La etnoecología, en definitiva, analiza tanto la cosmovisión de la comunidad
como su sistema de conocimientos y las prácticas que desarrolla para apropiarse de la naturaleza. Muchos pueblos aborígenes, por ejemplo, le otorgan un carácter sagrado al planeta y se relacionan con la ecología partiendo de dicha posición. La etnoecología se enfoca en el estudio de la relación que existe entre las variables kosmos (las cosmovisiones o creencias del pueblo), corpus (el conjunto total de sistemas cognitivos o conocimientos) y praxis (la administración y el uso de los recursos naturales). Por lo tanto, esta disciplina brinda una serie de conceptos y un método que sirven para estudiar los procesos mediante los cuales el ser humano se apropia de su entorno natural. Apoyándonos en los muchos estudios de etnoecología que se han llevado a cabo en muchas culturas de espacios naturales de todas partes del mundo, se pueden determinar ciertos rasgos generales con respecto a las formas en las que los aborígenes de la actualidad entienden, conocen y usan la naturaleza. El kosmos Para los pueblos aborígenes, la naturaleza se concibe como algo sagrado: la respetan y la veneran. No creen que se trate de un mero recurso, como sí ocurre en las sociedades modernas. Dicho de otra manera, la consideran el origen de la vida, el centro de la existencia misma, que la crea, la sostiene y la nutre. También creen que todos estamos ligados de manera intrínseca, los seres vivos y las cosas, el mundo natural y el social. El corpus El conjunto de conocimientos de ecología que tienen los pueblos aborígenes suele ser local, y transmitirse de una generación en otra por medio de sus propios sistemas cognitivos. El corpus es un conocimiento que no se plasma en la escritura, sino que se pasa por medio de la comunicación oral y la enseñanza práctica. La praxis Estas sociedades se sostienen usando los recursos más próximos, de manera que su intercambio lo realizan con la naturaleza misma, aunque también hay excepciones en las que se apoyan en el mercado. Para sostener este ciclo deben poner en práctica métodos que aseguren la producción de bienes y energía sin interrupción por parte de sus hábitats.