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Universidad Autónoma de Baja California

Facultad de Medicina

Materia:
Nefrología

Docente:
Dra. Arias Rodríguez María Eva

Alumno:
Uriarte Jiménez Fernando

Ensayo Final
Strongyloides stercolaris después del trasplante renal: una
amenaza mundial

Mexicali, Baja California a 23 de Noviembre del 2022


Strongyloides stercolaris después del trasplante
renal: una amenaza mundial
Las infecciones post-trasplantes siguen siendo una causa mayor de morbilidad y
mortalidad. S. stercolaris es un parásito que afecta a 613.9 millones de personas, y se
asocia a un elevado índice de mortalidad en los trasplantes renales.

Caso clínico

Paciente femenina portuguesa de 53 años de edad residente de Lisboa, con


enfermedad renal terminal idiopática, se somete a un trasplante renal por donante finado,
tras 4 años en hemodiálisis. Comienza con protocolo de inmunosupresión inducida con
Basiliximab, y terapia de mantenimiento de inmunosupresión con Tacrolimus, Mofetil
Micofenolato y Prednisona. Anticuerpos donador-específicos fueron negativos. El
periodo post-trasplante se reportó sin eventualidades y fue dada de alta con SCr de 1.4
mg/dL.
Después de 3 meses, la paciente comienza con cuadro de anorexia, fatiga,
pérdida de peso y petequias en el área periumbilical y dorsal. Los resultados de
laboratorio revelaron eosinofilia periférica y un empeoramiento de la función del injerto
(SCr de 2.4 mg/dL). El examen coprológico demuestra la presencia de larvas de S.
stercolaris. Se descarta compromiso pulmonar mediante TC de pecho. Se da tratamiento
con Ivermectina 15 mg/día con Albendazol 400 mg 2 ID, al igual que Cotrimoxazol
profiláctico 480 mg/día.
La paciente evoluciona favorablemente con recuperación rápida de la función del
injerto y resolución de los síntomas. Se obtiene una muestra negativa de muestra de
heces tras 6 días. La eosinofilia periférica se resuelve tras un mes. Se suspende
Albendazol tras la primera muestra negativa de heces. Se mantiene Ivermectina diaria
hasta el día 21, posterior se mantiene administración mensual de 200 mg hasta
completar 6 meses de terapia. Tras descontinuar, el coprocultivo se mantiene negativo.
Al presente, la paciente permanece asintomática, con un conteo de eosinófilos periféricos
normal y función renal preservada con SCr de 1.5 mg/dL.
La latencia y los diagnósticos inadecuados de infección por Ss puede ser un problema si
reescribimos dosis altas de agentes inmunosupresores, como el régimen usado
actualmente para trasplante renal.
Con la inmunidad mediada por células dañada tras la iniciación de
inmunosupresión, las larvas de Ss se pueden diseminar libremente en los intestinos y los
pulmones, causando hemorragias gastrointestinales y disnea, una enfermedad clínica
llamada Síndrome de Hiperinfección por Strongyloides. Si no se controla
adecuadamente, la proliferación de las larvas puede causar falla multiorgánica, conocida
como Estrongiloidiasis Diseminada.

Algunas sociedades médicas han recomendado un tamizaje Ss pre-trasplante en


receptores y donadores para áreas endémicas. Una de las preocupaciones con el
tamizaje de Ss y la erradicación profiláctica son los costos. Sin embargo, si consideramos
la mejoría en los pacientes y la supervivencia de los injertos, puede ser razonable
justificar la implementación de tamizaje de Ss en el protocolo de trasplante.
Bibliografías
• Abrantes R, et al. Strongyloides stercoralis after renal transplantation—A global
threat. Nefrologia. 2021. https://doi.org/10.1016/j.nefro.2021.09.012

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