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Alemanes de los Sudetes

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Alemanes de los Sudetes o Sudetendeutsche es un término colectivo para los alemanes
étnicos de Bohemia, Moravia y Silesia, es decir, para aquellos alemanes étnicos que
vivían en las Tierras de la Corona de Bohemia, un electorado del Sacro Imperio
Romano Germánico. El término se popularizó rápidamente después de la I Guerra
Mundial, cuando el Imperio austrohúngaro, que tenía diferentes poblaciones étnicas,
se desmembró, y entonces la recién formada República de Austria Alemana pedía su
anexión a Alemania, con el fin de crear un solo estado nación. Sin embargo, el
Tratado de Versailles (28 de junio de 1919) y el Tratado de Saint-Germain (10 de
septiembre de 1919) se lo prohibieron, forzando a toda la población alemana de los
Sudetes a convertirse en ciudadanos de Checoslovaquia, y a Austria (poblada por
alemanes étnicos) a permanecer separada de Alemania. Incluso los países vencedores
prohibieron el término "Austria alemana" (Deutschösterreich), como así también
"Bohemia alemana", "Moravia alemana" y "Silesia alemana". Así, de 1918 a 1938, más
de 3 millones de alemanes étnicos quedaron forzosamente viviendo en el lado checo.
Estas poblaciones de alemanes habían vivido en Bohemia desde el siglo xiv (y en
algunas zonas por lo menos desde el siglo xii), sobre todo en las regiones
fronterizas de los Sudetes.

Otro grupo de alemanes étnicos, los alemanes de los Cárpatos, vivían en el


territorio de la actual Eslovaquia.

Para su unión con Alemania, Austria debería esperar hasta el 12 de marzo de 1938,
día en que se produjo el Anschluss, y los alemanes de los Sudetes deberían esperar
hasta los Acuerdos de Múnich del 30 de septiembre de 1938, cuando finalmente los
jefes de gobierno de Reino Unido, Francia e Italia firmaron que reconocían que los
Sudetes eran alemanes. Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, estas tierras
fueron nuevamente desmembradas por la fuerza por los países vencedores.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes de los Sudetes sufrieron matanzas,
todos sus bienes les fueron confiscados y fueron expulsados en masa de sus tierras
sin indemnización, sólo por su origen étnico, lo que constituyó un crimen de
guerra. Desde 1945 el nombre "alemanes de los Sudetes" ha quedado asociado a los
horrores sufridos por estas poblaciones civiles. Actualmente las 2 principales
asociaciones que reúnen a sus sobrevivientes son: Sudetendeutsche Landsmannschaft
en Alemania y Sudetendeutsche Landsmannschaft in Österreich en Austria.

Entre los alemanes de los Sudetes más conocidos se encuentran Ferdinand Porsche y
Oskar Schindler.

Historia

Mapa parcial del Imperio Austro-Húngaro en 1911 que muestra el reparto de las
nacionalidades y la presencia mayoritaria de los alemanes (en rosa) alrededor de
Bohemia.
Después de la I Guerra Mundial, al desmembrarse el Imperio austrohúngaro, la
mayoría alemana de esa región fronteriza solicitó su anexión a Alemania, ya que de
no ser así, esta iba a quedar en un estado nacional no afín (a diferencia del
imperio, que era multiétnico). No obstante, los miembros de la Entente Cordiale
fundaron el estado checoslovaco e incluyeron la región de los Sudetes dentro de su
territorio, con toda la población alemana que estaba allí. Los alemanes étnicos en
Austria y Checoslovaquia se rebelaron, formando la República de Austria Alemana,
cuyo objetivo final era la unificación de este estado con Alemania. Las tropas
checoslovacas reprimieron a los alemanes de los Sudetes y en el Tratado de Saint-
Germain-en-Laye se prohibió la anexión de Austria a Alemania, además, se
ratificaron las fronteras existentes de Checoslovaquia.

