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ESTUDIOS
LATINOAMERICANOS
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ESTUDIOS
LATINOAMERICANOS

NUEVA ÉPOCA l NÚM. 43 l ENERO-JUNIO l 2019

CELA CENTRO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


Rector
Enrique Luis Graue Wiechers
Secretario General
Leonardo Lomelí Vanegas
Secretario Administrativo
Leopoldo Silva Gutiérrez
Abogada General
Mónica González Contró
Directora General de Publicaciones y Fomento Editorial
Socorro Venegas Pérez

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


Directora
Angélica Cuéllar Vázquez
Secretario General
Arturo Chávez López
Secretario Administrativo
Juan Manuel López Ramírez
Jefe de Publicaciones
Ilan Edwin Garnett Ruiz

CENTRO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS


Coordinador
Nayar López Castellanos
Secretaria Académica
Beatriz Adriana Canseco Gómez

CELA
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Director
Lucio Fernando Oliver Costilla

Editora
Gloria Carrillo Serrato

Editora asociada
Damellys López Heredia

Asistente editorial
Omar Ernesto Cano Ramírez

Comité de Redacción
Beatriz Adriana Canseco Gómez
María Elena Galeana Rodríguez

Comité Editorial
Juan Agulló, UNILA. José María Calderón Rodríguez, CELA, FCPYS, UNAM. José Miguel Candia, Instituto Nacional de
Antropología e Historia. Rossana Cassigoli, CELA, FCPYS, UNAM. Margarita Favela, CEIICH, UNAM. Diana Guillén, Instituto de
Investigaciones “Dr. José María Luis Mora”. Roberto Herrera, CELA, FCPYS, UNAM. Rosa María Larroa, CELA, FCPYS, UNAM.
Pablo A. Maríñez, CELA, FCPYS, UNAM. Márgara Millán, CELA, FCPYS, UNAM. Jaime Osorio, UAM-X. Rodrigo Páez, CIALC, UNAM.
Alberto Rocha, DEILA, Universidad de Guadalajara. María José Rodríguez Rejas, UACM. Severo Salles, CELA, FCPYS, UNAM.
Raquel Sosa, CELA, FCPYS, UNAM. Adrián Sotelo, CELA, FCPYS, UNAM.

Consejo Consultivo
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Boron (Universidad de Buenos Aires, Argentina), Suzy Castor (CRESFED, Haití), Teresa Castro (CELA, FCPYS, UNAM, México),
Horacio Cerutti (CIALC, México), Norma de los Ríos (FFYL, UNAM, México), Carlos Figueroa (BUAP, México), Pablo González
Casanova (IIS, UNAM, México), Esthela Gutiérrez (UANL, México), Francesco Lazzari (Universidad de Trieste, Italia), Nayar
López (CELA, FCPYS, UNAM, México), Verónica López (CELA, FCPYS, UNAM, México), Enrique Rajchenberg (FE, UNAM, México),
Berenice Ramírez (IIE, UNAM, México), Emir Sader (USP, Brasil), Patricia Salcido (CELA, FCPYS, UNAM, México), Darío Salinas
(Universidad Iberoamericana, México), John Saxe-Fernández (CEIICH, UNAM, México), Andrés Serbin (CRIES, Argentina),
Ricardo Yocelevzky (UAM-X, México).

Corrección de estilo y cuidado de la edición


Clara I. Martínez Valenzuela

Imagen de la portada
Gerardo A. Ramírez Hernández, “Ave-Pez”, técnica mixta sobre papel, 2012.

Páginas electrónicas de la revista: <revistas.unam.mx/index.php/rel> e <investigación.politicas.unam.mx/revela>


Soporte técnico: María Margarita Flores Santiago

Estudios Latinoamericanos es una publicación semestral, editada por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM, Circuito Cultural Mario de la Cueva, Ciudad Universitaria, C. P. 04510, Delegación Coyoacán, D. F. Los artículos
publicados fueron sujetos a dictaminación. Editora responsable: Gloria Carrillo Serrato. E-mail: <estudioslatino
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lnformation Service (PAIS), Nueva York; Sociological Abstracts, Inc., San Diego, Cal.; ULRICH’S Directory International
Periodicals, Londres; Zeller Verlag, Alemania.
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ESTUDIOS
LATINOAMERICANOS

NUEVA ÉPOCA l NÚM. 43 l ENERO-JUNIO l 2019

Índice
Presentación ..........................................................................................11
Lucio Fernando Oliver Costilla y José Miguel Candia

Horizontes teóricos

Crítica sociológica al poder oligárquico en América Latina ...............................17


Crítica sociológica ao poder oligárquico na América Latina
Sociological critique to oligarchic power in Latin America
Paulo Henrique Martins

De la política no estadocéntrica a la fatalidad estatal.


Decurso con-formativo del Estado plurinacional ...............................................37
Da política não estadocêntrica à fatalidade estatal.
Transcurso con-formativo do Estado plurinacional
From non-State-Centric Politics to failed State.
Con-formative discourse of Plurinational State
Huascar Salazar Lohman

A debate.
Estado, comunidad y violencia

Reflexiones sobre la despatriarcalización en Bolivia ..........................................59


Reflexões sobre a despatriarcalização na Bolívia
Reflections on depatriarchalization in Bolivia
Ximena Roncal Vattuone y Cristian Calderón Collazos
8 ÍNDICE

La Zona Metropolitana de Monterrey y las reubicaciones por desastres.


Pasado y presente ............................................................................................79
A Zona Metropolitana de Monterrey e as realocações devido aos desastres.
Passado e presente
Disasters relocations in Monterrey Metropolitan Area.
Past and present
Gabriela Vera Cortés

Comunidades emocionales, violencia y “fosas clandestinas”:


solidaridad en Tetelcingo, Morelos, México ........................................................99
Comunidades emocionais, violência e “fossas clandestinas”:
solidariedade em Tetelcingo, Morelos, México
Emotional Communities, violence and “clandestine cemeteries”:
solidarity in Tetelcingo, Morelos, Mexico
Morna Macleod y Ángela Ixkic Bastian Duarte

Pandillas transnacionales: desbordamientos territoriales .....................................117


Gangues transnacionais: desdobramentos territoriais
Transnational gangs: territorial overflows
Hugo César Moreno Hernández

Procesos y tendencias

Entre zancadillas: la investigación educacional en Chile .....................................149


Entre solavancos: a pesquisa educacional no Chile
Between tripping: educational research in Chile
Víctor Hugo San Martín y Marcelo Rioseco Pais

Identidades y formas culturales

El constructo del negro en René Depestre y Achille Mbembe ...........................169


O construto do negro em René Depestre e Achille Mbembe
On René Depestre and Achille Mbembe black construct
Mónica Raquel García Martínez
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS 9

Reseñas

Myriam Fracchia, Márgara Millán, Karina Kloster, Pietro Ameglio


y José Miguel Candia (coordinadores), Antología del pensamiento
y obra de Juan Carlos Marín.........................................................................189
Por José Miguel Candia

Daniel Inclán, Lucia Linsalata y Márgara Millán (coordinadores),


Modernidades alternativas ............................................................................193
Por Natalia E. Talavera Baby

Ana María Aragonés (coordinadora), La reciente crisis financiera y el debate


sobre migración y desarrollo. Propuestas para América Latina y México ..............197
Por José Miguel Candia

Normas editoriales para colaboradores .............................................201

Principios de ética y declaración sobre negligencia .........................205


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Presentación

Durante el proceso de recepción, revisión y dictamen de los trabajos que se ofrecen


en el número 43 de Estudios Latinoamericanos, procuramos volver al criterio que
inspira nuestra revista desde su origen: ofrecerles a los lectores materiales que pro-
fundicen la discusión y aporten nuevos argumentos sobre temas de actualidad, en
algunos casos casi coyunturales, y retomar debates nuevos y de vieja data pero siempre
vigentes respecto de nuestros grandes y graves problemas estructurales e históricos,
como podrá verse al revisar el índice del número que ahora presentamos.

En la sección Horizontes teóricos incluimos dos valiosos ensayos: el primero, de


Paulo Henrique Martins “Crítica sociológica al poder oligárquico en América Latina”,
y el segundo, de Huascar Salazar Lohman “De la política no estadocéntrica a la
fatalidad estatal. Decurso con-formativo del Estado Plurinacional”. Dichos artículos
aportan a un propósito recurrente de nuestra revista: reflexionar sobre los procesos
y características que han acompañado la conformación del poder político latino-
americano, el poder en general y sus fundamentos, a saber, la sociedad heterogénea,
plural, contradictoria, los diversos grupos sociales y las múltiples comunidades
orginarias y contemporáneas. Ello permite confrontar diferentes perspectivas de su
formación histórica y de su relación con la acumulación mundial y nacional de capi-
tal, inicialmente a partir de élites cerradas y excluyentes, pasando por los momentos
de apertura a la nación de los grandes Estados de masas. Dicha reflexión contribuye
a plantearse teóricamente los problemas actuales en que sociedad civil, grupos sociales
y comunidades no están dispuestos a considerarse emanaciones finales del Estado
sino premisas de éste. Premisas en las que la autodeterminación es la clave para
reconocer y enfrentar las contradiccciones de intereses y de perspectivas políticas
hacia la construcción de un proyecto general nacional y para la transición hacia
mediaciones políticas legítimas.

El ensayo de Henrique Martins pone de relieve las particularidades históricas y culturales


que permiten comprender los dispositivos institucionales del poder colonial y
postcolonial y los retos que debieron afrontar las formaciones económicas perífericas
durante el proceso de inserción en el sistema capitalista mundial. El autor señala que
las sociedades latinoamericanas pasaron de un régimen de negociaciones inter-
personales y clientelares a un sistema dominado por los cálculos utilitarios del mercado.
Al mismo tiempo, apunta que las clases oligárquicas tradicionales supieron negociar
un nuevo estatus de dominación pactando con las burguesías urbanas emergentes.
Este acuerdo cupular le permite al autor identificar al nuevo régimen como “oligárquico
transnacional”.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 11-14.
12 LUCIO OLIVER Y JOSÉ MIGUEL CANDIA

En el segundo de los trabajos de este apartado, Huascar Salazar retoma un antiguo


debate sobre las formas estatales a partir de la experiencia boliviana bajo el mandato
del presidente Evo Morales. El autor explica cómo el régimen de Morales transitó de
un discurso emancipador, al gradual reestablecimiento de las formas públicas de me-
diación social. El artículo pone de relieve las articulaciones mediante las cuales el
gobierno consolidó la estabilidad institucional –después de cinco años de rebeliones
sociales (2000-2005)– y la forma en que este proceso afectó la capacidad política y
de movilización de las organizaciones sociales comunitarias.

En la sección A debate se presentan cuatro artículos que hacen aflorar múltiples hilos
interiores que unen y oponen al Estado, a la sociedad y a las comunidades con la
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violencia. Uno es el que conforma la violencia estructural que permea las propias
relaciones sociales del capitalismo dependiente latinoamericano, las formas en que
se reproducen el poder formal y el poder de las élites y grupos, la superexplotación,
el despojo, la discriminación y la exclusión, la economía legal e ilegal. Sobre esa
realidad hemos visto, en las últimas décadas, un claro aumento de un segundo tipo
de violencia: la vinculada a las dinámicas políticas y culturales de la dominación
actual, transnacional, nacional y local, tanto del Estado como de los distintos y múltiples
poderes que se generan en la vida social todos los días y en todos los espacios, que
han descompuesto la vida social basada en leyes y en la solidaridad, y que desde la
ÉPOCA , NÚM .

perspectiva del pensamiento dominante y de la gobernabilidad impuesta se ha deslizado


hacia peligrosas tendencias a los Estados de emergencia y de militarización de la
seguridad pública. No obstante, para América Latina hay una salida diferente que
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

busca acentuar el peso de su reserva social, cultural y moral, ubicada en la vida


histórica comunitaria, en el reconocimiento social de los bienes comunes y en la
organización ciudadana y social para hacer prevalecer, desde abajo, el interés ge-
neral en la cultura social y en las instituciones. Es la afirmación de una lucha espontánea
–aunque llena de elementos concientes– y recurrente de los pueblos llanos del campo
y la ciudad contra la violencia, la impunidad y la guerra interna.

En esta ocasión el tema abordado es Estado, comunidad y violencia. En el primer


artículo, escrito por Ximena Roncal Vattuone y Cristian Calderón Collazos, titulado
“Reflexiones sobre la despatriarcalización en Bolivia”, los autores reflexionan, basados
en la revisión exhaustiva de documentos oficiales, sobre el esfuerzo que lleva a cabo
el gobierno boliviano de Evo Morales para desarticular las estructuras patriarcales
heredadas de la sociedad colonial y postcolonial a partir de una propuesta de vida
incluyente y participativa. En el contexto de las políticas públicas del programa Vivir
Bien, el Estado se convierte en un agente de transformación y enfrenta los retos de
dar visibilidad y protagonismo a los actores sociales históricamente excluidos: mujeres,
indígenas, jóvenes campesinos y familias en situación de pobreza.
PRESENTACIÓN 13

Otra colaboración relevante de esta sección es la de Gabriela Vera Cortés, quien


desarrolla el estudio “La Zona Metropolitana de Monterrey y las reubicaciones por
desastres. Pasado y presente”. La autora pone de relieve el papel de las instituciones
públicas y las dificultades de reinserción social de las familias desplazadas a causa de
desastres naturales, lo que da lugar a la formación de asentamientos irregulares.

Morna Macleod y Ángela Ixkic Bastian Duarte presentan un estudio sobre un caso
lacerante para la opinión pública mexicana: el descubrimento y exploración de las
fosas clandestinas en el Municipio de Tetelcingo, Estado de Morelos, en el artículo
“Comunidades emocionales, violencia y ‘fosas clandestinas’: solidaridad en Tetelcingo,
Morelos, México”. El abordaje de estos hallazgos se hace a partir de un concepto

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 11-14.


acuñado por la antropóloga colombiana Myriam Jimeno, “comunidades emocionales”,
lo que constituye un aporte novedoso y un desafio intelectual y ético para quienes
estudian la violencia estatal y los crímenes del narcotráfico en México, llamando la
atención sobre el papel que debe jugar la academia ante estos eventos.

Por su parte, Hugo César Moreno Hernández analiza, en “Pandillas transnacionales:


desbordamientos territoriales”, el surgimiento, desarrollo y accionar de las pandillas
transnacionales. Explica cómo fueron cambiando los objetivos de los primeros grupos
de jóvenes centroamericanos que se agruparon en Estados Unidos con el fin de

ÉPOCA , NÚM .
defenderse de las agresiones de las que eran objeto, a organizaciones dedicadas a
delinquir mediante la práctica del narcomenudeo. Otro aspecto relevante que menciona
el autor es la lectura sesgada que hacen los gobiernos de América Central transfor-

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


mando el fenómeno de las pandillas en un emergente puramente delincuencial. Este
abordaje del tema les permite a las autoridades “militarizar” las relaciones con los
movimientos juveniles y enmarcar el problema dentro de la estrategia de “lucha
contra el terrorismo”.

En la sección Procesos y tendencias se incluye un trabajo de enorme actualidad: las


graves carencias que presenta la educación pública en el Chile democrático, que
analizan Víctor Hugo San Martín y Marcelo Rioseco Pais en “Entre zancadillas: la
investigación educacional en Chile”. Los autores destacan la precariedad de las inves-
tigaciones educativas en esa nación y toman como objeto de estudio el Programa
Fondecyt. La debilidad de la educación pública, objeto de múltiples reclamos por
parte del movimiento estudiantil chileno, es una de las grandes asignaturas pendientes
de la democracia instaurada en ese país a partir de 1990, tal como se explica en este
artículo.

El apartado Identidades y formas culturales presenta el trabajo de Mónica Raquel


García Martínez, “El constructo del negro en René Depestre y Achille Mbembe”. El
artículo es de enorme relevancia ya que el debate aparece en momentos en los que
se ponen en tela de juicio diversas identidades, tanto étnicas, como religiosas, culturales
14 LUCIO OLIVER Y JOSÉ MIGUEL CANDIA

y sexuales. La misma idea del negro, como categoría social y racial, es producto de
un proceso de construcción colectiva que está sujeta a los vaivenes de las
transformaciones culturales y sociales, desde el esclavismo hasta las modernas formas
de segregación jurídica y social. La idea de negritud es resignificada en cada etapa de
cambios institucionales, políticos y culturales. La autora, que enfoca el problema
desde las diversas concepciones de la antropología, alerta sobre los riesgos de la
deshumanización que implica sostener el concepto de negro como variable de
segregación social y cultural.

En la sección Reseñas se incluyen los comentarios de tres obras de reciente apari-


ción. En primer lugar se comenta la obra Antología del pensamiento y obra de Juan
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 11-14.

Carlos Marín, nuestro querido maestro, compilada por Myriam Fracchia, Márgara
Millán, Karina Kloster, Pietro Ameglio y José Miguel Candia. Un merecido homenaje
para quien pasó por el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias
Políticas de la UNAM y dejó enseñanzas que aún enriquecen las tareas docentes y de
investigación.

Por su parte, Natalia E. Talavera Baby presenta una minuciosa exposición de la obra
colectiva coordinada por Daniel Inclán, Lucía Linsalata y Márgara Millán: Modernida-
des alternativas. El trabajo aborda el debate acerca de la construcción de modernidades
ÉPOCA , NÚM .

alternativas, entendidas como un proceso gestado desde las mismas bases sociales
de los movimientos populares de raíz indígena y campesina.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

La tercera reseña, escrita por José Miguel Candia, se refiere a un libro en el cual se
estudia un tema de fuertes implicaciones poblacionales, económicas y sociales, y que
ocupa un lugar privilegiado en la agenda internacional: La reciente crisis financiera y
el debate sobre migración y desarrollo. Propuestas para América Latina y México.
Ana María Aragonés, coordinadora de esta obra, y los autores que colaboran en este
texto, muestran cómo la crisis financiera de los años 2007 y 2008 impactó en los
flujos migratorios y en la definición de las políticas públicas para estos sectores de la
fuerza laboral.

Lucio Oliver
Director de Estudios Latinoamericanos
y
José Miguel Candia
Miembro del Comité Editorial
15

HORIZONTES TEÓRICOS
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17

Crítica sociológica al poder oligárquico


en América Latina
Crítica sociológica ao poder oligárquico na América Latina

Sociological critique to oligarchic power in Latin America

Paulo Henrique Martins*

Resumen
El fenómeno oligárquico tiene particularidades históricas y culturales propias que ayudan a
entender los dispositivos de organización del sistema de poder colonial y postcolonial, los
retos de la modernización y la inserción de las sociedades latinoamericanas en el capitalismo
global. Es importante subrayar que la complejización de los Estados nacionales ha ampliado
las contradicciones entre la presencia de un sistema de poder que funciona desde las
negociaciones interpersonales y clientelistas, y un sistema que valora los cálculos utilitarios del
mercado. Sin embargo, las “oligarquías” y las “burguesías” saben negociar sus alianzas estra-
tégicas de modo que se puede pensar, incluso, en un nuevo modelo oligárquico transnacional
en la actualidad. La crisis del desarrollo que se vive en la región tiene una naturaleza que
desborda el aspecto económico y que, por el contrario, incluye otras motivaciones culturales y
políticas que son centrales para entender por dónde están caminando las sociedades latino-
americanas. Esta discusión es importante para pensar las posibilidades de los movimientos
sociales y de las prácticas democráticas en las organizaciones, en el contexto reciente de
cambios de los pactos de poder oligárquico.
Palabras clave: oligarquías, poder estatal, clientelismo, crisis del desarrollo.

Resumo
O fenômeno oligárquico tem particularidades históricas e culturais próprias que ajudam a
entender os dispositivos da organização do sistema de poder colonial e pós-colonial, dos
desafios da modernização e inserção das sociedades latino-americanas no capitalismo global.
É importante destacar que a complexização dos Estados nacionais tem ampliado as contradições
entre a presença de um sistema de poder que funciona a partir das negociações interpessoais
e clientelistas, e outro sistema que valoriza os cálculos utilitários do mercado. Entretanto, as
“oligarquias” e as “burguesias” sabem negociar suas alianças estratégicas de modo que é po-
ssível pensar, inclusive, em um novo modelo oligárquico transnacional na atualidade. A crise

* Sociólogo. Profesor de la Universidad Federal de Ceará, Fortaleza, Brasil. Presidente de la Asociación


Latinoamericana de Sociología (ALAS ) (2011-2013). Líneas de investigación: sociología, teoría
sociológica y estudios postcoloniales, sociología de la salud y sociología del poder. E-mail:
<paulohenriquemar@gmail.com>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.
18 PAULO HENRIQUE MARTINS

do desenvolvimento que vive a região tem uma natureza que ultrapassa o aspecto econômico
e que, ao contrário, inclui outras motivações culturais e políticas que são centrais para entender
para onde caminham as sociedades latino-americanas. Esta discussão é importante para pensar
as possibilidades dos movimentos sociais e das práticas democráticas nas organizações, no
contexto recente de mudanças dos pactos de poder oligárquico.
Palavras chave: oligarquias, poder estatal, clientelismo, crise do desenvolvimento.

Abstract
The oligarchic phenomenon has historical and cultural specificities, which help to understand
the organization of colonial and postcolonial power, the challenges of modernization and the
insertion of Latin American societies into global capitalism. It is important to highlight that the
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

complexity of the national States has expanded the contradictions between the presence of a
power system that works from interpersonal and clientelist negotiations and another that
favors market economics. However, the “oligarchy” and the “bourgeoisie” made alliances
among themselves and forged a new model of transnational oligarchy. The development crisis
in the region goes beyond the economic sphere; it includes cultural and political circles, which
are central to understanding Latin American societies. Knowing all of this is crucial to measure
up possibilities of social movements and groups dealing with oligarchic groups.
Keywords: oligarchies, state power, clientelism, development crisis.

Este trabajo constituye un esfuerzo sociológico por revisitar el tema del tradicionalis-
ÉPOCA , NÚM .

mo en la modernización periférica en el contexto de la crisis de los gobiernos


“progresistas” en Brasil y otros países de América Latina. Nos parece, siguiendo el
debate clásico sobre el tema, como vamos a demostrar más adelante, que la
comprensión de la modernización conservadora implica la reorganización de los
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

patrones de poder nacionales y regionales bajo las presiones del capitalismo


internacional, por un lado, y de los esfuerzos de las élites locales por actualizar su
discurso de dominación, por el otro. Consideramos que la construcción conceptual
del tema de las oligarquías resulta apropiada para explicar que en los procesos de
modernización periférica en América Latina, la formación del poder es determinada
por los intereses mercantiles externos e internos, pero también por factores no
económicos de naturaleza cultural, religiosa, étnica y nacional. Desde esta mirada
teórica, el problema de la desigualdad, que es políticamente desestabilizador, no
puede ser reducido a decisiones sobre redistribución de ganancias, debiendo considerar
las influencias del racismo y del machismo.1

1
La crítica sociológica del poder oligárquico desarrollada en este texto sintetiza una amplia experiencia
personal como investigador del tema del desarrollo y como asesor de órganos públicos a lo largo de
los últimos treinta años. Desde finales de los años ochenta del siglo XX he venido construyendo
reflexiones sobre el poder oligárquico impulsado por la necesidad de explicar los elementos no
económicos que interfieren en la organización de la estructura de poder nacional en Latinoamérica.
Tales reflexiones aquí sintetizadas son, así, resultado de investigaciones teóricas y empíricas, en
especial sobre el caso brasileño. Sin embargo, por los estudios de otras situaciones de América
Latina, por mis viajes y encuentros con colegas latinoamericanos y principalmente por los avances
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 19

Consideramos que esta reflexión tiene sus límites dados por nuestra experiencia con
las particularidades del caso de Brasil. Sin embargo, creemos que el fenómeno
oligárquico no puede ser comprendido sólo desde una perspectiva nacional particu-
lar debiendo incluir al conjunto de sociedades de la región que han conocido la
colonización ibérica. En América Latina hemos de entender que la dominación sigue
las reglas del capitalismo global en términos de ganancias, pero, igualmente, obedece
a compromisos familiares y tradicionales vinculados a la posesión de tierras y al
prestigio del mandonismo político, como lo ha explicado con competencia Pereira
de Queiroz (1976).

Las dificultades para universalizar los modelos de producción y consumo utilitarios

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


de los países centrales a las otras sociedades no europeas no revelan simplemente
una resistencia de las mentalidades tradicionales al crecimiento económico occidental.
Ellas expresan sobre todo la presencia de elementos culturales, étnicos, religiosos y
lingüísticos diferenciados que ofrecen sentidos particulares a la vida comunitaria
y social, nacional y local. Por eso nos es fácil reducir, por ejemplo, indígenas a
proletariado, u oligarquías rurales a industriales dinámicos; aunque las fronteras
semánticas sean porosas. La crisis actual muestra, por otro lado, que las políticas de
protección de los espacios nacionales continúan siendo fundamentales para asegurar
la permanencia de los dispositivos históricos y culturales anticoloniales, necesarios

ÉPOCA , NÚM .
para la liberación de poblaciones marcadas por el capitalismo colonial.

En las páginas siguientes intentamos aclarar algunos elementos fundamentales de la

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


crítica teórica a partir de tres aspectos: 1) el análisis del concepto de la dominación
oligárquica; 2) los desafíos de la sociología para discutir el tema, y 3) las mutaciones
recientes del poder oligárquico bajos los cambios del capitalismo global. En la
conclusión vamos a considerar de modo más directo el caso de la crisis brasileña
reciente para ilustrar el debate.

Sentidos de la dominación oligárquica

El término oligarquía, de origen griego, significa literalmente “gobierno de pocos” y


se distingue por los orígenes de nobleza, riqueza, familia, educación o pertenencia a
corporaciones militares y burocráticas de algunos grupos. El término tiene usos
interesantes en los estudios de la sociología política para describir a las clases dirigentes

de la crítica postcolonial, constato que hay muchos puntos comunes que atraviesan las experiencias
nacionales para articular el tema del poder oligárquico siendo compartido por la mayoría de las
sociedades en Latinoamérica. Tal entendimiento es importante para estimular el desarrollo de
investigaciones comparadas necesarias para entender la América Latina como un sistema complejo
al interior del sistema-mundo (Martins, 2015).
20 PAULO HENRIQUE MARTINS

tradicionales y los modos de funcionamiento del sistema burocrático y corporativista


dentro del Estado. La discusión marxista latinoamericanista se refiere a la noción de
oligarquía casi siempre al lado de otras como nación, burguesía y pueblo para describir
la “cuestión nacional”, como explica Octavio Ianni (1988). Igualmente, hay una
discusión clásica sobre el rol del patriarcalismo esclavista en la formación de la sociedad
y del poder (Freyre, 1988). Sin embargo, los usos más interesantes del término
oligarquía están relacionados con los estudios weberianos. En Brasil hay una tradición
que busca analizar la relación entre estamentos burocráticos y autoritarismo (Faoro,
2001; Schwartzman, 1985), el pasaje del modo de dominación patrimonialista al
dominio racional-legal (Lopes, 1956), el carácter de la organización pública (Guerreiro
Ramos, 1946) e incluso la dependencia, sobre la que Fernando Henrique Cardoso
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

ha reflexionado y escrito con su colega chileno Enzo Faletto (Cardoso y Faletto,


1970).

Entendemos que la tradición aristocrática y patrimonialista ibérica ha influido


decisivamente sobre el modo de organización del capitalismo colonial en las colonias
de habla española y portuguesa bajo la influencia del catolicismo más tradicional
(Mignolo, 2005), a diferencia, por ejemplo, de la colonización de Estados Unidos,
que fue impulsada por los colonos ingleses que venían huyendo de Europa. Por
consecuencia, la organización del poder colonial ha mezclado intereses del capitalismo
ÉPOCA , NÚM .

en expansión e intereses de las élites ibéricas que se han reproducido en la colonización.


La organización del poder en esta región tiene particularidades que no pueden ser
generalizadas y que se refieren simultáneamente a los intereses mercantiles, al mono-
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

polio de tierras, a la esclavitud y a la explotación predatorias de las riquezas natu-


rales. La organización del poder colonial y posteriormente de los Estados nacionales
refleja los conflictos y acuerdos diversos entre colonizadores locales y coronas ibéricas,
y entre oligarquías y asalariados, campesinos y clases medias, a lo largo del
republicanismo.

La naturaleza del poder oligárquico es particularmente compleja en la medida en que


está ubicada en el comportamiento cultural de las grandes familias de propietarios,
de políticos y de burócratas que organizan el poder a través de varios sistemas,
iniciando por los sistemas primarios como los familiares, pasando por las adminis-
traciones locales y departamentales, y finalmente atravesando las instancias políticas,
burocráticas y científicas nacionales. Dicho poder se ramifica desde diversas narrativas
que valoran la tradición, la amistad y los favores, mezclando de manera jerárquica
sistemas familiares, políticos, económicos, étnicos, religiosos y culturales (Martins,
2002:83). La cultura oligárquica se funda en memorias familiares, aristocráticas,
instituciones culturales y educativas que valoran los orígenes europeos y las diferen-
cias étnicas entre los “blancos” y los otros (Martins, 1999:242-243 y 2002:83). El
poder oligárquico también se reproduce en las memorias de la colonización,
organizando una subjetivación difusa que se diluye en todo el cuerpo social. En este
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 21

contexto, la estructuración del poder económico se dispersa espacialmente y sobrevive


bajo varios sistemas de control heredados de la colonización. Cada subsistema tiene
su autonomía relativa, aunque todos se legitiman bajo el manto de la filiación étnica
y familiar, de pertenencia a un origen histórico especial, de carácter religioso y
oligárquico.

En el contexto de la modernización periférica, un aspecto interesante es observar la


imbricación de intereses en la organización de los pactos de poder, involucrando a
las oligarquías conservadoras y a la burguesía financiera internacionalizada. Esta
imbricación demuestra que el dilema entre modernización y conservadurismo era
falso, y que el capitalismo colonial fue y siempre será conservador, en el sentido que

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


rechaza los movimientos sociales y sus presiones para redistribuir ingresos, mientras
busca actualizar su discurso y su práctica, incorporando la retórica de la modernización.
Es interesante observar que la modernización oligárquica y su internacionalización
no ha significado la ruptura del modo déspota de ser en el mundo; al contrario,
podemos sugerir que las empresas financieras y económicas extranjeras se han
adaptado con mucha facilidad y optimismo a las reglas interpersonales del sistema
oligárquico. Lo que nos sugiere que, de algún modo, la llamada gran burguesía siempre
albergó el espíritu oligárquico en su práctica de poder.

ÉPOCA , NÚM .
El caso de América Latina es particularmente notable en cuanto al avance de la
discusión sobre las oligarquías en la medida en que el sistema de poder concilia, por
un lado, de manera compleja, valores y prácticas tradicionales ubicados en el

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


patrimonialismo ibérico y, por otro, aquellas prácticas y valores planteados por la
modernización burguesa occidental. En estas sociedades coexisten, aún hoy, el trabajo
esclavo y el trabajo libre; las prácticas de sujeción y las de liberación; el racismo y los
conflictos inter-étnicos; el machismo y la lucha contra éste; la democracia y el
autoritarismo. El interés de aplicar la noción de oligarquía para explicar las mutaciones
en el sistema de poder en la región necesita considerar diversas perspectivas: las
motivaciones múltiples de la acción desde la comprensión weberiana; el sentido del
proceso histórico y de los conflictos de dominación que nos ofrece el marxismo, y la
compleja mezcla de motivaciones de clase, de raza, de género, de religión y de
nacionalidad que interfieren en los sentidos de las luchas sociales y políticas, como
nos lo explica la crítica postcolonial (Castro-Gómez, 2003; Quijano, 2003; Santos,
2008).

Las contradicciones entre modos de gestión tradicionales y modernos del poder y de


la vida constituyen un tema compartido por todas las sociedades existentes y no sólo
las sociedades latinoamericanas. No obstante, es importante enfatizar las situaciones
regionales y nacionales para una reflexión más adecuada de las diferencias respecto
a la colonialidad y a las luchas democráticas. La naturaleza de la crisis mundial ilustra
la importancia de una visión compleja del capitalismo colonial (Dussel, 1993 y 2012;
22 PAULO HENRIQUE MARTINS

González Casanova, 1965; Lander, 2003; Quijano, 2003; Martins, 1999, 2002,
2012) que explique la variedad de factores que interfieren en la constitución del
poder nacional y en su transnacionalización.

En el contexto del imaginario oligárquico patrimonial, los intereses económicos son


subordinados a otros intereses culturales y étnicos más amplios que movilizan las
propias oligarquías contra los procesos de diferenciación social, política y psicológica
producida desde la modernidad periférica, generando lo que el sociólogo Jessé Souza
(2013:55-70) denomina como la invisibilidad de las clases sociales. El secreto de la
información es estratégico para facilitar a las oligarquías políticas, burocráticas y
económicas la distribución de los recursos del Estado, evitando el control social por
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

parte de los grupos excluidos del sistema de decisiones. Esta lógica privada de la
apropiación de los recursos públicos es la base de la corrupción histórica de las
instituciones políticas, económicas y sociales. Por consiguiente, la democracia
oligárquica tiene siempre una característica autoritaria acentuada, en la medida que
restringe el acceso a las decisiones referentes a la distribución de los recursos colectivos
a grupos “exclusivos”. Los intentos de ampliar la participación a los grupos patri-
moniales llevan con frecuencia a la interrupción de la propia democracia, como
observa Guilherme Wanderley dos Santos (2017) cuando analiza el caso brasileño.
ÉPOCA , NÚM .

En el contexto latinoamericano del siglo XX, las experiencias republicanas quedan


subordinadas a la racionalidad oligárquica, lo que limita las posibilidades de la
participación democrática. La divulgación pública de las negociaciones intra-élites
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

no interesa a los grupos que se benefician del modelo corporativo y patrimonial de


gestión del poder estatal. La lógica oligárquica produce desigualdades y exclusiones
sociales para garantizar su dominación y reproduce modos de gestión poco eficientes
de los recursos económicos, ambientales y sociales para asegurar la apropiación
ilícita de las riquezas colectivas (Martins, 1992:52 y 1995:40). Hay un desco-
nocimiento moral de la existencia simbólica del Otro, incluso de la naturaleza corpo-
ral y ambiental en la organización de la vida social. Su imaginario político no contempla
una relación de reciprocidad entre Hombre y Naturaleza, lo que es central para
pensar las soluciones a la crisis y para enfrentar la emergencia de un nuevo proceso
civilizatorio, como lo sugieren los teóricos de la tesis del “Buen Vivir” (Unceta, Acosta
y Martínez, 2014) y de una nueva convivencia (Caillé, 2015).

La compleja trama del poder patrimonial postcolonial muestra que la democracia


oligárquica es un modelo político que adecuó las normas republicanas liberales a un
modo autoritario y tradicional de gestión del poder (Martins, 2017). Es decir, la
democracia oligárquica es un modo de gestión del poder que necesita manipular al
pueblo para asegurar la supervivencia de un grupo de corporaciones que tienen su
origen en la sociedad colonial y que se han modernizado a lo largo del siglo XX y
hasta la fecha. Por lo tanto, los medios, en general, buscan ocultar la trama central
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 23

del oligarquismo, que está relacionada con los modos simbólicos de ejercicio de la
dominación desde el control del Estado por parte de una minoría.

La gran contradicción que viven tales sociedades generadas por el poder patrimonial
se da entre el ideal de un régimen republicano liberal –que estimula la libertad de los
individuos– y la realidad de un régimen oligárquico excluyente –que limita la
participación de los individuos en la vida social y en la organización de los derechos
colectivos de ciudadanía (Martins, 2016:159). La realidad es la de un poder autoritario
que pregona el discurso del republicanismo para poder preservar los mecanismos de
apropiación de los recursos colectivos por parte de una élite que es en esencia
antirrepublicana. La contradicción entre forma y contenido del republicanismo for-

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


mal genera reacciones corporativas importantes dentro del sistema estatal, llevando
a la judicialización del poder, es decir, el sistema judicial pasa a intervenir más
directamente en los sistemas legislativo y ejecutivo para contener la desorganización
sistémica en curso.

Los medios y sectores de comunicación, por su parte, también constituyen un


subsistema de poder económico importante, pues contribuyen a la reproducción
ideológica del sistema de dominación. En general, son estructuras monopólicas que
dependen también de la economía redistributiva estatal y, por consecuencia, buscan

ÉPOCA , NÚM .
influir sobre las prácticas políticas para asegurar sus privilegios. La empresa Globo
en Brasil es un ejemplo típico, por el rol decisivo que ha jugado en la formación de
la opinión pública y en los procesos electorales. Los medios de comunicación

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


interfieren en la opinión pública manipulando los lenguajes, definiendo a los amigos
y a los enemigos desde los grupos de interés que defienden su posición en el escenario
de luchas entre élites corporativas. Sin embargo, el debate mediático es omiso cuando
se miran las disputas relacionadas con los orígenes de las desigualdades y de las
exclusiones sociales que genera el sistema oligárquico postcolonial. A este sector
monopólico no le interesa provocar tensiones sociales y políticas que puedan
desestabilizar las alianzas inter-élites.

Todo esto genera desorden en los mecanismos de regulación del sistema social y
político, con impacto en varios niveles de gestión del Estado, desde el poder central
hasta el poder municipal. Las perspectivas de disolución de los regímenes republicanos
oligárquicos en Latinoamérica generan reacciones entre las corporaciones burocráticas
más comprometidas con el mantenimiento del orden en el territorio nacional, incluso,
con el fortalecimiento de las fuerzas armadas en el proceso político como lo estamos
presenciando en Brasil. Con la victoria del candidato de extrema-derecha en las
recientes elecciones presidenciales, Jair Bolsonaro, los militares están ocupando ahora
cargos claves del nuevo gobierno brasileño.
24 PAULO HENRIQUE MARTINS

Desafíos para la sociología

La sociología necesita profundizar la desconstrucción crítica de los fundamentos del


poder oligárquico y patrimonial para revelar la colonialidad del poder (Quijano, 2003)
y los dispositivos y discursos que contribuyen a reproducir la moderniza-
ción conservadora limitando la participación democrática. El hecho es que la
democracia oligárquica de base representativa pone límites concretos a las reflexiones
y acciones que buscan plantear salidas que estimulen la movilización y los sistemas
de acción que articulen lo local, lo nacional y lo transnacional, y abran el sistema
social a nuevos procesos neurálgicos, organizacionales y emancipatorios.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

Para avanzar en la reflexión sobre los desafíos conceptuales que faciliten la


comprensión de los cambios de poder, incluso de la disputa por la democracia en
Latinoamérica en el contexto de crisis, no basta con que la sociología denuncie el
aumento de la desigualdad, de la injusticia y de la violencia. A nuestro parecer, la
denuncia puede acarrear dificultades prácticas a los sociólogos para reorganizar sus
instrumentos teóricos y metodológicos. Hemos de pensar la complejidad teórica del
poder, por un lado, pero igualmente las herramientas metodológicas adecuadas para
organizar indicadores más amplios que contemplen los elementos culturales y
para realizar las investigaciones empíricas necesarias para captar el cambio social.2
ÉPOCA , NÚM .

El estudio del poder oligárquico, de su naturaleza y sus mutaciones recientes bajo la


influencia de las nuevas fuerzas económicas internacionales, es importante para
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

la sociología y para profundizar el análisis de la modernización conservadora periférica.


La comprensión de las oligarquías como sistemas de dominación –que reproducen
una tradición autoritaria que mezcla intereses capitalistas utilitaristas y compromisos
patrimoniales y familiares– ayuda a entender cómo el poder fluctúa entre presiones
sociales por la democracia y presiones para ampliar la presencia de gobiernos
populistas de derecha, ahora, en esta coyuntura, inspirados por la nueva geopolítica
norteamericana de Donald Trump.

Los usos sociológicos de la noción de oligarquía para explicar el funcionamiento del


poder nacional, regional y transnacional son fundamentales, pues nos permiten
entender la complejidad de factores económicos y no económicos –morales, culturales,
étnicos, religiosos, entre otros– que han interferido simultáneamente en la organización
del Estado nacional, tanto en el pasado como en la crisis actual. El concepto de
oligarquía ayudó a esclarecer la complejidad del rol de las élites en el proceso de for-
mación del Estado nacional a lo largo de los siglos XIX y XX. En la actualidad con-

2
En este sentido hemos buscado discutir los desafíos metodológicos que se le presentan a la
investigación cuando ampliamos el entendimiento de los marcadores que interfieren en la organi-
zación del análisis empírico (Martins y Benzaquem, 2018).
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 25

tinúa siendo válido para explicar las mutaciones de la naturaleza del sistema de poder
en las sociedades periféricas bajo los cambios del capitalismo global, lo que nos lleva
a hablar de oligarquías transnacionales.

Los tres tipos ideales de autoridad legítima sugeridos por Max Weber (2005:41-44)
–autoridad racional en relación con valores, tradicional y afectiva– constituyen un
interesante punto de partida para explicar la complejidad del poder y de la dominación
oligárquica. La autoridad racional explica que la acción oligárquica se funda y se
reproduce desde una secuencia causal relacionada conscientemente con respecto a
valores y que es aceptada por los actores implicados en la justificación económica,
jurídica, administrativa y política del sistema de dominación. La explotación extensiva

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


de tierras y el uso de tecnologías de baja intensidad en la minería y en la agricultura
son elementos aceptados por los actores estratégicos como fundamentos para no
poner en riesgo las competencias adquiridas. Esta adhesión a modos racionales
tradicionales de producción es una garantía de que todo cambia sin nada cambiar, lo
que justificaría la “vocación” de América Latina para continuar como una región
exportadora de materias primas en la sociedad global. Esto también es válido para
las reglas del comercio especulativo o para la negociación económica interpersonal
de los bienes públicos que refuerza un tipo de acción legal exclusivista que se niega a
abrir el sistema de producción y de distribución de riquezas.

ÉPOCA , NÚM .
El tipo ideal tradicional tiene vínculos con el legal-racional. Explica que la acción
oligárquica se basa en costumbres reproducidas por el peso de nombres ilustres, de

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


familias propietarias, de políticos tradicionales, y considera que tales símbolos son
más importantes que la naturaleza burguesa respecto a la prioridad de acceso y
apropiación de los bienes públicos. Por su lado, el tipo ideal afectivo valora el hecho
de que la acción oligárquica se impone por su afectividad y la liberación de tensiones
emocionales. Aquí hay una dimensión estética que inspira prácticas como los liderazgos
políticos, o los discursos ambiguos y en ocasiones inexplicables de los magistrados.3
En general, los representantes políticos locales logran ganar prestigio y poder entre
los electores y los clientes que se benefician de “favores” y regalos a través de la
distribución personalizada de los bienes estatales. Compartir creencias y gestos
amistosos son rituales del poder que legitiman los lazos de pertenencia y las
solidaridades políticas. Así, la tradición y los afectos pueden generar actitudes de
las élites locales y nacionales que se distinguen en sus elocuencias discursivas

3
La prisión de Luis Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil, sin pruebas factuales, es ejemplo de
un sistema de control que funciona no por la aplicación justa de las leyes, sino por el deseo
de ajusticiamiento de las élites contra la voluntad de los dominados por el cambio político y
democrático. Para las élites oligárquicas es inaceptable que alguien de origen social humilde, mulato
y sin herencia familiar legitimada por la tradición, como Lula, se atreva a posicionarse de igual a
igual en la escena política.
26 PAULO HENRIQUE MARTINS

(expresiones de afectos de los políticos), que son típicas de los debates políticos y
favorecen el desarrollo de la hegemonía política aunque, en general, ello revela la
fascinación que el poder autoritario provoca en la multitud sometida y humillada.

