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RAÚL A. MOLINA
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1.- Filiación del declarante en la relación más antigua.
Mucho más engorroso me resultó hallar el lugar del milagro, que ca
si lo debo a un proceso ocasional.
Copiando un expediente de una mensura de las estancias de Luján,
en el Archivo de la Nación (Secc. Gob. Trb. Leg. 254 exp. 8) con motivo
de un pleito, hallé exactamente la solución del importantísimo problema.
En efecto, por auto del gobernador Jerónimo Luis de Cabrera, del
5 de febrero de 1645 y de marzo del mismo año, se ordena la medición
de las estancias del Rio Luján, designándose al Alcalde Provincial de la
Santa Hermandad, Juan Crespo Flores, Juez de la Mensura, a Gaspar de
Azedo, de alarife medidor, y a Juan de Aquarosa, de Piloto Rumbeador,
que se lleva a cabo el 16 de marzo de 1645, en las estancias que están del
lado o Banda de la ciudad de B. Aires 1.
Esta mensura comenzó desde la primera suerte dada por Juan de
Garay a si mismo, a contar desde el río Paraná hacia el Oeste, colocán
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dose un mojón en lo alto de la barranca en un algarrobo, donde se colocó
una cruz y “echando el rumbo con el agujón” el alarife Gaspar de Azedo
y el piloto juraron a Dios realizar el acto a su saber y entender, y desig
naron a Pedro García Doctor y Diego de Rosende y Trigueros, para que
llevaran la cuerda de cien varas”, cierta y verdadera; “y todos debajo de
este juramento comenzaron a medir la dicha suerte”.
Destaco aquí, que estamos en presencia del protagonista, del único
personaje conocido que presenció el milagro de la Virgen, y de Pedro
García Doctor, precisamente el lindero de la media estancia que reci
biera Tomás de Rosende en Luján, en la dote de su mujer. Imagínese el
distinguido auditorio la impresión que debí recibir cuando de manos a
boca, halle a ambos de una manera tan providencia], y que pronto nos
han de dar el lugar exacto de la realización del milagro.
Echada las tres mil varas, o sea la media legua que debía llevar de
frente, y medido el camino de doce varas entre suerte y suerte, tal como
lo mandó el Fundador, se prosiguió río arriba para “llegar al camino real
que va de dicho puerto a la ciudad de Córdoba”, continuaron con la se
gunda suerte, originariamente de Juan de Sayas, para seguir con la ter
cera, de Hernando de Mendoza, la cuarta de Juan de Garay “El Mozo”, el
hijo de Fundador, la quinta, de Pedro Fernández, a quien compró Pedro
García Doctor.
Continuada la mensura al día siguiente, se prosiguió con la sexta
suerte, y nos hallamos con la merced originaria de Alonso Parejo, y pre
guntado quien poseía su título, se adelantó otra vez Pedro García Doctor,
quien manifestó, que era dueño de mil quinientas varas, por merced de
Hernandarias de Saavedra, las que se marcaron con un mojón, y acto
seguido se presenta Diego Rosende Trigueros reclamando el resto de la
suerte, quien manifiesta “un título de merced del Gobernador don Fran
cisco de Céspedes” (Título de confirmación) “de un pedazo de tierra que
se sigue de la anterior” que se amojonó como los anteriores y se señaló
el camino de once varas.
De este pedazo se deja constancia que fue hecho a Bernabé González
Filiano, que lo hubo de Francisca de Trigueros, y esta de su padre, y su
padre de Hernandarias el 2 de junio de 1609.
Terminada esta medición se continua con la suerte séptima, origi
nariamente de Juan Martín y preguntándose en alta vos quién poseía su
título en la actualidad, se presentó nuevamente Diego Rosende de Tri
gueros, manifestando, que la tenía en depósito por orden de Hernanda
rias de Saavedra, y que pertenecía a Antón Higueras de Santana, y así
se continua con 1a octava, de Antonio Bermúdez la novena, de Sebastián
Bello; la décima, de Esteban Ruiz, y la onceava, de Andrés Méndez, pre
sentándose en cada una de ellas el propietario que la poseía al tiempo de
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la mensura, cuyos nombres no mencionamos, por no hacer a la cuestión.
Estas fueron las mercedes que dio originariamente Juan de Garay
en 1580, en el Valle de Corpus Christi.
