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RENOVACIÓN CARISMÁTICA CATÓLICA

Coordinación Nacional del Perú


Ministerio Nacional de Formación y Liderazgo
Material elaborado por: Miguel Ángel Alort Palacios (RCC - Callao)

La verdadera Iglesia de Cristo


CONTENIDO:
1. Introducción
2. La verdadera Iglesia de Cristo
3. Algunos casos de división en la historia de la Iglesia
4. Nuestra identidad católica
5. El primado de Pedro

1. INTRODUCCION

El presente folleto tiene la finalidad de brindar


información y conocimientos a cerca de los
principios fundamentos de nuestra fe católica,
ayudar a nuestros hermanos a no dejarse confundir
por las sectas protestantes que a diario tocan
nuestras puertas, engañando, confundiendo y
llevando a nuestros hermanos al error.

Es cierto que muchos católicos se dejan engañar


por estas sectas protestantes que crecen día a día a
costa de los católicos que no conocen su verdadera identidad, sea por falta de formación
y conocimiento en este aspecto.

En tal sentido nos esmeraremos en difundir los temas en la que las sectas protestantes
insisten tales como:

 La verdadera Iglesia de Cristo


 La Jerarquía
 El Bautismo
 Las Imágenes
 La Cruz
 La Virgen María
 Y otros más.

A pesar de las objeciones y de los errores de nuestros hermanos protestantes tenemos la


convicción de que el anhelo de Cristo se va a realizar algún día si somos
verdaderamente dóciles a la acción del Espíritu Santo.

Jesús dijo: “Yo soy el buen Pastor y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mi”
“tengo otras ovejas que no son de este corral. A ellas también las llevaré; escucharán mi
voz, y habrá un solo pastor” (Jn 10, 14-16).

“Que todos sean uno, como tu, Padre, estás en mi y yo en ti. Que ellos también sean uno
en nosotros, para que el mundo crea que tu me has enviado” (Jn. 17,21).

“Esto es lo que les mando: que se amen unos a otros” (Jn. 15,17).

Para que se cumpla el anhelo de Cristo, todos los bautizados tenemos que unirnos en
amor, trabajando día a día para que el reino de Dios se extienda en el mundo y cuando
llegue el día de la venida del Señor, nos encuentre bien unidos.

2. LA VERDADERA IGLESIA DE CRISTO

“Aparecerán falsos Mesías y falsos profetas, que harán señales y prodigios con el fin de
engañar, aún a los elegidos, si fuera esto posible. Ustedes, pues estén preparados; de
ante mano se lo he advertido” (Mc. 13,22-23).

“No es que haya otro, sino que ciertas personas han sembrado la confusión entre ustedes
y quieren dar la vuelta al Evangelio de Cristo” (Gál. 1,7).

Han pasado 2000 años de la venida de Jesús y desde que Cristo fundara su Iglesia en
Palestina con sus doce apóstoles con Pedro a la cabeza y nos damos cuenta que las
profecías se cumplen es por ello que debemos estar preparados cuando estas acontezcan.

Ante la aparición de muchos grupos que se consideran “iglesia de cristo” iglesia


cristiana” que son cientos, miles y con diversos nombres, entonces, conviene hacer la
siguiente pregunta: ¿Cual es la verdadera Iglesia que fundó Cristo?

Nosotros contestamos, la Iglesia que fundó Cristo es la Iglesia Católica.


¿Por qué la Iglesia Católica?

Porque la Iglesia Católica es la única que desde sus inicios tiene como fundador a Jesús
y al apóstol Pedro como su sucesor hasta el actual Papa. Su último apóstol, así lo
demuestran los documentos históricos y las Encíclicas que dejaron los Papas a través de
los siglos hasta nuestros tiempos.

Los demás grupos, denominaciones protestantes o sectas protestantes tienen entre otros,
cuatrocientos, trescientos, doscientos, cien, cincuenta, diez, dos años y hasta horas de
fundados. Entonces la pregunta es: ¿Cómo pueden afirmar que son la verdadera Iglesia
de Cristo?

