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Cabeza, c u e l l o y encéfalo

Cráneo vista anterior

1 Espina nasal anterior

2 Cuerpo de la mandíbula

3 Hu eso fronta 1

4 Escotadura frontal

5 Apófisis ascendente (frontal) del maxilar

6 Glabela

7 Ala mayor del esfenoides

8 Agujero infraorbitario

9 Borde infraorbitario

10 Cornete inferior

11 Hendidura esfenomaxilar

12 Hueso lagrimal (unguis)

13 Ala menor del esfenoides

14 Maxilar

3 15 Agujero mentoniano

16 Eminencia mentoniana

17 Cornete medio

18 Hueso nasal

19 Tabique nasal

20 Nasión

21 Órbita (cavidad orbitaria)

6 22 Rama de la m a n d í b u l a

23 Hendidura esfenoida!
2 0 "--- 24 Agujero supraorbitario

25 Borde supraorbitario

26 Hueso cigomático

\,S 18

El término "cráneo" incluye la mandíbula,

y el término "cranium" hace referencia al

cráneo sin la mandíbula, aunque estas

definiciones no siempre se respetan

estrictamente.

La calvaría es la bóveda craneal, es decir,

la porción superior del cráneo que alberga

el cerebro.

La porción frontal del cráneo forma el

esqueleto de la cara.

Los agujeros supraorbitario, infraorbitario

y mentoniano (24, 8 y 15) están

aproximadamente en el mismo plano

vertical.

En las págs. 30 a 37 se incluyen detalles de

los huesos del cráneo individualmente, en

la pág. 22 se muestran los huesos de la

órbita y la nariz, y los dientes se exponen en

la pág. 23.
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14
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Cráneo visto desde la derecha

5 10

26

33

0 15
14
\

31

36

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1 Cresta l a g r i m a l anterior 10 Hueso frontal 20 Agujero mentoniano 31 Porción escamosa (concha)

2 Espina nasal anterior 11 Apófisis ascendente 21 Protuberancia mentoniana del hueso temporal

3 Cuerpo de la mandíbula del maxilar 22 Hueso nasal 32 Apófisis estiloides

4 C ó n d i l o de la mandíbula 12 Sutura frontocigomática 23 Nasión del hueso temporal

5 Sutura coronal 13 Glabela 24 Hueso occipital 33 Línea temporal superior )

6 Apófisis coronoides 14 Ala mayor del esfenoides 25 Porción orbitaria del etmoides 34 Porción timpánica del hueso

de la mandíbula 15 Línea temporal inferior (lámina papirácea) temporal

7 Conducto auditivo externo 16 Hueso lagrimal 26 Hueso parietal 35 Arco cigomático

del hueso temporal 17 Sutura lambdoidea 27 Fosa hipofisaria ( s i l l a turca) 36 Hueso cigomático

8 Protuberancia occipital externa 18 Apófisis mastoides 28 Cresta lagrimal posterior 37 Apófisis cigomática

(i n ió n ) del hueso temporal 29 Pterión (círculo) del hueso temporal

9 Fosa del saco l a g r i m a l 19 Maxilar 30 Rama de la mandíbula

El pterión (29) no es un punto, sino un área en la que convergen Es un importante punto de referencia para localizar la rama anterior

el frontal (10), el parietal (26), la escama del temporal ( 3 1 ) y el ala mayor de la arteria meníngea media, situada bajo esta área en la cara interna

del esfenoides (14). del cráneo (pág. 27).

Hemorragia extradural, ver página 89.


O Cráneo vista posterior

1 Protuberancia occipital externa (inión)

2 Línea nucal suprema

3 Línea nucal inferior


'¿
4 Lambda
..�� 5 Sutura lambdoidea

6 Hueso occipital

7 Hueso parietal

8 Orificio parietal

¡ 10
9 Sutura sagital

Línea nucal superior

2

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10

O Cráneo región infratemporal derecha, vista oblicua inferior

1 Tubérculo a rt i c u l a r

2 Conducto auditivo externo

3 Lámina horizontal del hueso palatino

4 H e n d i d u r a esfenomaxilar

5 Cresta infratemporal (esfenotemporal)

6 Superficie infratemporal (posterior) del maxilar

7 Superficie infratemporal del a l a mayor

del esfenoides
9
1 8 Ala externa de la apófisis pterigoides

9 Cavidad glenoidea
. h.
�,.__ . 10 Ranura digástrica

11 Apófisis mastoides
11� . ,·n\ � • ..
12 Ala interna de la apófisis pterigoides

_,�� 13 Cóndilo del occipital

/..�. :·· - � � "' •. . .


14 Surco occipital

15 Gancho del ala interna de la apófisis pterigoides

16 H e n d i d u r a pterigomaxilar y fosa pterigopalatina



17 Apófisis p i r a m i d a l del hueso palatino
.
"" �... >

.. � ..
/ 18 Espina del hueso esfenoides

19 Apófisis estiloides y su apófisis vaginal

20 Tercer m o l a r

21 Tuberosidad del m a x i l a r

J ; - 22 Vómer

23 Arco cigomático
. \

� Trepanación, ver página 9 1 . )


Cráneo

Cráneo vista superior Cráneo

superficie interna,

región media

í
_, ,.h.
,. ,.
1 2

1 Bregma 1 Sutura coronal

2 Sutura coronal 2 Depresiones para las granulaciones aracnoideas


En este cráneo, las eminencias parietales son prominentes (A8) .
3 Hueso frontal (de Pacchioni)

4 Lambda El bregma (A 1 ) es el punto en el que la sutura sagital (A 1 O) se une con la


3 Hueso frontal

5 Sutura sutura coronal (A2). En el recién nacido, las porciones no osificadas del frontal
4 Cresta frontal

lambdoidea y del parietal forman en esta zona la fontanela anterior (membranosa)


5 Surco para el seno sagital superior

6 Hueso occipital (pág. 24, D 1 ) .


6 Surcos para los vasos meníngeos medios

7 Hueso parietal 7 Hueso parietal


El punto donde la sutura sagital (A 10) se une con la sutura lambdoidea (AS)
8 Eminencia 8 Orificio parietal
es el lambda (A4). En el recién nacido, las porciones no osificadas del parietal
parietal 9 Sutura sagital
y del occipital forman en esta zona la fontanela posterior (membranosa)
9 Orificio parietal
(pág. 24, (13).
10 Sutura sagital
El número 3 en el centro del frontal indica la línea de la sutura frontal en el

cráneo fetal (pág. 24, AS). Esta sutura puede persistir en el adulto y a veces

se denomina sutura metópica.

Las granulaciones aracnoideas (pág. 72, B 1 ) , a través de las cuales el líquido

cefalorraquídeo drena al seno sagital superior, ocasionan depresiones

irregulares (B2) en las partes del hueso frontal y del hueso parietal (83 y 7)

que están sobre el seno.


Cráneo

superficie externa

de la base

1 Vértice del peñasco del temporal

2 Tubérculo cigomático anterior

3 Conducto carotídeo

4 Agujero condíleo (posterior)

5 Techo de la caja del tímpano (tegmen)

6 Conducto auditivo externo

7 Cresta occipital externa

8 Protuberancia occipital externa

9 Agujero rasgado anterior

10 Agujero occipital

11 Agujero oval

12 Agujero redondo menor

13 Agujero palatino posterior

14 Lámina horizontal del hueso palatino

15 Agujero condíleo anterior (del hipogloso)

16 Fosa incisiva

17 Línea nucal inferior

18 Hendidura esfenomaxilar

19 Cresta infratemporal del ala mayor

del esfenoides

20 Agujero yugular

21 Ala externa de la apófisis pterigoides

22 Agujeros palatinos accesorios

23 Cavidad glenoidea

24 Agujero mastoideo

25 Ranura digástrica

26 Apófisis mastoides

27 Ala interna de la apófisis pterigoides

28 Sutura palatina media (intermaxilar)

29 Cóndilo del occipital

30 Surco occipital

31 Surcos y espinas palatinas accesorias

32 Apófisis palatina del maxilar

33 Conducto palatinovaginal

34 Fisura petroscamosa

35 Fisura petrotimpánica

36 Tubérculo faríngeo

37 Borde posterior del vómer

38 Orificio nasal posterior (coana)

39 Espina nasal posterior

40 Gancho del ala interna de la apófisis

pterigoides

41 Apófisis p i r a m i d a l del hueso palatino

42 Fosa escafoidea

43 Espina del esfenoides

44 Fisura timpanoscamosa

45 Porción escamosa del temporal

46 Apófisis estiloides

47 Agujero estilomastoideo

48 Línea nucal superior

49 Sutura palatina transversa (palatomaxilar)

50 Tuberosidad del maxilar

51 Porción timpánica del temporal

52 Conducto vomerovaginal

53 Arco cigomático

La apófisis palatina del maxilar (32) y la lámina horizontal del hueso palatino (14) forman el paladar

duro (techo de la boca y piso de las fosas nasales).

El conducto carotídeo (3), identificable en la cara inferior del peñasco del temporal por su contorno

redondeado, no sigue un trayecto recto ascendente hacia el interior del cráneo, sino que describe

una curva en ángulo recto hacia adelante y hacia dentro en el interior del peñasco del temporal,

para desembocar en la porción posterior del agujero rasgado anterior (9).

