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CAPÍTULO 9

DE LAS TRIBUS A LA CIUDAD: SUDAFRICA*


Philip Mayer

LOS PUEBLOS DE LENGUA XOSA Y LA DIVISIÓN ENTRE


XOSOS ROJOS Y XOSOS DE ESCUELA
• - • * - • : -r-frrrr-,

DURANTE VARIAS generaciones, la población de lengua xosa del Ciskei


y del Transkei ha estado dividida en dos campos culturales opuestos:
el de los xosos "rojos" y el de los xosos "de escuela'". Uno de los objetivos 1
principales del presente estudio fue constatar si los dos tipos de xosos /
diferían en su modo de adaptarse a la vida urbana, de la misma manera]
en que lo hacen respecto de la vida en el campo. Pronto se descubrió
que, en todo caso, resultaría imposible comprender el proceso de "urba-
nización" en Bast London sin tener permanentemente en cuenta la dife-
renciación entre los xosos rojos y los de escuela.
El pueblo conocido como abantu ababomvu, "gente roja" o deno-

* Del libro de Philip Mayer, Townsmen or Tribesmen, publicado bajo los


auspicios del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Uni-
versidad de Rodas (Ciudad del Cabo), Oxford University Press, 1963.
El estudio de donde se ha tomado esta selección trata de la vida de los
inmigrantes en East London, uno de los dos centros urbanos principales del
Oriente de la Provincia del Cabo, donde residen más de 43.000 blancos y
casi 70.000 que no lo son. Casi todos los residentes no blancos provienen
de los pueblos de habla xosa, grupo bantu que cuenta con alrededor de ires
millones en la actualidad, que tiene sus fortalezas en las cercanas Reservas
de Ciskei y Transkei.
Al autor no le interesa en forma fundamentaría adaptación de los in-
migrantes al mundo de los blancos como tales, es decir, no se ocupa en prin-
cipio de las relaciones raciales, de las oportunidades de trabajo o de los
contrastes entre las expectativas tribales y las de la gente blanca. Su meta
es "discutir algunos patrones de conducta de los inmigrantes de origen xoso
en East London, con especial referencia al problema que parecen presentar
estos inmigrantes frente a la 'urbanización'. La discusión enfoca categorías
de personas que se mueven entre el campo y la ciudad y los cambios (o
ausencia de cambios) manifestados en sus patrones de conducta, más bien
que el sistema urbano total, que absorbe (o deja de absorber) a estas nuevas
personas en su estructura". Esta selección incluye extractos de caps. 1-18.
I
1(34 ,. ••"'.- . .'< GIMO GEKMANI
URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN 165
minado, con menos cortesía, amagaba, "puercos" (por el embadiirjia-
miento de' sus ropas y de sus cuerpos con ocre rojo), son los xosos i ' | de los xosos. En East London los xosos son gente que se ha trasladado,
tradicionalistas, los conservadores que todavía 'se aferran a la forma ellos o sus antepasados, del campo a la ciudad; pero podemos llamar
indígena de vida, incluyendo- hi religión pagana xosa. Los xosos rojos i ' ' urbanizados sólo a quienes se han trasladado en un sentido más pro-
no son sólo unos pocos sobrevivientes 'pintorescos; por el contrario, j fundo que el del simple cambio físico de morada.' Es ese sentido, más
constituyen hoy día una mitad floreciente de los pueblos xosos y son •V profundo, lo que a uno le gustaría identificar.
particularmente fuertes en las zonas más cercanas a East London. El Por lo tanto, esta discusión comienza desde el bien establecido pun-
f* tipo antitético, abantu basesíhohveni, las gentes de escuela, son un - to de partida de que la urbanización debe ser algo diferente de la
_<P producto de la misión y de la escuela, que practican el cristianismo, están I . estabilización propiamente dicha. 5 La estabilización —en el sentido en
\s y mantienen como ideales otras formas occidentales. Debe que usan la palabra algunos sociólogos y antropólogos— es un concepto
v~~ añadirse que la gente de "escuela" no es sólo aquella que se encuentra de la duración de la permanencia en la ciudad, en relación con otros
en la ciudad o bajo la influencia de ésta. El xoso urbano pertenece, en factores importantes como lo son la edad de las personas y el lapso 1 que
--) un amplio sentido, a la categoría de los de "escuela", pero la suya es han pasado fuera de la ciudad. Es un concepto de algo que puede ser
£/ una rama "separada de la cultura de escuela, con un matiz que le es medido en cifras, aunque la selección y el cálculo de éstas puedan estar
Ca- plagados de dificultades. Para nuestros fines, no nos es preciso ocu-
totalmente propio. La principal división entre los rojos y los de escuela
proviene del campo, donde las dos culturas "folk" (para usar la termino- parnos de los refinamientos estadísticos que se necesitan para hacer ^-' *ij \f
logía de Redfield) se desenvuelven simultáneamente. Los rústicos xosos del concepto de la estabilización una adecuada herramienta de trabajo, rtrf^^^ „ '
rojos y los rústicos xosos de escuela, aferrados ambos a sus propias y De cualquier manera éste será siempre un concepto cuantitativo, en ^v,.»A
distintas formas de vida, se ven enfrentados, tanto los unos como los tanto que lo que aquí nos concierne es un concepto cualitativo. La con- *^ tJ^
otros, a la necesidad de adaptarse a la ciudad. En este libro, "escuela"! dición de la urbanización, llamada así con propiedad, se refiere no sólo
se utilizará para significar la cultura folk rural de los xosos de if\; los pobladores urbanos al lapso serán
sino aespecificados
la calidad decomo
la vida que se vive en la ciudad. Se debe
tales.
admitir que, cuando la calidad implicada está presente, el individuo mos-
trará su preferencia por permanecer "estabilizado" en la ciudad, pero
La diferenciación de la cultera rural de la de escuela se vincula, a la inversa no es igualmente verdad, porque un individuo que permanece
considerable profundidad en el tiempo, con sus tradiciones. Hace más
largo tiempo en la ciudad no demostrará necesariamente la genuinu
de ciento veinticinco años que los misioneros, administradores y comer-
calidad de urbanizado. Puede ser que en realidad esté planeando regresar
ciantes de raza blanca se instalaron en la zona rural habitada por los
al campo; puede disgustarle la vida urbana y considerarse un extraño.
xosos. Como área de asentamiento real de gente blanca, ésta se encuentra En un lugar como East London, donde tantos residentes comienzan
entre las más antiguas del bajo Sahara africano, y tanto blancos como como campesinos de subsistencia y tratan de complementar sus ingresos _;
negros la consideran su tierra de origen desde la década de 1820, El rurales, ésta no es una simple posibilidad académica.
xoso de escuela puede tener cuatro o cinco generaciones de antepasados Parece deseable ir más allá de un catálogo de aquellos rasgos "*
de escuela detrás de sí, y la ciudad donde va en busca de trabajo, o la urbanos superficiales que en forma inevitable se imponen a todos los
finca agrícola en la cual trabaja para un dueño blanco, puede haber residentes de East London, no obstante su estadía temporaria, o no
estado dentro de su horizonte social, como lo está dentro de sí mismo. obstante lo poco urbanizados que puedan sentirse en el fondo de s u <
En East London y otras ciudades orientales del Cabo, junto a los bloques corazón. Por empezar, es común a todos los xosos de East London —des-
de oficinas de concreto y a las casas ,modernas, los primeros edificios de el que ha nacido en la ciudad, hasta el más rústico de los recién
Victorianos forman parte del escenario natural. En realidad, los xosos 1 llegados— que se ocupen en trabajos de la ciudad, lo cual significa satis-
rojos son aquellos que durante generaciones sucesivas, desde la época ¡ / facer los requerimientos de les empleadores blancos, durante toda la
que podría ser identificada en Inglaterra como la de Jorge IV, han A jornada de trabajo. Todos ellos tienen' que comprar su comida y pagar
estado mirando de reojo a la gente blanca y sus costumbres; los xosos 1 su alojamiento; todos tienen que conformarse con un nivel mínimo de
de escuela son los que los han observado y aceptado. \L SIGNIFICADO DEindumentaria
LA URBANIZACIÓN
de estilo urbano y todos están alejados, por el momento,