Pero por presentación de Juan Barragán, se deja constancia de que
la merced siguiente, la duodécima, fue dada por Garay, estando en la
Asunción el año de 1681, a Rodrigo Ortiz de Zárate, estancia que compró
Ruy Díaz de Guzmán, a Juan Ortiz de Zárate heredero del anterior, y
que revende a Hernán Suárez de Maldonado, el 12 de marzo de 1603, y
este a Bernardo Sánchez, “El Hermano Pecador” el 17 de marzo de 1606,
de quien heredó su hijo Juan de Barragán, la cual también se mide, por
que esta estancia lindaba con el camino a Córdoba, que era lo que orde
naba el auto de la mensura.
Han quedado establecidas las suertes de Garay, y así mismo, hemos
demostrado, que Tomás de Rosende, el marido de Francisca de Trigueros.
padres de Diego de Rosende y Trigueros, había recibido media suerte de
estancia sobre el Río Luján en la dote de su mujer, la cual por única in
dicación decía que lindaba con García Doctor, por el lado del Paraná y
con otra de Diego de Trigueros, por el Oeste. Acabamos de ver que esta
estancia, ahora en 1645, la poseía Diego Rosende de Trigueros, y del mis
mo modo han quedado establecidos sus límites, el mismo Pedro García
Doctor al Este, y otra estancia, ahora de Diego de Rosende, que había
pertenecido a su abuelo Diego de Trigueros hacia el Oeste. Hemos deter
minado en consecuencia, el lugar exacto en que se realizó el milagro de
la Virgen.
Si leemos con toda corrección el testimonio de la “relación Santama
ría”, obtenemos la siguiente declaración, de la cual no podemos perder
una letra: “Y llegando al Rio Luján hizo noche en lo de un paisano suyo
llamado fulano Rosende: y queriendo proseguir su viaje, uncidos los bueyes
por la. mañana, no pudieron mover dicho carretón”, prosiguiendo con el
relato de los cambios de cajones que da lugar al milagro.
Y del mismo modo el relato de Maqueda, ya conocido, que repite,
más o menos lo mismo “personalmente los condujo a los cajones hasta la
estancia de Rosende Oramas, sita cinco leguas mas allá de lo que es aho
ra la villa de Luján, y aquí pasó e hizo noche. Al dia siguiente por la ma
ñana trató de proseguir su viaje para Córdoba y Sumampa, etc.”
De lo que se desprende con la mayor claridad, que el milagro no se
operó al cruzar el Río Luján, sino al partir de la estancia de Rosende, y
que este lugar estaba a cinco leguas de la actual villa de Luján.
Como puede verse por los mapas actuales y el testimonio de la men
sura, que la estancia dada a Alonso Parejo, donde vimos que estaba la
media estancia de Rosende, heredada de su madre, está justamente a
cinco leguas, más o menos, de la villa de Luján, y a media legua de la ac
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tual ciudad del Pilar. Alli pues, debió tener su casa Rosende, tal vez
próximo a la barranca del Río Luján, y allí debió construir también el
corto oratorio o ermita que dedicó a la Virgen.
Frente a 1a ciudad del Pilar hacia el N .0. existe un paso sobre el río,
hoy la ruta caminera N9 8, que arranca del antiguo paso Morales, donde
cruza el Río de las Conchas. Esta Ruta N9 8 que pasa por Pilar, y cruza
el mencionado Río Luján empalma con la ruta a Córdoba que atraviesa
la ciudad de Luján, descubierto por Rodrigo Ortiz de Zárate en 1587.
Fue entonces por el Pilar y no por el Paso del Luján por donde habría
de pasar la Virgen, sin necesidad de hacer las cinco leguas a orillas del
río, en tiempos que no había camino alguno de comunicación entre am
bas rutas. Queda en consecuencia descartada la creencia tradicional de
que el sitio del milagro fue la Cañada de la Cruz. Primero, porque ese
camino era el de Santa Fe, y además, poseo la mensura de ese Pago y no
se halla ninguna estancia a nombre de Rosende ni de Trigueros, como
tampoco de García Doctor.
Queda así resuelta 1a tercera incógnita, y podemos agregar, que el
milagro se realizó allí a fine-s del mes de enero, o comienzo de febrero
de ese año de 1648, atento a la llegada del navío como hemos dicho.