En otra dirección, vemos cómo los análisis marxistas también tuvieron que ser adaptados
a la complejidad del sistema de dominación latinoamericano cuando se comprende
el esfuerzo que hizo José Carlos Mariátegui (1979) para explicar el poder, al asociar el
concepto de clases sociales con el de raza en Perú. Tal esfuerzo fue mayor en el caso
de Aníbal Quijano (2003) con su discusión sobre la colonialidad del poder que incorpora,
al lado de clase y raza, el tema de lo nacional (Quijano, 2014). Para el caso de México,
no se puede olvidar la invaluable discusión de Pablo González Casanova (1965 y 2007)
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

sobre la importancia del colonialismo interno para explicar la relación entre poder y
democracia. Tales reflexiones han conducido a todos estos autores a proponer una
crítica postcolonial que subraya las tensiones entre clase, raza y nacionalidad.

El declive de varios de los gobiernos progresistas en la región apunta a cambios


políticos importantes que exigen nuevos marcos conceptuales para explicar las
características propias de los sistemas de poder en las sociedades postcoloniales y
que no pueden limitarse a los tradicionales esquemas teóricos eurocéntricos que
fueron pensados para sociedades industrializadas y con fuertes influencias racionalistas,
ÉPOCA , NÚM .

clasistas e individualistas. Es importante entonces ampliar la crítica teórica desde una


perspectiva que busque explicar el capitalismo colonial a partir de la combinación de
elementos culturales y políticos propios de la colonización ibérica, y elementos
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

producidos por la reproducción del capitalismo neoliberal global.

En este contexto, la crítica sociológica debe desarrollar un análisis más amplio del
espacio postcolonial para explicar teóricamente cómo los flujos de información
atraviesan los espacios nacionales y transnacionales organizando las prácticas y los
discursos de la colonialidad, entre ellos y como uno de los principales, el consumismo.
Las articulaciones transnacionales son decisivas, pero no puede dejar de considerarse
el rol de lo nacional en los proyectos políticos libertarios y comprometidos con las
prácticas democráticas. La crisis prueba que la doctrina ultraliberal no es un avatar
capaz de resolver, por medio de las estrategias de mercado, los crecientes conflictos
étnicos, religiosos, de género y nacionales por los que atraviesan las sociedades
mundiales y las de América Latina, en particular. Al contrario, la insistencia en la
imposición de la doctrina mercadológica está contribuyendo a disolver los complejos
acuerdos de poder nacionales y regionales pero sin que se propongan soluciones
sistémicas necesarias para resolver los problemas sociales.4

4
Esto refuerza la importancia de pensar América Latina como un sistema con sus particularidades
dentro del sistema-mundo. Hay logros culturales y políticos importantes en la adopción de una
mirada sistémica que integre las diversidades históricas nacionales (Martins, 2015).
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 27

En la actual coyuntura –marcada por amenazas concretas a la democracia y al


pensamiento crítico, en un contexto en el que los Estados pierden sus capacidades
de impulsar políticas públicas de carácter social y donde se amplían las desigualdades
sociales– es necesario que la sociología avance en el estudio de la naturaleza del
poder oligárquico y que las “sociologías nacionales” articulen de modo más efectivo
un diálogo transnacional que garantice el debate sobre la modernización y las utopías
colectivas.

De hecho, la sociología ha avanzado en la explicación de que en un contexto de


colonialidad, las tensiones propias de la sociedad de clase son desplazadas por otras
que remiten a problemas como el racismo, el nacionalismo y el fundamentalismo

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


religioso. Por eso, Enrique Dussel (1993:188) ha sugerido la existencia de dos
modernidades: una, eurocéntrica, y otra, subsumida que puede ser denominada de
transmodernidad, pues no se puede simplificar la experiencia colonial a la experiencia
del centro imperial a lo largo de los últimos siglos. Entendemos que el contexto
actual invita a la sociología latinoamericana a tratar de explicar la naturaleza y las
mutaciones del poder en las sociedades postcoloniales que trascienden los límites de
los espacios nacionales e involucran dimensiones transnacionales inéditas. Hay una
agenda a ser construida que considere por un lado, las particularidades históricas y
culturales de cada país de la región, y por el otro, los puntos que son compartidos

ÉPOCA , NÚM .
por el conjunto de países.

Crisis y mutaciones del poder oligárquico en el siglo XXI

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


El momento actual es oportuno para analizar los impasses de la modernización
conservadora desde la incidencia y el agravamiento de los problemas económicos,
políticos y sobre todo culturales y morales que están desequilibrando a las instituciones
democráticas y favoreciendo sentimientos de desconfianza en la política.5 La crisis
del “progresismo” en varios países de América Latina no es ajena a la modernización
económica y política en la región, más bien habla del desorden del pacto republicano
conservador bajo el impacto del neoliberalismo (Martins, 2018). Tal crisis revela las
mutaciones del capitalismo global que están impactando de diversas maneras sobre
América Latina, debilitando a los Estados nacionales, ampliando la incertidumbre
política e institucional, desmantelando a los movimientos sociales tradicionales y
empeorando las condiciones de vida y de trabajo de las clases populares.

5
En su crítica al totalitarismo, Arendt explica que “el progreso y la ruina son las dos caras de una
misma moneda y que ambos resultan de superstición y no de fe”. En el contexto de desorganización
de lo político –recuerda– la pasividad de ceder al proceso de desintegración se convierte en tentación
irresistible y los valores en vías de destrucción empiezan a parecer ‘inertes, exangües, inexpresivos
e irreales’” (Arendt, 2013:12).
28 PAULO HENRIQUE MARTINS

La crisis es un proceso que refleja las dificultades históricas del avance de prácticas
democráticas participativas en un contexto donde las élites conservadoras reaccionan
frente a las perspectivas de organización de una sociedad más justa y equitativa.
Dicha crisis presenta diversas variables que escapan a las explicaciones económicas,
necesitando aclaraciones sobre la naturaleza del poder y de la cultura de dominación,
y sobre los modos de construcción de la conciencia social de la realidad.

El debilitamiento del Estado y en particular del poder central en la captación de


importantes recursos financieros –necesarios para reproducir el patrimonialismo
oligárquico– y la devaluación del sentimiento de nación –que a su vez contribuye a
debilitar los lazos de solidaridad comunitarios y a profundizar la expansión de la ló-
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

gica mercadológica en los espacios nacionales– son el epicentro de la crisis de la


sociedad nacional y también la condición de su resolución. En los periodos de
abundancia de recursos financieros en el plano internacional, el sistema estatal
amplía su capacidad de financiamiento como un organismo fisiológico que despliega
sus ramificaciones de forma desordenada para alimentar la demanda de las
corporaciones parásitas. Por el contrario, en momentos de reducción del finan-
ciamiento externo y del agotamiento de la capacidad del Estado para distribuir recur-
sos entre las élites oligárquicas, como bien lo ilustran los casos brasileño y latino-
americano en general, las presiones corporativistas aumentan y los conflictos emergen.
ÉPOCA , NÚM .

La crisis revela el caos de un sistema cultural oligárquico y patrimonial que fue forjado
en el seno de la expansión colonial europea (Mignolo, 2005; Wallerstein, 2007),
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

donde la diferencia liberal clásica entre lo público y lo privado es poco relevante. Lo


que los medios de comunicación llaman “crisis económica” resulta sólo en parte de
las variaciones de las bolsas de valores y del flujo del capital internacional disponible
para inversiones. Hay un problema complejo en términos de organización de prácticas
de gestión eficaces, en un contexto cultural que encarece el precio de mercancías y
servicios debido a negociaciones paralelas entre empresas, políticos y burócratas.
Los esfuerzos de modernización económica de las oligarquías pasan por la ampliación
de las negociaciones interpersonales, lo que es reforzado por el carácter especulativo
del capitalismo financiero y rentista. Sin embargo, las ideas neoliberales de privatización
de servicios del Estado son vividas por las oligarquías de modo ambivalente, pues la
disminución del rol del Estado como financiador de las élites patrimoniales es un
peligro para mantener las estrategias del sistema de dominación.

La crisis del poder oligárquico está principalmente relacionada con las dificultades
para mantener el estatus étnico de las élites y el control de los recursos producidos
por la economía redistributiva estatal (Martins, 2017), en un contexto de presiones
internacionales para privatizar las empresas públicas. La crisis política se convierte
en una crisis institucional por el endurecimiento de los conflictos que involucran a las
diversas corporaciones burocráticas y también por las reacciones de grupos religiosos
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 29

neopentecostalistas que atraen a los grupos vulnerables. La crisis también pasa a ser
constitucional, y ello sucede cuando el aparato legal pierde su fuerza coercitiva debido
a las reacciones de las élites oligárquicas, por un lado, y de los movimientos sociales,
por el otro. En este contexto, los partidos políticos, que funcionan tradicionalmente
como mecanismos de legitimación del poder patrimonial, también pierden sus
funciones ideológicas y de canalización de los procesos de redistribución a través de
favores particulares.6

Sin negar la importancia de la mirada económica que acentúa las dificultades


financieras de productores y consumidores, nuestra posición es que la crisis en lo
que va del siglo XXI es, en primer lugar, cultural e ideológica, y se refiere a las narrati-

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


vas que disputan la organización del poder. Los costos y la contabilidad de las empresas,
centrales en la lógica mercantil clásica, son aquí secundarios con relación a la super-
vivencia del poder patrimonial, que prefiere una acción racional-legal conservadora
que una acción racional expuesta a cuestionamientos. Sin embargo, cuando el sistema
como un todo tiene dificultades para reproducir las alianzas intra-élites, debido a los
desequilibrios sistémicos internos y externos, observamos los desacuerdos crecientes
en los usos de los mecanismos privados de apropiación de los recursos estatales y
colectivos.

ÉPOCA , NÚM .
Así, la crisis en Brasil es en gran parte resultado de las dificultades de las élites
oligárquicas para conservar sus privilegios en un contexto de disminución de recursos
estatales, por un lado, y de las dificultades para promover el empleo y las políticas

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


públicas, por otro.7 Observamos cómo al gobierno progresista del Partido de los
Trabajadores (PT) se le dificultó promover cambios profundos en la estructura del
poder. La crisis también expresa, por otra parte, el avance de las fuerzas conservadoras
(grupos neoliberales, grandes propietarios, neopentecostales, militares, políticos y
burócratas) promoviendo la emergencia de un poder populista de derecha muy cercano
a la política de Donald Trump en Estados Unidos. Esta tendencia a reforzar el
conservadurismo, muy evidente en Brasil, se reproduce bajo diversos niveles de tensión
en otros países de América del Sur y de América Central.

6
En Brasil existen más de 30 partidos políticos que no tienen orientaciones ideológicas, sirviendo
sólo para justificar las negociaciones entre políticos y gobierno central. La amenaza de
desmantelamiento del Estado significa la desaparición concreta o la desorganización del sistema
de poder, impactando, por consiguiente, en los mecanismos de control y de dominación de las
élites sobre el territorio nacional y sobre las poblaciones asentadas.
7
En este momento, la autoridad pierde legitimidad y se mantiene en el poder gracias a la capacidad
represiva del Estado. La palabra corrupción es el término más conocido por la opinión pública para
definir esta radicalización de las estrategias de apropiación por las oligarquías de los recursos
disponibles en la máquina del Estado en el contexto de pérdida de legitimidad.
30 PAULO HENRIQUE MARTINS

De este modo, la crisis se manifiesta por un conjunto de factores políticos, burocráticos,


fiscales y culturales que evidencian la incapacidad económica del Estado para mantener
los compromisos oligárquicos y la autoridad sobre el territorio nacional. La crisis
exhibe la dificultad del poder central para administrar los limitados recursos disponibles
frente a las demandas crecientes de los grupos de interés, ampliando el sentimiento
colectivo de inseguridad sobre el destino de la sociedad nacional. La cuestión social
se agrava y compromete la supervivencia de la república oligárquica. La lucha por la
ciudadanía pasa a ser vista por el conservadurismo no como una condición de
emancipación social sino como un obstáculo para la alianza política hegemónica.

Es necesario señalar que la crisis muestra un aspecto interesante respecto a la mutación


43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

de la cultura política oligárquica en el contexto de transnacionalización de las prácticas


oligárquicas en América Latina. Con la expansión urbana, los procesos migratorios
y el surgimiento de conflictos que remiten a otros elementos como los derechos de
ciudadanía, el clientelismo tradicional pierde eficacia exigiendo nuevos dispositivos
de cooptación que se generan con el apoyo de los medios masivos de comunicación.
No obstante, con la disminución de empleos y de recursos públicos, los nuevos
dispositivos de cooptación también colapsan y la sociedad política se fracciona con
repercusiones en los pactos sociales. El debilitamiento del sentimiento de pertenencia
nacional y de identificación con el territorio, bajo las presiones de las grandes empresas
ÉPOCA , NÚM .

por el control de las tierras y por la difusión del consumismo, estimula la migración,
sobre todo a Estados Unidos. Hay una relación directa entre el malestar social gene-
rado por el deterioro de las condiciones de vida y de trabajo en las ciudades, y el
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

aumento de la violencia urbana y de las migraciones.

Conclusión: progresismo y conservadurismo

Para finalizar este texto nos interesa reflexionar sobre la cuestión del poder oligárquico
teniendo como referencia la situación de Brasil, que es muy interesante para ilustrar
la discusión teórica realizada. Es difícil entender cómo la globalización del capitalismo
llevó a este país a pasar de un modelo político democrático y relativamente participativo
a un gobierno populista de derecha que no encuadra fácilmente en las definiciones
del fascismo en Europa. Sin embargo, para los sociólogos que pretenden desarrollar
la crítica postcolonial no es complicado deducir que el capitalismo colonial es una
forma de producción y de conocimiento que se adapta a los regímenes de poder
tradicionales de América Latina con vistas a reproducir el capitalismo económico
y financiero global. Éste se adapta a los contextos culturales para asegurar la
reproducción del neoliberalismo a nivel transnacional y global, bajo presiones tanto
de carácter geopolítico, como aquellas provenientes de las fuerzas oligárquicas.

En este sentido, la reflexión sobre la trayectoria del Partido de los Trabajadores en


Brasil es significativa para ilustrar lo que discutimos a lo largo de este artículo respecto
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 31

a dos puntos. En primer lugar, para aclarar cómo el poder oligárquico funciona con
reglas y valores que no se limitan a la búsqueda utilitaria de ganancias e inversiones,
como es la idea clásica que tenemos de la “burguesía”. En segundo lugar, aunque
cada país tiene sus particularidades, es posible identificar aspectos transnacionales
del poder oligárquico que permiten comparar los contextos nacionales de América
Latina, pues hay una presión política internacional –sobre todo del gobierno
estadounidense– para reducir a la región a una zona de exportación de productos
agrícolas y minerales, lo que tiene impactos sistémicos sobre todos los países de
América Latina.

Volviendo al caso de Brasil, debemos subrayar que –desde su fundación en 1980

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


hasta la elección de Luis Inácio Lula da Silva como presidente de la República de
Brasil en 2002–, el PT fue sobre todo un partido de masas. Lo que diferenciaba a este
partido de los partidos convencionales era la movilización permanente de la base
sindical. Cada decisión era objeto de amplia discusión entre sindicalistas y también
entre otros trabajadores asalariados que eran simpatizantes de las ideas petistas. Las
decisiones eran lentas pero fundadas en un alto nivel de legitimidad.

El avance de Lula en las disputas por la Presidencia durante los años noventa significó
una flexibilización de las banderas sindicalistas, pues era necesario atraer a las clases

ÉPOCA , NÚM .
medias que tenían otros intereses, sobre todo en lo que tenía que ver con el costo de
la vida y el consumo. Sin embargo, tal flexibilización fue nada, comparada con el
giro radical que el PT, bajo el comando de Lula, tuvo que realizar para obtener la

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


confianza de empresarios, militares, políticos y clases medias conservadoras.8 Desde
su asunción como presidente en 2003, Lula tuvo que llevar a cabo una amplia
coalición con los conservadores para poder ganar la confianza de las oligarquías
económicas y políticas y así evitar movimientos de desestabilización por parte de la
derecha. Nos parece que el esfuerzo del gobierno de Lula de financiar –a través del
Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES)– a grandes grupos
económicos brasileños como las constructoras (Odebrecht, OAS y otras) y otros del
sector del agronegocio como los frigoríficos de carne para exportación (JBS y otros),
consideraba uno de los principios centrales de las tesis del nacional-desarrollismo: el
fortalecimiento de la “burguesía nacional” para generar la autonomía del desarrollo
nacional.

Las denuncias y el encarcelamiento de varios empresarios, de grandes constructoras


y del agronegocio financiados por el BNDES, demuestran que a las oligarquías
económicas, las burocráticas y políticas no les interesaba el proyecto “nacionalista”

8
Elegido presidente de la República en 2002, Lula tuvo que buscar de inmediato el apoyo de
grandes empresarios, en particular de Emilio Odebrecht, patriarca de un importante grupo empresarial
brasileño que ayudó al nuevo presidente a escribir la “Carta al pueblo brasileño”.
32 PAULO HENRIQUE MARTINS

que movía a Lula y al PT y entusiasmaba a los sectores de la izquierda democrática.


Por el contrario, a estos sectores lo que les interesaba era mantener el control del
gobierno central y el sistema de favores que tradicionalmente les había conferido
prestigio y poder. Los avances de Odebrecht en otros países de América Latina
fueron comprobados por las denuncias de los delatores en la Operación “Lava Jato”.
Tales denuncias inclusive provocaron la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, presidente
del Perú. Hay otras denuncias de corrupción que resultan de la presencia de
constructoras brasileñas en Ecuador, República Dominicana, Guatemala y otros países.

Dilma Russeff, que sucedió a Lula en 2011 y fue reelecta en 2015, buscó inútilmente
crear nuevas reglas para disciplinar las acciones de las grandes empresas y de los
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.

bancos privados (Brasil tiene las más altas tasas de interés en el mundo). Sin em-
bargo, sus esfuerzos fueron saboteados por el parlamento conservador en 2016
que interpuso, con apoyo de los medios de comunicación conservadores, falsas
denuncias de irregularidades fiscales que justificaron su destitución como Presidenta
de la República. Esta ruptura del sistema legal comprueba que las reglas de
funcionamiento del sistema oligárquico, en general, y del sistema político, en par-
ticular, no son reemplazables como si de un juego recreativo se tratara. Ellas obligan
a quienes llegan, independientemente de sus colores ideológicos, a jugar las rutinas
del poder establecidas por décadas y hasta por siglos. Las reglas de funcionamien-
ÉPOCA , NÚM .

to del poder central cruzan los límites jurídicos de la Constitución para definir los
modos particulares de apropiación de los recursos estatales y colectivos desde las
alianzas inter-élites que buscan convertir las presiones sociales en políticas
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

asistencialistas.

Por otro lado, es evidente que el capital financiero tiene un rol muy importante en el
arreglo del pacto de poder oligárquico transnacional. Actualmente hay en Brasil
cinco grandes bancos –tres privados y dos estatales– que acaparan la mayor parte de
los depósitos de cuenta corriente y de financiamiento en el país. Este monopolio es
muy poderoso ya que garantiza las más altas tasas de interés de deuda pública a nivel
mundial. Estos bancos no saben de problemas con la crisis.

Con la derrota del PT y la prisión de Lula, por un lado, y con el avance del populis-
mo de derecha, que avanza con la elección del capitán Jair Bolsonaro en las elecciones
de 2018, por otro, la crisis adquiere nuevos contornos que pueden impactar sobre
gran parte de América Latina. El poder oligárquico, incluso, está cambiando su
estructura con el avance de los grupos neopentecostales que ambicionan tener más
representación en las decisiones de gobierno. La estructura general se mantiene con
la presencia más intensa de los intereses neoliberales, de los propietarios rurales, de
los políticos, de los burócratas y de los neopentecostales y con el retroceso de las
fuerzas de izquierda y de centro-izquierda.
CRÍTICA SOCIOLÓGICA AL PODER OLIGÁRQUICO EN AMÉRICA LATINA 33

Lo que aprendimos de esta historia es que es una tarea muy compleja, que un gobierno
de izquierda elegido democráticamente logre cambiar el poder central desde adentro
sin movilizar ampliamente a los movimientos sociales en defensa de la participación
democrática. Evo Morales logró implantar una nueva Asamblea Constituyente y
cambiar el sistema político porque tenía amplio apoyo del movimiento indígena
mayoritario. Sin embargo, éste es un caso especial. En general, lo que llamamos
“sociedad civil” en América Latina está constituida por grupos muy heterogéneos
que sólo en momentos especiales logran funcionar como unidad política comprometida
con las prácticas democráticas.

Finalmente, es necesario subrayar el dilema de los sociólogos respecto al lugar de la

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 17-35.


sociología –como una disciplina científica que tiene compromiso normativo respecto
al bien común– en contextos de reacciones populistas de derecha. Hay problemas
institucionales para la disciplina si consideramos que la sociología es identificada por
la derecha como espacio de contestación del mercado y de la lógica utilitarista y
egoísta. Hay problemas teóricos cuando consideramos que los marcos interpretativos
de la sociología académica son limitados para explicar el contexto de la colonialidad
del saber y de la colonialidad del poder en este momento de crisis. La sociología en
América Latina tiene ahora grandes desafíos para evitar que sea sacrificada en fa-
vor de un pensamiento único. Para enfrentar esta situación, los sociólogos tienen

ÉPOCA , NÚM .
que plantear la cuestión de cómo organizar ideas y análisis en contextos en que la
crítica teórica es entendida como práctica contestataria. Este desafío es muy evidente
en Brasil, pero también está presente en América Central y otros países de la región.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


En este sentido, la discusión sobre la modernización conservadora y sobre el poder
oligárquico es central para iluminar cuestiones determinantes del poder que emerge
en el nuevo contexto histórico de la región.

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Recibido: 25 de noviembre de 2017


Aprobado: 7 de diciembre de 2018
36
37

De la política no estadocéntrica
a la fatalidad estatal. Decurso con-formativo
del Estado Plurinacional*
Da política não estadocêntrica à fatalidade estatal.
Transcurso con-formativo do Estado Plurinacional

From non-State-Centric Politics to failed State.


Con-formative discourse of Plurinational State

Huascar Salazar Lohman**

Resumen
En el ocaso del progresismo sudamericano, es evidente la contradicción recurrente en que
caen los gobiernos que lo adoptaron: el uso de una semiótica emancipatoria, a la vez que
restablece la vitalidad de la mediación capitalista como función privilegiada de la institución
estatal. A partir del caso boliviano, este artículo se propone explicar cómo el gobierno de Evo
Morales restituyó un mando político estatal estable –luego de más de cinco años de rebeliones
(2000-2005)– desde una alianza con las clases dominantes del país, utilizando para ello una
particular forma de construcción de hegemonía sostenida en el despojo de la capacidad política
de las organizaciones sociales comunitarias, lo cual permitió neutralizar y desarticular su fuerza,
así como desdibujar los horizontes desde donde años antes plantearon su lucha.
Palabras clave: Bolivia, comunidad, hegemonía, Movimiento Al Socialismo.

Resumo
No ocaso do progressismo sul-americano, é evidente a contradição recorrente em que caem
estes governos: o uso de uma semiótica emancipadora, que restabelece a vitalidade de uma
mediação capitalista como função privilegiada da instituição estatal. A partir do caso boliviano,
este artigo propõe explicar como o governo de Evo Morales restituiu um mando político esta-

* Este artículo fue realizado como parte del proyecto posdoctoral “Lo anti-popular del progresismo
latinoamericano del siglo XXI. El caso de la formación aparente del Estado Plurinacional boliviano”,
financiado por el Programa de Becas Posdoctorales de la Dirección General de Asuntos del Per-
sonal Académico, UNAM, México.
** Economista por la Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia. Maestro en Ciencias
Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede México. Doctor en Economía
Política del Desarrollo por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Actualmente
realiza una estancia posdoctoral en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Línea de investigación: relación comunidad-Estado en
Bolivia. E-mail: <huascarsalazar@gmail.com>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.
38 HUASCAR SALAZAR LOHMAN

tal estável, após mais de cinco anos de rebeliões (2000-2005), a partir de uma aliança com as
classes dominantes do país, utilizando para isto uma forma particular de construção de
hegemonia sustentada no despojo da capacidade política das organizações sociais comunitárias,
o que permitiu neutralizar e desarticular sua força, bem como apagar os horizontes de onde
antes organizaram sua luta.
Palavras chave: Bolívia, comunidade, hegemonia, Movimento ao Socialismo.

Abstract
At the twilight of progressivism, the amount of contradictions grows in South American gov-
ernments: emancipatory symbolisms and capitalistic privileges in State institutions are under-
way. Based on the Bolivian case, this article intends to explain how the Evo Morales govern-
ment reshaped the leadership of a stable political State –after five years of rebellions (2000-
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.

2005)– by making an alliance with the dominant class, utilizing a unique and sustained hege-
monic force in detriment of community social organizations. It allowed him to neutralize and
weaken the strength of these social organizations as well as erase any form of response.
Keywords: Bolivia, community, hegemony, Movement Toward Socialism.

América Latina vive tiempos de recomposición política. El progresismo, que desde


inicios del siglo XXI se convirtió en clave recurrente de buena parte de los países de la
región, está en crisis y su ocaso se evidencia de múltiples maneras, desde el retorno
ÉPOCA , NÚM .

de la derecha tradicional en países como Argentina o Brasil hasta la compleja situación


socioeconómica como la que se presenta en Venezuela, pasando por diversos proce-
sos de descomposición en el resto de países considerados progresistas. Sin em-
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

bargo, aún existe un agudo y confuso debate sobre los alcances y sentidos que dieron
lugar y que permitieron sostener a este tipo de gobiernos, en particular, aquel que
evidencia una profunda contradicción entre el uso de una semiótica radical de
emancipación y transformación social y una, cada vez más clara, articulación a intereses
capitalistas, muchos de ellos transnacionales, que fueron operativizados y mediatizados
por estos gobiernos. En este sentido, la forma en que se produce el mando político
progresista no es una cuestión menor, ya que, como se argumenta en este texto a la
luz del caso boliviano, se convierte en mecanismo eficaz de contrainsurgencia y de
relanzamiento de relaciones centradas en el valor de cambio.

El Estado Plurinacional de Bolivia ha devenido en un caso paradigmático del


progresismo no sólo por su persistencia hasta el presente –aunque con claros rasgos
de decadencia y de incremento autoritario (Tapia, 2017)–, sino por el manto crítico
–simbólico y discursivo– desde donde se apuntaló la legitimidad del gobierno del
Movimiento Al Socialismo (MAS). Este partido consolidó su poder a partir de la pro-
ducción de un mando político desde una dinámica aparentemente distinta a aquella
promovida por el Consenso de Washington, permitiendo un grado de permeabilidad
de la institucionalidad estatal a una semiótica que otrora fungió como núcleo articu-
lador de las luchas que cimbraron el orden neoliberal. No obstante lo hizo, paradó-
DE LA POLÍTICA NO ESTADOCÉNTRICA A LA FATALIDAD ESTATAL... 39

jicamente, neutralizándolas y subordinando su potencia a una nueva estructura


dominante (Salazar Lohman, 2015).

Esto último viene de la mano con el compromiso que ha asumido el gobierno del
MAS con la expansión exorbitante del capitalismo en el país, lo que se ha venido
estudiando con bastante ahinco en los últimos años, principalmente en aquella
dimensión relacionada con los megaproyectos hidroeléctricos, hidrocarburíferos,
mineros y carreteros que están transformando/depredando la fisonomía del territorio
boliviano y afectando a miles de personas, principalmente aquellas que viven en
Territorio Indígena Originario Campesino (TIOC).1 Todos estos megaproyectos, además,
se encuentran fuertemente vinculados –de manera directa o indirecta– a grandes

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


capitales transnacionales (Arze, 2017; CEDIB, 2012a; CEDLA, 2012; Fernández, 2012;
Gandarillas, 2014; Neri, 2018; Paz, 2012; Villegas, 2014). La otra dimensión
evidente de la articulación del gobierno con las clases dominantes es la manera en
que el MAS asumió como suyos y convirtió en política pública los intereses de la con-
servadora y reaccionaria oligarquía terrateniente y agroindustrial del oriente boliviano
(McKay, 2017; McKay y Colque, 2016; Nehe, 2016; Ormachea y Ramírez, 2013;
Webber, 2017).

Sin embargo, dada la cercanía histórica y la candente disputa política que en Bolivia

ÉPOCA , NÚM .
se vive como resultado del decurso asumido por el “proceso de cambio”, aún no
queda claro cómo sucedió lo que se describe anteriormente, i. e. la manera en que
un gobierno profundamente condicionado por la fuerza de las organizaciones sociales

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


y sus horizontes de emancipación en 2006 restituyó el mando político estatal en
torno a la mediación capitalista, al tiempo que desarticuló la capacidad subversiva de
dichas organizaciones. El argumento de este artículo sostiene que una de las causas
centrales de este proceso político tiene que ver con la forma que asumió el mando
político del MAS y la compleja relación que desde ahí se estableció con las organizaciones
sociales que luchaban. A esta forma de producción de mando estatal es a lo que en
el presente texto se denomina como hegemonía grotesca. Una hegemonía que
–como se verá más adelante– se sostiene en el despojo de la capacidad política
(Navarro, 2015) de las fuerzas que emergen desde una socialidad comunitaria centrada
en la reproducción de la vida.

Las fuentes de información primarias de este artículo se levantaron a través de una


revisión hemerográfica y de algunas entrevistas que permiten ilustrar el argumento
presentado. La información secundaria proviene de fuentes bibliográficas especia-
lizadas sobre la temática, en la mayor parte de los casos, estudios en torno al “proceso

1
Lo “Indígena Originario Campesino” es la tipificación que se estableció en la Constitución Política
del Estado Plurinacional, a partir de una negociación de organizaciones rurales agrarias, para
denominar a sus formas comunitarias de organización.
40 HUASCAR SALAZAR LOHMAN

de cambio” sobre cuyos resultados este documento elabora una ampliación e intentos
explicativos.

El trabajo se desarrolla de la siguiente manera: en primera instancia se realiza una


sucinta explicación de la relación comunitaria como forma de gestión de la vida en
cuanto sustancia que permea buena parte de los imaginarios rebeldes en Bolivia, de
tal manera de entender la tensión que se generó con la forma estatal de la política
después del año 2006. Posteriormente se presenta el proceso de configuración de
una hegemonía grotesca, haciendo hincapié –luego de una breve referencia teórica–
en las maneras en que esta forma de producción de mando político se gestó durante
el gobierno del MAS. Finalmente se reflexiona sobre cómo este proceso de producción
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.

de hegemonía grotesca no sólo se convirtió en medio de legitimación gubernamental,


sino que devino en parte consustancial del momento constitutivo (Zavaleta, 1986)
que dio lugar a una nueva estructura de poder en el país.

La forma comunidad como base de la politicidad rebelde en Bolivia

Después de más de doce años de la victoria electoral del Movimiento Al Socialismo


(diciembre de 2005), cada vez se hacen más borrosos los horizontes, los alcances y
las formas de articulación política de las luchas sociales desplegadas entre 2000
ÉPOCA , NÚM .

y 2005, aquéllas que produjeron un sistemático debilitamiento del orden neoliberal


(Kohl y Farthing, 2007). Lo que en este momento se pretende recalcar de aquella
polifacética serie de levantamientos –urbanos y rurales– es la particular forma de
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

articulación política que las configuró. Fue desde las formas comunitarias de gestión
cotidiana de la vida –en sus distintas facetas y grados de parcialidad– que, al ver
agredidas sus múltiples condiciones de existencia, somatizaron el momento político
y con-formaron capacidad de resistencia orgánica a gran escala.

En un momento en que la noción de comunidad está siendo ampliamente interpelada,


es importante puntualizar el lugar desde donde se recupera este concepto. La
comunidad es, antes que nada, una relación social desde la que colectivamente se da
forma a la convivencia social. En este sentido, siguiendo a Bolívar Echeverría (1998),
entendemos que la comunidad es politicidad. A diferencia de la forma Estado, la
forma comunidad en tanto politicidad no delega ni concede la capacidad de decidir
sobre asuntos relativos a su reproducción material y simbólica de la vida a una
institucionalidad que se separa y se autonomiza de sí (Gutiérrez, 2001). La forma
comunidad –lo comunitario–,

[…] se hace entre muchos, a través de la generación y constante reproducción de


una multiplicidad de tramas asociativas y relaciones sociales de colaboración que
habilitan continua y constantemente la producción y el disfrute de una gran cantidad
de bienes –materiales e inmateriales– de uso común […] En la mayoría de los casos,
DE LA POLÍTICA NO ESTADOCÉNTRICA A LA FATALIDAD ESTATAL... 41

las relaciones sociales que producen bien común suelen emerger a partir del trabajo
concreto y cooperativo de colectividades humanas autoorganizadas (Gutiérrez,
Navarro y Linsalata, 2017:388).

Con todo, lo comunitario es una relación que no se define ex ante por la forma
capitalista de organizar las relaciones sociales en torno al valor de cambio, aunque
por definición sea antagónica a ésta –y a la gestión estatal de la política–, ya que su
existencia implica la negación ontológica de la valorización del valor, cuya vocación
totalizante es tendencialmente destructiva y/o avasalladora de lo comunitario (Federici,
2010; Gutiérrez y Salazar Lohman, 2015). En una sociedad capitalista lo comunitario
se presenta como una relación que organiza segmentos parciales de la vida social,

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


pero que en muchos casos intenta amplificar la forma comunidad en tanto praxis
cotidiana (De Angelis, 2018), imponiendo límites al despliegue del capital. Así pues,
cuando lo comunitario existe en tanto reproducción colectiva de la vida pero al
mismo tiempo se presenta como forma de articulación política trans-formadora del
orden dominante capitalista, es cuando se presenta como comunitario-popular.2

En Bolivia, la producción de momentos históricos relevantes relacionados con


profundas crisis del mando político estatal tuvo que ver, la mayor parte de las veces,
con las luchas comunitarias y sus horizontes reapropiadores de capacidad política.

ÉPOCA , NÚM .
Momentos como el levantamiento indígena de 1899 en el marco de la Guerra Fede-
ral, o las rebeliones indígenas que antecedieron y habilitaron la Revolución de 1952,
tuvieron una profunda raíz comunitaria. Si bien entendemos que la crisis social que

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


se suscitó en Bolivia a principios de siglo fue fundamentalmente una crisis que en
términos gramscianos podemos comprender como una de carácter político orgánico,
es decir, resultado de contradicciones acumuladas en las estructuras económicas du-
rante varios años (Oliver, 2016), lo que posibilitó la crisis experimentada entre 2000
y 2005 fue básicamente el despliegue de esa forma comunitaria de politicidad, cuyas
reivindicaciones excedieron por mucho la formación de un partido político electoral.
Por cuestiones de espacio no se detalla el carácter específico de tales luchas,3 pero
esta forma de producción de decisión política fue la que continuó operando durante

2
“Una forma otra de concebir y practicar la política que descentra, deforma y desborda al Estado en
la medida en que se centra en tratar de generar, consolidar y ampliar todo el tiempo las posibilidades
de re-apropiación social tanto de las riquezas materiales disponibles y/o generadas colectivamente,
como de las capacidades políticas para producir conjuntamente decisiones sobre cómo gestionar y
usufructuar tales riquezas concretas” (Linsalata, 2016:19).
3
Para una descripción general de las luchas que se suscitaron entre 2000 y 2005 sugiero consultar
el libro El bumerán boliviano de Benjamin Kohl y Linda Farthing (2007); para abordar su sentido
comunitario se puede consultar el trabajo de Raquel Gutiérrez, Los ritmos del Pachakuti… (2009).
El trabajo de Lucia Linsalata, Cuando manda la asamblea… (2015), es de relevancia particular
porque permite comprender la producción de lo común como la base social que dio forma al
levantamiento popular en la Guerra del Agua.
42 HUASCAR SALAZAR LOHMAN

los primeros años del MAS, aunque poco a poco entrará en contradicción con el
proyecto político estatal que este partido irá asumiendo como estrategia propia (Salazar
Lohman, en prensa).

La hegemonía grotesca, o sobre cómo se despoja


de capacidad política desde el Estado

Si bien la perspectiva epistémica de este texto refiere a una mirada no estadocéntrica


de la política, para el abordaje del decurso conformativo del Estado Plurinacional
se recurre a la noción gramsciana de hegemonía como factor explicativo para la
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.

comprensión del proceso de recomposición de las relaciones de poder durante el


gobierno del MAS, ya que dicha noción implica una “constelación de categorías
[para] pensar la articulación histórica de las totalidades sociales en la escala o el
horizonte de los Estados-nación” (Tapia, 2015:99), además de que la adjetivación
grotesco –que añadimos en este texto– permite referir a la relación tensa con lo no
estatal.

Gramsci nos plantea que la hegemonía tiene que ver con la universalización de los
intereses de los grupos dominantes (Gramsci, 1999), a partir de la producción de
ÉPOCA , NÚM .

una unidad intelectual y moral gestionada por el Estado, la cual “[…] es concebida
como organismo propio de un grupo, destinada a crear las condiciones favorables
para la máxima expansión del mismo grupo; pero este desarrollo y esta expansión
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

son concebidos y presentados como la fuerza motriz de una expansión universal, de


un desarrollo de todas las energías ‘nacionales’” (Gramsci, 1980:58). La posibilidad
de concebir esta universalización de intereses a partir de un consenso/consentimiento
sin primar la dimensión coercitiva del Estado es fundamental, ya que nos remite a
uno de los planos de mediación estatal en el que la dimensión cultural (que deriva
también en una forma de gobierno) es la que permite operativizar, en condiciones de
estabilidad, la relación capital-trabajo en una sociedad.

Durante los primeros años del gobierno del Movimiento Al Socialismo, y en especial
durante el proceso constituyente boliviano (2006-2008), la política estatal se
caracterizó por la inestabilidad. Por un lado, un gobierno sin mucho margen de
acción y limitado en su capacidad de accionar por diversas organizaciones sociales
que, continuando la lucha de años previos, intentaban producir mandato sobre el
gobierno del MAS, en aras de consolidar una serie de vetos a la forma estatal de la
política; y por el otro, grupos de poder económico, representados principalmente
en la oligarquía del oriente boliviano, que de diversas maneras intentaron oponer
resistencia a las transformaciones impulsadas desde las organizaciones sociales (Bar-
rios, 2009). Claramente era un contexto de crisis de Estado, en el que el MAS era
incapaz de producir hegemonía de algún tipo (Tapia, 2015).
DE LA POLÍTICA NO ESTADOCÉNTRICA A LA FATALIDAD ESTATAL... 43

Lo paradójico es que la superación de esa crisis estatal y la posibilidad de producción


de hegemonía surge como resultado de la alianza del gobierno de Morales con viejas
y nuevas clases dominantes y el capital transnacional (Salazar Lohman, en prensa),
al mismo tiempo que se produce un particular marco cultural desde el cual el gobierno
intentó producir “consenso” al interior de la sociedad boliviana. Esto último tuvo que
ver básicamente con la idea de que el monopolio de la transformación social debía
ejercerse desde el gobierno, motivo por el cual éste se atribuyó el rol de la
transformación, relegando a las organizaciones a un segundo plano, viéndose obligadas
a aceptar la transferencia de la prerrogativa de la transformación desde su esfera de
control hacia el ámbito gubernamental. Aunque a veces se ejerció la violencia para
ello, dicha transferencia se operativizó principalmente como proceso ideológico y de

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


despolitización práctica.

Este fue el mecanismo de neutralización de la fuerza de las organizaciones sociales


comunitarias y de habilitación a un mando estatal que retomó los intereses de las
clases dominantes como política pública. Si bien dichas clases no veían traducidos
sus intereses –por lo menos en los primeros años– en ideología de Estado, éstos eran
gestionados de manera pragmática por el gobierno. Tal manera de producir estabilidad
del mando político estatal es a lo que se denomina hegemonía grotesca.

ÉPOCA , NÚM .
Bajtín (2007) utiliza el término grotesco como un recurso analítico para la comprensión
de un proceso de apropiación de sentido por medio del cual las clases subalternas se
apropian de la semiótica de las clases dominantes y la resignifican desde sus propios

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


referentes culturales. Para Armando Bartra –quien recupera la noción desde el lugar
de la lucha social–, por grotesco se entiende una “estrategia del pueblo llano para
subvertir la dominación mediante la apropiación paródica de los usos, instituciones,
símbolos y valores del orden dominante” (Bartra, 2011). La reconstitución de la
dominación en Bolivia surge como un grotesco invertido, lo que se entiende como
una estrategia estatal de apropiación de discursos, instituciones, símbolos y horizontes
que surgen de las luchas comunitarias para su posterior universalización desde los
ámbitos estatales de enunciación, aunque esta vez como parodia; es decir como
imitación burlesca y/o impostada. La hegemonía grotesca, término que se utilizará
en adelante, es esta capacidad de construir consensos y articulaciones –en el corto y
mediano plazo– funcionalizando una política comunitaria asediada, mientras la relación
de mando se restablece de manera encubierta en torno a los intereses reales de las
clases dominantes.4

La producción de esta hegemonía grotesca tiene varias aristas que operan de manera
conjunta y con diversos grados de relevancia según el momento histórico. A conti-

4
Por definición, la hegemonía grotesca refiere a un grotesco invertido ya que la producción de
hegemonía es un atributo que se produce en la esfera estatal de la política.
44 HUASCAR SALAZAR LOHMAN

nuación se presentan cuatro de estos rasgos –aunque no son los únicos pueden
considerase los principales–, que son el núcleo de articulación de un forma particular
de construcción de mando político estatal.

Despolitización. De lo orgánico-político a la organización política del MAS

La mayor dificultad que tuvo el MAS fue la de estabilizar su gobierno en alianza con las
clases dominantes de Bolivia, sin que las organizaciones comunitarias lo confrontaran
de una manera que generase una nueva condición de inestabilidad. Esto sólo fue
posible a partir de un proceso de despolitización de las mismas. Como afirma Tapia,
“[en] el 2000, los sectores sociales no sólo discutían reivindicaciones sectoriales,
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.

sino de política nacional, una discusión ético política en palabras de Gramsci. Esto
cambia desde el MAS, degrada la discusión a un plano de lo sectorial, es un proceso de
despolitización” (Entrevista a Luis Tapia, 16 de enero de 2018, La Paz). El proceso
de despolitización se sostuvo fundamentalmente en la expropiación de la capacidad
política de decisión comunitaria.

La autonomía orgánica y política, profundamente protegida por todas las organi-


zaciones que hicieron parte de la lucha entre 2000 y 2005,5 fue el principal objetivo
de embestida de la política del MAS, intentando controlar la capacidad organizativa y
ÉPOCA , NÚM .

sobreponiendo la línea política gestada desde la cúpula de este partido como una
línea universal de acción para las organizaciones. Refiriéndose a la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Juan Carlos Alarcón
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

explica:

Las principales comisiones, hace años, dentro del sindicalismo campesino eran la
Comisión Política, la Comisión Orgánica y la Comisión de Tierra Territorio, ahora
la Comisión Política se ha simplificado a la militancia al MAS. Esta comisión controla
que las autoridades sean fieles al partido, si aportan al partido, si la organización va a
las marchas [de apoyo al MAS]. La agenda política se simplifica al accionar partidario,
de apoyo incondicional al MAS (Entrevista a Juan Carlos Alarcón, 14 de diciembre de
2017, Cochabamba).

