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ALERTAS CIUDADANAS DE

SEGURIDAD

#005

Menores infractores en Cali


14 de agosto del 2023


Para 2022, los jóvenes entre las edades de los 16 y 18 años equivalen al 67% del total
de jóvenes que se encuentran privados de la libertad en Cali.

Los delitos de homicidio, hurto y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego,


equivalen al 71% del total de delitos cometidos por los adolescentes y jóvenes en el
Valle del Cauca.

El 68% de los jóvenes privados de la libertad, del total de jóvenes que hacen parte
del SRPA, durante los últimos trece años en la ciudad de Cali, sobrepasa el
porcentaje total de Bogotá, Medellín y Barranquilla.

En esta ocasión, Objetivo Cero presenta su quinta alerta de seguridad ciudadana, con el objetivo de
revisar los datos más relevantes sobre menores de edad infractores en Cali. Una problemática que
se ha estado fortaleciendo en los últimos años y que evidencia varios frentes de preocupación
como la falta de fortalecimiento institucional, los altos índices de criminalidad y los procesos de
instrumentalización que se están dando contra los adolescentes y jóvenes de nuestra ciudad.

El Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (en adelante SRPA), rige o interviene en la


investigación y juzgamiento de delitos cometidos por personas que tengan entre los catorce (14) y
dieciocho (18) años al momento de cometer un hecho punible. Este sistema se encuentra avalado
por la ley colombiana, la cual busca salvaguardar los derechos de los menores de edad que tengan
cuentas con la ley, pero quienes por su condición etaria deberán ser tratados de manera diferencial.

1. Descripción poblacional de los jóvenes privados de la libertad en el SRPA:

De los jóvenes que se encuentran privados de la libertad en Cali, el 47% se reconocen como
afrocolombianos, el 38% mestizos, 13% no se reconocen y el 1% se consideran de raza blanca.

Gráfico No. 1

Fuente: Elaboración propia con datos del ICBF extraídos de derecho de petición #1763642931

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Casi la mitad (47%) de los jóvenes privados de la libertad en el SRPA en la ciudad de
Cali se autorreconocen como afrocolombianos.

Ahora bien, frente a la ocupación de las unidades de servicio, son los jóvenes entre 16 y 18 años,
quienes representan la mayor cantidad de jóvenes infractores en los centros de Cali para el año
2022, representando el 67% del total de ocupantes. Sin embargo, para el mismo año el 23% de
quienes estaban en las unidades superaban los 18 años de edad.

Gráfico No. 2

Para 2022, los jóvenes entre las edades de los 16 y 18 años equivalen al 67% del total
de jóvenes que se encuentran privados de la libertad en Cali.

2. Análisis comparativo del SRPA con cuatro ciudades capitales:

Durante los años analizados, desde el 2010 hasta 2022, los jóvenes vinculados al Sistema de
Responsabilidad Penal Adolescente (SRPA); es decir, los jóvenes que cuentan con procesos
judiciales y medidas ante la ley, en las ciudades como Bogotá y Medellín, las cifras han tendido a
disminuir a lo largo de los años. No obstante, Cali y Barranquilla siguen presentando cifras casi
que estables a través del tiempo.

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Gráfico No. 3

En los últimos 9 años, Cali ha tenido una reducción de 605 jóvenes menos en el
SRPA. En comparativa con otras ciudades capitales, Cali ha contado con cifras
relativamente estables desde 2010.

Se observa que desde el año 2014, el año con la cifra de jóvenes infractores más alta, hasta
el año 2020, en Cali se ha visto una reducción constante por cada año, aunque la tendencia
se revierte al alza nuevamente desde el 2021. Este mismo caso se puede apreciar en todas
las cuatro ciudades analizadas.

Por otro lado, al hacer una revisión sobre el total de jóvenes que hacen parte del SRPA,
pero que cuentan con un registro de medida de privación de la libertad, se contempla un
panorama diferente, dado que Cali cuenta con las cifras más altas en comparación con las
demás ciudades capitales analizadas para el año 2022.

