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Principios del Derecho Administrativo: Legalidad y Juridicidad

- Principios constitucionales del derecho administrativo guatemalteco: De


acuerdo a lo que se ha dicho, es conveniente estudiar los componentes del
régimen jurídico-administrativo en el derecho guatemalteco, señalando sus
raíces constitucionales expresas o implícitas. En todos los campos del
derecho dice Delpiazzo, la importancia de los principios generales de
derecho es cardinal.
En el Decreto 119-96 del Congreso de la República quedan contenidos una
serie de principios, éste establece: "Los expedientes administrativos
deberán impulsarse de oficio, se formalizarán por escrito, observándose el
derecho de defensa y asegurando la celeridad, sencillez y eficacia del
trámite. La actuación administrativa será gratuita”.
Principio de legalidad y de juridicidad: el principio de legalidad es un criterio
rector de carácter general que, por supuesto, también ha de aplicarse al
procedimiento administrativo. La Constitución Política de la República de
Guatemala ha reconocido este principio, por lo menos en lo referente a la
materia tributaria. Así, su Artículo. 239 dispone, entre otros aspectos, que:
"son nulas ipso jure las disposiciones, jerárquicamente inferiores a la ley,
que contradigan o tergiversen las normas reguladoras de las bases de
recaudación del tributo”.
a) Principio de la legalidad: este principio debe entenderse desde el punto
de vista del ordenamiento jurídico establecido. Para el principio de
legalidad lo fundamental es la norma y el administrador no puede actuar
si no existe, en el ordenamiento jurídico una norma legal que le otorgue
competencia para poder actuar. Lo fundamental en este principio es la
norma legal del régimen jurídico y el agente público o administrador no
puede salirse de la misma para resolver.
Para el profesor Vedel, citado por Libardo Rodríguez, la legalidad es la
cualidad de aquellos que es conforme a la ley. (Rodríguez, pág.222).
Desde una concepción moderna la legalidad, con normas que integran
el ordenamiento jurídico establecido en un Estado. Cuando hablamos
del principio de legalidad se está haciendo referencia a las normas del
ordenamiento, tomando el concepto en un sentido amplio según el cual
queda incluida toda la normativa vigente en el país, incluyendo los
reglamentos, con los que operan las entidades descentralizadas y
autónomas. No tomar en cuenta todo el ordenamiento jurídico, se coree
el peligro que estas entidades no puedan operar, puesto que su
accionar sería tildado de ilegalidad, tomando en cuenta que los
reglamentos son actos administrativos de contenido general; en cambio
el ordenamiento jurídico implica la aplicación de toda la normativa
vigente en la que se incluyen los reglamentos administrativos.
Para comprender este principio es necesario partir de la base de la
teoría de la formación del derecho por grados sistematizada por Kelsen,
citado por Libardo Rodríguez según la cual el conjunto de normas que
conforman el derecho de un país, o sea la legalidad no es un conjunto
desordenado si no que por el contrario, se trata de un ordenamiento
jerárquico, en el cual unas normas dependen de otras según su
importancia. (Rodríguez pág. 222). Bajo estas premisas se puede
concluir diciendo que el principio de la legalidad consiste en que la
administración pública está sujeta, en su función administrativa, al
ordenamiento jurídico, quiere decir que todo administrativo y en general
toda su actuación está sujeta a todas las normas, en las que debe
observarse el orden jerárquico de las mismas. Pero también el principio
de legalidad constituye una limitación a la actividad administrativa, lo
que significa que la administración no puede hacer lo que quiera, si no
que puede hacer hasta los límites que la misma ley le establece. Esto es
un presupuesto necesario para considerar que estamos en un Estadode
derecho pleno. Para que este principio sea efectivo y que la
administración, en su actuación no cometa ilegalidades y abusos es
necesario que los medios de control sean efectivos. Hay que cuidar la
aplicación de legalidad pero también de la juridicidad.
Este principio lo encontramos erróneamente contenido en el artículo 239