CONCLUSIONES
APENDICE
I. — Los relatos
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nes e hicieron caminar el carre sin mas dificultad el carretón.
tón; y se hallaron con el impedi Desde luego, entendieron todos ser de par
ticular disposición de la Divina Providencia,
mento primero, a lo que empezó que la Imágen de la Virgen encerrada en
a exclamar el devoto portugués aquel cajón, se quedase en aquel paraje,
a la Virgen Santísima, que bien como en efecto se quedó, siguiendo la otra
sabía el efecto para que la lle a su destino. Abrióse el cajón, y encontró
se un busto de la Purísima Concepción, de
vaba, que era para colocarla en media vara de alto, imágen hermosísima de
la capilla que en su nombre ha la Virgen, con las manos juntas ante el pe
bía fabricado; y persuadiéndole cho, y el ropaje estofado de la misma ma
teria. Al punto 1a adoraron todos, y divul
a que sacase él un cajón y dejase gándose luego el portento acaecido, empeza
el otro, probaron a que camina ron los fieles a venerar la Virgen Santísima
se el carretón, y no se pudo mo en aquella su Santa Imágen, y ella corres
pondió explicándose con repetidos prodigios
ver de ese lugar; volvieron a y maravillas.
hacer la diligencia de sacar el No después de mucho tiempo a corta dis
cajón que había quedado, y car tancia de la casa de dicho Rosendo, se le
gar el que habían bajado, y en vantó una pequeña capilla, y se destino un
negrito de poco más de ocho años, llamado
tonces se movió dicho carretón Manuel, natural de Angola, de rara candidez
sin impedimento alguno, quedan y simplicidad, para que cuidara del culto de
do el dueño con la imágen que la Santa Imágen. Había venido este negrito
del Brasil con su. amo, conductor que fué
se llevó, y dejando la otra en el de las sagradas imágenes, el cual algunas
paraje donde le mostraba que veces, antes de morir en casa. de Rosendo
rer quedar. Esta es la imagen de en Buenos Aires, le dijo, que era de la Vir
gen y que no tenía otro amo a quien servir
Nuestra Señora de Luján que mas que a 1a Virgen Santísima. De facto se
estuvo muchos años en lo de di aplicaba este negro con tanta solicitud al cul
cho Rosendo, en un oratorio muy to de esta divina Señora, que nunca tenía
a su imágen sin luz, y con el sebo de las ve
corto y muy venerado de todo las que ardían en su presencia, hacía prodi
el Pago. Y dicho Rosendo dedicó giosas curaciones en varios enfermos que
un negro llamado Manuel, a1 concurrían a la Capilla.
culto de la imágen, quien cuida Por muerte de Rosendo de Oramas, y por
los atrasos de su estancia, vino a quedar la
ba de la lámpara de dicha Se capilla de la Virgen casi en despoblado, aun
ñora, que incesantemente ardía. que el negrito Manuel nunca la desamparó.
Y con el transcurso del tiempo, El era el que cuidaba de su limpieza y aseo
y de buscar tener siempre velas encendidas
y muerto el dueño de aquella ante su sagrada imágen. Como eran tan con
nstancia, vino a quedar casi en tínuos los prodigios que se experimentaban,
eran también incesantes el concurso de la
despoblado. Y por ser mucha la gente que venía de lejos en romerías a visi
frecuencia de devotos que acu tar la imagen de Nuestra Señora. Padecían
dian movidos de sus muchos mi los peregrinos algún desconsuelo por no ha
ber en aquel paraje casa, ni rancho donde
lagros, y no tener en dicha es poderse hospedar y frecuentar las visitas.
tancia donde albergarse, pidió Deseosa de remediar esta necesidad y ansiosa
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una Señora a quien yo conocí de que se aumentasen los cultos a la Purísi
llamada Da Ana de Matos, le ma Madre, cierta señora llamada Da. Ana
de Matos, viuda que era del Sargento Mayor,
diesen dicha imágen, que la lle D. Marcos de Sequeyra, pidió al heredero
varía a su hacienda, que estaba del dicho Rosendo (que ya había muerto)
en dicho río; y en efecto se la llamado el Maestro Juan de Oramas, Cura
Parroco que fué de la Iglesia Catedral de
dejaron llevar, y colocada en un Buenos Aires, le concediese dicha imágen,
oratorio, también pequeño; don asegurándole la cuidaría y le haría capilla
de conocí a dicha imagen, y des en su estancia, que estaba mas cerca de
Buenos Aires, y como cuatro o cinco cuadras
pués de algunos años, queriendo de donde está hoy la iglesia.