1 En el libro Social Implications of Industrialisation and Urbanisation


in África South of the Sahara, se discuten los diversos intentos realizados
para definir la "urbanización" en el contexto africano. Véase, en especial.
Por estar referido a la urbanización de los inmigrantes, este estu-1 M. McCulloch, págs. 212 y siguientes; J. C. Mitchell, páginas 696 a 704; y E.
Hellmann, pág. 730 y siguientes.
dio se relaciona con lo que podría llamarse una forma de movilidad I 2 Véase Mitehell, J. C.: "Urlianisation, Detribalisation and Stabilisation
social, o sea el movimiento de individuos entre la sociedad rural y urbana-1 in Southern África", en pág. 693 y siguientes de Social Implications of
Industrialisation and Urbanisation in África South of the Sahara.
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de las actividades rústicas o "tribales" como lo son las referentes a la bio, de acuerdo con la distinción <mtre "estructura" y "cultura", tal
atención del ganado o a la construcción de chozas de barro. Pero, como Acornó la concibe la antropología clásica. Por una parte se puede pensar
lo ha señalado Fortes, muchos patrones de adaptación, propios de cier- en el cambio del universo social del individuo y por la otra en el cambio
tas situaciones de la ciudad, pueden "tirarse como un viejo abrigo" si, o de sus patr-ones de conducta, 'o de sus valores. Al hablar de un proceso
cuando, la persona regresa al campo.3 Además, aun en la ciudad estos de urbanización (o de destribalización), debiera aclararse en cuál de las
patrones de adaptación pueden ser combinados con formas de actuar y dos formas de cambio se está pensando fundamentalmente o si se res-
de pensar (en otras situaciones) que de ninguna manera pueden consi- tringe el término a los procesos en que ambas formas se combinan. '
derarse "urbanas".
Al definir la persona urbanizada como la de arraigo en la ciudad,
Una forma de seleccionar a los xosos genuinamente urbanizados en se estaría enfocando sólo el aspecto estructural, o sea el problema de
East London, podría ser la de ver dónde tienen sus raíces principales las ataduras sociales formadas y mantenidas; de la incorporación dentro
o se pueda decir que $e encuentran on su hogar. Por gente de arraigo de la comunidad de una ciudad; o de los papeles desempeñados en aqué-
campesino se quiere significar aquellos inmigrantes que están en el
lugar, pero no forman parte de él, pues se encuentran en la ciudad pero w lla o de los papeles abandonado-i o rechazados en otro lugar. Se
estaría diciendo que una persona merece ser llamada urbanizada si y
se consideran a sí mismos, y pueden ser considerados, como tienen sus cuando a ella le parece 'que es en la ciudad 'donde se encuentra en su
hogares reales o su raigambre en •eí'V.ampo. Los arraigados en la ciudad "hogar". Por otra parte sería posible y quizá muy justificable enfocar
constituyen el núcleo de los londinenses, cuj^os hogares y raíces están allí en cambio los aspectos culturales para sopesar la urbanización de una
y sólo allí en East London^ LOS niños que nacen y crecen en ese lugari persona en términos dé su "forma de vida", sus actividades institucio-
están naturalmente arraigados en la ciudad, pero ésta" no es la única nalizadas y, en esp'ecial, sus valores y actitudes. En esta definición, la
manera de calificarlos. También la gente nacida en el campo puede lle- f
persona verdaderamente urbanizada sería aquella que se halla por
gar a arraigarse en la ciudad, si se decide a quedarse en forma perma- 1 pleto afirmada en los modos "urbajos" de conducta —incluida su vida
nente y se incorporaba la comunidad de la ciudad. Son, entonces, inmi- privada —y (sobre todo) dispuesta a conferirles un valor positivo. El
grantes y ño migrantes.' problema de los valores es importante porque en muchas" situaciones la
Cuando un xoso rural llega por primera vez a East London, el gente podría manifestar su conformidad en lo externo, pero en lo ínti-
problema de la movilidad podría expresarse preguntando si éste se iden- mo de su ser aún podría estar determinada a volver a los patrones de
tificará como un inmigrante en e.ste sentido. El trabajo de campo conducta preurbanos, si surgiera la oportunidad.
demostró que para una alta proporción de los xosos que llegan a' East Para los fines del trabajo de campo, la pregunta detrás de la pre-
London-, la respuesta es "no", pero las razones de esta negación deben gunta: "¿Cómo actúan los inmigrantes?", podría haber sido "¿Qué
considerarse. No es necesariamente porque su estadía en la ciudad haya evidencia encontramos de que se sienten ligados a la comunidad urbana
sido o será corta. Por el contrario, ion frecuencia permanecen arraiga- por ataduras sociales básicas?"; o podría ser "¿Qué evidencia encontra-
dos en el campo a través de largos afos de residencia casi continua en la mos de que adopten patrones de conducta, actitudes y valores típicamente
ciudad. Muchos se conservan así duiante toda la vida. Después de toda urbanos?" En la práctica parecía deseable trabajar con ambos concep-
una vida de trabajo pasada en East London, un xoso puede empaquetar tos, manteniéndolos separados en sus principios y en su aplicación.
sus cosas y volver a su "hogar", a su "lugar propio", aunque otro xoso Los mismos xosos dan a implicar, de alguna forma, tal distinción
continúe allí, con él sentimiento de que, para entonces, su "hogar" es entre los procesos culturales y los estructurales. En lengua xosa, la
la ciudad. Si se aislaran los factores que contribuyen a estos diferentes palabra ukutshipha, significa fugarse del hogar (es decir del hogar
patrones de conducta, se aprendería algo respecto del proceso llamado en el campo), y "desaparecer" en la ciudad. El que se fuga, itshipha,
urbanización. es un caso extremo de aquel que se arraiga en la ciudad o se convierte
Sin embargo, distinguir entre la gente de arraigo campesino y la en una persona estructuralmente urbanizada. Es quien deja a sus pa-
de arraigo urbano no puede constituir el total del asunto, porque se dres, esposa é hijos en el campó, "Sin dar- noticias ni hacer conocer su
trata de una distinción estructural que dice poco de la cultura y de los paradero. Se ha separado de la comunidad de su hogar y se ha perdido,
valores, poco respecto de la "forma de vida" y de las actitudes. Quizás casi por completo, como si se hubiera muerto. Es el opuesto del hombre
en la literatura sobre África, la urbanización (o destribalización) ha que mantiene los lazos hogareño» —amagoduka— el que "visita el ho-
tendido algunas veces a servir como un término encubierto, que oscu- gar". Itshipha es un término despectivo, que se supone derivado del
rece el hecho de que puedan involucrarse dos formas distintas de cam- inglés "barato" (indicando que uno es fácilmente absorbido por las co-
sas nuevas). Un segundo término despectivo es irumsha, indicativo de
s Fortes, M.: "Culture Contact as a Dynamic Process", en Methuds of
un trasfuga en el sentido "cultural". Vkurumshs, significa adoptar las
Study of Cuitare Contact in África, pág. 87. "costumbres de la ciudad" con preferencia a las de la propia tribu, o
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sea a las costumbres rústicas de los xosos. En su sentido más estricto jar" en una u otra de las formas proscriptas por la estructura. En East
significa hablar en un idioma que no es el propio, pero sobre todo hablar London, por el contrario, la "estructura" con la cual nos enfrentamos
inglés, lo cual a los ojos de los rústicos es el signo del hombre de la ( nos parece una inmensa maraña de interrelaciones que se entrecruzan y
ciudad, en contraposición del hombre de campó. comprenden muchos y diversos papeles y categorías que no se coordinan
Llamar a un hombre irumsha no implica decir que está desatando lógicamente. Podemos ver allí, por ejemplo, una oposición entre la gente
los lazos que lo unen a su familia o a su comunidad del hogar, ni aun arraigada a la ciudad y la gente arraigada al campo; oposición entre
que se esté arraigando en la ciudad; el término se refiere simplemente los transkeinianos y los ciskeinianos; oposición entre las "clases" su-
a sus hábitos personales. Por el contrario, llamarlo itshipha no quiere perior, media y más bajas; también entre los distintos grupos ocupa-
decir nada respecto de sus hábitos y sólo indica que está rompiendo sus cionales, o entre las distintas categorías religiosas, o diferentes asocia- ,
lazos sociales. El "tránsfuga" puede hasta regresar al hogar de la co- ciones; pero no vemos ningún tipo de principios que los articule en un rM
munidad rural para pagar e^ gasto, en tanto que el que "huye", por lo todo coherente. Permanecen en planos diferentes y a menudo uno siente
que se sabe, puede estar tan lejos como siempre de adquirir la apa- como que está frente a un conglomerado social más bien que ante una
riencia de una cultura verdaderamente urbana. "estructura". En consecuencia, no parece que ayudara aquí la 'imagen
En realidad se puede encontrar en East London al xoso que parece de una persona que acaba de llegar y encuentra un lugar definido den-
haberse. urbanizado e'n un sentido, pero no en otro. Algunos se han tro de la estructura total de la sociedad, o asuma su participación en un
arraigado en la ciudad, pero de ninguna manera valorizan las institu- sistema orgánico de papeles, es decir, una imagen que venga en nuestro
ciones diacríticas del ciudadano real. Les parece estar en Roma, pero no auxilio si lo que nos interesa son personas que van de una comunidad
hacen lo que hacen los romanos, sino que se mantienen atados a su "integrada" a otra; es decir, aunque no lo fuera'por tazones prácticas, si
propia cultura minoritaria particular y recrean, en la medida de lo,i pudiera al menos manejarse en el campo teórico.
posible, la atmósfera moral y cultural de sus antiguos hogares (pre- Una alternativa es la de pensar_en_el arraigo como en algo que
urbanos). Y, por otra parte, hay gente que se adhiere con fuerza a los debe ser aprehendido—desde el punto de vista del propio inmigrante.
patrones culturales aprendidos en la ciudad, pero se siente aún arrai- Ese es el punto de vista que se adopta en este ensayo, pues el trabajo
gada a su hogar en el campo. Su hogar espiritual puede ser el del ciuda- ha sido-Cflncebidó en su mayor parte, con referencia a la r_ejd_d.ft_relaciü-
dano realmente urbano, pero su verdadero hogar continúa siendo el del nes^ del gropio inmigrante, en la forma en que Barnes y otros .usan él t •*-
campo.
término.5 La red es el total .de Jas ..Dejaciones interpersonales¡...del..yo
En primer lugar, entonces, puede decirse que ninguna forma de con otros individuos. En cualquier re.d,,p,articular, los individuos invo-
urbanización —arraigarse en la ciudad o adquirir la cultura urbana— lucrados no constituyen un grupo, en el sentido sociológico, sino que
se cop'esponde, de manera automática, con la establización; pero, en forman algo que —como una parentela— sólo puede definirse con el yo
segando lugar, ninguna de las formas necesita, por fuerza, mantenerse como punto central de referencia.
a la par de la otra. Quizá sea sólo cuando un mismo individuo haya
Por definición, cada inmigrante :—a menos que se convierta en
logrado ambas, que se pijede hablar de "urbanización" sin califica-
ciones. itshipha— tiene..sji red, ..en parte_iíin,.el campo y en parte en la ciudad- !