Después de que la República Checoslovaca (ČSR) fuera proclamada el 28 de octubre de


1918, los alemanes de los Sudetes, alegando el derecho de autodeterminación de
acuerdo con el décimo punto de los Catorce Puntos del presidente Woodrow Wilson,
exigieron que su tierra de origen permaneciera en el Estado austríaco, que por
entonces se había reducido a la República de Austria Alemana. Se basaban en la
oposición pacífica a la ocupación de los Sudetes por el Ejército checo, un proceso
que se inició el 31 de octubre de 1918 y concluyó el 28 de enero de 1919. La lucha
y los ataques sangrientos tuvieron lugar sólo en forma esporádica, resultando
muertos una docena de alemanes y checos.

El 4 de marzo de 1919, casi toda la población de los Sudetes alemanes se


manifestaba pacíficamente por su derecho a la libre determinación. Estas
manifestaciones fueron acompañadas por un día de huelga general por parte de los
alemanes. El Partido Socialdemócrata Obrero Alemán en la República Checoslovaca,
que era el partido más grande de la época, fue quien tomó la iniciativa para la
demostración con el apoyo también de los partidos alemanes burgueses. Estas
manifestaciones de masas fueron reprimidas por los militares checos, causando 54
muertes y 84 heridos.1

El Tratado de Saint Germain del 10 de septiembre de 1919 confirmó la pertenencia de


los Sudetes a Checoslovaquia. El nuevo Estado checoslovaco consideraba a los
alemanes como una minoría. No obstante, algunos vivían en territorios en los que
representaban el 90 por ciento o más de la población.

En 1921, la población multiétnica de Checoslovaquia comprendía 6,6 millones de


checos, 3,2 millones de alemanes, 2 millones de eslovacos, 0,7 millones de
húngaros, 500.000 rutenos (ucranianos), 300.000 judíos y 100.000 polacos, así como
gitanos, croatas y otros grupos étnicos. Los alemanes eran mayoría en los Sudetes,
y a nivel nacional representaban un tercio de la población en el territorio checo y
cerca del 23.4% de la población de la república (en total, 13,6 millones).

Los Sudetes poseían minas de lignito, empresas químicas, textiles, de porcelana y


fábricas de vidrio. Al oeste, una zona históricamente de etnia alemana alrededor de
la ciudad Cheb (Eger en alemán) fue muy activa en el nacionalismo pangermano. La
Selva de Bohemia, poblada por los alemanes de Bohemia, se extendía a lo largo de la
frontera de Baviera con las zonas agrícolas pobres del sur de Bohemia.

Moravia, poblada por los alemanes de Moravia, tenía dichas poblaciones en el norte
y el sur. Eran características las "islas lingüísticas" alemanas, ciudades
habitadas por alemanes étnicos y rodeadas por los checos. El extremo nacionalismo
alemán nunca fue típico de esta zona. El nacionalismo étnico alemán de la región
minera del sur de Silesia, con un 40,5% de alemanes (alemanes de Silesia), fue
inmovilizado por el miedo de la competencia de la industria en Alemania.

No todos los alemanes étnicos vivían en áreas aisladas y bien definidas, pues en
virtud del desarrollo histórico, los checos y los alemanes se habían mezclado en
muchos lugares, y eran numerosos en ambos grupos los que tenían al menos un
conocimiento parcial de las segundas lenguas. Desde la segunda mitad del siglo xix,
los checos y los alemanes habían creado por separado las instituciones culturales,
educativas, políticas y económicas que se mantuvieron (por ambos lados) aisladas
unas de otras. Esta separación se prolongó hasta el final de la Segunda Guerra
Mundial.
Política
El sentimiento nacionalista de los alemanes de los Sudetes era alto durante los
primeros años de la república (sus representantes quisieron y trataron de unirse a
Austria, Alemania o al menos obtener el máximo posible de derechos de autonomía).
La Constitución de 1920 se redactó sin representación de los alemanes de los
Sudetes, y el grupo se negó a participar en la elección del presidente. Los
partidos políticos alemanes en los Sudetes intentaron practicar una política
"obstruccionista" (o negativa) en el Parlamento de Checoslovaquia. En 1926, sin
embargo, el canciller alemán Gustav Stresemann adoptó una política de acercamiento
a Occidente y aconsejó a los alemanes de los Sudetes que cooperaran activamente con
el gobierno checoslovaco. En consecuencia, los partidos alemanes de los Sudetes
(incluidos el Partido Agrario Alemán, el Partido Socialdemócrata Alemán y el
Partido Popular Socialcristiano Alemán) cambiaron su política negativa por el
activismo, y varios políticos alemanes aceptaron puestos en el gabinete.