Esto ha implicado que la organización sindical se discipline a los lineamientos del MAS
sin mediar crítica alguna, como sucedió por ejemplo a finales de 2010, cuando la
CSUTCB apoyó –sin consultar a sus bases– la implementación del denominado
“gasolinazo”, incremento del precio de los hidrocarburos en más de un 80 por ciento
(La Prensa, 1 de enero de 2011). O en otros momentos, cuando dicha confedera-
ción campesina confrontó, por la violencia, a otras organizaciones sociales que sos-

5
La autonomía política de las organizaciones tiene un fuerte asidero en la “historia larga” del país.
Al respecto consultar a Silvia Rivera Cusicanqui (1986).
DE LA POLÍTICA NO ESTADOCÉNTRICA A LA FATALIDAD ESTATAL... 45

tuvieron un discurso crítico al gobierno (Chávez y Chávez, 2012). Es decir, la CSUTCB


y otras organizaciones afines, como la de las mujeres campesinas o la de los
productores interculturales, comenzaron a funcionar como organizaciones supra-
comunitarias para-estatales.6

La disputa más encarnada, sin embargo, se suscitó con aquellas organizaciones que
no aceptaron la tutela del MAS y que cuestionaron, desde el mismo proceso
constituyente y el curso que éste iba asumiendo, el mando político y las decisiones
asumidas unilateralmente por el partido de gobierno. Los casos más emblemáticos
fueron el de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y el del Consejo
Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ). La primera de estas

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


organizaciones tuvo su principal enfrentamiento con el gobierno cuando se movilizó
contra la construcción de la carretera por el TIOC del TIPNIS (Paz, 2012), mientras que
el CONAMAQ se enfrentó cuando el gobierno intentó impulsar un proyecto minero en
la localidad de Mallku Khota (CEDIB, 2012b). A raíz de estas tensiones (y otras similares):

[…] se ha producido un proceso progresivo de división en las organizaciones, tanto


en las direcciones matrices como en sus unidades moleculares, los núcleos de base.
Los procesos de división tienen un elemento en común: la injerencia política del
partido de gobierno, mediante una serie de dispositivos, en general de tipo clientelar.

ÉPOCA , NÚM .
De manera que, actualmente, en la mayoría de las organizaciones indígenas existe
una organización oficialista denominada política, y otra paralela que confronta al
gobierno autodenominada orgánica […] (Zegada y Komadina, 2017:96).

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


El despojo de lo político, en tanto capacidades de autodeterminación social (Navarro,
2015), ha sido una constante del proceso de consolidación del MAS en la insti-
tucionalidad estatal. Y si bien fueron varios los mecanismos de esta expropiación
–incluido el uso de la violencia física–, el gobierno reposicionó el clientelismo como
principal medio de articulación entre Estado y sociedad organizada (Zegada y
Komadina, 2017; Entrevista a Luis Tapia, 16 de enero de 2018, La Paz), lo que ha
permitido neutralizar y cancelar los horizontes emancipatorios de las organizaciones
comunitarias –su línea política autónoma– y sobreponer en la mayoría de ellas el
proyecto del MAS, incluida la defensa de los intereses de las clases dominantes.

Monopolio partidario

Si bien esta dimensión se relaciona directamente con la anterior, vale la pena explicitar
por separado las características de la misma. La subordinación de las organizaciones

6
El propio presidente Morales anunció recientemente esta intención cuando expresó lo siguiente:
“Poco a poco nos dimos cuenta que era importante acabar con la llamada independencia sindical y
el pluralismo ideológico, dentro de los obreros trabajadores, cualquier sector social organizado,
pues por principio somos antiimperialistas, somos anticolonialistas” (Erbol, 31 de octubre de 2018).
46 HUASCAR SALAZAR LOHMAN

sociales a la línea política del MAS ha permitido al gobierno desarticular sus luchas,
pero también ampliar la capacidad partidaria en términos electorales –i. e. consolidar
su estabilidad–, convirtiendo a las organizaciones en corporaciones que gestionan/
consiguen votos para el partido de gobierno.

El MAS, en los momentos de mayor efervescencia social, no fue el único “instrumento


político”7 de las organizaciones sociales-populares que intentaron incidir en la política
nacional. Quizá una de las experiencias más ricas, diversas y contradictorias en este
sentido fue la aymara, que tuvo una serie de propuestas partidarias –incluida la de
Felipe Quispe y el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP)–8 aunque hubo otras
experiencias en otras regiones del país. Sin embargo, luego de la victoria del MAS en
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.

2006, este partido absorbió, marginó y/o disolvió todos estos proyectos tratando de
imponerse como “instrumento” monopólico. Claro ejemplo de ello fue lo que sucedió
con la agrupación ciudadana Poder Amazónico Social (PASO), constituida por indígenas
y campesinos en la región del norte de la Amazonía boliviana, instrumento que
otrora les permitió acceder a puestos de poder local que históricamente estuvieron
en manos de la oligarquía terrateniente de la región. Empero, como un exdirigente
del lugar explica:

El PASO votaba en la votación regional, conseguíamos nuestros alcaldes […], nada que
ÉPOCA , NÚM .

ver el MAS. Cuando teníamos que votar por las nacionales, votábamos por el presidente
[Morales], para que él se consolide, cuando él se consolidó […] apartó al PASO y él
puso su figura ahí, y con la gente que no era de nosotros. […] El PASO aquí se reunió
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

con el MAS y le pidió hacer una alianza, el MAS no quiso hacer alianza con el PASO: “el
PASO que se termine”, esas eran las directrices nacionales, “del PASO no queremos
saber, todo es MAS”. Entonces se instaló disque el MAS, nosotros fuimos quienes abrimos
las puertas para que el MAS se consolide acá, ¿no ve? Y el PASO ahora está en estado
de coma, no sé si ya tenemos que enterrarlo en estas otras elecciones, pero ya no va
a existir debido a los tentáculos del Estado pues, es grave, ¿no? (Entrevista a Carlos
Chapuniri, 17 de julio de 2013, Las Piedras, Pando).

Uno de los principales mecanismos por medio de los cuales se frenaron a estos
“instrumentos alternos” fue la amenaza y el chantaje, como se expresa en uno de los
discursos del vicepresidente García: “Va a haber [apoyo] sólo en los municipios donde
el MAS gana […], y aquellos municipios donde perdamos, ni modo, será la decisión de
esas personas, la plata de ese municipio que era del Evo cumple y de otros proyectos,
la vamos a llevar a los municipios donde sí hemos ganado” (García, 2015).

7
El nombre completo del partido de gobierno es: Movimiento Al Socialismo–Instrumento Político
por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP). La idea de “instrumento” tenía que ver con generar
mecanismos para que las organizaciones sociales pudiesen incidir, desde su propia lógica organizativa,
en la política electoral.
8
Al respecto se pueden consultar los textos de Patzi, Insurgencia y sumisión… (2007), y de Javier
Hurtado, El katarismo (1986).
DE LA POLÍTICA NO ESTADOCÉNTRICA A LA FATALIDAD ESTATAL... 47

Pero el MAS no sólo se volvió monopólico, sino que poco a poco fue disolviendo
cualquier posibilidad de intervención que las bases de diversas organizaciones pudiesen
haber tenido sobre su estructura partidaria: se volvió profundamente vertical. Antes
de 2006, pero también durante los primeros años de gobierno del MAS, las
organizaciones sociales tuvieron impacto directo en el ámbito electoral, ya que sus
candidatos eran elegidos previamente en asambleas de base y luego legitimados en
elecciones –lo que se conoce en Bolivia como “voto orgánico”–; era la principal
manera de generar mandato desde la política no estadocéntrica sobre la esfera de la
política estatal.

Cuando el MAS comenzó a articularse con las clases dominantes, poco a poco fue

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


desconociendo esta dinámica e impuso a los candidatos. Así lo expresó un dirigente
campesino en el proceso electoral de 2015: “Nos sentimos traicionados con estas
cosas, no respetan la democracia, nos ponen candidatos de arriba” (Los Tiempos, 6
de enero de 2015). Pero en algunas regiones, como en el norte amazónico, no sólo
pasó esto sino que los candidatos impuestos por el MAS fueron representantes de la
oligarquía terrateniente local, aquella que subordinó y violentó a los indígenas de
la región: “Los de derecha se cambiaron al MAS, ¿no ve? […]. Si va al municipio
Gonzalo Moreno, va a ver que toda esa gente era de Chiquitín Becerra y de Leopoldo
Fernández,9 [ahora] están ahí con el MAS, son masistas… [son] emeneristas renegados,

ÉPOCA , NÚM .
todos esos están ahí con ellos” (Entrevista a Carlos Chapuniri, 17 de julio de 2013,
Las Piedras, Pando).

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


Discursos coloniales y desprecio por lo comunitario-popular

Otro rasgo fundamental de la hegemonía grotesca es la producción de discursos


oficiales en torno a una semiótica de lucha apropiada de las luchas sociales. Nociones
como revolución, autonomía indígena, buen vivir, proceso de cambio, plurina-
cionalidad, asamblea constituyente, entre muchas otras más, no surgen como una
propuesta programática del MAS sino que provienen de los procesos organizativos en
lucha. Su traducción a una gramática estatal –neutralizando su sentido rebelde– fue
un proceso operado por el partido de gobierno, lo que se logró recreando ciertos
imaginarios y prácticas de la relación colonial que ha marcado la historia boliviana.
Esta dimensión demanda un estudio aparte, principalmente desde el análisis del
discurso; sin embargo, es importante anotar algunas particularidades de este proceso
de expropiación discursiva:

1) En primer lugar, es un discurso que niega la historia de lucha que antecedió al


gobierno de Morales y, por tanto, los horizontes desplegados por las organizaciones

9
Ambos, políticos de la derecha más conservadora del departamento de Pando.
48 HUASCAR SALAZAR LOHMAN

sociales, dejando al partido de gobierno como supuesto artífice de un proyecto de


transformación.10

2) Toda lucha que reivindica formas comunitarias de gestionar la vida, reapropiación


colectiva de la riqueza material y en oposición a los proyectos promovidos por el
gobierno –principalmente aquellos de corte extractivista– es tildada de conservadora
y funcional a la derecha.11

3) En el momento en que las organizaciones matrices supracomunitarias operan


como sujetos paraestatales, la manera en que el gobierno produce su relación directa
con comunidades indígenas es a partir del paternalismo, el tutelaje y la infantilización.12
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.

4) Por último, aunque no menos importante, la producción de una narrativa con el


objetivo de seducir a una izquierda internacional, la cual encuentra en el proceso
boliviano un “referente” y muchas veces, de manera acrítica, acepta el discurso oficial
como verdadero, justificando la dimensión cada vez más autoritaria del Estado
Plurinacional.13

Legitimación progresiva de los sectores económicos dominantes


ÉPOCA , NÚM .

Las rebeliones que se suscitaron en Bolivia entre 2000 y 2005 pusieron en evidencia
–como sucede en los momentos de crisis estatal– a los antagonistas principales de
los sectores comunitarios y populares del país, a saber: la oligarquía terrateniente
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

agroindustrial del oriente boliviano y el capital transnacional en sus diversas facetas.


Sin embargo, la estabilidad política del MAS fue retomada a partir de una alianza
progresiva con estos dos sectores, lo que sólo fue posible gracias a un proceso

10
El discurso oficial plantea la siguiente premisa: “En el 2006 arrancó una revolución que tenía
como metas la nacionalización de los recursos naturales, la recuperación de la dignidad boliviana,
con el fortalecimiento económico y la realización de una Asamblea Constituyente” (Cambio, 22 de
enero de 2018). 2006 es el punto de partida, las luchas previas ya no son señaladas en la narrativa
histórica oficial.
11
Es particular la función que juega en esto la vicepresidencia como “intelectual orgánico”, y que
produce una serie de materiales “académicos” para justificar los procesos de agresión a lo comunitario
y a sus luchas. Por ejemplo, en el documento Geopolítica de la Amazonía (García, 2012) se arremete
contra resistencias comunitarias, llegando a calificarlas de “conservadoras”.
12
Al respecto los ejemplos son variados, algunos bastante perturbadores, como aquellos en los que
el vicepresidente García compara a Morales con “cristo resucitado”, o cuando señala que si éste no
gana las elecciones “no va a salir el sol” y “no va a haber destino”, discursos diametralmente dife-
rentes a las sofisticadas elaboraciones conceptuales con las que suele encandilar en la academia
(García, 2014a y 2014b).
13
Basta realizar un recorrido por la página de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional <https:/
/www.vicepresidencia.gob.bo/> para evidenciar la gran cantidad de producción teórica y analítica
como medio de justificación del gobierno de Morales.
DE LA POLÍTICA NO ESTADOCÉNTRICA A LA FATALIDAD ESTATAL... 49

paralelo de re-legitimación simbólica de estos capitales, aunque con discursos distintos


a los del neoliberalismo.

El modelo de desarrollo promovido por el gobierno de Morales tiene un componente


fundamental: la extranjerización del territorio nacional (Gandarillas, 2011) y el
sostenimiento de un patrón de despojo que beneficia a una gran cantidad de
transnacionales (Núñez del Prado, 2017) presentes a lo largo y ancho del territorio
nacional (TOTAL, Petrobras, BP, Shell, Repsol, Apex Silver, Exim Bank, Canadian
Energy, Pan American Silver, etcétera), lo que genera una renta estatal que permite
gestionar una dinámica clientelar (Tapia, 2017). Es por este motivo que el gobierno
ha producido una retórica en la que las empresas transnacionales que permanecen

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


en Bolivia son consideradas “socias estratégicas” que benefician al país, como, por
ejemplo, lo afirma el propio presidente Morales al referirse a Antonio Brufau,
presidente de Repsol: “Quiero saludar al presidente de Repsol, su presencia, su
trabajo como socios de (la estatal boliviana) YPFB. Reconozco y reconocemos el
liderazgo de Repsol, una de las empresas internacionales más grandes del mundo, y
su inversión siempre será respetada como socia” (Emol, 1 de mayo de 2012).14

Aunque quizá lo más llamativo es el lugar de privilegio que el gobierno del MAS ha
otorgado a los capitales chinos y la virulencia con la que el propio presidente los

ÉPOCA , NÚM .
defiende, como se explicitó cuando el mandatario tuiteó lo siguiente: “Bolivianos
que protestan contra China y sus empresas son neoliberales, quieren que vuelvan las
privatizaciones, modelo del Sistema capitalista” (La Razón, 7 de octubre de 2016).

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


Cabe recordar que los capitales chinos cuentan en Bolivia con un marco legislativo
preferencial muy amplio (Neri, 2018).15

Por otro lado, la oligarquía agroindustrial terrateniente está siendo re-legitimada por
el gobierno de Morales. En primera instancia, cuando el gobierno señala que en
Bolivia el latifundio ha sido eliminado, pese a que la estructura de tenencia de la
tierra latifundista –alrededor de 45 millones de hectáreas– se ha mantenido incólume
(Ormachea y Ramírez, 2013; Urioste, 2009). Sin embargo, frente a la tensión que
genera el hecho de que sectores campesinos no puedan acceder a la tierra, el gobierno
ha distraído la atención, responsabilizando del problema agrario a los Territorios
Indígenas Originarios Campesinos y al uso “improductivo” que se hace de éstos,

14
Un elemento muy curioso es que en el discurso gubernamental se puede reconocer a las empresas
“aliadas” cuando éstas son referidas como empresas “internacionales”, mientras que las “enemigas”
son denominadas empresas “transnacionales”.
15
Han sido también llamativas las denuncias de corrupción que alcanzaron al propio presidente
Morales con relación a empresas chinas. Tal es el caso de la empresa china CAMC que habría
recibido concesiones sin licitación por más de 500 millones de dólares, siendo que el presidente
mantenía una relación directa con una de las gerentes de la empresa (Molina, 2016).
50 HUASCAR SALAZAR LOHMAN

dejando a la gran propiedad latifundista al margen de la discusión (Salazar Lohman,


2015; Zegada y Komadina, 2017).

Todo lo anterior ha sido promovido desde un discurso que intenta limpiar la imagen
de este sector, realzando la importancia productiva que tiene, además de hacer explícito
el compromiso de realizar lo “necesario” para apoyarlo, como lo expresó el
vicepresidente García en el aniversario de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO),
núcleo organizativo de esta élite: “Estamos imaginando Bolivia en grande y a Santa
Cruz en grande, es también imaginar al sector agropecuario fuerte y también al
sector campesino, indígena, obrero y empresarial. Haremos las inversiones necesarias,
las leyes que sean necesarias y las modificaciones institucionales necesarias para
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.

lograr esa meta” (García, citado en El Deber, 29 de octubre de 2014). Es por este
motivo que Julio Roda, presidente de la CAO, no tiene reparos al momento de realizar
el contundente elogio a los gobernantes bolivianos:

Pese a que el General (Banzer) era un gran amigo personal, pero yo creo en el
presidente Evo en el tema agropecuario, obviamente que él viene de ese sector, y
el vicepresidente (Álvaro García Linera) también se metió en el tema. Yo creo que
hemos hecho muchas normativas, muchos decretos, muchas leyes que nos han
beneficiado […] Ha habido realmente un acuerdo de trabajar por el país, de generar
ÉPOCA , NÚM .

mucha más productividad (ABI, 24 de junio de 2016).

A manera de cierre: la fatalidad estatal más allá del MAS


ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

La forma en que se ha configurado el mando político en Bolivia no es un problema


menor, porque ha sido ahí –y no en un proceso de violencia extrema– donde se
gestaron las principales condiciones para restituir la función de mediación capitalista
del Estado, de una manera en que ni los propios gobiernos neoliberales lo pudieron
hacer (Salazar Lohman, 2016). La producción de una hegemonía grotesca ha tenido,
y todavía conserva, la capacidad de desarticular y desdibujar las formas comunitarias
de producción de la política rebelde. Esto debe ser pensado como lógica impulsada
por el MAS –que tiene responsabilidad política– pero también trascendiendo el mero
voluntarismo, i. e. como lógica consustancial de la relación estatal.

El partido de Evo Morales, que devino gobierno estatal en un momento de crisis


institucional como resultado de las rebeliones sociales, se encontró en la siguiente
disyuntiva: 1) continuar subordinado al flujo de acción política comunitaria que
tendía a reproducir las condiciones de crisis de Estado como medio de apertura
de sus propios horizontes –y por tanto, mantener las condiciones de su propia
inestabilidad–, o 2) generar las condiciones sociales para restablecer su estabilidad
política en el gobierno, lo que significaba asumir que “el Estado en su forma social
específica sólo es capaz de mantenerse en la medida en que siga siendo garantizada
DE LA POLÍTICA NO ESTADOCÉNTRICA A LA FATALIDAD ESTATAL... 51

la reproducción económica como proceso de revalorización del capital” (Hirsch,


2005). El MAS apostó a la segunda opción y es en ese momento cuando la voluntad
gobernante y la estructura dominante operaron de manera simbiótica. Además,
este partido de gobierno utilizó su “ventaja específica” para lograrlo; o sea, su
capacidad de relacionamiento al interior de las organizaciones comunitarias operó
en contra de sus horizontes y formas organizativas. El principal mecanismo para
lograrlo fue la particular forma de producción de hegemonía que se describió
anteriormente.

El problema está en que dicha hegemonía es transitoria ya que sus determinantes no


son sostenibles en el tiempo pues es un gobierno que no hace lo que dice –su

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


“consenso” está sostenido en vacíos ideológicos–, pero también es insostenible porque,
a diferencia de la época en que los precios internacionales de las materias primas
eran altos, en este momento no cuenta con los recursos suficientes para gestionar
un costoso modelo de operación clientelar. En este sentido, el gobierno del MAS,
su forma hegemónica y su sistema de control orgánico parecieran estar agotando su
posibilidad de reproducirse en el tiempo –por lo que emergen rasgos cada vez más
autoritarios en la gestión del poder. Sin embargo, este no es un problema para las
clases dominantes del país, ya que el gobierno del MAS ya cumplió su cometido:
desarticular a las fuerzas sociales que hacían inviable la expansión desmedida del

ÉPOCA , NÚM .
capital en los tiempos neoliberales. El MAS disolvió la fuerza política comunitaria para
consolidar su gobierno en torno a la mediación capitalista, pero la forma en que lo
hizo lo volvió tendencialmente desechable para el capital global.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


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LOS TIEMPOS, Cochabamba, Bolivia.

Entrevistas

Carlos Chapuniri. Fue dirigente campesino en la región del norte amazónico.


Entrevistado el 17 de julio de 2013, en la localidad de Las Piedras, departamento
de Pando.
Filmer Mamani. Dirigente barrial del distrito 21 de la ciudad de Cochabamba.
Entrevistado el 18 de diciembre de 2017, en la ciudad de Cochabamba.
Juan Carlos Alarcón. Director de CIPCA, Cochabamba. Entrevistado el 14 de diciembre

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 37-55.


de 2017, en la ciudad de Cochabamba.
Luis Tapia. Filósofo y politólogo, profesor investigador del CIDES de la Universidad
Mayor de San Andrés. Entrevistado el 16 de enero de 2018, en la ciudad de La
Paz.

Recibido: 10 de agosto de 2018


Aprobado: 14 de noviembre de 2018

ÉPOCA , NÚM .
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA
56
57

A DEBATE.
ESTADO, COMUNIDAD Y VIOLENCIA
58
59

Reflexiones sobre la despatriarcalización


en Bolivia
Reflexões sobre a despatriarcalização na Bolívia

Reflections on depatriarchalization in Bolivia

Ximena Roncal Vattuone*


Cristian Calderón Collazos**

Resumen
En la última década del siglo XXI, el Estado Plurinacional de Bolivia viene desarrollando cambios
importantes en la sociedad boliviana con el objetivo de desmontar las estructuras patriarcales
a partir de una visión de vida incluyente. En el marco del Vivir Bien, el Estado se reestructura
y la despatriarcalización se constituye en uno de los principales retos de este nuevo horizonte
económico y social que pretende visibilizar a las mujeres como las protagonistas de esta
alternativa política civilizatoria. En este artículo se hace una revisión y análisis documental de
textos oficiales de gobierno: la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia,
el Plan Nacional para la Igualdad de Oportunidades “Mujeres Construyendo la Nueva Bolivia
para Vivir Bien”, así como un conjunto de leyes que se orientan a desmantelar el patriarcado.
Se presentan algunas reflexiones sobre los avances y los desafíos pendientes desde un Estado
que se resiste a transformar las relaciones de poder que todavía subsumen a las mujeres
bolivianas.
Palabras clave: derechos de las mujeres, neoliberalismo, Vivir Bien, patriarcado, despatriar-
calización.

Resumo
Na última década do século XXI, o Estado Plurinacional da Bolívia vem desenvolvendo mudanças
importantes na sociedade boliviana com o objetivo de desmontar as estruturas patriarcais a

* Doctora en Economía Política del Desarrollo por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
México. Actualmente colabora como docente de posgrado en la Facultad de Ciencias Económicas
y Empresariales de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, Sucre, Bolivia y en el
Centro de Investigación Científica, Académica y Posgrado (CICAP) en Puebla, México. E-mail:
<eximi@hotmail.com>.
** Economista y Administrador de Empresas. Maestro en Formulación, Preparación y Evaluación
de Proyectos Públicos y Privados por la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, Sucre,
Bolivia. Consultor académico y empresarial. Docente de Instituciones Técnicas del Municipio de
Sucre y de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad San Francisco
Xavier de Chuquisaca, Sucre, Bolivia. E-mail: <ca.zos.cristian@gmail.com>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.
60 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

partir de uma visão de vida inclusiva. No quadro do Viver Bem, o Estado se reestrutura e a
despatriarcalização se constitui um dos principais desafios deste novo horizonte econômico e
social que pretende visibilizar as mulheres como protagonistas desta alternativa política
civilizatória. Neste artigo realiza-se uma revisão e análise documental de textos oficiais do
governo: a nova Constituição Política do Estado Plurinacional da Bolívia, o Plano Nacional
para a Igualdade de Oportunidades “Mulheres Construindo a Nova Bolívia para Viver Bem”,
assim com um conjunto de leis direcionadas a desmantelar o patriarcado. Apresentam-se
algumas reflexões sobre os avanços e os desafios pendentes a partir de um Estado que resiste
em transformar as relações de poder que incluam as mulheres bolivianas.
Palavras chave: direitos das mulheres, neoliberalismo, Viver Bem, patriarcado, despatriar-
calização.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

Abstract
During the last decade, the government of the Plurinational State of Bolivia has been making
important changes in society. An inclusive approach of the government has focused to undue
the existing patriarchal structure. Based on the Living Well policy, depatriarchalization be-
came a major challenge and has placed women at the forefront of the issue to provide a
civilizing alternative to the problem. This article revises and analyzes official documents and
other writings of the government, such as the new Constitution of the Plurinational State of
Bolivia, the National Plan for Equal Opportunities “Women Building a New Bolivia to Live
Well”, as well as laws associated to dismantling patriarchy. We offer reflections on the suc-
cesses and failures of the State, which refuses to transform power relations and maintains the
ÉPOCA , NÚM .

subordinate role of Bolivian women.


Keywords: women rights, neoliberalism, Living Well, patriarchy, depatriarchalization.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

En los tiempos neoliberales

La incorporación de la perspectiva de género y de equidad en la agenda pública de


los países de América Latina ha implicado un largo proceso de luchas, movimientos
sociales y organizaciones de mujeres con el propósito de deconstruir el enfoque
asistencialista y excluyente establecido históricamente y reforzado por el neoli-
beralismo, donde la mujer ejemplar, como señala Galeano, ha vivido obedeciendo el
mandato bíblico y la tradición histórica.

El neoliberalismo se impone en América Latina a finales de la década de los ochenta


a través de la implantación del denominado “Consenso o Decálogo de Washing-
ton”,1 desplegando así la ideología que respondía a las ideas predominantes de los

1
Las reformas del “Consenso de Washington” se concentraron en diez medidas de política económica
que a continuación señalamos: 1) disciplina presupuestaria; 2) prioridades del gasto público; 3)
reforma tributaria; 4) liberalización de las tasas de interés; 5) tipo de cambio competitivo; 6)
liberalización del comercio y/o apertura comercial; 7) apertura a la inversión extranjera directa; 8)
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 61

grupos económicos hegemónicos y la sabiduría convencional de las instancias más


influyentes de Washington. El gobierno estadounidense, a través del Departamento
del Tesoro, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, da cuenta de los
fundamentos neoliberales y sus estrategias tendientes a reestablecer las condiciones
que asegurasen el ciclo de acumulación de la ganancia en la reproducción del sistema
mundial.

En lo que respecta a Bolivia, los fundamentos del neoliberalismo entran en vigencia


a través de la aprobación del Decreto Supremo 21060 y la llamada “Nueva Política
Económica”, cuya esencia, como lo dictaba el Consenso, fue asegurar que las fuerzas
del mercado establecieran todas las relaciones de la economía y la sociedad, cualquier

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


intervención extraña al mercado debía ser contrarrestada. Pablo Ramos señalaba:
“El modelo se estructura a partir de ciertas piezas claves. Entre ellas destacan la
libertad de precios y salarios, libertad cambiaria, apertura total al exterior, libre
contratación y traslado de las actividades económicas rentables a la empresa privada”
(Ramos, 1985:111).

El Estado se desmantela y se suprimen sus más importantes funciones tanto


económicas como sociales, se disuelven las empresas públicas, se flexibiliza el trabajo,
se eliminan las protecciones sociales y se establece un orden patriarcal de jerarquías

ÉPOCA , NÚM .
pre-constituidas. Si bien en el discurso el neoliberalismo se presentaba como una
forma moderna de relaciones patriarcales, adjudicando a las mujeres algunos espacios
de participación y/o mayores niveles de ingreso y acceso a la educación, en realidad

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


sólo encubrió con mayor fuerza las contradicciones y las relaciones de poder a través
de la institucionalización del feminismo como discurso político a favor de los dere-
chos de las mujeres.

Al respecto, Magdalena Valdivieso (2009) considera que los problemas creados por
el neoliberalismo han tenido repercusiones profundas en la situación de las mujeres.
Por ejemplo, no se ha modificado su responsabilidad casi exclusiva del trabajo
doméstico, por el contrario, éste se ha intensificado como resultado de las restricciones
del gasto público que reduce oportunidades, limita su capacitación y acceso a la
información para una mejor inserción laboral; aunado a los bajos salarios y el desem-
pleo que tienden a estimular la emigración como condiciones permanentes del
proceso. En la razón neoliberal, las mujeres se mantienen invisibilizadas en actividades
más estables y bien remuneradas, además de desvalorizar el trabajo doméstico y
condicionar el trabajo reproductivo como destino natural, connotando términos
patriarcales de actividades “menores” que no generan ningún valor económico. Se

impulso a la privatización; 9) desregulación económica, y 10) derechos de propiedad. Su formulación


estuvo a cargo del economista inglés John Williamson.
62 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

convierte al hogar en un ámbito privado donde la sociedad no se responsabiliza por


la reproducción humana, y son las mujeres a quienes se les designa –desde las
subordinaciones genéricas, étnicas y de clase– la responsabilidad de “este servicio”
no remunerado, favoreciendo la acumulación del capital y la división sexual del trabajo
que se fortalecen por políticas estatales patriarcales y discriminadoras (Romero y
Lanza, 2012).

En tal sentido, las definiciones sociales de tareas “típicamente femeninas” se reforzaron


y al mismo tiempo se intensificó la reproducción del rol doméstico tradicional (servicio
doméstico) y del empleo femenino en el área de servicios personales (secretarias,
maestras y enfermeras) o en el sector exportador que requiere escasa calificación
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

(Berger, 2009), negando incluso su acceso a la tecnología.

En Bolivia, las mujeres se encargaban de cubrir, con la doble y triple jornada, las
necesidades básicas de sus familias. Las reformas estructurales convocaron a trabajar
con mano de obra barata y sin seguridad social, con horarios que superaban hasta
las doce horas, sin los pagos correspondientes. De este modo, las mujeres, sobre
todo las indígenas y las de estratos populares, resultaban fuertemente afectadas en
una especie de “feminización de la pobreza”.
ÉPOCA , NÚM .

Lo anterior da cuenta además que en Bolivia, los efectos del neoliberalismo para las
mujeres fueron heterogéneos debido a la existencia de relaciones jerárquicas de poder
y explotación, cuya esencia radica en las diferencias sociales que se establecen por la
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

pertenencia de clase e identidad étnica. El neoliberalismo subsume las relaciones


sociales en el marco de la explotación y el individualismo en una combinación de
clase, género y raza/etnicidad.

El mayor peso de las reformas económicas neoliberales cayó sobre las mujeres de
clases bajas e indígenas empobrecidas […] las mujeres de clases medias y altas
continuaron beneficiándose del trabajo manual y doméstico de las mujeres pobres e
indígenas; sus mayores oportunidades de educación, participación política, acceso al
ingreso, se asientan en gran medida en la delegación de las tareas domésticas a las
trabajadoras del hogar (Ministerio de Justicia, 2008:27).

Así, todas las políticas emanadas desde el patrón político neoliberal se impusieron de
forma automática sobre los derechos de las mujeres, sin discusión ideológica, sin
consciencia política, donde lo femenino se convierte en un aditamento de la visión
neoliberal para la formulación de políticas y programas (Galindo, 2015), dejando en
las mismas condiciones las estructuras políticas, culturales, económicas y sociales de
reproducción de las desigualdades.
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 63

La despatriarcalización desde el Vivir Bien

En este contexto de condiciones neoliberales y sistemas patriarcales, desde el año


2006 el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia viene proponiendo y poniendo a
debate cambios importantes en la sociedad boliviana con el objeto de desmontar las
estructuras que responden a un modelo de dominación y sometimiento de las mujeres,
situación que, como se señaló anteriormente, se vio agudizada en el neoliberalismo.

En el marco del Vivir Bien, el Estado boliviano define su reestructuración y la


despatriarcalización se constituye en uno de los principales retos para visibilizar a las

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


mujeres como las protagonistas de esta alternativa social política civilizatoria con
base en el reconocimiento de los derechos para mujeres y hombres como eje trans-
versal y de la inclusión de la diversidad étnica y cultural.

Las bases del Vivir Bien expresan la concepción cosmogónica comunitaria que se
desprende de la filosofía, las cosmovisiones y saberes de los pueblos ancestrales,
donde la complementariedad, la inclusión y la solidaridad son la esencia de una
cultura de vida sustentada en relaciones más armónicas.

De acuerdo con León (2010), el Vivir Bien es una construcción teórica y política que

ÉPOCA , NÚM .
expresa las convergencias y articulaciones de las visiones de los pueblos y naciones
ancestrales, propone un sistema económico incluyente, de desarrollo cultural y
tecnológico soberano, donde se reconoce al ser humano como sujeto y fin, que

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


incluye una distinta manera de ser mujer y de ser hombre.

El Vivir Bien, como alternativa política, establece la descolonización y despatriar-


calización de las relaciones de poder cimentadas en el racismo y el sexismo que se
reproducen a través de todas las dimensiones de la vida. La impronta de esta alternativa
es favorecer la emancipación del pensar, el sentir y conocer de las mujeres y los
hombres respecto a las relaciones de dominación y opresión, con la finalidad de
superar las estructuras dominantes de subordinación contra las mujeres presentes en
la familia, la sociedad y el Estado (Romero y Lanza, 2012).

El Vivir Bien, dice Mamani (2012), traza la ruptura del lenguaje androcéntrico del
Derecho como mecanismo de dominio del sistema social, postulando a pensar la
despatriarcalización como una estrategia emancipadora, visibilizadora de las estrategias
patriarcales del poder y de las tácticas democráticas de la despatriarcalización. Implica
la valoración y revalorización del papel de las mujeres como vanguardia de las luchas
emancipadoras de los pueblos bajo los principios de dualidad, igualdad y comple-
mentariedad del hombre y la mujer (Estado Plurinacional de Bolivia, 2009). En tal
sentido, el Vivir Bien, como paradigma de otro desarrollo, asume la despatriarcalización
como horizonte de vida y como propuesta de práctica política civilizatoria alternativa
64 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

que supone la capacidad de decodificar, desmontar, desmantelar los mandatos y


estructuras de los poderes patriarcales (Galindo, 2015). La despatriarcalización, como
la subversión del orden patriarcal para desestructurar las condiciones de poder, elimina
patrones culturales impuestos hacia la transformación de las formas de redistribución
de la riqueza donde las mujeres sean reconocidas como portadoras de saberes e
identidades (Salguero, 2012), como sujetos creadores más allá incluso de la
emancipación.

La despatriarcalización como proceso de reconfiguración estructural civilizatoria debe


establecer condiciones objetivas que permitan la incorporación de las mujeres en
una superación del poder hegemónico de los hombres, representados a sí mismos
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

por el Estado (Uriona, 2010). La despatriarcalización implica por lo tanto la lucha


contra el colonialismo, el capitalismo y sus estructuras simbólicas y materiales de
dominación (Salguero, 2012).

Para el Ministerio de Culturas y Turismo, la despatriarcalización desde el Estado


Plurinacional de Bolivia ha implicado avanzar en la construcción de modelos
normativos, de diseño institucional y de proyectos de vida encaminados a desestabilizar
las estructuras del patriarcado con la finalidad de erradicarlo:
ÉPOCA , NÚM .

El Estado Plurinacional de Bolivia asume que la despatriarcalización es el proceso


de construcción de una sociedad de equilibrio, orientado a superar la sociedad de
jerarquías y privilegios; un proceso de deconstrucción y desestructuración del sistema
patriarcal basado en el dominio de los hombres sobre las mujeres y la familia, y en
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

la institucionalidad que se sustenta y se reproduce en sistemas de dominio y


hegemonía de poder patriarcal (Ministerio de Culturas y Turismo, 2014:10).

Como compromiso de vida, la despatriarcalización se constituye en el reto al


colonialismo, en el sentido de que ya no se trata de una relación de coloniaje cultural
y económico que subsume lo humano, sino que excluidas y subsumidas en la ignorancia
civilizatoria y el abandono histórico, ellas, a quienes el sistema-mundo capitalista les
niega la inclusión, se reconstruyen como sujetos históricos desde su sentido ideológico,
político y horizontes de vida (Roncal, 2013).

El Estado boliviano articula el Vivir Bien y la Despatriarcalización a través del impulso


y diseño de reformas normativas que se incorporan a las políticas públicas como
estrategia para desmontar las estructuras coloniales y patriarcales, y así reivindicar
los derechos, la igualdad y la equidad de género en todas las dimensiones de la vida
económica, cultural y social. En este sentido, se desarrolla un esfuerzo importante
para incorporar el sentido de vida del Vivir Bien en la nueva Constitución Política del
Estado, en los Planes de Desarrollo, en los decretos y leyes que se reformulan, lo que
implica un desafío institucional estatal a partir de la constitucionalización de este
paradigma alternativo.
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 65

Principios y artículos referidos a la equidad social y de género, de equivalencia en la


representación, elección de autoridades y designación de cargos, el principio de no
discriminación por sexo, edad, color, orientación sexual, identidad de género, origen
cultural, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología, filiación política
o filosófica, estado civil, condición económica o social, tipo de ocupación, grado de
instrucción, discapacidad, embarazo u otras, así como el reconocimiento de derechos
específicos, son ahora parte de la Constitución Política del Estado, siendo ésta una de
las más avanzadas de la región en relación al reconocimiento y la visibilización de las
mujeres y su diversidad (Uriona, 2010).

Desmontando al patriarcado

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


La sociedad patriarcal configura la masculinidad dominante que construye jerarquías
excluyentes y autoritarias, negando las diferencias entre los seres humanos, situación
que afecta no sólo a las mujeres sino que se impone al conjunto de las sociedades a
través de las relaciones sociales que se establecen. El patriarcado como producto
social y como estructura de poder atraviesa todas las dimensiones de la organización
económica, política y social mediante estrategias de dominación a través de la
supremacía y autoridad de los varones (Puleo, 2005; Ybarnegaray, 2012).

ÉPOCA , NÚM .
El patriarcado, como sistema, se expresa a partir de las relaciones históricas y sociales
masculinizadas que trama sobre las mujeres, de sujeción a los hombres, que subordina
y excluye a través de las estructuras de poder jerárquicas, de naturalización de la
violencia, de falta de democratización de las responsabilidades familiares; de margi-

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


nalidad y subalternización del trabajo en puestos estratégicos y de decisión donde
prevalece la “mujer subalterna”, “la mujer acompañante”, de interpelación constante
con estereotipos de belleza, patrones de lenguaje, de contrato sexual, que reproduce
la condición de opresión múltiple hacia las mujeres, imponiendo incluso cuotas de
participación en los distintos espacios de la sociedad.

Ante ese contexto, el trayecto despatriarcalizador en Bolivia se plantea como un


proyecto decolonial para potencializar a las mujeres en su redefinición de sujetos de
lucha histórica y como garantía de equidad e inclusión a partir de la afirmación plena
de sus derechos, condición fundamental para desmembrar el sujeto femenino hege-
mónico.

La descolonización, dice Luis Tapia, “implica un descentramiento de un conjunto de


instituciones que organizan y reproducen la condición dominante de una de las culturas
[…] En Bolivia el proceso de descentramiento del poder político está hoy fuertemente
implicado con el proceso de descolonización, es decir, con el proceso de descen-
tramiento de una cultura que define el orden constitucional en el país” (Tapia, 2009).
En tal sentido, la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia delimita los
66 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

derechos de paridad, de carácter redistributivo, de reconocimiento y de representación


en la vida económica y social de las mujeres en los ámbitos productivos, políticos y
sociales, abriendo los cauces democráticos para garantizar sus derechos humanos a
partir de las definiciones de los deberes del Estado, que expresan objetivos de futuro
de plena igualdad.

El texto constitucional del Estado boliviano asume la cooperación, la complemen-


tariedad, la reciprocidad y la solidaridad como prácticas encaminadas a reorganizar
los procesos de producción, distribución, circulación y consumo dentro de un marco
de relaciones de cooperación humana, entre sí y con la naturaleza, mediante la
generación de las condiciones materiales hacia formas no-capitalistas de organización
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

económica, social y cultural (Roncal, 2014).

Con la nueva Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia se inicia este
reto de la acción transformadora que posibilite leer la realidad de un modo distinto,
para lo cual se establecen los principios y artículos en función de la inclusión de todos
los sujetos y colectividades que conforman este país. Entre algunos de los artículos
donde se expresan connotaciones relevantes de los avances de la Constitución Política
del Estado Plurinacional de Bolivia en el contexto de inclusión de las mujeres en el Vivir
Bien con base en la equidad se señala, por ejemplo: el Artículo 8 define que “[…] el
ÉPOCA , NÚM .

Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad e inclusión […] igualdad de


oportunidades, equidad social y de género en la participación, bienestar común,
responsabilidad, justicia social, distribución y redistribución de los productos y bienes
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

sociales, para vivir bien”. En el Artículo 14: “El Estado prohíbe y sanciona toda forma
de discriminación fundada en sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género
[…] tipo de ocupación, grado de instrucción, discapacidad, embarazo, u otras que
tengan por objetivo o resultado anular el goce o ejercicio en condiciones de igualdad,
de los derechos de toda persona”, reconociendo los derechos sociales y económi-
cos de los sujetos como algo incuestionable. En el Articulo 338 se establece el
reconocimiento del Estado al valor económico del trabajo del hogar como fuente de
riqueza y deberá cuantificarse en las cuentas públicas, dando un salto cualitativo sobre
la concepción desvalorizada entre lo productivo y lo que se denomina reproductivo.

Lo anterior no implica, sin embargo, la urgencia de indicadores multicriterio, además


de los económicos para valorar esas aportaciones; en el sentido de abandonar esa
manera ultra contable de entender la vida, como precisaba Yayo Herrero, activista
ecofeminista española, en una entrevista para el desaparecido diario Asturias24 en
el año 2015.

De acuerdo con Calderón (2016), en Bolivia se han tenido avances importantes en


27 normativas aprobadas a favor de las mujeres en los últimos diez años, las cuales
se encuentran en concordancia con lo establecido en la Constitución Política del
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 67

Estado Plurinacional y abren oportunidades para el accionar de ellas en los distintos


espacios públicos y privados con el objetivo de ir reduciendo la brecha de género.

Entre las principales leyes se encuentran, por ejemplo: la modificación a la Ley


1715 de Reconducción de la Reforma Agraria cuyo objetivo ha sido la incorporación
de la “Equidad de Género”, que fortalezca la participación de las mujeres en los
procesos de saneamiento y distribución de tierras; la Ley del Órgano Judicial, que
establece la postulación y preselección para la magistratura al Tribunal Supremo o
Tribunal Agroambiental, donde la Asamblea Legislativa Plurinacional se encarga de
la preselección de los postulantes respetando la paridad, la interculturalidad y la
equivalencia de género mostrando la importancia de la presencia de las mujeres en el

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


seno de las instituciones legislativas y ejecutivas del Estado; la Ley Contra el Acoso y
Violencia Política hacia las Mujeres, cuya esencia es generar mecanismos que
prevengan y sancionen el acoso y/o violencia política hacia las mujeres, garantizando
el ejercicio pleno de sus funciones tanto políticas como públicas, con base en la
igualdad de oportunidades, la no violencia, la no discriminación, la equidad, la par-
ticipación política, el control social y la despatriarcalización, y finalmente, mencio-
namos la Ley Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia que
sancione a los agresores, garantizando de esta manera una vida digna y el ejercicio
pleno de sus derechos en el Vivir Bien.

