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Oración personal de cubrimiento

La única manera de vencer es tomando las armas espirituales, conforme a


lo que dice San Pablo, y sellándonos con la Sangre preciosa de nuestro
Señor Jesucristo: en lo personal, lo familiar, lo físico, etc. Se sugiere
hacer las antes de empezar a trabajar, hacer negocios, realizar un viaje,
etc.
a) Entrega:
Yo, N.N, me coloco en la presencia de Jesucristo y me someto a su Señorío.
Me pongo la armadura de Dios, para que en el día malo pueda resistir y
permanecer firme a pesar de todo. Me mantengo firme tomando la verdad
como cinturón, la justicia como coraza; llevo el escudo de la fe y así puedo
atajar las flechas incendiarias del demonio; acepto la salvación y la espada del
Espíritu Santo, o sea, la Palabra de Dios.

b) Sellamiento:
En el nombre poderoso de nuestro Señor Jesucristo, muerto y resucitado,
yo clamo y reclamo su preciosísima Sangre sobre mí, sobre este lugar, en el
aire, la atmósfera, el agua, el fuego, el viento, la tierra, lo subterráneo, los
abismos, las fuerzas satánicas de la naturaleza y el bajo mundo, y todos sus
frutos a mi alrededor.
Yo, N.N, sello en la Sangre preciosísima de Jesús: mi cuerpo , alma, mente
(consciente, subconsciente e inconsciente) y espíritu; mi pasado , presente y
futuro; todo lo que soy , lo que hago y lo que tengo; sello el norte y el sur, el
oriente y el occidente; la puerta de los abismos, lo alto y lo profundo, lo
ancho y lo largo; este lugar (nombre el lugar donde está) y a todos los
presentes; mi familia y a todas las familias y asociados a estos presentes; a
sus lugares y posesiones; animales, cosas y fuentes de ayuda en la Sangre de
Jesús. Amén.
ORACIONES BREVES DE ATADURA, ROMPIMIENTO Y RENUNCIA
PERSONALES
Esta oración se debe hacer tres (3) veces seguidas.

Oración breve de atadura personal


Con el poder de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, por
los méritos de la pasión dolorosa de nuestro Señor Jesucristo, yo: N.N., en
virtud de mi santo bautismo, y apoyado en su Divina Palabra, con la
intercesión de la Inmaculada y siempre Virgen María, de San Miguel Arcángel,
de San José, de San Francisco de Asís, de San Pío de Pietrelcina, del Santo
Cura de Ars, de Santa Laura Montoya, del beato Padre Marianito, de todos los
santos y santas, de toda la corte celestial: ato, encadeno, aíslo, azoto,
circundo, quemo, clavo, traspaso, ahogo, amordazo y humillo, a todos y a
cada uno de los espíritus del mal que estén en mí N.N., como consecuencia
de mis propios pecados, o que por brujería, hechicería, maleficio, santería,
vudú, maldición o invocación, hayan puesto en mí N.N., en mi cuerpo, alma y
espíritu; con sus aspectos de: angustia, opresión, desesperación, depresión,
ira, violencia, alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, dolor físico, moral o
espiritual, ruina económica, enfermedad, muerte, paranoia, esquizofrenia,
bipolaridad y, ligaduras afectivas o sexuales, etc. y los envuelvo, setenta veces
siete, en el manto púrpura de nuestro Señor Jesucristo, los sumerjo en su
preciosísima Sangre, los envío a su Sepulcro, y éste lo sello con la piedra que
cubrió el Santo Sepulcro; quedando éste sellado con la Justicia Divina, y no
podrán salir de allí hasta que se conviertan. Esto lo ordeno y lo hago para la
gloria de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo. Amén.

