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Huellas de Fe

EVANGELIO DIARIO 02 DE AGOSTO DEL 2023


NÚMERO 713
CICLO A

NOTAS DE INTERES LECTURAS DIARIAS AVISOS PARROQUIALES

LLEVANDO LA PALABRA DE DIOS A TODOS


LOS HOGARES.
2013
XXVIII Jornada Mundial de la Juventud
«ID Y HACED DISCÍPULOS A TODOS LOS

PUEBLOS» (CF. MT 28,19)

La XXVIII Jornada Mundial de la Juventud celebrada en 2013, bajo el lema "Id y


haced discípulos a todos los pueblos" (Mateo 28:19), fue un evento significativo
que resonó profundamente en los corazones de los jóvenes. Esta frase, extraída
del último capítulo del Evangelio de Mateo, es conocida como la Gran Comisión,
que Jesús da a sus discípulos, una llamada a la evangelización y a la difusión
del amor de Dios.

El mensaje es poderoso e invita a los jóvenes a tomar la iniciativa en la


construcción de un mundo mejor basado en los valores del Evangelio. Es un
recordatorio del papel activo que los jóvenes pueden y deben desempeñar en la
Iglesia y en la sociedad. No son solo los destinatarios de la fe, sino también sus
mensajeros.

Además, la universalidad del mensaje "a todos los pueblos" subraya la misión
de la Iglesia de alcanzar a todas las naciones, traspasando barreras culturales,
étnicas y sociales. En un mundo cada vez más globalizado pero dividido, este
mensaje de inclusión y fraternidad es especialmente relevante.

Por último, la Jornada Mundial de la Juventud 2013, que tuvo lugar en Río de
Janeiro, Brasil, con la participación del Papa Francisco, destacó la vitalidad y la
energía de la juventud católica global. El evento enfatizó que el futuro de la
Iglesia depende de jóvenes comprometidos, entusiastas y dispuestos a
responder al llamado de Jesús para hacer discípulos en todas las naciones.
SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ANGELES

La Virgen de los Ángeles: Un Símbolo de Fe y Unidad en Costa Rica

Cada año, el 2 de agosto, en Costa Rica se celebra un acontecimiento


especial y profundamente arraigado en la fe y la cultura de los
costarricenses: la festividad de la Virgen de los Ángeles, también conocida
como "La Negrita". Esta celebración reúne a cientos de miles de devotos
que hacen una peregrinación hasta la Basílica de Nuestra Señora de los
Ángeles en Cartago, el epicentro de las festividades.

El origen de esta devoción se remonta a 1635, cuando una joven indígena


encontró una pequeña estatuilla de una mujer con un niño en brazos en
una roca en el bosque. Cada vez que se llevaba la estatuilla,
misteriosamente volvía a la roca. Con el tiempo, la gente interpretó este
fenómeno como una señal divina y se construyó una iglesia en el lugar del
hallazgo, que con el tiempo se convirtió en la Basílica actual.

La celebración de la Virgen de los Ángeles es una conmemoración llena


de tradiciones y rituales. La "romería", o peregrinación, es quizás la más
conocida. Los peregrinos, llamados "romeros", viajan a pie, en bicicleta, a
caballo e incluso de rodillas como una muestra de su devoción y
agradecimiento a la Virgen. Algunos llevan réplicas de la estatuilla, velas y
rosarios, mientras que otros llevan ofrendas florales y promesas
personales.

Al llegar a la Basílica, los peregrinos oran ante la estatuilla original de la


Virgen, que se encuentra en un nicho detrás del altar principal. Luego,
muchos visitan la "fuente de los milagros", un manantial de agua que fluye
bajo la Basílica y que se dice que tiene propiedades curativas.
SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ANGELES

El homenaje a la Virgen de los Ángeles trasciende fronteras, clases


sociales, y creencias políticas, uniendo a los costarricenses bajo un
estandarte común de fe y devoción. Esta celebración, en esencia, refleja
la profunda creencia en el amor y la protección divina, y cómo esta fe
colectiva puede unir a una nación entera.

Al reflexionar sobre esta festividad, uno no puede evitar ver el paralelismo


con el mensaje bíblico de amor, unidad y compasión. La historia de la
Virgen de los Ángeles nos invita a reconocer nuestra humanidad
compartida, a respetar nuestras diferencias y a trabajar juntos para el bien
común.

La festividad nos recuerda que, independientemente de nuestras luchas y


desafíos, existe un amor divino que nos envuelve y nos protege. Este
mensaje de esperanza y unidad es especialmente relevante en estos
tiempos turbulentos, y nos inspira a todos a ser mensajeros de paz y
amor.

En última instancia, la celebración de la Virgen de los Ángeles es más que


una festividad religiosa; es un testimonio del espíritu resiliente y solidario
del pueblo costarricense. Nos invita a todos, independientemente de
nuestra fe o creencias, a reflexionar sobre nuestros propios viajes de vida,
a expresar gratitud por nuestras bendiciones y a tender una mano a
aquellos que necesitan apoyo.

Cada año, como un faro de luz en medio de la oscuridad, la Virgen de los


Ángeles nos llama a todos a unirnos en amor, fe y esperanza. En esta
unión, encontramos un reflejo del espíritu divino que habita en cada uno
de nosotros, y una invitación a llevar ese espíritu al mundo.
Lecturas
de las escrituras y reflexiones

PALABRA
DE DIOS
GUÍA Y DIARIO DE ORACIÓN
Lectura del libro de Eclesiástico 24, 1-2. 5-7. 12-16. 26-30

La sabiduría hace su propio elogio y se gloría en medio de su pueblo, abre su


boca en la asamblea del Altísimo y ante todos los ejércitos celestiales se
glorifica diciendo: «Yo salí de la boca del Altísimo y soy la primogénita de todas
sus creaturas. Encendí en el cielo una luz que no se apaga y cubrí de niebla
toda la tierra. Yo puse mi tienda en las alturas y mi trono sobre una columna de
nubes.

