La principal diferencia entre la llave térmica y la llave diferencial es el tipo de protección que brindan y cómo responden

ante situaciones de falla eléctrica.

La llave térmica es un dispositivo de protección contra sobrecargas eléctricas que actúa como un interruptor automático
que se abre cuando la corriente eléctrica que fluye por ella supera un cierto valor nominal. Esto se debe a que el exceso
de corriente provoca un calentamiento en el material conductor, lo que a su vez activa un elemento bimetálico en la
llave térmica que se deforma y abre el circuito. La llave térmica es adecuada para proteger circuitos contra sobrecargas y
cortocircuitos.

Por otro lado, la llave diferencial es un dispositivo de protección contra corrientes de fuga que se produce cuando una
corriente eléctrica se desvía del circuito normal y fluye a través de otro camino, como el cuerpo humano o una
estructura metálica. La llave diferencial monitorea la corriente eléctrica que entra y sale del circuito y se activa cuando
hay una diferencia entre la corriente de entrada y la corriente de salida, lo que indica una fuga de corriente. Cuando se
detecta una corriente de fuga, la llave diferencial se activa y abre el circuito, lo que protege contra lesiones eléctricas y
posibles daños a los equipos eléctricos.

A continuación se muestran diagramas que ilustran la diferencia entre la llave térmica y la llave diferencial:

Diagrama de una llave térmica:

Diagrama de una llave diferencial:

En el diagrama de la llave
diferencial, se puede observar
que hay un transformador de
corriente y un sensor de
corriente, que monitorean la
corriente eléctrica que entra y
sale del circuito y detectan
cualquier diferencia. Si se detecta
una diferencia, la llave diferencial
se activa y abre el circuito para
proteger contra corrientes de
fuga. En cambio, en el diagrama
de la llave térmica, no hay ningún
componente que monitoree la
corriente eléctrica que sale del
circuito, solo un elemento
bimetálico que se deforma con la
temperatura.