ÉPOCA , NÚM .
Otras leyes, así como las respectivas modificaciones a las mismas, se mencionan en
la siguiente tabla:

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


Tabla 1
Leyes a favor de las mujeres

Nombre Año de Objetivo de la Ley


promulgación
Ley de Fomento a la 15 de agosto de Atención integral de la mujer y la niñez.
Lactancia Materna y 2006 Promover, proteger y apoyar la práctica de
Comercialización de la lactancia materna y posterior alimentación
sus Sucedáneos N.º complementaria, con la finalidad de mejorar
3460 el estado nutricional, así como la reducción
de las tasas de morbilidad de los menores de
cinco años de edad y de las madres. La
instancia que es encargada de la aplicación
de la Ley es el Ministerio de Salud.
Modificación a la Ley 28 de noviembre Se incorpora la “Equidad de Género” y la
1715 de Reconduc- de 2006 priorización de la participación de la mujer
ción de la Reforma en los procesos de saneamiento y distribución
68 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

Agraria N.º 3545 de tierras para lo cual los títulos ejecutoriales


serán emitidos a favor de ambos cónyuges o
convivientes que se encuentren trabajando
la tierra. La Ley se aplica también en los casos
de copropietarios “mujeres y hombres” que
se encuentran trabajando la tierra indepen-
dientemente de su estado civil.
Ley de Gratuidad de 18 de Determinar la gratuidad de las pruebas de
las Pruebas de ADN septiembre de ADN en las denuncias o querellas de los
N.º 3934 2008 procesos penales en delitos de violación,
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

abuso deshonesto, estupro, tipificados en el


código penal, cuyas víctimas sean niñas,
niños y adolescentes, además de aplicarse
en los procesos de declaración de paternidad
y maternidad.
Ley del Órgano Judi- 24 de junio de Se establece la postulación y preselección
cial N.º 25 2010 para la magistratura al Tribunal Supremo o
Tribunal Agroambiental, donde la Asamblea
Legislativa Plurinacional se encarga de la
ÉPOCA , NÚM .

preselección de los postulantes respetando


la paridad, la interculturalidad y la equiva-
lencia de género.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Ley del Tribunal 6 de julio de Promover el principio de equivalencia acorde


Constitucional Plu- 2010 a lo establecido por el Órgano Electoral Plu-
rinacional N.º 27 rinacional para fortalecer la equidad de
género e igualdad de oportunidades entre
mujeres y hombres para el ejercicio de sus
derechos individuales y colectivos.
Ley del Régimen 30 de junio de Se establecen los principios de la democracia
Electoral N.º 26 2010 intercultural incorporando la equidad de
género y la igualdad de oportunidades entre
mujeres y hombres. Se resuelve aplicar la
paridad y alternancia para el acceso a can-
didaturas de cargos de gobierno, en la elec-
ción interna de las dirigencias y candida-
turas de las organizaciones políticas, además
en las normas y procedimientos propios de
las naciones y pueblos indígenas origi-
narios.
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 69

Ley Marco de Auto- 19 de julio de La Ley establece que las entidades territoriales
nomías y Descentra- 2010 autónomas garantizan el ejercicio pleno de
lización “Andrés Ibá- las libertades y los derechos de mujeres y
ñez” N.º 31 hombres reconocidos en la Constitución
Política del Estado, generando las condiciones
y los medios para el logro de la justicia so-
cial, la igualdad de oportunidades, la soste-
nibilidad e integralidad del desarrollo en las
entidades territoriales autónomas. Favorecer
la integración social de los habitantes, bajo

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


los principios de equidad e igualdad de opor-
tunidades, respeto a la diversidad promo-
viendo la descolonización.
Ley de Pensiones 10 de diciembre Priorizar la equidad de género como principio
N.º 65 de 2010 de la seguridad social generando los
mecanismos necesarios para cerrar brechas
de desigualdad en las prestaciones y
beneficios de la Seguridad Social de Largo
Plazo. Establece políticas de protección de

ÉPOCA , NÚM .
género, así como el reconocimiento al aporte
social de las mujeres: aportes por hijo nacido
vivo para las mujeres, la reducción de edad

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


de jubilación y equidad en las condiciones de
acceso a la prestación de vejez.
Ley Contra el Ra- 8 de octubre de Establece mecanismos y procedimientos para
cismo y Toda Forma 2010 la prevención y sanción de actos de racismo
de Discriminación y toda forma de discriminación, además de
N.º 45 consolidar políticas públicas de protección y
prevención de delitos de racismo, donde se
establece la equidad de género como una
base conceptual al igual que la genera-
cional.
Ley Contra el Acoso 28 de mayo de Esta ley establece mecanismos de prevención,
y Violencia Política 2012 atención, sanción contra el acoso y/o vio-
hacia las Mujeres N.º lencia política hacia las mujeres con el fin de
243 garantizar el ejercicio pleno de sus funciones
tanto políticas como públicas, protegiendo a
las mujeres candidatas en el ejercicio de las
función política con base en la igualdad de
oportunidades, la no violencia, la no
70 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

discriminación, la equidad, la par-ticipación


política, el control social, la despa-
triarcalización, la interculturalidad y la acción
positiva.
Ley de Tolerancia 3 de julio de Establece que las mujeres, sean trabajadoras
para Someterse a 2012 en entidades públicas o privadas, mayores
Exámenes Médicos de 18 años, gozan de tolerancia remunerada
N.º 252 de un día hábil al año, a objeto de someterse
a un examen médico de Papanicolaou y/o
Mamografía.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

Ley Integral Contra 31 de julio de Combate la Trata y Tráfico de Personas, ga-


la Trata y Tráfico de 2012 rantizando los derechos fundamentales de las
Personas N.º 263 víctimas a través de la consolidación de me-
didas y mecanismos de prevención, protec-
ción, atención, persecución y sanción penal
de estos delitos, haciendo referencia tanto al
hombre como a la mujer.
Ratifica el Convenio 20 de Se ratifica el Convenio 189 “Convenio sobre
189: “Convenio so- noviembre de el Trabajo Decente para las Trabajadoras y
ÉPOCA , NÚM .

bre el Trabajo Decen- 2012 los Trabajadores Domésticos”, de la Orga-


te para las Trabaja- nización Internacional del Trabajo (OIT).2
doras y Trabajadores
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Domésticos”, Ley
N.º 309
Ley Integral para 9 de marzo de Establecimiento de mecanismos, medidas y
Garantizar a las Mu- 2013 políticas integrales de prevención, atención,
jeres una Vida Libre protección y reparación a las mujeres en
de Violencia Nº 348 situación de violencia y persecución, y
sanción a los agresores. Garantizar a las
mujeres una vida digna y el ejercicio pleno
de sus derechos en el Vivir Bien.
Fuente: elaboración propia con base en la Constitución Política del Estado Plurinacional (2009).

2
El origen de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se remonta a 1919, su creación tuvo
la finalidad de promover los derechos laborales, fomentar oportunidades de trabajo decente, mejo-
rar la protección social y fortalecer el diálogo al abordar los temas relacionados con el trabajo. Este
organismo funciona bajo una estructura tripartita en la que los trabajadores y empleadores tienen el
mismo derecho a voto que los gobiernos durante las deliberaciones de los órganos principales de
este organismo.
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 71

En diciembre de 2008, se instituye el Decreto Supremo 29850 a partir del cual el


gobierno determina una política pública para la igualdad de las Mujeres a través del
Plan Nacional para la Igualdad de Oportunidades “Mujeres Construyendo la Nueva
Bolivia, para Vivir Bien”. El Plan se constituye en el instrumento que orienta el accio-
nar del Estado para institucionalizar y transversalizar el tema de género, orientado al
fortalecimiento y la jerarquización de los mecanismos de género en las distintas
instancias estatales.

El objetivo del Plan, de acuerdo con el Viceministerio de Género y Asuntos Genera-


cionales, es brindar reconocimiento al aporte de las mujeres en el desarrollo del país,
a partir de la “igualdad de oportunidades para el acceso a servicios, la plena

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


participación en espacios de decisión, en la distribución equitativa de los recursos
económicos, tecnológicos y patrimoniales, creándose las condiciones para una vida
libre de violencia en razón de género”.

Un aspecto importante a destacar de este Plan es la definición de los cinco campos


de acción y lucha con base en los cuales las mujeres transformarán las condiciones
materiales de subordinación y explotación. Estos campos de acción son los siguientes:

1. El cuerpo “queremos disfrutarlo en plenitud”, autonomía sobre el cuerpo.

ÉPOCA , NÚM .
2. Espacio “para existir y que nuestros cuerpos se expresen y desarrollen todas sus
potencialidades”.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


3. Tiempo “para disfrutar de la vida, tiempo para realizar las tareas de nuestro
fortalecimiento”.

4. Recuperación y construcción de Movimientos “sociales, políticos y culturales desde


nuestras experiencias, pensamientos y propuestas”.

5. Recuperación de la Memoria “de nuestras luchas y sabidurías ancestrales, para


alimentar con ella nuestros movimientos y nuestros espíritus”.

Consideramos que estos campos de acción constituyen aquellos espacios donde las
mujeres deberán establecer su plena autonomía y autodeterminación que posibiliten
avanzar contra la sociedad patriarcal y neoliberal.

Un breve balance

Si bien se han constitucionalizado los derechos de las mujeres en el Estado Plurinacional


de Bolivia, donde se hace hincapié en sus condiciones de igualdad en el acceso a la
educación, el derecho a la salud, al trabajo, a la seguridad social y a la participación
72 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

política, a la eliminación y castigo a toda forma de violencia y exclusión, y en la


equidad en la remuneración laboral, entre otras, las estructuras patriarcales de
privilegios masculinos persisten, aunque sin duda no se pueden negar los importantes
avances que se han tenido. He aquí algunos datos al respecto, considerando un
análisis de tres décadas:

En el Censo de 1992, la tasa de analfabetismo se situaba en 20 por ciento. Del total


de la población femina, 27.7 por ciento eran analfabetas frente a 11.8 por ciento en
relación a los hombres. Una década después, en 2001, según se evidencia en los
datos del Censo de aquel año, la tasa de analfabetismo a nivel nacional disminuye a
13.3 por ciento, mientras que el promedio en la región era de 11 por ciento (INE,
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

2014).

Para el Censo de 2012, el escenario para Bolivia era completamente distinto a las
dos décadas anteriores. Se redujo la tasa de analfabetismo a 5.1 por ciento. Del total
de la población femenina, 7.7 por ciento es analfabeta frente a 2.4 por ciento con
relación a los hombres. En 1992 la brecha entre mujeres y hombres analfabetos en
Bolivia se situaba en 15.9 por ciento; al 2012 la brecha se redujo a 5.2 por ciento.

Sin embargo, en lo que respecta al área rural, las mujeres siguen siendo las más
ÉPOCA , NÚM .

perjudicadas. La tasa de analfabetismo en 1992 se situaba en 36 por ciento del total


de la población rural. Las mujeres rurales con 49.9 por ciento frente a 23.1 por
ciento de los hombres. En 2001 la tasa de analfabetismo en la zonas rurales llegó a
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

25.8 por ciento; donde, del total de las mujeres, 37.9 por ciento eran analfabetas,
mientras que 14.3 por ciento correspondía a los hombres. Para 2012, la tasa de
analfabetismo llegó a 10.3 por ciento, donde 16.1 por ciento de las mujeres del área
rural son aún analfabetas frente a 5.2 por ciento de los hombres. La brecha entre
mujeres y hombres del área rural en 1992 se situaba en 26.8 por ciento, para el
Censo de 2001 se redujo a 23.5 por ciento y en 2012 a 10.8 por ciento. Recordemos
que Bolivia fue declarada por la UNESCO territorio libre de analfabetismo en diciembre
de 2008.

En lo que respecta a la tasa global de participación en el mercado de trabajo, el


cual está en función a la proporción de personas en edad de trabajar denominadas
económicamente activas, el Censo de 1992 evidencia que la participación de las
mujeres en el mercado de trabajo era de 41.4 por ciento, en tanto los hombres
participaban con 68.1. Esta situación ha tenido una tendencia similar en el Censo
del año 2001, donde las mujeres contaban con una participación de 41.1 por
ciento, mientras los hombres con 63.6 por ciento; para el Censo 2012, el pa-
norama cambió, aunque a pasos lentos para las mujeres, cuya participación era de
49.5 por ciento, mientras que la de los hombres fue de un 69.7 por ciento. Esto
acompañado con la división sexual del trabajo, donde los datos muestran que siguen
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 73

siendo las mujeres quienes destinan mayor tiempo a los quehaceres domésticos y
trabajos no remunerados: 12.1 por ciento les corresponde a los hombres, mientras
que a las mujeres les corresponde un 23.1 por ciento, cifra que duplica el tiempo
y evidencia el desequilibro en relación con los varones (CEPAL, 2017). La brecha
entre los periodos de 1992 a 2012 disminuyó de 27 por ciento a 20.2 por ciento,
apenas 7 puntos porcentuales de diferencia en más de 20 años, aspecto profun-
damente preocupante.
La participación en el mercado de trabajo según el INE para el año 2012, en función
a rangos de edad, es menor con relación al hombre: 24.6 por ciento (12-19 años);
60.2 por ciento (20-39 años); 67.6 (40-59 años) y 43.5 por ciento (de 60 y más
años); en cuanto al hombre, respectivamente, 33.8 por ciento, 85.8 por ciento,

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


92.6 por ciento y 69.5 por ciento en cada rango de edad correspondiente (ver tabla
2). La participación del hombre en el mercado de trabajo casi se mantuvo constante
con índices superiores al de la mujer, que presenta cifras de participación en el
mercado de trabajo fluctuantes.

Tabla 2
Tasa global de participación por sexo, según grupo de edad
1992, 2001 y 2012 (porcentaje)
1992 2001 2012

ÉPOCA , NÚM .
Grupo de edad Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres
12-19 28,5 34,0 24,9 29,6 24,6 33,8
20-39

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


50,1 88,9 51,3 82,6 60,2 85,8
40-59 52,7 94,2 54,7 88,4 67,6 92,6
60 o más 39,3 73,6 33,1 60,9 43,5 69,5
Fuente: Instituto Nacional de Estadística (2016).

Situación similar se observa en la participación de la mujer en las actividades


económicas, ésta es menor en todos los grupos de edad: 73.8 por ciento (25-34),
73.2 por ciento (35-44) y 61.4 por ciento (45-59), en relación con el 93.6 por
ciento (25-34), 98.6 por ciento (35-44) y 96.6 por ciento (45-59) que corresponde
a los hombres (CEPAL, 2016).

En el marco de la redistribución del poder político en las décadas de los ochenta y los
noventa, la participación de la mujer ocupando puestos de senadoras titulares apenas
llegaba, en promedio, a 2 por ciento, y en diputadas, en los mismos periodos, a 8.5
por ciento. La relación no mejoró al 2005, donde aún persistían las brechas, el
hombre ocupaba en las dos cámaras arriba de 90 por ciento de participación.

A partir de 2006, esta situación se transforma hacia una intervención igualitaria


entre hombres y mujeres en los parlamentos, siendo las mujeres quienes ocupan
74 XIMENA RONCAL VATTUONE Y CRISTIAN CALDERÓN COLLAZOS

53.1 por ciento. Este dato puede resultar alentador, pero la realidad concreta es
otra: la subordinación a los hombres se hace evidente ya que sólo 8.5 por ciento de
los 339 municipios bolivianos es gobernado por mujeres, y la lista de alcaldesas
de las ciudades capitales es igual a cero y no existe una sola gobernadora (CEPAL,
2016). En el marco de la redistribución del poder político, en 2016 sólo 34 por
ciento de mujeres participaron en el gabinete presidencial, mientras que 66 por
ciento estuvo ocupado por hombres. En lo que respecta al año 2017 y al primer
trimestre de 2018, las mujeres ocuparon sólo 20 por ciento del gabinete presidencial.

En cuanto al nivel de instrucción en una población mayor a 19 años, en la década de


los noventa, sólo 9.1 por ciento del total de las mujeres en Bolivia había alcanzado
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.

estudios universitarios frente a 12.9 por ciento de los hombres. Para el Censo de
2001, 13.1 por ciento de mujeres contaba con educación universitaria y 16. 7 por
ciento de hombres. Para 2012, las mujeres llegaron a 20.2 por ciento y los hombres
a 22.4 por ciento. La brecha entre hombres y mujeres se mantuvo casi constante en
más de 20 años; entre 1991 y 2012 la brecha sólo se redujo en 1.6 por ciento.
Según el último Censo en Bolivia, 0.71 por ciento de las personas cuentan con
estudios de posgrado, de este porcentaje las mujeres ocupan 43.71 por ciento y los
hombres 56.29 por ciento. En relación al nivel de doctorado, 0.14 por ciento en
Bolivia tienen ese grado; de este porcentaje sólo 36.1 por ciento corresponde a las
ÉPOCA , NÚM .

mujeres y 63.9 por ciento a los hombres Aún se observan brechas considerables de
formación posgradual, aunque la matricula a las Universidades entre hombres y mujeres
mostró un comportamiento similar (INE, 2016).
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Pese a esta situación, las barreras y obstáculos para acceder a puestos de alta dirección
en la educación universitaria están latentes y el escenario es sombrío: de 15
Universidades3 pertenecientes al Comité Educativo de la Universidad Boliviana (CEUB),
ninguna mujer ocupa un cargo jerárquico a nivel de rectoría.

Los datos presentados nos permiten reflexionar de que a pesar de los avances
alcanzados, todavía persisten importantes brechas de inequidad entre hombres y
mujeres, por lo que se requiere profundizar en el proceso de despatriarcalización
desde y para las mujeres con la responsabilidad de superar su estigmatización en las
estructuras de la administración pública, que limita su desenvolvimiento en todas
las esferas de la sociedad.

3
Nos referimos a las siguientes Instituciones de Educación Universitaria: Mayor, Real y Pontificia de
San Francisco Xavier de Chuquisaca, Mayor de San Andrés, Mayor de San Simón, Autónoma
Gabriel René Moreno, Autónoma Tomas Frías, Técnica de Oruro, Autónoma Juan Misael Saracho,
Autónoma del Beni, Nacional Siglo “XX”, Amazónica de Pando, Pública de El Alto, Católica Boliviana
“San Pablo”, Escuela Militar de Ingeniería, Andina “Simón Bolívar” y Policial “Mcal. Antonio José
de Sucre”.
REFLEXIONES SOBRE LA DESPATRIARCALIZACIÓN EN BOLIVIA 75

No se trata de un reconocimiento estático sino, como dijera Luis Tapia, es funda-


mental la construcción de un gobierno común donde la descolonización implica la
construcción de algo juntos, algo que vaya eliminando las formas de exclusión y
discriminación.

Reflexiones finales

Pese a la persistencia de políticas e intervenciones de equidad de género, la situación


estructural de las mujeres en el Estado Plurinacional de Bolivia no ha cambiado, su
condición en los espacios de la sociedad más bien parece responder a los requisitos

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 59-77.


de cumplimiento de metas globales que al compromiso de construir realidades a
partir de sus propias voces.

Uno de los más grandes desafíos es el tránsito de la teoría a la praxis concreta que
implica necesariamente un cambio de horizontes más allá de la retórica de la equidad,
donde las leyes se cumplan, empezando por modificar el relacionamiento e inserción
de las mujeres en las distintas instancias de la sociedad, pero sobre todo el aspecto
utilitario que hace el Estado, disminuyendo la situación de vulnerabilidad en que las
coloca para incorporar todo aquello que es trascendental para ellas.

ÉPOCA , NÚM .
Por tanto, más que sólo institucionalizar, es fundamental brindar legitimidad a los
mecanismos que garanticen la incorporación de las mujeres en espacios estratégi-
cos de dirección, crear puestos intencionados para su participación en las distintas

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


áreas de conocimiento y fortalecer la investigación científica sobre género con la
finalidad de potenciar su devenir como sujeto social, económico y político, visibilizado
desde su involucramiento, movimiento e imaginarios. Para avanzar hacia un mundo
pospatriarcal es fundamental acabar con las relaciones estructurales capitalistas y el
colonialismo a través de una lucha objetiva y subjetiva de hombres y mujeres.

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ZIBECHI, Raúl (2018), “Los varones y el feminismo. El lugar de la incertidumbre”.
Dirección URL: <http://www.rebelion.org/noticia.php?id=238799>.

Recibido: 2 de mayo de 2018


Aprobado: 20 de noviembre de 2018

ÉPOCA , NÚM .
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA
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79

La Zona Metropolitana de Monterrey


y las reubicaciones por desastres.
Pasado y presente
A Zona Metropolitana de Monterrey e as realocações
devido aos desastres. Passado e presente

Disasters relocations in Monterrey Metropolitan Area.


Past and present

Gabriela Vera Cortés*

Resumen
La Zona Metropolitana de Monterrey, capital del estado de Nuevo León, al norte de México,
ha sufrido, desde su fundación, frecuentes desastres asociados a fenómenos hidrometeorológicos
que han dado lugar a reubicaciones de familias y/o colonias enteras. Durante los siglos XX y
XXI, las autoridades estatales implementaron sus propias estrategias de reubicación por desastre,
con ayuda de la constitución del Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey), en 1973.
Este trabajo muestra el contexto en el que se dan las reubicaciones llevadas a cabo por las
instancias estatales, en diferentes momentos históricos, pero en la misma ciudad, con especial
atención en el Fraccionamiento Renacimiento del municipio de García, lo cual ocurre en una
fase neoliberal capitalista que dificulta aún más la reinserción social de la población que,
además, tiene como origen los asentamientos irregulares.
Palabras clave: vulnerabilidad social, desastre, riesgo, reubicación, urbanismo, Monterrey.

Resumo
A Zona Metropolitana de Monterrey, capital do Estado de Nuevo León, Norte do México, tem
sofrido, desde sua fundação, frequentes desastres associados aos fenômenos hidrometeoro-
lógicos que levam a realocação de famílias e/ou bairros inteiros. Durante os séculos XX e XXI,

* Geógrafa por la UNAM, México y antropóloga social por la Universidad Autónoma Metropolitana,
México. Profesora e investigadora en El Colegio de la Frontera Sur de Tabasco (ECOSUR). Líneas de
investigación: vulnerabilidad social a desastres y antropología del desastre. Ha publicado dos libros,
varios capítulos de libro y artículos, entre otros: Historia, cultura y desastres en el Totonacapan,
“Reubicaciones por desastres ante el cambio climático” y “Ciudades vulnerables a desastres. Tampico
en riesgo”. E-mail: <gvera@ecosur.mx>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.
80 GABRIELA VERA CORTÉS

as autoridades estatais implementaram suas próprias estratégias de realocação por desastre,


com ajuda da constitução do Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey), em 1973.
Este trabalho mostra o contexto no qual ocorrem as realocações realizadas pelas instâncias
estatais, em diferentes momentos históricos, mas na mesma cidade, especialmente no
Fraccionamiento Renacimiento do município de García, o qual ocorre em uma fase neoliberal
capitalista que dificulta ainda mais a reinserção social da população, que tem sua origem nos
assentamentos irregulares.
Palavras chave: vulnerabilidade social, desastre, risco, realocação, urbanismo, Monterrey.

Abstract
The Metropolitan Area of Monterrey, Capital of Nuevo Leon state in northern Mexico,
from the beginning has been target of frequent disasters associated to a hydrometeorology
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

phenomenon that has pushed families and communities for relocation. In the past, state
authorities responded the crisis with their own relocation strategies with the support of the
constitution of the Metropolitan Development of Monterrey (Fomerrey), in 1973. This work
shows the context by which relocations occur at different moments, though in same city,
through the works of local governments. It gives special attention to the Renascence Divi-
sion of Garcia Municipality. Because relocation takes place during the neoliberal period, it
makes more difficult the adjustment of the affected populations.
Keywords: social vulnerability, disaster, risk, relocation, urbanism, Monterrey.
ÉPOCA , NÚM .

En México se ha escrito poco sobre las reubicaciones por desastres. Existen estudios
aislados en diferentes estados de la República, siendo el trabajo más sistemático el
realizado por el doctor Jesús Manuel Macías y su equipo como parte de una evaluación
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

aplicada a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), por las reubicaciones que


implementó bajo la modalidad del Programa de Viviendas Emergentes Sedesol/
Fonden, con Reglas de Operación que se implementaron en 6 localidades ubicadas
en los estados de Puebla, Veracruz, Chiapas y Yucatán. Dicha investigación se llevó
a cabo de 1998 a 2005, y fue publicada en 2009.1

Las investigaciones sobre reubicaciones por desastres han estudiado las consecuencias
de las acciones que Sedesol llevó a cabo como la institución responsable de reubicar,
posterior a un desastre, a la población clasificada como damnificada. Sin embargo,
poco se sabe de otro tipo de reubicaciones por desastres implementadas por el
segundo y tercer orden de gobierno, es decir, el estatal y el municipal, sin apoyo de
la federación, o bien, con un apoyo parcial. En general, no existe un reglamento
escrito de cuáles deben ser los lineamientos a seguir. Por ello es necesario dar a
conocer la práctica de la reubicación por desastres que se ha efectuado en más de

1
Más recientemente han surgido otras investigaciones, entre las que pueden consultarse: Hernández
(2011), en Villahermosa, Tabasco, y Tepo (2015), en Ixhucán de los Reyes, Veracruz.
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 81

una ocasión en las diferentes entidades de la República Mexicana. En este caso se


muestran algunas reubicaciones que se llevaron a cabo en la Zona Metropolitana de
Monterrey (ZMM) a lo largo del siglo XX, así como algunos resultados de estudios de
caso, donde se realizaron trabajos de campo en 2009 y 2015. En 2009, esto se hizo
a partir de la reubicación de un grupo de familias del municipio de Santa Catarina al
municipio de García, debido a un incendio y al huracán Emily ocurrido en 2005. En
lo referente a las reubicaciones en la ZMM, podemos constatar los resultados en fuentes
hemerográficas y bibliográficas; en cuanto a los estudios de caso, fue a través del
trabajo de campo que pudimos encontrar resultados de la reubicación por desastres.
El trabajo de campo realizado tuvo como objetivo principal mostrar si existen
características diferentes en la gestión de la reubicación por desastres antes y durante

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


la etapa neoliberal, así como constatar las distinciones que hacen las autoridades
estatales y municipales en el reparto de viviendas de interés social y las reubicaciones
por desastres.

En la ZMM se han realizado diversas reubicaciones por desastres desde hace varias
décadas. Otras más se han implementado en los diferentes estados de la República
Mexicana sin que se conozcan aún dentro del ámbito académico. Tal es el caso del
asentamiento irregular “Mano con mano” en la Ciudad de Tampico, donde la
población fue expulsada con violencia por la policía municipal, sus líderes encarcelados

ÉPOCA , NÚM .
y el resto conminado a ocupar el predio “Unidos Avanzamos”, en el ejido Santa
Emilia del municipio de Altamira, a donde llevaron a otras familias procedentes de
diferentes asentamientos irregulares en condición de vulnerabilidad a inundaciones,

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


y a quienes se les pidió el pago de la vivienda en un plazo de 60 meses. En un
principio se les dijo que habría escuelas, centros de salud y trabajo, lo que no se
cumplió. El fraccionamiento fue construido con recursos del Instituto Tamaulipeco
de Vivienda y Urbanismo (ITAVU) y el gobierno municipal de Tampico.2

Otra reubicación por desastre, bajo esta modalidad, fue llevada a cabo en Tacotalpa,
Tabasco. Posterior a las inundaciones de 2007, se reubicó a la mitad de la población
–perteneciente a la etnia ch’ol–, del poblado rural Madero Segunda Sección a Nuevo
Madero. Estos pobladores tardaron casi 9 años en tener agua potable 3 y una vivienda

2
En este caso, se realizó trabajo de campo, en la Ampliación Vicente Guerrero, asentamiento
conocido localmente como “Sector Moscú”, donde pude conversar con algunas familias procedentes
de lo que había sido el asentamiento irregular contiguo “Mano con mano”, de Tampico. Las entrevistas
semiestructuradas se realizaron en 2009.
3
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), institución federal, entregó
parte de los recursos necesarios para la construcción de una planta potabilizadora a la Comisión
Estatal de Agua y Saneamiento de Tabasco (CEAS), institución encargada de construir la planta. Con
ello, varias comunidades tendrían agua; justamente, Nuevo Madero fue la comunidad más lejana y
la que tuvo mayores dificultades para que el agua llegara.
82 GABRIELA VERA CORTÉS

relativamente completa, es decir, con los servicios necesarios. Al parecer fue en este
municipio donde se aplicó una nueva modalidad de “Vivienda Emergente”, con
recursos económicos del estado de Tabasco y de la iniciativa privada –que apoyaron
por cierto, a la Organización No Gubernamental chilena “Un techo para mi país”–,
para la construcción de viviendas, asegurando que serían viviendas sustentables de
madera tratada proveniente de Noruega con una duración mayor a 20 años. Como
resultado, se construyeron 66 viviendas prefabricadas que tuvieron una duración real
de 4 años; en un tiempo de 5 años más se fueron edificando, por partes, otras
viviendas de block que fueron gestionadas por el delegado de Nuevo Madero ante las
distintas autoridades municipales de Tacotalpa. Una característica más es que el lote
comprado por las autoridades municipales para el nuevo asentamiento presenta
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

problemas de riesgo a inundaciones. De todas las reubicaciones estudiadas por


desastres, bajo diferentes modalidades, la gestión de la reubicación de Nuevo Madero
es la más larga que he detectado.4

Una de las reflexiones que es posible hacer hasta aquí es que las reubicaciones
posteriores a un desastre responden a patrones relacionados con los intereses del
poder hegemónico y las relaciones que se han establecido históricamente con la
población; pero también a las nuevas modalidades que el neoliberalismo ha impulsado
desde las cuatro últimas décadas, en medio de crisis económicas cada vez más
ÉPOCA , NÚM .

frecuentes.

Es preciso enfatizar que la población reubicada por desastres ha perdido gran


ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

parte o todo su patrimonio y no existen las condiciones para que se pueda


permanecer en el mismo lugar de donde las autoridades los desplazan. En las
reubicaciones realizadas por Sedesol (1998-2005) intervinieron los tres órdenes
de gobierno, y Sedesol encabezó el proceso de gestión de la reubicación. Así, al
habitante reubicado se le entrega un lote y una vivienda sin costo. Los recursos se
obtienen del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), aunque ya desde el huracán
Stan en 2005 se estaban buscando mecanismos que facilitaran la intervención de
la iniciativa privada (Vera y Morales, 2009). Sin embargo, existe una similitud en
todas las consecuencias para la población reubicada por desastres en cualquiera de
sus variantes, incluyendo a los reubicados por desarrollo (como la construcción
de presas). Michael Cernea (1997), consultor del Banco Mundial, lo ha desglosado
bastante bien en los resultados de las reubicaciones implementadas por el Banco
Mundial y cuyo efecto coincide, en todo tipo de reubicaciones, en marginación,
desempleo, mayor morbilidad, inseguridad alimentaria, pérdida de acceso a la
propiedad común y desarticulación social. Por lo tanto, sorprende que, conociendo
las consecuencias, no se haga nada por mitigarlas. En esencia se debe a que sólo

4
El trabajo de campo en Tacotalpa, Tabasco fue realizado durante 2015.
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 83

se dota de una vivienda, no se realiza un estudio integral y tampoco se da seguimiento


de cómo vivirá la población en los siguientes años.

El conocimiento de este tipo de reubicaciones y la forma en cómo han sido llevadas


a cabo se vuelve tanto más importante, porque el mismo Banco Mundial (Correa,
2011:15-17) está promoviendo “reasentamientos preventivos” que fueron
presentados como exitosos en Argentina, Colombia, Haití y Guatemala, para mitigar
los riesgos y sus consecuencias. La ONU, en el Marco de Sendai (2015), señala que la
planeación urbana debe ser atendida por las autoridades gubernamentales
latinoamericanas, retomando el instrumento anteriormente aplicado –el Marco de
Acción de Hyogo de 2005– como una modalidad para prevenir riesgos ante desastres

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


por el cambio climático. Por lo que el tema de las reubicaciones preventivas (y las
reubicaciones posteriores a los desastres) está cobrando importancia en los últimos
años. Por su parte, en México se ha asentado formalmente esta nueva modalidad.
Desde 2011, el Programa de Prevención de Riesgos en los Asentamientos (PRAH),
primero a cargo de Sedesol y dos años después a cargo de la Secretaría de Desarrollo
Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), ha adquirido la atribución de ordenamiento
territorial y prevención de riesgos. Desde 2014 se han presentado varios programas
y fusiones (Diario Oficial de la Federación, 29 de diciembre de 2013); ya en 2016 se
originó el Programa de Prevención de Riesgos (S254), con la finalidad de crear y

ÉPOCA , NÚM .
fortalecer programas de planeación y ordenación del territorio dirigidos a la reubicación
de asentamientos humanos ubicados en zonas de riesgo.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


En este punto me es preciso señalar los procesos del neoliberalismo más importantes
acotados por Emilio Pradilla (2014) y Michael Janoschka (2011 y 2014). Ambos
hacen énfasis en que las ciudades de América Latina presentan particularidades
diferentes a las de otros continentes, pero también características propias de cada
ciudad porque el neoliberalismo termina entremezclándose con procesos capitalistas
anteriores y con prácticas regionales y particulares de crecimiento de cada ciudad.

Tocar esta temática de las reubicaciones por desastres resulta primordial, porque los
cambios espaciales de las áreas urbanas dependerán mucho del papel asumido por el
Estado en su etapa de mayor intervención (1940-1980) y el cambio de su actividad
en la época neoliberal, donde ya existe la pérdida de derechos de la población.
Como bien señala Smith (2015), el keynesianismo presentó un mayor desarrollo en
Europa, pero no en América Latina. Y, para el caso de México, históricamente han
existido relaciones de poder autoritarias y de tipo clientelar por parte de las autoridades
del gobierno.

Pradilla (2014) resume, a grandes rasgos, los caminos transitados por América Latina
con formas y procesos socio territoriales particulares, como la subsistencia indígena,
urbanización acelerada, industrialización tardía, desindustrialización temprana,
84 GABRIELA VERA CORTÉS

terciarización informal, autoconstrucción masiva, mercado informal del suelo y


vivienda, desempleo estructural, pobreza, informalidad, regímenes de excepción,
baja ciudadanización y violencia urbana generalizada. Y, si bien los organismos
multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del
Comercio y el Banco Mundial proponen fórmulas de desarrollo homólogas, estos
procesos se combinan con rasgos heredados del pasado.

Se trata de desplazamientos y reubicaciones que se han llevado a cabo en zonas


urbanas y rurales, en un contexto mundial donde la urbanización, según David
Harvey (2013), ha desempeñado un papel crucial en la absorción de excedentes de
capital, a costa de procesos que implican la desposesión de masas urbanas. La
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

ciudad queda en manos de una pequeña élite política y económica con capacidad
para configurarla según sus necesidades particulares. Mientras que Mike Davis
(2014), en su estudio de las grandes urbes, enfatiza una mayor degradación de las
ciudades a niveles cada vez más alarmantes e insostenibles en todo el mundo, en
especial en los países periféricos. Saskia Sassen (2015), por su parte, explica que,
en las últimas tres décadas, han sido expulsados trabajadores a la economía infor-
mal, en una violenta contracción del espacio de lo que se considera la economía
formal, lo que acarrea múltiples efectos negativos en las personas, reflejándose en
el incremento del desempleo, la pobreza, los suicidios y en medidas de austeridad.
ÉPOCA , NÚM .

Por su parte, Smith (2015) complementa lo anterior señalando que existe una
reestructuración de la relación entre capital y Estado, donde es visible una creciente
crisis de reproducción social y problemas de representación política por parte de la
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

población. Se trata de procesos que redefinen, a diferentes escalas, las prácticas,


actividades culturales y funciones urbanas. En ese sentido, las reubicaciones por
desastres dentro del llamado keynesianismo, con el Estado de Bienestar, no son lo
mismo que en la fase neoliberal, ya que ahora el Estado se desentiende de lo que
antes asumía como responsabilidad.

Dentro de este conjunto de procesos de reconfiguraciones espaciales hay algunos


que dan lugar a la construcción de la vulnerabilidad y el riesgo. David Alexander
(2012) señala que la vulnerabilidad social se refiere a la pérdida inherente de un
grupo social ante su capacidad de acceso a los recursos, dada su condición dentro de
una estructura jerárquica y de las relaciones de desigualdad; por lo que, para atender
su condición, es preciso desentrañar el conjunto de redes y procesos que han
construido esa desigualdad y elevar su calidad de vida. Pero, en todo caso, se trata de
una condición del grupo social frente a la amenaza natural o antrópica. Mary Dou-
glas (1996) afirma que una de las características del riesgo es que, al reflejar la
distribución del poder y posición social, puede llevar a la aceptación del riesgo mismo
a zonas con poca población para evitar un daño mayor a otras altamente pobladas.
Aunque, con el neoliberalismo, esta idea cambia y el riesgo a desastres migra del
campo a una ciudad cada vez más vulnerable a éste. Finalmente, la reubicación por
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 85

desastre es asumida como el desplazamiento de un grupo humano, por parte de


diferentes instancias de gobierno, a otro lugar con la finalidad de proveerle de seguridad
ante riesgos por desastres, que antes había padecido.

La metodología utilizada para este análisis fue a través de la revisión bibliográfica y


hemerográfica, así como la aplicación de 48 entrevistas semiestructuradas a la
población de Renacimiento, en el municipio de García, y a algunos funcionarios
públicos del mismo municipio y de protección civil estatal en 2009.

Vulnerabilidad social y riesgo a desastres

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


en la Zona Metropolitana de Monterrey

La ZMM ocupa el segundo lugar en importancia económica del país, después de la Zona
Metropolitana de la Ciudad de México y antes de la ciudad de Guadalajara. En su
desarrollo económico sobresalen las actividades económicas industriales, comerciales
y financieras. Por su ubicación geográfica, la Ciudad de Monterrey ha presentado,
desde su fundación (1596), importantes desbordamientos de ríos y arroyos, ante la
influencia de huracanes que, de forma regular, afectan al estado. El continuo crecimiento
urbano dio lugar a que se ocuparan las cañadas, lechos de ríos, arroyos, pendientes

ÉPOCA , NÚM .
pronunciadas de los cerros arriba de las cotas establecidas por las autoridades para
evitar deslaves (Herrera, 2008 y Roel, 1957). En años más recientes, el crecimiento
de la ciudad ha obligado a la reubicación de colonias enteras, o parte de éstas, casi
siempre como consecuencia de un desastre, pero también como parte de un proceso

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


de desplazamiento y gentrificación que implica la expulsión y exclusión de sus habitantes
con bajo poder adquisitivo, pues suponen barreras para la extracción de rentas de
suelo (Janoschka, 2014:31-36). Janoschka describe varias modalidades de des-
plazamientos. Estos pueden ser de tipo involuntario –debido a desastres naturales o
conflictos políticos y militares–, por movilidad territorial relacionada con el transporte
y la movilidad urbana, o por desposesión, que lleva al abandono de viviendas y
erradicación de asentamientos informales, o a una expulsión negociada.

El crecimiento poblacional fue desbordándose paulatinamente a los municipios


aledaños integrándolos como parte de la ZMM. El proceso continuó y para el año
2010 la ZMM concentraba 84.46 por ciento de la población de Nuevo León. En la
actualidad la ZMM está integrada por 13 municipios (García se integra a la mancha
urbana en la década de 1990, mientras que Cadereyta de Jiménez, Salinas Victoria
y Santiago lo hacen en 2010. Véase cuadro), llegando a un total de 4 millones 475
mil 949 habitantes en 2015 (INEGI, 2015).

Con respecto a los planes urbanos, Roberto García (2001a:24) señala que en 1927
apareció la primera Ley de Planificación y Construcciones Nuevas de Monterrey. En
86 GABRIELA VERA CORTÉS

Crecimiento poblacional de la Zona Metropolitana de Monterrey


1950 1960 1970 1980 1990 1995 2000 2010 2015
ZMM 421,344 771,205 1,316,273 2,098,788 2,671,715 3,106,801 3,381,005 4,106,054 4,475,949
Monterrey 339,282 601,085 858,107 1,090,009 1,069,238 1,088,143 1,110,997 1,135,550 1,109,171
Guadalupe 12,610 38,233 159,930 370,908 535,560 618,933 670,162 678,006 682,880
San Nicolás 10,543 41,243 113,074 280,696 436,603 487,924 496,878 443,273 430,143
Garza
5,228 14,943 45,983 81,974 113,040 120,913 125,978 122,659 123,156
García
Santa
7,377 12,895 36,385 89,488 163,848 202,156 227,026 268,955 296,954
Catarina
Apodaca 6,259 18,564 37,181 115,913 219,153 283,497 523,370 597,207
General
1,824 10,515 37,756 98,147 176,869 233,457 357,937 425,148
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

Escobedo
Juárez 3,166 5,656 13,490 28,014 50,009 66,497 256,970 333,481
García 4,091 6,477 10,434 13,164 23,981 28,974 143,668 247,370
Santiago 16,528 16,993 24,089 28,585 30,182 34,187 36,812 40,469 42,407
Cadereyta
23,786 24,354 29,765 45,147 53,582 62,440 75,059 86,445 95,534
de Jiménez
Salinas
4,912 4,848 5,578 9,189 9,518 15,925 19,024 32,660 54,192
Victoria
El Carmen 1,078 1,271 2,150 3,931 4,906 6,168 6,644 16,092 38,306

Fuente: INEGI, Censos de población de 1950 a 2015.


ÉPOCA , NÚM .

1944 se iniciaron los estudios del Primer Plan Director de Desarrollo Urbano para
Monterrey (PDDUAMM), que logró consolidar el marco jurídico para la planificación ur-
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

bana el 1º de noviembre de 1988, fecha en la que se aprueba y se emite como


decreto. Desde entonces, las diferentes legislaciones han realizado modificaciones
importantes en el marco legal, pero la aprobación de la Ley de Ordenamiento Urbano
Territorial de los Asentamientos Humanos y de Desarrollo Urbano del Estado de Nuevo
León, el 19 de enero de 1999, abrió las posibilidades legales para una mayor toma de
decisiones a nivel municipal en cuanto a la tenencia de la tierra. Circunstancia que,
para nuestro estudio de vulnerabilidad social y reubicaciones, tiene implicaciones
importantes al dotar al municipio de tareas en las cuales no todos los ayuntamientos
presentan los recursos humanos y la capacidad técnica adecuada para clasificar el uso
del suelo. En realidad, como señala García Ortega (2001b:122), no hubo vinculación
entre tareas de planeación y de gestión pública urbana, en especial en lo que corresponde
a asentamientos irregulares. Posteriormente, a partir de la década de 1970 muchos de
estos terrenos fueron regularizados por Fomento Metropolitano de Monterrey
(Fomerrey). Se calcula que 21.3 por ciento de la población que vive en asentamientos
regularizados, o en proceso, tuvo un antecedente de irregularidad y varios de esos
asentamientos se encuentran en condiciones de vulnerabilidad social a desastres.

El crecimiento poblacional, la necesidad de nuevas viviendas y las invasiones a terrenos,


dieron lugar a la constitución de Fomerrey en 1973, con apoyo económico de Nacional
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 87

Financiera, más las aportaciones fiscales de los promotores urbanos privados, con lo
que el gobierno estatal instrumentó un programa de desarrollo de áreas urbanas
populares que dotaran de lotes, viviendas o pies de casa a la población más marginada.
Otro programa de gobierno que surgió en 1979 fue el Programa Tierra Propia (que
se integró a Fomerrey en 1984), que tuvo como objetivo la regularización de la
tenencia de lotes ubicados en predios invadidos ilegalmente (Fomerrey, 2009:21-
23). De 1979 a 1983 Fomerrey repartió 30 mil 308 lotes y 6 mil 511 casas habita-
ción. Mientras que el programa Tierra Propia regularizó 65 mil 657 lotes, que
alcanzaron una suma total de 102 mil 476 lotes beneficiando a 512 mil 380 habitantes
(García Ortega, 2001a). La regularización y la dotación de lotes de urbanización
progresiva no ha parado desde entonces.