En una conferencia celebrada en Teplice en 1919, los partidos socialdemócratas


regionales de Bohemia, Moravia, Silesia y Sudetes se unieron para formar el
"Partido Socialdemócrata Obrero Alemán en la República Checoslovaca" (DSAP),
eligiendo como presidente a Josef Seliger. Después de la prematura muerte de
Seliger en 1920, Ludwig Czech fue elegido presidente del partido, a quien sucedió
Wenzel Jaksch en 1938.

Ya en 1936 Jaksch, junto con Hans Schütz del Partido Popular Socialcristiano Alemán
(Deutsche Christlich-Soziale Volkspartei) y Gustav Hacker de la Federación de
Granjeros, formaron el movimiento de los Jóvenes Activistas. Ellos buscaban un
acuerdo con el gobierno checoslovaco en una política que podría resistir la
embestida nacionalsocialista desde dentro y desde fuera de Checoslovaquia. En
mítines masivos simultáneos en Tetschen-Bodenbach/Děčín, Saaz/Žatec y Olešnice v
Orlických horách/Gießhübl im Adlergebirge el 26 de abril de 1936, que exigió la
igualdad de oportunidades en la administración pública para los alemanes, la
asistencia financiera para las empresas alemanas, la aceptación oficial de la
lengua alemana para los funcionarios públicos en los Sudetes y medidas para reducir
el desempleo en los Sudetes. (En ese momento, uno de cada tres tenía trabajo en los
Sudetes en comparación con uno de cada cinco en el resto del país.) Mejorar la
calidad de vida de los alemanes de los Sudetes no fue la única motivación de los
Jóvenes Activistas. Para Jaksch y sus compatriotas de la socialdemocracia, era una
cuestión de supervivencia después de una posible toma del poder por los
nacionalsocialistas. De unos 80.000 socialdemócratas en Checoslovaquia, sólo unos
5.000 lograron huir de los nazis. Los restantes fueron encarcelados y ejecutados
muchos de ellos. Muchos de los que sobrevivieron a la persecución
nacionalsocialista fueron expulsados más tarde junto con otros de origen alemán
sobre la base de los llamados decretos de Beneš.

En 1929 sólo un pequeño número de diputados alemanes de los Sudetes, en su mayoría


miembros del Partido Nacional Alemán (clases propietarias) y del Partido Nacional
Socialista Obrero Alemán (NSDAP, permaneció en la oposición al gobierno de
Checoslovaquia. El sentimiento nacionalista prosperó, sin embargo, entre los
jóvenes alemanes de los Sudetes, que se organizaron en diversas asociaciones, tales
como Deutsche Turnverband, Schutzvereine, Kameradschaftsbund, el Volkssport Nazi
(1929) y Bereitschaft.

Hostilidad hacia los alemanes de los Sudetes


Las primeras políticas del gobierno de Checoslovaquia tuvieron que ver con la
confiscación de bienes, lo cual afectó más a la población alemana que a los demás
ciudadanos. En 1919 el gobierno confiscó una quinta parte de las tenencias de cada
individuo en papel moneda. Los alemanes, que constituían el elemento más rico en la
República Checa, fueron los más afectados. La Ley de Control de la tierra trajo la
expropiación de grandes propiedades, muchas pertenecientes a la nobleza alemana o
latifundistas. Las tierras confiscadas fue asignadas principalmente a los
campesinos checos, a menudo sin tierra, que constituían la mayoría de la población
agrícola. Sólo un 4,5% de todas las tierras adjudicadas en enero de 1937 fue
recibida por alemanes de los Sudetes, cuyas protestas se expresaron en un sinnúmero
de peticiones.

Según la Constitución de 1920 de la Primera República checoslovaca, los derechos de


la minoría alemana debían ser protegidos, sus instituciones educativas y culturales
debían conservarse en proporción a la población. Sin embargo, la política destinada
a proteger la seguridad del Estado checoslovaco dio lugar a conflictos locales: los
bosques en la frontera, considerados el más antiguo territorio nacional alemán de
los Sudetes, fueron expropiados aduciendo "razones de seguridad". Los soldados,
policías y funcionarios checos estaban estacionados en zonas anteriormente
habitadas sólo por los alemanes.

