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La selva baja, una ecorregión que lucha por ser libre

¿Te has puesto a pensar en cuan diverso es nuestro Perú? ¿Y cómo se encuentra actualmente?
Selva Baja concentra más del 50% de la fauna que vive en el Perú

La Selva Baja es la ecorregión más grande y rica del Perú, es una de las zonas con mayor
biodiversidad del planeta, concentra más del 50% de la fauna que vive en el Perú y comprende
grandes extensiones de bosques, con árboles de enormes dimensiones que, a su vez, son
hábitat de numerosas especies de flora y fauna silvestre. Está ubicada a 800 a menos msnm
siendo parte de regiones como San Martín, Loreto, Ucayali, Huánuco y Pasco, sus territorios
han sido estudiados parcialmente. Todavía se conservan numerosas áreas vírgenes e
inexploradas, que probablemente den cuenta de una vasta riqueza que aún está por ser
conocida. La ecorregión de la Selva Baja se caracteriza por tener un relieve poco variado, un
sistema hidrográfico inmenso y complejo, gigantescas llanuras aluviales y zonas onduladas no
inundables.

En este bosque nada existe por el azar. Cada especie tiene una función, un motivo para vivir. La
utopía también es un bosque y crece a orillas del Amazonas, un paraíso del que los peruanos se
alimentan diariamente. De las 653 especies de frutas del Perú, al menos doscientas son de la
selva. Sus nombres nativos se enredan en la lengua, pero sus sabores intensos la exaltan,
obligan su elocuencia.

El bosque de selva baja, sin embargo, no solo llena estómagos; también es aliado de una labor
más global y estratégica: ninguna otra región como la Amazonía peruana concentra más
recursos ambientales contra el cambio climático y contaminación planetaria. Se estima que, en
cien años, gracias al proceso de fotosíntesis, cada hectárea de esta selva capturará hasta
setecientas toneladas de dióxido de carbono, un milagro de la depuración del aire. Pero se
trata de una ecuación frágil y justa: cada hectárea de selva arrasada termina lanzando a la
atmósfera la misma cantidad de gas venenoso que depuró, como un grito sordo, lo mismo que
una bocanada. El portento sigue, y deberá seguir para que la vida subsista. No ay dilema
posible ni otra oportunidad.

Sin embargo, en la actualidad esta gran biodiversidad se ve afectada debido a una de las más
criticas problemática, la deforestación, la cual es un problema que se viene manifestado de
forma gradual pero que se ha agudizado en los últimos años, trayendo como consecuencia una
disminución importante de la cobertura forestal a nivel mundial. Este problema se ha hecho
patente en la Amazonía peruana que es una de las regiones más afectadas por la agricultura
migratoria, la roza y quema asociada, la minería y la tala ilegal. Se presentan cifras de la
superficie de la Amazonía peruana y las tasas de deforestación registradas en los últimos diez
años, en el marco de la problemática nacional y mundial. Se detallan las causas de la
deforestación, cuyos resultados muestran cifras alarmantes que han rebasado las expectativas
previstas.

La deforestación en la Amazonía Peruana se ve en el propio país como una realidad lejana,


frente a la cual existe la sensación de que como sociedad civil no es posible realizar acciones
concretas para mitigarla; sin embargo, la presión de una sociedad activa sobre los gobiernos a
favor de la conservación de los bosques es de suma importancia. En ese sentido, es necesario
que la sociedad civil tome conocimiento de la problemática de la deforestación en el país y los
efectos de esta sobre aspectos de importancia nacional como es el cambio climático. En ese
esfuerzo, la producción académica sobre el tema es el referente de donde debe emanar ese
conocimiento; sin embargo, son aún pocos los estudios que en el Perú busquen entender las
causas de la deforestación y los instrumentos para combatirlos desde cualquier nivel de
participación en el que nos encontremos.

Una de las principales causas de esta problemática es la agricultura ilegal, la cual en esta
ecorregión se caracteriza por la práctica del sistema de “rozo, tumba y quema”, que consiste en
el corte de la vegetación herbácea y arbustiva seguida de la tala de árboles. Posteriormente, se
elimina mediante el fuego toda la biomasa, para dejar las tierras listas para la siembra. La
producción se mantiene por un periodo de dos o tres años y luego son abandonadas para
facilitar la regeneración natural y ser cultivadas nuevamente después de un periodo de
descanso que varía entre cinco a diez años (MINAM, 2009).

