¡BENDITA Y ALABADA SEA LA SANTÍSIMA
TRINIDAD, PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, EN
TODOS LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS POR HABER
CRIADO A MARÍA SANTÍSIMA CONCEBIDA SIN
LA CULPA ORIGINAL.
“ACTO DE PRESENCIA”
Señor Nuestro Jesucristo, estamos aquí
reunidos para un acto: la despedida y
principio de un año que todos celebran
alegremente y al que nosotros queremos dar
un sentido cristiano, reconociendo que tú
eres el Señor del tiempo, queremos que
cuantos estamos a tu alrededor, seamos por
ti un poco más de Dios.
Que tengamos todos, la eficiencia apostólica
de la Santidad, viviendo al máximo tu vida.
Que sepamos servirte Señor, no tanto como
nosotros queramos, sino como tú quieras,
perseverando en ti, por voluntad y poniendo
toda nuestra vida a tu servicio.
Que el Espíritu Santo informe nuestra acción.
Que nuestra espiritualidad, centrada en la
Eucaristía nos una más a ti, nuestro Salvador.
Que todos nuestros actos nos sirvan para
llevarnos a ti y ser testimonio durante
nuestro paso terrenal de nuestra condición
de cristianos.
Para pedirte todo esto estamos aquí y para
darte gracias por cuanto hemos recibido de ti,
avergonzados de lo poco quizás nada con que
hemos correspondido.
Confiados en tu infinita misericordia divina,
nos acogemos a la gran verdad de Dios,
seguros del perdón y del favor de la gracia
que hemos de recibir para ser más cada día
hombres y mujeres a tu servicio. AMÉN
ORACIÓN
¡Soberano Señor! y Dulcísimo Dios Mío
incomprensible ser, uno en esencia y trino en
persona, infinito en todo género, de
perfecciones, de quien son, en quien existen y
por quien han sido formadas todas las
criaturas, yo que me he hecho la más
miserable de ellas porque abusando de los
dones con que me has enriquecido, he
cambiado la alta dignidad de hijo tuyo por lo
más vil y degradante servidumbre, me atrevo
a penetrar en tu Santo Templo y a postrarme
lleno de confusión por mis ingratitudes pero
al mismo tiempo de confianza en tu
misericordia, ante ese Altar en que, oculto
bajo la Blanca Forma, has querido real y
verdaderamente quedarte por amor mío.
Con el más profundo y rendido acatamiento
te confieso y adoro Señor Dios Mío, como a la
verdad infinita en quien reposa mi
inteligencia, como a la bondad suma que
aparece mi voluntad, como a la única belleza
y amor sin término porque suspira mi
corazón.
¡Oh Señor que miras los más profundos
abismos y estas sentado sobre un trono de
Querubines! ¡Bendito seas en las alturas del
cielo, y la tierra te ensalce con olores
sempiternos! Si a sus contadas voces puede
unirse en todo momento el digno homenaje
de quien tanto, se ha obstinado hasta hoy en
ofenderte, acoge Padre Mío, la fervorosa
súplica con que te ruego que perdones mi
maldad, pues lloro arrepentido en tu Augusta
Presencia, y recibe las más humildes gracias
por todos y cada uno de los incomparables
beneficios que me has otorgado en todas las
series de mi vida, pero especialmente en este
año que está tocando a su fin.
Sus horas y sus días se han ido escapando
Señor Dios, como las hojas secas que
arrastran los aires del invierno; y yo, siempre
esclavo de mis pasiones, siempre buscando
apego a la tierra y olvido de mi único destino,
ni aún he sentido, en el vértigo de mis
ilusiones, ¡Como ha huido ese tiempo
precioso que te has dignado concederme!
Este año Padre Mío, es una nueva página del
libro de mi vida, que me he empeñado en
llevar acabo con mayores escándalos y delitos
que las anteriores.