Oración breve de rompimiento personal


Con el poder de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, por
los méritos de la Pasión dolorosa de nuestro Señor Jesucristo, con la
intercesión de la Inmaculada y siempre Virgen María y de San Miguel
Arcángel: rompo, deshago, desbarato, pisoteo, disuelvo, aniquilo, invalido,
arranco y anulo con la Santísima Sangre de nuestro Señor Jesucristo y la
espada de San Miguel Arcángel: todo pacto, semipacto, sello, cadena,
atadura, ligadura sexual o afectiva y consagración que por medio de
maleficios, hechizos, vudú, santería, control mental o desdoblamientos me
hayan hecho a mí N.N., en mi cuerpo, alma y espíritu, a mi familia o a mis
bienes materiales, y rompo todas las consecuencias como impedimentos
laborales, ruina económica, división familiar, enfermedad, muerte, locura,
paranoia, esquizofrenia, parálisis y bloqueo mental, espiritual o intelectual,
etc.
Esto lo ordeno y lo hago para la gloria de Dios Padre, de Dios Hijo y de
Dios Espíritu Santo. Amén.

Oración breve de renuncia personal


Con el poder de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, por
los méritos de la Pasión dolorosa de nuestro Señor Jesucristo, con la
intercesión de la Inmaculada y siempre Virgen María, de San Miguel Arcángel
y con la fuerza del Espíritu Santo, yo, N.N.: renuncio, arranco, rechazo y
expulso de mi cuerpo, alma y espíritu, de mi familia y de mis bienes
materiales a todo espíritu o alma perdida o deshonrada que por brujería,
hechicería, maleficio, santería, vudú, maldición o invocación, estén
provocando en mí N.N.: angustia, opresión, alcoholismo, drogadicción,
lujuria, celos, demencia, locura, paranoia, esquizofrenia, violencia, ruina
económica, enfermedad, muerte, ligaduras afectivas o sexuales, etc., y los
envío envueltos setenta veces siete en el manto púrpura de nuestro Señor
Jesucristo a su costado abierto, para que Él disponga de ellos, reciban su
salvación, no interfieran en mi liberación, y nunca más vuelvan a
atormentarme a mí N.N.
Esto lo ordeno y lo hago para la gloria de Dios Padre, de Dios Hijo y de
Dios Espíritu Santo. Amén.
Oración para liberarse de alguna maldición
Si usted es consciente o prevé que lo han maldecido o han maldecido a
alguien de su familia, su trabajo, a sus bienes materiales, rompa todo esto
con esta oración.
“Pero Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose Él mismo
maldición por nosotros”. Ga 3, 13.
(Proclame en voz alta, despacio, detenidamente y sin distraerse)
Señor Jesucristo, creo que Tú eres el Hijo de Dios, que Tú moriste en la Cruz
por mis pecados y resucitaste de entre los muertos. Renuncio a mi rebeldía y
a todos mis pecados y me someto a Ti como mi Señor, comprometiéndome a
servirte y obedecerte.
Confieso todos mis pecados y te pido perdón especialmente por cualquier
pecado que me haya expuesto a una maldición.
Yo decido perdonar a todos los que me han hecho daño o juzgado mal, tal
como quiero que Dios me perdone a mí, en particular perdono a: N.N.
Renuncio a todo lo que se relacione con cualquier objeto ocultista o satánico;
si poseo alguno de esos objetos, me comprometo a destruirlo y rompo
cualquier opresión de satanás sobre mí.
En el nombre de Jesús, rechazo cualquier fuerza maligna de las tinieblas que,
en alguna forma, haya entrado en mi vida, por mis propias acciones, por
acciones de mi familia, de mis antepasados, o de alguna otra cosa que no
conozca.
Ahora Señor, renuncio a toda sombra o fuerza maligna que haya en mi vida,
me deshago de ella, y me libero totalmente de su poder.
Señor Jesucristo, creo que en la Cruz tomaste sobre Ti, toda maldición que
pudiera haberme alcanzado; por eso, te pido ahora que me liberes de
cualquier maldición sobre mi vida.
Por fe recibo mi liberación y te doy gracias por esto. Señor, me abro a recibir
el Espíritu Santo, con toda clase de bendiciones y te doy las gracias por ello.
Amén.

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