Es conveniente aclarar a nuestros hermanos separados, ¿Qué antigüedad tiene sus


congregaciones, denominaciones o iglesias? La verdad es que ninguno de ellos pasan de
cien años, tal vez alguno tenga cuatrocientos años pero aún con todo eso no satisfacen la
pregunta.

Si bien es cierto, un día te hablaron muy bonito de Cristo, pero no te dijeron sus
orígenes y la sucesión se sus jefes hasta su fundador.

Por lo tanto, no es cierto que Jesús ordenó fundar iglesias como algunos líderes de las
sectas protestantes la afirman. Jesús no autorizó a ninguna persona fundar otras iglesias,
todo lo contrario, Jesús dijo al discípulo Pedro: “y ahora, yo te digo: tu eres Pero, o sea
Piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt 16, 18).

Por lo tanto Jesús no dijo sobre esta piedra edificaré “mis iglesias” menos aún decirle a
otra persona “desde ahora tu serás el sucesor de Pedro porque a partir de ahora las cosas
van a ser diferentes” como suelen decir algunos detractores de la Iglesia Católica, sino
que le dijo a Pedro: “los poderes del infierno no podrán vencerla” (Mt 16, 18).

Salieron de la Iglesia católica

Es cierto que algunos salieron de la Iglesia Católica revelándose contra la autoridad


eclesiástica y otros se aprovecharon para seguir fundando sectas protestantes con el fin
de tener poder, autoridad y dinero.

La Biblia muestra claramente que aquellos que salen de la Iglesia que fundó Cristo y
enseñan otras doctrinas los llama ANTICRISTOS y PERTURBADORES. He aquí
algunas citas bíblicas:

“Hijitos míos, es la última hora y se les dijo que tendría que llegar el anticristo; y en
realidad, ya han venido varios anticristo, por donde comprobamos que esta es la última
hora. Ellos salieron de entre nosotros mismos, aunque realmente no eran de los nuestros.
Si hubiesen sido de los nuestros se habrían quedado con nosotros. Al salir ellos, vimos
claramente que entre nosotros no todos eran de los nuestros” (1 Jn 2,18-19).

“En realidad no es que haya otro Evangelio, sino que hay entre ustedes algunos
perturbadores que quieren trastornar el Evangelio de Cristo. Pero aunque viniéramos
nosotros o vinieran del cielo algún ángel para anunciarles el Evangelio de otra manera
que lo hemos anunciado, ¡sea maldito!” (Gál 1,7-8).
3. ALGUNOS CASOS DE DIVISION EN LA HISTORIA DE LA
IGLESIA

En los comienzos de la Iglesia, en Corinto se presentó un caso de rivalidad entre los


cristianos, y fue el apóstol Pablo quien les hizo una severa llamada de atención
diciendo:

“Tuve noticias de ustedes por gente de la casa de Cloe y me hablaron de rivalidades. Así
lo entiendo yo, puesto que unos dicen: “yo soy de Pablo”, otros: “yo soy de Apolo” o:
“yo soy de Pedro”, o: “yo soy de Cristo” ¿Acaso Cristo esta dividido? ¿O yo Pablo, he
sido crucificado por ustedes? ¿O ustedes fueron bautizados en el nombre de Pablo? (1
Co 1,11-13).

“Les ruego en el nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor que se pongan de acuerdo y
superen sus divisiones; lleguen a ser una sola cosa con un mismo sentir y los mismos
criterios” (1 Co 1,10).

El primer pecado de la Iglesia es la división de los creyentes. En Corinto aprovecharon


el nombre de un apóstol para propiciar la separación y constituirse en un grupo aparte.

La desobediencia, el egoísmo y el orgullo de los líderes y personas son las causas de la


división que en muchos casos afectan a los fieles creyentes, provocando la confusión y
el error a cerca de la fe en Cristo y su Iglesia.

El cisma en la Iglesia: Católicos y Ortodoxos

Siendo Roma capital del Imperio de Occidente, el Papa, Obispo de Roma fue aceptado
sin ninguna objeción por los católicos del Imperio de Oriente.

Cuando los bárbaros invadieron el imperio de Occidente, la parte Oriental del Imperio
Romano resistió a las invasiones de los bárbaros; y poco a poco la Iglesia de Oriente se
fue separando de la Iglesia de Occidente.