A pesar de la característica pobreza y falta de aptitud de los suelos amazónicos para la


producción agrícola, la agricultura ha experimentado una increíble expansión en la selva del
país. Ello se debe a que hoy en día existen políticas y condiciones económicas que fortalecen la
presencia de agentes externos que presionan sobre la tierra con fines agrícolas, entre los
principales actores están las nuevas agroindustrias de palma aceitera y cacao, y los migrantes
andinos y costeños. Las primeras se han abierto paso incentivadas por la globalización de las
cadenas de valor de estos productos y su creciente nivel de demanda, consecuencia de la
escasez de tierras de cultivo en el sudeste asiático hasta entonces, principales productores en
el mundo.

No obstante, en los últimos sesenta años, estas condiciones han sido transformadas
largamente. En el ámbito territorial, los procesos de nucleamiento y sedentarización de la
población indígena, impulsados por la llegada de la escuela y las iglesias evangélicas, se
consolida- ron durante las décadas de los setenta y ochenta con la imposición de la comunidad
nativa: en adelante, esta se constituyó como lógica dominan- te de asentamiento y
organización de estas poblaciones en territorios permanentes y restringidos. En el ámbito de la
población en comunidades generó las condiciones para la profundización de su integración al
Estado y sus servicios educativos y de salud, principalmente, los cuales han tenido un impacto
importante en la evolución del tamaño poblacional.

La reducción de los territorios económicos y el aumento del volumen poblacional han


generado una progresiva presión interna y consecuente escasez de recursos naturales. Como lo
demuestran diferentes etnografías, dado su alto nivel de depredación y desplazamiento. En
este marco, la tierra se posiciona como un recurso sobre el que se cierne un fuerte estrés. El
aumento del nivel de su demanda y las nuevas oportunidades de agricultura comercial
presionan tanto sobre su rol de auto subsistencia (chacra de productos tradicionales) como
sobre su potencial de producir dinero a través de cultivos cash crops como cacao, café u otros;
todo esto en el contexto de una economía que ha visto menoscabada su capacidad de
autoaprovisionamiento y es cada vez más dependiente del mercado.

Toda esta problemática genera impactos negativos en la biodiversidad y localidades que se


encuentran en estas regiones como por ejemplo en el ámbito social genera la disminución de
bosque amazónico a gran escala lo cual tendrá un impacto local, afectando la seguridad
alimentaria de la personas que dependen directamente de su biodiversidad, si como un
impacto global al perder gran capacidad del bosque para retener los agentes contaminantes
como el dióxido de carbono.
Por otro lado, la agricultura ilegal contribuye con la explotación de espacios forestales, la cual
extingue a los árboles más longevos, los cuales cumplen un papel importante en la realización
de rituales y costumbres tradicionales de las comunidades, además de que al reducir la
cantidad de árboles,. Conllevando a una disminución de la vegetación, lo que implica un
aumento de las temperaturas afectando a la supervivencia de pueblos indígenas y especies que
no estas acostumbradas a estas condiciones climáticas.

Además, la continuidad de esta prácticas que atentan y vulneran los derechos de los indígenas,
ante ello los gobiernos no están planeando proyectos que permitan reducir y mitigar esta
problemática, conllevando a la aparición de huelgas protestantes, ello se ve influenciado por
loa pandemia que freno las fiscalización en estas localidades.

Asimismo, debido al uso inadecuado y propio de estas áreas verdes, el turismo se ha reducido
generando una decadencia en la obtención de recursos económicos en esta localidades
generando que la población no pueda desarrollarse, asimismo la disminución de la producción
agrícola y ganadero afectan la obtención de recursos económico fundamentales para estas
localidades.

Ante esta situación propongo “AgroConciente”, el cual será una entidad que permitirá recibir a
distintas personas que necesiten la utilización de áreas naturales ubicadas en la Selva Baja, ello
permitirá reducir los índices de agricultura ilegal que se presentan en nuestro país ya que estos
individuos podrán acercarse a esta organización en la cual le explicaran los procedimientos que
les conllevaran a tener un área de cultivo, adaptada y adecuada para los usos agrícolas son
afectar la biodiversidad cercana.

