretación debemos recordar esta verdad y estudiar pensando
que una parábola no es una relato en que cada detalle tiene un significado, debemos más
bien observar determinadas situaciones porque es precisamente en ellas que podemos
descubrir la idea grande y oculta que está siendo presentada. Al leer la historia, poco a
poco va apareciendo la ensenadas y brillará en medio de lo oscuro del relato. Eso es
precisamente lo que debemos hacer. Debemos escuchar esta historia como si nunca la
hubiéramos escuchado y apreciar la enseñanza que hay en ella, recordando que
Jesucristo no está entregando una alegoría con el propósito que sea en sus detalles
analizada, sino que esta compartiendo una historia para que sea escuchada para que
comprendamos la verdad central que por Cristo ha sido enseñada.

Usted puede olvidarse de los detalles, porque no todos necesitan ser explicados, pero no
pierda la idea central, la enseñanza central que va a aparecer mientras esta historia se va
desarrollando y que es la que tiene que ser aprendida.

La pregunta entonces es: ¿Cuál es la verdad central de esta parábola? En resumen ¿Qué
es lo que Cristo quiere enseñar en esta relato ficticio que el sabiamente inventó?

Jesús quería que los que le escuchaban entiendan bien que no todos los que dicen ser
hijos de Dios y pertenecer a su familia, lo son y la razón por la que la gente responde de
diferente manera al mismo maravilloso mensaje del evangelio depende de la condición de
su corazón. La forma como la persona ha respondido a la llegada del mensaje del
evangelio a su corazón es la condición en que se encontraba en ese momento su
corazón. LOS PRIMEROS, son aquellos cerrados totalmente e indiferentes. LOS
SEGUNDOS, medio abiertos e interesados, pero que finalmente y debido a que la semilla
del evangelio no germinó, terminaron decepcionados. LOS TERCEROS, son los que con
corazón abierto, reciben el mensaje, pero están llenos de espinas que no impiden, sino
que permiten que germine la semilla del evangelio, pero que a la vez impiden que viva
una vida fructífera. LOS CUARTOS, somos aquellos en que la semilla no solo germinó,
también creció y por ello somos efectivos, respetables, dignos de ser admirados, dignos
de enseñar, que amamos a Dios, amamos su palabra, amamos nuestras familias, hemos
aprendido a desarrollar relaciones sanas en todo involucramiento y damos buena cantidad
de frutos. ¿DÓNDE SE ENCUENTRA USTED? SINCERAMENTE, ¿ES DE LOS
PRIMEROS, LOS SEGUNDOS, LOS TERCEROS O LOS CUARTOS?
Seguimos avanzando en su evaluación. Nada de pensar en otros, nada de evaluar a sus
familiares, no evalué a su novia, nada de mirar la paja en el ojo ajeno, es momento de ir
mirando la viga de su propio ojo. Es decir que durante este estudio, eso es lo que tendrá
que hacer. Si estudia conmigo, debe hacerlo durante toda la serie si quiere tener un buen
sistema de evaluación, que le permita estudiar solito en su casa, no opinando con un
grupo de personas para impresionar con sus ideas, esta evaluación deberá seguir
haciéndola entre usted, la Biblia bien interpretada y su Dios que es testigo de la verdad.

Su tarea ahora es reflexionar sobre su vida. ¿Es usted luz en medio de las tinieblas? ¿Es
respetado en su familia por la forma sabia como vive su fe? ¿Ha logrado realizar cambios
radicales en su ética? ¿Mientras leía, estaba pensando en usted o en otros? ¿Está
estudiando para tener material para enseñar a otros o para ir cambiando radicalmente su
vida? ¿Mientras leía humildemente iba “engullendo” la verdad o llegaban pensamientos
de crítica y de oposición a la enseñanza? ¿Está viviendo generalmente en santidad y a
veces fallando o vive fallando y a veces en santidad? ¿Está siendo dominado
regularmente por acciones de pecaminosidad? Yo nunca conoceré sus respuesta, pero
Dios si y USTED TAMBIÉN SABE SI HA SIDO SINCERO O NO. Espero que decida
seguir por este difícil camino de la auto-confrontación, es duro, pero su fin es
extraordinario.

TERCERA PARTE
UNA METAMORFOSIS BÍBLICA

Unas cortas palabras para seguir enseñando en este proceso de discipulado. Un maestro
es como un padre y debe ser sabio para enfrentar todas las situaciones. Hay hijos de todo
tipo. Algunos son humildes y enseñables, otros rebeldes, y difíciles. Algunos son
sensibles y otros irrespetuosos. Algunos prudentes y otros imprudentes. Así también es el
tipo de público que es parte de mi página. Cada año tengo el privilegio de orientar a miles
de personas y escucho y aconsejo a cientos de ellas. Ustedes no conocen todas las
historias que me relatan, ni las dolorosas situaciones que mucha gente vive.

Debo advertirles que amo lo que hago y ustedes descubrirán que muy pocos líderes
reconocidos dedican tiempo para leer, contestar y orientar sistemáticamente, pero yo lo
hago con alegría y no me molesta cuando aparecen personas que en vez de aprender
deciden atacar. Pero tampoco permito lo que de acuerdo a un juicio bíblico, es un error o
un acto de irrespeto y maltrato. He estudiado mucho sobre el amor y este no solo tiene
gracia para dar a las personas lo que no merecen; misericordia, para no dar a las
personas lo que merecen, sino que también tiene justicia para dar a las personas lo que
merecen. Soy manso, pero no soy menso. Tengo amor, pero el amor a veces abraza, a
veces exhorta, a veces anima y a veces expulsa de la vida a quien no desea cambiar,
prefiere rebelarse y puede causar daño que no es necesario aceptar.

Debido a que les estoy enseñando, y debido a que la gran mayoría de ustedes desea
aprender, aprovecho cada oportunidad de dar lecciones. A veces con palabras tiernas y
en ocasiones con palabras duras, pero todas bíblicas. Yo tengo la posibilidad de impedir
todos los comentarios en mi página y solo yo comunicarme con ustedes, pero no he
querido hacerlo. Más bien quiero mantener las líneas de comunicación abierta a pesar de
que siempre existen personas que no saben relacionarse con respeto, pero yo sé cómo
debo tratarlos con energía y bíblicamente y se exactamente cuándo despedirlos de mi
página. 
Cuando compartí con ustedes una experiencia linda, lo hice porque ustedes son como
una familia. Este sistema de comunicarnos y discipular irá mejorando en la medida que
Dios provea de los fondos para poder establecer nuevos sistemas. Compartí con ustedes
mi alegría por recibir la ciudadanía de un país que amo. Decidir utilizar una hipérbole para
enfatizar mi alegría. Dije: “Estados Unidos, el mejor país del mundo.”

La hipérbole es una figura literaria que consiste en una exageración intencionada con el
objetivo de plasmar en mi audiencia una idea o una imagen difícil de olvidar. Los grandes
maestros de la historia las han usado, incluyendo Jesús, el más grande de los maestros.
(Esta declaración no es hipérbole, es verdad.)

Cuando usted dice “Me devoro los libros” no significa que se los come. La Biblia en
Marcos 1:4-5 dice: “Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de
arrepentimiento para perdón de pecados. Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos
los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.”
¿Significa que todos los habitantes de la provincia y todos los habitantes de Jerusalén
eran bautizados por Juan? Por supuesto que no. Jesús utilizó las exageraciones en
algunas ocasiones. ¿Recuerda cuando dijo esto? “Guías ciegos, que coláis dl mosquito, y
tragáis el camello.”

Si yo dijera: Mi mamacita es la mejor mama del mundo. La gran mayoría me felicitaría por
demostrar amor por mi mami. Otros me escribirían diciendo que la mejor mama es su
mama. Y otros quisieran conocer los defectos y pecados que ha cometido mi mamacita
para comprobarme que estoy equivocado y algunos dirían que su mama es mejor. Bueno,
eso fue precisamente lo que ocurrió cuando utilice aquella hipérbole. La gran mayoría de
ustedes han aprendido a gozarse con los que se gozan. Otros dijeron que no era verdad
mi declaración porque su país era el mejor. Otros me dijeron que estaba rechazando mis
raíces y un par de personas me atacaron, atacaron a los Estados Unidos y mostraron lo
que existe en lo más profundo de su corazón. Me gocé, me divertí, me emocionaron y
algunos me molestaron, pero es lindo en todo poder ayudar a los que quieren aprender.
Todo por una hermosa hipérbole. Casi 700 personas escribieron, a muchas les conteste,
de todas aprendí y a todos los amo, aunque algunos nunca más serán permitidos en una
página en la que mi deber es enseñar y que he decidido utilizar para discipular y guiar
bíblica y profesionalmente a los que no solo se divierten en la red internet, sino que
quieren utilizarla para seleccionar aprender sobre la verdad, la ética cristiana, los
principios bíblicos, los valores absolutos que no solo le permitirán vivir como personas
maduras, sino disfrutar de una vida fructífera y realizada como la vivo yo. Les amo
queridos y sigamos juntos aprendiendo.

Otra figura de lenguaje utilizada por Jesús fue la parábola. La parábola es una forma
literaria que consiste en un relato figurado. De ese relato, por analogía o semejanza, se
desprende una enseñanza relativa a un tema que no es el explícito. Es decir, la parábola
es un relato simbólico o una comparación basada en una observación verosímil. La
parábola tiene un fin didáctico y Jesús las utiliza frecuentemente para que una enseñanza
difícil de entender, sea entendible por el sencillo ejemplo que usa y que los que le
escuchan pueden fácilmente identificar.

En todo mensaje no solo es importante un buen relato, sino una buena explicación y una
acertada aplicación. La enseñanza no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr un
fin. Jesús no estaba tratando de impresionar con historias bien elaboradas, sino que su
intención era entregar una clara lección. Para ello utiliza una historia ficticia que incluye
grandes lecciones.

Jesús relató la parábola, dijo el que tenga oídos para oír oiga y dejó sin explicar
claramente la enseñanza, pero cuando todos los que querían marcharse lo hicieron,
según el versículo 10 “Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le
preguntaron sobre la parábola.” A las personas que decidieron quedarse con los
discípulos, Jesús tomó la determinación de explicar detalladamente lo que había
enseñado simbólicamente. El no quería ningún tipo de especulación, por eso en forma
detallada realiza la debida interpretación. Jesús decide interpretar la parábola para que
nosotros no tengamos que hacerlo. Jesús comienza describiendo a dos grupos de
personas que nunca se convierten en miembros de la familia de Dios pues aunque
recibieron la buena semilla, esta nunca echo raíces en sus vidas.

La interpretación del mismo Maestro.

La pregunta entonces es: ¿Cuál es la verdad central de esta parábola? En resumen ¿Qué
es lo que Cristo quiere enseñar en esta relato ficticio que el sabiamente creo?
No todos los que dicen ser hijos de Dios y pertenecer a su familia, lo son y la razón por la
que la gente responde de diferente manera al mismo maravilloso mensaje del evangelio
depende de la condición de su corazón. Es decir que durante este estudio, eso es lo que
tendrá que hacer. Si estudia conmigo, debe hacerlo durante toda la serie si quiere tener
un buen sistema de evaluación, pero mucho mejor será que la ordene y estudie solito en
su casa y unas notas y analice delante de la presencia del Señor, su propio corazón. Esta
es una serie importante pues le ayudara a determinar si realmente es un hijo de Dios que
está creciendo en madurez.

Una ilustrativa explicación de un experto Maestro

No existe ni ha existido un maestro como Jesús de Nazaret. Las historias que conto, los
argumentos que utilizo para defenderse, las discusiones que tuvo Cristo, las
exhortaciones que realizó, no tienen comparación. Su uso extraordinario de hipérboles, y
las parábolas que refirió muestran la calidad no solo de su enseñanza, sino la calidad del
Maestro. Al pensar en esto y en mi intento de entender porque existe esta diferencia de
crecimiento y por cierto, con la intención de que usted reciba instrucción para que pueda
salir de su estanco y se desarrolle hacia la madurez, decidí investigar lo que nos enseña
el Maestro de maestros sobre el tema.

Para realiza este estudio y establecer las bases para su evaluación, daremos una mirada
al capítulo 4 del evangelio según San Marcos y analizaremos con cuidado esta
extraordinaria parábola que fue explicada por Jesús, por ello, todo lo que voy a decir tiene
que ver con la historia que el propio Jesucristo contó, pero antes, demos una mirada al
ambiente en que enseñó y realicemos una distinción entre la herramienta utilizada por
Jesús, es decir la parábola y la alegoría que a veces la gente confunde y su confusión en
la interpretación puede llevar a una errónea interpretación.

Jesucristo se encontraba en medio de una gran multitud. La gente había venido de todas
partes de la ciudad y por ello se reunió un gran número de personas. Era tan grande que
prefirió subirse a una pequeña embarcación para cumplir mejor su tarea. Desde el bote, y
usando el agua como un sistema de acústica, comenzó a hablar para que le escuchen
todos. Debemos recordar que Jesucristo era un maestro de la observación e ilustraciones.
Es por ello que lo vemos en distintos momentos utilizando diferentes elementos de la
naturaleza para ilustrar sus ideas. Tal vez miró hacia los campos que rodeaban aquel
lugar, y vio a un campesino que realizaba su acostumbrada labor. Con la idea de que la
gente se dé cuenta de lo significativo del trabajo de un campesino y lo que ocurre cuando
este realiza su labor de sembrío, pero con la intención de enseñar verdades que la gente
necesitaba oír, decidió contar una hermosa historia. La preocupación de Jesús era obvia.
La gente le seguía, pero ¿Por qué? ¿Estaban entendiendo el mensaje? ¿Entendían ello
que no solo era escuchar a Cristo, escuchar el evangelio, sino que este debía echar
raíces y crecer?

Jesucristo decide utilizar un escenario conocido, una idea común para la gente de su
época para enseñar sobre el tema.
La semilla se plantaba a mano o se sembraba con la mano. Generalmente los agricultores
iban por el terreno lanzando puñados de semillas que iban sacando en forma regular de
unos sacos que acostumbraban a colgar de sus hombros. Por supuesto que las plantitas
no podían crecer con el orden que hoy acostumbramos por las maquinarias que
utilizamos, así que mientras iban lanzando, aunque el agricultor fuera diestro en su tarea,
debido a la forma como lanzaban la semilla no podían evitar que estas cayeran en
distintas partes como piedras, el camino, entre otras plantas y que a otras solo las
arrastrara el viento. Ellos acostumbraban a lanzar la semilla en puñados abundantes y así
lograban que gran parte cayera en buena tierra, pero también en tierra no fructífera.
Se puede decir que la historia inventada por Cristo es como una autobiografía relatando
su propia experiencia. Sin duda como Maestro, el sufrió decepción pues pese a sus
extraordinarias habilidades, igual algunos no le entendían y otros entendían mal y otros
mostraban su antagonismo. Esta fue una de las realidades de su ministerio, y también es
nuestra realidad. La semilla es esparcida, pero no siempre se cumple el propósito debido
a la terquedad del corazón humano. Observe lo que relata Marcos 6:6:
“Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor,
enseñando.”
El sabia que para que su reino se extienda, debían haber oidores y aceptadores de su
mensaje y por ello, les ofreció una herramienta para poder auto-examinarse. La verdadera
enseñanza esta en el tipo de tierra que cada persona era. La experiencia de Jesucristo
debe ayudarnos a comprender bien nuestra tarea.

Jesús estaba buscando personas que realmente querían aprender de sus enseñanzas y
por ello dice:

“El que tiene oídos para oír oiga.”

Es que oímos con nuestros oídos, pero escuchamos con la mente y el corazón.
Necesitamos analizar y creer las palabras de Cristo al punto que nos muevan a actuar.
Este es uno de los serios problemas del cristianismo moderno. Muchos cristianos oyen
pero no escuchan con la intención de apropiarse de la verdad y sin ese paso es imposible
convertirnos en creyentes y posteriormente en personas madura. Lo que algunas
personas estaban buscando eran algunas evidencias para condenarlo, su intención no era
aprender a vivir de acuerdo a las demandas del reino.

