Tomado del Taller dictado por Marcelo Laffitte el 12/6/22
La Biblia le da mucha importancia a la escritura. Somos el Pueblo
del Libro (y paradójicamente no nos gusta leer). Debemos pensar que el cristianismo sería imposible sin la “palabra impresa”. Un escritor debe ser alguien que vea la vida con claridad y la pueda contar con sencillez. Pero hay una condición esencial para escribir: ser un disciplinado lector. Eso nos otorgará un capital de cultura y de ideas que serán claves a la hora de escribir. El que llega a manejar el arte de leer, llegará a dominar el arte de escribir, y quien maneja con riqueza el arte de escribir, terminará dando lecciones sobre el arte de vivir. ¡Abrace el hábito de la lectura! Cinco pasos claves para escribir un libro: 1) LA DECISIÓN de escribirlo. Debemos tomar conciencia que esa decisión nos exigirá tiempo y disciplina para llevarlo hasta el final. Hacen falta mucha dedicación y mucha disciplina. 2) El segundo paso es la IDEACIÓN. Es pensarlo hasta en los más mínimos detalles. ¿Y de dónde salen las ideas? Las ideas surgen básicamente de: a) Nuestro interior, b) De nuestro capital de cultura, c) De lo que leemos, vemos o vivimos. Cuanta más cultura tenga más ideas tendrá. 3) El tercer paso consiste en ELABORAR UN BOCETO. Un esquema. Consiste en hacer un bosquejo con el orden con que presentaremos el tema. Será como el esqueleto del libro que luego tendremos que ir rellenando. Hagamos primero un bosquejo con los temas gruesos y luego incluyamos los pequeños detalles. Esto exige pensar y pensar sobre el libro. 4) El cuarto punto es la MADURACIÓN. Es absolutamente imposible tener una idea sobre un libro y sentarnos de inmediato en la computadora. Quizás sea así con los que escriben poesías. Madurar significa meditar sobre la mejor manera de enfocar el trabajo. En hablar con gente sabia sobre el tema. Leer. Investigar. Un consejo muy útil: no comencemos a escribir nada hasta no haber recolectado una buena cantidad de material. Este punto debe dejarnos en claro LO QUE QUEREMOS TRANSMITIR CON ESTE LIBRO. CUAL ES NUESTRO OBJETIVO. 5) El quinto punto es LA REDACCIÓN. Algunos detalles para una redacción ágil: vaya al grano, no diga tanto “Gre Gre” para decir Gregorio. Al hombre de hoy le falta tiempo, tiene mucha prisa. Otro: que los primeros cinco renglones de cada capítulo sean originales y que lo atrape al lector. Huya de los “lugares comunes”. ¿Qué son? Son las frases trilladas: “Corría el año 1986…” ó “Note que en Efesios 4:2…” 6) El sexto punto es sumamente importante: LA REVISIÓN. Nada desacredita tanto a un libro como tener errores de ortografía o de sintaxis (redacción). Haga que lo corrija un corrector profesional. Y para revisarlo bien siempre aconsejamos esto: 1) Volvamos a leerlo todo en voz alta para “ver qué salió”. 2) Ahora lo dejamos descansar al texto por una semana. Al volver a leer corregiremos muchas cositas que antes nos gustaban. 3) Examinemos si se ha cumplido el objetivo que nos habíamos planteado y demos el libro para que lo lean un par de amigos para saber su opinión. Uno de ellos tiene que ser una persona que lea mucho, el otro, una persona cualquiera. ¡Muchas bendiciones!