Mientras que en la ciudad de Cali hubo 15.504 jóvenes que hicieron parte del SRPA para el
periodo del 2010 al 2023, el 68,7% de ellos contaban con una medida de privación de la
libertad. Este total, de jóvenes privados de la libertad con medida privativa, es 20 veces
más alto en Cali que en Barranquilla.

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Tabla #1. Jóvenes infractores con medidas privativas de libertad periodo 2010-2023

El 68% de jóvenes privados de la libertad, del total de los jóvenes que hacen parte
del SRPA, durante los últimos trece años en la ciudad de Cali, sobrepasan el
porcentaje total de Bogotá, Medellín y Barranquilla.

De tal manera, podemos ver el histórico de número de capturas y el número de aprehensiones en


flagrancia de los jóvenes de cuatro de las principales ciudades capitales del país. Se observa que en
todas las ciudades analizadas, en el año 2020, las capturas y aprehensiones en flagrancia de los
jóvenes disminuyeron considerablemente, pero para 2021 y 2022 las cifras volvieron en aumento.

Tabla #2. Histórico de capturas y aprehensiones en flagrancia de jóvenes infractores

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En comparación con las otras ciudades analizadas, Cali es la tercera ciudad con más niveles
históricos de aprehensiones en los últimos trece años. Mientras que, para los casos de capturas, en
el año 2022, las cifras aumentaron en un 16% con respecto a las aprehensiones en flagrancia.

En Cali, para el 2016, se presentó la cifra de capturas de jóvenes más alta desde el año
2010 hasta la actualidad. No obstante, las aprehensiones en flagrancia de los jóvenes
han ido disminuyendo desde 2013, cayendo en un 60% en el 2022.
Gráfico No. 4

Los principales delitos de los jóvenes infractores en Cali, a través de los últimos tres años, han
sido la fabricación, tráfico y porte de armas, los hurtos y los homicidios. En el caso de hurtos, los
registros de este delito aumentaron durante el año 2022, en línea con la tendencia al alza de las
cifras de hurtos totales en la ciudad. Así mismo, para el 2022 aumentó el tráfico, fabricación y
porte de estupefacientes, así como el delito de lesiones personales.

En este sentido, los hurtos aumentaron un 35% en el 2022, las lesiones personales
aumentaron un 57% y los homicidios aumentaron un 23%.

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Para el caso del Valle del Cauca, los homicidios y los hurtos lideran los delitos que más cometen
los adolescentes y jóvenes infractores. La cifra de homicidios es dos veces más alto que los hurtos
cometidos, reconociendo al homicidio como el principal delito de los jóvenes en el departamento
del Valle.

Gráfico No. 5

Los delitos de homicidio, hurto y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego,


equivalen al 71% del total de delitos cometidos por los adolescentes y jóvenes en el
Valle del Cauca.

Así las cosas, los adolescentes y jóvenes en Cali están siendo instrumentalizados, principalmente,
en delitos de homicidio, hurto calificado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de
fuego, accesorios, partes o municiones. Mientras que los casos de violencia sexual, secuestro,
feminicidio y terrorismo, se ven en muy poca proporción.

4. Capacidad institucional instalada en Cali:

Para el caso de la capacidad institucional instalada en la ciudad de Cali, el Instituto de Bienestar


Familiar (ICBF), cuenta con dos Centros de Atención Especializada (CAE) en la ciudad: Valle del
Lili y el Buen Pastor. Estos dos centros albergan a los adolescentes y jóvenes infractores con
registro de medidas de privación de la libertad en instalaciones diferentes a los centros carcelarios
y penitenciarios para los adultos.

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En estos centros se busca propiciar un escenario institucional para que el adolescente o joven
cumpla la sanción impuesta por la autoridad competente, la cual es motivada por la comprobación
de su responsabilidad en la comisión del delito cometido. Todo esto se da a través de un proceso
pedagógico, específico y diferenciado de atención integral con el adolescente y su familia,
encaminado al desarrollo de acciones que lleven a asumir la responsabilidad, la reparación del
daño causado y la inclusión social. Así mismo, este programa está encaminado a generar
condiciones para el desarrollo humano y prevenir la reinserción en las conductas delictivas.

