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Testamento del paisa, de Agustín Jaramillo Londoño, personajes típicos, el guapo.

Narrador: de consecuencia de las riñas entre mosos, resulta el guapo del pueblo. Casi
siempre hay un guapo, el guapo es temido por todos o por todos los que no quieran pelear
con él y a veces es tal el deseo de dominar, que un guapo viaja a otro pueblo a preguntar
por el guapo de ese pueblo para desafiarlo, pelean a puñal o a peinilla, la ruana o el poncho
enrollados en el brazo izquierdo sirven de escudo, otros prefieren dejarla suelta para tirar
con ella en determinado momento a cegar al contrario o a embotarle el arma.

Narrador: el desafío es así: el desafiante escupe en el suelo y dice:

Guapo 1: si sos tan berraco pisá esta escupa pa que nos rompamos el alma.

Narrador: si el otro la pisa, lo mejor que puede hacer es tirar el primer golpe por ahí
derecho. A veces en lugar de escupa, se hace una raya en el suelo con la punta del pie.

Guapo 1: pisá la raya.

Narrador: de ahí viene el dicho “parar alguno en la raya” que es ponerle tatequieto a sus
baladronadas o desmanes. Y, a veces en vez de escupa o de raya, se tira al suelo la punta de
la ruana.

Guapo 1: pisame la ruana.

Narrador: en cierta ocasión y el hecho es auténtico, llegó a Sopetrán un muchachote de


unos 25 años, grueso, fornido de sombrero echado para atrás y cachumbo en la frente.
Arrimó a la primer cantina que encontró a la entrada del pueblo, pidió un aguardiente doble
y dijo.

Muchachote: ¿A dónde está Arcesio Calle?

Cantinero: Ah, yo no sé dónde andará señor

Hombrecito: ¿Para qué lo necesitaba?

Narrador: Preguntó un hombrecito que estaba comprando tabacos y panela.

Muchachote: Es que me dicen que izque Arcesio Calle es el guapo de aquí.

Hombrecito: Él sí es.

Narrador: el hombrecito y fue a salir, pero junto a la puerta se detuvo. Era un hombrecillo
menudo amarillo con el color de los que padecen la anemia tropical, arrugado por sus 40
años de pasar muchas hambres, Descalzo con su sombrerito de caña y su camiseta por
fuera, carraspeó un poco y volvió a preguntar:
Hombrecito: ¿pa qué es que lo necesitaba?

Muchachote: Es que yo soy el más guapo de Segovia y quiero ver quién es más guapo, él o
yo.

Hombrecito: ¿Con que así es la cosa? Y antes de meterse con Arcesio calle, ¿por qué no se
ensaya con Yo?

Muchachote: ¿Con usted? Ja! He peleado con más de 40 y tengo 13 a las costillas usted no
me sirve ni pa desayuno, a usted se lo traga una gallina Sarabiada sin sacudilo. Yo pa la
peinilla soy dañao, me se la 72 paradas y en juegos de armas nadie me gana.

Narrador: El hombrecillo descargó la jiquerita pausadamente, puso el tabaco en el bordito


del mostrador y dijo.

Hombrecito: Pues yo no sé quién será más guapo de Arcesio calle y vusted, pero si se cree
muy berraco apure, salga para afuera ,para que ensaye con yo.

Narrador: El recién llegado se quedó perplejo unos segundos, pagó el aguardiente que se
había tomado y dijo.

Muchachote: Tal vez no dentro, no, me vuelvo para mi pueblo, si aquí es tan caliente un
papujito entelerido de estos ¿cómo será Arcesio calle?

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