Es obvio que algunas personas no entienden la voluntad de Dios ni el mensaje del


evangelio porque no están listas. Esto debemos saberlo los cristianos. No debemos
presionar a la gente, sino esperar que el “que tenga oídos para oír oiga.”
No debemos creer que todos los que escuchan el mensaje del evangelio se convertirán
en miembros de la familia de Dios. Cuando usted hable de Dios, no todos entenderán y no
todos aceptaran, aunque usted esté convencido que hizo una buena presentación del
evangelio. Debemos aprender a ser pacientes y aprovechar cada oportunidad para
desparramar la semilla, no para convencer a otros. Desparramos la semilla no solo con
palabras, sino con nuestras actitudes y acciones. Cuando en el trabajo, con los amigos,
con los vecinos y familiares vivimos vidas ejemplares, algunos de ellos se interesaran en
nuestra sabiduría, en nuestra hermosa manera de vivir, de tratar a nuestros cónyuges, de
entrenar a nuestros hijos, de conducirnos en nuestros empleos. Algunos nos preguntaran
y desearan tener lo que nosotros tenemos y todo indica que esa puede ser buena tierra,
aunque no siempre lo es. Como Jesucristo, a veces estaremos asombrados de la falta de
entendimiento de las personas, pero debemos aceptar la realidad.

Mucha gente no entendió lo que Cristo les dijo en la parábola. Recuerde que dice el
versículo 1 de Marcos 4 que “se reunió alrededor de él mucha gente” tanto que prefirió
alejarse y ponerse en un lugar donde podía ser escuchado. Dice que “les enseñaba por
parábolas muchas cosas” pues a través de esas historias obligaban a la gente a pensar y
quienes no entendían podían preguntar, pero Jesús sabia que todos no entenderían, pero
el también dijo al inicio de su enseñanza “Oíd” y al final, “el que tenga oídos para oír oiga.”
Y luego se apartó de la gente y como escribí anteriormente, dice el versículo 10 que
“Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la
parábola. Es decir, fuera de los discípulos, hubo otros que se acercaron para indagar mas
y allí explico lo que Él quería enseñar. Es hermoso y sabio, así como prudente e
inteligente entregar pinceladas de nuestra fe cuando nos piden cuenta y cuando creemos
sabio hacerlo, y luego esperar que alguien tenga interés en conocer más.

Jesús mismo dice que el sembrador que aparece en el versículo 14, es alguien que
siembra la palabra de Dios. Las semillas serían la Palabra de Dios, los principios que
aparecen en esta palabra, los preceptos, los versículos, las secciones, los mandamientos,
lo que realmente dice la escritura. Después de esta conversación inicial que surge, decide
entregar una explicación sencilla y comprensible. Luego habla acerca del sembrador y es
identificado como el que declara el mensaje de la Palabra de Dios, es la persona que
presenta la semilla que es la palabra.

Luego entra a explicar el asunto de la tierra en donde cae la semilla y es precisamente


aquí donde encontramos la respuesta a las preguntas que le motive a analizar al inicio de
esta plática. Si usted como yo se pregunta ¿Porque existe tanta diferencia en el
crecimiento de las personas? ¿Por qué un joven, un adolescente, un adulto, escuchara el
mensaje y crecerá rápidamente y otros permanecerán insensibles o vivirán un estilo de
vida carnal?
¿Por qué un esposo crecerá en su fe, y se convertirá en un pilar de una congregación y
su esposa permanecerá en un estado de niñez espiritual? ¿Por qué los hijos son fieles
siervos de Dios y viven una vida de alta moralidad, mientras uno o ambos padres viven
una vida complicada, destructiva o involucrada en la inmoralidad? La respuesta está en la
condición que tiene la tierra en la que cae la semilla. Recuerde que no puede existir nada
malo con la semilla, sino con la tierra en que esta cae.

La semilla de la palabra de Dios es siempre buena. No existe principio, no existe


pensamiento divino malo, no existe mandamiento erróneo, ni verdad equivocada, todo lo
que Dios ordena no solo que es bueno, sino que tenemos que cumplirlo y tendremos
bendición por vivir en obediencia y disciplina divina si elegimos la desobediencia. 
Esos principios fueros creados para que nos alimenten, nos instruyan, cambien nuestra
manera de pensar, dominen nuestras ideas equivocadas aprendidas en el pasado y
grabadas en nuestra mente. Esas verdades fueron creadas por Dios para que nos ayuden
a vencer las mentiras del mundo. Esos principios divinos absolutos fueron dados y
diseñados para que nos ayuden a rechazar los principios relativos aprendidos y
produzcan nueva vida. Esas ideas y costumbres mundanas, así como esos traumas y
heridas producidas por los humanos, solo pueden salir cuando nos apropiamos de las
verdades divinas. Esa semilla es efectiva, es la semilla del evangelio, es poder y potencia
de Dios para la salvación del perdido y son verdades transformadoras de la vida de todo
individuo. La falta de crecimiento no se debe a una falla de la semilla sino a una mala
calidad de la tierra.

Jesús decide interpretar a esa gente y a sus discípulos el significado de lo que él quiso
decir:

La semilla en el camino.

La semilla que cayó junto al camino, cayó en un terreno que no responde. Eso es lo que
dice Marcos capitulo 4 versículo 15:

“Y estos son los que junto al camino: en quienes se siembra la palabra, pero después que
la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones.”
Lo primero que debemos observar es que la historia dice que una parte de las semillas
cayó en el camino. En aquellos días como ahora, siempre en los lugares de plantación,
había pequeños caminos por donde pasaba la gente. En estos días pasan tractores o
pequeñas maquinarias o los campesinos y por lo tanto las tierras se va endureciendo, la
tierra no está blanda como la que la rodea. En estos días también hay caminos de
cemento, en esos días, con el paso de la gente el terreno se iba endureciendo y la idea es
que mientras lanzaba la semilla una parte cayó en aquellos caminitos.

La semilla que quedaba allí, era como estar desparramando alimento para los pájaros
porque rápidamente bajarían a comérsela. La semilla nunca penetró la tierra y por eso
nunca germinó.

Ahora recuerde que no me estoy imaginando la interpretación, porque el propio Jesucristo


determina realizarla. Los caminos son los tipos de terreno donde se siembra la semilla,
donde se siembra la palabra. Los pájaros representan a nuestro adversario, el diablo,
quien antes que la semilla pueda penetrar el terreno, quita la palabra que se sembró en
sus corazones. Debido a la rapidez con que actúa, no hay raíz en la planta, por lo tanto,
no existe respuesta.

Siendo específico, creo que esto hace referencia a la gente que está perdida y viven sin
Cristo. Ellos pueden escuchar de diferentes maneras el mensaje del evangelio, pero
nunca lo han aceptado. Ellos pueden respetar y escuchar, pero no lo aceptan e impiden
que Cristo sea el Señor de sus vidas, ni han sometido toda su voluntad al Señor
Jesucristo. Ellos nunca han puesto su vida en el Salvador, ni han limpiado sus pecados en
la sangre del cordero. A esas personas puede gustarle estar al lado de los amigos
cristianos, relacionarse cercanamente con empleadores cristianos, algunos prefieren
vecinos cristianos, prefieren relacionarse con cristianos por los valores que tienen, pero
no aceptan que entre la semilla del evangelio. A otros les encanta tener contacto con
personas cristianos en las congregaciones, aprovechan hacer negocio y se sienten bien,
escuchan por momentos la palabra, pero no penetra, no tiene un impacto en sus vidas. La
palabra de Dios no toca su vida, no ha transformado su corazón, no toca sus actitudes, no
altera sus motivaciones, no limpia su vida, simplemente la escuchan y no produce nada
en ellos y muy pronto el adversario quita la semilla.

Este terreno descrito como “junto al camino”, representa a una persona que no responde
al mensaje del evangelio.

La semilla sobre piedras.

Mire lo que dice el versículo 16.

“Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído
la palabra, al momento la reciben con gozo…”
Otro grupo de semillas cayó sobre piedras pues iba pasando por un lugar más pedregoso.
Era común en Galilea encontrar ciertos lugares que tenían más piedra. Y esta semilla
cayó en aquella tierra más dura, con piedras que impedían su penetración. El versículo 6
nos revela que no tenia raíz, por lo tanto mientras estaba allí, no pudo penetrar la tierra y
luego vino el calor y la semilla comenzó a secarse y finalmente murió.

En segundo lugar Jesucristo explica acerca del terreno con piedras. Debido a su reacción,
bien podemos describir a estas personas como impulsivas. Por supuesto que nos agrada
predicar a estas personas en vez del primer grupo.

Esta persona que escucha el mensaje se sonríe con uno, le encanta escuchar las
historias, incluso algunos asisten a las congregaciones, les encanta la música, aún
pueden cantar con nosotros y relacionarse bien, pero en realidad no les interesa ajustar
su vida a los principios de la Palabra de Dios. Estos pueden ir a una iglesia, más a
menudo que los del primer grupo que nunca o rara vez lo hacen o pertenecen a alguna
religión que pueden tener como muleta en sus vidas. Estas son personas que han
aprendido aún el lenguaje de cristiano y genuinamente se sienten animados, impulsados,
cuando escuchan las verdades, sobre todo cuando escuchan un buen sermón o alguien
que predica la palabra de Dios con claridad y relevancia. Se sienten animados, les
encanta, escuchan la verdad, piensan que es buena, pero siempre están pensando, “lo
aceptare en el futuro”, la usaré en algún momento, es una buena idea, pero este
evangelio no es para mí ahora. Dice el versículo 17 que no tienen raíz, por lo tanto tiene
un crecimiento temporal y luego cuando viene la aflicción, la persecución, inmediatamente
son destruidos.

Algunas personas que asisten a las congregaciones o que están leyendo este artículo,
están en este grupo. Sinceramente pienso que esto es muy peligroso porque una persona
puede pensar que es una persona salvada. Usted puede examinar su vida y notar que
vive mejor que muchos cristianos. Usted puede tener vecinos cristianos que son violentos
y se examina y sabe que ese no es su estilo de vida. Es peligroso, porque si usted está en
este grupo, usted no es cristiano y solo porque a veces responde de una mejor manera no
significa que es un verdadero cristiano.

Si esta en este grupo, a usted le gusta compartir, reírse, está interesado en la forma como
se desarrolla un sermón, usted puede sentarse a cantar himnos, algunos hasta lo saben
de memoria, pero su vida no responde genuinamente a la palabra de Dios.

Hasta planifica regresar con bastante regularidad para seguir escuchando, sin embargo
cuando aparece un problema cuando alguien falla, toda su fe se va abajo. Cuando viene
la aflicción, cuando el viento y la tempestad azotan, entonces usted cae, porque no hay
raíz. Usted se convierte en un simpatizante de la iglesia y de la gente en las experiencias
buenas, pero cuando cae un líder, cuando falla su familia cristiana, cuando su cónyuge
cristiano comete algún pecado, cuando sus hijos que asisten a la congregación cometen
errores, entonces todo su mundo de fe se destruye y su fe no está en Dios sino en lo que
haga o no haga quien dice ser un cristiano. Cuando su negocio entra en crisis pese a que
ha ofrendado regularmente en su congregación, cuando pierde el trabajo a pesar de que
había trabajado por años y el dueño de la empresa es un cristiano, y usted abandona todo
y no quiere saber nada de Dios, podría ser que usted esté tan perdido como aquel de
corazón duro y usted es alguien que me preocupa mucho. Por eso el Señor dice que
“Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído
la palabra, al momento la reciben con gozo…”

Dice el versículo 17 que no tienen raíz, por lo tanto tiene un crecimiento temporal y luego
cuando viene la aflicción, la persecución, inmediatamente son destruidos.

La palabra de Dios nos dice que estas personas se fueron de nosotros porque no eran de
nosotros. Nunca entraron al Reino de Dios aunque hayan entrado a los templos. No son
de la familia de Dios aunque han asistido a una congregación porque su familia asistía.
Nunca fueron salvados genuinamente y por ello en algún momento de marchan de la
comunión de la iglesia, porque nunca pertenecieron a ella, aunque pertenecieron a una
congregación.
A este tipo de personas se refiere la Biblia cuando dice que en el día del juicio, estos que
son descritos en Mateo 7: 21-23:

“21 »No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día:
“Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios,
y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Entonces les declararé: “Nunca os conocí.
¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”

No todo el que habla del Reino, no todo aquel que canta del Reino de Dios, no todo aquel
que asiste a una congregación ha obtenido la salvación. Muchas personas piensan que si
hacen el bien, si asisten a un templo, si dan dinero, si cantan y oran serán salvas. Otros
piensan que todos los que dicen que hacen milagros son hijos de Dios.

Pero en la Biblia hay varios registros acerca de la capacidad de agentes satánicos


capaces de falsificar los milagros divinos. En el antiguo testamento lo vemos en la
narración de las plagas que Dios trajo sobre Egipto relatadas en Éxodo capítulos 7-11.
Recuerde que los magos egipcios enfrentaron a Moisés y Aarón y no practicaron el
ilusionismo sino una demostración de la capacidad de las agencias demoníacas para la
producción de “milagros” en la naturaleza, con el objetivo marcado de acrecentar la
incredulidad en la corte del faraón.

El examen debe realizarlo usted. ¿Es usted un creyente genuino o en realidad nunca ha
obtenido la salvación?

2 Corintios 13:5 dice, “examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe”. Usted debe
asegurarse de que su fe es real. Ahora, al examinarse usted mismo y se pregunte: “¿Soy
Yo realmente un cristiano? ¿Me he apropiado de este regalo que Dios me da? ¿He creído
genuinamente?” ¿Soy realmente un hijo de Dios?

CUARTA PARTE
UNA METAMORFOSIS BÍBLICA:
LA HORA DE PENSAR EN LA ETERNIDAD

No quiero pasar a los otros tipos de terreno sin hablar al corazón de aquellos que aun no
conocen a Cristo como su Salvador. Aquellos que no conocen la verdad, que odian a
Dios, que son ateos, o agnósticos o una mezcla de ciertos valores cristianos y otras
filosofías, aquellos que son religiosos pero no cristianos. Quiero invitarlos a leer unas siete
u ocho páginas sobre la eternidad. Tal vez será uno de los escritos más importantes de la
vida de alguna persona. Aunque sea una, vale la pena escribirlo. No tomare mucho
tiempo, pero yo creo que existe vida después de la muerte y yo decidí tener un Salvador
que no solo me de sus valores y principios para saber vivir feliz en este mundo, sino para
que me lleve a vivir con El por toda la eternidad. Quiero que piense en la eternidad, no
piense solo en este mundo y sus posesiones, los problemas, las relaciones, el trabajo, sus
metas.
Jesús inventó una extraordinaria historia y aparece en Lucas 16 y que nos relata la vida
de un mendigo malcriado, envidioso, rebelde que no tenía que comer, pero vivía resentido
con un rico y se quedaba afuera de la mansión de este hombre y vivía insultando al rico
para que le de comida. El rico pensaba en su futuro y a pesar de sus riquezas amaba a
Dios y partió de este mundo el mismo día y la misma hora en que murió el mendigo, pero
el rico fue al cielo y el mendigo al infierno porque no le interesaba la vida después de la
muerte.

Si usted lee Lucas 16 se dará cuenta que lo que acabo de escribir no es verdad. La
historia es al revés. Es el rico que va al infierno y el mendigo que va al cielo. Pero no
importa si la persona es rica o pobre, ese no es el problema. No importa cuántas excusas
tenga, sino si piensa en la eternidad o no y si cree en que necesita o no la salvación. 
Permítame recordarle la historia que relata que habla de un mendigo llamado Lázaro que
estaba afuera de la casa de un rico glotón

19 Jesús contó la historia de esta manera:

— Había una vez un hombre rico que vestía de púrpura y finísimo lino, y que todos los
días celebraba grandes fiestas. 20 Y había también un pobre, llamado Lázaro que,
cubierto de llagas, estaba tendido a la puerta del rico. 21 Deseaba llenar su estómago con
lo que caía de la mesa del rico y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. 22
Cuando el pobre murió, los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.

Tiempo después murió también el rico, y fue enterrado. 23 Y sucedió que, estando el rico
en el abismo, levantó los ojos en medio de los tormentos y vio a lo lejos a Abrahán y a
Lázaro en su compañía. 24 Entonces exclamó: “¡Padre Abrahán, ten compasión de mí!
¡Envíame a Lázaro, que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua,
porque sufro lo indecible en medio de estas llamas!”. 25 Abrahán le contestó: “Amigo,
recuerda que durante tu vida terrena recibiste muchos bienes, y que Lázaro, en cambio,
solamente recibió males. Pues bien, ahora él goza aquí de consuelo y a ti te toca sufrir. 26
Además, entre nosotros y ustedes se abre una sima infranqueable, de modo que nadie
puede ir a ustedes desde aquí, ni desde ahí puede venir nadie hasta nosotros”. 27 El rico
dijo: “Entonces, padre, te suplico que envíes a Lázaro a mi casa paterna 28 para que
hable a mis cinco hermanos, a fin de que no vengan también ellos a este lugar de
tormento”. 29 Pero Abrahán le respondió: “Ellos ya tienen lo que han escrito Moisés y los
profetas. Que los escuchen”. 30 El rico replicó: “No, padre Abrahán, sólo si alguno de los
que han muerto va a hablarles, se convertirán”. 31 Abrahán le contestó: “Si no quieren
escuchar a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque resucite uno de los
que han muerto”.