Sin embargo, dichas intenciones pueden estar siendo torpedeadas por el sobrecupo existente en los
CAE. Como muestran los dos gráficos anteriores, se puede denotar el sobrecupo de beneficiarios
con respecto al cupo de capacidad máxima que estos dos centros pueden ofrecer.

Gráfico No. 6

Gráfico No. 7

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Para el caso de la unidad de servicio Valle del Lili, el sobre cupo ha tendido a disminuir a lo largo
de los años. Para el 2022, presentó por primera vez un número menor de beneficiarios frente al
total de capacidad de cupos después de ocho años. Sin embargo, para el caso de la unidad de
servicio el Buen Pastor, en 2014 el sobrecupo fue del 332% y desde ese entonces el número de
beneficiarios siempre ha sido más alto que la capacidad existente.

Para el 2016 el sobrecupo en la unidad de servicio Buen Pastor alcanzó un porcentaje


máximo de 345%. Para el 2022, el sobre cupo sigue siendo de un 205% y la curva sigue en
aumento.

En este sentido, es predecible que estas unidades de servicio no tengan una capacidad institucional
adecuada para que los jóvenes cuenten con las herramientas necesarias para generar un cambio
progresivo que les permita salir del círculo violento en el que se encuentran inmersos. Lo anterior,
además agravado por las limitadas capacidades humanas al interior de los establecimientos.

Gráfico No. 8

Gráfico No. 9

9
Para 2022, en la unidad de servicio Valle del Lili hay 1 persona contratada por cada 4
jóvenes. Mientras que, en la unidad de servicio Buen Pastor, hay 1 persona contratada por
cada 8 jóvenes.

Con dichas proporciones de personal contratado versus el total de beneficiarios atendidos, se


pueden observar falencias institucionales, puesto que no hay personal suficiente para el control y
manejo adecuado del número total de personas que hacen parte de estos centros.

Igualmente, las condiciones físicas de los centros deben ser consideradas tanto para garantizar el
ambiente óptimo para lograr sus objetivos de resocialización como para el cumplimiento efectivo
de las medidas. Sin embargo, es preocupante la tendencia de los últimos años de evasiones de
jóvenes, pues no reflejan un esfuerzo efectivo por atajarlas.

Gráfico No. 10

La unidad de servicio de Valle del Lili tiene un problema de evasiones constantes, que han sido
incapaces de corregirse. La tendencia al alza inició en el 2020 y se ha mantenido desde ese
entonces. La unidad del Buen Pastor, aunque con cifras menores, también muestra niveles de
evasiones constantes en el tiempo que tampoco se han frenado.

Para el 2022, las evasiones de los jóvenes en las dos unidades de servicio en Cali llegaron a 10
casos en total, mientras que el año con más evasiones fue el 2019, con un total de 12 casos,
contemplando las cifras de evasiones más altas de los últimos diez años.

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Para 2022, en la unidad de servicio Valle del Lili hay 1 persona contratada por cada
4 jóvenes. Mientras que, en la unidad de servicio Buen Pastor, hay 1 persona
contratada por cada 8 jóvenes.

Con dichas proporciones de personal contratado versus el total de beneficiarios atendidos, se


pueden observar falencias institucionales, puesto que no hay personal suficiente para el control y
manejo adecuado del número total de personas que hacen parte de estos centros.

Igualmente, las condiciones físicas de los centros deben ser consideradas tanto para garantizar el
ambiente óptimo para lograr sus objetivos de resocialización como para el cumplimiento efectivo
de las medidas. Sin embargo, es preocupante la tendencia de los últimos años de evasiones de
jóvenes, pues no reflejan un esfuerzo efectivo por atajarlas.