La cuestión es cómo parece distribuirse la red y' en particular cuál es '


la distribución de los individuos que parecen ser los más importantes
CRITERIOS PARA I.A URBANIZACIÓN para el yo personalmente. Un inmigrante arraigado en el campo continúa
poniendo el mayor énfasis sobre la gpnte del campo y sobre su grado
a) Griterías para analizar el atraigo oí la ciudad de relación con ella, aunque sólo pueda mantenerla in absentia. Un inmi-
Al considerar la urbanización grante que se arraiga en la ciudad enfatiza a la gente y a las relaciones
. n v u o ^ Je
individuo^
de la ciudad. Un itshipha no acepta ni reconoce más la parte de su red
cambio que va desde estar efectivamente arraigados al campo hasta el
de estar efectivamente arraigados a la ciudad), se descubrió que no era localizada en el campo de su pasado. \s dependen en forma inmediat
posible pensar en que éstos asumieran posiciones nuevas, dentro de una
nueva estructura. La dificultad surge de la gran diferencia de calidad considerar que caen, por lo normal en forma automática, dentro de la
entre la estructura de la "comunidad" localizada en East London y la categoría de los más importantes o más destacados individuos (con
de cualquier comunidad rural de xosos En esta última se puede discer- excepción del itshipha que puede descastarlos con el resto de sus co-
rir la estructura en el sentido clásico, de un sistema inclusivo de papeles
engranados o lógicamente complementarios. 4 Una persona parece "enca- = Véase, Barnes, J. A.: "Class and Committees in a Norwegian Island
Parish", en Human Relalions, vol. 7. N"? 1, pág. 43, y Bctt, Elizabeth: Fami-
1 Véase Nadel, S. F,: The Thcory o) Social Structure. ly and Social Network, en especial las páginas 58 y 59.
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GINO GERMANI URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN 171

nexiones rurales). Lo corriente es que un hombre que mantiene a su pueden considerarse idealmente parte de la cultura urbana de los xosos
esposa e hijos en el campo mientra:! permanece en la ciudad, prima facie como contraria a su propia cultura rural. Es así como en la ciudad, por
denota su raigambre rural. Un hombre arraigado en la ciudad tendría ejemplo, existen oportunidades de recreación que ni aun los más civili-
a sn esposa en la ciudad y criaría a sus hijos allí; si las circunstancias zados de los xosos de escuela pueden tener en el campo: cinematógrafos,
impiden que un migrante haga esto, también le impedirán que se arrai- salones de bailes de distintas clases, cafés, concursos de belleza, perió-
r gue por completo en la ciudad. Los inmigrantes que visitan el campo dicos, diarios. Muchos de los inmigrantes los aprovechan, pero muchos \s continúan entreteni
con regularidad y continúan plenamente su interacción con los parien-
tes, vecinos u otros asociados del lugar, y aquellos que declaran tener decir, aunque estén en la ciudad mantienen sus "tradicionales" formas /
allí sus "mejores" amigos o amante», denotan también con ello su arrai- de beber cerveza o de bailar y cantar al estilo rústico de los xosos.
«go en el campo.
Además hay diferentes normas familiares y actitudes de parentes-
•Se requiere del mismo modo considerar los intereses de la propie- co. Es probable que no sea certero decir que el hombre de la ciudad
/ dad. La compra de una casa en la ciudad no es, en forma invariable, un pueda distinguirse de aquel del campo por su falta de interés en una
(¡ signo de genuino arraigo-en la ciudad, puesto que estas propiedades parentela más amplia. La segunda o tercera generación de estos londi-
I —como lo han descubierto muchos Limigratites— pueden servexplotadas nenses pueden haber ramificado allí ampliamente sus relaciones de pa-
cobrando los beneficios en dinero, aun en ausencia del propietario y, rentesco. Pero existe un sentimiento diferente entre las generaciones y
eventualménte, pueden ser convertidas otra vez en dinero. Por otra par- los sexos, reflejado en los diferentes tipos de vida familiar, en especial
te, adquirir o mantener una propiedad en el campo puede considerarse, en lo que respecta a las relaciones de una mujer con su marido o con
con seguridad, un sjgno de arraigo en el campo. El hogar rural de u n < sus suegros. En general, los dos tipos de cultura rural de los xosos —los
X-QSO puede muy rara vez considerarse como una "inversión" en este de escueja y los rojos— se distinguen por ser de tono más patriarcal -
sentido. Su único significado es el de un hogar propio para sí o para que el de la gente de la ciudad.
^quienes dependen de él. /
En cuando a la indumentaria y al estilo de vida, en su exterior
Aparte de los criterios.oiiieliyjj.'; —del lugar donde se encuentran todos los xosos de la ciudad 'tiejfen que aparentar ser más urbanos que
los parientes y otras personas de su vinculación, de la regularidad con lo que podían serlo en el 'campo. Aun el hombre rojo, "que usa una
que se visita el campo, de la ubicación déla propiedad— también s'e^ sábana" sabe bien que debe "vestirse para la ciudad". Pero aun en eso *j
tomó en. cuenta el coa-tenido.subjetivo, lo; ..que podría Jlainarse la ..orien- hay grados. El londinense real a menudo puede detectar a la gente del r
tación, psicológica. Las .respuestas a preguntas tales como "¿dónde está campo por detalles tales como el tamaño de la chaqueta o el largo de
su hogar real?", "¿dónde le gustaría vivir ahora si tuviera la libertad la camisa, la disposición del turbante de la mujer o los aros y pulseras.
^de elegir?", "¿adonde tiene la intención de retirarse cuando deje de Además, se puede mencionar una diferencia de maneras y de expresión,
trabajar" sirvieron para contrastar la orientación. Esas preguntas y que es mucho más fácil sentir que describir. La persona realmente ur-
respuestas no serían pruebas suficientes dejirraigo sin que también se- : bana tiende a ser más rápida, más "gentil'*, y a mirarlo a uno de
utilizaran los criterios objetivos, puesto que podrían reflejar una orien- manera diferente. Los xosos del campo tienen sus señales distintas de las
tación puramente sentimental, o quizá ficticia, expuesta para beneficio del hombre de la ciudad, pues sus sonrisas, sus gentilezas, su cortesía
del investigador. ""
superficial son diferentes, y pueden querer significar algo o nada. Los
Por medio de tales criterios muchos individuos de la ciudad resul- que llegan a identificarse con la gente de la ciudad copian algunos de
taron estar claramente arraigados en ella o claramente arraigados en el estos amaneramientos.
campo. Sin embargo, se descubrió que otros estaban arraigados doble- Debemos tener presente, por supuesto, que no debe confundirse una
mente y subrayaban sus lazos tanto en el campo como en la ciudad. En oposición de instituciones con una de personas. Algunos de los xosos de
la mayor parte de estos casos reflejaban su sentido de inseguridad en la East London (en especial los nacidos en el centro urbano) son adeptos
ciudad. Les hubiera gustado arraigarse en ella, pero no se atrevían a a las instituciones de la ciudad, únicamente; algunos —entre los inmi-
cortar por completo con el campo. En los capítulos referentes a los in- grantes rojos y loa más humildes xosos de escuela— nunca aprenden a
migrantes campesinos correspondientes a la categoría de los xosos de participar en muchas de las instituciones urbanas, por lo que deben ser
escuela se habla de estas gentes "condicionalmente urbanizadas". considerados diestros sólo en la cultura rústica. Pero se encuentran r
inmigrantes que son versados en ambas culturas o en medida suficiente Q
Criterios para la urbanización cultural como para que se los deba considerar culturalmente "urbanizados" sin
haber sido correspondientemente "destribalizados". Se trata de que sean
En los aspectos que más nos interesan — los de la vida doméstica capaces de adaptarse a diferentes situaciones y contextos. Cuando un
y las relaciones de parentesco y de tiempo libre— algunas instituciones hombre adquiere esta habilidad, se puede decir que puede ir y venir
172 CIÑO 3ERMANI URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN i?:;