El hombre rico nunca había dado importancia a la vida después de la muerte, o la


existencia de un Dios y por lo tanto, no estaba preparado para enfrentar al Juez. 
El tampoco compartió amor, no tuvo misericordia con el mendigo. Lázaro llegó a la
eternidad para estar con el Salvador porque a pesar de su condición y sin ninguna
excusa, aceptó la salvación.

Estoy convencido que algunos de ustedes aunque apareciera Cristo no le creerían pues
tal como dijo Jesucristo: “Si usted no quiere escucharme a mí, como mensajero de la
Palabra “tampoco se convencerá aunque resucite uno de los muertos.”
Querido amigo, amiga, tome en serio su situación, tome en serio su futuro y comprenda
que Dios nos dejó a nosotros, los lideres bíblicos, con llamamiento y con los dones
necesarios para que usted conozca la verdad y dejó su iglesia en este mundo para que
seamos sal y luz y el juzgara a todos aquellos cuya luz no alumbra y cuya sal no sala,
pero ese no es su problema, su problema es su vida, su alma y nadie es responsable de
las almas ajenas y nadie es excusado de su responsabilidad por las fallas y pecados
ajenos.

La Iglesia de Cristo, un cuerpo extraordinario

La iglesia es maravillosa. La iglesia es una de las mejores instituciones de este mundo. La


iglesia es preciosa, extraordinaria. Tal vez ya se molestó o por lo menos no le agradó lo
que escribí, pero, le guste o no le guste, para mi es la verdad y tengo razones para
decirlo. Después de todo, todos tenemos gustos diferentes. Mi equipo favorito de futbol es
Barcelona, y no me interesan los otros equipos.

Me gusta la comida chilena y en todas partes me ofrecen otras comidas y son muy
buenas, pero no hay mejor comida PARA MI que la comida con que crecí. Seguramente a
usted no le gusta, o me dirá que la mejor comida es la de su país. Me encanta leer,
estudiar, escribir, enseñar, y tal vez usted odia hacer esto. Me encantan mis nietecitos y
creo que son los mejores, seguramente todos los abuelos medirán que no, que son los
suyos. Y sabe que, me encanta la iglesia del Señor. Yo crecí en ella, nunca he salido de
ella, he ayudado a construir templos a mi papi, cortando madera, pegando ladrillos,
acarreando cemento o pintando. Comencé enseñando a niños, luego a adolescentes,
luego a jóvenes, luego a matrimonios, familias y luego aun a audiencia no cristianas. He
viajado predicando a pie cada domingo parado en las calles de mi ciudad, luego en
bicicleta para predicar en los pueblos o en otras ciudades. Luego en moto, en automóvil y
ahora en aviones. He visto sanidades, escándalos, milagros, divisiones de iglesias en
medio de insultos y maltratos. He visto adulterio, abuso infantil, embarazos de
adolescentes, violencia, transformación de drogadictos, ladrones, alcohólicos, personas
violentas, pobres, ricos, y sigo amando la iglesia del Señor. Me encanta lo que hago, amo
la iglesia.

Tal vez su experiencia es diferente. Tal vez ha escuchado el evangelio y lo ha odiado. Tal
vez le simpatizan ciertos cristianos, pero le caen mal muchos. Tal vez le han predicado de
Dios y como usted tiene una gran educación formal, ha visto como ignorante al sencillo
campesino que le predicó con pasión, pero sin conocimiento. Tal vez solo ha visto a
personas en televisión tirando gente de espaldas, burlándose de los que se caen y se
vuelven a levantar y los vuelven a tirar y usted piensa como es posible que la gente se
deje manipular.

Tal vez ha visto a quienes piden ofrendas y luego los descubren que se han enriquecido,
que tienen dinero, que han comprado bienes para ellos y sus familiares y por ello, usted
no quiere saber nada de la iglesia, y nada de Dios. Lamento decirle, pero usted esta
rechazando a Dios mientras rechaza cosas que todos debemos rechazar. Como reza el
dicho en ingles: “Esta botando el agua de la tina, con niño y todo.” Debido a que usted no
ha investigado sobre este Dios que nunca falla, que condena eso que usted condena y
que no solo nos ofrece un evangelio puro, sino también vida eterna junto a Él, entonces,
usted está rechazando la salvación y es mala tierra pues es tierra dura, junto al camino
que nunca germina. Por supuesto, su fin es el infierno. Y es posible que no le interese
pues no cree en nada, ni en Dios ni en la vida después de la muerte. Pero de vez en
cuando me escucha. La semilla cayó en el duro camino y vino Satanás y le comienza a
decir: “Ves lo que hace tu madre, y es cristiana. Para qué sirve el cristianismo.” “Ves lo
que hizo el pastor que tiene mucho dinero y recibe mucho dinero de gente pobre y vive
como rico. Para qué sirve que es siempre buena y está lista para funcionar, no penetró
porque Satanás antes que la semilla penetre al terreno ya le incitó a pensar mal de Dios
por el mal ejemplo de malos cristianos u otros no cristianos que lucen como cristianos
porque cantan bien, pero viven mal.

Tal vez usted está en otra situación. Tal vez en medio de una gran tristeza buscó una
congregación y allí se sintió bien decidiendo quedarse pero con el paso del tiempo, todo
se fue apagando. Tal vez cantaba con alegría y ahora, no quiere ni que le mencionen a
Dios o la iglesia. Tal vez llego en medio de un divorcio y encontró paz, permaneció en la
iglesia por cinco años y luego conoció a una mujer cristiana que demostraba amor por
Dios y servía con dedicación. Se enamoró, decidió casarse con ella y se dio cuenta con el
paso del tiempo que era tan violenta como su ex y ahora no quiere saber nada del
evangelio y lo único que hace es escuchar de vez en cuando algunos de mis sermones. O
tal vez está rodeado de la piedra del ateísmo, el agnosticismo, el comunismo, el
homosexualismo, la inmoralidad, el adulterio, las relaciones sexuales prematrimoniales, el
resentimiento, la amargura y por ello, nunca penetra la semilla.

Tal vez sus padres lo llevaron a la iglesia desde pequeño y creció en ella, pero ahora no
quiere saber nada de la iglesia y dice que ahora disfruta todo lo que sus padres le
prohibieron por tantos años. Pero de todas maneras, algo dentro de su corazón le mueve
a escuchar mi programa de radio en algunas ocasiones. O quizás usted fue testigo de la
hipocresía de sus padres que llegaban peleando al templo y luego ambos estaban
adorando como si fueran ángeles recién descendidos. Tal vez le prohibieron jugar futbol,
tener un televisor, y usted se marchó y no quiere saber nada de Dios ni del evangelio.
Usted podría ser un cristiano que ha elegido a la rebelión y que Dios en algún momento lo
traerá al redil. Tal vez enfermo, divorciado, con cáncer, sin trabajo, o en una silla de
ruedas.

Pero si usted ha vivido alguna de estas experiencias u otras, y nunca ha conocido


genuinamente a Cristo como su Salvador, entonces, lamento decirle que usted está
perdido eternamente. Usted es mala tierra, la semilla cayó entre piedras y ha recibido la
palabra con gozo, pero nunca germina. Recuerde que no existe principio, no existe
pensamiento divino malo, no existe mandamiento erróneo, ni verdad equivocada, todo lo
que Dios ordena no solo que es bueno, sino que tenemos que cumplirlo y tendremos
bendición por vivir en obediencia. Pero no quiero pasar a los otros tipos de terreno sin
antes decirle que no importa que haya hecho, no importa cuánto se haya revelado, no
importa cuántas excusas haya tenido, no importa cuál sea su trasfondo, no importa cuánto
odie el evangelio, no importan cuanto haya despreciado a Dios, aun hay lugar para usted. 
Mi intención no es despreciarlo, es amarlo. A ustedes que se acostumbraron a criticar
todo, a defender a los agnósticos y comunistas y sus doctrinas en vez de defender el
evangelio. A ustedes que viven con resentimiento, con amarguras, que no han crecido en
su fe, que cantan bien, que oran bien, pero no le ha penetrado la semilla del evangelio.

Usted que le encanta escuchar historias, mensajes y escucha muchos predicadores, pero
sigue con su mismo estilo de vida y lleno de filosofías de este mundo, tal vez nunca ha
conocido a Cristo y por ello, oye la palabra y al momento la recibe con gozo, pero, nunca
crece en su fe. Cuando viene la aflicción, cuando el viento y la tempestad azotan,
entonces usted cae, porque no hay raíz. Como la semilla no tiene raíz, cuando cae su tío,
cuando cae un líder, cuando falla su cónyuge cristiano comete algún pecado, o cuando
fallas otros cristianos, usted se resiente, se enoja, se marcha y no quiere saber nada de
Dios. “Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han
oído la palabra, al momento la reciben con gozo…” pero según el versículo 17 no tienen
raíz, y cuando viene la aflicción, la persecución, inmediatamente son destruidos.
Pero no tire el agua de la tina de baño con bebe y todo. Deseche todo, pero no a Dios
porque Dios nunca falla aunque fallen sus hijos que son niños espirituales o inmaduros,
Dios nunca falla. Dios nunca falla aunque quiera desecharlo solo porque Satanás use a
seudo-cristianos que aprendieron el lenguaje y costumbres cristianas pero que viven
cometiendo dentro de la iglesia sus fechorías.

Quiero decirle que a ustedes les amo. Se enojen conmigo, les moleste la verdad, se
rebelen contra los principios bíblicos y ataquen, les amo. Es que la iglesia sana, la iglesia
saludable, la iglesia con líderes saludables, profesionales en su trabajo y bíblicos en su
doctrina y sistema de vida, están para guiarles para que ustedes que rechazan a Dios,
aprendan la verdad. Es por ello que abro las puertas para que usted siga leyendo, siga
estudiando. Si usted es un alcohólico, un drogadicto, si está todo tatuado, o si se ha
prostituido. Si vive como un rebelde, y es humanista, si es comunista o un empleador
capitalista que explota a los obreros y paga sueldos de hambre.

Si usted abortó, o abandonó a su marido por otro hombre. Si usted abusó de sus hijos, si
tiene hijos con otra mujer y su esposa no sabe, no importa cuál sea su condición, quiero
decirle que existe un Dios que le ama y que Satanás es quien está usando todas esas
excusas para que nunca acepte a Cristo, no crezca y se vaya al infierno, pues allí es
donde el estará y donde quiere llevarle. Esto es lo que me encanta de la iglesia del Señor.
Todos son invitados. Deje de lado toda excusa y venga. Estudie conmigo, comience a
crecer, deje de lado todas sus excusas basadas en todas las experiencias que han vivido.
Me encanta la iglesia porque todos están invitados.

Observe lo que enseñó Jesús.

16 Jesús le dijo: —Un hombre dio una gran cena, y mandó invitar a muchas personas. 17
A la hora de la cena mandó a su criado a decir a los invitados: “Vengan, porque ya la cena
está lista.” 18 Pero todos comenzaron a disculparse.”

Eso es precisamente lo que no quiero que haga. No lo haga ahora ni no haga nunca pues
le pido que deje de mirar las fallas de quienes dicen ser cristianos y no lo son, los que son
cristianos y son inmaduros, malcriados, o rebeldes. Y no tenga excusas en el futuro
porque tendrá que unirse a una congregación saludable, pero aun en ellas, todos
fallamos. Somos santos en posición, pecadores en la realidad y en camino a la
perfección. En algún momento yo puedo fallar, pero usted debe partir su vida cristiana y
mantener su vida de fe sin ninguna excusa. Para seguir a Cristo nunca debe poner
ninguna excusa. NINGUNA EXCUSA VALE.

Observe las excusas:

“El primero dijo: “Acabo de comprar un terreno, y tengo que ir a verlo. Te ruego que me
disculpes.” 
Lo que tiene, sus posesiones sean muchas o pocas, eso es lo que le ha impedido seguir
al Maestro. Por las posesiones se irá al infierno. Recuerde que allá no le sirven, recuerde
que cuando muera no se lleva nada. Tenga posesiones pero que las posesiones no le
tengan amarrada para no seguir al Maestro.

19 Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlas. Te ruego que me
disculpes.” 
Su trabajo, sus herramientas de trabajo, sus obligaciones son las cosas que le impiden
seguir a Cristo. Todo eso se termina. Pregunte cuantos profesionales están sin trabajo y
cuantos que hicieron grandes inversiones hoy no tienen nada.

20 Y otro dijo: “Acabo de casarme, y no puedo ir.”

Su matrimonio, su cónyuge es su excusa. Esta excusándose en que ella no es cristiana y


por ello usted no puede ser. La está acusando que ella asiste a la iglesia pero es una
hipócrita. Y a usted que le importa.

Ella es responsable de su vida y usted de la suya. Usted puede librarse del infierno
obteniendo la salvación si deja de poner excusas.

21 El criado regresó y se lo contó todo a su amo. Entonces el amo se enojó, y le dijo al


criado: “Ve pronto por las calles y los callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los
inválidos, los ciegos y los cojos.” 22 Más tarde, el criado dijo: “Señor, ya hice lo que usted
me mandó, y todavía hay lugar.”

Estos son los que estamos adentro de la familia cristiana, de la iglesia del Señor. Los
pobres, los inválidos, los ciegos, los cojos. Me encanta la iglesia pues es el lugar donde
todos estos que llegaron así, deben ser guiados, sanados, orientados, para que puedan
vivir la vida del Reino. Todos antes de aprender a ofrendar y cantar, deberían aprender
las demandas del Señor, las demandas del Rey, los principios del Reino. 
Sabe que me encanta y porque le escribo a usted. Sabe porque le escribo a usted que no
quiere saber nada de Dios.

A usted que es ateo, que vive en adulterio, que es prostituta o actúa con violencia. A
usted que condena todo, a usted que se ha convertido en amargado, resentido, ¿Sabe
por qué le escribo? Lo hago por lo que dice el siervo del Señor: “Señor, ya hice lo que
usted me mandó, y todavía hay lugar.”

Si querido amigo. No importa en qué condición se encuentre, le amo, Dios le ama, aun
hay lugar, deje de excusarse pues Dios todavía sigue buscándole. Así lo dicen los
siguientes versículos:

23 Entonces el amo le dijo al criado: “Ve por los caminos y los cercados, y obliga a otros a
entrar, para que se llene mi casa. 24 Porque les digo que ninguno de aquellos primeros
invitados comerá de mi cena.”

Eso es lo que estoy haciendo. Estoy cumpliendo mi labor como siervo. Estoy saliendo por
los caminos de la red internet, por los pueblos, por los vallados, por las casas que están
en las redes sociales. Estoy saliendo por los cercados de pornografía, insultos, engaños
amorosos de la red internet. Estoy saliendo por el cercado de la red internet, esta vitrina
que están utilizando personas solas que buscan vender sus emociones, personas tristes
que desean conversar con alguien, personas con baja auto estima que desean vender su
dignidad. Yo he salido por este cercado de las redes sociales para buscar a chicas,
mujeres, que se visten sexy para mostrar fotos para que las vean. Yo como siervo del
Señor he salido a buscarles. A algunos les causará alegría, a otros dolores, unos están
siendo tocados, otros se sienten atacados y prefieren atacarme, pero les estoy buscando
con amor que extiende su gracia, su misericordia y también su justicia. Como dice la
parábola:

Estoy yendo “por los caminos y los cercados, y” obligando “a otros a entrar, para que se
llene mi casa. 24 Porque les digo que ninguno de aquellos primeros invitados comerá de
mi cena.”

Antes de seguir con los otros dos tipos de tierra quería dirigirme a quienes hasta el
momento han sido mala tierra. No tome una decisión rápida. No tome una decisión
emocional, tiene que contar los costos de seguir a Cristo. Lea con mucho cuidado lo que
Jesucristo enseña. Esta diciendo que antes de tomar la decisión de seguirle, debe pensar
muy bien, hacer una seria evaluación. Recuerde que el que le llama es Cristo, no una
iglesia, no su madre cristiana hipócrita o su cónyuge que asiste a la iglesia pero sigue
siendo violento. Quien le llama es quien nunca falla.