hacer esclavo los herederos de No tuvo mucha dificultad en condescender
Rosendo a dicho negro, dedicado a la propuesta el Maestro Oramas, porque
para el culto de esta imágen se persuadía que los concurrentes a la capi
bajó a esta ciudad a. litigar no lla le robaban el ganado de la estancia, y
dicha Señora Da. Ana correspondió agrade
tener más ama que la Virgen cida en darle alguna gratificación, no menos
Santísima. Consiguió su preten que doscientos pesos. Llevóse, pués, 1a San
so y se volvió dicho negro Ma ta Imágen a su casa, colocóla en cuarto de
cente con ánimo de edificarle en breve
nuel a servirla en dicho orato capilla pública. Per al día siguiente advirtió,
rio; y le conocí viejo, vestido de no sin susto, que no estaba la imágen en
un saco a raiz de las carnes y donde la había dejado el día antes, ni pare
ció en toda 1a casa, por mas que la buscó.
con la barba muy crecida; y era Afligida con este cuidado, le vino al pensa
común opinión del vulgo que miento, si la Virgen no habría vuelto a su
este negro hallaba la Virgen antigua capilla. de Oramas, hizo diligencia
Santísima llena de rocío mu para la averiguación y halló ser así como
lo había pensado. Volvió por ella segunda
chas mañanas y con abrojos en vez, y segunda vez a faltar de su casa y en
el vestuario, y que empezaba a contrarse en la primera capilla sin recurso
clamarle, que necesidad tenía alguno humano.
de salirse de su nicho siendo Desconsolada Da. Ana con tan extraña
novedad, ya no se atrevió a llevarla, porque
poderosa para obrar cualquier discurrió sucedería lo mismo, y por otra par
maravilla, sin menearse de él. te, temió castigase 1a Virgen su porfía, cuan
Tengo también noticia, que D. do a su parecer, le daba a entender, que no
gustaba estar en su casa. No obstante movida
Pedro de Montalvo, Clérigo Pres de luz superior, tomó la acertada resolución
bítero, asmático, viéndose afligi de participar esta novedad a entrambos ca
bildos eclesiástico y secular de Buenos Ai
do de un accidente, se fue en un res. Ya para entonces era famosa en esta
carretón a hacer una novena a ciudad la Imágen de N. S. de Luján, por los
dicha milagrosa imágen, y sien repetidos milagros que contaban los que en
do llegado a dicha estancia, co sus aflicciones la invocaban; por lo que fá
mo a cosa de una legua de ella, cilmente fue creida dicha Da. Ana, cuando
vino a dar parte del suceso a los superiores
le apretó de calidad el acciden eclesiástico y secular.
te, que se les quedó, a1 parecer Confirieron entre sí el caso, el Illmo. Sr.
de los que le llevaban, muerto; Obispo, que 1o era entonces de ésta Diócesis.
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y en aquel estado llegó cerca D. Fray Cristóbal de la Mancha y Velazco,
de la puerta del oratorio, y des y el Gobernador, que lo era entonces de esta
provincia, el Sr. D. Andrés de Robles, y re
uncidos los bueyes, entró el ne solvieron sería conveniente que ambos fue
gro Manuel, y ungiéndole el pe sen a cerciorarse mejor de este portento, y
cho con el aceite de la lámpara a trasladar la Santa Imagen a la hacienda
de la dicha Da. Ana Mattos, en donde los
de dicha imágen, volvió a su vecinos de Buenos Aires pudiesen hacer con
acuerdo, y empezándole a con menos incomodidad sus romerías. A los se
solar le dijo dicho negro Manuel, ñores Obispo y Gobernador siguieron varios
que la Virgen le quería para su personajes de ambos cabildos, con un sin
número de la gente vulgar, dirigiendo todos
capellán; y él prometió si le da su camino a la estancia de Oramas.