Las leyes de las minorías fueron aplicadas más a menudo para crear nuevas escuelas
en los distritos checo-alemanes, a veces sólo para funcionarios que se habían
trasladado a la zona. Los contratos del Gobierno en la zona eran llevados a cabo
por las empresas checas. El uso del checo en las regiones de habla alemana se
promovió activamente, lo que causó incidentes. Alemanes de los Sudetes, que eran
dueños de numerosos teatros locales subvencionados, fueron obligados a abrirlos a
la minoría checa una noche por semana.

La industria alemana de los Sudetes, altamente dependiente del comercio exterior y


de tener estrechos vínculos económicos con Alemania, sufrió mucho durante la
Depresión, en particular en 1931. Los checos, cuya industria se concentraba en la
producción de enseres domésticos esenciales, sufrieron menos. A mediados de la
década de 1930, el desempleo en los Sudetes era cinco veces mayor que en las zonas
checas. Las relaciones entre checos y alemanes sufrieron aún más cuando los
alemanes sudetes se vieron obligados a recurrir al gobierno de Checoslovaquia y al
banco de microcréditos (Banca Živnostenská) para obtener ayuda.

Ascenso del partido nacionalsocialista


Las crecientes hostilidades hacia los alemanes étnicos crearon el caldo de cultivo
para los emergentes políticos. Los nacionalistas alemanes de los Sudetes, en
especial los nacionalsocialistas, expandieron sus actividades durante los años de
la Depresión. El 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller de Alemania. El
gobierno checoslovaco prohibió el Partido Nacionalsocialista de los Sudetes. En el
otoño de 1933, los nacionalsocialistas de los Sudetes disolvieron su organización,
y los nacionales alemanes fueron presionados para que hicieran lo mismo. El
gobierno expulsó a los nacionales alemanes y a los nacionalsocialistas de los
Sudetes de los puestos en las administraciones locales. La población alemana de los
Sudetes se indignaba, sobre todo en los bastiones nacionalistas, como la región de
Eger.

Bandera de los alemanes sudetes.


El 1 de octubre de 1933, un alemán de los Sudetes llamado Konrad Henlein y su
adjunto Karl Hermann Frank, con la ayuda de otros miembros de la
Kameradschaftsbund, una organización juvenil de orientación mística, creó una nueva
organización política: el Sudetendeutsche Heimatfront) profesaba lealtad al Estado
checoslovaco, pero abogaba por la descentralización. Absorbió a ex nacionales
alemanes y nacionalsocialistas de los Sudetes.

Cámara de diputados checoslovaca 1920–1935 - Partidos alemanes o germano-húngaros23

Partido/Lista escaños 1920 escaños 1925 escaños 1929 escaños 1935


votos 1935
Partido Alemán de los Sudetes - - - 44 1.256.010
Partido Nacional Alemán - 10 7 - -
Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán 15 17 8 - -
Partido Socialdemócrata Obrero Alemán en Checoslovaquia 31 17 21 11
300.406
Partido Popular Socialcristiano Alemán 7 13 14 6 163.666
Liga de Agricultores 11 24 - 5 142.775
Partidos húngaros y Bloque electoral alemán de los Sudetes 9 4 9 9
292.847
Partidos alemanes unidos 6 - 16 - -
Total (de 300 escaños) 79 85 75 75
Hungarian Parties and Sudeten German Electoral Bloc (1935):4 German Democratic
Liberal Party, German Industrialist Party, Party of German Nation, Sudeten German
Land Union, German Workers Party, Zips German Party, Provincial Christian Social
Party, Hungarian National Party

