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1.

Identificar el contexto de actuación y reconocer la importancia de


realizar un diagnostico previo a la intervención social.

Es importante conocer el contexto de esta manera poder hacer un diagnóstico con


el cual identificar la situación de dicha comunidad en la cual se va a trabajar de por
lo tanto aportar los elementos suficientes y necesarios.

2. Valorar a los destinatarios y las destinatarias de la intervención.

Identificar las carencias y abundancias de cada individuo de dicha población


(Agua, luz, drenaje, hogar propio, nivel de educación, etc.)

3. Reconocer la importancia de realizar la panificación previa a cualquier


intervención.

Saber de dónde partimos y hasta donde queremos ir es fundamental a la hora de


entender nuestro proyecto y por lo tanto es imprescindible tener ideas claras al
respecto y definir de forma precisa.

4. Justificar la necesidad de fundamentar adecuadamente los proyectos


de intervención social.

La elaboración de un plan surge ante una situación que se quiere cambiar, sea
esta problemática o no e implica una situación de llegada esto es, el deseo de
propiciar una situación alternativa que se plantea de forma más o menos
aproximada. Esto va dependiendo de la situación que se va mejorar, en este caso
la orientación sobre una buena alimentación.

5. Conocer el ciclo del proyecto y diferenciar las distintas fases de su


desarrollo

6. Programar las diferentes actividades que componen el proyecto.

Una vez teniendo los conocimientos de dicha comunidad se implementan varias


actividades y estrategias. En este plan se implementan platicas y orientaciones
acerca de la importancia de las verduras, haciendo un recetario y dinámicas para
las personas que no tienen un nivel escolar.

7. Determinar los plazos y el calendario de ejecución del proyecto.

Es importante no sólo definir qué tipo de plan vamos a hacer (corto, medio o largo
plazo), sino también la estimación de tiempo que eso implica, pues como resulta
obvio no es lo mismo diseñar un plan a corto plazo de seis meses, que de un año
ya que esto condicionará de forma importante los objetivos específicos que nos
marquemos y cómo no, el tipo de acciones que se propongan.

8. Analizar y poner en común los recursos disponibles para la ejecución


del proyecto.

Los recursos de cada persona y en este caso del banco de alimentos, como
vamos a utilizarlo. Las donaciones que dan al banco se entregan a la comunidad
de esta manera orientamos sobre dichos alimentos que se les han entregado.

9. Estudiar los diferentes tipos de coste para la elaboración de un


proyecto de intervención social.

Aun siendo en una comunidad pequeña el coste puede ser elevado para quienes
impartimos las orientaciones, donde entra el pasaje, material, etc.

10. Entender la importancia del desarrollo de una metodología de trabajo


científica y participativa.

Proporciona las competencias fundamentales para abordar una investigación a


partir de la racionalidad lógica, objetiva y reflexiva.

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