ba la salud serlo toda su vida. Bien informados sobre la verdad del su
Con la asistencia y fervor de ceso, levantaron en andas la milagrosa imá
gen, y formando una devota procesión en
dicho capellán, se fervorizó la que todos iban a pié y muchos enteramente
devoción en todo el Pago, y aún descalzos, se encaminaron a 1a casa de la
en esta ciudad y aún en las pro dicha Da. Ana. Como el trecho era tan largo,
vincias remotas, pues de todas no menos que de cinco leguas españolas, no
fue posible llegasen el mismo día, por lo
partes acudían enfermos a bus que entrando la noche, todos hicieron es
car su medicina. Y el Sr. D. tación en la Guardia Antigua, que estaba en
Antonio de Azcona Imberto, con tierras de D. Pedro Rodriguez Flores. A1 sa
lir el sol se prosiguió la procesión con sol
firmó la capellanía a dicho D. dados de guardia, hasta llegar a la casa de
Pedro de Montalvo, concedién la expresada Da. Ana. Aquí se erigió en un
dole licencia para administrar aposento un altar en que se colocó la Santa
Imágen, y el Illmo. dió facultad para que
sacramentos, para que así tuvie en él se celebrase una misa. Por espacio de
se alguna cóngrua, y empezó a tres días consecutivos, se cantaron misas so
hacer fiesta a la Virgen Santí lemnes haciendo las gentes muchas demos
traciones de regocijo.
sima el día de la Purísima Con
Desde este día jamás se volvió la Santa
cepción, nombrando un Mayor Imágen a la estancia de Oramas, lo que
domo para este festejo, que lo atribuyeron unos a la decencia o reverencia
fue muchos años Manuel Casco con que ahora se había traído, pero otros,
con más fundamento lo atribuyeron a que en
de Mendoza, y éste, junto con esta ocasión vino con ella el negrito Manuel,
dicho Capellán y un platero lla que era su devoto Sacristán, y estaba dedi
mado Juan vecino de esta ciudad cado al aseo y culto de su capilla lo que no
había sucedido en las dos veces antecedentes,
se pusieron a fabricar la capilla, y aún en esta tercera hubo algunas dificul
como en efecto fabricaron la que tades que vencer, por cuanto el Maestro
Oramas alegaba ser su esclavo, como here
hasta hoy permanece, y hacien dero que era del difunto amo que 1o trajo.
do dicha Señora Da. Ana de El negro se defendía diciendo ser de la Vir
Matos donación de la tierra que gen no mas, y que su amo lo había dicho
varias veces, siendo muchacho, lo tenía en
constará por sus instrumentos. tregado al servicio de la Virgen con su Santa
Esta es la noticia que puedo dar Imagen. Corrió sobre este punto algún liti
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del origen de esta Santa Imágen. gio, pero ahora se transó con alargar Da.
Esta relación la publicó por Ana, al Maestro Oramas, cien pesos con que
cedió su derecho.
primera vez D. Santiago Estra (sigue el relato con el comienzo de la obra
da en 1867, en el apéndice de su de la nueva capilla, y el milagro ocurrido
obra: El Santuario de la Virgen al Padre Pedro Montalvo, luego el primer
de Luján. Capellán de la Virgen, así como numerosas
Confidencias sobre el negro Manuel, que co
mentaremos más adelante, cuando nos ocu
pemos de estos hechos)
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APENDICE
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Natural de Garachico, pequeño pueblo de la Isla de Tenerife. Cana
rias, en el año de 1590 (Colección Gaspar García Viñas, en Biblioteca
Nacional N9 4553). Era hijo legítimo de Diego González y de Mendía Her
nández de Oramas, de quienes había heredado una casa grande de dos pi
sos, frontera de las casas de Diego de Cospedal y Grimaldo, junto a las
del licenciado Montalvo, en su pueblo natal, que recordaba a sus hijos
para que la reclamaran como herencia que les correspondía. Era hermano
de Simón González de Castilla, yerno del Tesorero de la Real Hacienda
de Buenos Aires, Simón de Valdéz.
Entró a Buenos Aires en 1614, dedicado al tráfico negrero, y en el
navío que lo trajo importó treinta esclavos, y refiere él mismo, que en
uno de los viajes fue robado por los piratas.
Amigo personal de Juan de Vergara, concuñado suyo, y de todo el
grupo Confederado, consiguió avecindarse en la ciudad.