En 1935 el Partido Alemán de los Sudetes (Sudetendeutsche Partei) (SdP) inició una
campaña activa de propaganda. En las elecciones de mayo, obtuvo más del 60% de los
votos alemanes de los Sudetes. Los agraristas, socialcristianos y socialdemócratas
alemanes perdieron cada uno aproximadamente la mitad de sus seguidores. El SdP se
convirtió en el punto de apoyo de las fuerzas nacionalistas alemanas. El partido se
presenta como paladín por una solución justa de las reclamaciones de los sudetes
alemanes en el marco de la democracia checoslovaca. Henlein, sin embargo, mantuvo
contactos secretos con la Alemania nacionalsocialista y recibió la ayuda material
de Berlín. El SsP hizo suya la idea de un Führer y simulaba los métodos
nacionalsocialistas con pancartas, consignas y las tropas uniformadas. Fueron
rechazadas las concesiones ofrecidas por el gobierno checoslovaco, incluyendo el
empleo exclusivo de funcionarios alemanes en las zonas alemanas de los Sudetes y la
posible participación del SdP en el gabinete. En 1937 la mayoría de los dirigentes
del SdP apoyaba los objetivos pangermánicos de Hitler.

El 13 de marzo de 1938, el Tercer Reich anexó Austria, una "unión" conocida como
Anschluss. Immediatamente después muchos alemanes sudetes dejaron de apoyar a
Henlein. El 22 de marzo, el Partido Agrario Alemán, liderado por Gustav Hacker, se
fusionó con el SDP. Los Socialcristianos Alemanes en Checoslovaquia suspendieron
sus actividades el 24 de marzo, sus diputados y senadores pasaron al grupo
parlamentario del SDP.

Crisis final de 1938

En Šumperk-Mährisch Schönberg se muestran los nombres checos borrados por los


alemanes de los Sudetes después de la anexión alemana de Checoslovaquia en 1938.
Konrad Henlein se reunió con Hitler en Berlín el 28 de marzo de 1938, y se encargó
de elevar unas demandas inaceptables para el gobierno checoslovaco. En los Decretos
de Karlsbad, publicados el 24 de abril, el PSD exigió una completa autonomía de los
Sudetes y la libertad de profesar la ideología nacionalsocialista. Si las demandas
de Henlein hubiesen sido concedidas, los Sudetes habría estado en una posición para
alinearse con la Alemania nacionalsocialista.

Como la situación política empeoró, la seguridad se deterioró en los Sudetes. La


región se convirtió en el sitio de los enfrentamientos a pequeña escala entre los
jóvenes seguidores SDP (equipados con armas traídas de contrabando de Alemania) y
de la policía y las fuerzas de frontera. En algunos lugares, el ejército regular
fue llamado para pacificar la situación. La propaganda nacionalsocialista alemana
acusó al gobierno checo y a los checos de las atrocidades cometidas hacia alemanes
inocentes.

El 20 de mayo, Checoslovaquia inició la llamada "movilización parcial "


(literalmente "precaución militar especial") en respuesta a los rumores de
movimientos de tropas alemanas. El ejército se había trasladado a puestos en la
frontera. Las potencias occidentales trataron de apaciguar la situación y obligaron
al gobierno de Checoslovaquia a cumplir con la mayoría de los decretos de Karlsbad.
El SDP, instruyó a empujar hacia la guerra, sin embargo, se intensificó la
situación con más protestas y violencia. Con la ayuda de las fuerzas especiales
nacionalsocialistas, los Sudetendeutsches Freikorps (grupos paramilitares formados
en Alemania por instructores de las SS) se hicieron cargo de algunas zonas
fronterizas y cometieron varios crímenes: mataron a más de 110 checos (en su
mayoría soldados y policías) y secuestraron a más de 2.020 ciudadanos de
Checoslovaquia (incluido los antifascistas alemanes), llevándolos a la Alemania
nacionalsocialista.5

En agosto, el primer ministro británico, Neville Chamberlain, envió a Lord Runciman


a apaciguar6 a Checoslovaquia para ver si podía obtener un acuerdo entre el
gobierno de Checoslovaquia y los alemanes en los Sudetes. Su misión fracasó porque
el Partido Alemán de los Sudetes rechazó todas las propuestas de conciliación (por
órdenes de Hitler).78910 Runciman informó lo siguiente al gobierno británico con
respecto a la política checa hacia la minoría alemana en las décadas anteriores:11