libremente entre círculos rústicos y urbanos, reteniendo siempre el otro En el campo, sólo las personas de cultura más bien homogénea es-
conjunto de patrones de conducta en estado latente. Puede actuar de tán disponibles para participar del yo doméstico y sociable, pero en
manera urbanizada entre sus amigos urbanizados de la ciudad, y retor- East London la variedad es mucho mayor. Parece que nada hay que im-
nar a las costumbres campesinas nin esfuerzo aparente cuando vuelve < pida que el inmigrante se encuentre allí en relación con gentes cuyas
a visitar el campo o se retira a vivir allí. expectativas son muy diferentes de las de su círculo rústico, con per
Este tipo de persona de cultura doble —como el otro tipo, que per- sonas nacidas' en. la ciudad, de distinta religión y diferente educación,
manece rústico aunque se encuentre en la ciudad— no se convertirá en etcétera. Por otra parte, puesto que los inmigrantes de raigambre cam-
predicador de las costumbres urbanas cuando regresa al campo y no es pesina, tatito los xosos rojos como Jos de escuela, constituyen una gran
probable que se lo desprecie como si fuera un irumsha._ parte de la población de East London, es también posible que se pueda
encontrar entre gente "de su propio tipo", similar a la de su lugar de
origen en el campo, y en tal caso su resocialización, a los fines de la
IOS AGENTES DE CAMBIO ., ciudad, podría presumirse <jue se realizará con mucho menos daño para
'. . - -v ' ' • • ' * . ' 'í sus antiguos hábitos y normas. > ,
Cuándo alguien penetra en un nuevo medio social necesita algo así
como ser socializado de ijuevo. Esto Se aplica al xoso criado en el campo
que llega1 corad inmigrante a East London. Hasta en los aspectos libres I.A FORMACIÓN DE VÍNCULOS EN LA CIUDAD
y en los más íntimos de la vida encuentra el ambiente tan distinto que Debemos considerar, por lo tanto, cómo llega a formarse una red
ya no son suficientes, o siempre aprc piadas, las reglas aprendidas, sobre de inmigrantes de la -parte localizada en la ciudad y, en particular, cómo
'las cuales basaba su existencia en el campo. Esto quiere decir que se
encuentra allí a los compañeros más íntimos.
> debe pensar más en la influencia de la relación frente a frente que Por empezar, habrá en términos totales un contraste obvio entre
interpretarlo como un modo de vivir conforme a las nuevas normas exi- Ja formación de su red localizada en el campo y de su red localizada
gidas por la "atmósfera" o recogidas del empedrado.
Es posible que parte de la resocialización, a efectuarse en la ciu- • en la ciudad. Dentro del ambiente rural de los xósos, la composición de
la red, de cada individuo parece estar en gran parte o casi por entero
dad, emane de algunos aspectos de la red que se tenía en el campo. En . preórdenada y ser predecible. El patrón general de la red de cada per-
realidad, veremos cómo un joven puede aprender de sus padres y de sona se derivará en forma directa de su estructura; puede ser inferida,
otras-personas del ambiente rural —antes de que haya puesto sus pies en forma simple, por alguien que conozca la estructura.
en la ciudad— algunas normas de "cónio debe uno" comportarse en ella; En la comunidad rural de los xósos; el yo debe tener relaciones,
mientras se» mantengan en relación con la gente de su hogar no se necesariamente, de persona a persona con sus propios familiares, sus
puede contar con que no sufran su influencia. Pero también pueden ser vecinos, y los compañeros de su edad que habiten el lugar. Estas'son
críticás,Jas influencias de otras personas que lo rodean, cuando ya está relaciones imputadas, que se aceptan, no se fabrican. También es verdad
en la ciudad. ¿Repetirán éstos las expectativas de su gente campesina, que mientras un xoso permanezca allí no puede rechazarlas pues tales
o esperarán que observe una conducta por completo diferente? Cuando relaciones obligatorias constituyen la mayor parte, si no toda la red
se encuentre entre ellos ¿le parecerá natural seguir visitando su hogar del xoso rural.
con regularidad y permanecerá fiel a sus antiguos valores? ¿O sentirá No es que sólo el patrón general de dicha red esté ordenado por
que ejercen sobre él una presión moral respecto del ukunimsha, o del la estructura social (por ejemplo, el hecho de que cada uno debe man-
desarraigo en la ciudad, quizás hasta d ukutshiphal tener relaciones con sus parientes, vecinos, compañeros de su edad,
Por lo tanto, se presenta otro problema a considerar respecto de la etcétera) sino que la identidad de los individuos que la componen parece
red de canales de transmisión, aparte de aquel de su distribución. Es ser muy poco susceptible al cambio. Ni qué decir, pues, que sólo una
el problema de la "clase de gente" (hablando en términos de patrones serie de individuos y sólo ésa puede identificarse como del parentesco
culturales y de valores) que constituye esa parte de la red que está del yo, pero el principio es casi igualmente verdadero en lo que res-
localizada en la ciudad. Para nuestros propósitos, la gente importante, pecta a sus vecinos o a los compañeros de su misma edad. Como hay muy
desde un punto de vista crítico, es aquella con quien las relaciones del poca movilidad dentro o entre estas comunidades campesinas, no es co-
individuo son domésticas, amistosas c> sociales; es la de aquellos con mún que un hombre reemplace un conjunto de ellos por otro. For lo
1"
quienes se encuentra obligado a vivir, comer, dormir, beber, rendir cul- tanto, con fines prácticos parece lógico decir que en las condiciones
to, o divertirse, mientras permanece en la ciudad. Se presume que es rurales de los xosos, los individuos, una vez que su yo los obliga
a través de ellos que puede, ser inducido a cambiar sus hábitos rústicos miembros de su red, permanecerán deliro de ella, con toda prababiljjfe
por otros urbanizados, en x Jos sentidos que hemos definido. 4
hasta que mueran.
GUÍO GEEMANI
URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN 175
Los factores variables, tale» como un accidente o una elección per-
sonal —variables en el sentido de que ellos y sus efectos no pueden ser En muchas de las relaciones localizadas en la ciudad, la libertad
inferidos del conocimiento de la estructura social— parece por lo tanto personal de elección de un inmigrante es estrictamente limitada, no por
que cuentan muy poco para la composición de la red, dentro de la cierto debido a imposiciones estructurales, sino por factores que de igual
comunidad rural. Todo lo que hacen es influir sobre el tono o contenido modo están más allá de su control. Muchos da sus camaradas de Is
emocional de cada una de las relaciones que la componen. El "éxito dé ciudad lo aceptan por casualidad; no puede saber a quién habrá de
la relación, en términos de armonía o sentimiento'personal, queda por erícontrar en-un determinado lugar de trabajo o en un alojamiento par-
alcanzarse, en tanto la relación como tal sea impuesta. tieiilar; Puede elegir la casa donde alojarse, pero no puede elegir a sus
vecinos. No obstante, cuando llegarnos al tipo de relaciones que nos con-
'Cuando él inmigrante se va de un ambiente hogareño, estos- rasgos ciernen en especial \ de orden doméstico, amistoso o sociable— ve-
de^sú red origiilpj ño se" alteran jnaterialmente. Todo lo que-ocurre es moá por primera vez el factor de Ja elección personal en pleno funcio-
qué la habilidad de influir sobré, el éxito de las relaciones obligatorias namiento. Es aquí donde, en realidad, reside una gran _, novedad, en
toma un aspecto nuevo. El inmigrante puede entonces elegir y mantener .' "comparación con el campo. Ahora, como nunca antes, el inmigrante elige
esas'relaciones, en mayor ,o menor gradp. Pero al mismo tiempo debe a todos los individuos que estarán en relación personal más estrecha
enfrentarse, con la necesidad de adquirir una nueva sección de^a red^ con él. Si la suerte le depara a sus compañeros de trabajo, la elección
en el lugar a]>vque se m'üda.'Si fuera a habitar otro tipo de comunidad decide con cuáles de ellos (si es que con alguien) pasará la hora del
de "pequeña escala" o "inlegrada", podría —como ya se ha" sugerido—• almuerzo comiendo y conversando, o haciendo visitas y bebiendo por
caer dentro de un nicho que, por implicancia, Jleva bu propio comple- las noches. Si la suerte le depara los vecinos y los compañeros de aloja-
mento de una red de relacionen prefabricadas o estructuralmente obli- miento, elegirá a los compañeros de cuarto, que son los que forman el
gatorias. Pero, en un lugar como East London, con su falta de estructura verdadero círculo doméstico. ~
Sobré todo unitaria y en razón de su población cambiante, la composi-
ción de la red no puede ser pronosticada. Parece depender, en lo fun- Veremos, por ejemplo, cuánta variedad se hace posible cuando un
damental, de factores variables En las ubicaciones de East Londoír, ni inmigrante selecciona su círeulo doméstico en la ciudad. Ningún modelo
siquiera el modelo general de Ja red de un inmigrante está estructural- es obligatorio: puede tomar la decisión de vivi^? con un hermano, con
mente predeterminado. Para muchos de ellos, "díga*nqs, la sección de la un joven de su edad, o con un grupo de varios, o con un amigo del
red localizada en la ciudad estará constituida en su mayor parte por ' sexo masculino o con amigos que no tienen relación de ningún tipo, o
compañeros^ de empleo, de .alojamiento y por un patrono; pero estas con una concubina, o con su esposa (con o sin niños), o puede formar
relaciones .no son1 necesariamente transmitidas por la estructura social una unidad doméstica de un hombre solo. Esto v contrasta en forma'agu-
urbana. Otros' inmigrantes np tienen compañeros de alojamiento, ni da con la predeterminación estructural de su hogar, donde estaría obli-
patronos individuales, pues viven en^ casas municipales; o no tieri'en • gado automáticamente a tratar un círculo doméstico, constituido por
compañeros de empleo, porque instalan su negocio 'en .forma indepen- sus parientes más próximos. Además, veremos que en la ciudad, donde
diente. Por lo tanto, las redes urbanas de los diferentes-inmigrantes la población^ es densa y la gente se muda bastante, el simple hecho
deben construirse sobre modelos notablemente diferentes. Además, en de vivir en las proximidades no compele a los individuos a entrar en
'la ciudad, dentro del modelo de red que se aplic'a a cualquier individuo relaciones amistosas o sociales. Por el contrario, la estructura social
^A $f particular, las personas reales ¡son variables y no están establecidas por en el campo demanda que uno intercambie hospitalidad con los vecinos.
\fi orden de permanencia. Supóngase que la red de uno no incluya al patrono En la ciudad la gente bebe con compañeros de su propia,elección, en
ni a compañeros de trabajo o de alojamiento: la identidad de los indi- ambientes que uno mismo elige; en el campo la etiqueta establece quién
beberá con quién.
viduos que desempeñan tales papeles en relación con él puede cambiar
totalmente una y otra vez, cuando cambia de trabajo o de alojamiento. Allí, por lo tanto, las relaciones personales más íntimas son las que
Sucede lo mismo con la gente que encuentra en otros ambientes de la crea en forma más especial el propio inmigrante, quien construye esta
ciudad, ya sea en la iglesia, en la taberna clandestina y en la tienda parte de su red por medio de sus propios actos de elección. En esto
del lugar. Se puede considerar que cualquiera de éstos, a quienes en- difiere de la localizada en el campo, y también del resto de la localizada
cuentra con regularidad y conoce por su nombre y su personalidad, en- en la ciudad, ya que ambas —aunque por diferentes razones— son para
tran dentro de la red; pero la existencia de otras tabernas, de otras .él datos, fijados por factores que están más allá de su control.
iglesias y tiendas, es parte de la misma naturaleza de la vida en la Si, como ya se ha dicho, estos compañeros personales de la ciudad
ciudad, por lo cual, en contraste con las opciones limitadas del campo, ejercen las presiones más importantes en favor o en contra de la urba-
uno tiene varias o muchas combinaciones alternativas de personas dis- nización, entonces la principal agencia de urbanización del inmigrante
ponibles que desempeñan papeles similares para él. es aquella que él mismo pone en funcionamiento. Es él el arquitecto del
ambiente social íntimo con el cual ayuda a su propia transformación en
176 GINO GERMANI URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN 177