Difusión intracraneal de las infecciones del cuero cabelludo, ver página 89.
Cráneo de un feto a término

O Vista anterior
1 Fontanela anterior 11 Hueso occipital

2 Sutura coronal 12 Eminencia parietal

Protuberancias de los dientes deciduos


O Vista desde la izquierda y ligeramente inferior
3

en el cuerpo de la m a n d í b u l a
13

14
Fontanela posterior

Rama del maxilar interior

e Vista posterior
4

5
Conducto auditivo externo

Sutura frontal
15

16
Sutura sagital

S i l l a turca

6 Eminencia frontal 17 Conductos semicirculares

e Vista superior 7 Mitad del hueso frontal 18 Fontanela esfenoida!

8 Sutura lambdoidea 19 Agujero estilomastoideo

9 Fontanela mastoidea 20 Sínfisis mentoniana

10 Maxilar 21 Anillo timpánico


30 Visión general del sistema nervioso

Hueso esfenoides..._

Fosa temporal

Arco cigomático

Apófisis c o n d i l a r

Escotadura m a n d i b u l a r

Apófisis coronoides

Placa pterigoidea lateral (línea punteada)

Gancho de la l á m i n a pterigoidea m e d i a l

(línea punteada )

Rafe p t e r i g o m a n d i b u l a r (línea punteada)

Meato acústico externo

Mandíbula { t;�ol -�����J'��/¡:!����::::::::"----::;;;;


Cuerpo -----------, Apófisis estiloides

A x i s (C2)

Ligamento e s t i l o m a n d i b u l a r
Ligamento e s t i l o h i o i d e o

Vértebra C3

Hueso h i o i d e s { ;�t�r�enor ----

Espina del hueso esfenoides Asta mayor


Vértebra C7
Agujero espinoso Epiglotis

Agujero oval Cartílago tiroides

Cartílago cricoides

Tráquea

¡,.,.,-,,:-----Vértebra Tl

.....,.,....._=----1 .ª costilla

· Agujero esfenopalatino

Fosa pterigopalatina

Coana ( n a r i n a posterior)

Placa lateral } ,

Placa m e d i a l de la apófisis 'pterigoidea

Gancho

Fosa infratemporal Apófisis p i r a m i d a l del hueso p a l a t i n o

Apófisis alveolar m a x i l a r

2.3 ARMAZÓN ÓSEO DE LA CABEZA porciona protección ósea a la médula espinal. La columna y el

Y EL CUELLO cráneo se articulan en el agujero magno, donde el cuerpo verte­

El cráneo proporciona protección ósea al encéfalo. La columna, bral C l (atlas) limita con el hueso occipital.

constituida por las vértebras y sus discos intervertebrales, pro-


60 Visión general del sistema nervioso

Vista anterior Vista lateral izquierda Vista posterior

Atlas ( C 1 ) --�

Axis (C2) ---�..;:

C7----,a
-,,a:t-----(7---·

Tl------==-r, -�&---T1 --,..:

5.1 COLUMNA VERTEBRAL: ANATOMÍA ÓSEA causar dolor radiante insoportable si están afectadas las raíces

Las vistas anterior, lateral y posterior de la columna vertebral dorsales y puede provocar la pérdida del control motor de los

ósea muestran las relaciones de los discos intervertebrales con músculos afectados si están afectadas las raíces ventrales. En el

los cuerpos vertebrales. La proximidad de los discos a los orifi­ adulto, la médula espinal se extiende caudalmente sólo hasta

cios intervertebrales ofrece un sustrato anatómico para la com­ el cuerpo vertebral Ll , dejando la cisterna lumbar ( el espacio

prensión de la posible compresión que ejerce un núcleo pulposo subaracnoideo) accesible para la extracción de líquido cefalorra­

herniado sobre las raíces espinales. Dicha compresión puede quídeo.


62 Visión general del sistema nervioso

1 .°' nervio cervical

Engrosamiento cervical

8.º nervio cervical

1 .°' nervio torácico

Duramadre espinal

Fi l a m e n t o s de la raíz nerviosa

Engrosamiento lumbosacro

1 .°' nervio lumbar

0
5. nervio lumbar

1 .°' nervio sacro

F i l u m terminal

0
5. nervio sacro

Nervio coccígeo

5.3 MÉDULA ESPINAL: ANATOMÍA BÁSICA puede ser extraído el líquido cefalorraquídeo. El filum terminal

IN SITU ayuda a anclar la médula espinal caudalmente al cóccix.

Se han retirado las porciones posteriores de las vértebras para

mostrar la superficie superior (dorsal) de la médula espinal. Los


ASPECTOS CLÍNICOS
engrosamientos cervical y lumbosacro de la médula espinal refle­
En el adulto, la médula espinal finaliza al nivel del cuerpo vertebral Ll, y las
jan la inervación de las extremidades. La médula espinal se extien­ raíces se extienden caudalmente en la cola de caballo para salir por los ori­

de rostralmente a través del agujero magno, continuándose con el ficios intervertebrales adecuados. Como consecuencia, una amplia cisterna

bulbo raquídeo. El cono medular se localiza bajo el cuerpo verte­ lumbar está rellena con líquido cefalorraquídeo (LCR); desde esta cisterna,

pueden extraerse muestras mediante un drenaje medular con escaso riesgo


bral L l. El crecimiento longitudinal de la columna vertebral exce­
de que la aguja provoque daño neurológico. El análisis del LCR es una
de al de la médula espinal, provocando que la médula espinal fina­
parte de vital importancia del diagnóstico neurológico en muchas situacio­
lice más rostralmente de un modo considerable en el adulto
nes, como infecciones, hemorragias, condiciones inflamatorias, algunas
respecto al recién nacido. Las raíces nerviosas asociadas atraviesan situaciones neurodegenerativas y otros trastornos. El LCR es analizado co­

una considerable distancia a través del espacio subaracnoideo, múnmente en su color y apariencia, viscosidad, citología y la presencia de

particularmente más caudalmente en la cisterna lumbar, para al­ células sanguíneas rojas y blancas, proteína y glucosa. Debe tenerse en

cuenta que en algunas situaciones en las que se encuentra elevada la pre­


canzar los orificios intervertebrales de salida apropiados. En la
sión intracraneal, la extracción de LCR desde la cisterna lumbar puede
cisterna lumbar, este conjunto de raíces nerviosas se denomina la
fomentar la hernia del tronco encefálico a través del agujero magno.
cola de caballo. La cisterna lumbar es un amplio depósito del que
CAPÍTULO 7 APÉNDICE: GUÍA ILUSTRADA DE NEUROANATOMÍA HUMANA -

J¡;;;�¿::+�'-----------1 .ª' nervio cervical

1 . ª vértebra cervical (C 1 )

��-------- 7.ª vértebra cervical (C7)

0
�-----=:,,,,--------8. nervio cervical

-;;:-------1. ª vértebra torácica ( T 1 )

1 . er nervio torácico

,;<----,�-----4--12.ª vértebra torácica ( T 1 2 )

0
�r'r------12. nervio torácico

1 .ª vértebra lumbar (L 1 )

1 .ª' nervio lumbar

Cauda equina

5.ª vértebra lumbar (L5)

5.º nervio lumbar

1 .ª vértebra sacra ( 8 1 )

1 . er nervio sacro
Cráneo y meninges 31

G r a n u l a c i ó n aracnoidea La una venosa

Piel

Aponeurosis epicraneal

Epi cráneo

• ........_ Bóveda craneana

• Duramadre (capas externa e interna)

Espacio s u b d u r a l (potencial)

Aracnoides

Espacio subaracnoideo

'----Piamadre

_,,,...------ Hemisferio cerebral

Seno sagital superior Espacio e p i d u r a l (potencial)

G r a n u l a c i ó n aracnoidea
-
G r a n u l a c i ó n aracnoidea incrustad
Aracnoides
en el cráneo (foveola

Laguna veno

Espacio s u b a r a c o n i d e o

Capa interna de la duramadre

Hoz del cerebro -'-ffí'P'.iil

Seno sagital inferior --ttf:'nffll�------------,.j

Arteria y vena

meníngea media

/i

2.4 ESQUEMATIZACIÓN DE LAS M E N I N G E S rior, permitiendo que el líquido cefalorraquídeo drene en la san­

Y SUS RELACIONES CON EL ENCÉFALO gre venosa y retorne al corazón. El bloqueo de estas granulaciones

Y EL CRÁNEO aracnoideas (p. ej., en la meningitis purulenta aguda) puede pro­

Las meninges proporcionan protección y apoyo para el tejido vocar un aumento de la presión intracraneal. Las venas y arterias

neural en el sistema nervioso central. La membrana más interna, cerebrales atraviesan el espacio subaracnoideo. Las venas, deno­

la piamadre, se adhiere a todo el contorno del tejido neural, in­ minadas venas puente, drenan en el interior de los senos durales.

cluyendo surcos, circunvoluciones y otros repliegues. Se adhiere Según entran en el seno, estas venas puentes pueden desgarrarse

estrechamente a las prolongaciones gliales en pie terminal de los en caso de traumatismo cefálico. Si existe atrofia del encéfalo,

astrocitos; esta asociación se denomina membrana pial-glial. La como sucede con la edad, estas venas pueden desgarrarse con

aracnoides, una fina membrana de encaje externa a la piamadre, traumatismos cefálicos relativamente pequeños; en adultos más

se extiende a través de las surcos y circunvoluciones neurales. El jóvenes, se requieren traumatismos más severos para su desgarro.