Funcionarios checos y de la policía checa, hablen poco o nada de alemán, fueron


nombrados en gran número a los distritos puramente alemanes; Los colonos agrícolas
checos fueron alentados a asentarse en tierras confiscadas en virtud de la Reforma
Agraria en el centro de la población alemana; para los hijos de estos invasores
checos, las escuelas checas fueron construidas a gran escala; hay una creencia muy
general que las empresas checas se vieron favorecidas frente a las empresas
alemanas en la asignación de contratos del Estado y que éste proporcionó trabajo y
ayuda para los checos con más facilidad que para los alemanes. Creo que estas
quejas están en la principal justificación. Todavía en la época de mi misión, no
pude encontrar ninguna disposición por parte del Gobierno de Checoslovaquia para
ponerles remedio en algo así como una escala adecuada ... el sentimiento entre los
alemanes de los Sudetes hasta hace unos tres o cuatro años fue uno de desesperanza.
Pero el ascenso de la Alemania nazi les dio una nueva esperanza. Considero que su
giro para ayudar a sus hermanos y su eventual deseo de unirse al Reich como un
desarrollo natural en las circunstancias.
Gran Bretaña y Francia a continuación obligaron al gobierno checoslovaco a ceder
los Sudetes a Alemania (21 de septiembre). Los Acuerdos de Múnich (firmados el 29
de septiembre) sólo confirmaron la decisión y los detalles negociados.

Bajo el régimen nacionalsocialista

Alemanes de los sudetes saludando a Hitler con el saludo nazi después de cruzar la
frontera en Checoslovaquia en 1938.
Como resultado, Bohemia y Moravia perdieron alrededor del 38% de su superficie
total, así como sobre 3.250.000 alemanes y checos aproximadamente 250.000 a
Alemania. Unos 250.000 alemanes se mantuvieron en el lado checo de la frontera, que
más tarde pasó a formar parte del Reich por el establecimiento del Protectorado de
Bohemia y Moravia en los gobernadores alemanes y el ejército alemán. Casi a todos
los alemanes en estos territorios checos se les concedió posteriormente la
nacionalidad alemana, mientras que la mayoría de los alemanes en Eslovaquia obtuvo
la ciudadanía del Estado eslovaco.

Con el establecimiento de un gobierno alemán, cientos de miles de checos que (en


virtud de la política de "chequificación") se había trasladado a los Sudetes
después de 1919 dejaron la zona, más o menos voluntariamente. El gobierno
nacionalsocialista les permitió, sin embargo, llevarse sus posesiones y vender
legalmente sus casas y tierras. Algunos checos, sin embargo, se quedaron allí.12

En las elecciones celebradas el 4 de diciembre de 1938, el 97,32% de la población


adulta en los Sudetes votó a favor del NSDAP (el resto eran casi sólo los checos
que pudieron votar también). Alrededor de la mitad de un millón de alemanes de los
Sudetes se unió al Partido nacionalsocialista - 17,34% de la población alemana de
los Sudetes (la media en Alemania nacionalsocialista fue de 7,85%). Debido a su
conocimiento del idioma checo, muchos alemanes de los Sudetes fueron empleados en
la administración del Protectorado de Bohemia y Moravia, así como en la maquinaria
nacionalsocialista opresiva (la Gestapo, etc.) El más notable fue Karl Hermann
Frank: general de las SS y la Policía y secretario de Estado en el Protectorado.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los hombres alemanes en Eslovaquia generalmente


sirvieron en el ejército eslovaco, sin embargo, más de 7000 eran miembros de los
escuadrones paramilitares (Freiwillige Schutzstaffel) y casi 2.000 voluntarios se
unieron a las Waffen-SS. Después del inicio del Levantamiento Nacional Eslovaco a
finales de 1944, la mayoría de los jóvenes alemanes en Eslovaquia se alistaron en
el ejército alemán, ya sea con la Wehrmacht o de las Waffen SS. Los muy jóvenes y
los ancianos se organizaron en Heimatschutz - un equivalente de la Volkssturm en
Alemania. Los nacionalsocialistas ordenaron a algunos de ellos tomar medidas contra
los partisanos y otros participaron en la deportación de los judíos eslovacos.13
Los nacionalsocialistas evacuaron alrededor de 120.000 alemanes (en su mayoría
mujeres y niños) en los Sudetes y Protectorado.5