un hombre urbanizado o en otro sor, resistente al cambio, según el caso. No es sólo cuestión de que sean inmigrantes rojos, inmigrantes
Esta es una íazón más por la cual sería inútil tratar de analizar la de escuela y gente nacida en la ciudad, todos disponibles en ella como
urbanización de los inmigrantes sobre los fundamentos mecánicos de su posibles mentores culturales o normas diferentes, sino que constituye una
estabilización en la ciudad. cuestión de diversidad mayor dentro de la cultura de la ciudad.

LA ELECCIÓN CON REFERENCIA A LAS INSTITUCIONES


LA LIMITACIÓN QUE TIENEN LOS ROJOS PARA ELEGIR *
Al considerar las relaciones personales del inmigrante en la ciudad,
puede decirse que estamos analizando algo que entra dentro de la esfera Ya se ha demostrado que la elección de Io3_cpnservadoré3 xoaba
que Firth ha identificado con la organización social.6 La organización rojos que emigran, J5_J2ateria_^le^..formación., o mantejiimiento Je. sit red ^
versus la estructura, la elección versus la obligatoriedad, constituyen social, seguía g^eralmente por tres principios: 1) mantener en buen
las claves fundamentales del contraste entre las secciones de la red estado Ias~réíaciones rurales; 2) evitar nuevos lazos, en especial con loa
del inmigrante localizadas en la ciudad y en el campo. En el curso de la no rojos; en la" ciudad; 3) demostrar solidaridad con el resto dé la
investigación se encontró que los inmigrantes rojos, por una parte, y "gente de su hogar natal" en la ciudad. Por lo general, al llegar a ésta
los inmigrantes de escuela, por la otra, tienden a emplear, en forma muy elige entre ellos al primer patrono, a sus compañeros de cuarto y a los
marcada, diferentes formas de organización, con los cjjnsjgujenifis- efec- que lo acompañarán regularmente a beber y aquellos otros con quienes
tos diferentes sobre sus perspectivas de urbanización. pasará su tiempo libre. De ellos espera ayuda, fen alguna emergencia que
se pueda presentar, y cuenta con su arbitraje en caso de reyertas y
El contraste entre la estructura (del ambiente rural) y la orga-
también para que lo guíen a lo largo del camino en la conducta que
nización (del ambiente de East London) se puede observar no sólo con
corresponda. Estos hombres están relacionados con él en razón de anti-
respecto a las relaciones, sino también en lo que atañe a las institucio-
guos lazos personales, que con frecuencia fueron establecidos deáde su
nes y a las costumbres.
infancia. Pueden haber crecido juntos o haber "jugado a los palos", o
Para los xosos que emigran, la socialización durante su infancia en haberse iniciado con ellos, o haber asistido a los mismos entretenimien-
el campo ha sido la tarea del aprendizaje de una cultura unitaria. Hay tos semanales de los rojos en el campo. Se dijo ya que los inmigrantes
dos posibilidades culturales — la de los xosos' rojps y la de los xosos rojos confían más en "extender" su red (geográficamente) que en
de escuela— pero habiendo optado por una de ellas (o si ha sido elegida "agrandarla" adquiriendo nuevos conocidos. Cuando les es posible utili-
por los padres) el individuo encuentra que se le imponen la mayor parte zan a los mismos individuos para sus propósitos rurales y urbanos.
de los modelos institucionales correspondientes. A través de la vida, El inmigrante de escuela elige sus vinculaciones, según se ha dicho,
dado su status particular, es decir, como joven, hombre maduro o an- sin guiarse necesaria o generalmente por estos principios. No subraya la
ciano, sabrá cómo vestirse, cómo practicar el culto, cómo considerar la importancia de los lazos del hogar como tales. No necesita que quienes
educación escolar. Los hábitos, en cualquiera de estos campos se rela- dependan de él lo persuadan para que vuelva a su hogar, porque tiene
cionan con los hábitos de los demás; uno "no se viste como un rojo" y la libertad moral de llevarlos consigo a la ciudad. No evita hacer amigos
espera su matrícula, o asiste a las danzas de los xosos rojos y se con- en el centro urbano y no se respalda allí en la gente de su hogar natal.
vierte en miembro confirmado de la iglesia. Por contraste, la resociali- Tiende a construir una nueva sección de la red en la ciudad, la cual no
zacíón que tiene que arrostrar en la ciudad puede no tener un aspecto tiene una conexión natural con su antigua red del campo.
tan directo. El inmigrante no cae dentro de un complejo predeterminado Parece justo decir que estas conductas diferentes son el resultada
de patrones o instituciones culturales, en los cuales cada simple factor de éTcCcTDirenfísfíñfas~o de "exigencias""morales, tanto como de presiones
parece estar lógicamente asegurado por los demás. No cae de esa ma- externas. Es verdad que el inmigrante de escuela está en mejores con-
nera como tampoco cae dentro de un nicho estructural, complementado diciones para hacer nuevos amigos en la ciudad, debido al alcance más
por una red de relaciones lógicamente aseguradas. En lugar de ello se amplio de sus aptitudes culturales. El inmigrante rojo está en inferio-
ve confrontado con una diversidad de instituciones, que lo obligan a ridad por el hecho de que en ,lps sitios de la ciudad donde hay gente
tener una constante necesidad de entresacar y de escoger. Todos deben más distinguida y más educada no se desea tener vínculos con un hom-
^construir_^iL nropia síntesis de hábitos e instituciones, eligiendo entre bre tribal "crudo" y, con demasiada frecuencia, la gente de la iglesia
una amplia variedad disponible, asi.como.su piopia red de relaciones. no parece quererlo mucho. Si trata de mezclarse con ellos puede encon-
trarse con desaires o insultos. Por esc le conviene más y le es más fácil
0 Firth, R.: Elementa of Social Organisation: "Somo principies of So-
cial Organisation", en Journal of the R. Anthropologic Inst., vol. 85, partes * Esta sección y las siguientes presentan uan selección de los hallazgos
I y II, págs. 1 a 18. y conclusiones (del capítulo 18).
178 CIÑO GEBMANI URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN 171)

asociarse con gente de su lugar de: origen. Pero ésta no puede conside- xosos rojos han convertido la abstención en un deber moral. En segun-