La diferencia entre los católicos tanto de Oriente como de Occidente se hicieron


notorias tanto por la cultura, el idioma y las practicas religiosas, a pesar de que ambas
guardaban la misma fe, cometieron el pecado de fijarse más en sus propias costumbres
que en la fe común; y así la Iglesia de Oriente se fue apartando del Papa, sucesor de
Pedro en Roma. Esta parte de la Iglesia de Oriente actualmente se llama Iglesia
Ortodoxa o griega.

Las incomprensiones y diferencias entre ambas iglesias se fueron radicalizando cada


vez más, en el año 1054 el Patriarca de Constantinopla, Miguel Cerulari, desestimó la
costumbre latina de consagrar los panes ázimos, es decir sin levadura, durante la misa.

Posteriormente, después de extensos diálogos con los representantes del Papa León IX,
dirigido por el cardenal Humberto de Silva Cándido, se produjo la ruptura definitiva
mediante excomuniones mutuas.
La forma de organización es parecida a la Iglesia Católica, cada obispo es representante
de su diócesis. El obispo de Roma es el representante y vocero de todos los obispos de
la Iglesia, pero no tiene autoridad sobre los demás obispos.

La eucaristía es celebrada con panes que tienen levadura, para ellos el Espíritu Santo
procede solamente del Padre, en cambio la Iglesia Católica enseña que el Espíritu Santo
procede del Padre y del Hijo.

En la actualidad la Iglesia Católica a través del Papa mantiene un dialogo ecuménico de


acercamiento para restablecer la unidad.

El Patriarca de Grecia El Papa, sucesor de Pedro

Martín Lutero y el origen del Protestantismo

Al finalizar la edad media, la Iglesia Católica se encontraba en una decadente y delicada


situación moral y religiosa que alcanzaba el entorno de la más altas Jerarquías
eclesiásticas, las autoridades de la Iglesia se afanaron por buscar honores sociales y
políticos, cayeron en diversiones desmedidas, ambicionaron el poder como también el
dinero. Esa fue la realidad de la mayoría de sacerdotes, obispos, cardenales y Papas.

En aquella época se permitieron muchas prácticas religiosas muy dudosas, la autoridad


de la Iglesia no se veía ya como una autoridad divina y la obediencia a la Iglesia como
un acto de fe.

Lo que dio inicio a la protesta fue el permiso que el Papa León X (1513-1521) concedió
al príncipe Alberto Maguncia (Alemania) con el objeto de sacar fondos para la
construcción de la Basílica de San Pedro el año 1517.

Ese mismo año un sacerdote agustino llamado Martín Lucero se indignó contra los
abusos que se venían cometiendo, publicando 95 proposiciones a cerca de las doctrina
de las indulgencias, llenas de ataques en contra de la autoridad eclesiástica y muchos
apoyaron su posición.
Martín Lutero afirmó el concepto de que la Iglesia es una sociedad invisible y que
solamente el pecado nos aparta de ella más no la autoridad eclesiástica. Negó que la
Iglesia fuera una institución de salvación y que solamente la palabra de Dios provoca el
acto de fe y así la persona logra la justificación (salvación).

Lutero decía que la Iglesia es una entidad invisible y sin estructuras visibles ni
jerárquicas. Para el, la Iglesia no es una institución divina y no tiene carácter absoluto
menos autoridad divina obligatoria.

Rechazó los sacramentos, excepto el bautismo y la cena del Señor, pidió el matrimonio
de los sacerdotes y el establecimiento del divorcio. Lucho en contra del culto a la
Virgen y los santos, e introdujo el uso de la lengua popular en el culto, rechazando el
latín.

En 1521 el Papa León x excomulgó a Lutero. Para evitar la división del imperio, Carlos
V lo invitó a Works para que aclarara su pensamiento. No hubo ningún resultado
favorable. Algunos príncipes alemanes apoyaron a Lutero, para quedarse con los bienes
de la Iglesia.

En el año 1521 los campesinos se levantaron en armas, pidiendo reivindicaciones


sociales y económicas. Los ricos, apoyados por Lutero, los vencieron con la fuerza,
recíprocamente Lutero también apoyó a los ricos, aunque se tratara de algo injusto.
Liberándose de la autoridad del Papa, cayo bajo el yugo de los príncipes, para poder
sobrevivir.

