Introducción: "De los Delitos y de las Penas" es una obra fundamental en el

ámbito del derecho penal escrita por el jurista italiano Cesare Beccaria. Publicada
por primera vez en 1764, esta obra se ha convertido en un hito en la historia de la
criminología y ha ejercido una profunda influencia en la reforma de los sistemas de
justicia penal en Europa y más allá.
Aspectos Principales de la Obra: "De los Delitos y de las Penas" se centra en
criticar los sistemas de justicia penal de la época, que eran caracterizados por su
crueldad, arbitrariedad y falta de proporcionalidad en las penas. Beccaria
argumenta que el propósito principal de la ley penal debe ser prevenir el crimen y
proteger a la sociedad, en lugar de simplemente infligir sufrimiento a los
delincuentes. Algunos aspectos clave son:
1. Proporcionalidad de las Penas: Beccaria aboga por la proporcionalidad
entre el delito cometido y la pena impuesta.
2. Abolición de la Tortura y la Pena de Muerte: Beccaria se opone
rotundamente a la tortura y a la pena de muerte, argumentando que son
ineficaces y contraproducentes.
3. Derechos del Acusado: Beccaria destaca la importancia de garantizar los
derechos básicos de los acusados, como el derecho a un juicio justo, a
presentar pruebas y a defenderse adecuadamente.
4. Prevención del Crimen: Beccaria introduce el concepto de "deterrencia
racional", argumentando que las penas deben ser lo suficientemente
predecibles y certeras para disuadir a los posibles delincuentes de cometer
crímenes.
Época en que se Escribió: La obra fue escrita en la época de la Ilustración, un
período de cambios intelectuales y sociales en Europa.
Experiencia de Aprendizaje: La lectura de "De los Delitos y de las Penas" fue
una experiencia reveladora y enriquecedora. La obra permitió comprender la
importancia histórica de las ideas de Beccaria en la evolución de la justicia penal.
Su enfoque humanitario y lógico sobre la penalidad desafió mis preconcepciones
sobre los sistemas legales del pasado y su influencia en la actualidad. La obra
también resaltó cómo las ideas progresistas pueden trascender su época y dejar una
marca duradera en la sociedad.