espacio entre estas dos membranas es el espacio subaracnoi­ Este desgarro permite a la sangre venosa acumularse en el espacio

deo, en cuyo interior fluye el líquido cefalorraquídeo, proporcio­ subdural que separa la dura interna de la aracnoides. Este proce­

nando flotabilidad y protección al encéfalo. Las arterias y venas so puede ser gradual (hematoma subdural crónico) en indivi­

corren a través del espacio subaracnoideo hacia y desde el sistema duos ancianos o puede ser repentino (hematoma subdural agu­

nervioso central. La ruptura de un aneurisma en una arteria ce­ do) con traumatismos cefálicos graves. Un hematoma subdural,

rebral produce una hemorragia subaracnoidea. La duramadre es especialmente si se produce de modo agudo, puede ser letal,

la membrana protectora más externa y resistente. Está formada como resultado de la presión intracraneal incrementada causa­

por 2 capas: una externa y otra interna que se encuentra general­ da por el edema acompañante y por la acumulación de sangre

mente unida a la aracnoides. Se escinde en dos capas en algunas en el propio hematoma. La dura está estrechamente adherida a

localizaciones para proporcionar canales para la sangre venosa, la tabla interna del cráneo. Una fractura craneal puede desgarrar

los senos venosos. Las granulaciones aracnoideas, válvulas de un una rama de la arteria meníngea media, provocando que la san­

sentido, se extienden desde el espacio subaracnoideo hacia el in­ gre arterial separe la duramadre del cráneo, lo que produciría

terior de los senos venosos, especialmente al seno sagital supe- un hematoma epidural.
Anatomía interna d e l cerebro W

r"",.,;...:��-- Hoz del cerebro

Atrio

Esplenio

Vena cerebral

magna

___ Cerebelo

Médula

oblongada ---.----------

Figura 2.24 RM co ro n a l al nivel i n d i c a d o a r r i b a . (De una serie a m a b l e m e n t e cedida por el profesor J . P a u l Finn, Director, Magnetic

Resonance Research, D e p a rt m e n t of R a d i o l o g y , D a v i d Geffen School of M e d i c i n e en UCLA, C a l i fo rn i a , Estados U n i d o s . )

Cuadro 2.1 Planos del encéfalo

Superior

(J;le�-;;¡¡..,,,..+ Posterior

Inferior

Plano coronal

Figura del cuadro 2 . 1 . 1 (A) Planos de referencia del sistema nervioso central en su conjunto. En esta presentación, sólo el

tronco del encéfalo ( d e b i d o a su o b l i cu i d a d ) .d i f i e r e del estándar de la anatomía macroscópica. S i n embargo, a l g u n o s autores

u t i l i z a n los términos ventral y dorsal en l u g a r de anterior y posterior con respecto a la m é d u l a e s p i n a l , y otros u t i l i z a n

los términos rostral y caudal para h a b l a r de superior y anterior con respecto a la m é d u l a e s p i n a l y/o el tronco del encéfalo.

La l í n e a horizontal representa el p l a n o b i co m i s u r a l. CA y CP: comisuras anterior y posterior, respectivamente. (B) Cerebro

seccionado en el p l a n o b i co m i s u r a l. (Adaptado de Kretschmann y Weinrich, 1998, con autorización de Thieme y los autores.)

23
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Bóveda craneal Encéfalo visto desde arriba Encéfalo hemisferio cerebral


y hoz del cerebro derecho, visto desde arriba
vistas desde abajo

Al observar la bóveda El hemisferio cerebral derecho está cubierto Después de quitar la aracnoides y sus vasos,

craneal desde abajo, por la aracnoides, en la que se pueden observar se observan con claridad las

se advierte que la hoz del las granulaciones aracnoideas ( 1 ) junto a la circunvoluciones y los surcos o fisuras

cerebro (3) se continúa fisura longitudinal (o interhemisférica) (3). Se ha cerebrales. En este apartado sólo

con la duramadre sobre la efectuado una ventana en la aracnoides sobre señalaremos algunas de las primeras;

bóveda (2), y ha sido una porción pequeña del hemisferio izquierdo. las más importantes son la fisura de

seccionada en la parte Rolando o central (1) y las circunvoluciones


1 Granulaciones aracnoideas
posterior ( 1 ) desde la frontal ascendente (precentral) y parietal
2 Polo frontal
tienda del cerebelo. 3 Fisura l o n g i t u d i n a l (interhemisférica) ascendente (poscentral) (5 y 3).

4 Polo occipital

5 Superficie superoexterna
1 Borde seccionado de la hoz 1 Fisura de Rolando (central)

cerebral 2 Fisura parietooccipital (perpendicular interna)

2 Duramadre sobre la bóveda 3 Circunvolución parietal ascendente (poscentral)

craneal 4 Surco posrolándico (poscentral)

3 Hoz del cerebro 5 Circunvolución frontal ascendente (precentral)

4 Venas cerebrales superiores 6 Surco prerrolándico (precentral o frontal

5 Seno longitudinal superior ascendente)

7 Primera circunvolución frontal (superior)

Hemorragia subaracnoidea, ver página 90.


Encéfalo O visto desde la derecha O hemisferio cerebral derecho,

visto desde la izquierda

o
Como en B (pág. 72), se ha

dejado intacta la aracnoides y

los vasos subaracnoideos se ven

bajo ella; los de mayor tamaño

son venas (como en 7).

1 Polo frontal
1
� Y.�_fl..-ª� �ªI.�Rr.ª-l_e5;, iof�,)�r��-- _

4 Polo occipital

5 Protuberancia a n u l a r y arteria

4 basilar

6 Hemisferio derecho del cerebelo

7 Vena cerebral superficial

intermedia sobre la fisura de Silvio

8 Venas cerebrales superiores

9 Superficie superoexterna del

hemisferio cerebral derecho

10 Polo temporal

e
Se ha quitado la aracnoides, de forma que

se pueden observar algunas de las ramas

de mayor calibre de la arteria cerebral

media (sin números) que salen de la fisura

de Silvio (7). En esta lámina se presentan

las principales circunvoluciones y surcos

o fisuras; las más importantes son la frontal

ascendente (precentral) y la parietal

ascendente (poscentral) ( 1 6 y 13) y las

fisuras de Rolando (central) y de Silvio

(lateral) (3 y 7).

1 Prolongación anterior de la fisura de Silvio

2 Prolongación ascendente de la fisura de Silvio

3 Fisura de Rolando (central)

4 Circunvolución frontal inferior

5 Circunvolución temporal inferior

6 Surco temporal inferior

La fisura de Rolando (C1 [pág. 72] y B3 [arriba]) marca el límite entre los lóbulos frontal y parietal. 7 Fisura de Silvio (prolongación posterior)

8 Surco semilunar
Una línea imaginaria arbitraria trazada desde la hendidura preoccipital ( B 1 5 ) hasta la fisura
9 Circunvolución frontal media
perpendicular interna ( B 1 1 ) marca el límite entre los lóbulos parietal y occipital, y la porción del
10 Circunvolución temporal media
hemisferio anterior a esta línea e interior a la fisura de Silvio (específicamente, su prolongación
11 Fisura parietooccipital (perpendicular interna)
posterior, B7) constituye el lóbulo temporal.
12 Porción triangular
Las circunvoluciones frontal ascendente y parietal ascendente ( B 1 6 y 13) contienen las áreas
13 Circunvolución parietal ascendente (poscentral)
clásicamente descritas como "el área motora y el área sensitiva" de la corteza.
14 Surco posrolándico (poscentral)

Las áreas motoras del lenguaje (que generalmente se encuentran en el hemisferio cerebral izquierdo) 15 Hendidura preoccipital

se localizan en la región de la prolongación ascendente y la prolongación anterior de la fisura 16 Circunvolución frontal ascendente (precentral)

de Silvio y la porción triangular (B2, 1 y 12). 17 Surco prerrolándico (precentral o frontal

ascendente)
Las áreas auditivas de la corteza probablemente comprenden porciones de la circunvolución
18 Circunvolución frontal superior
temporal superior (B 19), específicamente su superficie superior, que se encuentra dentro
19 Circunvolución temporal superior
de la fisura de Silvio (B7).
20 Surco temporal superior

21 Circunvolución supramarginal
O Encéfalo visto desde abajo

Superficie inferior del cerebro

tal y como se observa habitualmente

cuando se acaba de extraer la masa

encefálica del cráneo, sin disecar.

En la superficie está la aracnoides,

rota en algunos puntos, y los vasos

subyacentes.

1 Nervio motor ocular externo

2 Espacio perforado anterior

3 Membrana aracnoidea cubriendo

los tubérculos mamila res


4 Arteria basilar

5 Hemisferio del cerebelo

6 Pie o base del pedúnculo cerebral

(mesencéfalo}
1 19
"
7 Nervio facial

8 Polo frontal

9 Circunvolución orbitaria interna (recta}


18d'1'
20.Lt..-, �
10 Cara inferior del lóbulo frontal
(,\ . ..
11 Cara inferior del lóbulo temporal ·,, • 3 ¡ r. �

12 Arteria carótida interna


6 • . ' ,,
13 Fisura l o n g i t u d i n a l (interhemisférica}

14 Bulbo raquídeo

15 Nervio motor ocular común

16 Bulbo olfatorio

17 Cintilla olfatoria

18 Quiasma óptico

19 Nervio óptico

20 lnfundíbulo (tallo hipofisario}

21 Protuberancia a n u l a r

22 Arteria comunicante posterior ,

23 Raíz m e d u l a r del nervio espinal


], : ' - � -
(accesorio}

24 Polo temporal

25 Nervio trigémino

26 Uncus (gancho} �
27 Arteria vertebral

28 Nervio vestibulococlear - 27

O C i n t i ll a óptica

y cuerpos geniculados

vistos desde abajo Se ha eliminado en su mayor parte el tronco encefálico y sólo queda la

porción superior del mesencéfalo. También se han disecado las porciones

más internas de cada hemisferio. Para identificar los cuerpos geniculados

(4 y 6), que están en la superficie inferior de la porción posterior (pulvinar,

13) del tálamo, es necesario localizar el quiasma óptico (8) y después seguir

la cintilla óptica (10) en sentido retrógrado rodeando la porción lateral

del mesencéfalo (3).