Observe lo enseña el pasaje sobre lo que cuesta seguir a Cristo:

25 Mucha gente seguía a Jesús; y él se volvió y dijo: 26 «Si alguno viene a mí y no me


ama más que a su padre, a su madre, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y a sus
hermanas, y aun más que a sí mismo, no puede ser mi discípulo. 27 Y el que no toma su
propia cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

Es su propia cruz, es seguir a Cristo no a otras personas. Es amar a Cristo por sobre toda
persona, por sobre su esposa, hijos, hermanos. NO es abandonarlos a ellos, es a pesar
de cómo ellos sean, a pesar de lo que hagan, sean o no cristianos, vivir como discípulo de
Cristo que sabe ordenar sus prioridades y que su lealtad mayor es el Rey y su Reino, el
Reino de Dios y su justicia.
Antes de tomar la decisión de realmente buscar a Dios, deje toda excusa, comprenda que
todavía existe lugar para usted. No importa si tiene una amante, estuvo en prisión, es
adicto, tiene problemas emocionales, ha sido una mentirosa, todavía hay lugar. 
Pero calcule los costos de seguir a este Dios maravilloso que nunca le fallará.

28 Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿acaso no se sienta primero a calcular
los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? 29 De otra manera, si pone los cimientos
y después no puede terminarla, todos los que lo vean comenzarán a burlarse de él, 30
diciendo: “Este hombre empezó a construir, pero no pudo terminar.” 31 O si algún rey
tiene que ir a la guerra contra otro rey, ¿acaso no se sienta primero a calcular si con diez
mil soldados puede hacer frente a quien va a atacarlo con veinte mil? 32 Y si no puede
hacerle frente, cuando el otro rey esté todavía lejos, le mandará mensajeros a pedir la
paz. 33 Así pues, cualquiera de ustedes que no deje todo lo que tiene, no puede ser mi
discípulo.”

No importa cuál sea su situación, TODAVÍA HAY LUGAR, pero no para que venga a
criticar al Maestro, a la verdad del evangelio, sino para que venga a someterse al
Maestro, venga a someterse a su palabra y a dejar todo por seguir a Cristo. Usted solo no
puede dejar sus pecados, pues por eso debe venir a Cristo. Debe venir no porque dejó los
pecados y es justo, sino porque no puede dejarlos y necesita del justo que murió por los
injustos. Pero lo que si tiene que dejar es su filosofía de pensamiento porque eso le
impide aceptar la verdad. Debe dejar filosofía comunista, su filosofía agnóstica, atea,
liberal en su moralidad y decir yo creo que Cristo es la verdad, el único camino, la única
vida, y la única verdad.

Cuando era chiquito me encantaba jugar a las escondidas. Todos usábamos nuestras
mejores habilidades para escondernos de la forma más astuta y para no ser encontrados.
Pero la verdad no era escondernos para que nunca más nos encuentren, pues no existe
niño que se haya escondido tan bien que todavía está escondido. No queríamos ser los
primeros, pero queríamos que nos encuentren, especialmente cuando pasaban minutos, y
más minutos y no nos encontraban y peor si estaba oscureciendo. Yo comenzaba a hacer
ruidos, o tiraba alguna piedrecita porque no quería quedarme perdido. Déjeme decirle la
verdad. No importa cuánto nos escondamos, en lo profundo de nuestro corazón queremos
ser encontrados.

Espero que usted a pesar de que desea esconderse, cuando su vida se oscurece, desea
ser encontrado. Si eso es lo que desea, siga estos estudios pues le guiaré bíblicamente
para que conozca al Cristo y se convierta en un discípulo obediente y no en un religioso
hipócrita, o que le gustan ciertos principios del cristianismo y ciertos principios del
humanismo. Quiero que piensen bien el costo, esta es la más grande empresa que le
ofrezco, es la más grande batalla que tendrá que luchar, por eso tiene que calcular bien si
está dispuesto a dejar todo en un lugar secundario para seguir al único que tiene que
estar en el trono de su vida, quien debe ser su único Salvador y Señor. Por lo menos.
¿Está dispuesto a ver a Cristo, a Dios, a la iglesia, al liderazgo, como Dios lo describe y
no como se lo imagina o lo ha visto?

QUINTA PARTE
UN METAMORFOSIS BÍBLICA:

En el discurso de despedida de Pablo en Mileto se muestra como ejemplo, habla de su


experiencia, habla de sus luchas, habla de sus tribulaciones, habla de sus éxitos, habla de
cómo predicaba el evangelio que se le había encomendado.

26 Por tanto, yo os declaro en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos, 27
porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.

Los lideres tenemos el deber de conocer la verdad para poder predicarla. Nadie puede
predicar el glorioso evangelio que no conoce. Nadie puede predicar la verdad que no
conoce. Los cristianos tenemos la obligación de conocer la verdad, pero el problema es
que existen pastores no preparados que ni siquiera la conocen. Es por ello que en vez de
defender la verdad siempre y en forma consistente, de vez en cuando hacen
declaraciones o tienen predicaciones, pero su vida no es una permanente búsqueda de la
verdad, aprendizaje de la verdad, enseñanza de la verdad. Los lideres tenemos la
obligación de no “rehuir enseñar todo el consejo de Dios.”

Esta determinación de Pablo no le produjo la simpatía de los que odian la verdad. El no


anduvo detrás de gobernantes sirviéndoles para sus intereses. Pablo no se asoció con
gobernantes para obtener favores y para el influenciar para que sean más respetados.
Más bien los denunció por sus pecados.

Nuestro debe es enseñar la verdad aunque algunos se molesten, ataquen, se enojen o


nos persigan. La verdad toca toda la vida. Para algunos será difícil aceptar la verdad con
respecto a su matrimonio, a su sexualidad, o a su tiempo de diversión. A algunos tal vez
no le agrade escuchar la verdad con respecto a su comunismo o feminismo.

A otro tal vez no le agrade que le prediquen la verdad con respecto a su vida social, o su
vida política. Tal vez sea una confrontación para usted la verdad sobre lo que es permitido
o no en el área de la música. Tal vez en la educación, en su vida social o su noviazgo. A
algunos ministros tal vez no les gusta enseñar la verdad sobre la vida ética, la vida
económica, la vida política o sexual del cristiano y no debe hacerlo si no está preparado,
pero tampoco debe impedirlo o evitar buscar personas cristianas profesionales, bíblicas,
expertas en las materias que el pastor no conoce. Nuestro deber, mi deber es enseñar
todo el consejo de Dios, y la verdad de Dios toca todo aspecto de la vida, solo que
algunos demandan más estudio y preparación que otros. Los problemas y desafíos de la
modernidad no son un problema para la verdad. El problema es para lo que no la
entienden y la enseñan.

Nuestro deber es enseñar la verdad sobre todos los aspectos de la vida, aunque los no
cristianos se enojen, los seudo-cristianos que asisten a una congregación pero mantienen
sus filosofías mundanas nos desafíen, y aun cuando los niños espirituales hagan sus
rabietas. Sabe porque tenemos que enseñar la verdad, porque por medio de la
predicación de la verdad, ese puro evangelio que no se tranza, esa verdad que cuando se
abraza puede llevarnos a la muerte, como a esteban, por medio de la predicación de esa
verdad, aun los más acérrimos enemigos de nuestra fe, aquellos que se enojan cuando
decimos que el aborto y el homosexualismo es un pecado que no se debe cometer,
pueden ser transformados.

Es por ello que Pablo pide a Timoteo que comprenda, viva, enseñe y defienda la verdad
con amor pues aun los más terribles enemigos pueden ser tocados por la verdad divina,
tal como ocurrió con él. Al observar su propia realidad, al verse como engañador en el
pasado y predicador de la verdad hoy, no tiene otra reacción que tener gratitud sincera
que le compromete a predicar la verdad total. Observe lo que escribe Pablo:
“12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús, nuestro Señor, porque, teniéndome
por fiel, me puso en el ministerio, 13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e
injuriador; pero fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.
14 Y la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo
Jesús. 15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo
para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 16 Pero por esto fui recibido
a misericordia, para que Jesucristo mostrara en mí el primero toda su clemencia, para
ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 17 Por tanto, al Rey de los
siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los
siglos. Amén.”
Es por ello que le declaro que si usted es uno de esos dos tipos de tierra donde no creció
la planta, usted tiene esperanza.

Aunque esté lleno de odio por la verdad, aunque odie los principios bíblicos que condenan
los pecados de adulterio, fornicación, homosexualismo, aborto que usted ama y quiere
defender, Dios le ama y puede hacer una transformación radical, como la hizo con Pablo.
Uno de los más grandes enemigos de Dios, Uno de los más grandes pecadores fue
transformado por Dios en uno de sus más grandes amigos y uno de los más fieles
seguidores. Es la transformación lo que nos abre las puertas para predicar el evangelio
genuino. Son las mujeres que en su vecindario eran conocidas como mujeres maltratadas
y víctimas de violencia y que vivían en estados depresivos permanentes por el dolor
recibido, ellas son las que cuando son transformadas por Dios pueden mostrar la
evidencia de la obra de transformación divina en los pecadores. Ese mensaje no puede
ser acallado. Es el empleador injusto y explotador, el obrero vago y resentido, el hombre
dominado por las dependencias, la mujer atrapada en la prostitución la que tiene que
recibir el poder de Dios para ser transformado. Es el joven atrapado en la pornografía, el
hombre atrapado por el ateísmo, por el humanismo quien debe ser transformado. Cuando
el poder del Evangelio llega a sus vidas y aceptan genuinamente al Rey de los siglos, al
inmortal, al todopoderoso, los seres humanos son transformados. No existe poder
transformador más grande que el poder del evangelio. Por eso debemos predicar el
evangelio genuino, no palabrerías, no emocionalismo, no el evangelio de ofertas y
prosperidad, sino el evangelio que nos permite y exige vivir la verdad. Quienes son
transformados por este evangelio no pueden seguir viviendo de la misma manera.

Por medio de la transformación se muestra el poder de Dios Y se abren las puertas para
predicar un mensaje genuino.

Usted puede ser un buen terreno y recibir la semilla del evangelio si deja de creer en este
mundo y sus mentiras, en este mundo y sus filosofías y acepta que Cristo es la única
verdad y que solo existe salvación de acuerdo a las verdades que enseña el cristianismo.

En nuestro estudio llegamos al momento de analizar el tercer tipo de tierra. Jesús dijo en
Marcos 4 versículo 7:

“Otra parte cayó entre espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron Y NO DIO FRUTO.”

Debido a que no es claro y puede ser interpretado de ambas formas, creo que es fácil que
existan dos líneas de pensamiento. Una de ellas que cree que este tipo de terreno no
representa a un cristiano. Otros pueden pensar que si es un cristiano. Podemos pensar de
las dos maneras y ver los dos lados de la moneda. Si este tipo de terreno representa a un
no cristiano que está rodeado de espinas, puede renunciar a todas esas espinas y aceptar
el evangelio puro, solo Cristo, solo la salvación por gracia y la dependencia de Dios y su
palabra para abandonar por medio de su poder divino, todas las espinas que impiden que
crezca la semilla del evangelio.

Y si es un no cristiano y acepta que solo Cristo puede salvarle por su gracia, por la fe y El
puede realizar la transformación que usted necesita y que está esperando hacer usted
antes de venir a Cristo. Pero si este tipo de tierra es de un cristiano, es un cristiano sin
fruto que cuando cayó la semilla, allí se encontraban tantas espinas que impiden que
crezca y de fruto, o viva la vida fructífera y realizada que Dios planificó. Analicemos
precisamente eso.

“Existe un tipo de tierra donde la semilla del evangelio crece pero que por su entorno,
formación anterior, o experiencias traumáticas de su pasado, no fructifica con eficiencia.
Estos aunque son hijos de Dios y por la gracia han sido salvadas, nunca pueden vivir con
alegría la vida que por Dios fue diseñada.”

NO TODOS LOS CREYENTES SON DISCÍPULOS.

Los cuatro tipos de tierra también pueden mostrar las cuatro etapas que viven muchos
cristianos que ahora son maduros integrantes de la familia de Dios. Muchos han pasado
por esas diferentes facetas y tuvieron diferentes respuestas en diferentes épocas, al
mensaje del evangelio. Tal vez hay personas que hoy estarán en la etapa de total rechazo
y ni siquiera quieren oír del evangelio. Otros están en una etapa de simpatía, al punto que
leen literatura cristiana y escuchan mis programas de radio. Incluso algunos pueden
asistir a eventos y simpatizan con nuestra fe, pero el evangelio aun no penetra su tierra.

Otros están en una etapa de niños espirituales y aunque ya son hijos no viven la vida que
Dios quiere que vivan y otros están disfrutando de la madurez en la vida cristiana.

Seguramente algunos que hoy están rechazando, en algún momento vivirán como
maduros lideres o miembros de congregaciones saludables. Así que la explicación de
Jesús nos dice que las personas son como suelos donde cae la semilla y en dos de ellos
nunca penetra el maravilloso mensaje de salvación y por lo tanto, están perdidos para
siempre y en los dos que estudiaremos hoy, el mensaje de amor y gracia penetro al punto
que hoy son miembros de la familia de Dios y tienen vida eterna para siempre con Cristo
Jesús.
Observemos en primer lugar:

La semilla entre espinos.

En tercer lugar habla de una parte de la semilla que cayó entre los espinos. Alguien
escribe que algunos campesinos palestinos eran un tanto flojos. Sacaban las plantas con
espinas pero no las sacaban de raíz. Algunos quemaban lo que estaba en la superficie y
el terreno lucia como que estaba limpio, pero debajo de la tierra estaban todavía las
raíces y en el momento oportuno nuevamente volvían a brotar. Las raíces de una planta
de esa naturaleza son fuertes y empezaron a crecer con rapidez y pronto entonces
ahogaban la pequeña semilla que estaba comenzando a vivir.

El término que Marcos usa para decir que las espinas ahogaban a las semillas es un
término que describe a alguien, que toma a otra persona por el cuello y lo está
estrangulando. 
Este campesino lanzó la semilla en este terreno que estaba lleno de raíces, de plantas
con espinas y junto con aquella semilla crecieron las espinas y entonces ahogaron a la
pequeña semilla y hubo una falla en la cosecha, porque no dice que la semilla no creció,
sino que no dio fruto.

Entonces ahora debemos estudiar el tercer grupo de personas.

Ahora el versículo 8 dice que la semilla cayó entre espinas. Déjeme hacer una pausa y
decirle que debemos recordar que las espinas han estado allí siempre. Las espinas no
aparecen cuando se lanza la semilla, porque cuando la semilla es lanzada, las espinas
estaban allí. Algunos vienen a la vida cristiana, teniendo un pasado espinoso, tormentoso.
Lo que ha ocurrido es que usted ha establecido un cierto tipo de estilo de vida, una
mentalidad, un sistema de pensamiento y cuando viene a Cristo nada de su memoria se
borra y si no sigue su proceso de crecimiento, quedará como niño que no sabe vivir una
vida fructífera y por naturaleza es débil en aquellas áreas que fue afectado en su pasado
y que no ha trabajado para cambiar por medio de la aplicación de los principios bíblicos. 
Pablo llegó lleno de espinas y cuando se vio en la ley, en la palabra de verdad, cuando se
vio en el espejo de la verdad vio todas sus mentiras.

Cuando vio lo que la ley enseñaba, se dio cuenta de su terrible condición. Pablo
representa un ejemplo extremo de rebelión por eso se califica como el peor de los
pecadores que fue condenado por la misma ley que él decía defender. Fue la ley que él
defendía la que lo declaró un homicida, un rebelde, un perseguidor, un blasfemo, fue la
ley la que le reveló su pecado y la que lo llevó a Cristo quien tuvo de él misericordia y
además, lo llamó al ministerio.
Toda persona tiene que vivir esa experiencia. Tiene que ver su pecado en el espejo de la
verdad, tiene que admitirá que no tiene forma de ser salvo, que está condenando. Toda
persona tiene que arrepentirse de su mundo de pecado y mentira y tiene que aceptar la
verdad, conocer la verdad, aplicar la verdad, ser transformado por ella y luego predicar y
defender la verdad. Pablo dice que todos esos que están condenado por la ley, se les
muestran la ley para que sean dirigidos al Salvador. Note lo que escribe, dice que la ley
revela la verdad, la condición de “los transgresores y desobedientes, para los impíos y
pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los
homicidas, 10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina.” 

Notó esta última declaración.

