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Estructura de un texto
argumentativo
La estructura de un texto argumentativo se compone, principalmente, de tres
partes: la introducción, la argumentación y la conclusión.
La introducción revela el tema sobre el que versa el texto y la tesis del autor, es
decir, la postura que adopta frente a un tema que genera opiniones
enfrentadas.
La argumentación es el conjunto de razones sobre las que el autor sostiene su
postura, la credibilidad de sus afirmaciones es primordial para convencer al
interlocutor.
El texto argumentativo deriva siempre en una conclusión que sintetiza las ideas
recogidas en los argumentos y exhorta al lector a considerar la posición
defendida.
La estructura de los textos argumentativos es flexible, ya que puede variar el
número de partes que lo integran y la disposición de las mismas.
Atendiendo al lugar que ocupa la tesis podemos encontrar distintos tipos de
estructura, la más utilizada es la estructura encuadrada, aunque existen otras
estructuras como deductivas, inductivas o paralelas.
Los textos argumentativos, por tanto, sirven para convencer, expresar y
defender una opinión mediante argumentos, deben dejar clara la posición del
autor y las razones en las que se apoya para mantenerla.
A continuación, explicaremos en profundidad cada una de las partes de un
texto argumentativo.