AgroConciente contara con el apoyo del Minam organización que junto a su personal brindaran
el apoyo y guía a las personas que deseen tener estas áreas de cultivo de manera legal, esto
permitiría tener mapeado los lugares en donde se encuentren personas realizando esta
actividad primaria, y también administrara los cuidados y usos que les dan a estos lugares de
manera que ante un impacto a la fauna y flora de la región serán sancionados con las
respectivas armas y leyes vigentes, lo cual beneficiara a las comunidades indígenas que se
encuentren a su alrededor.

Asimismo, esta entidad les proporcionara recomendaciones y cuidados que deben de tener
para mantener el área fértil y productiva, además de la gestión de los recursos económicos que
se recaudaran esta actividad recibiendo el 10% de dinero el cual será utilizado para la
conservación y preservación de las áreas naturales de las regiones más afectadas.

Por otro lado, debido a la gran presencia de personas que realizan agricultura ilegal, las
personas que se les haya asignado un espacio agrícola contaran con un dispositivo electrónico
el cual les permitirá alertar ante la presencia de personas que estén realizando trabajos
inadecuado de estas áreas reservadas previniendo así la pérdida de biodiversidad en estas
localidades.

Consideramos que el objetivo de una política pública para el sector debería ser el reducir el
crecimiento de la PPM y PMA, erradicarla de las zonas prohibidas y ordenar aquella minería en
pequeña escala existente que cumpla con los requisitos legales, sociales y ambientales.

Asimismo propongo la creación de leyes que promuevan la preservación y cuidado adecuado


de las áreas de diversidad biológica ubicadas en la selva baja a través de la colocación de
cámaras de seguridad que prevengan la utilización inadecuada de estas áreas, asimismo esto
permitirá la seguridad necesaria para las especies de flora y fauna características de esta
región, lo cual conllevara a que las personas no intenten ingresar a estas áreas ya que tendrán
sanciones correspondientes por los delitos que se hayan presentado.

Este fortalecimiento de las áreas naturales debe implicar que exista absoluta claridad respecto
a sus competencias y funciones como Gobiernos Regionales; que los GR cuenten con
instrumentos de gestión territorial y ambiental, que les permita armonizar sus aspiraciones de
desarrollo plasmadas en los Planes de Desarrollo Concertados, con las políticas nacional que se
promueven desde el gobierno nacional. Que se fortalezcan sus capacidades técnicas, que la
OEFA en este caso de PPM y PMA cumpla un rol de fortalecimiento de capacidades y no de
fiscalización al desempeño de los funcionarios regionales; que se les dote de infraestructura y
logística necesarias para llevar a cabo su trabajo. Todo ello implica una asignación presupuestal
adecuada y no los 60 soles anuales en promedio por pequeño minero con el que cuentan
actualmente. La articulación entre Plan de Desarrollo Concertado, Presupuesto Participativo y
Comisión Ambiental Regional es clave para abordar este tema tan complejo.

En el corto plazo, se requiere esclarecer los procedimientos administrativos para la fiscalización


y sanción entre el gobierno nacional y los gobiernos regionales. Asignar una partida
presupuestal determinada a órganos de fiscalización ambiental del GR. Promover
fortalecimiento de áreas de gestión ambiental. Fortalecer capacidades de actores de sociedad
civil. Generar actividades económicas alternativas para quienes no podrán formalizarse.
Desarrollar instrumentos de gestión territorial y ambiental. Brindar información oportuna y
transparente a los mineros en proceso de formalización. Informar transparentemente a los
mineros que no podrán formalizarse. Efectivizar la implementación de la “ventanilla única”,
para los trámite de formalización de la actividad minera.

Estas medidas no podrán realizarse si no existe un clima de diálogo y concertación, en el que


estén involucrados todos los actores, en particular los pueblos indígenas y pequeños
agricultores que han mostrado su voluntad política de coadyuvar a resolver este problema. Las
estrategias para avanzar hacia soluciones duraderas deberán combinar lo técnico, con lo
ambiental con lo social, organizativo, económico, legal y cultural.

En conclusión, nuestro país es megadiverso con distintos tipos de clima, fauna, flora y relieve
que los hacen ser destacados en el mundo, los cuales en la actualidad se ven afectados por la
falta de acción por parte de las autoridades, ante ello propongo estas alternativas de solución
que permitirán reducir una de las principales causas de este deterioro y perdida de
biodiversidad a través del uso adecuado de estas áreas naturales y su mantenimiento u
seguimiento previniendo su destrucción y maltrato, esperemos que en un futuro cercano
rebujamos estos conflictos y seamos un país mas desarrollado.

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