Procurador de la ciudad el 3 de enero de 1625. En tal oportunidad es
contradicha su elección por el Alguacil Mayor, Francisco González Pa
checo “por ser pasajero que entró a la ciudad sin licencia de Su Majes
tad, y no poder tener ningún oficio en el regimiento, antes debe ser cas
tigado por el delito que cometió, y debía ser embarcado a su costa”. Pero
el gobernador Don Francisco de Céspedes y Figueroa, ordenó se le reci
biera por haber adquirido la vecindad de acuerdo a las leyes “por ser
castellano y ser casado con mujer que lo es y vecina de esta ciudad y
descendiente de conquistadores de estas provincias”. Oficio del que se
hacía cuatro días después. (Ac. del Extinguido Cabildo de B. Aires. Bied
ma. t. IV. pp. 130 y 133) y que ejerce hasta el 3 de noviembre, en que es
reemplazado por ausencia forzosa, por Juan Bautista Angel.
Su actuación debió ser del agrado del cuerpo capitular, pues al año
siguiente es relecto “como persona más apropósito, por haber usado el di
cho oficio con puntualidad y cuidado”, del que toma posesión el 20 de fe
brero. Pero debe ausentarse nuevamente a Potosí el 4 de marzo del año
siguiente, para efectuar algunas cobranzas de su mujer (Ibidem: pp. 239
y 248).
Pasadas las épocas de turbulencia que conmovieron a Buenos Aires
esos años, recibida la cuantiosa herencia de su suegro y lo adquirido por
su industria, reune un caudal considerable, con el cual con cautela siem
pre, compra tierras y solares, y para atender a sus extensas propiedades,
tiene bajo su dirección a Veintisiete esclavos.
Condenado a destierro perpetuo en 1631 y a mil cien pesos de multa,
puede obviarlo y quedar en la ciudad.
Vivía al lado de las casas del Maestro de Campo, Felipe Navarro.
Contrajo matrimonio el 13-1-1622. LM. L. III. 17v) Francisca de Tri
gueros y Enciso. Desposados por el Comisario del Santo Oficio, el Licen
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ciado en Cánones, Francisco de Trejo, siendo sus padrinos Juan de Ver
gara y Da. María de Freyre. Viuda de Tomás de Rosende e hija legítima
de Diego de Trigueros, como hemos dicho. Testó Da. Francisca el 7 de
mayo de 1749 (A. Ts. P. 30. f. 77), por el cual ordenaba su entierro en el
Convento de San Francisco. Había llevado un capital matrimonial de
9.159 pesos de dote. También declaraba había criado a dos niños, Félix y
Francisco, a quienes les dejaba una manda de 200 pesos a cada uno, y
nombraba albaceas a su hijo, el Canónigo de la Catedral Diego de Rosen
de y Trigueros, de su primer matrimonio, y mejoraba a sus hijas en el
quinto de sus bienes. Sin embargo, no falleció enseguida, figuraba en ca
rácter de viuda en 1674, anotada con una exportación de 400 cueros en el
navío de Francisco del Rivero.
D. Bernabé, su esposo, había muerto bajo disposición testamentaria
del 18 de enero de 1645 (A. Ts. Caja 28 f. 58) por el cual ordenaba su en
tierro en la Iglesia de San Francisco, en la peaña del altar de N. Señora
de la Limpia Concepción, vestido con el hábito de hermano. Había sido
Cófrade de 1a Cofradía de San Sebastián y Tesorero de la Santa Cruzada.
Designaba albacéas a Diego de Cospedal y Grimaldo, a su mujer y a Lu
cas Páez de Guadalupe. Entre sus bienes, además de las tierras y casas,
enumeraba ricas piezas de plata labrada, una cuja de cortinas de brocado
de seda, de jacarandá, y dos sillas de mano aforradas. Denunciaba tam
bién, mil piezas de ganado vacuno, un número mucho mayor del ganado
lanar. Cuatro chacras en Montegrande, con casas atahona “moliente y
corriente y sus arboledas. Siete estancias sobre el Río Luján y Cañada
de la Cruz. Casas grandes, tiendas y varias cuadras en la ciudad.
De su matrimonio nacieron tres hijas que llevaron el apellido de sus
abuelos.
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ra y de Guiomar Méndez de Vasconcellos, ambas fallecidos en su lugar
natal.
Viajó por Santiago de Chile y se avecindó en Córdoba, donde se
casó.
Testó el 7 de diciembre de 1627, en Buenos Aires y pidió ser enterra
do en San Francisco, en el altar de San Antonio de Padua.
Tenía una hermana cuyo nombre no se acordaba, a quien le hacía
una manda de 500 pesos, para su casamiento, la cual estaba en casa de
otra hermana suya, Ana de Silveyra de Avila, radicadas en Topo. Un tío
suyo Diego Matos de Silveyra, era clérigo presbítero.
