Texto narrativo

Frase:
Vivimos en un mundo donde una pizza llega más rápido
que la policía o un Uber llega antes que la ambulancia

Justicia para Debanhi

Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, una chica de tan solo 18 años de edad, desapareció el 9 de abril, luego de
haber acudido a divertirse a una fiesta junto con tres de sus amigas: Ivonne, Alejandra y Jessari; en la colonia
Nueva Castilla en el municipio de Escobedo Nuevo León, después de 9 días la familia perdió rastro de ella.
Debanhi apareció muerta en una cisterna del motel Nueva Castilla, a las afueras de Monterrey el pasado 21 de
abril, después de que se perdiera su rastro el 9. Su cadáver estaba al fondo del tanque, de unos 4 metros de
profundidad, pero con solo 90 centímetros de agua, queda más que claro que no murió ahogada. Estaba descalza,
según señalo el padre en una entrevista con medios locales. Unas imágenes de las cámaras de seguridad captaron
a la chica corriendo al entrar a ese motel a las 4:56 de la madrugada cerca de la zona ajardinada de donde estaba
la cisterna.
La fiscalía difundió las imágenes y lo peor fue que no menciono un detalle importante: después de la última
imagen de la joven, concretamente casi una hora más tarde, se observa una sombra y un coche que se estaciona
en la puerta del motel. Ahí se sube un hombre y se marcha, poco después las autoridades mencionaron a esos dos
nuevos sospechosos, pero hasta una semana después de que se difundieran los videos de las cámaras de
seguridad del motel y de que miles de usuarios en las redes se percataran de estos hombres. La nueva fiscalía
encargada del caso y portavoz de los avances, Griselda Muñez titular de feminicidios informo de que se interrogo
al dueño del vehículo y al conductor, pero tampoco se obtuvo información.
La parte de la autopsia de la joven que la Fiscalía hizo pública señalo como causa de la muerte un golpe fuerte en
la cabeza, “profundo”. Pero ni el informe completo ni los detalles de la autopsia independiente solicitada por su
padre, Mario Escobar, han sido revelados
La credencial en los Condominios Constitución y los dos hombres que estaban cerca del lugar donde murió
Debanhi aquella noche son las últimas pistas de un expediente que se complica cada día más. Las autoridades
insisten en que “no descartan ninguna línea de investigación”, cuando resulta crucial que vayan descartando
algunas. Como, por ejemplo, la que apuntaba a un accidente, que ella se pudo caer sola a la cisterna y que
provocó la ira de la familia y de los colectivos feministas. La falta de respuestas y el misterio sobre el caso, que se
ha convertido en el símbolo de la tragedia de un Estado y de un país —con 11 feminicidios diarios—, supone un
pesado lastre para las autoridades: Si no hay justicia para Debanhi, con toda la presión mediática y pública, ¿habrá
para las que faltan?
Si yo estuviera en esa situación realmente me gustaría que el gobierno tome medidas y de soluciones a mis
familiares, pues es doloroso perder a un ser querido, pero más doloroso es no recibir justicia, más cuando se le
pide a gritos a un gobierno y no hay respuestas concretas.