1 Espacio perforado 11 lnfundíbulo

anterior (tallo hipofisario}

2 Acueducto de Silvio 12 Espacio perforado

del mesencéfalo posterior

3 Pedúnculo cerebral 13 Pulvinar del tálamo

del mesencéfalo 14 Rodete del cuerpo


'
'
' \�
' calloso
4 Cuerpo geniculado

externo 15 Sustancia negra

5 Tubérculo m a m i l a r del mesencéfalo

6 Cuerpo geniculado 16 Lámina cuadrigémina

interno (tectum) del mesencéfalo

7 Cintilla olfatoria 17 Calota peduncular

8 Quiasma óptico (tegmentum)

9 Nervio óptico del mesencéfalo

10 C i n t i l l a óptica 18 Tuber cinereum


O Encéfalo visto desde abajo

1 Nervio motor ocular externo

2 Arteria cerebral anterior

3 Arteria cerebelosa anteroinferior

4 Espacio perforado anterior

5 Arteria basilar

6 Plexo coroideo de la prolongación

lateral del cuarto ventrículo

7 Surco colateral

8 Pie o base del pedúnculo cerebral

9 Nervio facial

10 Flóculo cerebeloso

11 Circunvolución orbitaria interna

12 Arteria carótida interna

13 Tubérculo m a m i l a r

14 B u l b o raquídeo

15 Arteria cerebral media

16 Nervio motor ocular común

17 B u l b o olfatorio

18 Cintilla olfatoria O Encéfalo


19 Oliva del bulbo raquídeo

20 Quiasma óptico

21 Nervio óptico
imagen axial de RM
22 Cintilla óptica

23 Surco orbitario
que muestra
24 Circunvolución del hipocampo

25 lnfundíbulo (tallo hípofisario) las cisternas


26 Protuberancia a n u l a r

27 Arteria cerebral posterior subaracnoideas


28 Arteria comunicante posterior

29 Arteria cerebelosa posteroinferior


1 Cisterna ambiens
30 Espacio perforado posterior
2 Arteria carótida interna
31 Pirámide del bulbo raquídeo
3 Pedúnculo cerebral
32 R a i c i l l a s del nervio hipogloso
4 Globo ocular
(superficiales al marcador)
5 Cisterna interpeduncular
33 Raíces de los nervios glosofaríngeo,
6 Ventrículo lateral, asta posterior
vago y espinal
7 Mesencéfalo
34 Raíz medular del nervio espinal
8 Arteria cerebral posterior
35 Arteria cerebelosa superior
9 Cisterna cuadrigémina
36 Amígdala cerebelosa
10 Cisterna quiasmática
37 Nervio trigémino
11 Lóbulo temporal
38 Nervio patético

39 Tuber cinereum y eminencia medial

40 Uncus (gancho)

41 Arteria vertebral

42 Nervio vestibulococlear
CAPÍTULO 7 APÉNDICE: GUÍA ILUSTRADA DE NEUROANATOMÍA HUMANA -

Vista dorsal Anterior Vista ventral Anterior

¡
¡
Posterior
Posterior

(0,5X) (0,5X)

Vista lateral Vista medial

Anterior ◄•--•► Posterior Anterior ...


.._
...-
____,
.,_ Posterior (0,5X)
(0,5X)
- PARTEI FUNDAMENTOS

Superficie lateral del encéfalo

a) Características generales. Esta figura del encéfalo está

realizada a tamaño natural. Una primera inspección mues­

tra las tres partes principales: el gran cerebro, el tronco

cerebral que forma su tallo y el ondulado cerebelo. El dimi­

nuto bulbo olfatorio del cerebro también se puede ver en


esta vista lateral.

Cerebro

Bulbo olfatorio

Cerebelo

(1X)
CAPÍTULO 7 APÉNDICE: GUÍA ILUSTRADA DE NEUROANATOMÍA HUMANA -

b) Circunvoluciones, surcos y fisuras seleccionados. El


cunvolución poscentral está inmediatamente detrás del
cerebro se caracteriza por su superficie tortuosa. Las pro­
surco central y la circunvolución precentral está inmedia­
tuberancias son giros o circunvoluciones, las hendiduras
tamente anterior al surco central. Las neuronas de la cir­
son surcos y si son especialmente hondas, fisuras. El pa­
cunvolución poscentral están implicadas en la sensación
trón exacto de circunvoluciones y surcos puede variar con­
somática (tacto, cap. 12) y las de la circunvolución precen­
siderablemente de un individuo a otro, pero hay muchas
tral controlan el movimiento voluntario (cap. 14). Las neu­
características comunes en todos los cerebros humanos. Se
ronas de la circunvolución temporal superior están impli­
muestran aquí algunas estructuras importantes. La cir-
cadas en la audición (oído, cap. 11).

Surco central

Circunvolución precentral Jli!'•�r Circunvolución poscentral

Circunvolución

temporal superior
Fisura lateral

(de Silvio)

c) Lóbulos cerebrales e ínsula. Por convención, el cerebro encuentra en la parte posterior del cerebro y limita con el

se subdivide en lóbulos denominados en función de los lóbulo parietal y con el temporal. Una porción escondida

huesos del cráneo bajo los cuales están situados. El surco de corteza cerebral, denominada ínsula, aparece si se se­

central divide el lóbulo frontal del lóbulo parietal. El ló­ paran los márgenes de la fisura lateral (inserto). La ínsula

bulo temporal se encuentra inmediatamente ventral a la se encuentra entre los lóbulos frontal y temporal y separa

profunda fisura lateral (de Silvio). El lóbulo occipital se a ambos.

Lóbulo parietal

Lóbulo

frontal

Ínsula

Lóbulo occipital

Lóbulo temporal
- PARTEI FUNDAMENTOS

d} Principales áreas sensoriales, motoras y de asocia­


microscópica y en su función. Obsérvese que las áreas
ción de la corteza. La corteza cerebral está organizada
visuales (cap. 10) se encuentran en el lóbulo occipital; las
como un edredón formado con parches de tela (patchwork).
áreas de la sensación somática (cap. 12) están en el lóbulo
Las diferentes áreas que fueron identificadas por vez pri­
parietal, y las áreas auditivas (cap. 11) están en el lóbu­
mera por Brodmann difieren de las demás en su estructura
lo temporal. En la superficie inferior del lóbulo parietal

(opérculo) y oculto en la ínsula se encuentra la corteza gus­

tativa 43, implicada en el sentido del gusto (cap. 8).

Además del análisis de la información sensorial, la c or­

teza c erebral desempeña un p apel im portante en el con trol

del movimiento voluntario. L as p rincipales áreas d e on­


c

trol motor se encuentran en el lóbul o frontal, en la porción

a nterior al surco central ( cap. 14). n el encéfalo


E humano

;i�;lement/a funcion;s se�sorial� o-��to�;;_-E�t;;;��-s·­

tituyen las reas de asociación de la corteza.


á Algu nas de las

áreas más importantes s on la corteza prefrontal ( caps. 21 y

24), la corteza p arietal posterior ( caps. 12, 21 y 24) y la cor­

teza inferotemporal ( caps. 24 y 25) .

Mapa de Brodmann

Corteza motora primaria

(área 4)

Supplementary motor area C:orteza somatosensorial

(areas 3, 1 , 2)
(area 6) Corteza parietal posterior

Premotor area "'- � (áreas 5, 7)

(area6) � :

�-
Corteza visual

V (áreas 1 7 , 1 8 , 1 9 )

Corteza prefrontal

Corteza inferotemporal

(áreas 20, 2 1 , 37) Corteza auditiva

(áreas 4 1 , 42)

■ Áreas motoras

Corteza gustativa
■ Áreas sensoriales
(área 43)
■ Áreas de asociación
CAPÍTULO 7 APÉNDICE: GUÍA ILUSTRADA DE NEUROANATOMÍA HUMANA -

Superficie dorsal del encéfalo

a) Cerebro. En la vista dorsal del encéfalo domina el gran

cerebro. Observe los dos hemisferios cerebrales. Están co­

nectados por los axones del cuerpo calloso (cap. 20), que se

pueden ver si se retraen parcialmente los hemisferios. La

vista medial del cerebro, ilustrada previamente, mostró el

cuerpo calloso en sección transversal.

Cuerpo calloso

Hemisferio izquierdo Hemisferio derecho

Surco central -----�=---�-4'7"

Fisura cerebral

longitudinal
CAPÍTULO 20 LENGUAJE -

Corteza motora

Control motor de

los labios y la boca

Circunvolución

angular
Área

de Broca

◄ FIGURA 20-6
Partes clave del sistema del lenguaje en el

hemisferio izquierdo. En el l ó b u l o frontal, el área de

Corteza Broca se encuentra cerca del área que controla la boca

auditiva y los labios en la corteza motora. El área de Wernicke,

en la superficie superior del lóbulo temporal, está


Área de
situada entre la corteza auditiva y la circunvolución
Wernicke
angular.

áreas cerebrales. La existencia de diferentes tipos de afasia, como se muestra

en la tabla 20-1, sugiere que el lenguaje se procesa en varias etapas en dife­

rentes lugares del cerebro. Examinando los déficits del lenguaje resultado del

daño en diferentes áreas del cerebro, Nina Dronkers, de la University of

California en Davis, ha aclarado muchos aspectos de la maquinaria neuronal

del lenguaje (cuadro 20-3).