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


El crecimiento poblacional se ha dado en dos direcciones: por un lado, la migración
del campo a la ciudad, porque las tierras ya no representan las posibilidades de
subsistencia ante la reducción de subsidios por parte del Estado; por el otro, ante
la inseguridad debido a la delincuencia organizada y los carteles de la droga
(Mastrogiovanni, 2014), que han expulsado a miles de campesinos de sus tierras en
la Cuenca de Burgos y de la región en general, con el interés de explotar los recursos
naturales, principalmente el petróleo, el gas Shell, las tierras de mejor calidad y el
agua.

ÉPOCA , NÚM .
Antecedentes y construcción de la vulnerabilidad social a desastres

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


Según el gobierno municipal de Monterrey (2012), los fenómenos hidrometeo-
rológicos que más daños han provocado al estado de Nuevo León se presentaron en
los años 1854, 1880, 1887, 1895, 1909, 1916, 1922, 1933, 1944, 1958, 1967,
1971, 1975, 1983, 1988, 2000, 2003, 2005 y 2010. En una breve búsqueda
hemerográfica del siglo XX hay narrativas que se repiten, como la que señala como
responsables a las diferentes instancias del gobierno, al ocupar y construir sobre el
cauce del río Santa Catarina. En 1909 se responsabiliza al cabildo de Monterrey por
haber vendido terrenos en áreas de riesgo (El Imparcial, 2 de septiembre de 1909).
En 1959 se escribe que se considera construir canchas de futbol en terrenos ganados
al río Santa Catarina (El Norte, 30 de junio de 1959), o en 1977, cuando las canchas
son destruidas por un nuevo desbordamiento del río (El Norte, 3 de septiembre de
1977). Tradicionalmente, el cauce del río Santa Catarina ha sido ocupado para can-
chas de futbol y, a veces, ferias o mercados de pulgas. Aunque en la década de 2000
a 2010, los diferentes ayuntamientos municipales realizaron trámites para poder
concesionar el cauce que corresponde a su administración para la realización de
edificaciones como campos de golf, estacionamientos, etcétera, mismas que repre-
sentan toneladas de cemento y metal ahora arrastrado por el río, lo que dejó, además
del golpe de agua, un destrozo mayor por parte del huracán Alex en 2010. Las
88 GABRIELA VERA CORTÉS

autoridades estaban seguras que con la construcción de la cortina Rompepicos


(terminada en 2004), los desbordamientos del río serían historia, pero no fue así. El
desastre de 2010 se encargó de demostrarlo una vez más.

La expresión de la vulnerabilidad social a desastres en la ZMM presenta cuatro


componentes esenciales:

a) Falta de planeación urbana ante un crecimiento económico y poblacional importante


que data de más de medio siglo.

b) Distribución y redistribución poblacional en áreas de riesgo por fenómenos


43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

hidrometeorológicos. En este sentido, se ha permitido la formación de asentamientos


irregulares y se han regularizado otros en áreas de riesgo, sin los procedimientos
técnicos de evaluación de riesgo adecuados. En la actualidad se calcula que son 20
mil las familias que viven en asentamientos irregulares, sólo en la mancha urbana.

c) Consecuencias del desarrollo económico neoliberal para la población en cuanto a


la reducción de subsidios, política social, incremento de la economía informal,
reducción de los salarios, de la salud, de la educación, entre otros. Lo anterior se ha
visto claramente reflejado en la calidad de vida de la población, que presenta una
ÉPOCA , NÚM .

reducción sustancial de sus recursos materiales.

d) Incremento de la violencia e inseguridad social debido a la delincuencia organizada


ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

que, ante la falta de oportunidades de trabajo, copta a la población principalmente


joven, y a algunos funcionarios públicos, con lo que se incrementa la inseguridad e
impunidad regional en un aparente círculo vicioso.

Lo que ocurrió en estas últimas décadas fue una redistribución de la pobreza en toda
la mancha urbana, donde el gobierno del estado ha cuidado, en especial, los intereses
de los dueños de los terrenos invadidos. Y al no realizar estudios de riesgo, el gobierno
ha reubicado a decenas de familias en lotes con servicios, y a veces con viviendas,
que serán nuevamente reubicadas ante un nuevo desastre.

Reubicaciones por desastres

Las reubicaciones por desastres no son nuevas en esta parte del país, se tienen
varios registros a lo largo del siglo XX y XXI cuyo número se ha ido incrementando.

Por ejemplo, ante el desastre de 1933 se otorgaron 45 viviendas en el municipio de


Monterrey, con recursos provenientes del mismo municipio y de la Cámara de Comer-
cio, para aquellas personas que justificaron haberse quedado sin hogar ante las crecidas
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 89

del río; aunque los reportes periodísticos señalan a 500 familias sin hogar, lo que
significa que las 45 viviendas otorgadas habrían sido insuficientes (El Sol, 4 y 14 de
septiembre de 1933).

Ya con la presencia de Fomerrey, en 1977 se propone la reubicación para algunos


damnificados al ofrecerles “lotes de vivienda progresiva”, es decir, lotes con servicios,
pero sin vivienda. Los posesionarios se negaron a aceptar esto y en su defensa
argumentaron que tenían entre 10 y 20 años de vivir en el lugar. Los lotes que
ofreció Fomerrey estaban lejos de sus fuentes de trabajo, además de que carecían de
recursos para poder fincar una vivienda. Se trató del fraccionamiento Fomerrey 22,
actualmente San Pedro 400 (El Norte, 5 de septiembre de 1977).

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


En 1986, posterior a otro desastre, se llevó a cabo la reubicación de 170 familias
que tenían sus hogares en el lecho del Santa Catarina. Además de Fomerrey, otras
instituciones de gobierno han incursionado en las reubicaciones. Ejemplo de ello lo
representa el Fondo Nacional para las Habitaciones Populares (Fonhapo), que ofreció
mil viviendas para damnificados mediante una línea crediticia que sería entregada a
“auténticos” damnificados por las intensas lluvias y que tuvieran suficiente capacidad
económica para determinar si eran acreditables. Las viviendas serían construidas en
terrenos de Fomerrey (El Norte, 6 y 9 de septiembre de 1986).

ÉPOCA , NÚM .
En 1988, por el desastre asociado con el huracán Gilberto, se realizaron varias
reubicaciones por diferentes instancias, entre ellas la Asociación de Industriales

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


Regiomontanos del Poniente A. C., o la Asociación Gilberto. Por su parte, el
gobierno del estado, vía Fomerrey, propuso construir 400 viviendas en las distintas
edificaciones de Fomerrey que hay en el municipio de Garza García y, con ello,
reubicar a todos los damnificados del río Santa Catarina afectados en este municipio
(Lara, 1988). Ese mismo año Fomerrey trabajó en la reubicación de mil 200 familias
hacia los límites con el municipio de Villa García (Castro, 1988). Varias reubicaciones
se llevaron a cabo como consecuencia del desastre de ese año, algunos vía Fomerrey
y otras fueron traspasos de Fomerrey al Instituto de Vivienda de Nuevo León en el
municipio de García (IVNL, 2009:44), Fonhapo, e iniciativa privada. Según Fran-
cisco Sepúlveda (1999:95), algunas reubicaciones de esa época son: San Gilberto,
Balcones de Santa Catarina y Mirador de Santa Catarina. Si bien hubo reubicaciones
con mayor o menor apoyo, era ya visible el otorgamiento de créditos a los
damnificados. Llama la atención, sin embargo, que no exista una distinción entre
la necesidad de una vivienda por el crecimiento poblacional y el papel del damnificado
por un desastre, aunque la capacidad de acceso a los recursos para ambos, en
ocasiones, se desdibuje. Las autoridades estatales y municipales le han dado el
mismo trato a la población pobre y a los damnificados por desastre, pues a ambos
grupos se les ha otorgado una línea crediticia.
90 GABRIELA VERA CORTÉS

En una investigación realizada por Juan Zapata (1999) en el norponiente de la ciudad,


se muestra que la zona se inundaba tradicionalmente al pasar por ella los drenajes
naturales de los cerros Las Mitras y Topo Chico, que dan lugar a crecidas repenti-
nas y pérdidas importantes. Zapata estudió los sectores San Bernabé (antes Fomerrey
1) y San Gilberto. Señala que en dirección hacia el cerro Topo Chico los asentamientos
son más frecuentes, están sobre fraccionados y casi no cuentan con servicios. Además,
en la década de los noventa existió una gran preocupación por el incremento del
pandillerismo. Sólo en San Bernabé se tenía una cuenta de 150 pandillas, muchas
de las cuales eran de las colonias Fomerrey (con número 51, 105, 109, 112, 113,
114, 115, 116, 120, 125). Desde 2009, año en que se realizó trabajo de campo en
esta región y en una revisión de información actual, las condiciones y calidad de vida
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

de sus habitantes no han mejorado sustancialmente. Patricia Cerda et al. (2008)


señalan una constante en la presencia de pandillas concentradas principalmente en
los municipios de Monterrey, Guadalupe, San Nicolás, Santa Catarina, Escobedo,
San Pedro y Apodaca. A lo que siguió la delincuencia organizada y el narcotráfico.
Pradilla (2014) señala que no se puede responsabilizar directamente al neoliberalismo
del incremento de la delincuencia organizada y de la violencia, pero sí existen pruebas
de que ha sido en este periodo que se ha detectado un importante incremento.

Paralelamente a la posición del Gobierno Federal para atender las reubicaciones por
ÉPOCA , NÚM .

desastres, cada entidad federativa ha presentado diferentes modalidades y es la


instancia de vivienda estatal la que se ha encargado de la gestión. En el caso de
Monterrey ha sido principalmente Fomerrey, una instancia de gobierno enfocada a
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

la ZMM, que tiene como característica ser parte de un fideicomiso cuyo único
fideicomitante es el gobierno del estado de Nuevo León, que puede, si así lo requiere,
obtener financiamientos de los otros órdenes de gobierno o de la iniciativa privada
para la realización de todas aquellas actividades para las que fue constituido. Su
propósito principal, así lo señalan sus estatutos, es impulsar la calidad de vida de los
grupos socialmente vulnerables, con la asignación, regularización y escrituración de
lotes de urbanización progresiva (Fomerrey, 2009). Por lo menos hasta el año 2014
no existía un plan de atención al damnificado.

Por grupos vulnerables, el estatuto se refiere a grupos de escasos recursos económicos,


aunque no se contempla específicamente la reubicación de grupos damnificados por
desastres. No existía un plan que tratara a los damnificados de manera diferente del
resto de los grupos de escasos recursos y, reiteradamente, distintos directores de
Fomerrey han señalado que aún no existe una legislación correspondiente a los
programas de reubicaciones por desastres. Sin embargo, en la última administración
(2015-2021) se menciona, por primera vez, que la institución tiene también entre
sus disposiciones atender y reubicar a las familias que se encuentran en zonas de alto
riesgo y las que se encuentren afectadas por casos inesperados. Y, sin embargo,
como hemos mostrado, varios de los asentamientos de Fomerrey fueron ubicados
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 91

en zonas de riesgo, porque al parecer no existió una evaluación de riesgo ni antes ni


durante el periodo neolioberal, es decir, no parece existir una diferencia de trato
entre damnificados por desastre y damnificados de la vida.

Fraccionamiento Renacimiento, municipio de García

Renacimiento formó parte de un programa emergente de reubicación que comenzó


en el año 2005, cuando ocurrieron dos eventos importantes que obligaron al gobierno
estatal a tomar medidas que buscaran solucionar la invasión de áreas de riesgo en
zonas federales. El primero se refiere a un incendio que quemó alrededor de 250

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


viviendas (tejabanes de madera y cartón) en el asentamiento irregular La Termolita,
ubicado junto al arroyo El Obispo, en el municipio de Santa Catarina, ocurrido el
primero de abril. El segundo se debió al huracán Emily, ocurrido el 21 de junio, que
provocó, ante las condiciones de vulnerabilidad social de la población, importantes
daños. Con ello, las autoridades estatales impulsaron un programa emergente de
reubicación para cientos de familias que fueron enviadas a otros municipios conurbados
y otros considerados periféricos, como Cadereyta.

Un mes después de la entrada del huracán Emily, el 21 de julio, Fomerrey destinó


cuatro fraccionamientos para reubicaciones: 1) Fraccionamiento de Cadereyta en

ÉPOCA , NÚM .
Cadereyta de Jiménez: 192 familias; 2) Los Valles en Juárez: 200 familias; 3) Alianza
Real en General Escobedo, y 4) Fraccionamiento Renacimiento en García, para 800
familias, que comprende La Termolita y otros asentamientos ubicados del lado sur

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


del arroyo El Obispo en el municipio de Santa Catarina.

La respuesta de las autoridades municipales fue llevar a los damnificados a diferentes


albergues de Santa Catarina donde permanecieron por tres meses. El 5 de julio, 134
familias de La Termolita fueron alejadas 30 kilómetros de su anterior asentamiento y
llevadas a un predio ubicado a tres kilómetros de la cabecera municipal de García, a
un lote asignado de 90 m2 por familia, sin servicios y con medios de transporte muy
deficientes. Las autoridades municipales de Santa Catarina los dotaron de láminas y
tabiques para la construcción de un cuarto. Ante la carencia de servicios, la gente se
bañaba en el río Pesquería. Por su parte, Fomerrey empezó a enviarles pipas de
agua. El nuevo asentamiento tuvo por nombre “Renacimiento”.

El resto de las familias ubicadas al sur del arroyo El Obispo fueron citadas de 20 en
20 por la Secretaría de Desarrollo Urbano Municipal de Santa Catarina, para conocer
su nuevo lote en Renacimiento y luego conminar a los pobladores a efectuar el
traslado en 15 días, porque de otra manera se les tirarían sus tejabanes y perderían
los derechos que Fomerrey había otorgado para reubicarlos (Romo, 2005). Las familias
que aceptaron “desclavaron” la madera y el cartón, cargaron con sus muebles y se
fueron a su nuevo lote.
92 GABRIELA VERA CORTÉS

La nueva reubicación presentaría en los siguientes meses diferentes problemas:


hacinamiento, carencia de escuelas, de tiendas, de mercados o centros de salud. Se
trataba de un conjunto de familias que llevaban viviendo 10 años en un asentamiento
irregular. Fomerrey regularizó los problemas cotidianos que presentaba la población
como asentamiento irregular, pero a la reubicación se le sumaron nuevas exposiciones
al riesgo en los siguientes meses, cuando los habitantes enfrentaron tres inundaciones
–14 de octubre de 2005; 1 de junio, y 16 y 17 de septiembre de 2006– y dos
incendios –el 17 de abril y el 13 de agosto de 2007. Todo ello, en menos de dos
años.

Renacimiento fue ubicado en el escurrimiento del Cerro Gordo, por lo que en la


43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

primera inundación se formó una represa debido a las vías del tren a 200 metros
del nuevo asentamiento que impidió que el agua saliera. 39 familias fueron afectadas
y tuvieron pérdidas de enseres domésticos y ropa. La segunda inundación fue
provocada por el desbordamiento de tres cruces pluviales del Cerro Gordo. Según
reportes del DIF municipal, que levantó un censo, se supo que 56 de las 460 familias
que había para entonces sufrieron daños materiales en enseres domésticos,
colchones y muebles. En ambas ocasiones el agua llegó a 30 centímetros de altura.
Los damnificados realizaron nuevamente una limpieza y se organizaron para
construir bordos con la tierra, cascajo y grava que les proporcionó la administración
ÉPOCA , NÚM .

municipal de García. Esta vez Fomerrey se avocó a la ampliación de canales que


tendrían 1.30 m. de profundidad por 80 cm. de ancho. La tercera inundación
afectó también a la cabecera de García. En Renacimiento, como las veces anteriores,
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

la gente de nuevo se organizó haciendo surcos para sacar el agua de sus casas.
Pero al segundo día, además de agua hubo viento, lo cual provocó la pérdida de los
techos en los hogares. En esta ocasión fue la cabecera municipal de García la más
afectada. Se censaron 175 familias con pérdidas patrimoniales en todo el municipio.
En el casco, el agua llegó a un metro de altura. La población de la cabecera de
García no recordaba un evento tan desastroso por agua, como el acontecido en
1933. Ante las circunstancias, las autoridades estatales explicaron el motivo de las
inundaciones en Renacimiento y tomaron soluciones más determinantes, por lo
que Agua y Drenaje (A y D) señaló que la solución sería la construcción de un
canal que conduciría el agua que cae del cerro para canalizarlo al río Pesquería,
con un costo de cinco millones de pesos.

El 17 de abril de 2007 un incendio afectó a 17 familias y quemó sus tejabanes. Los


medios de comunicación informaron sobre alrededor de 100 personas sin vivienda,
todas ellas fueron llevadas al gimnasio municipal de García que fungió como albergue
(Plasencia, 2006). Un segundo incendio ocurrió el 13 de agosto, en la calle Esmeralda,
cuando se quemaron 9 tejabanes. Fomerrey otorgó a las familias afectadas 400
bloques y 20 bultos de cemento que les servirían, según señaló, para la construcción
de un cuarto de 4 por 4. El DIF municipal, por su parte, contribuyó con ropa para niños
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 93

y prometió buscar una solución para otorgar créditos de material para la construcción
de pies de casas. Mientras tanto, el municipio se comprometió a repartir cinco láminas
galvanizadas a cada una de las familias afectadas (Martínez, 2006a y 2006b). El
servicio de energía eléctrica fue conectado en diciembre y un tiempo después los
servicios de agua y drenaje. Es decir, medio año después de la reubicación.

El lote que se les otorgó a los reubicados tenía un costo del cual no fueron avisados
inicialmente, lo que generó molestias en la población. En un principio se dijo que el
monto sería de $32,000.00 (treinta y dos mil pesos 00/100), unos meses después
ascendió a $54,000.00 (cincuenta y cuatro mil pesos). Ante tal circunstancia, las
inundaciones ocurridas cerraron temporalmente la tarea de la Secretaría de Desarro-

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


llo Urbano Municipal de Santa Catarina, en su intento de reubicar a la población
ubicada en el lado sur del arroyo El Obispo.

Por otro lado, la población de Santa Catarina mostró una mayor resistencia a la
reubicación al enterarse de las inundaciones e incluso algunas familias se ampararon,
porque La Termolita y otros asentamientos irregulares en realidad no desaparecieron.

Además de la inconformidad de los habitantes de Renacimiento, hubo otros grupos


a los que no se les consultó en la conformación del nuevo asentamiento. Se trató

ÉPOCA , NÚM .
de los residentes de García y la Junta de Accionistas del Sistema de Agua de Riego de
Garzas y Capellanía. El área del nuevo asentamiento formaba parte de un sistema
de riego que alimentaba las huertas de nogales en el municipio, mismo que había

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


sido decretado como Reserva Ecológica por el gobernador del estado en 2004,
aunque el presidente municipal de García cambió el uso del suelo del área sin pasar
por el Cabildo (Mata, 2006). Es decir, se presentan actos ilegales avalados y
formalizados por las mismas instancias de gobierno.

La gestión que se siguió para la formación de Renacimiento fue que las autoridades
municipales, vía Desarrollo Urbano de García, eligieron un predio y, posteriormente,
éste fue avalado por Fomerrey, que tuvo la responsabilidad de realizar los estudios
pertinentes. De esa manera, el municipio se encargó de comprar el terreno, cambiar
el uso de suelo ejidal por uno urbano y cederlo a Fomerrey, institución que se encargaría
de toda la gestión de la reubicación, incluyendo la introducción de servicios básicos,
vía licitación pública. En este caso, como se trató de una reubicación, no hubo tal
procedimiento, sino que el gobernador del Estado se encargó de asignar a una empre-
sa específica dicha tarea debido a que se trató de una emergencia, según justificó
posteriormente.

En nuestro recorrido en campo pudimos constatar que no se realizaron estudios


de riesgo, porque además de lo dicho, Renacimiento fue construida en una zona de
cárcavas, es decir, suelos inestables que con la lluvia pueden removerse y provocar
94 GABRIELA VERA CORTÉS

agrietamientos y asentamientos diferenciados en vivienda, que agregan un elemento


más de inseguridad para la población. Se constató que Renacimiento no es la única
área que tiene cárcavas, otras partes del municipio presentan características similares
y las constructoras de diversos fraccionamientos se han abocado a rellenar las cár-
cavas y a construir sobre ellas. Lo anterior representa un ejemplo más de construcción
de vulnerabilidad social a desastres en una época neoliberal.

Consideraciones finales

En los documentos oficiales de Fomerrey no existió, tiempo atrás, ningún apartado


que se refiriera a programas de reubicación por desastres sino hasta el periodo 2015-
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.

2021 en el que ya se considera como tal. La evaluación de la reubicación que


implementó Fomerrey en Renacimiento muestra, por un lado, una serie de vacíos en
lo que concierne a reubicaciones por desastre que deben legislarse. Es preciso
identificar con claridad qué papel desempeña cada una de las diferentes dependencias
de gobierno involucradas y, si existe intervención de la iniciativa privada, es necesario
que quede estipulada con claridad su forma de participación.

Es preciso que Fomerrey contemple otros aspectos que no deben limitarse a la venta
de lotes de vivienda progresiva con servicios a familias con pocos recursos. Debe
ÉPOCA , NÚM .

corroborar que el terreno comprado por las autoridades municipales no se encuentre


en condiciones de riesgo y realizar un seguimiento que permita a la población reubicada
una mejora en su calidad de vida. Es decir, se deben considerar aspectos que se
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

refieran a los medios de subsistencia para que el damnificado-reubicado tenga un


proceso de adaptación menos complicado y traumático y, además, evitar el pago del
lote con servicios ofrecidos, como el paquete de material para la autoconstrucción.
En otras palabras, debe ofrecer una vivienda digna que respete las reglas de
construcción. Y no se trata sólo del reparto de viviendas, sino de buscar la forma en
que la población reubicada pueda encontrar empleo, escuelas para sus hijos y centros
de salud, es decir, garantizar sus derechos básicos.

En la evaluación de las condiciones socioeconómicas de la población reubicada a


García se desprende que su calidad de vida no mejoró sustancialmente. La esencia
de su condición social es la precariedad, sólo que ahora el desplazamiento en la
búsqueda de oportunidades de trabajo se da a una distancia mayor, tal y como observa
Pradilla (2014) cuando señala que en México el crecimiento no es vertical, sino
extensivo. Ello provoca un incremento en el costo del transporte, porque de cualquier
manera la población sigue trabajando muy cerca del lugar donde vivía. Como recuerda
Smith (2015), en los países en desarrollo los trabajadores se desplazan a mayor
distancia y el costo del transporte incrementa los gastos que deben realizar cotidia-
namente debido también a su privatización.
LA ZONA METROPOLITANA DE MONTERREY Y LAS REUBICACIONES POR DESASTRES... 95

Las mismas autoridades estatales, en colusión con la iniciativa privada, han dado
lugar a la construcción y reconstrucción de la vulnerabilidad social a desastres. Las
recientes disposiciones del gobierno de México sobre la reubicación para la prevención
del riesgo, vía Sedatu y promovidas también por el Banco Mundial y la misma ONU,
permitirán a la iniciativa privada extraer aún más recursos de la población, que de
nuevo tendrá que pagar una vivienda, en un nuevo proceso de reubicación, porque
difícilmente se realiza una evaluación de riesgo y, en ocasiones, cuando el municipio
no tiene los recursos técnicos para ello, permite a la misma constructora que los
realice, como ocurrió más de una vez en el municipio de García. Ello recuerda lo
señalado por Davis (2015) con respecto a las áreas hiperdegradadas, acerca de la
necesidad de distinguir entre la microacumulación y la subsistencia, donde se da una

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 79-98.


creciente desigualdad social dentro del sector informal comparable con la desigualdad
frente al sector formal. Con el keynesianismo, el Estado aseguraba grandes áreas de
reproducción social, desde la vivienda hasta los servicios sociales o las infraestructuras
de transporte, que representó la culminación de esta relación definitiva entre la escala
urbana y la reproducción social (Smith, 2015). Como los Estados latinoamericanos
no desarrollaron del todo el bienestar keynesiano, la indiscutible relación entre ciudad
y reproducción social nunca fue primordial. Los damnificados de la vida y de los
desastres son tratados de igual manera. Y, en el caso de la ZMM, las autoridades de
gobierno y la iniciativa privada han sido los promotores de la construcción de la

ÉPOCA , NÚM .
vulnerabilidad social y del riesgo a desastres.

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ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Recibido: 27 de febrero de 2018


Aprobado: 27 de septiembre de 2018
99

Comunidades emocionales, violencia


y “fosas clandestinas”:
solidaridad en Tetelcingo, Morelos, México
Comunidades emocionais, violência e “fossas clandestinas”:
solidariedade em Tetelcingo, Morelos, México

Emotional Communities, violence and “clandestine cemeteries”:


solidarity in Tetelcingo, Morelos, Mexico

Morna Macleod
Ángela Ixkic Bastian Duarte*

Resumen
En este artículo exploramos el concepto “comunidades emocionales” –acuñado por la
antropóloga colombiana Myriam Jimeno– con relación a la violencia que marca el actual
contexto mexicano. Partiendo de la crónica etnográfica de un evento público ocurrido en las
fosas “clandestinas” de Tetelcingo, Morelos, reflexionamos acerca de las posibilidades y
limitaciones de este concepto. Sugerimos que ciertos eventos puedan convertirse en semilleros
de comunidades emocionales y planteamos la importancia de incluir la dimensión emocional
para enriquecer los análisis académicos.
Palabras clave: comunidades emocionales, violencias, “fosas clandestinas”, rol de lo emocional
en la academia.

Resumo
Neste artigo exploramos o conceito “comunidades emocionais” –utilizado pela antropóloga
colombiana Myriam Jimeno–, com relação à violência que marca o atual contexto mexicano.
Partindo da crônica etnográfica de um evento público ocorrido nas fossas “clandestinas” de
Telelcingo, Morelos, realizamos uma reflexão sobre as possibilidades e limitações deste conceito.
Sugerimos que certos eventos podem se converter em criadouro de comunidades emocionais
e propomos a importância de incluir a dimensão emocional para enriquecer as análises
acadêmicas.
Palavras chave: comunidades emocionais, violências, “fossas clandestinas”, função do emocional
na academia.

* Profesoras e investigadoras de la Facultad de Estudios Superiores de Cuautla (FESC) de la Universidad


Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Temas de investigación: violencia y conflictos. Han dado
seguimiento al involucramiento de la Universidad en el proceso de las exhumaciones. E-mail:
<morna.macleod.uaem.com>, <angelaixkic@gmail.com>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.
100 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

Abstract
In this article we explore the concept of “emotional communities” coined by the Colombian
anthropologist, Myriam Jimeno, applying it to violence currently taking place in Mexico. Tak-
ing as a starting point the ethnography of a public event that took place in the “clandestine”
cemeteries in Tetelcingo, Morelos, we reflect upon the concept’s potentials and limitations.
We suggest that certain public events can become breeding grounds for emotional communi-
ties, and we propose the importance of including emotional dimensions to enrich academic
research.
Keywords: emotional communities, violence, “clandestine cemeteries”, the role of emotions
in the academic field.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

Las comunidades emocionales son comunidades afectivas más que geográficas, se


producen motivadas por eventos que vinculan, enlazan sujetos que pueden ser muy
diversos pero que logran trascender la indignación para orientarse a la acción política.
Sus fronteras pueden no ser claras, pueden también cerrarse y abrirse dependiendo
del contexto. Por la cruenta violencia que ha marcado la realidad mexicana de los
últimos años, consideramos que las víctimas individuales y colectivas, así como sus
familiares y afectos, han convocado con su dolor y con su quehacer organizativo a la
construcción de comunidades emocionales amplias y diversas. Éstas pueden ser nutri-
das por largos procesos de acompañamiento o por pequeñas y efímeras manifes-
taciones de solidaridad. En este trabajo reflexionamos sobre el poder del testimonio
ÉPOCA , NÚM .

para sembrar cuestionamientos sobre las expresiones de violencia y sus consecuencias,


así como para despertar empatía. Sugerimos que eventos como éstos pueden
convertirse en semilleros de comunidades emocionales con un impacto profundo.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Nos preguntamos de qué forma estas expresiones de solidaridad se conectan con


comunidades emocionales más amplias, con una cotidianidad organizativa propia.
Consideramos que la construcción y el fortalecimiento de estas comunidades
emocionales pueden ofrecer espacios de crecimiento, aun en el contexto de profundas
tragedias personales y sociales.

Comenzamos explicando el concepto de comunidades emocionales propuesto por


la antropóloga colombiana Myriam Jimeno en el segundo lustro del nuevo mile-
nio en contraste con el planteado por la historiadora norteamericana Barbara
Rosenwein en la misma época. En un segundo momento, compartimos la crónica
de un evento que consideramos semillero y detonador de comunidades emocionales:
la presentación del libro editado por Javier Sicilia1 y Eduardo Vázquez Martín,2 titulado

1
Javier Sicilia es poeta y activista. En mayo de 2011, luego del asesinato por parte del crimen
organizado de su hijo y seis de sus amigos en Temixco, Morelos, México, Sicilia encabezó la Marcha
por la Paz de la ciudad de Cuernavaca, capital del estado de Morelos, a la Ciudad de México, que
desembocó en la formación del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
2
Eduardo Vázquez Martín es promotor cultural, poeta, guionista y editor.
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 101

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad,3 que se llevó a cabo en las fosas de
Tetelcingo, lugar donde se hallaron más de un centenar de cuerpos y restos no
identificados. Situamos este evento, es decir la presentación del libro, en el contexto
de violencia que marca la cotidianidad del México contemporáneo. Finalmente,
concluimos con una reflexión sobre las posibilidades y limitaciones de eventos como
el descrito para crear conciencia sobre la violencia extrema y la impunidad.

Comunidades emocionales

El concepto de “comunidades emocionales”, aún en construcción, fue acuñado de

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.


forma simultánea por la antropóloga colombiana Myriam Jimeno y por la historiadora
estadounidense Barbara Rosenwein (segundo lustro de este milenio). A pesar de eso,
no se refieren a lo mismo. Myriam Jimeno vincula, en su propuesta, lo emocional con
la denuncia política, la solidaridad, el acompañamiento y la empatía en contextos de
extrema violencia. A la vez, articula éstos con la producción académica de conocimiento.

Jimeno inició su exploración en 1991, investigando la relación entre cultura, violencia,


cognición y emociones en los homicidios entre parejas en Brasil y Colombia (2001),
aunque todavía sin haber acuñado el término de “comunidad emocional”. Esta
experiencia la hizo observar analíticamente su empatía personal con las víctimas de

ÉPOCA , NÚM .
violencia íntima e incorporar en sus textos reflexiones iniciales al respecto. Poste-
riormente, junto con un equipo de trabajo integrado por estudiantes de antropología
de la Universidad Nacional de Colombia, Jimeno acompañó a sobrevivientes

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


–miembros del grupo étnico Nasa– de una masacre ocurrida en el Cauca en 2001,4
en su traslado a una nueva comunidad llamada Kitek Kiwe, entregada por el gobierno
en otra parte de la región del Cauca, donde empezarían una nueva vida. El
acompañamiento de estos antropólogos no se limitó a aspectos académicos, sino
que buscó contribuir al proceso organizativo de los desplazados.

En el contexto de esta interacción entre investigadores y la comunidad nasa, Jime-


no desarrolló el concepto de “comunidades emocionales” para describir las relaciones

3
El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJYD) surgió en 2011 ante el llamado del poeta
Javier Sicilia –cuyo hijo Juan Francisco fue asesinado por integrantes de la delincuencia organizada–
a la sociedad mexicana a expresarse y manifestarse contra la violencia proveniente tanto del crimen
organizado como del Estado. El MPJYD ha demandado al Estado mexicano esclarecer los asesinatos
y desapariciones forzadas; nombrar a las víctimas de estos delitos; poner fin a la estrategia de
guerra; combatir la impunidad y la corrupción que corroe los distintos niveles de gobierno; rastrear
las ganancias del crimen organizado; ofrecer atención especial a la juventud, y fomentar la democracia
participativa. Consultar la página web <http://www.mpjd.mx/historia/>.
4
Región del sur occidente de Colombia, cerca del Río Naya.
102 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

sociales, emocionales y políticas establecidas con líderes de Kitek Kiwe. Jimeno explica
en una entrevista que la comunidad emocional:

[…] se produce en el proceso de narrarle a otro, atestiguar para otro, un sufrimiento


vivido y lograr que el otro se identifique en ese sufrimiento a través de un relato,
una narrativa. A veces es una narrativa escénica, a veces es una narrativa ritual, a
veces es una narrativa política. Lo que argumento es que esa narrativa política
adquiere verdadero efecto cuando construye comunidad emocional. Es decir, cuando
el dolor de la víctima no queda particularizado en la víctima, sino es extendido a
otras audiencias que permiten identificar y conmoverse profundamente y que eso
es un vínculo político, no simplemente una compasión momentánea, sino que se
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

traduce en un vínculo político que puede ayudar a acciones reivindicativas: en pro


de encontrar justicia, en pro de castigar a los culpables, en pro de saber qué ocurrió,
en pro de la verdad, en pro de que las víctimas sean reparadas de una manera
integral (Jimeno y Macleod, 2014).

Este concepto de “comunidades emocionales” en contextos de extrema violencia


pone en el centro no sólo a las víctimas, como colectivos, sino la relación y efecto
que tienen sobre otras personas –público, universitarios, académicos– en su proceso
organizativo y luchas por la justicia.
ÉPOCA , NÚM .

Por su parte, Barbara Rosenwein, en su trabajo como historiadora, desarrolla una


reflexión distinta en torno al mismo concepto. Ella analiza el periodo medieval
temprano, y posteriormente abarca el periodo 600-1700 en Europa. Afirma que:
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

[…] una comunidad emocional es un grupo en el que las personas tienen una apuesta,
intereses, valores y metas comunes. A menudo se trata de una comunidad social.
Pero también podría ser una “comunidad textual” creada y reforzada por ideologías,
aprendizajes y supuestos comunes. A través de su mismo vocabulario, los textos
ofrecen parangones de emociones, tantos de aquellas que son descalificadas como
las emociones que son valoradas (Rosenwein, 2006:24 y 25).

Los grupos que identifica incluyen familias, gremios, monasterios, parlamentos, en-
tre otros. Sin embargo, no homogeniza a estos grupos ni a las emociones
experimentadas. Como historiadora, esta diversificación la llevó a buscar diferentes
tipos de indicadores, además de los archivos escritos, para identificar las emociones
presentes en la edad medieval. Para ello, buscó diferentes fuentes y rutas meto-
dológicas, incluyendo el análisis del lenguaje corporal. Rosenwein explica:

Encontrar una palabra de emoción en un texto es sólo el primer paso. Luego es


necesario indagar sobre la frecuencia y el contexto de su uso, si conlleva un sentido
de género, [y analizar] la manera en que se expresa (con fuerza, suavemente, con
algunas manifestaciones somáticas, como ruborizarse, entre otras). Si se utiliza este
método para cada emoción frecuentemente utilizada (explicitando además las emo-
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 103

ciones que faltan al parecer), eventualmente deberán emerger patrones –los contornos
de una comunidad emocional (Rosenwein entrevistada por Plamper, 2010:254,
traducción propia).

Este abordaje resalta las emociones en los individuos y sus relaciones con su entorno,
dentro de los grupos afines (comunidades emocionales), en la vida cotidiana.
Curiosamente, la noción de “comunidades emocionales” acuñada por Rosenwein es
la más conocida en el mundo académico latinoamericano dedicado a estudiar las
emociones desde una perspectiva sociológica. Las diferencias entre las propuestas
de estas dos autoras no son menores. Mientras que Rosenwein agrupa a personas
con ideas, gustos e intereses comunes, logrando así romper con la homogeneidad

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.


impuesta por la historiografía, Jimeno pone el énfasis en las maneras en que las
víctimas de situaciones de extrema violencia crean lazos con otras personas –aca-
démicos, funcionarios públicos, activistas sociales, entre otros– en sus luchas por la
reparación y justicia social. La noción de Jimeno también enfatiza la memoria de un
trauma colectivo o acto de extrema violencia, y la agencia social o capacidad de
sobreponerse a ello. A la vez es un concepto relacional –además de intragrupal– que
crea lazos con personas que no son víctimas, con énfasis en la solidaridad y la denuncia
político-emocional. Finalmente, invita a la academia no sólo a involucrarse con las
realidades traumáticas de violencias, sino de incluir las emociones –tanto de las víctimas

ÉPOCA , NÚM .
como las de los mismos investigadores– en su trabajo de producción académica.

En ese sentido, afirmamos que las emociones constituyen un área de conocimiento

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


a menudo obviada en la producción científica dado el paradigma de la lógica, razón
y “objetividad”, propios del positivismo y de la tradición occidental. Argumentamos
que, al estudiar temas como las violencias sin incluir la dimensión emocional, se
restringe la posibilidad de lograr una comprensión más profunda de una problemática
tan compleja y multifacética. Las emociones funcionan también como formas de
aproximarse a la realidad, como herramientas de conocimiento que deben ser
exploradas en términos metodológicos.

Finalmente, dado que se trata de un concepto en construcción, las “comunidades


emocionales” han dado lugar a otras formas de teorizar las “comunidades político-
emocionales”, “comunidades político-emocionales estratégicas” y “comunidades afec-
tivas” (Macleod y De Marinis, 2018). En este artículo quisiéramos llevar el concepto
un paso más allá, con la sugerencia de que determinados eventos pueden ser semillero,
o detonadores, del tipo de comunidad emocional desarrollado por Myriam Jimeno.

Para ejemplificar esta propuesta, retomamos la presentación de un libro sobre el


Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJYD) llevada a cabo en las fosas
“clandestinas” de Tetelcingo, en el estado de Morelos, México, evento al que acudieron
familiares en búsqueda de sus seres queridos desaparecidos, así como miembros de
104 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

la comunidad de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Es preciso


señalar que se trata de un ejemplo entre muchos, como podrían ser la reunión que
sostuvo Elena Poniatowska con sobrevivientes del terremoto de 1985 y familiares de
los desaparecidos de Ayotzinapa (Stephen, 2018); el acto de la Federación de Fami-
liares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM) en noviembre 1983, con el impactante
testimonio de la catequista maya guatemalteca Carmelita Santos, en su llamado urgente
a poner fin a las atroces masacres perpetradas por el Ejército en las comunidades
indígenas,5 o el evento que desarrollamos en la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) en mayo de 2014, a un año de la histórica –y truncada– sentencia por
genocidio y crímenes de lesa humanidad contra el general Efraín Ríos Montt en
Guatemala. Estos eventos generaron intensas emociones y empatía en gran parte
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

del público, contribuyendo a procesos de toma de conciencia y de compromiso


social. El siguiente caso ejemplifica la fuerza de estos eventos.

Las fosas de Tetelcingo. Tristeza y solidaridad

La tarde del 3 de junio de 2016 un grupo de académicos y estudiantes de la Universidad


Autónoma del Estado de Morelos nos dirigimos a la comunidad de Tetelcingo,
perteneciente al municipio de Cuautla, en el oriente del estado de Morelos, a la
presentación del libro El Movimiento por la Paz con Justica y Dignidad, coordinado
ÉPOCA , NÚM .

por Javier Sicilia y Eduardo Vázquez Martín. Se trataba de un acto profundamente


simbólico, que tendría lugar donde estaban siendo exhumados más de cien cuerpos
depositados de forma poco clara, en marzo de 2014, por la Fiscalía General del
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Estado de Morelos. La existencia de estas fosas y la falta de pulcritud en torno a su


operación fueron denunciadas ese mismo 2014, en diciembre, por la madre de
Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, un joven comerciante “desaparecido” cuyos
restos fueron hallados ahí. Esta presentación del libro movilizó a grupos de familia-
res de desaparecidos –entre los cuales se encontraban los padres de los 43 normalistas
de Ayotzinapa (Reforma, 3 de junio de 2016)– de distintas partes del país en torno
a la recuperación de los cuerpos de sus seres queridos. Ellos consideraron que se
trataba de fosas clandestinas, que los cuerpos habían sido ocultados, mientras que el
gobierno del estado las llamaba fosas comunes. Las autoridades dijeron que en ese
lugar habían sido depositados 150 cadáveres, y luego especificaron que en realidad
eran 118; no todos estos cuerpos contaban con un expediente señalando las causas
de la muerte ni cómo los cadáveres llegaron a estar a cargo de la Fiscalía. Varios de
ellos habían muerto en circunstancias violentas, sin embargo, las causas y las

5
Carmelita Santos, catequista maya Achi’, pudo transmitir el horror casi innombrable de las masacres
que estaban teniendo lugar en las comunidades mayas del altiplano guatemalteco. La deshumanización
intencional, por parte del Ejército, de las víctimas torturadas, violadas y aniquiladas se resume en su
pregunta: “¿pero por qué nos matan como chuchos [perros]?”.
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 105

condiciones no fueron investigadas. En octubre de 2016 la Comisión Nacional de


Derechos Humanos (CNDH), en la recomendación 48/2016, concluyó que las
autoridades habían dado un trato indigno a los cuerpos, detectó irregularidades en la
integración de las carpetas y solicitó que fueran investigados 42 funcionarios estatales,
entre ellos Rodrigo Dorante, el exfiscal.

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.


ÉPOCA , NÚM .
La periodista Carmen Aristegui y el poeta Javier Sicilia en la presentación del libro
El Movimiento por la Paz con Justica y Dignidad
Comix/Dibujo: José Luis Pescador.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


Los presentadores del libro, la reconocida periodista Carmen Aristegui y Alejandro
Vera, en ese momento Rector de la UAEM, compartían la mesa con los coordinadores.
El activista y poeta Javier Sicilia inició: “Bienvenidos al infierno y a un acto de
dignidad, que es haber exhumado estos cuerpos y buscar a quién pertenecen […] el
objetivo es darles dignidad a las víctimas, volverlas sujetos sociales”.

Aristegui comentó: “estar aquí estremece”:

Las fosas de Tetelcingo son la expresión extrema de lo que puede suceder con la falta
de respeto a la vida y a la muerte; a lo más elemental de una civilización. Estas fosas
nos recuerdan que las peores cosas siguen ocurriendo, que hay fosas en todo el
territorio nacional; y que a las fosas producto de la acción criminal directa, hay
que agregar las que tienen un componente oficial; estas fosas en donde fueron depo-
sitados indebidamente, criminalmente, cuerpos sin orden, sin identificación, con una
profunda falta de respeto a su condición de seres humanos.