¿Qué sería de mí, si en este instante se
abriera ese libro ante el Tribunal de tu
Justicia? Este año es también una nueva rama
que se desprende del árbol malo y que no da
frutos. ¡Ah! ¿Qué será de esté árbol cuando
enteramente cortado, desnudo y seco, sea
llevado a tu presencia? ¡Oh Señor Dulce
Padre Mío! ¡Hasta dónde llegan los designios
de tu misericordia cuando, en vez del fuego
abrasador, me presentas todavía la fuente
regeneradora y vivificante, de tus divinas
gracias! ¡Hasta dónde llega tu amor y tu
ternura cuando, aún me conservas la
existencia para que vuelva sobre mis pasos y
emprender los caminos de tu justicia! ¡He
aquí, Señor, lo que tiernamente reconociendo
tus bondades, vengo a proponer en estos
instantes, contando con la protección de tu
piedad infinita! Dame fuerzas Señor, para
cambiar de vida, vencer los obstáculos que
me impiden ir hacia ti y desprenderme de
esta causa y de las miserables cosas de acá
abajo, para elevarme, por la práctica de tu
divina ley a la verdadera felicidad, que
consiste en poseerte por todos los siglos de
los siglos. AMÉN
ACCIÓN DE GRACIA AL FIN DE CADA
AÑO
En el nombre de Dios todopoderoso y de la
siempre Virgen María, digo; que aunque he
sido ingrato a los beneficios de Dios soy
Cristiano por Divina Gracia, de lo cual me
precio y glorío; por lo que creo y confieso
todo aquello que Dios ha revelado y cree,
confiesa y propone nuestra Madre la Santa
Iglesia Católica, Apostólica, Romana, de cuyo
cuerpo somos miembros los fieles cristianos,
y como tales tenemos parte los unos de los
otros en los bienes espirituales; y para mayor
claridad, gusto mío y pesar del demonio, digo
y expreso: que creo en el misterio de la
Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo
tres personas distintas en un solo Dios
Verdadero; así mismo creo y agradezco por el
bien que en ello logro, el misterio amoroso de
la Encarnación del Divino Verbo, que se hizo
hombre en las purísimas entrañas de María por testigo, como también a la Inmaculada
Santísima; creo en el Augusto misterio en siempre Virgen María, a todos los Ángeles,
donde está Cristo, Dios y hombre del Santos y Bienaventurados; y me pesa en el
Santísimo Sacramento del Altar, sino en su alma y de todo corazón haber ofendido a
misma real Sustancia; creo que Dios es Dios, quien porque le Amo sobre todo amor,
remunerador, esto es que premia a los propongo no ofenderle más, y confío en su
buenos y castiga a los malos; creo que hay infinita bondad que me perdonará y me dará
Gloria, la cual espero gozar por toda una gracia para nunca más pecar. AMÉN
eternidad, confiado en la infinita bondad de
Nuestro Señor Dios, por la pasión y muerte de
Cruz de Jesucristo, nuestro Redentor, que Se reza 7 veces el Ave María y enseguida se dice
sepultado, bajó a los infiernos, resucitó, subió 3 Gloria concluyendo como al iniciamos al
al cielo, está sentado a la diestra de Dios principio de este devocionario, con estás dulces
palabras.
Padre y es Juez de vivos y muertos, creo que
hay infierno, cuya duración no tiene fin y que
a él van todos los que mueren en pecado ¡BENDITA Y ALABADA SEA LA SANTÍSIMA
mortal, y que así estos como los que mueren TRINIDAD, PADRE, HIJO Y ESPÍRITU SANTO, EN
en gracia, han de Resucitar para nunca más TODOS LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS POR HABER
morir. Finalmente reitero ahora y muchas CRIADO A MARÍA SANTÍSIMA CONCEBIDA SIN
veces la profesión que hice, o en mi nombre LA CULPA ORIGINAL.
fue hecha, el día de mi Bautismo, en cuyo
acto renuncié a satanás, a todas sus obras y
acciones; y en la Fe y creencia de todos los
demás artículos y misterios que enseña
nuestra Madre la Iglesia Católica, que
predicaron los Apóstoles, en los concilios
confirmaron los Padres y fuera de ellos ha
definido el infalible Romano Pontífice, he
vivido, vivo, viviré y he de morir. Y si en algún
tiempo, por sugestión del demonio, astucia
suya, flaqueza mía, o por violencia de una
calentura, o por otro motivo, dijere,
presumiere o imaginare algo contrario a lo
protestado, desde luego lo anulo, lo detesto o
lo doy por inválido; y siendo como es, está mi
última voluntad e intención irrevocable, la
confirmo en presencia de Dios, a quien pongo