Para todos los que se oponen a la sana doctrina que ama al pecador pero que condena
todo pecado. Es por ello que existe esperanza para quien reconoce su condición porque
todos pueden aceptar la verdad y ser transformados por ella. Todos hemos llegado así al
evangelio. Muchos comparten su testimonio de cómo odiaban el evangelio y como
practicaban muchos pecados, y tal como Pablo, fueron transformados. Todos llegamos
con pecados, todos tenemos debilidades, pero algunos tienen grandes espinas que no
permiten que ingrese de fruto su vida.

Es mi deber predicar, como Pablo, todo el consejo de Dios y la lista sería interminable con
respecto a todo lo que incluye todo el consejo de Dios. Y cuando predico algo, a algunos
les duele. A quienes no quieren venir a Cristo renunciar a sus pecados, les molesta que
prediquemos que el aborto, el homosexualismo, la violencia, las relaciones sexuales
prematrimoniales, o en términos bíblicos, la fornicación, son pecados. Tal como le dolía a
Saulo de Tarso, y le molestaba aun al punto de perseguir y asesinar a los cristianos, así
hoy le duele a algunos cuando la Biblia nos llama a condenar sus pecados. Pero para que
sea salva la persona debe rechazar todas sus mentiras, como lo hizo Pablo y ser tocado
por el Espíritu Santo y aceptar que la única verdad es Cristo. Una vez que somos salvos,
debemos entender lo que Dios piensa y cuáles son sus principios y solo así podemos
lidiar con todas las espinas y solo mencionare alguna de muchas: Maltrato, abuso,
violaciones, robos, divorcios, engaños, etc.

Es para que la persona pueda vivir una vida fructífera que debemos ayudarles con
consejería, con instrucción, con la enseñanza de principios, con amor, con respeto
guiarles para que puedan aprender a vivir una vida fructífera. Debemos enseñarles todo el
consejo de Dios y algunos de lo que las personas deben aprender es a tener prosperidad
al estilo bíblico, sobre cómo manejar sus finanzas conforme a la ética del reino. Debemos
dar consejos bíblicos y profesionales sobre el civismo, el matrimonio, comunicación,
familia, dignidad humana, trabajo, relaciones humanas, ingeniería, arquitectura, diablo,
cielo, juicios, justicia, ayuno, nuestra participación en la política, Estado, prudencia,
sabiduría, depresión, muerte, paranoia, música, eutanasia, aborto, homosexualidad ética,
perdón, contentamiento, dominio propio, guerra, eutanasia, éxito, felicidad, oración,
resurrección, ángeles, demonios, infierno, pecado, gracia, misericordia, liderazgo,
psicología, medicina, ambiente, cirugía estética, demonismo, etc.

Lo lamentable y la razón no la conozco es que existen personas en la familia de Dios que


voluntariamente escogen no lidiar con las espinas de sus vidas y tienen un archivo
increíble de experiencias traumáticas. Las vidas de estas personas estuvieron marcadas
por un pasado espinoso que les dejo heridas y marcas y eso aparece constantemente
mientras vive en su vida cristiana.

Algunos, debido a las dependencias que tuvieron en el pasado, sus vidas siguen
marcadas. Algunos estuvieron involucrados en obtener dinero fácil y pecaminoso, y ahora,
como son cristianos ya no practican sus pecados, pero cuando viene la situación
económica difícil, son tentados o caen en comportamientos antiguos. Algunos tuvieron
dependencias de drogas, alcohol, mariguana, antidepresivos, pornografía, algunos
estuvieron involucradas en prostitución, homosexualismo y cuando están débiles en su fe
y tienen necesidades y viene la tormenta y se llenan de ansiedad tienen nuevos periodos
de su vida que están marcados por periodos de carnalidad. En esas temporadas
deliberadamente caminan en contra de la voluntad de Dios y luego reciben la disciplina
divina, y luego se arrepienten y vuelven una vez a la comunión adecuada, para luego
acomodarse, dejar pasar el tiempo, se descuidan, vuelven a periodos de debilidad y una
vez más a un periodo de terrible pecaminosidad.

¿Que son las espinas? Dice el versículo 18 que han escuchado la palabra. No existe
ninguna duda que ha recibido la exposición de ella. Sin embargo, describe las espinas
como las preocupaciones, las ansiedades del mundo.

Esta primera espina podría describir las cargas pesadas llenas de ansiedad que le
preocupan y les cargan.

La primera espina la describiremos como las ansiedades, las serias preocupaciones.


Estas personas no saben manejar la vida, no aprenden a enfrentar los conflictos, no sabe
relajarse y divertirse, no sabe como preocuparse de su salud, no saben respetar y tienen
constantes conflictos porque así aprendieron a manejar la vida y solo quieren a Dios como
pantalla religiosa o porque son hijos de Dios pero sin frutos porque viven con las mismas
ideas o formas de enfrentar los problemas como lo hacían antes de ser hijos de Dios y
todo esto produce un mundo de ansiedad.

Dijimos entonces que el primer grupo describía a personas que nos respondían, el
segundo es un grupo impulsivo que responde, pero luego rechaza y no acepta el
evangelio. Este tercer grupo es el grupo de los preocupados. Personas a quienes la
ansiedad y la preocupación les impiden caminar adecuadamente. Las preocupaciones
drenan sus energías, sus emociones, y hay suficiente cosas malas en este mundo como
para vivir lleno de ansiedad. En la escena política, en la escena económica, hay
suficientes noticias, como para sentirse lleno de ansiedad. No importa la edad que usted
tenga, sea joven o sea anciano, hombre o mujer, las ansiedades aparecen en nuestra
vida y en algunos casos producen permanentes preocupaciones.

La segunda espina que es mencionada aquí la podemos describir como el engaño de las
riquezas.

Esto describe a una persona que está preocupada de asuntos económicos. Esto no
significa que la persona sea rica o pobre, simplemente está llena de ansiedad por las
situaciones, los cambios, las crisis económicas. Es la preocupación con la ocupación, con
el dinero que tiene y no sabe en que invertirlo con el que le falta y no sabe cómo ganarlo,
con los planes que tiene y las necesidades para cumplirlo, pero no tiene recursos
suficientes. Esta persona puede ser pobre y vive esperando que Dios le cambie su
economía sin prepararse, sin estudiar, sin mejorar en su trabajo, sin adquirir nuevas
habilidades y se llena de ansiedad porque no puede salir de la pobreza. Puede ser un
pobre amargado que odia a los ricos o puede ser un rico que explota a los pobres y nunca
se llena de dinero. Esta persona puede ser rica que nunca se llena y que siempre está
ocupado en hacer más dinero. Si es cristiana la persona vive llena de ansiedad, no puede
ser fructífera porque no sigue los consejos de la palabra, y pobre, clase media o rico, vive
un mundo de engaño pensando en el dinero, y no en ser un hijo de Dios que trabaja con
responsabilidad, que vive con integridad, que maneja su negocio con justicia, que trabaja
con dedicación y honestidad y por no serlo, nunca recibe la bendición divina y por ello vive
sin frutos. Esto comienza a enredar la vida, a incomodar el corazón. Estas
preocupaciones producen una carga tan pesada que le impide el crecimiento.

La tercera espina mencionada tiene que ver con el deseo por otras cosas y la
insatisfacción en la vida.
Cuando deseamos lo que no tenemos, cuando queremos que los demás hagan lo que
queremos, cuando queremos que la gente nos de lo que esperamos, y seguimos
deseando otras cosas que anhelamos y que no tenemos. Otras cosas que nos sacan de
un mundo de prioridades sanas. Esto significa aquella inmensa ansiedad que sentimos,
aquella insatisfacción, aquel deseo de tener más, esa actitud falta de contentamiento que
la persona elige para vivir. Es un deseo profundo, es un deseo inquietante, es un deseo
insaciable y una tendencia a nunca llenarse. Marta estaba preocupada, había muchas
cosas en su cabeza, estaba pensando en muchas cosas de tal forma que su mente
estaba dividida. Eso fue precisamente lo que Jesús le dijo. Marta, tu deseaste hacer
muchas cosas, no malas, buenas cosas, pero necesitabas solo una. Tú te llenaste de
metas y planes que no podías cumplir y por eso tu mente estaba dividida con muchas
cosas y por ello reaccionaste inadecuadamente. Ese es el peligro de no poner límite a
nuestros deseos de las cosas de la vida, porque cuando así actuamos entramos en
conflicto con otras personas e incluso podemos cuestionar al Señor tal como lo hizo
Marta. Cuando el deseo por las cosas nos atrapa, provoca un serio cambio en nuestras
prioridades. Creo que eso es lo que esta describiendo aquí. Son muchas cosas que se
amontonan en nuestra vida.

Son cosas que buscamos, son cosas que anhelamos, son cosas que no tenemos y
deseamos, son cosas que nos mueven a invertir mal o gastar indebidamente y que
producen un cambio en nuestras prioridades y enredan nuestra vida y nos impiden el
crecimiento adecuado.

Todos tenemos debilidades, pero algunos tienen grandes espinas que no permiten que se
desarrolle la buena semilla. Tristemente esa es la realidad de algunas personas que son
parte de la familia de Dios quienes pese a toda la instrucción de la Palabra, prefieren
quedar sometidos a traumas, mala formación o experiencias dolorosas. Las vidas de
estas personas pueden haber quedado marcadas por un pasado espinoso que les dejo
traumas y tristes experiencias dolorosas. Algunas personas tienen una serie de
dependencias y las mantienen por vergüenza o por haber recibido la información bíblica y
profesional adecuada, sus vidas siguen marcadas. En esas temporadas deliberadamente
caminan en contra de la voluntad de Dios y luego reciben la disciplina divina, y luego se
arrepienten y vuelven una vez a la comunión adecuada.

Afecta al que tiene mucho dinero, pero no es solo para él, estoy hablando también al
pobre, pero tampoco es solo para ellos. Estoy hablando a todas las personas, solteras o
casadas, viudas y divorciadas, porque todos en algún momento hemos vivido
experiencias que nos han rodeado de espinas y alguna de ellas han quedado clavadas en
nuestra vida y aunque somos cristianos permanecen molestándonos.

Existen personas que no echan raíces profundas y por ellos sus vidas quedan enredadas.

Existen personas que no tienen una vida de intimidad con el todopoderoso y solo lidian
con la vida en el mundo emocional y físico, así como su mundo laboral, familiar, y
profesional, pero no en su mundo espiritual y eso les hace vulnerables. Tengo que ser
muy directo con usted. Tal vez su vida de oración no es lo que debería. Usted no ora, de
vez en cuando hace una oración y es todo lo que hace, esta simplemente jugando. Usted
no investiga la palabra de Dios, usted no la estudia, simplemente de vez en cuando
escucha un sermón, o tal vez una vez a la semana es todo lo que recibe. Usted no está
tratando de entender los preceptos de la Palabra de Dios para tomar sus decisiones y no
está luchando con los principios divinos para aplicarlos a su vida. Entonces usted está
viviendo entre espinas y esas espinas no le dejan crecer. Muchas veces en vez de
convertirse en alguien que aporta a la vida congregacional se convierte en un problema
en ella porque su carácter sin desarrollar, su vida de inmadurez, su tendencia a la crítica,
sus chismes y murmuraciones, su forma negativa de la ver al vida le impiden disfrutar de
la comunión congregacional.

Si usted vive así cuando tiene que tomar decisiones acerca de cómo va invertir su dinero,
sus ideas no serán bíblicas.

Si usted no estudia la Biblia o busca consejo bíblico cuando determinara como lo va a


ganar, entonces será tentado a hacer lo indebido y por su falta de principios no solo
fallara, sino que viviendo así nunca madurara. Cuando tiene que decidir cómo va a gastar
su tiempo, como se divertirá, como pasara su tiempo con su cónyuge, como va a guiar a
su familia, como se va a conducir en el mundo, como actuara frente a aquellas decisiones
esenciales para su futuro, si usted no toma muy en cuenta la Palabra de Dios, usted es
una persona que no podrá crecer porque se sentirá abrumado sin la esencial guía divina.
He visto a la gente que vive una vida cristiana mediocre y no participan de la vida de su
congregación y por ello se convierte en observadores críticos en vez de miembros activos
de la congregación. He visto a gente que no utiliza sus dones y talentos y por ello solo
examinan lo que otros hacen y disfrutan de ello y no son fieles súbditos del reino de Dios
e hijos sumisos del Rey. He visto personas que no evangelizan a sus amigos, vecinos,
que no hablan de Dios a sus compañeros de trabajo o familiares y se excusan en que sus
congregaciones no tienen presupuesto adecuado para tener programas de
evangelización. Existen cristianos que solo asisten en forma anónima o involucrados
socialmente con la gente de la congregación, pero sin planes, deseos o actividades que le
permitan cumplir con su misión. Por ello, muchas personas no crecen, no maduran, no
forma su carácter, no disfrutan de una vida de amor y servicio a los demás.

Algunas más bien se vuelven conflictivas, porque las espinas las incomodan y que con
sus propias espinas clavan a otros, y hacen de la vida congregacional algo difícil.

“El tipo de terreno con espinas podría ser un no cristiano o un cristiano. Si es un no


cristiano debe abandonar todo lo que le impide creer en la pura verdad, la verdad del
evangelio, en el único camino, la única verdad y la única vida. Y si representa a un
cristiano que por tener muchas espinas como las preocupación por otras cosas, el mundo
de engaño en su economía y su mundo de ansiedad y falta de contentamiento, no puede
vivir una vida fructífera, entonces, debe buscar la orientación bíblica y profesional de
ministros bien preparados para que le enseñen los principios de la verdad que al ser
aplicados le permitirán vivir la vida que Dios planificó, una vida fructífera y realizada.”

La verdad que nos hace libre de todos los "mismos" que no son parte del cristianismo:
Ateísmo, capitalismo, socialismo, humanismo, comunismo, secularismo, homosexualismo,
feminismo, machismo, etc. CUALQUIER COMBINACION IMPIDE QUE EL CREYENTE
SE CONVIERTA EN UN DISCIPULO MADURO Y OBEDIENTE.

Espero que muchos estén estudiando, practicando y enseñando a otros los PRINCIPIOS
DE LA VERDAD DIVINA INERRANTE.

SEXTA PARTE
UN METAMORFOSIS BÍBLICA:
LA TERCERA LECCIÓN DE LA CLASE MAGISTRAL DEL MAESTRO EN LA
PARÁBOLA DEL SEMBRADOR ES: LA BUENA TIERRA, LA VIDA MADURA.

“Una de las metas de todo cristiano debe ser alcanzar la madurez. Existen personas que
independientemente de su pasado y de su mala formación, deciden adoptar con humildad
las demandas de su Rey y Señor; y pueden vivir una vida cristiana de excelencia por su
sumisión a los principios divinos y su acostumbrada obediencia.”

No existe vida más hermosa que la que se vive de acuerdo a la voluntad divina; y no
existe vida más vacía y sin sentido que la vida religiosa o de hipocresía. 
Una de las metas de todo cristiano tiene que ser su madurez. Pablo dice que tiene como
meta llegar a ser lo que Dios determinó que sea. Pablo determinó ser una persona
madura, que disfruta de la vida fructífera y realizada que por Dios fue diseñada. Él lo dice
de la siguiente manera en Filipenses 3:12:

No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro
asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no
pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Pablo quería estar completamente metido en los
planes de Cristo, en las verdades del evangelio.

Pablo quería vivir para Cristo, quería que su pasión fuera seguir a Cristo, que todo su ser
viviera la vida cristiana; él quería estar completamente en el cristianismo; y aunque tenía
un pasado difícil, quería seguir en el presente utilizando todos los recursos divinos para
llegar a ser lo que Dios planificó que él fuera, cuando soberanamente decidió salvarlo y
regenerarlo. Por eso él dice que su máximo esfuerzo es proseguir para lograr “asir aquello
para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.”. Pablo dice, que prosigue su proceso de
crecimiento, para llegar a la madurez, para ver si consigue alcanzar aquello para lo que
Cristo lo alcanzó.

Jaime Elliot, uno de los misioneros sacrificados por los aborígenes aucas en las selvas del
Ecuador escribió palabras que recuerdan la meta de Pablo. El escribió: “Dondequiera que
estés, procura estarlo por completo.” ¿Ha estado usted con personas que no están por
completo donde están? Algunos padres no están con los chicos, aun cuando estén en la
misma habitación, están ausentes. Existen esposos que no están con su esposa. Su
cuerpo está presente, su mente y sus sentimientos están ausentes. Existen cristianos que
no tienen la relación de intimidad que Dios demanda.