Expulsión y transferencia
Artículo principal: Expulsión de alemanes de Checoslovaquia

Zonas con mayoría étnica alemana (en negro) antes de 1945 en el territorio de la
República checoslovaca.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, cuando el estado checoslovaco fue restaurado,
el gobierno expulsó a la mayoría de los alemanes étnicos (limpieza étnica),
culpándolos de que su comportamiento había sido una de las principales causas de la
guerra y posterior destrucción. En los meses inmediatamente después de la final de
la guerra, brutales expulsiones de familias alemanes se llevaron a cabo desde mayo
hasta agosto de 1945. Varios estadistas checoslovacos alentaron estas expulsiones
con discursos incendiarios, sin importarles que estuvieran cometiendo un crimen de
guerra. En general, las autoridades locales ordenaron la expulsión, que los
voluntarios armados llevaron a cabo. En algunos casos el ejército regular iniciaba
o cooperaba activamente en dichas expulsiones.14 Varios miles de alemanes fueron
asesinados durante la expulsión, y muchos más murieron de hambre y enfermedades
como consecuencia de convertirse en refugiados. Ya que además de confiscarles todos
sus bienes, se deportaba como desposeídos a grandes contingentes de alemanes
étnicos hacia una Alemania que acababa de ser convertida en ruinas como
consecuencia de los intensos bombardeos que había sufrido, los cuales habían sido
llevados a cabo por las fuerzas aliadas. Eso implicaba que ya no había
infraestructura ni empleos.

La transferencia regular de los nacionales étnicas entre las naciones (limpieza


étnica), autorizados de acuerdo con la Conferencia de Potsdam, se desarrolló del 25
de enero de 1946 hasta octubre de 1946. Se estima que 1,6 millones de alemanes
étnicos fueron expulsados de Checoslovaquia a la zona de ocupación estadounidense
que se convertiría en Alemania Occidental. Se estima que 800.000 fueron deportados
a la zona de ocupación soviética, que se convertiría en Alemania Oriental.15 Las
estimaciones de muertes relacionadas con este rango de expulsión son entre 20.000 y
200.000 personas, dependiendo de la fuente.16 Las bajas incluyen las muertes
violentas y suicidios sobre todo, violaciones, las muertes en campos de
internamiento16 y causas naturales.17

Se permitió permanecer en Checoslovaquia a cerca de 244.000 alemanes,[cita


requerida] pero muchos de los que en un principio se quedaron emigraron más tarde a
Alemania.[cita requerida] Muchos refugiados alemanes de Checoslovaquia están
representados por la Sudetendeutsche Landsmannschaft. En el censo de 2001, 39.106
personas en la República Checa18 y 5.405 personas en la República Eslovaca19
reclamaban etnia alemana.
En otros países
En Argentina
Aunque en menor proporción que los alemanes del Volga, también se dio la
inmigración de alemanes de los Sudetes hacia la Argentina. Algunos grupos se
asentaron en diferentes colonias alemanas de la Provincia de Misiones.

Particularmente notable es el caso del empresario alemán Oskar Schindler y su


esposa Emilie Schindler, quienes residieron en la Argentina algunos años.

Asimismo, la princesa Mercedes von Dietrichstein radicada en Argentina, hija de


Alexander von Dietrichstein, ha pasado largos años batallando legalmente para
recuperar los bienes de su familia (por ejemplo, el Castillo de Míkulov) que les
fueron confiscados en el área de los Sudetes por orden del tristemente célebre
presidente de Checoslovaquia Edvard Beneš, a través de los llamados Decretos de
Beneš, los cuales despojaron a todos los alemanes étnicos de sus propiedades y los
expulsaron de sus tierras.

En Chile
En 1877, un grupo de alemanes de los Sudetes provenientes de la ciudad de Branau
(histórica región de Bohemia, por entonces ubicada en el Imperio Austrohúngaro;
actual ciudad de Broumov, República Checa) fundó en Chile la localidad de Nueva
Braunau, en la Región de Los Lagos. Asimismo, en la localidad de Colonia Humán
(actualmente integrada como barrio a la ciudad de Los Ángeles), en la Región del
Biobío, algunos alemanes de los Sudetes se sumaron a otros grupos de alemanes
establecidos.