rarse la única explicación, pu>¿s existen posibilidades de cruzar las ba- do lugar hay un aspecto positivo. Un "buen" rojo debe permanecer com-
rreras, como lo han descubierto muchos inmigrantes rojos. prometido con las instituciones o costumbres de los suyos por la misma
En el marco de referencias culturales se ha visto el problema como razón por la cual ellos son rojos. Debe valorar las costumbres de los
antepasados "a quienes les gustaba que su gente siguiera viviendo en
el de una elección entre instituciones alternativas, hábitos o niveles,
que pueden encontrarse en los lugares de una ciudad: las alternativas la forma en que ellos mismos acostumbraban a vivir". El conservatismo, .i»
prácticas de recreación o de prácticas religiosas, las alternativas de loa es decir, la continuidad de las costumbres específicas de los rojos se
hábitos personales y de los estilos de vida. En este contexto, lo mismo equipara a su lealtad tribal. "Debo continuar buscando lo que soy, un
.,' que en lo que atañe a la formación de la red, parece ser igualmente verdadero hombre rojo". Por supuesto, hay muchas instituciones pro-
pias de la forma de vida de los rojos tradicionalistas que no pueden
-^7
cierto que, una vez en la ciudad, losj conservadores inmigrantes rojos
rehusan explorar sus facultades de elección en ese lugar. Un hombre ;ser trasplantadas a la ciudad, pero los inmigrantes hacen lo posible por
de ese tipo parece permitirse pocas alternativas al estilo de beber de trasplantarlas. Para 'sus actividades de descanso en la ciudad, inventan—
los rojos, o a su estilo de cantar o de danzar, o de los rituales paganos. imitaciones o casi sustitutos como el íseti y el mbutho, el así llamado
Se ha visto cómo después de largos años de residencia en la ciudad es intlombe de ciudad, o los sacrificios abreviados de sus antepasados que
difícil que aproveche las muchas oportunidades urbanas para divertirse, realizan allí con algún riesgo personal.
y preferirá pasar sus noches encerrado en un cuarto donde él y sus Como resultado combinado de estas tendencias positivas y nega-
amigos puedan beber a la manera de los rojos y "hablar del hogar tivas los xosos rojos en la ciudad se encuentran todavía (en cuanto se
natal". Gastará poco en ropas nuevas o en amenidades; todavía dor- refiere a actividades de tiempo libre) en instituciones muy poco diver-
mirá en el suelo como lo hacen les xosos rojos en el campo. Seguirá sificadas. Están en su mayor parte confinados aun dentro de los límites
apegado a las prácticas religiosas paganas y se rehusará a ser persua- institucionales de su cultura rural de origen; casi todos están haciendo
dido por las actividades de la iglesia cristiana; permanecerá sin edu- el mismo tipo de cosas que los demás y similares a las que sus amigos
cación o seguirá semieducado, o aprenderá a escribir y a leer sólo con hacen en el campo. De aquí que, si se habla en términos culturales,
fines prácticos; no aspirará a una educación superior o a empleos de aparecen más homogéneos que los inmigrantes de escuela (cuya moral
oficina y, en términos generales, a la "civilización". Ni veinte o más es menos restrictiva) o que los nacidos en East London. Uno de los
años de permanencia en la ciudad serán suficientes para afectar esta aspectos que esto presenta (según reconoce otra gente) es que no apa-
conducta en forma fundamental. recen difundidos en la estructura de clases, sino más bien amontonados
en un estrato particular, más abajo oue éstas.
También aquí parece resultar claro que ese "no hará" involucra
también el^"no podrá". E! analfabetismo y otros atributos rústicos de
los rojos son escalios iniciales para los cambiantes estilos de vida en I.A PERMANENCIA DENTRO DEL SISTEMA DEL HOGAR NATAL
/ la, ciuda¿jeroJÜQ .sooi_obstáculos insuperables. Si un inmigrante rojo
' decide civilizarse, puede encontrar la forma y los medios en la ciudad, Se dijo que los inmigrantes rojos que van a East London parecen
quizás en la iglesia Bhengu, en el salón de baile o en la escuela nocturna. rehusarse a explorar las facultades de elección que les permite el nuevo
El hecho sobresaliente es que, de acuerdo con las ideas de los rojos, ambiente social, o sea, las ocupaciones en East London, debido a su falta
•CT
"no se debe" desearlo. Se le ha enseñado desde la infancia a despreciar de estructura o de cultura social unitaria. Para decirlo de una forma
r <f &' el ukimtmska, aprendizaje de costumbres urbanas, y a considerar la huida distinta, lo que tal hombre elige, aparentemente, es continuar actuando
como signo de fracaso moral, en el orden siguiente al del ukutshipha. como si su red le fuera todavía obligatoria y las obligaciones que asume
V Este ideal conservador que se ha observado es típico de los xosos
rojos; tanto en el campo como en la ciudad, funciona de dos maneras.
Hay, en primer lugar, un aspecto negativo; los rojos son hostiles, por
son aquellas de la comunidad rural de su hogar natal. Vivir con un
hermano o con un compañero de su edad del mismo origen, beber con
éstos y otros amakhaya, a fin de mantenerse dentro del círculo del hogar
razón de principios, a la mayor parte de las instituciones no pertene- natal, para todos los propósitos posibles, significa obedecer las normas
r^T
cientes a ellos y por lo tanto evitan casi todas las vinculaciones que estructurales de la comunidad propia, que asigna a estos hombres recí-
tienen a su alcance, como las que ofrecen las iglesias, las diversiones y procamente, como compañeros" apropiados para los períodos de exilio.
las amenidades de estilo urbano y también las innovaciones, tales como Del mismo modo, en el marco de referencias culturales, todavía elige
las de que las mujeres casadas vayan a la ciudad a ganar dinero. Se seguir las formas que le fueron prescriptas antes, en la cultura institu-
ha visto con qué profundidad se abre camino en el campo esta sospecha cionalmente no diversificada de su hogar natal.
de costumbres no tradicionales, donde los vecinos rojos evitan delibe- El inmigrante de escuela, como no acostumbra a vincularse con
preferencia con el amakhaya, es liberado en gran parte de la estructura
£^/
radamente las instituciones y las prácticas de los xosos de escuela. Los
18U GINO GERMANI URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN 181