Afasia de Broca

El síndrome denominado afasia de Broca se conoce también como afasia

motora o no fluente, porque la persona afectada tiene dificultades para hablar

TABLA 2 0 - 1 Características de los diferentes tipos de afasia

Repetición

Tipo de afasia Lugar de la lesión cerebral Comprensión Habla alterada Parafasias

Broca Corteza de asociación Buena No fluente, Sí Sí

motora del lóbulo frontal agramatical

Wernicke Lóbulo temporal posterior Alterada Fluente, gramatical, Sí Sí

sin significado

Conducción Fascículo arqueado Buena Fluente, gramatical Sí Sí

¡ Global Partes de los lóbulos Alterada Muy escasa Sí

temporal y frontal

Área motora Lóbulo frontal, anterior a Buena No fluente, No Sí

transcortical Broca agramatical

Transcortical sensorial Corteza próxima a la zona Alterada Fluente, gramatical, No Sí

de intersección de los sin significado

lóbulos temporal, parietal y

occipital

Anómica Lóbulo temporal inferior Buena Fluente, gramatical No


- PARTE III EL CEREBRO Y LA CONDUCTA

Corteza motora

Fascículo

Área arqueado

Corteza
auditiva
► FIGURA 20-7

Vía implicada en la repetición de la palabra hablada, Área de

según el modelo de Wernicke-Geschwind.


Wernicke

modelo, los sonidos no se entienden como palabras inteligibles hasta que son

procesados en el área de Wernicke. Para repetir las palabras, las señales ba­

sadas en palabras pasan del área de Wernicke al área de Broca a través del

fascículo arqueado. En el área de Broca, las palabras se convierten en un có­

digo de movimientos musculares necesarios para el habla. La información

que sale del área de Broca se envía a áreas motoras corticales contiguas que

controlan el movimiento de los labios, la lengua, la laringe, etc.

La segunda tarea consiste en leer un texto escrito en voz alta (fig. 20-8). En

este caso, la información se procesa en el sistema visual a través de la corteza

estriada y las áreas visuales corticales de nivel superior. Las señales visuales

pasan después a la circunvolución angular en la unión de los lóbulos occipital,

parietal y temporal. En la corteza de la circunvolución angular se produce

una transformación, de forma que la salida evoca el mismo patrón de activi­

dad en el área de Wernicke que si las palabras fueran habladas en vez de es­

critas. Desde este punto, el procesamiento sigue el mismo curso que en el

primer ejemplo: área de Wernicke a área de Broca y a corteza motora.

Este modelo ofrece explicaciones sencillas para elementos clave de la afa­

sia de Broca y la de Wernicke. Una lesión en el área de Broca altera seria­

mente la producción del habla porque las señales necesarias no pueden alcan­

zar la corteza motora. Por otra parte, la comprensión está relativamente

intacta porque el área de Wernicke está indemne. Una lesión en el área de

Wernicke provoca problemas de comprensión importantes porque es el lugar

en el que los sonidos se transforman en palabras. La capacidad para hablar

no resulta afectada ya que el área de Broca es todavía capaz de controlar los

músculos necesarios para el habla.

El modelo de Wernicke-Geschwind presenta varios errores y simplificacio­

nes excesivas. Por ejemplo, las palabras leídas no tienen que transformarse en

una respuesta seudoauditiva, como sugiere la tarea de lectura descrita antes.

De hecho, la información visual puede alcanzar el área de Broca desde la cor­

teza visual sin detenerse en la circunvolución angular. Uno de los peligros que

comporta cualquier modelo es sobrestimar la importancia de un área cortical

determinada para una función determinada. Se ha observado que la gravedad

de las afasias de Broca o Wernicke depende de la cantidad de corteza dañada,


- PARTE III EL CEREBRO Y LA CONDUCTA

Corteza motora

Corteza premotora

Área de Broca <f;.._ 1

Área de

Wernicke

_. FIGURA 20-9

Vías paralelas del lenguaje. Los actuales modelos de procesado del lenguaje se

centran en múltiples vías de procesado, como las vías ventrales y dorsales del

sistema visual. Este modelo incluye dos vías dorsales y una vía ventral. A diferencia

del modelo de Wernicke-Geschwind, el lenguaje no se basa en una única vía que

conecta el área de Wernicke con la de Broca a través del fascículo arqueado. Una vía

dorsal (azul) conecta la circunvolución temporal superior (áreas auditivas y de

Wernicke) con corteza premotora y está implicada en la producción del habla y en la

repetición de palabras. La otra vía dorsal (verde) conecta la circunvolución superior

temporal con el área de Broca y se cree que está implicada en el procesamiento de

estructuras sintácticas complejas (es decir, el análisis de palabras dispuestas según

un sistema gramatical). El sistema ventral (rojo) extrae el significado de los sonidos

del habla. (Adaptado de Berwick et al., 2 0 1 3 , fig. 2.)

Wernicke del área de Broca, pero respetara ambas áreas, provocaría un tipo

específico de afasia. En el modelo de Wernicke-Geschwind esto ocurriría por

una lesión de las fibras que componen el fascículo arqueado. En realidad, una

desconexión de este tipo ocurre por lesiones que afectan a la corteza parietal

además de al fascículo arqueado, pero en todo caso las áreas de Broca y de

Wernicke están respetadas.

La predicción de Wernicke resultó ser correcta; así se descubrió un tipo de

afasia por lesiones de este tipo que se conoce como afasia de conducción.

Como predice el modelo, debido a la indemnidad de las áreas de Broca y de

Wernicke, la comprensión es correcta y el lenguaje es fluido. El paciente suele

expresarse sin dificultades. El déficit típico de la afasia de conducción es la

dificultad para repetir palabras. En respuesta a unas pocas palabras, el pa­

ciente intenta repetir lo que se le ha dicho, pero en la repetición sustituye

palabras, las omite e incurre en errores parafásicos. La repetición suele ser

mejor en el caso de nombres y expresiones breves frecuentes, pero falla del

todo si las palabras son palabras de función, palabras polisilábicas o sonidos

sin sentido. Es interesante observar que una persona con afasia de conduc­

ción comprende las frases que lee en voz alta, aunque lo que se diga en voz

alta contenga parafasias. Esto concuerda con el hecho de que la comprensión

sea correcta y el déficit ocurra entre las regiones implicadas en la compren­

sión y la emisión del lenguaje.

Una de las cosas tristes pero fascinantes sobre la afasia es la diversidad de

síndromes consecuencia de los ACV. Los síndromes ponen en juicio a cual­

quier modelo, pero a su vez cada uno de ellos ofrece una oportunidad para_
CAPÍTULO 20 LENGUAJE -

Corteza motora

Área
de Broca

Corteza

i:i'rfmaria

Corteza
auditiva
Circunvolución
◄ FIGURA 20-8

Vía implicada en la lectura en voz alta, según el


angular
Área de modelo de Wernicke-Geschwind.

Wernicke

más allá de los límites de las áreas de Broca y de Wernicke. Además, la afasia

está influida por lesiones de estructuras subcorticales como el tálamo o el nú­

cleo caudado, que no se recogen en el modelo. En casos quirúrgicos en los que

se eliminaron porciones de la corteza, las deficiencias de lenguaje resultantes

suelen ser más leves que las secundarias a accidente cerebrovascular (ACV),

que afectan tanto a estructuras corticales como a subcorticales.

Otro factor importante es que después de un ACV se suele producir una

recuperación significativa del lenguaje y parece que otras áreas corticales

compensan a veces las consecuencias causadas por los deterioros. Como en

muchos síndromes neurológicos, los niños se recuperan extremadamente bien,

pero incluso los adultos, en especial los zurdos, pueden mostrar una buena

recuperación de la función.

Un problema más del modelo de Wernicke-Geschwind es que en la mayoría

de las afasias están afectadas la comprensión y la producción del habla. El Sr.

Ford, con una afasia de Broca, tenía una buena comprensión pero se confundía

con preguntas complejas. En cambio, el Sr. Gorgan, con una afasia de Wernicke,

presentaba diversas alteraciones del habla además de una grave pérdida de

comprensión. Por tanto, en el procesamiento cortical las distinciones claras

entre regiones que implica este modelo no existen realmente. A pesar de sus

problemas, el modelo de Wernicke-Geschwind continúa utilizándose en la clí­

nica gracias a su simplicidad y validez. En la segunda mitad del s. XX se han

propuesto modelos más complicados para explicar las complejidades del len­

guaje y del procesamiento cerebral, así como para superar los errores del mo­

delo Wernicke-Geschwind. De forma similar a las vías paralelas definidas

para el sistema visual, estos modelos comportan un número variable de vías

paralelas con funciones distintas, pero interrelacionadas (fig. 20-9).

Afasia de conducción

El valor de cualquier modelo no es sólo su capacidad para explicar observacio­

nes previas, sino también su capacidad de predicción. Basado en su observación

que distintas formas de afasia son debidas a lesiones en áreas de la corteza

temporal, frontal y superior, Wernicke demostró que su modelo de procesa­

miento del lenguaje podía predecir que una lesión que desconectara el área de
Topografía cerebral
2

Lóbulo parietal Surco central Lóbulo frontal


RESUMEN DEL CAPÍTULO

Características superficiales

Lóbulos

Di�ncéf::i.lo A

Visión sagital media del encéfalo

Anatomía interna del cerebro

Tálamo, núcleos caudado y lentiforme, cápsula interna


•··

Hipocampo y fórnix

Fibras de asociación y co m i s u r a l e s

Ventrículo lateral y tercer ventrículo

CU A D RO S

Planos del e n c é fa l o

I m á g e n e s de r e s o n a n c i a magnética

I m á g e n e s con tensor de difusión

Surco lateral

Lóbulo frontal Surco central Lóbulo parietal

GUÍA DE ESTUDIO

El objetivo más importante es empezar a poder


B
enumerar todos los aspectos del sistema nervioso central

identificados en las imágenes RM sin m i r a r las leyendas.