Luego Elliot añade: “Vive hasta la cúspide cada situación que crees que es la voluntad de
Dios.”. Mi pregunta es ¿Es ésta su norma hoy? ¿Está usted viviendo al máximo su vida,
sus relaciones, su familia, su relación matrimonial, su relación congregacional, su relación
con Dios? Los cristianos que vivimos todo para Dios nos relacionamos con él
íntimamente. Eso nos mueve a depender de él, a obedecer sus principios y a
desarrollarnos hacia la madurez. Los cristianos maduros que tienen hijos pequeños están
completamente con ellos, no les dan las sobras de su tiempo. ¿Tiene 60 ó 70 años?
Entréguese de corazón a vivir con dedicación y pasión. Esté todo allí. No permita que su
teología se interponga en el sendero de su entusiasmo, ni que su entusiasmo se
interponga en su buena teología.
Algunos miembros de la congregación en Tesalónica no estaban totalmente involucrados
con Dios y la congregación. Manifestaban indecisión respecto a cuestiones morales y
éticas. Querían permanecer neutrales respecto a asuntos que exigían acción. Dejaban en
los hombros de otros las responsabilidades y el trabajo en el que ellos debían participar.
Eran movidos por sus deseos y su comodidad. Volteaban la vista cuando Dios les tocaba
el hombro para decirles: “Es tu turno. Esto te toca a ti. Tú tienes que involucrarte, tú tienes
que ayudar, tú tienes que servir.”He notado algo respecto a los creyentes indiferentes; se
refieren a la iglesia como la iglesia, pero no la consideran su familia. Se refieren a la
visión, como la visión de la iglesia, no como su visión, parece que no fueran parte de ella.
Es su iglesia, es su familia, debe ser su visión, debe amar, debe servir con amor y pasión.
Los tesalonicenses solo pensaban en la venida de Cristo y querían dejar de vivir la vida
que Dios demandaba. Ellos dejaron de crecer, abandonaron su proceso hacia la madurez.

Pablo les aconseja que sigan madurando, que no se detengan ni que permitan que
quienes se detengan también les afecte a ellos. Note la exhortación y la orden que
entrega en el versículo 6: “Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la
enseñanza que recibisteis de nosotros.”

La orden de Pablo es que no permitan que nada ni nadie sea un obstáculo en su proceso
hacia la madurez. ¿Observó la palabra desordenadamente? Se va a sorprender al
enterarse de lo que significa en el original. Quiere decir: “hacer novillos, echarse la pera,
o, hacer la cimarra, hacer la chancha o como se diga en su país. Significa escaparse de la
escuela, faltar a clases. La idea es holgazanear cuando debería estar activamente
participando en educarse. Estas personas preferían seguir sus ideas; eran movidos por su
sistema de pensamiento y no por las enseñanzas del reino de Dios entregadas por sus
líderes. Ese tipo de personas no solo vive una vida infructífera, sino que son peligrosas
para los que desean vivirla; por ello es esencial separarse de ellos.

La vida fructífera de los creyentes que son buena tierra

En la cuarta parte de su relato, Jesús nos muestra la caída de la buena semilla en la


buena tierra. Esta es la buena noticia: Sí existen buenos terrenos donde la semilla da su
fruto y se produce la cosecha esperada por el sembrador. Jesús dice que no todos los
terrenos tienen la misma calidad; y no todos dan la misma cantidad de fruto. Una dio fruto
a treinta, otra a sesenta y en algunos casos a cien por uno.

El creyente que recibe la maravillosa palabra de Dios y la aplica, siempre vivirá una vida
fructífera; es por eso que la descripción de la buena tierra nos impresiona. Si usted piensa
que para ser más fructífero y vivir una vida de bendición y realización tiene que dar más
dinero a la iglesia, o asistir a todas las reuniones, usted no ha entendido el evangelio de
Cristo. La vida fructífera que la Biblia describe no es una vida religiosa o activista. 
El problema no es cuánto dinero da, sino cuánto aplica la verdad, incluyendo las verdades
concernientes a la administración del dinero. Cuando se aplican la verdades bíblicas y se
vive conforme Dios ordena, el corazón funciona correctamente, y también funcionarán
bien sus actitudes, funcionará bien su lengua, su visión será correcta, sus ofrendas
recibidas y su familia bien amada. Cuando la semilla prende en buena tierra y se
desarrolla, dará buen fruto, aunque para que prenda bien, algunos tendrán que sacar
muchas espinas.

Si usted está en la categoría en que describe a la semilla que cayó junto al camino, o
entre las piedras, entonces, la semilla del evangelio cayó en un terreno que no responde y
usted necesita realizar serios cambios en su vida y aceptar a Cristo como su Salvador.
Debe dejar toda racionalización y aceptar que nadie sino Cristo puede ofrecerle la
salvación.

Si usted está entre los que fueron descritos por Jesucristo como semilla que cayó entre
espinos, debe buscar un liderazgo que le guíe para que utilice las herramientas bíblicas
para sacar esas espinas y saber cómo realizar cambios drásticos; o de lo contrario, si
decide permanecer sin cambiar, tendrá que vivir bajo la permanente disciplina divina. 
Es posible que haya tenido muchas espinas en el pasado, y tal vez, lejos del Señor, se
metió en un estilo de vida que le ha dejado marcado y muchas espinas incrustadas. Tal
vez inocentemente nació en un hogar donde sus padres cometieron errores que le
dejaron graves espinas en su vida, y usted sufre con aquello; por eso usted necesita más
que nadie vivir una vida de constante comunión con el Señor. Si usted quiere vivir con sus
espinas, no solamente usted se pinchará; aquellos que le rodean también serán heridos.

¿Qué es lo que tiene que hacer? Primero tiene que reconocer su situación, aceptar su
realidad y confesar su incapacidad de quitar las espinas. Tiene que aceptar que ha sido
víctima de su pasado y pedir a Dios que haga un milagro; si Dios determina no realizarlo,
tendrá que buscar ayuda para saber cómo desarrollar su dominio propio y conocer los
pasos que debe dar, así como el nuevo estilo de vida que tiene que practicar. Tendrá que
aprender a desarrollar su carácter, y comprometerse a dar los pasos que sean
indispensables.

Tendrá que arrepentirse. Este es un proceso que debe ocurrir en su vida. Usted comienza
a confesar la existencia de sus espinas, admitir las limitaciones que tiene, y a ponerse
bajo el Poder del Espíritu Santo. Usted comienza a analizar su vida, todo su cuerpo, su
ser, y ver qué parte de él o de su mente está cediendo a la voluntad del maligno. Tiene
que examinar su vida de oración, su tiempo con Dios, el tiempo que pasa en las
Escrituras y tiene que hacer serios cambios, arrepentirse de las cosas que ha hecho
erróneamente. Debe determinar si se ha vuelto terco, si no responde a las exhortaciones,
si actúa en forma impulsiva. Determine si tiene la disciplina de seguir planes, de
establecer metas. Evalúe si sus compañías son pecaminosas o malas influencias,
determine si está eligiendo una actitud negativa, si se ha alejado de sus seres queridos, si
mantiene conductas necias y dañinas.

¿Dónde se encuentra usted? es la pregunta que tiene que hacerse en este momento.
Usted con la ayuda del Señor puede ser un cristiano maduro, puede dejar aquellas
espinas que lo están amargando y comenzar a crecer y ser un cristiano productivo. Por
aquellas personas productivas es que las congregaciones siguen su crecimiento, por ellas
existe un liderazgo sabio, por ellas existe consejo oportuno, por ellas se consigue un gran
presupuesto, por ellas se atienden a los más necesitados y existen ministerios que tocan
la vida de las personas y los corazones de aquellos en necesidad. Seguir el proceso a la
madurez demandará un cambio radical, demandará disciplina y usted entrará a un grupo
reducido de personas que disfrutan la vida, disfrutan de su relación con Dios, de la
congregación, de sus amigos, de la familia, de su trabajo.

Observe y se dará cuenta de que el menor grupo de personas es el grupo de los


maduros. Los que trabajan en la vida congregacional, los que sirven, los que ayudan,
generalmente son personas muy ocupadas, muy responsables en su trabajo, pero que
están listas también a orar, a leer la palabra del Señor, a seguir nutriéndose, a seguir
creciendo en la vida cristiana y a dar frutos adecuados. Si este fuera el grupo mayoritario,
nuestras congregaciones serían muy maduras. Lo que Dios espera es que todo el trabajo
no se recargue en el pastor y en los pocos líderes y personas maduras, sino que todos los
que no han alcanzado ese nivel, elijan cambiar y decidan ser parte de la solución y no de
los problemas.

Es mi oración que muchos decidan convertirse en cristianos maduros y muchos dejen de


ser niños inmaduros que no viven bien ni permiten que otros disfruten de la vida. Es cierto
que algunos de ustedes han conocido recientemente al Señor y tienen que seguir su
proceso de crecimiento, lo importante es que no se queden como niños, que sigan su
proceso de crecimiento, que pasen a la etapa de la adolescencia y que luego lleguen a la
vida adulta, y que como adulto elijan ser un cristiano maduro.

Recuerden que los más serios conflictos en las congregaciones, lo originan aquellos que
han elegido seguir viviendo en un mundo de inmadurez, y que no crecen ni dejan crecer a
los demás y que en vez de ser parte de la solución, se convierten en problemas. Mi
pregunta final es ¿Dónde se encuentra usted en su vida cristiana? ¿Qué está haciendo?
¿Es usted un aporte o un impedimento de crecimiento en la vida congregacional?

Si al evaluarse descubre que está dando fruto, le ruego que examine cuán fructífera es su
vida. Si está dando fruto de 30, busque cualquier herramienta en la vida cristiana que le
ayude a mejorar su producción; si usted está dando fruto a 60, haga todo esfuerzo por
entender más de la Palabra de Dios y vivir una vida que produzca más fruto. Si usted está
produciendo a 100, ojalá tenga muchos hijos que sean iguales y muchos discípulos a
quienes enseñe lo mismo, porque ésas son las personas que más necesitamos dentro de
la vida congregacional. Necesitamos más personas como usted.

“El crecer en la familia de Dios la madurez no es una opción, sino una obligación; y la
orden es que sigamos madurando “hasta que lleguemos a la estatura y plenitud de
Jesucristo.” Dios sabe que no podemos ser cristianos perfectos, pero él determinó que si
vivimos en Cristo, somos nuevas criaturas. Dios sabe que no es fácil convertirnos en
cristianos maduros, pero nosotros también sabemos que todo lo que hagamos para
mejorar nuestros valores, mejorar nuestros principios, no solo nos permitirá vivir vidas
maduras, de amor y respeto, sino también vidas realizadas.”

Todo cristiano recibe la orden de convertirse en un hijo de Dios maduro, capaz de


responder a todas las situaciones de la vida en forma bíblica.

Si queremos obedecer esa orden debemos tomar la decisión esencial de desarrollar un


proceso que nos conduzca a la madurez; y permanecer en él con dedicación y
responsabilidad hasta conseguir el objetivo. Debemos determinar que haremos todo lo
posible, que utilizaremos todo lo que Dios ha provisto y que daremos todos los pasos
esenciales para convertirnos en los cristianos maduros que Dios exige.

Las palabras de Pablo a su discípulo Timoteo no son una sugerencia; y debemos


tomarlas con la misma seriedad y autoridad con que fueron dichas. Lea lo que le dijo a
Timoteo:

“Tú sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste,
sabiendo de quienes las has aprendido; y que desde la niñez has sabido las sagradas
escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en
Cristo Jesús. Toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender,
para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente equipado para toda buena obra.”
Solo cantando, orando, ayunando, ofrendando, diezmando y sirviendo nadie madura.
Existen muchos que hacen eso toda su vida y toda su vida son inmaduros. Esos no son
los frutos de una vida fructífera. Todos esos actos de adoración los puede realizar un
inmaduro y aun un no cristiano. Los frutos son representados por la calidad de vida de la
persona. Cuanto aplica la fe que dice tener. La forma como Dios evalúa si la vida es o no
fructífera depende de cuan obediente es su discípulo, no de cuanto sabe. Depende de
cuan buen hijo, cuan buen ciudadano, cuan buen cónyuge, cuan buen padre, cuan buen
empresario, cuan buen obrero, cuan buen político, cuan buen policía, cuan buen pastor es
y evaluado por la ética bíblica no por su opinión personal.

Solo viviendo bajo los valores y la ética bíblica que nos permiten utilizar nuestro físico,
nuestras emociones y mente y nuestra espiritualidad para la gloria de Dios, para vivir con
la moralidad cristiana, solo así podemos vivir maduramente.

Nosotros somos los responsables de estudiar las verdades divinas para tener la
capacidad de reconocer el bien y el mal de acuerdo al pensamiento divino. En esos
principios debemos establecer nuestra moralidad y así podemos desarrollar la capacidad
de sopesar las decisiones morales. Solo basados en la palabra de Dios y sus verdades
podemos desarrollar la capacidad de auto corregirnos fundamentados en las verdades
absolutas. Solo con la ayuda de los principios divinos podemos desarrollar una respuesta
interna apropiada que nos incite a elegir el bien y al deseo de hacer lo correcto.

Sin Dios, sin su palabra bien estudiada, bien entendida, bien interpretada y bien aplicada
es imposible que vivamos las vidas maduras que tanto necesitamos y que Dios demanda.

SÉPTIMA PARTE
UN METAMORFOSIS BÍBLICA:

La madurez: consecuencia lógica de un cristiano obediente.

“La madurez no se consigue en forma automática, sino con acciones humanas en


obediencia a un plan divino. La madurez no es una opción sino la meta ineludible de todo
cristiano y solo se consigue amando a Dios con excelencia y viviendo constantemente en
obediencia.”

La madurez, que nos permite estar preparados para enfrentar la vida, no es una
sugerencia, es una orden. Nosotros somos responsables de decidir nuestra madurez. La
decisión esencial para convertirnos en maduros es que determinemos que nuestra vida
será fundamentada integralmente en los valores y principios que fueron creados por
nuestro Dios para nuestro desarrollo integral. Solamente así podemos iniciar este viaje
hacia la madurez.

Los seres humanos nacemos con el potencial de controlar nuestro comportamiento


mediante el pensamiento, pero es esencial que obtengamos conocimiento, experiencias y
que elijamos una actitud positiva para aprender las lecciones, los valores, los
mandamientos divinos que permiten vivir una vida conforme a la voluntad divina y que
resulte es una vida fructífera y realizada.

La educación tradicional provee de conocimiento y herramientas para desarrollar su vida y


también ciertas tareas en la sociedad para funcionar apropiadamente en medio de ella;
sin embargo, debido a que los valores, las leyes, la educación, el comportamiento de la
sociedad depende de las ideas cambiantes, pecadoras e imperfectas de los individuos, no
son valores confiables ni necesariamente acordes con la voluntad y el diseño divino. No
podemos convertirnos en personas maduras solos, ni podemos hacerlo solo con la ayuda
de seres humanos pecadores, necesitamos la sabiduría divina.

Para que el desarrollo de una persona en sus distintas etapas sea acorde con lo
planificado por Dios es necesario que los padres cumplan un rol esencial de educación y
entrenamiento mediante hechos y teoría; y debido a que los padres también somos
pecadores, la iglesia, los líderes bien preparados y que interpretan la Biblia sabiamente
deben preparar a los líderes de las familias para que conozcan, comprendan y practiquen
los principios y valores divinos.

El proceso de desarrollo físico es automático, pero el proceso de desarrollo hacia la


madurez requiere que toda persona obtenga todo el conocimiento de sí misma, del mundo
que le rodea y de Dios; y que el mismo Dios determinó que necesitamos.

Un cristiano maduro, y que generalmente gana la batalla, es uno que acostumbra a utilizar
la sabiduría divina regularmente; que mantiene una permanente lucha entre los
mandamientos divinos, los valores y sus propias ideas, pasiones y emociones; y cuando
pierde una batalla es lo suficientemente valiente y honesto para arrepentirse y sumiso
como para volver a su estado de obediencia.

Un cristiano maduro aprende a enfocar en Cristo, aprende a vivir basado en sus


convicciones bíblicas y no en sus emociones humanas, que comprende que conoce
mucho, pero le falta mucho por conocer de la voluntad de Dios. Convertirse en personas
maduras puede ser muy fácil o muy difícil, dependiendo de nuestro amor por Dios, de
nuestra dependencia del Espíritu Santo, de la humildad, la disposición a aprender, y las
conexiones con personas sabias que nosotros conocemos.