Contrajo matrimonio en Córdoba con Da| Francisca de Encinas, do
tada ante Alonso Nieto el 22 de febrero de 1621, en 3.700 pesos, con más
de mil de arras que le mandó su marido. Al tiempo de casarse Lázaro
era dueño de 7000 pesos.
Ella era natural de Córdoba, hija legítima de Pedro García Delgado
(natural de Córdoba, Mayordomo de la ciudad en 1592, regidor en 1600,
1609 y 1612, Alcalde de la Santa Hermandad en 1605) y de doña Ana
Baptista. Nieta paterna de Bartolomé García, de los primeros conquista
dores y pobladores de Córdoba, fallecido en Santigo del Estero en 1585, y
de doña Francisca Núñez Barriga. Sobrina de Bartolomé García, regidor
y alcalde de Córdoba. La madre de Da. Francisca, Da. Ana Baptista, acom
pañó a su hija a Buenos Aires. Falleció doña Francisca el 17 de marzo de
1630, bajo disposición testamentaria de esa fecha, ordenando su entierro
al lado de su marido. En su sepelio se gastaron 2.139 pesos.
Se declararon los siguie-ntes bienes en esta testamentaria:
3. — Diego Matos y Encinas b. 19. III. 1623 (II. 53) que heredó la enco
mienda en Córdoba de su abuelo. El primogénito.
“. . .En el Pago del Río Luján, que es como diez leguas poco más
o menos, de la ciudad de la Trinidad, en diez y seis días del mes de
marzo de mil seiscientos cuarenta y cinco, Juan Crespo Flores Al
calde de la Santa Hermandad del dicho Puerto y de su jurisdicción
y por Su Majestad, en virtud de la comisión de esta otra hoja, que
tengo del Gobernador don Jerónimo Luis de Cabrera, para medir y
amojonar las estancias que están en dicho Rio, de esta banda de la
ciudad, a que me remito y en cuya conformidad he venido, y estando
en este dicho paraje con el ayudante Gaspar de Azedo, alarife nom
brado por la dicha ciudad, para medir las estancias y chacras dela
dicha ciudad, y Jorge Aguarose (sic) piloto, estando presente el ca
pitán Diego de Cospedal dueño de la estan-cia que fue repartida a al
General Juan de Garay, poblador que fue de esta dicha ciudad,
mandé hacer un mojón en la dicha tierra firme, confrontando con el
8 — la cual parece conforme a la data del padrón que fue repartida por. el
fundador Juan de Garay a Antonio Bermudez, y preguntado quien
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tiene título de dicha estancia, enseño una carta de venta Cristobal
Cabral de ella, que se la había vendido Luis Cordobés, la cual tiene
en su poder, que la exhibirá cada vez que se le pida y en esta con
formidad mandé a Gaspar de Azedo tomase el rumbo y enterase la
dicha estancia y al cabo de ella hice hace un mojón y al que medí
doce varas y hacer otro mojón para lo que se sigue”
9 — “Que por el padrón pareceque el fundador le dió y repartió a Se
bastián Bello y preguntado quien tiene título de la dicha estancia,
dijo Gonzalo de Billoldo que él tiene título de la dicha estancia en
su poder, que se le dió en dote a su mujer Antonio Gonzalez su
suegro, el cual exhibire al dicho Gaspar de Azedo y la midió y al
cabo de ella hice hacer un mojón y medir doce varas luego, para el
camino que se manda y luego mandé hacer otro mojón, para lo
que sigue:”
Titulo Fs. 3
Confirmación
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Pedro 3-5-1665 H. l. de Francisco Carrilo y María Rute.
Pedro . . . . . . . . . . . .. 31-7-1663 H. l. de Bernabé Bustos y Francisca de
Sosa.
Pedro Molina . . . . . . 3-8-1666 H. l. de Pascual Herrúz y María de Agui
1era.
Pedro Nolasco 29-4-1667 H. l. de Antonio Romero y Francisca
Bernal.
Pedro Nolasco 15-6-1668 (de cuatro años de edad) H. l. de Mar
cos Rodríguez Flores y de Inés de
Paiba.
Pedro . . . . . . . . . . . .. 15-6-1668 H. l. de Gregorio Díaz de Espinosa y
Agustina Roxas.
197