En 1530 el emperador Carlos V citó a la conferencia de Augusta para recomponer la


unidad. No hubo éxito, Al contrario, se formó la Liga Esmalkalda o unión de los
ejércitos protestantes para luchar en contra del emperador católico.

En el año 1546 murió Lutero. Con la paz de Augsburgo (1555) se aceptó


definitivamente el hecho de la división religiosa.

Martín Lutero La Biblia Luterana


Inglaterra se aparta de la Iglesia católica

El motivo que permitió la ruptura de Inglaterra con Roma fue la actitud prepotente y
autoritaria del rey. El rey Enrique VIII pidió al Papa Clemente VII la anulación del
matrimonio con su legítima esposa, Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena.

El Papa se rehusó al pedido con toda firmeza, fiel al mandato de Cristo: “lo que Dios
unió, no lo separe el hombre” (Mc. 10,9). Esta situación motivó al rey Enrique VIII, en
el año de 1534 separar a su país de Roma y a partir de ese momento se declaró Jefe
único y Supremo de la Iglesia de Inglaterra.

Su perversidad permitió mandar a matar a su nueva esposa para casarse con Juana
Seymur. A la muerte de ésta última se volvió a casar con Ana de Clevri de la cual se
divorció para casarse con Catalina Howard. También a ésta mandó matar para casarse
con Catalina Parr.

No cabe duda que el motivo y las razones de la ruptura con la Iglesia Católica fueron
causas nada “teológicas” sino por el contrario fueron de carácter autoritario del rey lo
que llevó a la separación.

Se desató una violenta persecución contra todos aquellos que permanecieron fieles al
Papa, dieron muerte a 21 obispos, a más de 500 sacerdotes y más de 72 mil fieles. El
canciller del reino Tomás Moro fue asesinado por permanecer fiel, es por ello que fue
canonizado por la Iglesia Católica.

Su organización

El rey es el supremo jefe de la Iglesia Anglicana, luego sigue el parlamento y después


viene el obispo de Canterbury - Se divide en Diócesis bajo el régimen de un obispo y
parroquias guiadas por un párroco. - Existen comunidades religiosas masculinas y
femeninas - El culto oficial se rige por el libro de oración compilado por Cranmer.
Contiene el devocionario oficial, el ritual de ceremonias y partes bíblicas que usan en el
calendario litúrgico.

Su doctrina

 El matrimonio no es indisoluble, se admite el divorcio.


 La confesión es una declaración del perdón concedido por Dios, no hay
necesidad de un confesor. En cambio la Iglesia Católica enseña que el ministro
perdona en nombre de Dios (Jn 20,23).
 Jesús está espiritualmente presente en el pan y el vino consagrados. La Iglesia
Católica enseña que Jesús está totalmente presente con su cuerpo, sangre, alma y
divinidad bajo las especies del pan y del vino.

En el año 1880 el Papa León XIII declaró interrumpida la sucesión apostólica en la


Iglesia Anglicana por lo cual sus obispos y sacerdotes no son lícitos ni válidamente
consagrados.

Las sectas protestantes


Una secta es un grupo de creyentes, separado del tronco original, es decir, un grupo que
se apartó de la iglesia protestante y que a su vez estas se volvieron a subdividir
formando otros grupos a las que ellos llaman “iglesias” y con doctrinas cada vez más
variadas. Cuando nos referimos a las sectas protestantes, hablamos de aquellos grupos
que surgieron y siguen surgiendo en el ámbito protestante desde fines de 1700. En ese
sentido no nos referimos a los grupos que se apartaron de la Iglesia Católica al tiempo
de Martín Lutero (1517), sino aquellos que se dividieron de los protestantes (1700) y
formaron nuevos grupos.

Diferencia entre Iglesia y secta

Bíblicamente existe una sola Iglesia fundada por Cristo y teniendo al apóstol Pedro
como su sucesor y vicario hasta el último Papa. Los demás grupos (sectas) existentes
que se consideran “cristianas”, no son Iglesia de Cristo aunque tengan valores
“cristianos”.

