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AVATARES DE UN SISTEMA MONETARIO

V. La Gran Depresión, 1929-1934

Fue un acontecimiento de extraordinaria magnitud, que supuso poco


menos que el colapso de la economía capitalista mundial, que parecía
atrapada en un círculo vicioso donde cada descenso de los índices
económicos (exceptuando el del desempleo, que alcanzó cifras
astronómicas) reforzaba la baja de todos los demás (Hobsbawn 2009: 98).
Fue una catástrofe que acabó con cualquier esperanza de restablecer la
economía y la sociedad del siglo XIX. Los acontecimientos del período
1929-1933 hicieron imposible e impensable, un retorno a la situación de
1913 (114).

La crisis se inició con el crack de la Bolsa de Nueva York en octubre


de 1929. “El jueves negro (24 de octubre de 1929) de Wall Street tomó por
sorpresa a la mayoríade los banqueros, inversores y dirigentes políticos del
planeta. Luego vino una caída aun más fuerte el 29 de octubre, cuando el
mercado colapsó” (Marichal, 2010: 107-108). Pero ¿qué había sucedido?
“En medio del optimismo y de una gran liquidez, los bancos prestaban a los
corredores que compraban acciones pagando solo una seña, y las vendían
con ganancias al día siguiente”. Se había formado una burbuja especulativa.
La Reserva Federal subió la tasa a fin de frenar dicha burbuja. Frente a la
suba, los bancos reclamaron la devolución de préstamos. Y los corredores,
por su parte, salieron a vender las acciones que tenían señadas, “por lo que
cuando todos venden los precios se desploman y la corrida se acentúa”
(Cortés Conde, 2009: 2).
La situación no terminó allí. En 1930, se registraron corridas bancarias en
diversas regiones de Estados Unidos. Luego aparecieron las corridas de
1931, como consecuencia de la crisis europea. Y, finalmente, vino el colapso
bancario que se extendió desde septiembre de 1932 hasta marzo de
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AVATARES DE UN SISTEMA MONETARIO

1933. Con la nueva administración del presidente Franklin Delano


Roosevelt, Estados Unidos salió del patrón oro devaluando el dólar papel
en abril de 1933.
La crisis no solo tuvo como epicentro a Estados Unidos, sino también a
Europa. Comenzó en Austria, en mayo de 1931, cuando el gran banco
Creditamstalt de Viena se declaró en quiebra. La desconfianza se extendió
en Alemania, entre mayo y junio de 1931, donde provocó corridas bancarias
y fuga de capitales. Ambos países salieron del patrón oro, aplicando control
de cambios. Seguidamente, la desconfianza llegó a Gran Bretaña. Hacia
finales de julio de 1931, el mercado cambiario londinense comenzó a
sufrir una fuerte presión producto de la fuga de capitales. Entonces, en
septiembre de 1931, se decidió abandonar el patrón oro devaluando la libra
papel. Esto marcó el principio del fin del patrón oro como institución
monetaria internacional. Pronto una veintena de países siguieron el
ejemplo británico.

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