Uno no puede llegar a ser un hombre notable en algebra, geometría o trigonometría a


menos que haya pasado por los básicos y esenciales pasos de las matemáticas: La
suma, resta, multiplicación y división. Esas inolvidables tablas de multiplicar que tantos
"cocachos" “tantos tirones de oreja o pelo” nos trajeron. No hay atajos, no hay caminos
cortos en las matemáticas, NO HAY ATAJOS NI CAMINOS CORTOS EN LA VIDA
CRISTIANA; NADIE PUEDE LLEGAR A SER MADURO SIN HABER PASADO POR LOS
PASOS DEL NACIMIENTO, NIÑEZ, ADOLESCENCIA, JUVENTUD Y EDAD ADULTA.
Nadie puede tener vida si no nace; y nadie puede desarrollarse sin la debida nutrición. Es
necesario nacer de nuevo, y luego es esencial seguir alimentándose para seguir
desarrollándose hacia la madurez. Nadie puede ser un cristiano y ni soñar con ser maduro
si ni siquiera ha nacido y si no tiene ningún interés en nutrirse de la manera que ha sido
sabiamente establecida por Dios.

El proceso hacia la madurez: elección de los obedientes

Todo cristiano tendrá que elegir si vive en obediencia o desobediencia. Todos tendremos
que decidir si seguimos avanzando hacia la madurez o nos quedamos como niños o
adolescentes espirituales.

Todos podemos elegir vivir la vida tal como Dios la diseñó; y disfrutar de realización o
cometer el error de vivir la vida a nuestro estilo y en permanente frustración. Dios diseñó
la vida para que la disfrutáramos. El nos ha dado todo para vivir vidas fructíferas.

Estoy convencido de que todo creyente puede vivir una vida madura; y todo creyente
maduro es un creyente feliz.

Parte del proceso para convertirnos en personas maduras es el conocimiento de la verdad


divina. Solo practicando las verdades bíblicas podemos alcanzar la madurez.

No puede ser maduro quien desecha el alimento espiritual esencial. La madurez es el


resultado de un proceso y vamos dando pasos:

Primero, es el resultado de una profunda investigación de lo que el Creador, nuestro


Dios, quiere de nosotros, lo que El demanda que nosotros cumplamos. Esto no lo
entiende toda persona pues la Biblia es difícil de entender e interpretar y para ello Dios
determinó que existan líderes llamados, que recibieron dones especiales, que los han
desarrollado, que se han preparado y que viven vidas que comprueban lo que enseñan.
Segundo, es esencial que la persona tenga líderes sabios, íntegros, que conozcan de
interpretación bíblica, que sepan cómo enseñar con sus ejemplos y sistemas de
educación, y que tengan amor por las personas para que cumplan su función de
“perfeccionar a los santos para la que puedan vivir vidas que ministren.” Una persona no
puede crecer hacia la madurez sin ser instruida y amada por líderes sabios y bíblicos
porque Dios ordena que exista ese liderazgo y ordena que cumplan esa función. Quienes
rechazan ser entrenados o eligen líderes no preparados no pueden madurar. Si en su
congregación no tiene ese tipo de líderes, no es que su congregación no sea cristiana,
solo que fue formada por personas inexpertas que no se han preparado, pero el cuerpo
de Cristo es uno solo y una congregación o un templo no es la iglesia del Señor. Es solo
la iglesia local, pero existen otros líderes que nos hemos preparado y que estamos al
servicio del cuerpo de Cristo. Cuando las congregaciones impiden que sus miembros
tomen cursos de instituciones serias, de líderes responsables que son reconocidos por su
integridad, amor por Dios y su conocimiento bíblico, usted se encuentra en un lugar
peligroso. Si le enseñan que no debe ir a cualquier evento y escuchar a cualquier líder,
tienen razón, pero si le impiden leer otros libros, escuchar a predicadores respetados por
muchos, si es un peligro y debe tener cuidado.

Tercero, requiere estudiar el consejo de Dios que le han entregado los líderes sabios
para saber cómo vivir su fe, para saber cómo alimentarse adecuadamente de la Biblia
para obtener sabiduría. Usted debe estudiar bien y buscar comparar con las enseñanzas
de otros líderes respetables y desarrollar un discernimiento para poder seleccionar con
sabiduría, como los hermanos de Berea, las escrituras, los principios que deben ser
practicados.

Cuarto, debemos poner en práctica los principios divinos; que como resultado traerán
hermosas consecuencias. La verdad no es para leerla y escucharla, tampoco solo para
admirarla o memorizarla. La verdad debe ser practicada y para ello el apóstol nos ordena
que pongamos “toda diligencia” para añadir a nuestra fe la virtud que se manifiesta en
acciones que demuestran que verdaderamente practicamos lo que creemos.

Debe desarrollar una disciplina para ir practicando cada verdad. Es como querer bajar de
peso, debe seguir todas las instrucciones médicas, los ejercicios, dejar ciertos alimentos,
ordenar su sistema de alimentación si quiere que funcione el proceso.

De la misma manera si usted es mal genio y desea hacer cambios en su forma de


responder frente a las situaciones que vive, tiene que ir dando pasos todos los días y
haciendo los cambios necesarios Si decide aplicar los principios que aprende, vivirá una
vida de realización y excelencia. Si aplica las verdades dará nuevos pasos para vivir una
vida fructífera y realizada. Es por ello que es esencial recibir el entrenamiento de líderes o
instituciones cristianas que le permitan conocer verdades prácticas y principios aplicables
a sus situaciones personales y desarrollar la disciplina de la práctica sistemática de la
verdad aprendida.

No pueden convertirse en personas maduras quienes debido a su mala formación o


despreocupación, no han desarrollado la disciplina esencial de apropiarse de las verdades
bíblicas en forma regular.

La no apropiación de las verdades y la falta de aplicación llevará al fracaso, la


mediocridad y a una vida de inmadurez y profunda decepción; por ello, le motivo a que
toda enseñanza de la Palabra de Dios la escuche, la lea con atención y con la intención
de aprender. Le motivo a que haga lo correcto y lo que funciona, le motivo a que estudie
con dedicación y con la intención de practicar; que practique con consistencia y con la
intención de mejorar.

He notado que no muchas personas la viven y no muchos están dispuestos a pagar el alto
precio que Dios demanda para que vivamos una vida productiva. Dios no solo ha provisto
lo necesario para que nos realicemos, sino que demanda que hagamos lo que él diseñó
para que logremos el propósito de nuestra existencia; y eso es imposible sin entender la
razón de nuestra vida y la determinación de vivirla con excelencia.

Existen ciertos principios fundamentales que todos los creyentes deben entender, y para
ello Dios ha asignado a líderes que estudien la palabra de Dios con responsabilidad, la
vivan con integridad y la enseñen con exactitud y claridad. El escritor de hebreos lo dice
con claridad (6:1 y 2):

“Por tanto, dejando los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la


perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de
la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección
de los muertos y del juicio eterno.”

Necesitamos ir a la práctica de la verdad; que comprendamos que nuestras creencias


tienen que transformarse en vivencias; que la fe y los principios divinos deben ser parte
de toda nuestra vida, pues una vida salvada tiene que producir una vida transformada.

Como parte de este proceso hacia la madurez debemos entender la necesidad de las
verdades bíblicas y la apropiación de los principios divinos.
Lamentablemente algunos eligen quedarse como niños, tal como dice en Hebreos 5: 11-
14. Observe la claridad de esta exhortación directa del escritor:

“Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis
hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis
necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de la
palabra de Dios...’

Lamentablemente existen cristianos que no avanzan, que debiendo haber madurado, e


incluso, debido a la apropiación de la verdad y la práctica que produce la vida madura,
ahora deberían estar enseñando a otros, no la letra de la palabra, no la teoría, sino los
principios divinos que aparecen en la Palabra pero modelados por ellos mismos. 
Existen personas que espiritualizan su vida, que viven en un mundo de emociones y no
efectúan el proceso de crecimiento a la madurez. Ellas viven encantadas con sus ritos y
sistemas de adoración y alabanza, viven dependientes de su oración y asistencia a una
congregación, pero no se ve en ellas la maravillosa transformación. La razón es que no le
han dado la importancia que tiene el estudio sistemático de las verdades bíblicas. Ellos
pueden leer la Biblia, asistir a grupos de estudio donde cada uno da su opinión o estar en
un instituto bíblico, pero si no reciben enseñanzas practicas, con pasos concretos que dar
y no determinan tener la disciplina de aplicar en forma diaria y sistemática la verdad, en
realidad no le están dando la importancia que tiene la revelación bíblica.

“No existe ninguna otra revelación divina que cubra todas las necesidades humanas como
la revelación de la inerrante Palabra de Dios. No existe otro libro en el mundo que sea
realmente la Palabra de Dios revelada. La Biblia es la revelación esencial y única que
debe ser obedecida, amada y respetada.”

Las preguntas revelan la verdad en cada persona y estoy convencido que no existe otra
técnica que motiva mas a la evaluación personal a las personas que han decidido
aprender y prepararse para nuevos desafíos, que las preguntas bien realizadas. Le ruego
que ponga atención y analice su vida basado en las siguientes preguntas:
¿Cree usted que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? si cree que es la Palabra de
Dios entonces tiene que estar obedeciéndola precisamente en esas áreas que no quiere.
Debe estar luchando por adaptar su vida a ella en todas las áreas. ¿Ha pensado usted
porque Dios decidió entregarnos un libro tan importante como la Biblia? ¿Es solo para
leerlo y tener devocionales o solo para llevarlo al templo mientras el predicador enseña?

¿Es para usted realmente importante? Mejor dicho ¿Es el libro de verdades divinas que
consulta frecuentemente para tomar sus decisiones y vivir su vida? ¿Cuándo va a tomar
una decisión, consulta la Biblia y si no entiende busca ayuda de líderes sabios para saber
cómo responder bíblicamente en su situación específica?

¿Cree usted que es un libro único y que quien decide desobedecer sus órdenes vive en
rebelión contra Dios? ¿Ha mantenido usted áreas de rebelión y no ha querido cambiarlas?
¿Cree usted que todas las enseñanzas realmente fueron inspiradas por Dios y son útiles
para instruirle y corregirle? ¿Ha entendido que Dios le ha estado corrigiendo y no ha
obedecido?
¿Cree usted que la Biblia es difícil de entender y para poder conocer la verdad objetiva es
esencial aprender a interpretarla correctamente? Y si cree eso ¿Por qué no ha buscado la
ayuda de un ministerio serio, bíblico y que le guie sistemáticamente para entender la
revelación divina? ¿Cree usted que en la Biblia se encuentra todo lo que Dios
soberanamente decidió que conociéramos y que es suficiente para que al aplicar sus
verdades y principios logramos vivir una vida fructífera y realizada? Y si en ella se
encuentran todos los principios, todas las verdades, todas las ideas que son esenciales
para vivir feliz ¿Por qué no vive feliz?

Estas preguntas revelan cuán importante es para usted la revelación divina y de esto es lo
primero que quiero hablar:

La importancia de la revelación divina.

No puedo imaginarme la vida sin Dios, la moralidad sin Dios, la familia sin Dios, los
gobernantes sin Dios, las leyes sin Dios y no puedo imaginarme el caos que existirá en la
sociedad si todos rechazaran a Dios, su palabra, sus leyes, sus principios y cada uno
diera rienda suelta a su naturaleza pecaminosa. Tal vez la mejor ilustración de los
comportamientos lascivos, inmorales, injustos y destructivos seria imaginarse Sodoma y
Gomorra. 
No puedo imaginarme lo que sería mi vida y la suya, lo que sería de la humanidad y la
iglesia si no existiera este manual de doctrina, de teología, de vida practica. Es que la
aplicación de la verdad ha transformado mi vida ¿Ha transformado la suya?
Si la gran mayoría de los códigos legales del mundo fueron basados en los diez
mandamientos, y los países más prósperos del pasado fueron los que adoptaron el
cristianismo y los que avanzan cada vez más rápido a la inmoralidad son los que
adoptaron los valores relativos y la moralidad humanista, agnóstica, atea o liberal, ¿Por
qué no ha cambiado su vida si esos principios son poderosos?
La real importancia de la Biblia y su aplicación, no se puede expresar con las palabras
apropiadas. No existiría esperanza para alguien que está perdido en medio de una tupida
selva, sin comida, sin saber adónde dirigirse y rodeado de terribles animales feroces.

Un manual de sobre vivencia con todas las indicaciones para salir de allí seria esencial y
no solo leerlo, sino seguir disciplinadamente las instrucciones, sería su más grande tesoro
pues le guiaría para salir de la selva en que se encuentra. ¿Cree usted que la Biblia es el
único manual divino para pasar por la selva de desafíos humanos?

La Biblia incluye palabras de ánimo, ejemplos, experiencias de otros, directrices, y le


indica el camino seguro y confiable por donde debe seguir para encontrar una familia, un
Salvador y un Rey que le amará y protegerá toda la vida. Si usted comprendiera eso la
Biblia para usted sería el más grande tesoro que una persona recibiría. La persona lo
atesoraría como el más grande regalo y lo usaría con mucha sabiduría sabiendo que es
su única manera de escapar de su situación imposible.

¿Puede usted imaginarse que alguien rechazara el manual o postergue su uso o solo use
lo que cree conveniente y en ciertas circunstancias? ¿Puede usted pensar que esa
persona puede pasar por esa terrible experiencia de esa manera y ser feliz? y lograr en
algún momento su objetivo de salir de ese lugar cuando la única regla de conducta y la
única guía es el manual que está rechazando. Por supuesto que diríamos que la persona
es necia, es mal agradecida, rebelde y que no tiene esperanza de buena vida. Bueno, eso
es exactamente lo que hacen muchos cristianos. Muchos en la práctica no tienen la Biblia
como única regla de fe y conducta, aunque la lean regularmente. Muchos no le dan la
importancia que tiene y la gran mayoría la usa a su manera y no en todas sus
circunstancias y decisiones. Y si usted fuera el encargado de ofrecer el camino de
salvación de los perdidos en esa selva y se le entrego un manual que no es fácil de
entender y que solo su aplicación correcta permite el éxito de su misión, ¿Le daría usted
poca importancia o lo interpretaría como se imagina? Quien no le da importancia real y
quien no aplica la verdad no es un discípulo obediente solo un creyente indiferente.

Estos cristianos que no le dan importancia real a la revelación divina en la Palabra, siguen
siendo niños espirituales que mantienen un lenguaje inapropiado, o siguen enfrentando
sus conflictos sin sabiduría o permitiendo el maltrato, o siguen siendo conflictivos en una
congregación, o siguen con un espíritu de murmuración, o siguen teniendo relaciones
sexuales prematrimoniales, o siguen siendo deshonestos; y todo porque aunque son
salvados por la misericordia y la gracia divina, no han crecido en su conocimiento de las
demandas y principios divinos, ni han tenido la disciplina de planificar y trabajar
sistemáticamente en su cambio de pensamientos y conducta. 
Dios ha dejado todo lo que necesitamos para convertirnos en personas maduras. El
nunca demandaría nuestra madurez si no pudiéramos alcanzarla o si él no hubiese
provisto lo que es esencial para poder vivir una vida madura y normal.

Las únicas personas que permanecen como niños espirituales son las que teniendo la
oportunidad de prepararse y comprender la verdad, no lo hacen por descuido, por la falta
de disciplina, por no darle la importancia a la educación cristiana, por no querer invertir en
su educación en la ética bíblica, por tener una mala actitud, por haber sido mal enseñado
y seguir interpretando mal la declaración bíblica que la letra mata mas el Espíritu vivifica. 

Recuerde que este no es un asunto de pareja o de equipo. Es un asunto personal. Todo


cristiano debe decidir su preparación en los valores cristianos aunque nadie más lo haga y
aunque sus cónyuges, padres, o lideres se opongan. Quien decide no darle la importancia
total que tiene la revelación bíblica, quien decide solo leerla y admirarla. Quien decide que
la leerá todos los días como rutina. Quien decide que se conformará con orar, ayunar,
cantar, adorar, asistir a conciertos y escuchar predicaciones, pero no estudiar seriamente
la ética bíblica y los valores cristianos, no puede madurar, no puede vivir la vida fructífera
y realizada que por Dios ha sido diseñada porque ha decidido la vida devocional, en vez
de la vida de aprendizaje diario de los principios y mandamientos bíblicos a los pies de
maestros bien preparados. Los únicos discípulos obedientes son los cristianos que han
decidido prepararse sistemáticamente, están luchando diariamente por aplicar la verdad,
luchan por vivir en santidad y han abandonado la niñez para dirigirse sabia y
consistentemente hacia la madurez. Para un discípulo obediente la preparación bíblica y
sistemática, la aplicación de la verdad con regularidad, no es algo más en su lista de
opciones, el sabe que es una de sus más hermosas obligaciones.