Las sectas un día aparecen, otro día se subdividen, pasa un tiempo y desaparecen. En
efecto estos grupos no ofrecen ninguna garantía de parte de Dios, en ese sentido se
consideran sectas protestantes: Los grupos pentecostales: “Dios es Amor”, “Comunidad
del Espíritu Santo”, otras de diferente denominación como: “Iglesia del nazareno”,
“Iglesia santa y apostólica”, “Hijos unidos de Sión”, “Iglesia de Dios y de sus santos”,
“Iglesia santidad de California”, “Iglesia triunfante”, etc, etc, etc.

4. NUESTRA IDENTIDAD CATÓLICA

La Iglesia que fundó Cristo se llama católica porque está abierta a todas las razas y
culturas de todos los tiempos. En realidad, católico quiere decir Universal.

El que por primera vez usó la expresión Iglesia Católica para designar a la única Iglesia
que fundó Cristo, fue San Ignacio de Antioquía en el año 110 d.C.

Se llama romana porque su máximo representante reside en Roma, donde predicó y


murió el apóstol San Pedro. Somos católicos los que además de ser cristianos aceptamos
por el bautismo ser miembros de la Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

Los fundamentos de nuestra identidad

Jesucristo, al fundar la Iglesia como instrumento de salvación eterna de los hombres,


debía dotarla de unas cualidades propias, que fuesen el lineamiento característico por las
que se pudiesen conocer cuál es la verdadera Iglesia fundada por El, y donde está de
verdad el camino de salvación.

El Señor anunció que surgirían falsos profetas, y para evitar este peligro debemos
observar cuáles son las propiedades y notas de la Iglesia. En el credo aprobado en los
concilios de Nicea y Constantinopla, mucho antes de la separación de las Iglesias de
Oriente y de las comunidades Eclesiales nacidas de la reforma y de la Comunión
Anglicana, se resume la identidad de la verdadera Iglesia diciendo que es Una, Santa,
Católica, y Apostólica.
La Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica

1. La Iglesia es Una: tiene un solo Señor, confiesa una sola fe, nace de un solo
bautismo, no forma más que un solo Cuerpo, vivificada por un solo Espíritu, orientado a
una única esperanza a cuyo termino se superan todas las divisiones. La unidad de la
Iglesia peregrina está asegurada por vínculos visibles de comunión del culto divino,
sobre todo de los sacramentos, y la sucesión apostólica por el sacramento del Orden.

2. La Iglesia es Santa: Dios santísimo es su autor; Cristo, su Esposo, se entregó por ella
para santificarla; el Espíritu de Santidad la vivifica. Aunque comprenda pecadores, ella
es inmaculada. En los santos brilla su santidad; en María es ya la enteramente santa. En
este mundo todos los miembros de la Iglesia se reconocen pecadores; sin embargo, la
Iglesia no da a sus miembros sino gracia y santidad.

3. La Iglesia es Católica: anuncia la totalidad de la fe; lleva en sí y administra la


plenitud de los medios de salvación; es enviada a todos los pueblos; se dirige a todos los
hombres; abarca todos los tiempos; es misionera por su propia naturaleza. Por estar
formadas a imagen de la Iglesia Universal y estar unida ala Iglesia de Roma, todas las
Iglesias particulares, en las cuales existe la Iglesia Católica, son lógicamente
“católicas”.

4. La Iglesia es Apostólica: está edificada sobre sólidos cimientos: “los doce Apóstoles
del Cordero” (Ap 21,14); es indestructible (Mt 16,18) se mantiene infaliblemente en la
verdad porque Cristo la gobierna por medio de Pedro y los demás Apóstoles, presentes
en sus sucesores, es decir, el Papa y los Obispos.

Toda la Iglesia es apostólica porque permanece a través de los sucesores de San Pedro y
de los apóstoles, en comunión de la fe y de vida con su origen. Toda la Iglesia es
apostólica en cuanto ella es “enviada” al mundo entero; y todos los miembros de la
Iglesia, aunque en diferentes maneras, tienen parte en el apostolado. Se llama
apostolado a toda actividad del Cuerpo Místico de Cristo que tiende a propagar el Reino
de Cristo por toda la tierra.