Se percibía tensión en el ambiente, la presencia de integrantes del Mando Único


(policiaco) resultaba intimidante y la gran cantidad de personas usando mascarillas
106 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

para protegerse de la toxicidad proveniente de las fosas generaba una sensación de


riesgo. Además, las exhumaciones habían producido fuertes diferencias entre el
gobierno estatal, el Ministerio Público de Cuautla, la Comisión de Derechos Humanos
del Estado de Morelos, Javier Sicilia y el Rector de la UAEM.6

La abuela del joven Navarrete Hernández7 habló del sacrificio que implica proporcionar
una educación a los hijos, pensando que así podrían vivir mejor que sus padres: “y
¿para qué?, ¿para que nos los quiten?”.8 La madre de Marazuba Teresa Valenzuela
Montes, una servidora pública desaparecida, explicó que su hija y algunos compañeros
de trabajo, comisionados para ir de Morelos a Durango, fueron secuestrados y desa-
parecidos a finales de noviembre de 2010. “Yo, como madre, solamente quiero que
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

me entregue a mi hija el gobierno. Porque con ese poder que tienen, yo creo que sí,
sí saben lo que hicieron con mi hija y sus compañeros”.

Roberto Villanueva, en ese momento a cargo del Mecanismo de Víctimas9 de la UAEM


e integrante del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad desde sus inicios,
recordó:

Antes de 2011 (fecha en la que inicia el MPJYD), no entendíamos qué estaba pasando.
Nuestra primera reacción fue comenzar a saber cuántas personas [se encontraban
ÉPOCA , NÚM .

desaparecidas]. Posteriormente, empezamos a dotarles de nombres, como activistas,


como acompañantes de familiares de víctimas y empezábamos a decir no sólo son
cifras, tienen nombre […] tienen también una identidad […] una historia que contar.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Villanueva compartió cómo surgió el MPJYD y explicó cómo éste había modificado la
forma en que la opinión pública estaba entendiendo a las víctimas de la violencia.
Recordó cómo la atención transitó de las cifras a las historias particulares.

La publicación presentada en aquel singular evento reúne textos de varios autores,


algunos de ellos integrantes del MPJYD, y busca reflexionar sobre ciertos momentos

6
Ante la pasividad del Ministerio Público, el entonces rector de la UAEM, Javier Sicilia y un grupo de
familiares de desaparecidos, entre otros, decidieron exhumar las fosas. Finalmente, se logró negociar
un acuerdo con el gobierno para establecer un proceso conjunto de exhumación.
7
El descubrimiento de las fosas de Tetelcingo se debe a los familiares de Oliver Wenceslao Navarrete
Hernández, quien fue secuestrado y luego asesinado en 2013. A pesar de que su cuerpo había sido
identificado por sus familiares, fue enterrado en una de estas fosas clandestinas o comunes. A
exigencia de la familia, se exhumó en diciembre de 2014, y los familiares pudieron atestiguar la
presencia de decenas de personas enterradas (Proceso, núm. 2075, 5 de noviembre de 2015).
8
Todas las citas en esta sección son transcripciones de las intervenciones durante la presentación
del libro.
9
El Mecanismo de Víctimas fue un programa bajo la dirección de Javier Sicilia cuando el Dr.
Alejandro Vera fue rector de la UAEM. Como sugiere su nombre, prestaba apoyo, sobre todo, a
víctimas de violencia, aunque no solamente a éstas, también a miembros de la comunidad universitaria.
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 107

de esa experiencia colectiva que logró transformar la indignación y el dolor en


propuesta. Este libro, así como otros, explicó Javier Sicilia, son: “[…] una herramienta
para cambiar la vida. Este libro da testimonio de una lucha, de un análisis crítico
también. Aquí se analizan defectos del movimiento para transformar la realidad bru-
tal de las víctimas, para transformar la realidad brutal de un Estado que produce
víctimas”.

Sicilia calificó como crucial el papel de la UAEM en las exhumaciones y consideró


central el apoyo dado por esa institución educativa a los familiares, por lo que afirmó
que las universidades deben ponerse al servicio de la sociedad.

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.


Varias emociones circularon en este evento: el dolor de todos los que hemos perdido
familiares en contextos de violencia tanto en México como en otros países; la empatía
de quienes no han tenido esa experiencia pero son capaces de entender qué significa;
el miedo que puede producir la cercanía de la muerte en su forma más cruda; la
fuerza que ofrece la conciencia de “no ser los únicos”; la incertidumbre que produce
la evidencia de hechos tan tremendos como los que se materializan en las fosas de
Tetelcingo. Estas emociones nos conectaron por un instante a casi todos los presentes,
y algunas de estas conexiones han permanecido a lo largo del tiempo, y han
trascendido lo vivido aquella tarde. La experiencia ensanchó la visión del mundo de

ÉPOCA , NÚM .
varios jóvenes presentes, removió los dolores del pasado y los conectó fuertemente
con las pérdidas y con las luchas de hoy.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


En este sentido, la comunidad de los familiares y sus muertos, de quienes los han
apoyado en el proceso de búsqueda de sus seres queridos, se ensanchó con la presencia
de quienes no “habitamos” actualmente esa experiencia pero estuvimos ahí, ofreciendo
solidaridad y presencia. La presentación del libro fue una suerte de acto pedagógico
(Bastian, 2018) que logró transformar el imaginario de algunos de los asistentes.

Las fosas de Tetelcingo se convirtieron en un “lugar de memoria” (Nora, 1989)


donde se ha cristalizado el recuerdo de los miles de desaparecidos en el contexto de
la guerra contra el narcotráfico en México, lugar que representa, que condensa, la
memoria colectiva. La presentación del libro también constituyó un evento en el cual
se entrelazaron diferentes dimensiones afectivas que trascienden los límites individuales
e incluyen el cuerpo, la materia, el tiempo y el ambiente, generando un sustrato que
involucra a la subjetividad (Navaro-Yashin, 2013).

El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad ha propiciado el procesamiento


colectivo de emociones, así como la consolidación de una comunidad sumamente
diversa compuesta por familiares de desaparecidos y por ciudadanos preocupados
por el momento que atraviesa México. Los familiares, en su búsqueda, han desarrollado
conocimientos especializados en labores forenses, han localizado fosas en distintas
108 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

partes del país y han sensibilizado a la ciudadanía acerca de las consecuencias de la


violencia como problema de todos y no únicamente de las víctimas y sus allegados.

Este proceso doloroso de darse cuenta y dimensionar –tanto en términos numéricos


como emocionales– la existencia de tantas víctimas directas e indirectas en México,
así como reconocer a las víctimas como seres humanos y entender el profundo e
irresuelto dolor de los familiares ante la incertidumbre del destino de sus seres queridos
ha ido creando comunidades emocionales entre familiares, así como entre el MPJYD y
los familiares. Roberto Villanueva lo resume claramente:

[…] hemos llegado a querernos mucho (se refiere a los familiares de las víctimas y a
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

quienes les han acompañado durante el proceso de búsqueda). Yo creo que eso es lo
principal del movimiento. Es un movimiento que ha nacido del dolor, como dice
nuestra compañera Araceli Rodríguez, el dolor lo ha convertido en causa. Nosotros
también, en ese dolor que nos han transmitido, hemos podido, bueno, primero que
nos acepten como sus acompañantes, como sus amigos, como sus confidentes, y
que a partir de ese espacio exigimos justicia todas y cada una de las personas como
sociedad.

Eventos como el descrito se multiplican a lo largo y ancho del país, expresando de


formas distintas los graves efectos que la violencia de los últimos años ha ocasionado.
ÉPOCA , NÚM .

En el siguiente apartado nos proponemos conectar la experiencia narrada con el


contexto amplio de las violencias que experimenta México.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

El contexto de las violencias en México

México atraviesa por una crisis marcada por la violencia descarnada y la constante
violación a los derechos humanos de la población. En los sexenios de los presidentes
Felipe Calderón Hinojosa y casi al final del de Enrique Peña Nieto, se han sumado,
según algunas estimaciones, 234 mil 996 homicidios dolosos.10 A la intensificación de
la violencia ejercida por parte de las distintas organizaciones del crimen organizado se
suma la de las distintas fuerzas del Estado. En los últimos doce años, México ha vivido
un proceso de militarización que ha significado mayor injerencia del ejército en todos
los ámbitos de la vida nacional. El presupuesto designado a la seguridad pública aumentó
en 60 por ciento entre 2008 y 2015, sin que disminuyera la impunidad11 y con el
aumento de la tasa de homicidios, entre otros.12 La presencia de grupos armados

10
Esto puede constatarse en la dirección electrónica <https://www.huffingtonpost.com.mx/2017/
11/23/pena-y-calderon-suman-234-mil-muertos-y-2017-es-oficialmente-el-ano-mas-violento-en-la-
historia-reciente-de-mexico_a_23285694/>.
11
Uno por ciento de los casos presentados se resuelven.
12
Véase la dirección electrónica <https://www.animalpolitico.com/2017/08/seguridad-gasto-
violencia-impunidad/>.
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 109

regulares e irregulares ha afectado la cotidianidad en áreas rurales y urbanas, de tal


forma que existen zonas del país que viven en una situación de violencia constante. En
el centro del país, las comunidades campesinas han sido especialmente golpeadas
debido a las dificultades, cada vez mayores, de desarrollar la agricultura; han sido también
presa de los distintos grupos criminales al ser vistos como mano de obra barata o
esclava. El desplazamiento forzado se ha convertido en un problema mayúsculo de
dimensiones aún no cuantificadas. En este marco, los grupos criminales parecen estar
fungiendo como mercenarios de las empresas extractivas que buscan garantizar su
funcionamiento en cualquier circunstancia. La Comisión Nacional de Búsqueda señaló,
a principios de enero de 2019, que hay 40 mil 180 desaparecidos en México. La
antropóloga Aída Hernández, integrante del Grupo de Investigaciones en Antropología

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.


Social y Forense, escribió en marzo de 2017: “El país parece estarse convirtiendo en
un gran cementerio clandestino, sin que a la fecha se finquen responsabilidades ni se
logre identificar la mayoría de los cuerpos encontrados” (La Jornada, 30 de marzo de
2017).

En este contexto, los entierros masivos adquieren connotaciones particulares. Las


fosas de Tetelcingo, en el mejor de los casos, son producto de la falta de sensibilidad
de los Ministerios Públicos (fiscales locales) y en el peor escenario indican la implicación

ÉPOCA , NÚM .
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Exhumaciones en las fosas de Tetelcingo


Comix/Dibujo: José Luis Pescador.
110 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

de funcionarios en la desaparición de personas. Los familiares organizados son quienes


se han abocado con mayor dedicación a la búsqueda de los desaparecidos, quienes
han localizado innumerables fosas clandestinas a lo largo y ancho del país. La
Universidad Iberoamericana (UIA) y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción
de los Derechos Humanos (CMDPDH) señalan que a finales de 2014 se habían hallado
fosas clandestinas en los estados de Baja California, Baja California Sur, Campeche,
Ciudad de México, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero,
Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, San
Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Yucatán y Zacatecas. La mayor cantidad
de fosas se han encontrado en Guerrero, Jalisco, Chihuahua, Coahuila y Tamaulipas.
“Estos cinco estados por sí solos concentran 62.56 por ciento del total de 390 fosas
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

registradas” (UIA y CMDPDH, 2017:32). Esta cifra aumentó notablemente en el informe


de las periodistas Alejandra Guillén, Mago Torres y Marcela Turati y el Quinto Elemento
Lab en noviembre de 2018,13 el cual advierte sobre la existencia de casi dos mil
fosas.

Siguiendo a Scheper-Hughes y Bourgois (2004), entendemos que la violencia es un


concepto escurridizo, desafía la definición y categorización. Hay violencia (in)visible,
(i)legítima, (ir)racional, fortuita/estratégica, pública y privada, así como productiva,
destructiva y reproductiva. Scheper-Hughes y Bourgois sugieren que se da más bien
ÉPOCA , NÚM .

un continuo de violencia que va desde lo más íntimo hasta lo público, desde el hogar
hasta espacios globales, en donde las diferentes expresiones están interconectadas.
Preferimos usar la noción de entramado de violencias para resaltar el carácter
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

interconectado de las violencias y el hecho de que el Estado juega un papel central


en la violación a los derechos humanos, ya sea por comisión o por negligencia,
incapacidad o indiferencia de cumplir con su obligación de proteger a la ciudadanía.

Una de las limitaciones de muchas investigaciones es que se concentran en una sola


dimensión de violencia, por ejemplo, la violencia de género o el crimen organizado,
sin estudiar las conexiones de éstas con otras expresiones de violencia. Pearce
(2006:45) sugiere que las formas de socialización y la construcción de espacios
públicos tienen dimensiones de género; estos producen y reproducen dinámicas
relacionales que se incrustan y perpetúan la violencia en las sociedades. Además de
la violencia directa, hay continuos o cadenas de violencia que van desde la violencia
estructural (Galtung, 2003), la del sistema político-económico, la violencia simbólica
(Bourdieu y Wacquant, 2014), en donde la dominación, las jerarquías y el insulto
internalizado son justificados y perpetuados, y la violencia normalizada o cultural
(Galtung, 2003), que incluye prácticas y discursos institucionalizados, valores culturales,

13
Para mayores detalles e información puede consultarse la dirección electrónica <https://
adondevanlosdesaparecidos.org/2018/11/12/2-mil-fosas-en-mexico/>.
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 111

ideologías, interacciones cotidianas y burocracia rutinaria, que convierten a la violencia


en invisible y producen la indiferencia social (Bourgois, 2009:20). Un abordaje
complejo, entonces, busca captar las diferentes dimensiones, expresiones e
interconexiones de violencia en un contexto determinado.

En los últimos lustros, los niveles de violencia, corrupción e impunidad en México


son comparables a los del triángulo norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras
y Guatemala). Elena Azaola (2012) hace una caracterización y resalta la interconexión
entre las violencias de siempre y las que se presentan con fuerza en la actualidad, así
como la insuficiencia de las políticas económicas y sociales para prevenir o reducir la
violencia. La violencia de siempre se dirige hacia niños y niñas, jóvenes, mujeres,

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.


ancianos; incluye la sexual, el feminicidio y violencia por preferencia sexual. También
incluye a la violencia en el noviazgo, en el ámbito laboral y hacia los migrantes
(Azaola, 2012:15-19). Al nombrar las violencias de siempre, que vienen de tiempo
atrás, Azaola las hace “visibles” y las desnaturaliza. Luego analiza la violencia de hoy,
en torno al narcotráfico y crimen organizado. De forma atinada, Azaola considera
como diferentes lados de la misma moneda, el crimen organizado y su combate
frontal por parte del gobierno de Felipe Calderón. Argumenta que, lejos de reducirla,
las políticas gubernamentales de combate al narcotráfico sólo intensifican los niveles
de violencia, en donde muchas de las víctimas son civiles.

ÉPOCA , NÚM .
La muerte de población civil fue considerada por el gobierno calderonista como
lamentables pero necesarios “daños colaterales”, lo cual refuerza la noción

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


agambeniana de que hay vidas desechables. Diferentes autores sugieren que la
estrategia gubernamental de combate frontal no sólo no ha disminuido el problema
del narcotráfico sino que además ha fomentado su incursión a otros negocios ilícitos.
Azaola sugiere que, para combatir más efectivamente la violencia y el crimen
organizado, el Estado debería aumentar su inversión en políticas públicas y sociales
en las áreas de educación, salud, empleo, con énfasis en políticas dirigidas hacia
jóvenes, para reducir la creciente desigualdad y mejorar el bienestar de la población.
Si algo aprendió el presidente Peña Nieto de la experiencia de su antecesor Calderón
Hinojosa, no fue la necesidad de reducir los presupuestos para armas y fuerzas públicas
para invertir en políticas públicas para la sociedad civil, como lo recomienda Azaola;
por el contrario, la lección aprendida parece ser que hay que mantener menos
informada a la población14 y limitar el acceso de observadores internacionales.15

14
Dos ejemplos ilustrativos de la estrategia de no informar incluyen la remoción de la periodista
Carmen Aristegui y su equipo de periodismo investigativo y la omisión de informar sobre la
desaparición forzada. Según Amnistía Internacional (2015), la cantidad de personas desaparecidas
en menos de dos años de la administración peñista representa el 60 por ciento de las desapariciones
durante el sexenio de Felipe Calderón.
15
En marzo de 2016 el gobierno mexicano negó la visita al país a Juan Méndez, Relator Especial
112 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

Entre 2006 y 2011 se incrementó 50 por ciento el gasto en seguridad del gobierno
federal. En los once años transcurridos desde 2006 hasta 2018, con el apoyo
económico de Estados Unidos, se han construido bases, impulsado campañas de
reclutamiento, desplegado innumerables operativos y reformado las leyes para ofrecer
un marco de acción más amplio y protección a los militares.

Según diversas organizaciones no gubernamentales de derechos humanos que se


han opuesto a la Ley de Seguridad Interior, aprobada a finales de 2017, ésta fomenta
la intervención militar, no establece controles para el respeto de los derechos humanos
e imposibilita toda transparencia al considerar confidencial toda la información sobre
la seguridad. Esta ley fue invalidada por la Suprema Corte de la Nación.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

A más de 10 años de la declaración de guerra del presidente Calderón, analistas


como Javier Sicilia explican que incrementar el protagonismo del ejército ha implicado:
1) el aumento de su presupuesto en detrimento de la educación y la cultura; 2) el
incremento de la violencia y la multiplicación de las violaciones a los derechos humanos.
La violencia de los cárteles en vez de disminuir ha aumentado y se ha sumado a la
ejercida por los propios militares; 3) el aumento de la capacidad comercial del
narcotráfico, y 4) el narcotráfico ha infiltrado las fuerzas militares y policiales, así
como las estructuras de gobierno en sus tres niveles (municipal, estatal y federal).
ÉPOCA , NÚM .

Una de las consecuencias más dramáticas de la militarización ha sido la intensificación


de la represión a los defensores de derechos humanos y luchadores sociales. El
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas16 (CAPISE) ha


documentado los vínculos entre la militarización y la multiplicación de ofensivas del
Estado contra la resistencia indígena y campesina –particularmente en Chiapas, pero
también en otros estados como Oaxaca, Guerrero, Puebla, Veracruz, Baja Califor-
nia, Morelos. Una constante ha sido el despojo de tierras, los desalojos forzados y la
fabricación de delitos.

Edgardo Buscaglia identifica los elementos clave que han conllevado a la escalada de
violencias y crimen organizado en México, en especial: la corrupción, la impunidad
y las grandes deficiencias en el sistema de justicia. Identifica veintidós tipos de delitos
económicamente rentables en México que incluyen, entre otros, el tráfico de seres
humanos y armas, prostitución forzada, piratería, extorsión, contrabando y porno-

sobre Tortura de las Naciones Unidas. <http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/politica/


2016/03/26/niegan-visita-relator-de-tortura-de-la-onu>.
16
Para mayor información véase la dirección electrónica <http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/
fichas/ficha.php?entidad=Agentes&id=9809&opcion=descripcion>.
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 113

grafía infantil (Buscaglia, 2013:19). Para contener al crimen organizado, y en


consonancia con la Convención de Palermo de las Naciones Unidas,17 recomienda
cuatro áreas de intervención: a) lograr un sistema judicial eficaz y respetuoso de los
derechos humanos; b) crear políticas de prevención social que incluyan inversión en
salud, educación, empleo, con atención especial hacia los jóvenes; c) prevenir y
castigar la corrupción política, y d) desmantelar el patrimonio de los grupos delictivos
en el sector empresarial (formal-legal) de la economía (Buscaglia, 2013:21 y 22).

En Morelos, la violencia se ha caracterizado por una alta tasa de homicidios, secuestros,


“derecho de piso” o extorsiones, así como robos y asaltos (Macleod, Mindek y Ramírez,
2016). Pero Morelos también se ha destacado por el feminicidio, convirtiéndose en

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.


el segundo estado en el país en crear una Alerta de Violencia de Género contra las
Mujeres (AVGM). Ésta fue declarada en agosto de 2015 para los siguientes municipios:
Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec
y Yautepec.18

Reflexiones finales: frente a la violencia, comunidad y conciencia

Las comunidades emocionales exploradas por Myriam Jimeno se refieren a relaciones


estrechas que se van tejiendo entre víctimas de una masacre y otros actores sociales.

ÉPOCA , NÚM .
En el caso de Kitek Kiwe la reflexión giró principalmente en torno a la relación con
su grupo académico, y sólo se hace mención a otros actores sociales nacionales y de
la región que mantienen vínculos –unos estrechos, otros más distantes– con la

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA


organización de indígenas desplazados. En el caso de las fosas de Tetelcingo, la co-
munidad emocional más densa es aquella integrada por los familiares de los
desaparecidos y quienes los acompañaron solidariamente durante toda su lucha
–entre ellos, el Mecanismo de Víctimas de la UAEM y algunas figuras públicas como el
poeta Javier Sicilia.

Quienes estuvimos en la mencionada presentación del libro quizá no habitemos esa


comunidad emocional de manera permanente, pero vimos sacudida nuestra conciencia
al escuchar las poderosas narraciones de los familiares. Fuimos testigos de sus
experiencias de dolor y llevamos ese testimonio con nosotros.

Algunos estudiantes del público asistente se mostraron impactados, conmovidos e


indignados; otros observadores quizá sintieron únicamente una compasión momen-

17
La Convención de Palermo o Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional de la
ONU fue creada en 2000 y entró en vigor en 2003. México es signatario de la convención desde su
aprobación en el Senado de la República, en octubre de 2002.
18
Para mayor información consúltese la dirección electrónica <https://www.gob.mx/inmujeres/
acciones-y-programas/alerta-de-violencia-de-genero-contra-las-mujeres-80739>.
114 MORNA MACLEOD Y ÁNGELA IXKIC BASTIAN DUARTE

tánea, y quizá hubo quienes sintieron incluso incomodidad y rechazo. Para activistas
y académicos con largas trayectorias de compromiso social, el evento cristalizaba y
sintetizaba muchas experiencias. Para otros, como las y los más jóvenes, este evento
contribuyó, quizá, a fortalecer su compromiso social. En eso radica la fuerza y el
potencial transformador de este tipo de eventos: pueden fungir como acto detonador,
como elemento vital en la transformación de las explicaciones sobre el mundo.
Consideramos que el evento mencionado funcionó como acto pedagógico, como
forma de transmitir memoria y conocimiento, y sugerimos que eventos como este
pueden convertirse en semilleros de comunidades emocionales, en procesos más
largos de toma de conciencia y compromiso social.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 99-116.

La presentación del libro Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que tuvo
lugar en las fosas de Tetelcingo fue un acto altamente performativo y con un valor
pedagógico importante. En la escena descrita al principio del presente texto
encontramos elementos que nos permiten reflexionar sobre la función de los
testimonios compartidos por los familiares y de las reflexiones expuestas por los pre-
sentadores del libro como detonadores de una conciencia crítica frente a la impunidad
y la deshumanización de las víctimas. Así, estos actos y relatos de performance
pública pueden tener un lugar en la creación de comunidades emocionales a través
de los testimonios, de apelar a lo emocional como acto político, la indignación y
ÉPOCA , NÚM .

otras emociones que circulan y pueden causar impactos imprevisibles.

Presenciar aquella escena nos invitó también a reflexionar acerca del lugar de las
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA

emociones en estos actos de memoria. A ese espacio cargado de sentido nos


convocaban la solidaridad y el dolor, y esto nos ayudó a reconocer la importancia de
lo emocional, no sólo como dimensión marginalizada en los análisis sobre las violen-
cias y la memoria sino como punto de partida para la acción, para la búsqueda de
justicia y reparación. Nos referimos a las emociones de los familiares y sus acom-
pañantes, pero también a las de todos los presentes: investigadores, profesores,
estudiantes, medios de comunicación, entre otros.

Hemos partido del concepto –aún en construcción– de comunidades emocionales


como espacios político-afectivos donde se articulan las emociones con la denuncia
política y las demandas por la justicia, espacios de solidaridad y empatía, e incluso de
producción de conocimiento. Reconocemos aquí una fuente potencial de enrique-
cimiento para la academia que ensancha no sólo los ámbitos de estudio, sino que
abre la oportunidad de reflexionar sobre el carácter situado de nuestro quehacer,
que añade lo emocional a lo científico.

Sugerimos que los eventos que cobran una fuerte intensidad en su forma de denunciar
crímenes de lesa humanidad cometidos por el Estado o atrocidades realizadas por
–o entre– grupos del crimen organizado pueden constituirse en semilleros o deto-
COMUNIDADES EMOCIONALES, VIOLENCIA Y “FOSAS CLANDESTINAS”: SOLIDARIDAD... 115

nadores de la toma de conciencia, así como para la creación de comunidades


emocionales. En tiempos de extrema impunidad y violencia no se puede dejar la
justicia al aparato jurídico inoperante. Son momentos en que las denuncias, los
testimonios, la solidaridad y el acompañamiento a las víctimas directas e indirectas
por parte de la sociedad civil –y de la academia– adquieren una importancia crucial.
Un reto para la academia es buscar las formas de captar esta amplitud de experiencias
–y no sólo cifras y análisis fríos– e integrarse a nuestra producción de conocimiento
como investigadores comprometidos con la dignidad humana y la justicia social.

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Recibido: 20 de junio de 2018


Aprobado: 26 de noviembre de 2018
117

Pandillas transnacionales:
desbordamientos territoriales
Gangues transnacionais: desdobramentos territoriais

Transnational gangs: territorial overflows

Hugo César Moreno Hernández*

Resumen
El fenómeno de las pandillas transnacionales en Centroamérica y Estados Unidos se ha
convertido en una de las principales preocupaciones de seguridad nacional. Al considerar a las
pandillas como amenaza para la seguridad nacional en lugar de atender esto como un asunto
de seguridad pública, los gobiernos encontraron una razón suficiente para justificar la
militarización y así iniciar un proceso de transformación mediante el cual las pandillas pasaron
a ser enemigas de la sociedad, considerando a sus miembros menos que ciudadanos. De esta
manera, la guerra pandillera se vincula con la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico. En
El Salvador, la situación actual presenta niveles de violencia homicida tan altos como en
los noventa. El objetivo del presente artículo es mostrar cómo el tratamiento puramente
criminalizador del fenómeno ha invisibilizado a los jóvenes creando en el resto de la sociedad
la sensación de que se trata sólo de “criminales”.
Palabras clave: violencia, jóvenes, pandillas transnacionales, violencia social.

Resumo
O fenômeno das gangues transnacionais na América Central e Estados Unidos tem se tor-
nado uma das principais preocupações de segurança nacional. Ao considerar as gangues
como ameaça para a segurança nacional, em lugar de ser tomado como um assunto de
segurança pública, os governos alcançaram uma razão suficiente para justificar a militarização
e, assim, iniciar um processo de transformação das gangues, convertendo-as em inimigos,
isto é, abaixo de cidadãos. Desta maneira a guerra das gangues se intersecta com a guerra
contra o terrorismo e os traficantes de drogas. Em El Salvador, a situação atual apresenta
níveis de violência homicida mais altos desde a década de noventa. O objetivo do presente
artigo é mostrar como o tratamento puramente criminalizador do fenômeno tem tornado os
jovens invisíveis, criando a sensação no restante da sociedade que se tratam apenas de
“criminosos”.
Palavras chave: violência, jovens, gangues transnacionais, violência social.

* Doctor en Ciencias Sociales y Políticas, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, Benemérita


Universidad Autónoma de Puebla, México. Profesor en la misma institución. E-mail: <hcmor@
hotmail.com>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.
118 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

Abstract
The transnational gang phenomenon in the United States and Central America has become
a major concern to national security. Once considering gangs as a threat to national secu-
rity, instead of treating it as a matter of public security, governments rationalize and justify
militarization of society. So, they begin a process of making gangs enemies of society and
they treat gang members like second class citizens. Thus, war against gangs becomes a war
against terrorism and drugs traffic. The current situation in El Salvador looks bleak, as
homicides have reached the levels of the 1990s. The goal of this article is to show how this
purely criminalizing view has made our youth uncounted and has broaden the believe that
they are only “criminals”.
Keywords: violence, youth, transnational gangs, social violence.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

Introducción

El principal objetivo de este artículo es comprender el fenómeno de las pandillas


transnacionales, en particular, como una forma social propia del sistema de
organización capitalista contemporáneo, el cual impulsa, por diversos factores
–siendo la violencia económica uno de los principales– la desterritorialización de
miles de seres humanos mediante la migración irregular. Si bien en este artículo se
aborda el fenómeno desde la manera en que dos pandillas han desbordado las
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

fronteras y el ejercicio de la violencia –la Pandilla o Barrio 18 y la Mara Salvatrucha


13 (MS13)– no se trata de las únicas pandillas transnacionales, pues existen otras
como los Latin Kings, los Ñetas, Vatos Locos o Aztecas, Artistas Asesinos, etcétera.
Sin embargo, la Barrio 18 y la Mara Salvatrucha 13 han protagonizado una rivalidad
que ha provocado reacciones gubernamentales en el Triángulo Norte de Centro-
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

américa y ha recrudecido la violencia en las primeras décadas del siglo. El tratamiento


del fenómeno ha sido casi exclusivamente criminal, omitiendo que se trata de un
fenómeno mucho más complejo que meras actividades de delincuencia organizada.
De ahí que el enfoque desde el cual se echa a andar el análisis inicia con desechar
la asimilación de estas pandillas con la delincuencia organizada internacional y con
el terrorismo. Tal asimilación sólo ha permitido el aumento de la violencia, en
particular en El Salvador.

Nota metodológica

Este artículo es una breve presentación sobre procesos de investigación que


comenzaron en 2008, cuando inicié la búsqueda de informantes. El primer
acercamiento al fenómeno buscaba desentrañar cuáles eran las cualidades políticas
de las pandillas transnacionales. El supuesto que me orientó era que las pandillas
transnacionales tenían un potencial de contrapoder capaz de impulsar cambios
políticos y sociales. A este contrapoder lo concebí con cualidades corrosivas, ácidas,
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 119

en la medida que no se sostenía en ideologías políticas o perspectivas de cambio


social, sino sólo en la supervivencia de los pandilleros. De alguna manera, las pandillas
sí lograron cambios políticos, sobre todo en lo que posteriormente trabajé como
dispositivo de desciudadanización, esto es, la comprensión de la pandilla como pura-
mente criminal ha permitido al Estado salvadoreño crear leyes que permiten arrebatar
derechos políticos a amplios sectores de la sociedad bajo el pretexto de la seguridad
nacional. En 2009 tuve la oportunidad de visitar San Salvador y otras ciudades
cercanas para encontrarme con pandilleros, descubriendo que para ese momento
existían dos categorías: pandilleros calmados y pandilleros activos. Gracias a mi relación
con la organización Homies Unidos de El Salvador, organización que nació en 1997

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


y desafortunadamente desapareció en 2014 (aunque persistió un poco más, pero sin
realizar trabajo real con la población pandillera, gracias al ahínco de Luis Romero, su
último director y quien hasta el último día de su vida, en octubre de 2016, trató de
revivirla), logré comprender cómo viven los pandilleros y cómo se expande
simbólicamente el barrio. Debido a que Homies Unidos trabajaba de cerca con pan-
dilleros de la 18, pude acercarme más a miembros de esta pandilla, incluso con
jóvenes activos. Pero entrevisté a veteranos que ingresaron al barrio en la década de
los ochenta, a adultos jóvenes en sus treinta años y jóvenes veinteañeros y menores
de edad. Trabajar con una pandilla, en este caso con los números (18), pone en
riesgo la vida si un miembro de las letras (MS) identifica “colaboración” con los

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


“enemigos” y viceversa. Aun con este riesgo, pude entrevistar a un joven MS calmado.
Los resultados de esta investigación me permitieron caracterizar a las pandillas
transnacionales como un lugar social/comunitario, donde convive la pulsión por
establecerse en el territorio a través de las clicas y la existencia del barrio más allá de
los límites de la colonia, la provincia o el país (Moreno, 2010 y 2014). Un dieciochero
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
lo es frente a su barrio vaya a donde vaya. Lo mismo pasa con los Maras Salvatrucha.

En 2011 visité otra vez San Salvador con el motivo de realizar un trabajo sobre
Homies Unidos (Moreno y Sánchez, 2018). En esa ocasión pude entrevistar a
pandilleros veteranos de la Mara Salvatrucha 13 y de la 18, así como visitar clicas de
la 18 en San Salvador y San Marcelino. Desde el principio ha quedado claro que las
pandillas tienen rutinas delictivas muy establecidas, que van desde robos a extorsiones,
pero en esta visita, después de que se declaró la ley de conscripción de pandillas, fue
más clara la mutación de los pandilleros, algo ya observado desde 2008, aunque
mucho más patente a través de la diversificación de sus actividades, tanto delictivas
como lícitas. En el primer caso, el narcomenudeo de crack y cocaína aumentó, no en
densidad como para pensar que las pandillas podrían competir contra las bandas
organizadas de narcotráfico, pero sí como una fuente más estable de ingresos; también
la extorsión se convirtió en una forma más estable para conseguir recursos. Ambas
formas, debido a la lucha y defensa del territorio, elevó la violencia en términos
cualitativos y cuantitativos. Al siguiente año, en 2012, ante tal aumento de la violencia
vino la tregua y yo volví en diciembre de 2013, cuando el proceso se deterioraba y
120 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

en las campañas por la presidencia, de izquierda y de derecha, se criticaba dicha


violencia acremente para ganarse el voto. En esa visita pude convivir con pandilleros
viejos y con jóvenes estudiantes de secundaria, no pandilleros, pero sí habitantes de
territorios.

En este artículo busco articular la metáfora del desbordamiento con relación a estos
grupos según se ha tratado el fenómeno en El Salvador, de manera puramente
criminal, como si se tratara de asfixiarlos hasta la muerte, tratando de exterminarlos
como si fueran elementos que no pertenecen a la nación, que no son ciudadanos y
como si no fueran producto de relaciones sociales más amplias y complejas que la
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

pura criminalidad. Esa asfixia sólo ha tenido el efecto de desbordar los límites que las
mismas pandillas se habían impuesto. Este desbordamiento inicia con la deportación
y continúa con el crecimiento de las pandillas, que ha sido constante. De ahí que si la
pandilla es, como he sostenido, un lugar social/comunitario, esto significa que ofrece
mucho más que una vida de violencia y crueldad, incluso más que respeto y poder,
ofrece una alternativa real de pertenencia y reconocimiento; y cuando se ha tratado
el fenómeno de otra manera permite a sus miembros, jóvenes y no tan jóvenes,
oportunidades que no se dan en el resto de la sociedad.

Este es el supuesto orientador de mi acercamiento al fenómeno: si la violencia


NUEVA ÉPOCA , NÚM .

pandillera ha aumentado en El Salvador, ha sido por el tratamiento puramente crimi-


nal de una forma social que responde a las carencias que experimentan miles de
jóvenes. Si hay una hipótesis (siempre un supuesto móvil que reacciona a los cambios
sociales) orientando específicamente este trabajo, es que las pandillas transnacionales
son un desbordamiento social que sirve para ocultar violencias estructurales más
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

lesivas, funciona para promover legislaciones desciudadanizantes y opera a favor de


políticas de control social.

Fuentes de información

Las principales fuentes de información son las entrevistas realizadas en distintos


momentos: en la Ciudad de México en 2008, cuando me reuní por primera vez con
Luis Romero de Homies Unidos de El Salvador; en 2009 en San Salvador y municipio
aledaños; en 2011 en San Salvador y San Marcelino; en 2013 en San Salvador; en
2014 y 2015 en la Ciudad de México, cuando invité a varias actividades académicas
a Luis Romero y por comunicaciones telefónicas y digitales con Alex Sánchez, así
como una visita a Los Angeles y Oxnard, California, en 2018. En estas visitas de
campo entrevisté a pandilleros calmados, aquellos miembros de pandilla que tienen
permiso de ya no participar en actividades de la pandilla –ya sean ilegales o que
tienen que ver con la vida cotidiana de los barrios– pero siguen siendo considerados
18 o MS. También me encontré con pandilleros activos, quienes “siguen en la juega”,
como dicen ellos, y con miembros de organizaciones civiles que trabajan con esta
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 121

población, así como con investigadores salvadoreños. Asimismo, se realizó una


investigación documental de estudios sobre el tema y material periodístico pertinente
para lograr una observación más amplia sobre un fenómeno que incluye a un amplio
sector de la población salvadoreña. No se trata de un trabajo que busque explicar
de una vez por todas el fenómeno, la criminalización y encarcelamiento masivo de
miembros de pandillas y que impone cambios constantes y complejiza el fenómeno
de manera que es imposible dar cuenta de él cabalmente en un documento como
éste. El objetivo es sólo describir cómo las pandillas transnacionales desbordan el
territorio y la violencia.

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


Desbordando el mapa

El fenómeno pandillero está imbricado en la sociedad capitalista, pues es debido a la


vocación desterritorializante de éste que las agregaciones entre pares, ya sea de
orden étnico o etario, crean espacios sociales donde los sujetos se reúnen defensi-
vamente, proliferando como un efecto no deseado de migraciones y desarraigos. La
pandilla, desde el clásico estudio de Frederic Thrasher (1973), deja ver su forma
“malévola”, inferior o subalterna, sucia y contaminante, al ser definida como grupo
intersticial, subproducto de las miserias generadas por las relaciones de producción
capitalista, pues las pandillas surgen en los intersticios, en los lugares “abandonados”

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


ocupados por jóvenes buscando pertenencia y sentido de existencia. La pandilla no
tiene, necesariamente, centro.

Recurriendo nuevamente a Thrasher (1973), la metáfora del intersticio resulta


provechosa para observar dónde surgen las pandillas. El Chicago de la década de los
treinta recibió migrantes de múltiples latitudes, quienes fueron reuniéndose según un ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
sentido de pertenencia étnica, creando espacio social en el sentido bourdieano, es
decir, gracias al cruce de capital cultural y económico. Esa reunión permitió la territo-
rialización de los espacios y, en la reunión y similitud de circunstancias, los sujetos
fueron ocupando espacios cuyo fin no era la aglomeración sino el tránsito, como la
calle, o espacios abandonados. De esta manera, la reunión que derivó en pandillas
tuvo un efecto de apropiación de los espacios que se definió por el grupo ocupante.
Así, las pandillas se definen según el lugar donde están asentadas. Es lo que llamo
pandilla “tradicional”: grupos de jóvenes que toman el nombre del lugar para
denominarse, como es claro con el Barrio o Pandilla 18.

Otro ejemplo interesante es el de la pandilla de la Colonia, en Oxnard, California: los


Colonia Boys, incluso modifican y definen como expresión de su presencia y
territorialización las gorras del equipo de futbol americano Cowboys de Dallas,
borrando la “w” para dejar Co boys, como referencia a Colonia Boys. Oxnard es un
municipio californiano con un alto porcentaje de población migrante de origen
mexicano, cuya presencia en la década de los noventa se aglutinaba en la Colonia.
122 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

Ante el crecimiento de la población se extendieron a otras partes de la ciudad,


estableciéndose en una zona donde el único referente era un McDonald’s. Cuando
los jóvenes iniciaron la pandilla de la zona, recurrieron a este referente para deno-
minarse McDonald’s Boys (notas de trabajo de campo, septiembre de 2018). Estos
ejemplos permiten observar lo que denomino pandilla tradicional, la cual está asentada
en un territorio específico de donde toma o da el nombre.

Respecto al fenómeno en Estados Unidos, el elemento étnico es definitorio para la


aparición de pandillas. Como me explicó un informante de Oxnard, las pandillas
están formadas por negros, latinos y blancos (notas de trabajo de campo, septiembre
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

de 2018), lo cual se puede observar también en otras latitudes. En el caso de


Latinoamérica, las pandillas tradicionales tienen la misma cualidad territorial, como
se puede observar en diversos estudios (Gomezjara, 1987; Marcial, 1997; Moreno,
2011; Perea, 2007; Reguillo, 1991). La pandilla “tradicional”, estacionada en su
territorio, hace una suerte de centro en la apropiación de la calle. Por su parte, la
pandilla transnacional1 no deja de articularse mediante el territorio, pero se convierte
en un vínculo, en un nombre, un número o unas letras, en una comunidad elegida.

¿Qué diferencia hay entre la pandilla tradicional de la transnacional? Las pandillas


que se abordan en el presente artículo son la expresión más compleja de lo que
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

denomino pandillas transnacionales: Pandilla o Barrio 18 y Mara Salvatrucha 13. El


carácter transnacional está dado por la expansión de estas pandillas (aunque no son
las únicas) más allá del lugar específico de su origen (Los Ángeles, California). Es
complicado datar el momento exacto de su aparición, pues los pandilleros mantienen
una historia oral que poco ofrece para establecer fechas específicas. Así pues, Barrio
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

18 es una pandilla antigua que surgió entre los cincuenta y sesenta del siglo XX,
integrada por jóvenes de origen mexicano. Fue creciendo más allá del territorio
donde apareció para extenderse en forma de clicas, subgrupos de Barrio 18 con una
territorialización bien delimitada. Por ejemplo, la clica de uno de mis informantes en
El Salvador que ingresó a Barrio 18 en Los Ángeles era la Shatto Park Locotes,
aludiendo al parque donde se reunía la clica. La Mara Salvatrucha 13 surge en la
década de los ochenta (aunque algunos pandilleros más cercanos al origen dicen que
apareció a finales de los setenta), formada en un principio por jóvenes salvadoreños
que migraron a Los Ángeles huyendo de la guerra civil en su país. Barrio 18 fue la
única pandilla que recibió salvadoreños sin que éstos negaran su procedencia (otras
pandillas recibieron salvadoreños, pero sin saberlo, pues éstos ocultaban su origen

1
Uso el término “pandilla transnacional” para incluir a pandillas que no necesariamente se llaman
a sí mismas pandillas, como los Latin Kings, que son nación, o los Ñetas que son asociación, o los
“sureños”, miembros de pandillas de ciudades de Estados Unidos que han sido deportados,
pertenecientes a pandillas que no trascienden aún sus fronteras.
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 123

para ser aceptados) y la MS13, como me explicó Alex Sánchez, director de Homies
Unidos Los Ángeles (comunicación personal, septiembre de 2018), se formó sólo
con salvadoreños donde éstos podían hablar y expresar su nacionalidad sin miedo a
discriminaciones.

Al ser pandillas integradas por salvadoreños, la 18 y la MS13 estuvieron, por un


tiempo, unidas en sus correrías por las calles de Los Ángeles. Sin embargo, por una
disputa que no es posible aclarar, se enemistaron y se enfrascaron en una guerra de
pandillas sangrienta que llegó a las calles de San Salvador. Esto fue posible debido a
que, después de los Tratados de Paz en 1992, las autoridades estadounidenses

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


deportaron a miles de jóvenes integrantes de estas dos pandillas, que habían empezado
a crecer y se había recrudecido la rivalidad entre ellas. La deportación es una
desterritorialización que permitió la transnacionalidad de estas pandillas. A diferencia
de las pandillas tradicionales, éstas no se asientan en un solo lugar y su sentido de
pertenencia se ancla simbólicamente en el nombre de la pandilla, incluso en el nombre
de la clica, como se puede ver en el siguiente extracto de entrevista a Pila y Jipi:

Entrevistador: ¿Cuál era tu clica en Los Ángeles?


Pila: Los Shatto Park Locotes.
Entrevistador: ¿Y en el Salvador?

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Pila: ¿En el Salvador? Para qué necesito clica si ya traigo la mía, o sea, la llevaré hasta
el día en que me muera, porque ahí me brincaron y ahí nací.
Entrevistador: ¿Y la tuya cuál es en El Salvador?
Jipi: Shatto Park Locotes, también.
Entrevistador: ¿La misma?
Jipi: Sí.
Entrevistador: ¿En El Salvador? ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
Jipi: Sí, de los bichos que llegaron al centro (comunicación personal, junio de 2008).