2 D e b e m o s intentar que la nomenclatura de los

componentes de los núcleos basales entren en la

memoria a largo plazo. ¡ N o es fácil!

3 Debido a su i m p o rt a n c i a cl í n i c a , debemos ser capaces

de reproducir una imagen mental de la posición y las

porciones con nombre de la cápsula interna, y apreciar

la c o n t i n u i d a d de la corona radiada, la c á p s u l a interna

y el pie del p e d ú n c u l o cerebral.

Lóbulo occipital
Lóbulo temporal

Lóbulo límbico
CARACTERÍSTICAS S U P E R F I C I A L E S
Figura 2 . 1 Los cinco l ó b u l o s del cerebro. (A) Cara lateral del

hemisferio cerebral derecho. (B) Cara m e d i a l del hemisferio


Lóbulos
derecho.

Las superficies de los dos hemisferios cerebrales están atra­

vesadas por los surcos; las crestas intermedias se denominan Los extremos romos de los lóbulos frontal, occipital y tem­

giros (circunvoluciones). La mayor parte de la corteza cere­ poral son los correspondientes polos de los hemisferios.

bral queda oculta a la vista dentro de las paredes de los Los opérculos (labios) del surco lateral pueden separarse

surcos. Si bien los patrones de los diferentes surcos varían de para exponer la ínsula (fig. 2 . 2 ) . En el capítulo 1 se mencionó

un encéfalo a otro, algunos son suficientemente constantes la ínsula y se caracterizó como relativamente inactiva durante

como para servir de referencia. Los surcos más profundos son la expansión prenatal del telencéfalo.

el surco lateral (cisura de Silvia) y el surco central (cisura de La cara medial del hemisferio se expone cortando el cuerpo

Rolando) (fig. 2.1A). Ambos sirven para dividir el hemisferio calloso, una banda voluminosa de sustancia blanca que

(visión lateral) en cuatro lóbulos, con ayuda de dos líneas conecta áreas coincidentes de la corteza de los dos hemisfe­

imaginarias: una que se extiende posteriormente desde el rios. El cuerpo calloso consiste en una parte principal o

surco lateral, y la otra que va desde el extremo superior del tronco, un extremo posterior o esplenio, un extremo anterior

surco parietooccipital (fig. 2.1B) hasta una incisura preocci­ o rodilla, y un pico estrecho que va desde la rodilla hasta la

pital roma en el borde inferior del hemisferio (en la fig. 2 .3 comisura anterior (fig. 2 . 3 B ) . El lóbulo frontal se sitúa ante­

puede observarse el surco y la incisura). Los lóbulos se deno­ rior a una línea trazada desde el extremo superior del surco

minan frontal, parietal, occipital y temporal. central hasta el tronco del cuerpo calloso (v. fig. 2 .3 B ) . El

© 2012. Elsevier España, S . L. Reservados todos los derechos


W Topografía cerebral

Opérculo parietal Opérculo frontal


Lóbulo temporal

La cara lateral del lóbulo temporal muestra los giros tempo­

rales superior, medio e inferior separados por los surcos

temporales superior e inferior. La cara inferior muestra las

partes anteriores del giro occipitotemporal. El giro lingual

conti_núa anteriormente como giro parahipocampal, que

termma en una proyección medial rom a , el uncus. Como se

verá más adelante en las secciones del encéfalo, el giro para­

hipocam pal subyace a una parte enrollada de la corteza el

hipocampo. '

L ó b u l o límbico

Un quinto, el lóbulo límbico del encéfalo rodea el margen


rne-.dln1 d ee l l, .,,. ,......, ; <c, -r c,, � • ; ...-.. y _ ....,. _ - ' -- -- � - - � • · � - -1� , __ ---�---•··-·r -··-·
contribuyen al lóbulo límbico incluyen los giros del cmgulo
Opérculo temporal Ínsula

y parahipocampal. Es más frecuente hablar del sistema


Figura 2.2 ínsula, visible tras la retracción de los opérculos.
límbico, que incluye el hipocampo, el fórnix, la amígdala y

otros elementos (v. cap. 34).

lóbulo parietal se sitúa posterior a esta línea y está separado


D i e n c é fa l o
del lóbulo occipital por el surco parietooccipital. El lóbulo

temporal se sitúa anterior a una línea trazada desde la inci­


Los componentes más grandes del diencéfalo son el tálamo

sura preoccipital hasta el esplenio.


y el hipotálamo (figs. 2.6 y 2.7). Estos grupos nucleares

Conforme vayamos profundizando en la descripción de las


forman las paredes laterales del tercer ventrículo. Entre ellos

características superficiales de los lóbulos del encéfalo, es


se encuentra un surco hipotalámico poco profundo, que

preciso consultar las figuras 2 . 3 a 2.6.


representa el límite rostral del surco limitante embrionario.

L ó b u l o frontal Visión sagital m e d i a del encéfalo

La cara lateral del lóbulo frontal contiene el giro precentral


La figura 2 . 8 se ha tomado de una sección sagital media de
limitado anteriormente por el surco precentral. Un poco más
la cabeza de un cadáver, y muestra el encéfalo en relación
a n te r iores, los giros frontales superior, medio e inferior se
con las estructuras adyacentes.
encuentran separados por los surcos frontales superior e

inferior. En la cara medial, el giro frontal superior está sepa­


ANATOMÍA I N T E R N A D E L C E R E B R O
rado del giro del cíngulo por el surco cingular. La cara infe­

rior u orbitaria está marcada por varios giros orbitarios. En

A continuación se describirá la disposición de las siguientes


contacto con esta superficie se encuentran el bulbo olfatorio

estructuras: tálamo, núcleos caudado y lentiforme, cápsula


y el tracto olfatorio.

interna; hipocampo y fórnix; fibras de asociación y comisu­

rales; ventrículo lateral y tercer ventrículo.


L ó b u l o parietal

La parte anterior del lóbulo parietal contiene el giro pos ­


Tálamo, n ú cl e o s c a u d a d o y lentiforme,
central limitado posteriormente por el surco poscentral. La

parte posterior del lóbulo parietal está dividida en los


cápsula i n t e rn a

lobul ill os parietales superior e inferior por un surco intra­


Los dos tálamos están encarados por medio del tercer ven­

parietal. El lobu lill o parietal inferior muestra un giro


trículo en forma de ranura. En la mayoría de las ocasiones se
supramarginal, que recubre el extremo dirigido superior ­
tocan, creando una adhesión intertalámica (fig. 2.9). En la
mente del surco lateral, y un giro angular que recubre el
figura 2 . 10 , el tálamo y las estructuras relacionadas se ensam­
surco temporal superio r.
blan en una secuencia mediolateral. La cabeza y el cuerpo del

La cara medial contiene la parte posterior del lobulillo


núcleo caudado están en contacto con la superficie superior
paracentral y, posterior a éste, la precuña. El lobulillo para­
del tálamo. La cola del núcleo caudado se dirige anteriormente
central (parcialmente contenido en el lóbulo frontal) se deno ­
por debajo del tálamo, pero sin entrar en contacto con él.
mina así por su relación con el surco central.
El tálamo está separado del núcleo lentiforme por la

cápsula interna, que es la zona más común de un accidente


L ó b u l o occipital
cerebrovascular a causa de una embolia arterial local

La cara lateral del lóbulo occipital está marcada por dife­ (bloqueo) o una hemorragia. La cápsula interna contiene

rentes giros occipitales laterales. La cara medial contiene la fibras que discurren desde el tálamo hasta la corteza y desde

cuña entre el surco parietooccipital y el impo r tante surco la corteza hasta el tálamo, tronco del encéfalo y médula

calcarino. La cara inferior muestra tres giros y tres surcos. espinal. En el intervalo entre la corteza y la cápsula interna,

Los giros occipitotemporales lateral y medial están separa ­ estas fibras ascendentes y descendentes forman la corona

dos por el surco occipitotemporal. El giro lingual se sitúa radiada. Debajo de la cápsula interna, el pie del pedúnculo

entre el surco colateral y el extremo anterior del surco cerebral recibe las fibras descendentes que continúan bajando

ca lc arin o . hacia el tronco del encéfalo.


74 Capítulo 3 - Anatomía del sistema nervioso

al lado opuesto del cerebro) a través del quiasma óptico.


Ventrículo Cisura Cuerpo
A las fibras que decusan se les llama contralaterales (pasan lateral longitudinal calloso
de un lado del cuerpo al otro) y a las que no decusan ho­
Cisura
moiaterales" (permanecen en el mismo lado del cuerpo).
central
Los �e�os mamilares, que a menudo se consideran parte Tercer

del hipotálamo, son un par de núcleos esféricos que se si­


ventrículo '
t�an e� la cara inferior del hipotálamo, justo detrás de la

hipófisis, Los cuerpos mamilares y los otros núcleos del hi­

potálamo se ilustran en el Apéndice VI.

Cisura

lateral
Telencéfalo

El telencéfalo, la mayor de las divisiones del encéfalo hu­

mano, media sus funciones más complejas. Inicia el mo­

vimiento voluntario, interpreta la información sensitiva y

media procesos cognitivos complejos tales como aprender, Hipocampo

hablar y solucionar problemas.