La Iglesia está donde se encuentre su Vicario, que no es otro que el Papa, donde se den
plenamente las notas que Cristo dio a su Iglesia y esto sucede solo en la Iglesia Católica.
También esta Iglesia da testimonio en todo lugar y tiempo de la Iglesia de Cristo, y este
testimonio es confirmado por el poder de Dios. Por eso la Iglesia de Cristo es la Iglesia
Católica.

La Iglesia Católica fortalece su unidad y resuelve diferencias de opiniones doctrinales


en los Concilios Ecuménicos. Los Concilios no deciden simplemente por presión de la
mayoría, sino teniendo en cuenta lo que la Iglesia ha creído siempre y en todas partes,
basándose en la enseñanza y práctica de Jesucristo, de sus apóstoles y sucesores más
antiguos.

La Iglesia Católica respeta la autoridad del sucesor de Pedro en materia de fe y


disciplina y da importancia central a la caridad y a la Eucaristía. Ciertas prohibiciones
de comidas están suprimidas en el Nuevo Testamento (Gál. 4,3-11; 5,1-15; Col 2, 16;
Hb. 13,9).
Los primeros cristianos cambiaron el sábado (del hebreo “shabat”, reposo) por el primer
día de la semana, que llamaron Domingo( del latín “Domini dies”, día del Señor), en el
cual empezaron a celebrar la muerte y Resurrección de Jesús representada en la “Ultima
Cena” (Lc 22,14-20; Hch. 20,7) El mismo Jesús daba más importancia al amor al
prójimo que a los ayunos y al sábado (ver Mc 2,18-22).

La Iglesia Católica tributa devoción, sin adoración a María, a los santos y a los ángeles.
Adorar es reconocer a Dios como creador, salvador y santificador. Los católicos
reconocemos como Dios solamente al Padre, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo.

Por ignorancia los evangélicos acusan erróneamente a la Iglesia de adorar a la Virgen


María, a los santos y a los ángeles. Los católicos vemos en María, a los santos y demás
santos cristianos cercanos a nosotros, que nos muestran como seguir a Jesús y que
ruegan a Dios por nosotros. Ellos nos ayudan a alcanzar la santificación que consiste en
la plena unión con Dios y en amor al prójimo. Solo a Dios pedimos que tenga piedad de
nosotros.

La fe católica acepta y practica la doctrina social de la Iglesia. Los obispos unidos al


Papa aplican las enseñanzas bíblicas a las relaciones sociales, sea para una época, para
un continente o país a favor de la liberación de los pobres y oprimidos.

5. EL PRIMADO DE PEDRO

Un católico debe aceptar y adherir a la Iglesia Católica que Jesús fundó. Aceptar a Jesús
y renegar de la Iglesia Católica es separar aquello que Dios ha unido y arrancar la
cabeza del cuerpo.

La Iglesia Católica a la que tenemos la dicha de pertenecer, es


la única fundada por Cristo hace dos mil años, es la única que
ha llegado a nosotros sin ninguna interrupción en la sucesión
apostólica, la única que nos ofrece la plenitud de los medios
de salvación dejados por el mismo Jesús.

La Iglesia Católica es la única fundada sobre Pedro cuando


Jesús le dijo: “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás,
porque no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi
Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro (o
sea Piedra) y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las
puertas del infierno no podrán vencerla. A ti te daré las llaves
del reino de los cielos, y lo que ates en la tierra quedará atado
en el cielo y lo que desates en la tierra quedará desatado en el
cielo” (Mt. 16, 18-19).

El Catecismo de la Iglesia Católica en el n. 816 dice lo siguiente: “Nuestro Salvador,


después de la Resurrección, entregó la Iglesia a Pedro para que la pastoreara y le
encargó a él y a los demás apóstoles que la extendieran y gobernaran. Esta Iglesia
constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste solamente en la
Iglesia Católica, gobernada por el sucesor de Pedro y los obispos en comunión con él”
(L.G. 89).

Bendito sea Dios que nos ha elegido para pertenecer a ésta que es la única fundada por
Jesús y la única que ha mantenido su presencia a través de 20 siglos, la Una, Santa,
Católica y Apostólica y la única que es portadora de todos los medios necesarios para
nuestra salvación.

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