OCTAVA PARTE
UN METAMORFOSIS BÍBLICA:
LA PERSONA RESPONSABLE AL FINAL ALCANZA LA MADUREZ.

La vida nos hace muchas demandas; nos exige relacionarnos con otras personas distintas
y con carácter diferente y gustos distintos. La vida nos exige que cumplamos nuestras
promesas, que actuemos con integridad, que aceptemos nuestros errores, que
cumplamos con responsabilidad, que resolvamos los problemas que enfrentamos.
Nuestro éxito o falla al enfrentar las demandas de la vida demuestran el nivel de madurez
que hemos alcanzado y nos trae buenas o malas consecuencias.
La meta de toda persona: Un carácter maduro. La palabra de Dios lo dice con claridad:
“Hasta que todos lleguemos a la estatura de un varón perfecto…” No describe a una
persona sin falta, sino un cristiano maduro. Dios demanda madurez, no es una opción.
Estoy convencido que todos los inmaduros son desobedientes porque Dios no quiere que
ningún cristiano permanezca como niño espiritual, pero la mayoría se queda contento en
el “jardín de infantes de la iglesia” y viven discutiendo lo que no entienden, viven sus vidas
basados en las emociones que tienen y no han crecido en la comprensión de la doctrina y
la ética cristiana. Comprenda muy bien esta explicación:

La Biblia dice que toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que
Dios determina que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos
corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto para que nos
convirtamos en personas maduras, es decir, personas preparadas y capacitadas para
actuar sabiamente en todos los asuntos. (2 Timoteo 3:16-17) Es decir que si usted no es
maduro, no es problema de la palabra de Dios. Existen algunas posibilidades: 

Primero: Usted no ha estudiado la Biblia como Dios ordena porque no tiene la capacidad
de escudriñarla. La ha leído, la ha interpretado a su manera, pero no entiende lo que ella
realmente revela por su incapacidad de interpretarla. 

Segundo: Usted no ha obedecido las enseñanzas sabias de líderes que en vez de


predicar sermones motivacionales y emocionales, han predicado el consejo de Dios
sabiamente y con enseñanzas prácticas que han resultado del estudio profesional, bíblico
y responsable de sus pastores.

Tercero: Los pastores que ha tenido no han sido formados teológicamente y por lo tanto,
aunque son sinceros, no comprenden las técnicas de interpretación y no han descubierto
el mensaje escondido en las Escrituras y no pueden enseñar lo que no entienden,
enseñan lo que entienden, y lo que entienden es demasiado elemental.
Si la palabra de Dios no falla, no vuelve vacía, cumple su propósito y usted ha seguido
siendo inmaduro, no importa por cual razón esto ha ocurrido, usted es culpable y debe
corregir ese error. 

Otro pensamiento esencial y que no debe olvidar es este:

La Biblia dice: Cristo dio dones a todos sus hijos porque el Espíritu reparte como él quiere
a cada uno de los hijos genuinos en el momento en que aceptan genuinamente a Cristo y
son convertidos en hijos de Dios. El reparte a cada hijo en forma personal y Dios ha dado
a ciertos líderes los siguientes dones: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los
pastores y maestros. Estos dones no son para que se hagan populares sino para que se
hagan responsables porque ellos son los que tienen la responsabilidad de preparar al
pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y se edifique la iglesia, es decir, el
cuerpo de Cristo.

Ese proceso de interpretación, de apropiación, de enseñanza y aplicación de la verdad


que ha sido revelada, continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y
conocimiento del Hijo de Dios y nos convirtamos en personas maduras conforme a la
medida de madurez que Cristo exige. ¿Ya comprendió? Dios dejó su Palabra que tiene
todas las verdades, la ética, los principios, los mandamientos divinos, la moralidad
absoluta que es necesaria para que todos los cristianos que comprenden y aplican la
verdad se conviertan en maduros. Pero como ellos están incapacitados por si solos de
comprender esta verdad revelada, Dios dio dones a ciertos hombres para que ellos
interpreten, estudien, comprendan la revelación divina, aprendan como se aplica a cada
área de la vida, la apliquen a sus propias vidas para que sean ejemplos, las enseñen
sistemáticamente a todos los cristianos, y la defiendan cuando la verdad es atacada.

TENEMOS TODO LO QUE DIOS DETERMINÓ QUE ERA NECESARIO PARA QUE
TODO CREYENTE SE CONVIERTA EN MADURO, CON LA CAPACIDAD DE BASADO
EN LA ÉTICA BÍBLICA PUEDE HACER FRENTE SABIAMENTE A TODA
CIRCUNSTANCIA DE LA MANERA QUE DIOS EXIGE. La pregunta es lógica: ¿Por qué
existen tantos cristianos que permiten y realizan abusos? ¿Por qué existen cristianos que
son flojos en sus trabajos, que discuten a favor del aborto, que votan por candidatos
ateos, que en vez de disciplinar a sus hijos abusan de ellos, que tienen relaciones
sexuales prematrimoniales, que son buenos servidores en la iglesia y vagos en su casa?
LA RESPUESTA ES QUE POR ALGUNA DE LAS RAZONES MENCIONADAS MAS
ARRIBA NO SE HAN CONVERTIDO EN PERSONAS MADURAS.

¿Cómo debería funcionar la iglesia y los cristianos?

- La meta de cada individuo debe ser tener un carácter maduro. Todos debemos entrar en
un proceso que nos vaya permitiendo caminar por los senderos que conducen a la
madurez. 
- La meta de toda iglesia debería ser formar a todas las nuevas criaturas en todos los
principios del reino y la moralidad bíblica. Todo el que llega al evangelio debería ser
enseñado para que comprenda toda la ética del nuevo Reino al que ha sido trasladado.
En vez de tener tanto énfasis en la buena música, que es linda, en excelentes cantantes,
que es lindo, en excelentes sillas, que son cómodas, debería existir un excelente énfasis
en la educación cristiana. 

- La meta de todo Pastor, apóstol, evangelista, profeta, maestro, debe ser prepararse para
tener el carácter maduro que Dios exige y que todas las características que son reveladas
en Primera a Timoteo capitulo 3, y tener la habilidad de comprender la verdad, entregar el
conocimiento, las herramientas que son necesarias y enseñar a que las personas tengan
la actitud apropiada para que puedan lograr vivir como personas maduras.

- La meta de cada padre cristiano debe ser madurar en su congregación para poder ser
instrumento de ayuda y que provee recursos para la madurez de sus hijos. Debe ser
proveer todos los recursos para que sus hijos tengan un reservorio de opciones que les
permitan elegir la madurez. Cuando los hijos logran un carácter maduro pueden ocupar su
lugar como adultos responsables e íntegros en el mundo, y funcionar apropiadamente en
todas las áreas de la vida. Todavía son seres humanos que pecan y cometen errores y
debemos seguir discipulándoles y disciplinándoles, y eso dará sus frutos.

Todo lo que necesitamos para ser maduros, Dios lo ha provisto. Todo el que no madura
es desobediente porque Dios no quiere que ningún hijo se quede como bebe espiritual.
Todo lo que necesitamos lo tenemos en él. Recuerde que él es omnipotente, que tiene
todo potencial, que tiene todos los recursos, que tiene todo el poder y eso nos ofrece a
todos sus hijos. Recuerde que Dios nunca demanda nada que no nos haya capacitado
para cumplir, que no nos haya dado los recursos para poder cumplirlo. Todos podemos
vivir vidas victoriosas y sabias, pues Dios no da a algunos esa posibilidad y a otros se la
niega.
Nosotros podemos ser los maridos y esposas que él demanda, podemos ser los jefes y
empleados que él demanda, podemos ser los estudiantes y profesionales que viven con
excelencia y que viven vidas de pureza que él demanda. Si no sabemos cómo hacerlo, él
dejó su revelación para que la estudiemos con dedicación, la interpretemos con precisión
y la apliquemos regularmente y con dedicación. El dejó líderes para instruir a los santos
para que conozcan los procedimientos divinos y las herramientas que Dios ofrece. El dejó
la oración para conocer su voluntad y pedir conforme a sus órdenes. Si necesitamos
sabiduría para poder vivir como él ordena, su palabra nos dice que debemos demandarla.

“Independientemente de la formación que hayamos tenido, todo cristiano es responsable


de convertirse en una persona madura. Dios ha provisto de todo lo que necesitamos y los
únicos que viven vidas cristianas en decepción son quienes solo escuchan la verdad, pero
no realizan regularmente la debida aplicación.”

LA DEFINICIÓN DEL CARÁCTER MADURO.

Carácter es la estructura y las habilidades que nos permiten operar efectivamente en la


vida. Es la suma de las habilidades que han sido puestas por Dios y que deben ser
desarrolladas por los hombres, para que podamos lidiar con la vida como Dios demanda,
para que podamos enfrentarla sabiamente.  Un carácter maduro produce paz y realización
al individuo. La paz de una persona no depende de cuán maduros son los que le rodean,
ni de cuánta paz, producen aquellos con quienes nos relacionamos, sino de cuán
maduramente nos relacionamos con los inmaduros.

El carácter maduro entrega las herramientas emocionales y espirituales necesarias que


una persona necesita para tener éxito en la vida. Quienes no han madurado no pueden
vivir saludablemente y afectan su vida y la de los que les rodean.  La persona madura
tiene una carácter apropiado y hace todo esfuerzo por saber lo que es correcto, ama lo
que es correcto y lucha por hacer lo correcto. El carácter es lo que realmente somos, la
reputación es lo que la gente piensa que somos. Abraham Lincoln dijo que “El carácter es
como un árbol y la reputación es la sombra que hace.”

Nadie nace con el carácter maduro, debemos desarrollarlo. El carácter no es hereditario y


todos llegamos a este mundo con la posibilidad de desarrollar un carácter ejemplar.
Nacemos con el potencial para desarrollar un buen carácter. Nacemos ignorantes de
ideales morales y debemos ser instruidos para lograr tenerlos. Construir el carácter es el
proceso de instilar dentro de uno características positivas y con excelente ética.

“La persona, y no los padres, es la responsable final de su desarrollo integral, del


desarrollo de su conciencia. Los padres son los responsables iniciales de guiarnos a un
sano proceso hacia la madurez, pero nosotros somos los responsables finales de
alcanzarla, sea que ellos nos hayan enseñado o no.”

No han cumplido con la responsabilidad que Dios les entrega todos los padres que no
obtuvieron el conocimiento esencial para guiar a sus hijos en el proceso que les permite
elegir la madurez. Pero los jóvenes y adultos que no fuimos formados por los padres, no
somos liberados de nuestra responsabilidad debido a que los padres no lo hicieron. Si los
padres no nos ayudaron en el proceso hacia nuestra madurez, nosotros ahora somos
responsables. Si la congregación donde hemos crecido no tuvo los programas de
enseñanza ética, valórica, moral para que pudiéramos crecer y alimentarnos bien, ahora
nosotros somos los responsables. Si los lideres no se prepararon, si solo motivaron, si
solo gritaron, si solo saltaron en el pulpito, si solo repitieron sermones evangelísticos, o
nos asustaron con sermones sobre el pecado y el infierno, o solo enseñaron diezmos,
ofrendas, prosperidad y servicio, pero no nos dieron cursos éticos y de moralidad bíblica,
ellos son culpables de no ser los lideres que Dios demanda, pero nosotros somos los
únicos responsables de nuestra preparación. Si todavía asiste a congregaciones donde es
imposible crecer hacia la madurez y no puede aprender a enfrentar la vida como Dios
demanda, usted es el único responsable de salir de allí aunque le encante la alabanza,
ame a sus líderes, tenga sus familiares y amigos o porque sus líderes lo llevaron a los
pies de Cristo.

Nada de eso es esencial para su madurez y por ello, a pesar de que tiene todo eso, no ha
madurado. Su deber es buscar una congregación donde pueda crecer, buscar con
sabiduría un pastor que ame la palabra, que se ha preparado para interpretarla, que no
sea un tirano, que no se lleve las ofrendas, que viva su fe, que sea un ejemplo de
integridad y enseñe mensajes prácticos, aunque no tengan la mejor música del mundo. O
puede quedarse allí, seguir adorando, reuniéndose con sus amigos, ofrendando,
sirviendo, pero tiene que comenzar a invertir en su educación cristiana y buscar un
sistema de educación cristiana que le permita aprenderá a ser la mujer, el padre, el
amigo, el novio, el varón, el joven, la hija, el empleado, el jefe que Dios demanda. Si los
padres, las congregaciones, los líderes, no hicieron su tarea, somos nosotros los
encargados de desarrollarnos para convertirnos en personas maduras. Ahora que es
joven o adulto, NADIE SINO USTED ES EL ÚNICO RESPONSABLE DE SU MADUREZ.
DIOS LO JUZGARA A USTED.

Para seguir en la ignorancia, siga invirtiendo su dinero en comidas en la congregación, en


discos de música, en llaveros y camisetas cristianas o en libros emocionales, Si quiere
dirigirse hacia la madurez tiene que buscar con diligencia e invertir en los cursos, los
maestros, los amigos, los libros que sean bíblicos y profesionales en la enseñanza de la
doctrina, ética, valores, y moralidad cristiana. Pedro dice “poniendo toda diligencia, añadir
a vuestra fe, virtud.” Debe seguir siendo una persona de fe porque sin fe es imposible
agradar a Dios pero su fe tiene que ser practica. Debe poner toda diligencia. Debe tener
un compromiso, orden, organización, inversión para dar todos los pasos que sean
necesarios para que pueda agregar a la fe que tiene, la virtud, la excelencia moral, los
principios morales que necesita para vivir la vida fructífera y realizada que Dios diseñó y
que servirá de ejemplo para que otros sigan el evangelio. Para ello debe agregar virtud,
excelencia moral en las siguientes áreas de la vida:

Personalmente: Entender la razón de la existencia y elegir valores que moldeen la


conducta y nos permitan vivir una vida realizada. Esa es nuestra responsabilidad,
independientemente de lo que hagan o no hagan las personas con quienes nos
relacionamos. Es nuestra responsabilidad elegir vivir la vida que Dios demanda.

Espiritualmente: Todos somos responsables de entender cómo relacionarnos con Dios


como él demanda, declararlo como nuestra máxima autoridad y tener una relación
personal y permanente con él.

Intelectualmente: Quienes queremos alcanzar la madurez debemos desarrollarnos


planificadamente. Debemos desarrollar nuestra mente y aumentar nuestro conocimiento
general y específico regularmente y en forma sistemática. Tomar cursos de ética bíblica,
aprender cuales son los valores del Reino de Dios y tener la disciplina de comenzar el
proceso de cambio es esencial.

Socialmente: Aunque nuestros padres nunca nos hayan enseñado, nosotros debemos
aprender a relacionarnos con límites teniendo respeto por nosotros mismos y por los
demás. No permitiendo nada destructivo ni haciendo nada destructivo.

Profesionalmente: Los maduros son capaces de sostenerse. Cada persona debe


aprender a auto-sostenerse y sostener a su familia por medio de una profesión que ha
desarrollado consistentemente y basado en sus dones y talentos y su compromiso con la
excelencia.

Físicamente: El maduro debe adquirir conocimiento y ser un buen mayordomo de su


cuerpo. 

Familiarmente: Saber cumplir su rol, relacionarse y mantener la unidad con los miembros
de su familia, y contribuir para el normal desarrollo de ella. Estas son las áreas más
importantes de la vida de todo individuo y la persona que está practicando estas
disciplinas en todas estas áreas de su vida es un adulto que vive una vida de madurez.
No son maduros quienes son bebes espirituales. No son maduros quienes quieren discutir
doctrinas, teología, principios, ética, valores, pasajes bíblicos, posiciones doctrinales, si
nunca han recibido la instrucción sabia y profesional para poder discutir. Los pacientes,
los enfermeros, las visitadoras sociales, los vendedores de productos médicos no deben ir
a discutir con un medico que ha pasado toda su vida estudiando y es respetado y
profesional en su carrera. Nunca llegan a la madurez quienes gustan discutir en vez de
aprender, quienes se molestan y atacan cuando escuchan algo que en su mente de niño
o adolescente todavía no entiende. Nunca será un cristiano fructífero un cristiano
inmaduro.

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