de su comunidad de origen. Mtent 'as permanece en la ciudad, no es ya realidad, quien trata de evadirse en la ciudad del amakhaya (se siente)
el marco de referencia dentro del cual se siente estar actuando. Si elige que también trata de evadirse de la voz de la moral o de la conciencia
nuevos amigos en la ciudad, el marco común de referencia dentro del porque ésta está representada por los padres, los antepasados y la
cual él y los otros interactúan es presumiblemente algo perteneciente "gente".7 Lo mismo ocurre con el asunto de hacer amigos en la ciudad:
a la ciudad; quizás una iglesia o alguna otra asociación, quizás una al inmigrante rojo se le enseña que "debe" abstenerse, que "mezclarse
clase, un conjunto o una pandilla. Ni tampoco sus hábitos, mientras se con otra gente" sólo puede conducirle a faltar a la moral y a producirle
encuentra en la ciudad, se ven limitados en forma ineluctable por lo contrariedades, a menos que ésta sea en verdad gente roja, culturalmen-
que prescribe la cultura del hogar. te similar, que no interferirá con la lealtad básica al hogar natal. Pero
Por lo tanto, se sugiere que la relegación de los inmigrantes rojos cabe preguntarse cómo estos principios pueden continuar funcionando
lugar más bajo de la escala de clases en la ciudad, no soto refleja durante un tiempo tan largo después que el inmigrante deja su hogar.
BU incapacidad de elevarse en razcn de su falta de habilidad, sino que Para comprenderlo, puede ser útil considerar la naturaleza de la "malla"
también se debe a su persistencia en desempeñar su parte de acuerdo cerrada de la red típica del inmigrante rojo.8
con las expectativas de la sociedad campesina donde se halla su hogar, La vida del inmigrante en una ciudad rebosante ofrece —como no
en lugar de hacerlo según las expectativas de la sociedad local (no roja). ocurre en el campo— la oportunidad de construir una red del tipo de
-•''"Por ejemplo, se ha visto que con frecuencia los inmigrantes rojos pue- "malla abierta", en la cual hay pocas relaciones entre los miembros
den manejarse igual o mejor que los inmigrantes de escuela en tér- que la componen. Las redes de los xosos en la comunidad campesina
minos económicos. Aun admitiendo que están excluidos de las pocas son, necesariamente, más bien "cerradas", es decir, casi todos aquellos
ocupaciones de primer rango, dentro de los límites de los trabajos no a quienes cada uno conoce, también se conocen entre sí. Las elecciones
calificados o semi calificados que son ios que realiza la gran mayoría del inmigrante rojo dan poF resultado la continuación de una red del
de todos los inmigrantes, el hombre rojo no parece estar seriamente en tipo cerrado. Sus vinculaciones anudadas durante el tiempo libre que
inferioridad de condiciones. Puede conservar su empleo y merecer ma- tiene en la ciudad se conocen entre ellas tanto como lo conocen a él,
yor consideración de su empleador que un colega que no sea rojo. No hecho por el cual cada uno de ellos lo recomienda (porque llega del
pocos xosos rojos obtienen posiciones que son envidiables, de acuerdo mismo sitio en que está su hogar) y también recomienda cada uno
con los estándares locales (capataces, conductores de vehículos, propie- de ellos a los demás. La naturaleza "grupal" de las actividades del rojo
tarios de viviendas). Pero el hombre rojo de éxito, mientras permanece típico en sus horas de ocio en la ciudad, por ejemplo, el iseti, .el mbtitho,
encapsulado, rehusa desempeñar el papel de acuerdo con las expectativas "el escuchar el caso" del amakhaya, ilustra el alto grado de conexión
locales de los no rojos. Estos últimos quisieran que gastara más en de esta red; como también lo ilustra la reluctancia del inmigrante rojo
bienes de consumo, a medida que aumenta su ingreso, y que pusiera a proclamar a cualquier individuo como su "mejor amigo". (Se demos-
en evidencia, en forma visible, el mejoramiento de su nivel de vida. En tró ya que ambos casos tienen paralelos en la sociedad rural de los
cambio este rojo actúa de acuerdo con las ideas de los suyos, que re- rojos.) No es el caso de que "A es un amigo de B, y C, es otro amigo
claman de él algo diferente, como s,er, un cuidadoso ahorro e inversión de B", sino más bien de que "A y B y C, son todos amigos". Pero esta
pere beneficio directo o indirecto, de la familia que tiene en el campo. tendencia a la "malla cerrada" no caracteriza sólo a la parte de la red
Hablando en términos genérale!, rico o pobre, el mismo inmigrante de un inmigrante rojo, localizada en la ciudad, sino también a la red en-
( rojo permanece comparativamente insensible a las sanciones urbanas de tera, considerada como un todo —la localizada en el campo más la
desaprobación de los ostentosos, porque no se mide a sí mismo o a sus localizada en la ciudad— porque los amakhaya de la ciudad son nece-
logros por los estándares locales urbanos. Está haciendo bien las cosas, sariamente conocidos también por la gente del hogar natal.
de acuerdo con sus propias luces, ni hace uso de los años pasados en La influencia de los padres y de los mayores ausentes puede per-
la ciudad para "proteger" económicamente su hogar campesino, y ad- sistir, precisamente, porque en las relaciones directas entre amakhaya
quirir así la esperanza de una digna ancianidad en el campo. de la ciudad, están implícitas también las relaciones indirectas. Ellas
¿Se puede tomar en consideración esta "innecesaria" persistencia consisten en la concientización de que cada hombre tiene todavía pa-
en actuar como si se encontrara todavía dentro de los confines de otra rientes o amigos en la misma comunidad de su origen. Por eso, las
estructura? Sabemos que desde el primer momento las presiones mo-
rales son fuertes. Al inmigrante ro.o se le enseña que "tiene que" pre- * M. Fortes insistió en este aspecto del culto a los antepasados dentro
ferir su propio amakhaya a cualquier otra vinculación en la ciudad y de un contexto diferente: ".. .el individuo no tiene elección. El sometimiento
a sus antepasados es el símbolo de su encapsulamiento en un orden social
permanecer bajo sus ojos, porque al hacerlo también permanecerá bajo que no permite alteraciones voluntarias de su status y de su capacidad so-
los de la gente de su hogar y de los guardianes morales supremos, los cial". Oedipits and Job in West African religión, pág. 67.
espíritus de los antepasados, de quienes depende todo bienestar. En 8 Esta utilización de las expresiones "de malla abierta" y "de malla
cerrada" se ha tomado de Bolt: Family and Social Netu-oik.
182 G1NO GERMÁN I URBANIZACIÓN, DESARROLLO Y MODERNIZACIÓN 183