En la década de 1930, la empresaria chilena Antonia Inalaf decidió financiar un


proyecto de emigración de alemanes de los Sudetes hacia Chile. Este grupo de
alemanes provenía de la ciudad de Rossbach (actualmente Hranice, en la hisórica
región de Moravia, República Checa) y en 1935 fundó la localidad de Puyuhuapi, en
la Región de Aysén. Aunque su proyecto era radicar muchas familias más, la Segunda
Guerra Mundial frustró sus planes. Por tanto, algunos familiares de los que ya se
habían establecido solo pudieron llegar en 1947. Primero, los colonos dieron
trabajo temporal a los mapuches de la zona, y luego estos se establecieron con sus
familias, lo que dio lugar a una descendencia mestiza.20

Tras la expulsión de los alemanes étnicos de Checoslovaquia al término de la


Segunda Guerra Mundial, un nuevo grupo de alemanes de los Sudetes emigró hacia
Chile, ya sea para establecerse en Puyuhuapi21 o en otras colonias alemanas del sur
del país.

En España
Antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, el príncipe Maximiliano Eugenio
de Hohenlohe-Langenburg decidió refugiarse en España. Del mismo modo, tras la
guerra, todos sus bienes fueron confiscados a través de los Decretos de Beneš. Sin
embargo, la fortuna de la familia de su esposa evitó que este cayera en desgracia.
En España, uno de sus hijos, el príncipe Alfonso, fundó el hotel Marbella Club
dando inicio así a la Milla de Oro de Marbella, a la que catapultó como destino del
turismo internacional de lujo, lo que desde entonces ha generado una gran riqueza
para España.

En Paraguay
El 1 de octubre de 1933 algunas familias de alemanes de los Sudetes fundaron la
"Colonia Sudetia" en el distrito Paso Yobái, Departamento de Guairá.22 En sus
comienzos la colonia les resultó difícil, ya que la mayoría no eran agricultores
sino que tenían otras profesiones, pero pronto supieron adaptarse y hoy la
comunidad es asiento de grandes fábricas de yerba mate.

Alemanes de los Sudetes notables


Guido Beck
Gustl Berauer
Alfred Biolek
Ferdinand Blumentritt
Johann Böhm
Rudolf Burkert
Hanns Cibulka
Ludwig Czech
Rudolf Dellinger
Willen Dick
Peter Ducke
Roland Ducke
Heinz Edelmann
Reinhold Elstner
E. S. Engelsberg
Karl Ernstberger
Herbert Feigl
Hanni Fink
Karl Hermann Frank
Martin Glaessner
Karl Gilg
Peter Glotz
Traudl Grassi
Waltraut Grassi
Peter Grünberg
Erhard Grundmann
Mizzi Günther
Sigfried Held
Erich Heller
Konrad Henlein
Günther Herbig
Herta Huber
Theodor Innitzer
Rudolf Jung
Rudolf Kauschka
Egon Klepsch
Kurt Knispel
Friedrich Kraus
Albert Krauss
Hans Krebs
Gustav Karl Laube
Julius Lippert
Karl Löbelt
Robert Martinek
Rudolf Maschke
Robert Mayr-Harting
Gregor Mendel
Evelyn Opela
Ehrenfried Patzel
Josef Pfitzner
Ferdinand Porsche
Gertrude Porsche-Schinkeová
Alfred Posselt
Erwin Posselt
Fritz Posselt
Fritz Preissler
Otfried Preußler
Kurt Raab
Walter Reder
Emma Riedl
Heinz Rutha
Emil Sax
Johann Schicht
Oskar Schindler
Augustin Schramm
Horst Siegl
Norbert Singer
Emanuel Wirth
Fritz Wittmann
Referencias
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Véase también
alemanes étnicos
expulsión de alemanes de Checoslovaquia
Expulsión de alemanes tras la Segunda Guerra Mundial
Decretos de Beneš
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Enlaces externos
Facing history — The evolution of Czech-German relations in the Czech provinces,
1848–1948: historical publication sponsored by Czech government; series of PDF
files
Emotions prevail in relations between Germans, Czechs, Poles– poll, Czech
Happenings, 21 December 2005

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