Corteza cerebral Los hemisferios cerebrales están cu­


Cisura
biertos por una capa de tejido llamada corteza cerebral.
central
En los seres humanos, la corteza cerebral está muy plegada

(arrugada) -véase la Figura 3.25-. Estas circunvolucio­ Cisura

nes hacen que aumente la cantidad de corteza cerebral sin lateral

que aumente el volumen cerebral total. No todos los ma­

míferos tienen una corteza con circunvoluciones; la ma­

yoría de ellos son lis encéfalos ( con un encéfalo liso). Antes

se pensaba que la cantidad y el tamaño de las circunvolu­

ciones determinaban la capacidad intelectual de una es­

pecie; sin embargo, parece ser que estos atributos se

relacionan más con el tamaño corporal. Todos los mamí­

feros grandes tienen una corteza cerebral muy ple gada.

Las grandes hendiduras de una corteza plegada se de­


I
nominan cisuras, y las pequeñas, surcos. Las prominencias
( FIGURA 3.25 ) Principales cisuras de los hemisferios
entre las cisuras y los surcos se llaman circunvoluciones.
cerebrales en el ser h u m a n o .
En la Figura 3.25, resulta evidente que los hemisferios ce­

rebrales están casi completamente separados por la máyor

de las cisuras: la cisura longitudinal. Los hemisferios ce­ ción superior temporal, que incluye la corteza auditiva. La

rebrales están conectados directamente por unas pocas función de la corteza occipital es enteramente visual.

vías que atraviesan la cisura longitudinal. Estas vías que co­ Alrededor del noventa por ciento de la corteza cerebral

munican los hemisferios reciben el nombre de comisuras humana es neocorteza ( corteza nueva); es decir: corteza

cerebrales. La comisura cerebral más grande es el cuerpo formada por seis capas, de evolución relativamente re­

calloso, que puede verse claramente en la Figura 3.25. ciente (Northcutt y Kaas, 1 9 9 5 ) . Tradicionalmente, las

Como indica la Figura 3.26, las dos delimitaciones capas de la neocorteza se numeran de I a VI, empezando

principales en la cara lateral de cada hemisferio son la ci­ por la superficie. En la Figura 3.27, página 76, se muestran

sura central y la cisura lateral. Estas cisuras dividen par­ dos secciones adyacentes de neocorteza. Una de ellas se ha

cialmente cada hemisferio en cuatro lóbulos: el lóbulo teñido con sustancia de Nissl para poner de manifiesto la

frontal, el lóbulo parietal, el lóbulo temporal y el lóbulo


cantidad de cuerpos celulares y su forma; la otra se ha te­

ñido con tinción de Golgi para que se pueda apreciar el


occipital. Entre las circunvoluciones más grandes figuran
contorno de un pequeño porcentaje de sus neuronas.
la circunvolución precentral, que contiene la corteza mo­
En las secciones que se presentan en la Figura 3 . 2 7
tora; la circunvolución poscentral, que abarca la corteza
pueden verse tres importantes características de la anato­
somatosensitiva (sensibilidad corporal), y la circunvolu-
mía neocortical. En primer lugar, resulta obvio que hay dos

tipos básicamente diferentes de neuronas corticales: pira­

4
Aunque con frecuencia se utilice el término ipsilateral (N. del T.). midales ( con forma de pirámide) y estrelladas ( con forma
3.6 ~ Principales estructuras del encéfalo 75

dad de cuerpos celulares, así como en la proporción relativa

de cuerpos celulares estrellados y piramidales que con­

tienen. En tercer lugar, puede apreciarse que muchas

dendritas y axones largos atraviesan la neocorteza en sen­

tido _vertical ( esto es, en ángulo recto respecto a las capas

corticales). Este flujo vertical de información es la base de

la organización columnar de la neocorteza: las neuronas

de una determinada columna vertical de la neocorteza

suelen formar un minicircuito, el cual lleva a cabo una fun­

ción particular (Laughlin y Sejnowski, 2003).

Una cuarta característica importante de la anatomía

neocortical no puede verse en la Figura 3.27: aunque toda

la neocorteza consta de seis can""- ] <, ,o c " fi " c �"�{�� d = ... ,


aiea a uu a �nruwu y nuwmau, LUUL; Pass ngnam, stepnan

y Kotter, 2002). Por ejemplo, ya que las células estrelladas

de la capa IV están especializadas en recibir señales sensi­

tivas del tálamo, esta capa está muy desarrollada en las

áreas de la corteza sensitiva. A la inversa, como las células


Circunvolución Cisura Circunvolución

precentral central poscentral


piramidales de la capa V conducen señales desde la neo­

corteza al tronco del encéfalo y la médula espinal, la capa

V tiene un grosor considerable en las áreas de la corteza


'
motora.

El hipocampo es una zona primordial de la corteza

\ que no es neocorteza -sólo tiene tres capas-. El hipo­

campo se encuentra en la línea media de la corteza cere­

bral, donde ésta se repliega sobre sí misma en el lóbulo

temporal medial (véase la Figura 3 . 2 5 ) . Este pliegue da

lugar a una forma que, en corte transversal, recuerda en

algo a un caballito de mar (hipocampo significa «caballito

de mar»).

Cisura
' El sistema límbico y los ganglios basales Aunque

gran parte de la región subcortical del telencéfalo está ocu­


lateral

pada por axones que proyectan a y desde la neocorteza,

existen varios grandes grupos nucleares subcorticales. A al­


Circunvolución
gunos de ellos se les considera parte, bien del sistema lím­
temporal

superior
bico, o bien del sistema motor de los ganglios basales. El

término sistema puede inducir a error en este contexto; el

nivel de certidumbre que implica no está garantizado. No

Lóbulo Lóbulo ■ Lóbulo


Lóbulo
está del todo claro qué hacen exactamente estos hipotéti­

frontal parietal temporal


■ occipital cos sistemas, qué estructuras han de incluirse en ellos exac­

tamente, ni siquiera si es apropiado considerarlos un


I
sistema unitario. Sin embargo, si no se toman en sentido
( FIGURA 3.26 ) Lóbulos de los hemisferios cerebrales.
literal, los conceptos de sistema límbico y de sistema motor

de los ganglios basales proporcionan una forma útil de con­

de estrella). Las células piramidales son grandes neuronas ceptuar la organización de la región subcortical.

multipolares, con un cuerpo celular en forma de pirá­ El sistema límbico es un circuito de estructuras de la

mide, una gruesa dendrita, llamada dendrita apical, que se línea media que rodean el tálamo (límbico significa «ani­

extiende directamente desde el ápice de la pirámide a la su­ llo»). Participa en la regulación de las conductas moti­

perficie de la corteza, y un axón muy largo. En contrapo­ vadas -que incluyen las cuatro F [en inglés] de la

sición, las células estrelladas son pequeñas interneuronas motivación: huir ( «fleeing» ), comer ( «[eeding») luchar

(neuronas con axón corto o sin axón), en forma de estre­ ( «fighting») y tener sexo ( «sexual behavior» ). (Esta broma

lla. En segundo lugar, resulta evidente que las seis capas de es tan vieja como la biopsicología, pero es buena.) Además

la neocorteza se diferencian en cuanto al tamaño y la densi- de otras estructuras ya mencionadas aquí (p.ej., los cuer-
I n t ro d u c c i ó n y visión general de la obra 9

Hemisferio _

cerebral

Colículo

superior
I I C l l ll � I C I I U \.. C I C U I Q I

Glándula pineal

Cuerpo calloso

Tálamo -f-,,;;:---\:--\�ftl;¡.¡¡:::;;;;j¡íF,�,r--..J

Hipotálamo -�....;;::llhll.-�.;;J:"""":--:.,,-:::,,O

Mesencéfalo ----.i:.=•ilili,....:c:...,..=----=:r-�

Hemisferio
Fisura
cerebral
longitudinal

del cerebro

..--+-----"----......-.--- Mesencéfalo

_1.---b:::+- Hemisferio

cerebral

lñ��-4i-- Puente

�__,,,.;fi-._,�,.__.;.-_ Médula

oblongada

e Cerebelo D
1O Neuroanatomía

Tálamo

Foramen

interventricular

Hipotálamo

Acueducto

cerebral

Cuarto ventrículo

Hemisferio

cerebral

lntundíbulo -...!.!-""--es
Mesencéfalo
originado

en el hipotálamo

Puente

Médula

oblongada

Fig. 1 - 1 2 Subdivisiones y puntos anatómicos principales del encéfalo adulto. A) Sección sagitomedial.

B) Norma basal. Los nervios craneales aparecen en color amarillo.


18 Neuroanatomía

Surco

Giro precentral central

(corteza motora)

Giro poscentral

(corteza somatosensorial)

Lóbulo parietal

óbulo occipital
Lóbulo frontal

orteza visual
Surco lateral

Giro temporal superior

(corteza auditiva)

Lóbulo

temporal

Fig. 1 - 2 3 Norma lateral del cerebro. La figura ilustra algunos de los principales giros, surcos y áreas funcionales.

Surco central tán separados por el profundo surco parietooccipital


Giro precentral
(fig. 1-24).
Giro poscentral
Las funciones de la corteza cerebral se describen más
Lóbulo

frontal detalladamente en el capítulo 13. Sin embargo, resulta


Lóbulo parietal
útil por el momento identificar las cuatro áreas funciona­

les más importantes de la corteza cerebral, una en cada

lóbulo (figs. 1-23 y 1 - 2 4 ) .