Gráfico No. 10

La unidad de servicio de Valle del Lili tiene un problema de evasiones constantes, que han sido
incapaces de corregirse. La tendencia al alza inició en el 2020 y se ha mantenido desde ese
entonces. La unidad del Buen Pastor, aunque con cifras menores, también muestra niveles de
evasiones constantes en el tiempo que tampoco se han frenado.

Para el 2022, las evasiones de los jóvenes en las dos unidades de servicio en Cali
llegaron a 10 casos en total, mientras que el año con más evasiones fue el 2019, con un
total de 12 casos, contemplando las cifras de evasiones más altas de los últimos diez
años.

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Tabla #3. Inversión para los programas de resocialización 2023

Tabla #4. Inversión en los centros de reclusión 2023

Cali es la ciudad con mayor inversión en infraestructura para los centros de reclusión
para jóvenes, y la segunda ciudad que invierte más en programas de resocialización
en comparación con las otras ciudades analizadas.

En la ciudad de Cali, la inversión frente a los programas de resocialización es más alto que en el
caso de Medellín y Barranquilla. Para el caso de la inversión en los centros de reclusión, Cali se
posiciona como la segunda ciudad con mayor inversión después de Bogotá.

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Tabla #5. Histórico de reiteración por año en Colombia (2012-2022)

Ahora bien, con respecto a la reiteración de los jóvenes frente a nuevos delitos después de haber
estado vinculados al SRPA a nivel nacional y haber incurrido nuevamente en un delito, se puede
observar que el porcentaje de reiteración ha ido disminuyendo a lo largo de los años de una manera
efectiva.

Para el año 2021, se presentó el porcentaje más bajo de reiteración de los jóvenes en
el SRPA en los últimos once años a nivel nacional.

En conclusión, este informe buscó abordar la problemática de la detención de menores en la


ciudad de Cali, destacando el manejo que se le está dando al SRPA, la capacidad institucional
instalada en la ciudad, los delitos en los que los menores mayoritariamente incurren y en la falta de
oportunidades para los mismos. Todo lo anterior, con el objetivo de visibilizar las afectaciones, los
puntos débiles del sistema y de la institucionalidad en nuestra ciudad, para tratar con los delitos de
los menores. Esto con el fin de poder avanzar en nuevas rutas que permitan intervenir mejor esta
problemática.

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Uno de los aspectos relevantes a tener en cuenta, es el alto porcentaje de jóvenes afrocolombianos
entre las personas privadas de la libertad en Cali, lo que refleja condiciones de exclusión e
inequidad latentes que se deben revisar. Asimismo, una de las alertas principales giran en torno a
las preocupantes cifras de Cali, con respecto a otras ciudades, contemplando la mayor cantidad de
jóvenes privados de libertad frente a las ciudades capitales analizadas, lo que representa un desafío
para abordar adecuadamente dicha problemática.

La situación de la detención de menores en Cali es el resultado de un conjunto de elementos que se


ponen sobre la mesa en la búsqueda de mejora del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente,
las capacidades institucionales con las que cuenta la ciudad para darle respuesta oportuna a los
delitos de los menores de edad y las ofertas que resuelven las necesidades imperantes de los
jóvenes de nuestra ciudad.

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Sobre Nosotros
Objetivo Cero es un grupo independiente de ciudadanos que busca incidir en el desarrollo regional de
Colombia, concentrándose en el que considera su mayor freno: la violencia.

Somo un grupo de y para las regiones. Nuestra visión busca afrontar los problemas del país desde la óptica
de lo que se vive fuera de la capital. A través de múltiples frentes de acción, nuestro movimiento busca
incidir en las realidades públicas regionales para reducir el crimen y hacer frente al delito.

No somos un grupo de opinión, ni un grupo de académicos. Somos un grupo de ciudadanos que busca
generar cambios a través del control político, el análisis propositivo y metódico y la movilización ciudadana.

Contacto
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objetivocerocol

Análisis realizado por:


Gustavo A. Orozco Lince
Fundador

Zaidy Juliana Martínez Valencia


Investigadora
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