sanciones indirectas o de terceras partes, que emanan del hogar, hacen- sistente y el conservatismo. Los procesos son de doble sentido o circu-
mucho para regular las interacciones de los hombres mientras se en- lares. Es rehusando aceptar hábitos nuevos como los inmigrantes rojos
cuentran en la ciudad. La preferencia por dejar a las esposas y a los mantienen el fundamento de sus redes de malla cerrada, en tanto que,
hijos en el campo, el énfasis sobre las visitas frecuentes al hogar y por mantener sus redes de malla cerrada impiden la extensión cultural.
sobre el retorno tan pronto como sea posible, ayuda a mantener alta esta En el otro síndrome, más característico de los inmigrantes de
presión. Un hombre está seguro de que lo que hace en la ciudad se escuela, nos encontramos con una cultura que ha sido más tolerante, en
conocerá en el campo y sabe cómo será juzgado. Si ofende a uno de principio, para actuar en instituciones diversificadas; correspondien-
sus amakhaya, puede esperar que la gente del hogar —tanto la del temente, existe una tendencia hacia el tipo de relación de una hebra
campo como la de la ciudad— pida sanciones contra él. Es evidente simple y al tipo de red de malla floja. A su vez esto produce un doble
que este sistema ayuda a mantener los horizontes más estrechos de lo- sentido o efectos circulares. La especialización cultural explica las redes
esperado para los que se mudan al gran mundo de la ciudad. de malla más abierta, en tanto que la flojedad de la red permite la
Puesto que estos hombres rojos, que tienen relaciones en la ciudad, especialización cultural. La cultura de los de escuela, con su diversifi-
se relacionan al mismo tiempo dentro de otro marco de referencia, pue- cación institucional, conlleva así, dentro de ella, su propia dinámica de
den considerarse a sí mismos como una especie de extensión de la co- cambio en la situación del inmigrante.
munidad de origen dentro del ambiente urbano, es decir, como una Podemos representar en diagramas las dos alternativas:
sección todavía unida a aquélla, no cortada, simplemente desplazada
por el momento. Cada rojo que emigra, cuando trata con sus amigos
de la ciudad, puede sentir que todavía está funcionando dentro de la Moral "tribal"
_ conformista >
estructura de su comunidad de origen.
Presión moral instituciones no
consistente diversificadas
ejercida sobre
CONCLUSIÓN el yo
En la ciudad la organización social de los inmigrantes xosos de
"Compatibilidad" general
escuela parece reflejar una voluntad de moverse en varias direcciones, Redes de entre los individuos como
malla cerrada coactores
puesto que aprovechan de su libertad. Pero la de los inmigrantes rojos
parece reflejar un deseo de permanecer ligados por la estructura, de la Relaciones ¿•"
cual su emigración pudo haberlos liberado. Su manera de organizarse múltiples
equivale a la reconstrucción voluntaria de algo, lo más semejante posi-
ble al sistema del hogar natal. (A) INMIGRANTES ROJOS
Este poder de ciertos sistemas de recrearse en un medio total-
mente distinto —poder que podría llamarse dinamismo conservador—
Variedad de
también se ha observado en algunos de los notables estudios de los elecciones permitidas
grupos étnicos norteamericanos. En este trabajo hemos debido limi-
tarnos a comparar sólo dos grupos, del mismo origen lingüístico y /
Presiones morales
\s
étnico, localizados a igual distancia de su hogar de origen, en lugar de variables o inconsistentes diversificadas
ejercidas sobre el yo
usar el rico material comparativo de, por ejemplo, Yankee City.9 Sobre * 1
la base de la documentación con que actualmente se cuenta, se puede i
[
Redes de
"Compatibilidad"
limitada
decir que los rasgos organizacionales que hemos notado entre los inmi- malla floja
entre los individuos
como coactores
grantes de cada lado, parecen estar relacionados por algo más que poi'
una asociación fortuita, puesto que parecen formar dos síndromes re- \s de una
gulares. El síndrome rojo, que lia sido denominado encapsulación, tie- sola hebra
ne como uno de sus rasgos un tipo "tribal" de conformismo moral, que
acentúa la superioridad de las instituciones no diversificadas origina- (B) INMIGRANTES DE ESCUELA
les; dichas instituciones explican las relaciones múltiples y el tipo de
malla cerrada de la red; y esto a su vez explica la presión moral con-
9 Warner, W. Lloyd y Srole, L : The Social Systems of American ethnic
groups, 1945.
184 GINO (¡EEMANI

Parece que no existen razonas dominantes por las cuales deba


ocurrir un síndrome más que el otro, en el mismo sitio de East London.
Por una parte, los inmigrantes xosos tienen en East London excelentes
oportunidades para permanecer eneapsulados, si así lo quieren, dentro
de sus antiguos sistemas sociales. Se encuentran en su mayor parte
no demasiado lejos de sus hogares natales; oficialmente se los desa-
lienta si tratan de arraigarse; y llegan a la ciudad en tal número
que con la mayor rapidez se dispone del material para construir la
- comunidad en el exilio. Por otra parte, las oportunidades de ser asi-
milado e incorporado dentro de la sociedad urbana también son exce-
lentes. Los inmigrantes son éttma y lingüísticamente iguales a la
gente que encuentran en los lugares de East London; no hay barreras
insuperables que les impidan allí obtener prestigio o una alta posición, LA TRANSICIÓN DEMOGRÁFICA Y LA POBLACIÓN
recompensas que se ofrecen a quienes se urbanizan y no a quienes se URBANA EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO: EGIPTO*
resiatfittr A la vista de que todos estos factores situácionales se apli-
can por igual a los inmigrantes rojos y a los de escuela, sólo puede Janet Abu Lughod
buscarse la explicación en la propii diferencia cultural entre los xosos
de escuela y los xosos rojos.
Parece casi imposible encontrar una respuesta apropiada a la pre- EN Los países industrializados de Occidente, se han observado algunas
gunta de por qué los inmigrantes rojos y los de escuela organizan diferencias entre las estructuras demográficas de las áreas rurales y
sus vidas de estas maneras diferentes, porque pronto se cae dentro urbanas. A comienzos del siglo actual, cuando se las exploró por pri-
de la trampa tautológica que aguarda a cualquier comparación de re- mera vez, se dio importancia a las variaciones observadas y se consideró
ferencias culturales, a este nivel elemental; es decir, la trampa de decir que las áreas urbanas diferían en forma sui géneris de las rurales.
que la geriíe~~3e diferentes culturíis actúa en forma diferente debido Con fecha más reciente, como la cultura urbana se ha extendido de
a que sus culturas son diferentes. Uno de los rasgos más salientes los centros metropolithanos hasta encerrar cada vez más al interior
de la cultura roja es, con toda evidencia, el énfasis sobre las activi- rural, y como los valores, patrones de conducta, gustos y niveles rura-
dades grupales y sobre los juicios del grupo, y la evaluación de las les tienden en forma creciente a aproximarse a los establecidos en las
amistades del grupo consideradas más importantes que las relaciones ciudades, muchas de las diferenciales consideradas hasta ahora inque-
de persona a persona. Otro rasgo es la actitud "tribal" de la gente brantables, han comenzado a hacerse borrosas. En forma precipitada
roja (de la cual su moral conformista es un aspecto). Si podemos se ha estrechado la amplitud entre las tasas de fertilidad urbana y
definir el tribalismo como la creencia de un grupo de que debe existir rural que se observaban por lo común hace varias décadas en los
una única y exclusiva relación entre éste y sus instituciones, los Estados Unidos y se anticipan nuevas disminuciones. De igual forma,
xosos_ rojos son más tribales y ios xosos de escuela menos. Desde las diferencias entre las tasas de mortalidad urbana y rural, las tasas
hace, tiempo estos últimos convinieron en que debían compartir ciertas de mortalidad infantil y de longevidad han estado desapareciendo.
instituciones de otro grupo o grupos, en forma notable la cristiandad Del lado opuesto se han acumulado evidencias sobre las caracterís-
y la educación formal; los xosos rejos rehusaron. Por lo tanto, a largo ticas de las poblaciones urbanas y rurales en regiones subdesarrolladas,
plazo, las diferentes potencialidades demostradas para la urbanización las que a menudo contradicen las generalizaciones que por largo tiem-
por estas dos categorías de xosos, por el momento puede decirse que po prevalecieron en la sociología rural-urbana. Las diferencias "espe-
se fundamentan en las diferentes reacciones de una generación más radas" dejan muchas veces de materializarse, y en algunos casos se
temprana, que enfrentó una situación ¡particular de .conquista hace han observado diferenciales inversas. Este punto está ilustrado con cla-
más .de cien años. Otro es el problema de saber cómo se puede llegar ridad por una comparación entre ciertas generalizaciones elaboradas
a eliminar las diferencias en el futuro, en una situación social dis- mediante el estudio de países industrializados, en particular los Estado?
tinta. Unidos, y los datos disponibles de un país en vías de industrialización,
Egipto. Después de identificar las discrepancias, se considerará cómo
J
* De The American Journal of Sociology, vol. LXIX, núm. 5, marzo de
\O 10 1964, The University of Chicago Press.

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