de la Constitución Política de la República de Guatemala, el cual dice;
principio de legalidad; corresponde con exclusividad al Congreso de la
República decretar impuestos ordinarios, arbitrios y contribuciones
especiales, conforme a las necesidades del Estado y de acuerdo a la
equidad y la justicia tributaria, así como determinar las bases de
recaudaciones. Son nulas ipso jure las disposiciones, jerárquicamente
inferiores a la ley que contradigan o tergiversen las normas reguladoras
de las bases de recaudación del tributo.
b) Principio de Juridicidad: Juridicidad dice Osorio, “Tendencia Criterio
favorable al predominio de las soluciones de estricto derecho en los
asuntos políticos o sociales. Algunos autores prefieren la palabra de
juricidad, pero ha de estimarse barbarismo por aceptar la primera la
Academia y rechazar, con su silencio, la otra. El vocablo presenta
importancia jurídica por cuanto preconiza el imperio del derecho sobre el
uso de la furza. Los gobiernos de facto estiman la fuerza por encima de
la juridicidad (Osorio, pág.408).
Indistintamente se utiliza por algunos autores, las palabras “juridicidad” y
“juricidad”, y les dan a las dos palabras el mismo significado, es decir
que se toman como sinónimos, sin embargo lo correcto es utilizar la
palabra, “juridicidad”.
Caballenas, también se expresa en el mismo sentido de considerar a la
Juridicidad como: Tendencia a la aplicación del derecho estricto en
materias políticas y sociales. (Caballenas, pág. 468).
El principio de Juridicidad implica que las autoridades administrativas
deben actuar con sujeción a los principios generales del derecho, todos
aquellos que se derivan de la dignidad de la persona, pero también tiene
su base en la Constitución de la República, a los principios que surgen
de ella, a los convenios y tratados de carácter internacional, a la ley
formal y a los reglamentos.
Con la aplicación del principio de juridicidad no se le pone un límite de
accionar administrativo, si no su presupuesto de actuación no requiere
para su validez teórica de su positivización en una cláusula
constitucional expresa. El derecho es un elemento esencial e
indispensable del Estado un componente limitador de éste y, por ende,
también de la administración.
Suele confundirse el principio de legalidad con el principio de
juridicidad, manejando los conceptos como sinónimos, lo que es
incorrecto, pues no deben aplicarse con iguales significados, aunque
ambos conceptos son similares, podemos decir que la juridicidad es el
género y la legalidad es la especie.
Con la aplicación del principio de juridicidad implica someter los actos,
decisiones o resoluciones de la administración pública al derecho.
Podemos distinguir que si la actuación administrativa debe someterse al
derecho significa es una “ciencia” y toda ciencia descansa en
“principios” y toda ciencia tiene “instituciones doctrinarias” y por
supuesto el derecho es la “norma jurídica” que son elementos
importantes que contienen la ciencia del derecho administrativo. De lo
anterior podemos inferir que si la actuación administrativa debe ser
sometida al principio de juridicidad, implica la aplicación del derecho y
esto trae como consecuencia la aplicación en primer lugar la norma
jurídica, en caso de no haber una norma, necesariamente hay que
aplicar las instituciones doctrinarias.
El artículo 221 de la Constitución política de la República de Guatemala,
establece: Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Su función es de
controlar de la Juridicidad de la administración pública y tiene
atribuciones para conocer en caso de contienda por actos o
resoluciones de las entidades descentralizadas y autónomas del Estado,
así como en los casos de controversias derivadas de contrtos y
concesiones administrativas.
En este caso ni la Constitución ni la ley indican que la administración
pública y sus entidades deben actuar sobre la base principio de
juridicidad, pero desde el momento que la Constitución indica que el
Tribunal de lo Contencioso Administrativo es contralor de la juridicidad,
significa que la autoridad administrativa, irremediablemente debe
someter su actuación a la juridicidad, consecuentemente la juridicidad
es la base de la función administrativa.

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