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Evangelio Del 28 de Julio Del 2023
Evangelio Del 28 de Julio Del 2023
PALABRA
DE DIOS
GUÍA Y DIARIO DE ORACIÓN
Del libro del Éxodo 20, 1-17
No harás mal uso del nombre del Señor, tu Dios, porque no dejará el Señor sin
castigo a quien haga mal uso de su nombre.
Honra a tu padre y a tu madre para que vivas largos años en la tierra que el
Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás.
No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo,
ni a su mujer, ni a su esclavo, ni a su esclava, ni su buey, ni su burro ni cosa
alguna que le pertenezca’’.
Salmo Responsorial Del Salmo 18
R. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que cumplen la palabra del Señor
con un corazón bueno y sincero,
y perseveran hasta dar fruto.
R. Aleluya.
El pasaje del Éxodo nos presenta los Diez Mandamientos, los fundamentos de
la moralidad y la ética judío-cristiana. Estas directrices nos muestran el camino
hacia una vida de respeto, amor y adoración a Dios, y de amistad y justicia
hacia los demás. En nuestra era moderna, podemos ver los mandamientos
como un llamado a actuar con integridad y autenticidad, a honrar nuestras
relaciones y a reconocer que todos somos hijos e hijas de un mismo Padre.
Por otro lado, el pasaje del Evangelio según San Mateo nos ofrece la parábola
del sembrador. Aquí, Jesús nos presenta una imagen poderosa de cómo la
Palabra de Dios puede ser sembrada en diferentes tipos de suelo, es decir, en
los distintos corazones humanos. Algunas semillas caen en el camino y son
pisoteadas o comidas por los pájaros. Otras caen en suelo rocoso o entre
espinos, y aunque germinan, pronto se marchitan. Pero algunas semillas caen
en tierra buena y producen una cosecha abundante.
Los Mandamientos que nos muestra el Éxodo pueden ser los instrumentos que
necesitamos para labrar ese suelo. Al seguir estos preceptos, podemos
despejar las piedras de la indiferencia y arrancar las espinas del egoísmo,
haciendo de nuestro corazón un terreno fértil para la Palabra de Dios.
Reflexión
La parábola del sembrador nos desafía a reflexionar sobre qué tipo de terreno
somos. ¿Somos el camino pisoteado por donde pasan los demás, el suelo
rocoso sin profundidad, el suelo cubierto de espinos donde las preocupaciones
del mundo ahogan la Palabra, o la buena tierra que da fruto con paciencia?