Lo que resalta aquí es esa pertenencia al barrio, a la pandilla que trascenderá fronteras
y territorios para asentarse ahí donde lleguen los pandilleros deportados. Pero también
surgieron nuevas clicas de cada pandilla en la medida que fueron extendiendo su
presencia en la ciudad y en otras provincias del país:

Yo fui uno de los promotores de aquí de San Marcos, de aquí de la ciudad de San
Marcos, aquí en San Salvador, que lideré un barrio de la mara, aquí en San Salvador,
los San Marcos Locos Salvatruchos, entonces, este, o sea, mucha gente me conoce
pues, aquí en el municipio, y pues iniciamos, mi primera clica los San Marcos Locos
Salvatrucha (Ugly, comunicación personal, diciembre de 2013).

¿Dónde empieza la transgresión más profunda de las pandillas transnacionales? La


resemantización de la palabra familia y el vínculo fraterno resulta una primera
transgresión, la filiación afianzada en una hospitalidad para con el amigo vinculado
124 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

por el barrio, por la pandilla. Jacques Derrida dice de la buena amistad: “nace de la
desproporción: cuando se estima o respeta al otro más que a sí mismo” (Derrida,
1998:81).

En la pandilla transnacional la amistad desborda la corporalidad y la consanguineidad


al representarse y sentirse en la pertenencia al barrio. Así lo dice Sombra:2 “se
siente la sangre, se siente la sangre que trae que sabes que es familia” (comunicación
personal, junio de 2009). La pertenencia se refiere a la idea de familia y
consanguineidad, desborda la filiación en el homeboy.3 Sombra otra vez: “Siempre
te van a preguntar de dónde eres y a qué perteneces. Como te digo, hay momentos
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

que vas a hablar con la verdad y hay momentos que vas a hablar con la mentira.
Porque tienes que abstenerte a lo que te respondan, porque no puedes lanzarte un
solo a rifar tu barrio, no sabes con qué te vas a enfrentar” (comunicación personal,
junio de 2009). Rifar el barrio, mostrar la filiación para imponer su presencia. Esto
supone el peligro de chocar con el enemigo y la impronta de defender el barrio con
la propia vida, “cuando se estima o respeta al otro más que a sí mismo” (comu-
nicación personal, junio de 2009), ese otro que es el hermano elegido, pactado
con la sangre, el dolor y la transgresión. “Pero, como te digo, es la misma forma y
tú sientes la vibra de si es hermano tuyo, pues sí vas a responder” (comunicación
personal, junio de 2009).
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

La pandilla desborda el tiempo, lo que Carlos Perea (2007) denomina “tiempo


paralelo”. El pandillero mide el tiempo precariamente y así se apropia de él. También
desborda los espacios públicos, sus reterritorializaciones son recodificaciones del
sentido político de la calle. Ésta deja de ser espacio para convertirse en territorio a
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

defender. La idea de filiación también excede al cuerpo, aparece en el rostro, en la


piel. Tatuarse el barrio es como si el pandillero dejara ver el rostro absoluto de la pan-
dilla, a grado tal que borrarlo es traición cuya pena es la muerte, porque significa
negar la pertenencia.

Pregunté a Gorila cuál podría considerarse la peor de las traiciones a la pandilla:


“Borrarte el barrio. Cuando viene alguien y te dice que te van quitar tu tatuaje, esa”.
La pertenencia absoluta a la pandilla no implica la continuidad de una vida violenta,
aunque la violencia siempre está sobre ellos. Pertenecer por siempre a la pandilla
implica el riesgo de mantenerse bajo la mira de los enemigos. Calmarse, evitar el
ejercicio de la violencia, el delito y la transgresión no significa dejar de pertenecer.
Gorila lo explica:

2
Para proteger a mis informantes, utilizo sobrenombres en cada cita.
3
Homeboy y homegirl son la manera como se dicen entre pandilleros de la 18. Los MS se dicen
mareros. Los pandilleros colombianos se dicen parceros, etcétera.
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 125

Ahora en las pandillas, cuando vos ejercés y sabés de que hay una regla y el que se
borra la pandilla se le considera eso, pero por qué pasó eso, porque hay muchos en
la pandilla que andan calmados trabajando, viviendo, diez, quince años, pero andan
sus tatuajes, o sea, que se les demostró empíricamente que sí se puede vivir y que no
es excusa eso, que mejor vengan, que no vengan por ese lado a ponerte la excusa.
Ahora, antes de entrar a la pandilla se conoce eso, el que no quiere aguantar con
eso… sí. Porque la mayoría tienen el ideal de que te metés a la pandilla y que te vas
a morir.

Ahora bien, el estilo cholo o tumbado (pantalones y camisas amplias, cabello al rape,
gorras o paliacates, etcétera) y los tatuajes, a partir del recrudecimiento de las políticas

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


criminalizantes, han desaparecido casi por completo. Los pandilleros más jóvenes ya
no se tatúan:

¿Te vas a manchar?


No, no me mancharía.
¿Por qué?
Porque, cómo se llama, porque así es más fácil, cómo se llama, porque la policía te
agarra, vea, y hay veces dicen: “no, este bicho no es nada porque va, no anda
manchado, vea”. Y los contrarios hay veces, hay veces te agarran, nombe, hay veces
dicen, nombe este bicho no es nada y en cambio uno vea, sabiendo vea, por eso

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


mejor no andar manchado (Orco, comunicación personal, junio de 2009).
Aja, o sea todo eso pasa hoy, y así no era antes, hoy tienen reglas de que hoy un
pandillero no puede andar como adicto, no puede andar todo flojo, o sea, con
pantalones tumbados, hoy no pueden andar tatuados, hoy tienen que andar lo más
decente posible, para apantallar, para no darse color de que está la pandilla ahí. Hoy
es más, como se puede decir, como que están más estudiadas las pandillas, ya vieron
que eso de andar todos flojos y todo eso, o sea, llama más la atención (Pay, ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
comunicación personal, junio de 2009).

La pandilla implica paralelismos, afueras, límites, contras respecto al resto de la


sociedad. No son exteriores, no son un afuera absoluto, sino relativo a las confluencias
de fuerzas sociales. La pandilla es una incorporación al margen, no sólo de lo
económico, a través de la marginación de la pobreza, sino también de lo político,
disminuyendo el estatuto de ciudadanía, sobre todo, de los jóvenes, de por sí un
tanto alienados de sus derechos políticos y, con esto, también despojados de la
posibilidad de exigir la garantía de sus derechos humanos.

La pandilla se vuelca sobre el barrio desbordado. La calle 18 desborda fronteras, no


con una forma de colonización, sino todo lo contrario, como expulsión, exilio,
segregación y marginación. La Mara Salvatrucha 13 lleva en el nombre de la pandilla
la desterritorialización (el 13 implica la pertenencia al sur de California, sur al que
también pertenece la 18 y la palabra Mara que redirige a El Salvador, pues se trata de
una palabra de uso corriente ahí), la territorialización y el sincretismo con la cultura
126 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

gang angelina (Salva de El Salvador, trucha del argot mexicoamericano o cholo). El


barrio existe en el margen y desde ahí se deja ver. El barrio, instalado en el tiempo
paralelo, ese otro tiempo, no signado por el minutero, rompe la línea dramática de
la modernidad, el futuro promisorio de orden y progreso, y el tiempo se detiene en
el presente.

Un pandillero activo,4 Caz, me explica la cualidad del lazo en la Pandilla 18, los
gestos que permiten el abrazo: “Nos identificamos por territorios men, nosotros
sabemos, ahí entra el tatuaje, vea, ahí nosotros sabemos, si usted porta un dieciocho
ya sabemos que es homeboy” (comunicación personal, junio de 2008). El gesto
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

dieciocho precisa del territorio y en la territorialidad abre portales para el movimiento


y el imaginario de raza, de filiación, de sangre que enlaza, ya sea la sangre amiga
derramada por vengar, ya sea la sangre por brotar en la venganza, “pues va y que
usted está ahí y yo le puedo dar la mano libremente porque usted y yo sabemos
que somos hermanos, no importa de dónde seamos, ambos sabemos que somos
raza y que estamos unidos por algo” (comunicación personal, junio de 2008). Al
igual que el imaginario de familia, la raza repercute en la fortaleza del lazo, en la
deuda con el homeboy, con el barrio que es sagrado, como asegura Gorila, la unión
de una raza orientada por el número y la guerra contra las letras, la otra pandilla, la
Mara Salvatrucha, que es otra raza, según Caz, “y nos confiamos pues, ya usted
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

verme el dieciocho, él puede confiar ya en mí, pues, ya sabe él que podemos confiar,
ya él me recibe, me trata bien, a veces me da dónde vivir, así es el barrio, así somos
nosotros, en cualquier lugar donde vayamos y hay homeboys de nosotros, nos reciben
bien, como de la familia, cabal” (comunicación personal, junio de 2008.).
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

Desterritorializaciones

Las pandillas transnacionales tienen el carácter de transgredir lo transnacional a


partir de movimientos migratorios forzados. La Pandilla 18 y la Mara Salvatrucha 13
se originan en Los Ángeles, California. Ambas son, como Pila, otro pandillero calmado
comentó y Gorila ratificó, deportadas. Se les deportó y con ellos iba la filiación
pandillera, la cual floreció en una especie de confederación pandillera que excede
colonias, ciudades y países. Caz, al afirmar que la Pandilla 18 conforma una raza,
deja ver cómo se desborda la ciudadanía negada, ya sea por la ilegalidad migratoria
o por el socavamiento de derechos políticos de los jóvenes a través de legislaciones
criminalizantes de la reunión y la apariencia pandillera en El Salvador:

Empezamos a crear algo que nosotros creíamos conveniente, lo que era el barrio
18 y en lo cual nosotros confiamos y creímos plenamente que somos una familia.

4
Se entiende por activo aquel pandillero que continua inmerso en las actividades de la pandilla.
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 127

Así ha sido que nos hemos venido acoplando nosotros, a compartir ideas, a sobrevivir
en un campo que muchos llaman una batalla, otros llaman una guerra, otros llaman
una familia, que nosotros llamamos una familia […] esto proviene de hace muchos
años atrás, men, hemos venido dependiendo de nuestra antigua raza, de los
indígenas, men, por eso somos raza, men, latina (Caz, comunicación personal,
junio de 2008).

Según diversas estimaciones, las pandillas transnacionales tienen en El Salvador unos


“60 mil miembros” (Diario1, 2015). La pandilla desborda el territorio, lo
desterritorializa, pero sin perder la articulación a través del territorio, “pero el territorio
de nosotros es aquí, el territorio donde nosotros estamos ahorita men, siempre

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


activos en el barrio” (Caz). La pandilla transnacional, como la pandilla tradicional,
toma forma a través de la transgresión, el territorio y el ejercicio de micropoder
localizado; sin embargo, la pandilla extendida, su confederación de subgrupos, clicas,
canchas o tribus, le confiere una capacidad de contrapoder inusitada. La pandilla
transnacional, como cualquier pandilla, no se identifica ideológicamente con un fin
político, una búsqueda programática, o un cambio social. A partir de eso estructura
una acción política propia sensible en la guerra de pandillas declarada desde los
ochenta en las calles de Los Ángeles y extendida al sur, alcanzando en Centroamérica
los niveles más brutales. A través de la imagen de la raza aparece la otredad a destruir.
Si bien a lo largo de las investigaciones que, como se menciona en la introducción,

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


han permitido recabar el testimonio de diferentes informantes de 2008 a 2018, se
ha observado que la rivalidad entre la 18 y la MS13 llega a expresiones de violencia
extrema, esto no significa sujetos cuyo proceso vital los ha llevado a otras experiencias
sociales. Los pandilleros calmados ven de manera distinta a los miembros de la
pandilla contraria, reconocen la irracionalidad de la violencia entre ellas e, incluso,
llegan a compartir espacios como iglesias, centros comunitarios y organizaciones ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
sociales. Tuve la fortuna de presenciar ejemplos de esto, cuando tuvimos una reunión
de trabajo en 2013 con la intención de buscar estrategias para revitalizar la
organización Homies Unidos de El Salvador (Moreno y Sánchez, 2018), donde
participaron miembros de la MS y la 18, quienes años atrás habrían podido convivir
bajo el mismo techo, o cuando comí pupusas junto a un viejo MS en San Salvador,
quien se declaró uno de los iniciadores de la pandilla en Los Ángeles, y Luis Romero,
el director de Homies Unidos, hoy difunto, y dieciochero “a morir” como él mismo
se definía, en 2011. Pero se trata de pandilleros viejos, veteranos de esa guerra sin
sentido. Los pandilleros activos con quienes pude platicar, incluso algunos no tan
jóvenes, identificaban en los miembros de “la otra pandilla” (referirse así, “la otra
pandilla”, denota asco ante la simple posibilidad de mencionar el nombre de los
rivales), una otredad sólo asible a través de su eliminación, incluso algunos pandilleros
calmados, no tan veteranos, como Sombra, no podían concebir la convivencia con
rivales. Es complejo determinar si la invención del enemigo crea la pandilla, es decir,
si a partir del enemigo la pandilla se articula para la defensa o es la actividad pandillera
128 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

la que lo enfrenta, irremediablemente, a otros grupos pandilleros. En el caso de la


guerra entre la Pandilla 18 y la MS 13, el inicio de las hostilidades es difuso.

Tanto Pila como Gorila ubican su origen en Los Ángeles, sin embargo, las versiones
son dispares. Pila se brincó5 en Los Ángeles, Gorila lo hizo en la cancha Tayni, en un
municipio cercano a San Salvador. En los motivos de Pila para brincarse no se
localiza la pandilla enemiga, es decir, la MS13. Por su parte, los pandilleros brinca-
dos en El Salvador ubican como uno de sus motivos principales a “la otra pandilla”.
Gorila relata sus primeros encuentros con el mundo pandilleril a través de la MS13,
pandilla que dominaba el territorio donde él vivía: “Pensaban que yo era pandillero
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

y me acosaban, me perseguían, me paraban, me levantaban la camisa y gran cuestión,


gran revisión. Me molestaba esa actitud” (comunicación personal, junio de 2009).
Caz identifica desde un inicio al enemigo:

Bueno, este, empecé a ingresar […] inicié esto porque teníamos enemigos, ve’a. La
otra pandilla que venía a matarlos, venían a matar gente conocida de nosotros, este,
empezaban a matar a nuestros familiares, a tocarnos cosas que eran de nosotros y es
por eso que nosotros empezamos a luchar también, a pelear matándonos unos a
otros, haciéndonos daño, como fuera posible, pues ganar una batalla, usté sabe que
en una batalla pasan muchas cosas (comunicación personal, junio de 2009).
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

De la misma cancha que Caz, Orco, un joven de 16 años, se integra identificando al


enemigo como uno de los principales motivos para su ingreso a la pandilla:

Yo entré a la pandilla a los quince años, y entré porque, por siempre rivalidades,
cuando uno estaba más pequeño nosotros jugábamos chibola y todo, y los contrarios
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

se venían a meter aquí, y como nosotros convivíamos con los dieciochos de aquí, no
nos gustaba que vinieran a molestar los contrarios de la otra pandilla aquí, en cambio,
y después nos fuimos viniendo a ellos, tratamos de hacer un grupo, y me fui metiendo
a ese grupo y fue así como me hice, pertenecí a eso.

La alusión a la “otra pandilla” como factor para ingresar a la pandilla supone un


conjunto de motivaciones ocultas. Los informantes buscan politizar su actividad
mediante la invención del enemigo, más allá de que dicho enemigo sea un mortal,
pues en diversas investigaciones, “el vacil”6 aparece como principal motivo para
pertenecer a la pandilla, además de razones provocadas por la incomprensión en la
familia, el respeto, etcétera.

5
El Brinco es como se denomina al rito de iniciación.
6
Juego, divertimento, desmadre, desafuero, libertad sin restricciones. En el estudio de 1996,
Solidaridad y violencia, el primer sondeo sistemático y representativo de los jóvenes pandilleros del
Área Metropolitana de San Salvador –que contó con la participación del Instituto Universitario de
Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana (UCA), las organizaciones Save the Chil-
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 129

Por politizar, en este contexto, entiendo la operación realizada por los pandilleros
para construir un enemigo que debe ser destruido. Se trata de una politización en
sentido puro, para recordar la fórmula de Carl Schmitt: “la distinción política específica,
aquella a la que pueden reconducirse todas las acciones y motivos políticos, es la
distinción de amigo y enemigo” (2009:56). Politizar la acción violenta de la pandilla
implica dar inteligibilidad a la guerra pandillera y expresa la dureza de la unión forjada
entre los homeboys. Es un juego de otredades: el otro amigo, hermano, homeboy,
perrito7 que se disuelve en cuanto individuo para devenir soldado, guerrero y la
Otredad, la otra pandilla, esculpida a través del odio visceral, ostensible en el asco
que provoca la sola mención de su denominación. A los números les cuesta trabajo

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


articular las letras. Es sólo la “otra pandilla”. Jipi, la pandillera calmada, lo explica:
“Como la pandilla contraria nomás le ponemos”. Enemistad que incumbe a todos
los rincones y toma las calles sin remilgos. La invención del enemigo y su concreción
sangrienta politizan la pandilla:

La invención del enemigo, ésta es la urgencia y la angustia, es esto lo que habría que
lograr, en suma, para re-politizar, para poner fin a la despolitización; y allí donde el
enemigo principal, allí donde el adversario “estructurante” parece inencontrable, allí
donde deja de ser identificable, y en consecuencia fiable, la misma fobia proyecta una
multiplicidad móvil de enemigos potenciales, sustituibles, metonímicos y secretamente
aliados, entre ellos: la conjuración (Derrida, 1998:103).

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Una búsqueda urgente de pertenencia se comprende a través de la enemistad brutal
entre la 18 y la MS. Ésta ofrece límites bien definidos, politiza el espacio urbano entre
homeboys, chavalas8 y civiles9 para convertirlo en campo de batalla, “sobrevivir en

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

dren (Estados Unidos) y Rädda Barnen (Suecia), y un grupo de pandilleros y pandilleras, del cual
posteriormente se formaría la organización Homies Unidos– se reportó sobre los motivos para
ingresar a la pandilla: “El 42.5 por ciento afirmó que lo que más les gusta de su pandilla es “el vacil”
[…] el gusto por esa diversidad de cosas que representa la pandilla y que se expresa en “el vacil”;
pero hacen reflexionar sobre un punto. Desde los jóvenes, la razón principal para convertirse en
pandillero no son los problemas familiares, como suele creerse desde afuera. Sin negar el peso de
las condiciones familiares en la incorporación a las pandillas, la encuesta muestra que los jóvenes
que se integran a las pandillas no parecen tener presente tanto las condiciones de las cuales escapan
como las condiciones a las cuales ingresan. Es decir, aparentemente los jóvenes llegan a las pandillas
atraídos por éstas y no tanto como forma de escape consciente de sus hogares” (Cruz y Portillo
Peña, 1998). Estudios posteriores reportan resultados similares: Santacruz y Concha (2001);
Santacruz y Cruz (2001); Sosa y Rocha (2001).
7
“Perrito” es una forma cariñosa de llamar a un homeboy. Alude a la nobleza y lealtad del animal,
es una especie de devenir-animal, una forma del neoarcaísmo-tribal-comunitario de la pandilla.
8
Forma despectiva con que se refieren los pandilleros a los contrarios.
9
Forma en que los pandilleros se refieren a los no pandilleros. La propia palabra crea límites,
adentro y afuera.
130 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

un campo que muchos llaman una batalla, otros llaman una guerra, otros llaman una
familia, que nosotros llamamos una familia”, nos dijo Caz. Juego de imágenes e
imaginarios del adentro contra-social de la pandilla. Con Caz, el imaginario de fa-
milia adquiere la expansión de la raza, se recodifica en la identidad colectiva de la
raza: “La rivalidad es por razas men, en los tiempos antiguos los indígenas se tatuaban,
se hacían unos signos para distinguirse entre razas”. El enemigo es la otredad toda.
Caz utiliza la palabra “raza” para definir la diferencia, la otredad inasible. Conjugando
racismo y otredad estructurante, el enemigo estructura la fobia que visibiliza: la otra
pandilla. La otra pandilla, bajo el mismo halo de “desocialización”, impulsa una
multiplicidad móvil de enemigos, los contrarios y los potenciales: policía, Estado,
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

gobierno, sociedad, la gente, los civiles. Enemigos intercambiables y secretamente


aliados entre ellos: la conjuración contra la pandilla.

Esta guerra entre pandillas es una explosión de reterritorializaciones violentas. La


pandilla transnacional sigue siendo territorial. La cancha o tribu, el subgrupo, se
coloca en su territorio y lo defiende contra la otra. Sin embargo, el barrio extendido
implica la eliminación del enemigo, siendo la reterritorialización, el desplazamiento
del otro, la posibilidad de poner el “placazo”,10 sometiendo a las letras o a los números.
La guerra es a muerte, no hay clemencia para el contrario. El territorio sigue siendo
el trofeo. Pay es un marero11 calmado, miembro de la Mara Salvatrucha 13. Tiene
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

25 años, desde los catorce pertenece al barrio. Debido a un tatuaje se infectó de VIH,
la forma más común de infección entre pandilleros, según me informó la organización
Homies Unidos, la cual, dentro de su trabajo con pandilleros, atendía temas de salud,
en especial la prevención de infecciones con el VIH. Lleva seis años sin participar
activamente con su mara. Es padre de dos. Trata de hacerme entender las motivaciones
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

de su mara y, al mismo tiempo, entender él las mutaciones sufridas por el grupo:

Sí, más que todo, hoy, como está, era defender un territorio, o sea, digamos aquí,
donde es esta colonia, era defender el territorio. Hoy no, hoy es de ganarlos. O sea
que aquí. a la par de esta colonia, hay otra, tratar de ganarla. O sea, hoy ya no es
como antes, ¿me entendés?, que antes uno, este, o sea, si miraba al contrario darse
duro y todo eso, o sea, a ganárselo uno a fuerza. Hoy no, hoy viene, matan a todos
y ya es territorio de otro (conversación con Pay).

10
El “placazo” se entiende de dos formas: según Pila, en su calidad de pandillero deportado, el
“placazo” es el sobrenombre que impone la pandilla como parte del rito de iniciación. Sin embargo,
ésta no es una constante y varía según la clica, tribu o cancha, pues algunos explicaron que ellos se
asignaban el sobrenombre y no le adjudicaron el término. El “placazo”, entonces, se observa en el
grafiti donde aparece el número (18) o las letras (MS), cobijando el nombre de la cancha, por ejemplo:
Carmen Locos Salvatrucha. La otra forma es que el término también llega a identificarse con el
tatuaje, sobre todo cuando éste delinea el barrio, es decir, las letras o los números.
11
Utilizo aquí “marero” en lugar de pandillero debido a que, según el discurso esgrimido por Pay y
la acotación hecha por Jipi, los miembros de la MS13 aceptan de buen grado esta designación.
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 131

Entre la sobrevivencia y la territorialidad, la otredad y la pertenencia, la violencia


de la pandilla alcanza niveles espeluznantes. En la medida que se cruza con el afue-
ra de la pandilla, con la sociedad a través de las fuerzas policiacas e institucionales,
debido tanto a la sevicia de su asesinato como a su actividad delictiva –que oscila
entre el robo menor hasta la extorsión y el narcomenudeo, implicando una
organización cada vez más eficiente–, la pandilla se coloca en el lugar de la male-
volencia social por antonomasia.

Desde 2003 en El Salvador se ha legislado contra las maras. Del Plan Mano Dura a
la Súper Mano Dura y las leyes antimaras; del Plan Escoba en Guatemala, Cero

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


Tolerancia y Libertad Azul en Honduras, hasta la Ley de Proscripción de Pandillas,
que convierte en agravante para cualquier delito ser miembro de pandillas y penaliza
la relación que genere alguna “ganancia”, es decir, también criminaliza a las perso-
nas vinculadas con las pandillas.

En 2009 inició el primer gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación
Nacional (FMLN)12 encabezado por Mauricio Funes. Después de gobiernos derechistas
y legislaciones antimaras, los pandilleros con que me encontré parecían estar dispuestos
a buscar salidas a la violencia extrema, aceptando que el FMLN representaba una
opción capaz de intervenir en el fenómeno sin optar por la pura criminalización.

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Gorila hizo énfasis en esto en varios momentos: “le damos gracias a Dios porque
consideramos que el nuevo gobierno está haciendo lo que en sus campañas decía, de
que iban al pueblo, por el pueblo y para el pueblo, no para el rico, desde el rico, para
hacerlo más rico, como el anterior gobierno”. Sin embargo, un año después, la
coyuntura obligó al presidente Funes a declarar: “la violencia se combate con
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
represión”.

Funes, quien inició su mandato aceptando que la opción criminalizadora era


insuficiente para terminar con el problema, siguió un esquema orientado hacia la
prevención. No obstante, ante los hechos, innegablemente atroces, viró la estrategia

12
El 10 de octubre de 1980 fue creado el FMLN. Esta decisión precedió al lanzamiento de la Ofensiva
General del 10 de enero de 1981, con la cual comenzó el despliegue de la Guerra Popular
Revolucionaria propiamente tal. En mayo y junio de 1985, la Comandancia General trazó la línea
de avanzar gradualmente hacia un partido unificado. Se llegó al desenlace negociado de la guerra,
a la ejecución de los Acuerdos de Paz y –hasta cierto punto– a las elecciones generales de 1994. En
una carrera contra los tiempos políticos, el FMLN tuvo que transformar sus estructuras y fuerzas, que
funcionaron para la guerra, en estructuras y fuerzas para la lucha política y social. El primero
de septiembre de 1992 fue firmada la escritura pública de fundación legal del FMLN y fue hasta el
14 de diciembre de ese año, un día antes de finalizado formalmente el enfrentamiento armado, que
el Tribunal Supremo Electoral admitió su registro legal y le otorgó al FMLN la personería jurídica.
Información disponible en <http://www.fmln.org.sv/historia.php>.
132 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

hacia la profundización de legislaciones antimaras que permitirían “considerar como


delincuentes” a los “mareros”, llevando esto a nivel Constitucional, lo que a fines de
la dogmática constitucional equivalía a considerar a ciertos ciudadanos como no
ciudadanos. Si la ley criminaliza “la mera pertenencia” a estos grupos, entonces
cualquiera que se defina pandillero será, por ese hecho, un delincuente. De esta
manera, pandilleros calmados que entrevisté, que realizan “trabajo comunitario” con
sus homeboys y que debido a la pertenencia absoluta elegida no se “borran” el
barrio, “pandilleros no activos en violencia”, serán considerados criminales y sus
proyectos de microempresas también serán considerados negocios criminales, como
si de laboratorios clandestinos para producción y cortes de cocaína se tratara.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

Esto llegó a su forma más extrema bajo el gobierno de Salvador Sánchez Cerén,
iniciado en 2014, y quien ha ido más lejos que los gobiernos del partido Alianza
Republicana Nacionalista (ARENA) y su antecesor Mauricio Funes, pues la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, calificó a las pandillas
y colaboradores como grupos terroristas: “La Sala concluye que son grupos
terroristas las pandillas denominadas Mara Salvatrucha o MS13 y la pandilla (Bar-
rio) 18 o Mara 18 y cualquier otra pandilla u organización criminal que busque
arrogarse el ejercicio de las potestades pertenecientes al ámbito de la soberanía del
Estado” (La Prensa, 25 de agosto de 2015). Según la misma resolución, se considera
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

terroristas no sólo a miembros de estos grupos sino también a sus colaboradores,


apologistas y financistas.

Otro asunto que agudiza la violencia es la llamada “limpieza social” y las ejecuciones
realizadas por las fuerzas de seguridad. Si se observa el índice de letalidad13 resultante
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

de enfrentamientos entre pandilleros, policías y ejército, se percibe una verdadera


intención de exterminio.

En 2015, mientras que los pandilleros hieren a cinco policías o militares por cada
policia o militar que matan en estos enfrentamientos, los agentes del Estado mataron
a 2.3 pandilleros por cada uno que hirieron. Considerando que los pandilleros,
presumiblemente, no intentan preservar la vida de los agentes del orden en estos
enfrentamientos, el contraste entre el balance de los dos grupos muestra un claro uso
abusivo de la fuerza por parte del Estado. En 2016, el desequilibrio es mayor aún,
porque los pandilleros hieren a 7.5 agentes del orden por cada uno que matan,
mientras que estos últimos matan a 3 pandilleros por cada uno que hieren (Valencia,
2016).

13
El índice de letalidad es el número de civiles muertos por cada civil herido en enfrentamientos. En
todo enfrentamiento entre civiles y cuerpos de seguridad, el número de muertos no debería sobrepasar
por mucho al de heridos. Por tanto, el valor del índice no debe ser muy superior a uno.
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 133

Tabla 1
Personas fallecidas, lesionadas y detenidas en enfrentamientos
entre policías, militares y pandilleros
2015 y enero-agosto de 2016
Policías Soldados Pandilleros
Detalle 2015 2016 2015 2016 2015 2016
Personas fallecidas 13 4 4 3 320 373
Personas lesionadas 87 49 4 136 119
Personas detenidas 15 73 3 2 280 203

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


Total 115 126 7 9 736 695
Fuente: Policía Nacional Civil de El Salvador.

La guerra de pandillas, debido a la violencia extrema, permite su uso político,


como indica el término pandillas transnacionales. La transnacionalidad implica la
posibilidad de que un enemigo interno o extranjero se vea integrado en el sistema
geopolítico definido por Estados Unidos. La guerra pandillera en El Salvador y
Centroamérica se combina con la manera en que el Estado ha procurado relacionarse

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


con las pandillas, mediante leyes de estado de excepción, es decir, leyes que
criminalizan la pertenencia a pandillas, dejándose llevar por los propios
desbordamientos pandilleros, lesionando derechos políticos básicos, es decir,
desciudadanizando (Moreno, 2014a). Esto ha generado mutaciones terribles en el
actuar pandillero, provocando ensimismamientos del grupo que responden a su

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
afuera con violencia extrema. La visibilidad, la territorialidad, los placazos, los tatua-
jes, la vestimenta, etcétera, características intrínsecas de cualquier tipo de pandilla,
se transforman en una clandestinidad que no borra el barrio y se visibiliza a través
de violencia que se supera a sí misma.

El pandillero, en una sociedad imposibilitada de brindarle cobijo y seguridad, prefiere


la inseguridad constante de la vida pandillera, prefiere brindarle su vida al homeboy:
“Yo considero que estamos dentro del país, pero yo creo que dentro de esa sociedad
no estamos, y esa sociedad ha excluido a todo ese montón de gente que estamos
ahorita en esto, y nuestra guerra no es contra ellos, nuestra guerra es contra lo que
ya está predestinado” (Gorila).

La guerra no es contra la sociedad, pero ésta se interpone entre ellos y lo que está
“predestinado”, es decir, la otra pandilla. Gorila ubica con crudeza esa sociedad que
sí está contra ellos, y la guerra contra el “enemigo predestinado” desborda los límites
de la pandilla para que con su roce se hiera y se persiga al marero-criminal.
134 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

Amenaza transnacional

La ley antimaras aprobada por el Congreso salvadoreño en 2003, propuesta por el


entonces presidente Francisco Flores, fue declarada inconstitucional por la Corte
Suprema de Justicia, debido a que el principio de ciudadanía implica la presunción
de inocencia y la inculpación por actos cometidos, no por cometerse; asimismo
implica la no criminalización a una pertenencia, como pudiera criminalizarse la
pertenencia a un partido político o a una etnia, y “el problema mayor que enfrentarán
los jueces será a la hora de individualizar los delitos que cometen los pandilleros”.
Como muestra Derrida, en la interiorización de la política al sujeto se genera un
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

proceso auto-inmunitario, ya que “se trata de soberanía contra soberanía. Los derechos
del hombre plantean –e implican– al hombre (igual, libre, autodeterminado) en tanto
que soberano. La Declaración de los derechos del hombre declara otra soberanía y
revela pues la auto-inmunidad de la soberanía general” (Derrida, 2005:112). El
ciudadano es soberano, lo que va contra la soberanía como poder supremo y la forza
a evadir la realización de actos en contra de los ciudadanos, como la propuesta “de
que se decrete un toque de queda o estado de excepción ‘focalizado’ a las zonas
donde hay maras”. Ahí entra la biopolítica y la posibilidad de ejercer una soberanía
plena como derecho de vida y muerte a través de una forma que recuerda al racismo,
como tecnología biopolítica que permite al Estado eliminar a determinados elementos.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

Como explica Foucault (2002), al minar la soberanía de unos, al desciudadanizar a


ciudadanos debido a su pertenencia –en este caso, a las pandillas, consideradas
elementos dañinos, como si vinieran de fuera y se hiciera necesario inmunizar a la
sociedad para protegerse de un virus–, se impone a unos sujetos (miembros de
pandillas) una esencia que es necesario erradicar para fomentar la vida del resto de la
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

sociedad. En el afán inmunitario un sistema político se niega, pero es la democracia


el sistema más proclive a caer en estado auto-inmunitario:

Para inmunizarse, para protegerse del agresor (de dentro y de fuera), la democracia
secretaba pues enemigos a ambos lados del frente y, aparentemente, la única elección
que le quedaba era entre el asesinato y el suicidio; pero el asesinato se transformaba
ya en suicidio y el suicidio se dejaba, como siempre, traducir en asesinato […] al
operar en el espacio, la topología auto-inmunitaria ordena siempre reenviar la
democracia a otra parte, expulsarla o rechazarla, excluirla so pretexto de protegerla
en el interior reenviado, rechazando, excluyendo fuera a los enemigos domésticos de
la democracia (Foucault, 2002:54-55).

La definición de pandillas transnacionales por la intelligentsia estadounidense cae


en ese hoyo negro auto-inmunitario de la democracia, es decir, la proclividad de
la democracia a cancelarse con el propósito de mantenerse, una aporía existencial
que revienta en violencia contra sectores específicos de la sociedad, en este caso los
pandilleros, pero pueden ser los insurgentes o miembros de religiones o etnias. Para
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 135

defenderse de los enemigos de la democracia, la democracia socava su dogmática,


excluye a priori, como el nazismo excluía a quienes nacían judíos, gitanos o con
malformaciones genéticas, con la diferencia de que es imposible distinguir, bajo una
mirada racial, entre quién es o quién no es pandillero. Por eso mismo se criminaliza
la reunión en la calle, como sospecha de pandillerismo, y se somete a estado de ex-
cepción a los indeseables y se les crean campos de concentración, espacios de
indeterminación jurídica: ni inocentes ni culpables, ni humanos ni ciudadanos, nuda
vida. John M. Hagedorn se pregunta: “¿acaso son las pandillas una nueva forma de
‘terroristas’ amenazando con asumir el poder en sus patrias?, ¿están determinados a
infiltrar Estados Unidos?” (Hagedorn, 2008), aludiendo a la invención del enemigo

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


mortal, el motivo para operar el proceso auto-inmunitario de la democracia
estadounidense y, de esta manera, presionar a su “hemisferio occidental”. Otra vez
Derrida ofrece luz al respecto:

[…] a partir de lo que una escansión ingenua fecha con la “caída-del-muro-de-Berlín”


o el “fin-del-comunismo” […] se encontrarían sin enemigo principal […] El “sujeto”
en cuestión buscaría nuevas enemistades reconstituyentes, multiplicaría las “pequeñas
guerras” Estado-nacionales, alimentaría a todo precio las tentativas llamadas identitarias
y genocidiarias, pretendería ponerse, reponerse oponiéndose a nuevos adversarios
todavía identificables: ¿China, el islam? Enemigos sin los que, hubiese dicho un Schmitt
[…] perdería su ser político, se despolitizaría pura y simplemente (1998:95).

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Los enemigos, en el “fin de la historia”, vienen de dentro y de fuera, son terroristas,
a veces con intenciones atravesadas por el fundamentalismo religioso, otras por un
afán criminal de lucro. Ya sean de afuera o de adentro, identificarlos, hacerlos idénticos,
hacer de las pandillas operaciones internacionales con infraestructura para traficar
drogas entre fronteras y capacidad para usar sus redes como apoyo a terroristas ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
“¿por qué dos grupos –uno impulsado por la avaricia y el otro por el odio– no
colaborarían para alcanzar sus objetivos?” (Hagedorn, 2008). Identificar terrorismo,
narcotráfico y pandillas, para inmunizarlo y en ese afán de asegurar la vida del cuerpo
de la sociedad, permitir acciones auto-inmunitarias al unificar Al-Qaeda o el Islam
radical con la MS13. Hagedorn también observa cómo este discurso inmunitario
implica la operación de biopolíticas tendientes a “salvar” la democracia estadounidense
de los peligros del exterior, para así caer en la auto-inmunidad al socavar los derechos
fundamentales de sus ciudadanos:

El excandidato presidencial Tom Tancredo, en un anuncio sensacionalista en la


televisión, denuncia “Las Violentas Pandillas Centroamericanas ahora en el Territorio
Norteamericano”. El anuncio de Tancredo es un collage de imágenes de matanzas y
de jóvenes con miradas atemorizantes y llenos de tatuajes que están “Vendiendo
drogas. Violando niños. Destruyendo Vidas. Las Consecuencias de las Fronteras
Abiertas”. No importa que estas pandillas se originaron en los Estados Unidos y no
en América Central, y que se fortalecieron después de ser deportados y no debido a
136 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

las fronteras abiertas. Las declaraciones agudas de Gingrich y Tancredo sirven para
endemoniar a las pandillas y satisfacer sentimientos xenofóbicos para así influir la
política migratoria de justicia criminal (Hagedorn, 2008).

Esta asimilación de las pandillas con el enemigo a destruir se apoya en textualidades


“legitimadas” por la academia, como los trabajos de Max Manwaring, quien además
de asimilar a las pandillas transnacionales al crimen organizado, las asimila a una
insurgencia urbana, con objetivos políticos de desestabilización, como si los pandilleros
buscaran el poder político, llegar al Estado e instaurar un régimen criminal. Como
John Sullivan, Robert Bunker y otros que afirman una evolución de las pandillas
capaz de someter gobiernos, derrocarlos y asumir los ministerios. ¿Para qué querrían
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

los pandilleros tomar el poder político? Ellos están en el margen, demasiado


marginados de la posibilidad de crear pos-ciudadanías. Para el “pensamiento militar”
la politización de la pandilla es fundamental para combatirla, antes de que inicie una
insurgencia criminal capaz de realizar la Revolución Malévola que cree el Estado
Marero, un absurdo en la misma expresión.

La politización de la pandilla a partir de la designación “transnacional” implica la


posibilidad para Estados Unidos de diseñar políticas de contrainsurgencia y declarar
a un Estado en guerra civil. La pandilla es un buen candidato gracias a sus excesos.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

Se crea al gran enemigo, interno y externo, y la vacuna es la ley criminalizante.

Es necesario observar que el aumento de la violencia de las pandillas centroamericanas


coincide con la Guerra Global contra el Terrorismo y el recrudecimiento de la
criminalización de las pandillas, como se puede ver en la siguiente tabla:
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

Entre 2002 y 2006, el contexto hondureño aumentó la preocupación por la violencia

Tabla 2
Tasa de homicidios por cada 100 mil habitantes
en el Triángulo Norte de Centroamérica
(2001-2016)

Año Honduras Guatemala El Salvador


2001 54.70** 27.00** 37.80**
52.11*** 27.08*** 60.79***
2002 55.70** 29.60** 37.90**
52.79*** 29.74*** 47.72***
2003 61.47** 33.70** 37.23**
57.91*** 33.89*** 56.2***
2004 30.7* 35.00** 46.80**
53.88** 35.22*** 64.94***
50.51***
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 137

2005 37.0* 42.10** 63.53**


46.68** 40.76*** 64.39***
43.56***
2006 46.2* 43.62** 65.82**
44.50** 43.93*** 64.84***
41.34***
2007 49.9* 41.90** 58.42**
50.30** 42.2*** 57.48***
46.55***
2008 57.9* 44.60** 52.95**

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


61.37** 44.92*** 52.03***
56.59***
2009 66.8* 45.07** 72.77**
71.51** 45.39*** 71.4***
68.71***
2010 75.5* 40.46** 66.03**
83.10** 40.74*** 64.67***
76.10***
2011 86.5* 37.75** 72.19**
93.21** 38.0*** 70.58***

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


85.06***
2012 85.5* 33.54** 42.72**
92.71** 33.76*** 41.69***
84.32***
2013 79.0* 33.48** 41.27**
81.93** 33.68*** 40.20*** ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
74.28***
2014 74.56** 31.21** 64.20**
66.87*** 31.39*** 62.42***
2015 63.75** 24.4*** 108.64**
57.45*** 105.44***
2016 56.52*** 27.25*** 82.84***

Fuente: elaboración propia con base en datos de:


* Barrachina Lisón (2016);
** <https://datosmacro.expansion.com/demografia/homicidios/honduras>;
** <https://datosmacro.expansion.com/demografia/homicidios/guatemala>;
** <https://datosmacro.expansion.com/demografia/homicidios/el-salvador>;
*** <https://datos.bancomundial.org/indicador/VC.IHR.PSRC.P5?locations=SV>;
*** <https://datos.bancomundial.org/indicador/VC.IHR.PSRC.P5?locations=GT>;
*** <https://datos.bancomundial.org/indicador/VC.IHR.PSRC.P5?locations=HN>.
138 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

provocada por las pandillas transnacionales (también MS13 y 18). La respuesta del
Estado hondureño fue la salida del ejército a las calles y la operación Honduras
Segura (Barrachina Lisón, 2009:234 y 235). Como se ve en la tabla 2, la violencia
aumentó consistentemente con periodos de leves descensos. La violencia homicida
se mantiene más o menos en los mismos niveles, pero después de la crisis política de
2009 ésta aumenta, superando los niveles anteriores. En el caso de Guatemala,
durante los años 2003, 2004 y 2005, años en que operó la ofensiva anti-mara más
consistente, la violencia homicida aumentó y se mantuvo en niveles muy parejos
hasta el año 2015. El caso salvadoreño, que aquí nos ocupa, es más dramático, los
años de la mano dura se caracterizan por el aumento de la violencia homicida y no
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

parece menguar, muy al contrario, en los momentos de política antipandillas más


cruda, la violencia aumenta y sólo en los años de la tregua (2012-2013) baja la tasa
de homicidios para repuntar y batir records en 2015, año en que las pandillas son
declaradas grupos terroristas.

El gran vehículo de la acción auto-inmunitaria de “la primera democracia” y el gran


aparato biopolítico para la creación de nuda vida, la criminalización y la desciu-
dadanización, se dejan ver en la frialdad de los números y sus contextos (es demasiado
detenerse en cada año para los fines de este artículo).
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

Al pasar de una visión de seguridad pública a una de seguridad nacional, las pandillas
transnacionales se convierten en amenaza para la seguridad nacional, en vez de problema
de seguridad pública. Así, poner agentes entrenados para la seguridad nacional a realizar
acciones de seguridad pública está justificado, pues se trata de combatir la violencia de
las pandillas con una guerra frontal de exterminio. Esto implica un proceso de acidi-
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

ficación de la violencia pandillera, y la guerra pandillera se intersecta con la guerra


contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado en general.

Para concluir: desbordamientos y desterritorializaciones

Centroamérica vive crisis económicas y sociales desde los Acuerdos de Paz (El Salva-
dor, 1992 y Guatemala, 1996), agudizadas desde 2008 con la crisis económica
internacional y la crisis de las comodities en 2014, y con la expansión del crimen
organizado en lo que se refiere al aumento de los flujos de narcotráfico. Además, las
deportaciones desde Estados Unidos se elevaron en la década del 2000, impactando
en el número de miembros de las principales pandillas y aumentado los niveles de
violencia en casi todos los países de la región.