Entonces, el creador del universo, el que me formó, me dio una orden, él


estableció mi morada y me dijo:
«Pon tu tienda en Jacob, que sea Israel tu heredad; echa raíces en medio de
mis elegidos».

En el principio, antes de los siglos, me formó y existiré para siempre. En su


santa tienda ejercí las funciones sagradas ante él; por eso fijó mi morada en
Sión -en la ciudad santa me hizo reposar- y en Jerusalén la sede de mi poder.
En un pueblo glorioso eché raíces, en la porción del Señor, en su heredad.

Vengan a mí todos los que me aman, y sáciense de mis frutos, porque mis
palabras son más dulces que la miel y mi heredad, mejor que los panales.

Todas las generaciones me recordarán para siempre. Los que me comen


seguirán teniendo hambre de mí, los que me beben seguirán teniendo sed de
mí, los que me escuchan no tendrán de que avergonzarse y los que se dejan
guiar por mí no pecarán».
Salmo Responsorial Salmo 33

Vengan y escúchenme, hijos míos; les voy a decir cómo amar a Dios.

Bendeciré al Señor a todas horas,


no cesará mi boca de alabarlo.
Yo me siento orgulloso del Señor;
que se alegre su pueblo al escucharlo.

Vengan y escúchenme, hijos míos; les voy a decir cómo amar a Dios.
Proclamemos qué grande es el Señor
y alabemos su nombre.
Cuando acudí al Señor, me hizo caso
y me libró de todos mis temores.

Vengan y escúchenme, hijos míos; les voy a decir cómo amar a Dios.

Que amen al Señor todos sus fieles,


pues nada faltará a quienes lo aman.
El rico empobrece y pasa hambre;
a quien busca al Señor nada le falta.

Vengan y escúchenme, hijos míos; les voy a decir cómo amar a Dios.

Vengan y escúchenme, hijos míos;


cómo amar al Señor voy a decirles.
¿Quién quiere larga vida y desea tener días felices?

Vengan y escúchenme, hijos míos; les voy a decir cómo amar a Dios.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas 4, 4-7

Hermanos: Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de


una mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que estábamos bajo la ley, a
fin de hacernos hijos suyos.

Puesto que ya son ustedes hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de su
Hijo, que clama “¡Abbá!”, es decir, ¡Padre! Así que ya no eres siervo, sino hijo; y
siendo hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya
Dichosamente la Virgen María, que sin morir,
mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor.
Aleluya, aleluya

Del Santo Evangelio según Juan 19, 25-27

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su


madre, María la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella
al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu
hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde entonces el
discípulo se la llevó a vivir con él.
Reflexión

La Solemnidad de Nuestra Señora de los Ángeles es una celebración llena de


significado y devoción, que honra a la Patrona de Costa Rica. Es un tiempo de
reflexión, un tiempo para admirar la belleza y la fortaleza de María, y para
considerar el profundo impacto de su vida en nuestra fe y en nuestra vida
cotidiana.
María, a través de su vida, nos demostró una fe y una devoción
incuestionables. Aceptar el llamado a ser la madre del Hijo de Dios requirió un
coraje extraordinario y una confianza inquebrantable en la voluntad de Dios.
María nos enseña que cuando enfrentamos desafíos en nuestra vida, debemos
confiar en que Dios tiene un plan para nosotros.

Al considerar su presencia constante a lo largo de la vida de Jesús, desde su


nacimiento hasta su muerte en la cruz, nos damos cuenta de su fortaleza y su
devoción maternal. A través de su ejemplo, vemos que, sin importar las
pruebas que enfrentemos, podemos mantenernos firmes en nuestra fe y en
nuestro amor por Dios y los demás.

Cuando Jesús estaba en la cruz, María permaneció a su lado. A pesar del dolor
inconcebible de ver a su hijo sufrir, su fe nunca flaqueó. María nos enseña que,
incluso en medio del sufrimiento más profundo, podemos encontrar fuerza en
nuestra fe. En los momentos más oscuros, nuestra fe puede ser la luz que nos
guía y nos da esperanza.

María, Nuestra Señora de los Ángeles, es una figura de compasión, amor y


fortaleza. Su devoción a Dios y a su hijo Jesús es un ejemplo para todos
nosotros. Como Patrona de Costa Rica, su influencia se siente profundamente
en la vida cotidiana de las personas. Su presencia es una fuente de consuelo y
guía, recordándonos siempre que estamos bajo su protección maternal.

Nuestra Señora de los Ángeles nos inspira a vivir nuestras vidas con fe, amor y
devoción, al igual que ella lo hizo. Nos enseña que incluso en medio de los
desafíos más grandes, podemos mantener nuestra fe y encontrar consuelo en
la presencia de Dios.
Reflexión

En esta solemnidad, reflexionemos sobre el amor de María, su fortaleza y su


fe. Permitamos que su ejemplo nos guíe en nuestro camino de fe,
recordándonos siempre de confiar en la voluntad de Dios, de amar a los demás
con compasión y de mantenernos firmes en nuestra fe, sin importar los
desafíos que enfrentemos.

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