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adolescencia
1. ¿Qué es la salud mental?
La salud mental es la capacidad de sobrevivir, readaptarse y convivir con las
emociones vividas. Por lo tanto, no es la ausencia de malestar o sufrimiento, sino que,
pese a la existencia del mismo, ser capaz de sobrellevarlo, readaptarse, con sus más
y sus menos, habiendo aprendido a abrazar a la tristeza.
Hay muchas teorías acerca de la salud mental, por ejemplo, como que todos nos
movemos en un constructo en el que, a veces, por circunstancias de la vida, hay más
estrés, tristeza o ansiedad que nos hacen parecer que perdemos la salud mental, pero
esta salud mental es el asentamiento general de los sentimientos, no de un
sentimiento puntual.
La conclusión es que hay diferencias entre hombres y mujeres en cuanto al acto del
suicidio. En tanto que los hombres tienden a consumar el suicidio con mayor
proporción, las mujeres lo intentan con más frecuencia. En este enlace hay una guía
de prevención o duelo del suicidio: BVCM017534_Guía de autoayuda. Prevención del
suicidio. ¿Qué puedo hacer? (Oficina Regional de Salud Mental) (madrid.org)
Este programa, llevado a cabo por el colegio de psicología, está realizando este
programa en centros tanto públicos, como concertados y privados a nivel nacional
(empezando por la comunidad de Madrid) para hacer un estudio de la salud mental
de los adolescentes para dar recursos de intervención en el entorno educativo,
generando herramientas para aplicarlas en el aula. Conforme esta investigación
obtenga resultados, se va a imperar en el resto de los centros a modo de necesidad
primaria.
2. Los principales problemas psicológicos en adolescentes
En general, la mayoría de los trastornos se dividen en dos tipos:
Todo ello puede provocar distintas formas de reaccionar: puede generar ansiedad,
irritabilidad y rechazo hacia el estudio o bien una actitud pasiva con sensación de
impotencia y desmotivación. En cualquier caso, empieza a desconfiar que pueda
superar nuevos obstáculos, no ve la salida, tiene una sensación de pérdida de control,
y acaba por interiorizar el fracaso escolar como suyo, asumiéndolo como algo peor:
un fracaso existencial.
En estas condiciones, es difícil que el adolescente sea capaz de dominar los impulsos
(soledad-tristeza, rabia-agresividad…) y esto puede llevarle a diversas conductas de
riesgo (borracheras, abuso de sustancias, huidas, accidentes, intentos de suicidio…)
de consecuencias imprevisibles.
2.3. Depresión
La depresión es uno de los males psicológicos que más afectan a las personas, y los
adolescentes no escapan de esta realidad. Este trastorno consiste en los síntomas y
presencia de un estado de ánimo patológicamente bajo. A su vez, existen diferentes
tipos de depresión que se presentan en los jóvenes, pero también en los niños y
personas de edad avanzada. Además, se prevé que desde el año 2020, la depresión
pase a convertirse en la segunda causa más común de discapacidad, después de las
enfermedades cardiovasculares. Se estima que afecta a 1 de cada 6 españoles en
algún momento de su vida. Los tipos de depresión son:
Todo esto hace que nada parezca tener sentido y que aparezcan ideas
relacionadas con las autolesiones, para poder conectar con algo, o con el
suicidio, para poder dejar de sufrir.
La adolescencia es una etapa vital en la que este trastorno puede aflorar como
consecuencia de la preocupación excesiva por la imagen de uno mismo que se va a
dar ante los demás. Hay una autoestima muy baja, debido a los traumas, que hacen
crear barreras emocionales y mentales entre el resto de la sociedad y ellos. Es tal la
magnitud de este trastorno que los jóvenes pueden presentar crisis de angustia y
taquicardia cuando se ven obligados a comunicarse con los demás.
Esta presión por ofrecer la mejor versión de uno mismo vuelve a los jóvenes,
especialmente a las mujeres, más vulnerables a los trastornos de la conducta
alimentaria, cuyos síntomas acostumbran a estar ligados a una necesidad obsesiva de
control del propio peso corporal.
En el caso de la bulimia hay que tener cuidado porque puede permanecer en secreto
durante mucho tiempo hasta que comienzan a aparecer los problemas de salud. Esta
enfermedad se caracteriza por tremendos atracones de comida y, después, el temor
a que la comida les haga engordar, por lo que se desarrollan actitudes para evitarlo
(vómitos, periodos de ayuno, laxantes…)
2.5.2. Anorexia nerviosa
La anorexia nerviosa es la pérdida abrupta y significativa de peso corporal que está
acompañada de problemas de salud, principalmente de desnutrición. A su vez, esta
pérdida desproporcionada de peso está asociada a una conducta patológica dañina
que lleva a los jóvenes a realizar un control minucioso de su ingesta de alimentos por
el temor de aumentar de talla. Al igual que la vigorexia, supone una distorsión de la
imagen corporal real asociada a la baja autoestima. Las personas anoréxicas
consideran que tienen sobrepeso, aunque en realidad luzcan muy delgadas. Aunque
se trate de un trastorno predominante en mujeres, también se da en hombres.
Lo más grave de este trastorno es que, luego de estos atracones de comida, los
jóvenes realizan rituales de purga para evitar ganar peso, como provocarse el vómito.
Otro aspecto curioso de la bulimia es que quienes la sufren son conscientes de que
su conducta alimentaria es patológica y errada, pero aun así no logran mejorarla.
2.5.4. Vigorexia
La vigorexia es un trastorno de la conducta alimentaria que implica la dismorfia
muscular, que se conoce como síndrome de Adonis o anorexia inversa. Las personas
con vigorexia padecen una obsesión por lucir fuertes y con grandes músculos, lo que
los lleva a abusar de sustancias dañinas o a tener regímenes de alimentación
extremista. El dilema que enfrentan los jóvenes con este mal es que, aunque
aumenten su musculatura, no dejan de verse delgados y débiles.
Uno de los grandes problemas de los adolescentes es que pueden tener dificultad
para separar la realidad de las alucinaciones y desarrollan conductas antisociales. Por
esta razón, la atención psicológica resulta fundamental para reestablecer la salud
mental de estos individuos, al igual que los procesos médicos orientados a la
desintoxicación.
Las causas de estas situaciones pueden ser: déficit de conocimientos previos, falta
de interés por el área, falta de esfuerzo o trabajo, bajo autoconcepto, estrategias
de trabajo inadecuadas, técnicas de estudio inadecuadas, falta de hábito de
trabajo y estudio, inadaptación o falta de integración en el grupo. Pero también
puede darse una falta de apoyo familiar, deficiencias en comprensión de
conceptos básicos, deficiencia en compresión lectora, deficiencia en la relación
de datos, conceptos e ideas, deficiencia en expresión oral y escrita, deficiencia en
razonamiento lógico y deficiencia en identificación y resolución de problemas.
Sin embargo, lo ideal sería adoptar la siguiente actitud: aceptar mis errores para
transformar desde la serenidad.