Surco

parieto­
• Én el lóbulo frontal, el giro situado inmediatamen­
occipital
te delante del surco central se conoce anatómica­

mente como giro precentral. Desde el punto de

vista funcional, contiene la corteza motora pri­

maria, que es el nivel más alto en el cerebro para

el control del movimiento. Aquí, en cada hemis­

ferio, se representa con gran precisión la mitad


Lóbulo

temporal
opuesta del cuerpo.
Surco
• En el lóbulo parietal, enfrente de la corteza motora
calcarino

primaria, pasado el surco central, se encuentra el


Lóbulo
giro poscentral o corteza somatosensorial pri­
occipital
maria. Es el lugar donde terminan las vías que lle­

Fig. 1 - 2 4 Sección sagital del cerebro. La figura ilustra van el tacto, la presión, el dolor y la temperatura

algunos de los principales giros, surcos y áreas desde la mitad opuesta del cuerpo, y la zona en la

funcionales. que se perciben de forma consciente. Los sentidos

especiales tienen su nivel más alto de representación

situado en otras áreas.

• La corteza visual se localiza en el lóbulo occipital,

sobre todo en la cara medial del hemisferio, en los


polo frontal. El límite posterior del lóbulo frontal es el sur­
giros orientados horizontalmente por encima y por
co central, que puede identificarse fácilmente como un
debajo del surco calcarino.
surco continuo que cruza toda la superficie lateral desde
• La corteza auditiva se encuentra en el lóbulo tem­
la fisura longitudinal del cerebro al surco lateral. Posterior
peral, localizada en el giro temporal superior, si­
al surco central se encuentra el lóbulo parietal, separa­
tuado debajo y paralelo al surco lateral.
do por el surco lateral del lóbulo temporal, que queda

por debajo. El extremo del lóbulo temporal es el polo Durante el desarrollo, el hemisferio cerebral adopta

temporal. La parte posterior del hemisferio es el lóbulo una configuración en forma de <<C>> como consecuencia

occipital, que acaba en el polo occipital. Los límites en­ del desplazamiento hacia delante del lóbulo temporal,

tre los lóbulos parietal y temporal con el occipital no se de manera que el polo temporal queda en situación ad­

aprecian en la superficie lateral del hemisferio, ya que no yacente al lóbulo frontal y separado de él por el surco

corresponden a ningún surco en particular; sin embargo, lateral. Por tanto, el ventrículo lateral del hemisferio

en la superficie medial, los lóbulos parietal y occipital es- toma también la forma de una <<C» con astas que se ex- .
Hemisferios cerebrales y corteza cerebral 139

Fig. 1 3 - 1 5 Imagen c o ro n a l por resonancia m a g n é ti c a de un

c e r e b ro vivo. (Cortesía del Prof. A. Jackson, Department

of Diagnostic Radiology, University of Manchester.)

Giro precentral; Surco central

corteza motora primaria (área 4)


Giro poscentral; corteza somatosensorial

primaria (áreas 1 , 2 y 3)

Lobulillo parietal superior

Campo ocular
-----surco intraparietal
frontal (área 8)

Lobulillo parietal inferior

Corteza visual primaria (área 17)

Área

de Broca Surco
Corteza de asociación auditiva (área de Wernicke)
(áreas 44 y 45) lateral

Corteza auditiva
A
Giro temporal primaria (áreas 41 y 42)

superior

Giro precentral; corteza motora primaria (área 4) Surco central

Corteza premotora, incluyendo ____,,,,,.......... / Giro poscentral; corteza


la motora suplementaria somatosensorial primaria (áreas 1 , 2 y 3)
.g
_

w (área 6)
'O

e:
:,

fil
e:
-o
·¡¡
Surco _-,k;._,i�;__/_.
"'
N
cingular
2
·

:,

"'
e:
·¡¡;

'"
·15.


� Fig. 1 3 - 1 6 Principales áreas
B Surco

ui funcionales en: A) Vista lateral calcarino


z
¡¡l del hemisferio cerebral.

;;! B) Sección sagitomedial de los


::;;

@ hemisferios cerebrales.
Encéfalo 35

F i s u r a lateral

-8

.�

i 3.2 VISIÓN LATERAL DEL PROSENCÉFALO:


ASPECTOS CLÍNICOS
-� R E G I O N E S FUNCIONALES
Algunas regiones (circunvoluciones específicas) del córtex cerebral,
& Algunas regiones circunscritas del hemisferio cerebral se asocian como la circunvolución precentral (córtex motor primario) y la circun­

� con actividades funcionales específicas, como el córtex motor, los volución postcentral (córtex somatosensorial primario), muestran una

� córtex premotor y motor suplementario, los campos visuales organización topográfica. Así, la información procedente de la mano y el

:i frontales, el córtex sensorial primario y otras regiones de asocia- brazo contralateral se localizan lateralmente, el cuerpo se representa más

medialmente, y la extremidad inferior está representada a lo largo de la
� ción del córtex sensorial. Parte del córtex auditivo es visible en el
:E
línea media y sobre el borde dentro del lóbulo paracentral. El rostro y
borde inferior de la fisura silviana (la circunvolución temporal
la cabeza se representan en regiones mucho más laterales, justo por enci­
transversal de Heschl). Parte del córtex visual es visible en el polo ma de la fisura lateral. Esto tiene importantes implicaciones funcionales;

occipital. Las áreas del lenguaje del hemisferio izquierdo incluyen la lesión de regiones seleccionadas como el territorio de la línea media,

al área de Broca (lenguaje expresivo) y al área de Wernicke (len­ que está irrigado por sangre procedente de la arteria cerebral anterior,

produce pérdida somatosensorial y parálisis en la extremidad inferior


guaje receptivo). La lesión de estas regiones corticales produce la
contralateral, sin afectarse la extremidad superior.
pérdida de capacidades funcionales específicas. Existe cierto sola­

pamiento entre áreas funcionales y circunvoluciones definidas

(p. ej., el córtex motor y la circunvolución precentral), pero no

existe una concordancia absoluta.


34 Visión general del sistema nervioso

Margen superior (superomedial) del hemisferio cerebral


Surco central
Circunvolución poscentral
C i r c u n v o l u c i ó n precentral
Surco poscentral
Surco precentral -----, 1

Opérculos frontal (F), --:r----,..¡.....,..J C i r c u n v o l u c i ó n supramarginal

frontoparietal (FP) y temporal (T) -----=-=F-,


Lóbulo parietal superior

C i r cu n v o l u c i ó n frontal s u p e r i o r �
Surco intraparietal

Surco frontal superior


Lóbulo parietal inferior

C i r c u n v o l u c i ó n angular
C i r c u n v o l u c i ó n frontal ---���;e��-=
media
Surco parietooccipital

Surco frontal inferior __j_.::)��_.:__::.:!!!11.. r_


Surco occipital
transversal

Surco frontal inferior�-r:�½:--.....l. _


Fisura c a l c a r i n a

Polo occipital

Polo frontal---■
Surco lunado (inconstante)

Rama ascendente
Rama ascendente • f . Muesca preoccipital
Fisura lateral ( s i l v i a n a ) { Rama posterior M argen 1 n error
(inferolateral) del hemisferio cerebral

Polo temporal /
C i r c u n v o l u c i ó n temporal inferior
C i r c u n v o l u c i ó n temporal superior

Surco temporal superior

Circunvolución temporal media


Lóbulo parietal
Surco temporal inferior

Surco central de la ínsula--�=--:,1!,,.-::r'--___....--�

Lóbulo temporal

Surco lateral de la ínsula

, { C_ircunvoluciones cortas
lnsula Limen-------'
C i r c u n v o l u c i ó n larga

3.1 ANATOMÍA SUPERFICIAL


ASPECTOS CLÍNICOS
DEL PROSENCÉFALO: VISIÓN LATERAL
Algunas características funcionales del córtex cerebral, como la memoria
Las circunvoluciones del córtex cerebral permiten que una am­ a largo plazo y algunas capacidades cognitivas, no pueden localizarse fá­

plia expansión del mismo esté plegada de un modo compacto en cilmente en una circunvolución o región particular del córtex. Sin em­

un pequeño volumen, adaptación que es particularmente promi­ bargo, otras capacidades funcionales se localizan regionalmente. Por

ejemplo, la circunvolución frontal inferior del hemisferio izquierdo con­


nente en los primates. Los principales surcos separan los hemis­
tiene la maquinaria neuronal para las capacidades expresivas del lengua­
ferios cerebrales en lóbulos; la fisura lateral (silviana) separa el
je; el polo occipital, particularmente a lo largo de los márgenes superior
lóbulo temporal situado por debajo de los lóbulos parietal y fron­
e inferior de la fisura calcarina, está especializado en el procesamiento
tal, y el surco central separa los lóbulos parietal y frontal entre sí. visual del sistema retinogeniculocalcarino. Algunas lesiones muy restrin­

Algunas de las circunvoluciones se asocian con actividades fun­ gidas en otras regiones de procesamiento específico como las regiones

cionales específicas, como la circunvolución precentral (córtex relacionadas con la visión del lóbulo temporal pueden provocar déficits

específicos, como agnosia para el reconocimiento de rostros o la incapa­


motor) y la circunvolución postcentral (córtex sensorial prima­
cidad de distinguir objetos animados. Este conocimiento proporciona
rio). Algunas circunvoluciones, como la superior, media e infe­
algunos indicios sobre cómo la extracción de características en los siste­
rior frontales y temporales, sirven como referencias anatómicas
mas sensoriales podría ser alcanzada en las redes neuronales.
del córtex cerebral. La ínsula, el quinto lóbulo del córtex cerebral,

se sitúa internamente al córtex exterior y puede observarse

abriendo la fisura silviana.

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