Si bien es determinante la guerra civil, los datos de emigración y deportación muestran


que es en la década del 2000 cuando más se dinamizaron los flujos (ver tablas 3 y 4).
También es la década del Plan Mano Dura, Súper Mano Dura, Puño de Hierro, de la
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 139

Ley de Proscripción de Pandillas, y de la declaración de las pandillas como grupos


terroristas. Todo eso tendiente a la criminalización.

Tabla 3
Deportaciones de salvadoreños desde Estados Unidos (2004-2015)
Año Deportados (1) (2) (3) (4) (5)
2004 6,248 6,248
2005 7,117 7,117
2006 14,395 14,395

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


2007 20,111 20,111 20,111
2008 20,203 20,203
2009 19,209 20,209
2010 18,734 29,187 20,361 18,734 18,739
2011 15,400 25,336 17,408 16,759 16,759
2012 31,174 19,694 19,685
2013 19,265 21,602 21,906
2014 27,180
2015 21,920

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Fuente: elaboración propia con datos de: (1) Ministerio de Justicia
y Seguridad Pública (s/f); (2)
Ramírez (2016); (3) Guevara (2016); (4) Gaborit, Zetino, Brioso y Portillo (2012); (5) Meléndez
(2014).

Tabla 4
Migrantes salvadoreños en Estados Unidos (2004-2011)
Año 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2013* ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
Población 937,170 987,499 1,047,124 1,104,390 1,094,993 1,149,895 1,214,049 1,264,743 1,975,000
Fuente: Cervantes González (2013). El dato de 2013 es aproximado.

Por su parte, los pandilleros han intentado resistir a la criminalización mediante


recursos de pacificación interna, como el proceso de tregua entre 2012 y 2013, que
terminó en 2014 con un aumento de la violencia (ver tabla 5). Si bien en los discursos
recabados entre 2008 y 2015 entre pandilleros calmados y activos, la politización
de la pandilla apareció con cierta constancia –incluso en los pandilleros aún activos,
lo cual se nota en la articulación del discurso para exigir tomar parte, iniciar un
conflicto político al reivindicar su lugar–, el grado de despolitización es elevado debido
a la guerra de pandillas en la que están enfrascadas la 18 y la MS. En la cacofonía de
gruñidos, el discurso apenas aparece.

En la actualidad, las pandillas han mutado a formas más clandestinas, renunciando a


la visibilidad, pero no a la presencia. De la territorialidad se ha pasado a la conquista
140 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

de territorios, es decir, a la defensa del territorio: “[si] el pandillero de la pandilla


contraria entra a tu comunidad, sabés que no puede entrar porque es miembro de
otra pandilla, entonces tienes que responder […] tienes que responder ya sea
matándolo o dándole una golpiza, viendo qué, como dicen, qué tan alto pues es el
poder que tiene él en su pandilla” (Sombra). Esa clandestinidad forzada por las
estrategias policiacas induce a una jerarquización donde algunos pandilleros con
prestigio en el Barrio permiten líneas de comunicación más cotidianas, siendo la
cárcel el nodo de comunicaciones.

Tabla 5
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

Violencia homicida en El Salvador


(1995-2015)

Año Tasa de homicidios


por cada 100 000 habitantes
1995 139.13
1996 117.28
1997 112.57
1998 94.99
1999 65.05
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

2000 40.3
2001 37.8
2002 37.9
2003 37.2
2004 46.8
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

2005 63.5
2006 65.8
2007 58.4
2008 52.9
2009 72.8
2010 66.0
2011 72.2
2012 42.7
2013 41.3
2014 64.2
2015 108.6
2016* 80.9
2017* 64.0
Fuente: elaboración propia con datos de la Oficina de las Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito (s/f) y *García y Segura (3 de
enero de 2018).
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 141

Ante la sevicia de las políticas criminalizantes, los pandilleros han comenzado nuevas
desterritorializaciones al interior de El Salvador, moviéndose hacia zonas rurales a fin
de esconderse. Pero los pandilleros son poco hábiles para ocultarse, juegan entre el
deber ser visibles, como pandilla, y lograr la clandestinidad necesaria para no ser
localizados por las fuerzas públicas. Ante la búsqueda de supervivencia, se han
desplazado a zonas no urbanas, cambiando la cotidianidad de pueblos, caseríos y
rancherías. Ello provoca un fenómeno de población desplazada que no es posible
abordar aquí con la extensión debida. Sirvan como ejemplo dos casos.

El primero es el del caserío San Luis Córdova, zona rural de El Salvador, donde la

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


guerra contra las pandillas ha ocasionado el desplazamiento de la guerra pandillera,
haciendo converger las violencias que actualmente sangran a El Salvador.

En un muro de ladrillos, a unos 300 metros de la escuela, hay un placazo azul cielo.
Es de trazos torpes, como si fuera obra de un aprendiz de grafitero. El elemento
central dice “MS”, en grande. A su izquierda, un puño con los dedos anular y meñique
estirados. A su derecha, “Mara Salvatrucha”. Debajo, el nombre de la clica, “CGLS”,
escrito dos veces […] El “CGLS” es por la Cangrejeras Locos, del cantón Cangrejera,
municipio de La Libertad. Está algo lejos, en la desembocadura del Tihuapa (Valencia,
2017).

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Un sábado, un grupo de jóvenes “armados con fusiles, escopetas, corvos y pistolas”
(Valencia, 2017) irrumpió en el caserío. Eran de la 18, buscaban enemigos de la MS,
detuvieron a cuatro jóvenes: “los interrogatorios duraron no menos de una hora.
Hay testigos que alargan hasta las dos horas aquella angustia colectiva” (Valencia,
2017). En la medida que ha arreciado la criminalización, la violencia entre los grupos
también aumentó. No ha disminuido el atractivo de las pandillas para los jóvenes, ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
pareciera que las condiciones más precarias han servido para generar mayor
entusiasmo por la pertenencia y los más jóvenes de las pandillas buscan arraigarse
dentro del grupo a través de “acciones” que los hagan importantes entre sus homeboys.
Matar a un contrario es un escalón para alcanzar prestigio al interior de la pandilla.
Por ello, se busca al enemigo, se le caza: “Los pandilleros creen tener la habilidad de
identificar cuando alguien está en la juega. Es decir, si un joven es activo, chequeo o
simpatizante de una pandilla contraria. Cientos de inocentes habrán muerto en la
última década por esa creencia” (Valencia, 2017). Las recientes territorializaciones
rurales que han emprendido las pandillas en El Salvador no implican que no existieran
clicas en el campo salvadoreño. En 2011 visité una huerta al sur de San Salvador, a
unas dos horas de camino; para la dimensión del país, eso es una distancia conside-
rable. Visitaba un emprendimiento de una ONG que trabajaba con pandilleros buscando
su reinserción. Ahí conocí a Tomás, un joven de unos veinte años, que apenas
respondió al saludo; nos guío por la huerta hasta una granja de pollos sin pronunciar
palabra. Mi acompañante me indicó que era de la Barrio 18. Pregunté, sorprendido,
142 HUGO CÉSAR MORENO HERNÁNDEZ

si en el campo había pandilla: “¡Cómo no!, y son más hijoputas, como quieren
demostrar más que los de la ciudad”. Esa era la visión de un dieciochero citadino
respecto a un homie rural, sin embargo, los números no cuadran con el dicho, hasta
muy recientemente. Por supuesto, las zonas urbanas siguen llevándose los primeros
lugares y los indicios de la violencia provocada por las pandillas en zonas rurales, a la
que se suma el fenómeno de los desplazamientos, han venido en aumento desde
2014, el año que fracasó la tregua. Pero este caso en particular no presentaba
señales de alarma:

La implantación del fenómeno en el mero Córdova, sin embargo, es modesta. Para


cuando el triple homicidio, ni siquiera operaba una clica propiamente dicha. La Mara
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.

Salvatrucha tenía y tiene presencia, pero más testimonial que otra cosa: un puñado
de jóvenes que entró en contacto con los mareros del otro lado del río Tihuapa y que
fantaseaban con convertirse en pandilleros. Nada de extorsiones. Nada de rentas. La
pegada de los dieciocheros de Los Troncones frenó la propagación de la Emeese de
forma más efectiva que las fuerzas de seguridad (Valencia, 2017).

Lo que sucedió en Córdova ese sábado fue una incursión donde “sentenciaron a
Juan Carlos, Moisés y Kevin. Tres vidas que no sumaban 55 años. Sólo del adolescente,
Kevin, los cordovianos consultados dicen que sí vestía flojo y que tenía alguna maña
propia de los muchachos” (Valencia, 2017). Les asesinaron por su supuesta filiación
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

a la MS y se ganaron puntos en el Barrio. Tomaron un territorio y lo aseguraron al


librarlo del enemigo.

El otro caso sucedió en la ranchería San Blas, donde llegaron a refugiarse miembros
de la MS.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

No todos aparecieron a la vez. El primero fue Taz, de 34 años y palabrero de la


Ayagualos Locos (ALS) […] llegó a la finca con su nueva pareja, una adolescente de
16 años llamada Sonia. Consuelo recuerda que Taz “pidió posada” a Chus el
mandador “porque el muchacho se había sacado a la cipota”, dice. La pareja se
instaló en San Blas como un mes antes de la matanza […] Una semana después de
la llegada de Taz, por la finca comenzó a dejarse ver Matador, otro pandillero viejo
–40 años–, miembro de la Teclas Locos (TLS), la clica que en su día dio el pase para
la creación de la Ayagualos Locos […] Matador apareció unos 20 días antes de la
matanza. […] Matador había identificado la finca como un buen sitio para ocultarse
de la Policía, cuyos operativos arreciaban desde mediados de febrero, cuando el
gobierno decidió enterrar la Tregua con el simbólico traslado de los principales
líderes de las pandillas al Centro Penal de Seguridad de Zacatecoluca (Valencia,
Martínez y Valencia Caravantes, 2015).

A la finca llegaron a reunirse unos ocho mareros de distintas clicas. No duró mucho
el asunto, la matanza a la que refiere la cita fue de ocho personas, la cual, según las
investigaciones posteriores y la condena de los participantes, consistió en ejecuciones
PANDILLAS TRANSNACIONALES: DESBORDAMIENTOS TERRITORIALES 143

sumarias. Entre los asesinados estaba un joven no perteneciente a la MS, sobrino de


Chus, el encargado de la finca.

Estos dos casos permiten observar cómo el tratamiento puramente criminal del
fenómeno, con una clara estrategia de arreciar el aislamiento de los pandilleros, no
ha frenado un ápice la violencia ni el crecimiento de las pandillas. Por el contrario,
eleva la violencia (ejecuciones sumarias, desplazamientos, asesinatos de no implicados),
la extiende en el territorio y la complejiza. La declaratoria de guerra contra las pandillas
del gobierno de Salvador Sánchez Cerén no deja espacio para pensar de manera
distinta a las pandillas, logra autocumplir la profecía del terror al motivar el aumento

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 117-145.


de la violencia tanto entre pandillas como intrapandillas y, en un círculo vicioso,
legitimar el uso extremo de la violencia. Si los índices de letalidad resultado de los
enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad pública y los pandilleros nos dicen
algo, esto es que el combate a las pandillas es una guerra de exterminio.

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Recibido: 20 de abril de 2017


Aprobado: 17 de octubre de 2018
146
147

PROCESOS Y TENDENCIAS
148
149

Entre zancadillas:
la investigación educacional en Chile
Entre solavancos: a pesquisa educacional no Chile

Between tripping: educational research in Chile

Víctor Hugo San Martín*


Marcelo Rioseco Pais**

Resumen
La investigación educativa en Chile llama la atención por su precariedad y también por su
segregación, encapsulamiento y falta de equidad. El contexto de la competencia extrema
entre las instituciones ha agudizado el problema, afectando a toda la educación superior del
país. Este artículo presenta el caso de la investigación educacional en Chile en el contexto
del Programa Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt). La educación
se encuentra especialmente marginada de los recursos necesarios, aun tratándose de un área
proclamada por todos los gobiernos como “estratégica” para el desarrollo.
Palabras clave: investigación educacional, Fondecyt, investigadores chilenos, financiamiento
universitario, capitalismo académico, Comisión Nacional de Investigación Científica y
Tecnológica (Conicyt).

Resumo
A pesquisa educacional no Chile chama a atenção pela sua precariedade e também pela sua
segregação, encapsulamento e falta de equidade. O contexto da competição extrema entre as
instituições tem agudizado o problema, afetando toda a educação superior do país. Este artigo
apresenta o caso da investigação educacional no Chile no contexto do Programa Fondecyt.
A educação é especialmente marginalizada quanto aos recursos necessários, ainda mais
se tratando de uma área proclamada por todos os governos como “estratégica” para o
desenvolvimento.
Palavras chave: pesquisa educacional, Fondecyt, pesquisadores chilenos, financiamento
universitário, capitalismo acadêmico, Conicyt.

Abstract
The conditions of educational research in Chile are precarious, segregating, hindering in
nature, and unequal. The high level of competition between institutions has deepened the

* Director de Investigación y Postgrado de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación,


Santiago de Chile, Chile. E-mail: <v.san.mart@hotmail.com>.
** Licenciado en Letras y Educación por la Pontificia Universidad Católica, doctor en Investigación
Educativa: Enseñanza y Aprendizaje, por la Universidad de Alicante. E mail: <rioseco.marcelo@
gmail.com>.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.
150 VÍCTOR HUGO SAN MARTÍN Y MARCELO RIOSECO PAIS

problem, affecting the country’s higher education system. This article analyses the educational
research in Chile by focusing on the Fondecyt Program. Education is set apart from the
necessary economic sources, even though the government looks it as an “strategic” mecha-
nism for development.
Keywords: educational research, Fondecyt, Chilean researchers, student financial assistance,
academic capitalism, Conicyt.

Introducción

Chile muestra un modelo de educación superior concurrente, sometido a la


43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.

competencia por recursos, matrícula e indicadores de acreditación relacionados con


la investigación y publicaciones en revistas de corriente principal, el autofinan-
ciamiento, procesos de autorregulación exigentes y calidad de la docencia y la gestión.
Este modelo (al que algunos autores han denominado capitalismo académico) abarca
también las políticas de investigación y tecnología. Según Ibarra Colado, se trata de
“un conjunto de iniciativas y comportamientos económicamente motivados para
asegurar la obtención de recursos externos” (Ibarra Colado, 2003:1059). Esto no es
negativo per se, pero da lugar (como toda actividad concurrente) a malas prácticas y
conductas éticamente reprochables.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

El problema que se da como producto del contexto descrito es que los recursos
económicos para investigación, al ser escasos y administrados por instituciones
obsoletas (creadas en las décadas de los sesenta y ochenta, diseñadas para otro
contexto) y por grupos de investigadores que poseen una red de contactos en el
sistema universitario, se asignan con procedimientos opacos, susceptibles de faltas a
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

la probidad. La disminución de los recursos provenientes del Estado a las universidades,


y la vinculación del mundo académico con el mercado (Slaughter y Leslie, 1997) in-
crementan la competencia académica por el financiamiento de proyectos de inves-
tigación o para acrecentar remuneraciones extraordinarias. Esto implica una
modificación y la redefinición de la naturaleza, contenido y organización del trabajo
académico, así como su control (Ibarra Colado, 2003:1060). La perspectiva social
de la investigación de las instituciones deviene en un producto de mercado y se ale-
ja de las necesidades sociales reales; es decir, se transforma en una “investigación
impertinente”. Este fenómeno ya lo había advertido Gibbons en una publicación del
año 1994 titulada La nueva producción del conocimiento. Los programas de rees-
tructuración de la educación superior en varios países han seguido un modelo
competitivo similar. En Chile, el modelo ha derivado en una crisis de credibilidad
y transparencia en un área de especial prioridad social como es la investigación
educacional. Aunque los defectos de las políticas educativas pueden acaecer en
cualquier ordenamiento político e ideológico, en la ideología de mercado neoliberal
(que no es un buen distribuidor de recursos) es caldo de cultivo para prácticas
individualistas de beneficio privado.
ENTRE ZANCADILLAS: LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL EN CHILE 151

El objetivo de este estudio es clarificar, de acuerdo a datos proporcionados por diversas


fuentes confiables, si la adjudicación de proyectos del Programa Fondo Nacional de
Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) en el ámbito de la educación se realiza
con arreglo a criterios de objetividad y transparencia o si estos fondos se distribuyen
de manera discrecional y/o arbitraria.

El financiamiento de la investigación científica en Chile

Desde los ochenta, las universidades chilenas fueron sometidas a procesos de


competencia por matrícula (ingreso de estudiantes) y financiamiento. Este modelo

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.


político-económico, que dio lugar al nacimiento de las universidades privadas
(gestionadas de acuerdo a criterios empresariales), alcanzó a la investigación científica
mediante la asignación de recursos concursables. El modelo fue propuesto y llevado
a cabo por los ideólogos neoliberales que diseñaron el sistema económico en Chile
desde los años setenta. A partir del año 1981, el aporte del Estado se redujo
drásticamente y las universidades del Estado, de cobertura nacional (Universidad de
Chile y Universidad Técnica del Estado), se fragmentaron en pequeñas instituciones
regionales que recibieron como herencia un porcentaje mucho menor del
financiamiento basal del Estado, generando serios problemas económicos a las
instituciones de educación superior. En ese contexto, y a través del Art. Decreto

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Fuerza de Ley (DFL) Núm. 33 del Ministerio de Educación de 1981 (aludiendo a “las
facultades que el Decreto Ley Núm. 3.541, de 1980, otorga al Presidente de la
República para reestructurar las Universidades del país”) se crea el Fondecyt, un
mecanismo de financiamiento universitario basado en la competencia por recursos
para la investigación científica y tecnológica realizada por las universidades.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
Como consecuencia de lo anterior, el problema de la investigación en Chile (en
general, y particularmente en educación) ya no sólo fue un tema de recursos, sino
sobre todo de diseño y de paradigma. Un asunto estructural. El modelo rediseñó no
sólo la forma del sistema educativo en todos sus niveles, sino que también cambió la
concepción misma que había en Chile en torno a la investigación y a la generación
de conocimiento. A la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica
(Conicyt) –creada en 1967–, un organismo antiguo, obsoleto, pensado para otra
realidad y otras necesidades, se le agrega el programa Fondecyt, que es una figura
legal generada por la dictadura militar para complementar el modelo de financia-
miento competitivo de la educación superior. Todo ello se conectó con la creación
de los aportes fiscales directos (ligados a criterios históricos, a los postgrados de sus
académicos y a la productividad científica) e indirectos (resultantes de la captura de
los mejores puntajes en la prueba de selección universitaria). Estas variables han
constituido el denominado aporte basal del Estado chileno a las universidades
tradicionales en los últimos 35 años. A lo anterior se suman otros factores anexos
152 VÍCTOR HUGO SAN MARTÍN Y MARCELO RIOSECO PAIS

como son las políticas de acreditación de carreras, instituciones y programas de


postgrado, que están también sometidas a estas variables de competitividad.

Sin embargo, esas mismas variables generaron efectos indeseados: la irrupción de


redes centralizadas de poder, prestigio, reconocimiento y dinero en algunos grupos
de académicos de algunas universidades. El programa Fondecyt se caracteriza por
distribuir financiamiento para procesos de investigación que producen y venden
“conocimiento” que, de una u otra manera, puede ser de utilidad para los gobiernos
y para las empresas. En un escenario de competitividad entre universidades históri-
cas y universidades privadas, las instituciones tradicionales, en especial las del Estado,
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.

han necesitado aprender a funcionar bajo la lógica del “negocio de la investigación”.


A eso se añade que Fondecyt, si damos por cierto (a priori) que se trata de un
proceso de selección de méritos, transparente y público, financia proyectos de per-
sonas y grupos de investigadores que reciben reconocimiento académico, dado que
son económicamente atractivos. En la investigación estrictamente hablando, el sistema
de financiamiento ha devenido en un esfuerzo por captar aportes fiscales variables y
ha obligado a las instituciones al reconocimiento y valoración mediante la cantidad
de recursos atraídos a través de este tipo de actividad. Desde esta perspectiva, es
como el sistema derivó en lo que hemos llamado “opacidad de procedimientos de
asignación de financiamiento” al comienzo de este artículo (Pavez, 2015).
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

En sus inicios este modelo tuvo la idea de desarrollar el conocimiento científico en las
universidades, pero la característica de competitividad provocó que, a la larga, varias
áreas del saber sufrieran menoscabo por su baja rentabilidad (v. gr. las Ciencias
Humanas y las Ciencias Sociales) y que algunas de ellas, como la educación, quedaran
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

prácticamente al margen de la investigación científica financiada por el Estado. Esto


se produjo básicamente por la precariedad de los recursos que esta área pudo captar
desde la creación de Fondecyt. En parte, puede tener respuesta por el presupuesto
de que “la ciencia quedaría limitada al rango inespecífico de “conocimiento”, pero
con una forma específica de producción: su previsibilidad a través de una hipótesis”
(Silva, 2013). Con ello quedaba excluido (y devaluado) lo que tradicionalmente los
académicos humanistas o del área de las ciencias sociales entendían como “ensayo y
reflexión” acerca del sentido último del quehacer educativo. Se prioriza una
investigación empírico-analítica no disruptiva u obediente.

El funcionamiento de la investigación financiada por el Estado:


el programa Fondecyt

En los últimos años han surgido algunos cuestionamientos acerca de este modelo.
Diversos estudios y ensayos acerca de la crisis del financiamiento de la investigación
científica en Chile muestran que la rotación de los funcionarios en la dirección del
ENTRE ZANCADILLAS: LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL EN CHILE 153

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conicyt) es poco transparente. También


que se ha producido una “derechización” de la investigación de Fondecyt. Las
reacciones de los investigadores del círculo Fondecyt a estas opiniones y estudios ha
sido abundante, sólo que no se ha dicho mucho acerca del fondo de la situación. A
finales del año 2015 el Dr. Jorge Pavez, de la Universidad Alberto Hurtado (universidad
católica privada), señalaba algunos de los problemas que afectan a la claridad y
transparencia del funcionamiento de Fondecyt [sic]:

l
Las universidades privadas con recursos ofrecen contratos a los ganadores de
proyectos para que se cambien de institución o de categoría de concurso por

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.


secretaría una vez aprobados los proyectos.
l
Las prácticas irregulares de los Grupos de Estudio que tienen la prerrogativa
para designar a los evaluadores y también para desechar evaluaciones que
consideran mal intencionadas (prejuiciosas, ideológicas, etcétera): beneficiar a
ciertos investigadores “connotados” con menos de tres evaluaciones, reemplazar
evaluaciones negativas para ciertos proyectos y aceptar evaluaciones mal
intencionadas en otros, de manera que los investigadores reconocidos siempre
compiten con cierto favoritismo respecto a otros investigadores menos
conocidos.

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


l
La participación en los concursos de los mismos investigadores que son miem-
bros de los Grupos de Estudio, los que formalmente no participan de la
evaluación de sus propios proyectos pero que gozan de cierta “protección” de
parte del Grupo (sólo basta ver el porcentaje altísimo de proyectos aprobados
para los miembros de Grupos de Estudio).
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
l
El cierre de un proyecto está condicionado a la publicación de un artículo
indexado [sic], lo que genera una serie de presiones a los editores científicos de
revistas chilenas con estas características para priorizar la publicación de un
artículo que permita el cierre de un proyecto, editores que, por otro lado, a
veces también forman parte de los Grupos de Estudio.
l
El peso del curriculum de los investigadores avanzados suele dejar atrás los
buenos proyectos de investigadores no tan avanzados, no existiendo, como en
el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart), una categoría
diferente de postulantes “consagrados”.
l
El anonimato de los evaluadores favorece prácticas de favoritismo o inversa-
mente predisposiciones negativas hacia los proyectos y los investigadores
concursantes.
l
Los recursos no aumentan y la cantidad de concursantes se incrementa a un
ritmo exponencial [...] La tasa de aprobación de proyectos […] se está así
cayendo al suelo.
154 VÍCTOR HUGO SAN MARTÍN Y MARCELO RIOSECO PAIS

Muchas de estas afirmaciones no carecen de verdad, aunque pensamos que el


problema de fondo no es sólo el financiamiento a la investigación, como hemos
dicho, sino el modelo que le sirve de basamento. Parte importante de los datos que
dan lugar a esta investigación, obtenidos del Portal de Transparencia del Gobierno
de Chile, demuestran estos hechos y comportamientos. Digamos de paso que esta
información es difícil de obtener y es sólo parcial. A través del repositorio institucional
de Fondecyt es posible acceder a los proyectos asignados hasta el año 2011. Si se
quiere obtener información posterior a esa fecha hay que solicitar los datos en el
mencionado portal de Transparencia, esperar 20 días hábiles y estar dispuesto a
construir un verdadero puzzle con la información proporcionada. No se entrega el
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.

nombre de los evaluadores de los proyectos, bajo el argumento de la confidencia-


lidad de los mismos, para “garantizar principios de transparencia y búsqueda de la
calidad necesaria para el desarrollo del conocimiento científico”.1 Ahora bien, el
argumento de proteger la independencia de los evaluadores mediante la reserva de
su identidad en un ámbito reducido de investigadores se contrapone con la
imparcialidad e independencia de las evaluaciones, que no son ciegas y que, por lo
tanto, permiten a los evaluadores favorecer a investigadores que forman parte de sus
propios círculos o que, a cambio, les devuelven algún tipo de favor.

No obstante, de acuerdo a la información que se ha logrado sistematizar, se puede


NUEVA ÉPOCA , NÚM .

adelantar un dato general que afecta a los grupos de estudio de investigación científica
en Ciencias Sociales. Se trata de cuatro grupos (Sociología, Antropología, Psicología
y Educación) que en una década contaron con un total de 132 integrantes. 45 de
ellos han repetido periodos como miembros de esos grupos de estudio, lo cual
disminuye el número real a 87 personas. Si pensamos que los periodos son bianuales,
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

en una década son cinco periodos, cada uno compuesto de unas quince personas. Es
decir, sólo en estos cuatro grupos de estudio un tercio de sus miembros ha pertenecido
a ellos más de un periodo, ya sea como director o integrante. Pasamos ahora a
describir lo que ocurre en el programa Fondecyt con la investigación educacional.

1
Es así como, por ejemplo, el Consejo de Transparencia, a través del Oficio 006319, en respues-
ta al Amparo Rol C1236-16, donde se solicitaba el nombre de los evaluadores de proyectos Fon-
decyt regulares, denegó el requerimiento, argumentando, entre otras cosas, lo siguiente: “Resulta
plausible concluir que entregar el nombre de los evaluadores que les correspondió la tarea de
ponderar y evaluar los antecedentes de cada postulante o cada proyecto en específico, atentaría
contra el debido cumplimiento de las funciones del órgano requerido, por cuanto, si se revelara la
identidad de éstos se desincentivaría a las personas que reúnan los requisitos para desempeñarse
como tales, a ejercer dicha función, sobre todo teniendo en consideración lo acotado y reducido
que es el universo posible de evaluadores existentes en Chile, como también el hecho que el asegurarles
la reserva de su identidad en relación con los proyectos asignados o revisados, permite que los
evaluadores desempeñen su función con una mayor independencia” (p. 4, núm. 3).
2
Por citar un ejemplo, el actual presidente de dicho Consejo se adjudicó, en el año 2014, un
proyecto de investigación por un monto de 146 millones de pesos, equivalente aproximadamente
a $220 mil dólares.
ENTRE ZANCADILLAS: LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL EN CHILE 155

La investigación educacional en el programa Fondecyt

El primer problema que afecta a las ciencias de la educación es su estatuto


epistemológico, o su propia definición como ciencias autónomas. Ésta es una discusión
que se enraíza en el siglo XIX y que hasta ahora no tiene una respuesta unánime, ni
siquiera entre quienes hacen investigación educacional o aquellos que tienen como
profesión “educar”. Esto genera un escaso “consumo” o demanda por investigación
educativa en Chile, y produce otro efecto indeseado: los tópicos investigados tienen
más relación con aspectos psicológicos, sociológicos, políticos o económicos que
con las labores educativas propiamente tales. Los reportes más útiles a los profesores

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.


o maestros son escasos y no están en idioma español, lo cual impide aún más la
lectura de investigación. Y los que sí lo son se encuentran en pocos repositorios,
difíciles de buscar, demasiado especializados y con servicio restringido.

Dentro del mismo fenómeno anterior, en la información de proyectos y grupos de


estudio de Fondecyt encontramos una amplia gama de especialidades, prevaleciendo
aquellas que investigan problemas del sistema educativo en cuanto tal, pero que
raramente conocen la escuela y las aulas. Sin duda estas investigaciones son un
aporte para la comprensión del fenómeno de la educación. Pero son difícilmente
traducibles a la práctica, ya sea porque se trata de investigaciones no relacionadas

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


con el aula, ya sea por falta de preparación y formación científica (incluso pedagógica)
de sus potenciales receptores, y por otras múltiples razones (tiempo, dinámicas de
trabajo, aislamiento, etcétera). Se puede sumar a aquello el hecho de que los mismos
investigadores Fondecyt se alejan paulatinamente de la docencia y pierden sus nexos
con la formación de profesores. Existen universidades que contratan “investigadores”
sólo para la adjudicación de proyectos Fondecyt u otros similares, pero que no tienen ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
acceso a estudiantes ni contacto con la formación profesional. Descubrimos, además,
que en el área de educación y pedagogía se abre un abanico casi inconmensurable de
investigaciones de diverso tipo y en las áreas más curiosas. Un ejemplo es que en los
proyectos aprobados en los años 2015 y 2016 encontramos algunos que van desde
la enseñanza de los formadores en odontología hasta la evaluación de aspectos
estéticos del profesorado.

El segundo problema que afecta a la investigación educacional, sin ser el de mayor


profundidad, puede ser el de mayor gravedad: la concentración de proyectos de
investigación educativa en los miembros de los grupos de estudio, y también entre
investigadores relacionados con esos miembros y con las universidades de las cuales
provienen los integrantes de los grupos de estudio. En suma, se trata probablemente
de redes informales, círculos de amistad, influencia o intereses comunes. Si sólo
consideramos el gran número de académicos que integran las Facultades de Educación
de las 60 universidades que existen en el país, podemos dimensionar el grado de
156 VÍCTOR HUGO SAN MARTÍN Y MARCELO RIOSECO PAIS

concentración de la investigación educacional en Chile. En el gráfico que mostramos


a continuación se puede ver, a modo de ejemplo, este fenómeno (sólo en Proyectos
Fondecyt de Iniciación del año 2015).

Gráfico 1
Adjudicación de proyectos de iniciación de FONDECYT
del Grupo de Estudio de Educación
Autores egresan UES del grupo
Sin relación aparente
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.

Autores trabajan en del grupo


NUEVA ÉPOCA , NÚM .

UES
58.62 29.31 12.07
Fuente: elaboración propia.

Antes de describir lo que sucede en el Grupo de Estudio de Educación, siguiendo


ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

datos más globales que abarcan una década (2005-2015), debemos detenernos un
poco en la designación de los miembros de los grupos de estudio. En primer lugar,
son designados por los Consejos Superiores de Fondecyt. Este organismo, cuyo pre-
sidente es elegido por los mismos consejeros durante un año, tampoco escapa a la
regla de adjudicación de proyectos en periodos de actividad del Consejo.2 Pues bien,
para ser miembro de algún grupo de estudio (designado por el Consejo aludido) se
requieren algunos requisitos y, además, cumplir con algunas condiciones para estar
más de tres periodos consecutivos. Éstos son los siguientes:
·
l
Tener probada experiencia de investigación y ser investigadores activos de
proyectos Fondecyt.
l
Contar con al menos un proyecto Fondecyt concluido.

2
Por citar un ejemplo, el actual presidente de dicho Consejo se adjudicó, en el año 2014, un
proyecto de investigación por un monto de 146 millones de pesos, equivalente aproximadamente
a $220 mil dólares.
ENTRE ZANCADILLAS: LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL EN CHILE 157

l
Las designaciones como integrantes de grupos de estudio serán por un año.
Renovables hasta por tres años.
l
Para los integrantes que están en su tercer periodo sólo considerar en forma
excepcional su nombramiento por un año más.
l
Es posible repetir uno o dos integrantes de los grupos de estudio que hayan
participado por lo menos cuatro años atrás, esto dependiendo del tamaño del
grupo de estudio.
l
No tener ningún aspecto de incumplimiento con el sistema Fondecyt.
No puede ser una autoridad universitaria con cargo de Decano o superior.

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.


l

l
Diversidad disciplinaria, institucional, regional y de género.
l
En caso de incumplimiento de algún aspecto se finalizará su participación en el
grupo de estudio.

Lo anterior sirve para tener un criterio de análisis de lo que se describe a continuación.


En una lectura más fina, el mismo reglamento de nombramiento o adjudicación de
evaluadores está sujeto a una condición excluyente: investigadores(as) que tengan
conflictos de interés. Se define como conflicto de interés quienes tengan con los(las)

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


postulantes: a) publicaciones conjuntas durante los últimos 5 años; b) relación de
amistad, profesional y/o comercial; c) relación de tutor-alumno (pre y/o postgrado)
en los últimos 5 años; d) relación de parentesco hasta 3er. grado de consanguinidad:
abuelo(a)-nieto(a), hermanos(as), padre o madre con hijos(as), tío(a), sobrino(a) y los
consanguíneos de su cónyuge: suegro(a) cuñado(a), yerno o nuera y personas ligadas
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
por vínculo de adopción, y e) relación de parentesco hasta 2do. grado de afinidad
(existente entre una persona que está o ha estado casada) y uniones de hecho.

Ahora bien, ¿qué ha sucedido desde el año 2005 a la actualidad? Entre 2005 y
2015, el 54 por ciento de los integrantes del grupo de estudio de educación se han
adjudicado al menos un proyecto Fondecyt Regular. Esto no sería extraño, pues para
ser miembros de un grupo de estudio es necesario haber adjudicado algún proyecto
Fondecyt. Lo curioso está en el hecho de que estas adjudicaciones adicionales se hi-
cieron mientras eran o son parte activa del grupo de estudio, que es responsable de
la evaluación de los proyectos. El total de integrantes de este grupo son 35 entre los
años 2005 y 2015 de los cuales 19 han obtenido proyectos siendo parte activa. El
monto global de estos proyectos supera los mil 400 millones de pesos, equivalentes
a más de dos millones de dólares.

Ahora, si consideramos todos los proyectos Fondecyt regulares en los que han
participado los integrantes del grupo de estudio de educación en el periodo 2005–
2015 (esto es, en calidad de investigadores principales o como coinvestigadores)
158 VÍCTOR HUGO SAN MARTÍN Y MARCELO RIOSECO PAIS

tenemos un número de 103, equivalentes a más de 5.900 millones de pesos (casi 9


millones de dólares). En 74 proyectos han ido como investigadores principales, y en
29 de ellos como coinvestigadores. Asimismo, 86 de ellos pertenecen al ámbito de
la pedagogía y 17 son de áreas afines. Desde otro punto de vista, las personas que
participaron en el grupo de estudio de educación y los coinvestigadores que trabajaron
directamente con ellos se adjudicaron, entre el año 2005 y 2015, 119 proyectos de
un total de 195, es decir, más del 60 por ciento de los proyectos adjudicados y más
de la mitad de los recursos asignados para educación.

Pero esto no es todo. A los evaluadores los designa el mismo grupo de estudio
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.

(“Los(Las) integrantes del grupo de estudio designarán en forma consensuada a los(las)


evaluadores(as) de cada proyecto, al inicio del proceso”). Esto quiere decir que los
miembros activos del grupo se han adjudicado numerosos proyectos de investigación
con fondos del programa, algunos en más de una ocasión, teniendo tuición y
conocimiento de los evaluadores. Y los evaluadores saben a quién evalúan, derecho
que no tienen los demás postulantes a los concursos. Lo anterior describe que nos
encontramos ante un grave problema de concentración, falta de transparencia o lisa
y llanamente frente a un conflicto de interés consumado. El gráfico siguiente muestra
mejor esta información:
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

Gráfico 2
Número de FONDECYT regulares obtenidos por miembros activos
del Grupo de Estudio de Educación
Información por año
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

No. de proyectos

Fuente: elaboración propia.

Para corroborar la afirmación respecto de los proyectos adjudicados por las


universidades de los grupos de estudio, si vinculamos la filiación (institución de
educación superior) de los miembros del Grupo de Educación en una década, la
situación es la siguiente:
ENTRE ZANCADILLAS: LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL EN CHILE 159

Gráfico 3
Número de FONDECYT regulares obtenidos por miembros activos
del Grupo de Estudio de Educación

Datos por universidad periodo 2005-2016

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.


No. de proyectos
PONT. UNIV. CATÓLICA DE VALPARAÍSO
PONT. UNIV. CATÓLICA DE CHILE

UNIV. DE PLAYA ANCHA

UNIV. ALBERTO HURTADO

UNIV. CATÓLICA DE TEMUCO


UNIV. CATÓLICA DE LA STMA. CONCEPCIÓN

UNIV. DE LA FRONTERA
UNIV. AUSTRAL DE CHILE

UNIV. DE CONCEPCIÓN

UNIV. DE LA SERENA

UNIV. DE TALCA
UNIV. DE CHILE

UNIV. DE TARAPACA

UNIV. DIEGO PORTALES

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Fuente: elaboración propia.

Con la información disponible se puede adelantar una conclusión de este estudio: los
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
fondos de investigación del Programa Fondecyt adolecen de una concentración que
es susceptible de ser juzgada por su falta de transparencia. Cualquier observador
externo podría decir que existe aquí un problema serio de falta de probidad.

Los efectos indeseados del modelo: la concentración de la investigación,


las redes informales y la relación con el prestigio y el poder

Ya hemos afirmado que el solo hecho de la adjudicación de proyectos Fondecyt


reporta beneficios económicos, de prestigio, de reconocimiento y de cuotas de poder,
ya sea al interior de las instituciones como en el contexto global de las mismas y en
los círculos académicos de instituciones chilenas y extranjeras. En el caso de la
educación y la pedagogía, históricamente han capturado menos recursos que las
ciencias naturales o ciencias básicas. En este contexto, la concentración y selectividad
se hacen más rigurosas y notorias.

En el primer apartado, el de los beneficios económicos, la concentración de los


proyectos en unos pocos investigadores muestra que, si bien los montos adjudicados
160 VÍCTOR HUGO SAN MARTÍN Y MARCELO RIOSECO PAIS

no son nada despreciables (aunque en el conjunto de Fondecyt sean menores),


favorecen a unos pocos investigadores del círculo próximo o cercano. A lo más,
selecciona a investigadores ya consagrados, como decía Pavez (2015), por sobre
investigadores noveles o no cercanos al círculo o a los intereses investigativos del
grupo. Estos proyectos son frecuentemente devaluados. De este modo, el incentivo
económico para realizar investigación es prácticamente nulo para un gran número
de académicos con grados y mérito suficiente, los que no encuentran un modo
adecuado de construir una carrera académica fuera de dichas redes de influencia.
Por el contrario, deberán someterse a las reglas de trabajo de instituciones que los
dedicarán exclusivamente a la docencia y los explotarán salarialmente. Es decir, quedan
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.

relegados a lo que Ibarra denomina la “planta baja” de la educación superior: “aquella


que debe enfrentar desde sus escuelas y facultades la paradójica tarea de formar a
grandes contingentes de ciudadanos para el trabajo en un mundo sin trabajo […]”
(Ibarra Colado, 2003:1063). Por el contrario, los salarios de las universidades en las
que se concentran los proyectos y grupos de estudio suelen ser bastante más altos.
En las restantes, adjudicar un Fondecyt en educación casi equivale a obtener un
Nobel. Esto va creando mundos académicos de primera, segunda o tercera clase,
tanto al interior de las universidades como en el contexto global de las mismas.

Lo anterior trae aparejado un segundo efecto que logran quienes se adjudican estos
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

proyectos. Además de ser mejor remunerados que sus compañeros, son también
mejor reconocidos por sus instituciones y pueden conformar círculos de poder e
influencia. Se los promociona de modo preferencial, se los premia económicamente
(porque a las instituciones no les conviene perder académicos Fondecyt), se los con-
voca a congresos, se les facilitan los trámites burocráticos, se los llama a participar
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

de consejos de diversa índole, etcétera, pues se trata de académicos productivos. De


este modo, el salto del prestigio al poder suele darse muy rápido. En instituciones
de menor tamaño este “capital humano” suele tomar la forma de acceso al poder
real (nombramientos en cargos y reconocimiento público al desempeño) o al po-
der de las decisiones. Es así como, metafóricamente, en el templo del capitalismo
productivo sólo existen los que atraen recursos externos, y queda exiliada la docencia
de pregrado y toda investigación no obediente con los intereses de los investigadores
del círculo dominante. La docencia es realizada por el contingente de la planta baja:
el resto de los académicos. Este aspecto es relevante en las facultades de educación,
pues allí se forman los futuros profesores o maestros, en cuyas espaldas reposa
prácticamente toda la responsabilidad de la calidad de la educación (Barber y Mourshed,
2007). Los académicos investigadores se alejan cada vez más de la docencia de
pregrado, esto es, de la formación de los educadores, con lo cual pierden el nexo
real con las necesidades formativas de los alumnos de pregrado.

Como ya lo afirmamos, también los mecanismos de financiamiento, la acreditación


de carreras y de programas de postgrado (magíster y doctorados) y de las mismas
ENTRE ZANCADILLAS: LA INVESTIGACIÓN EDUCACIONAL EN CHILE 161

instituciones, están conectados con estos criterios de productividad. Los académicos


Fondecyt y sus productos (investigaciones, recursos y publicaciones) son apreciados
y extremadamente importantes a la hora de evaluar carreras, programas e instituciones.
Ya no bastan los grados académicos ni la docencia de excelencia, pues el negocio
circula por la investigación y las publicaciones en revistas de corriente principal. En
dichas publicaciones no es extraño que en los comités editoriales y entre los revisores
de publicaciones de alcance nacional y latinoamericano estén presentes también los
académicos del círculo de influencia Fondecyt.

Balance final: alternativas para la investigación educacional en Chile

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.


Después de lo expuesto, cabe preguntarse por las posibles alternativas al actual modelo.
Una de ellas es la que ha surgido en el debate nacional de los últimos años: la
creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, siempre y cuando venga
acompañado de una solución más pertinente, transparente y definitiva con una total
reformulación de las normas, procedimientos y fines de los programas de investigación.
A continuación damos algunas conclusiones que pueden abrir espacios nuevos a la
investigación educacional en Chile:

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


l
Se sugiere desvincular sustancialmente del financiamiento a las instituciones la
investigación medida sólo desde un programa como Fondecyt, y regular con
más rigor el funcionamiento de ese programa y de Conicyt. Esto puede
resolverse mediante la creación de un Ministerio. Actualmente es un factor de
segregación de las universidades (y, consecuentemente, de sus alumnos),

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
extremadamente concentrado y susceptible de conflictos de interés. A la vez,
deben incluirse en este indicador alternativas de investigación crítica, diversas
a las ya conocidas, y otros mecanismos de financiamiento de la investigación.
l
Se propone priorizar y financiar investigación ligada a las necesidades reales
del sistema educativo y favorecer su significatividad en el aula. La investigación
Fondecyt, tal como está diseñada, no impacta a la educación chilena porque
no es pertinente.
l
Se deben modernizar y transparentar los mecanismos de evaluación de los
proyectos de investigación, además de diversificar y priorizar socialmente las
investigaciones necesarias para el desarrollo de la educación y del país. Lo
anterior lleva aparejada la modificación de los mecanismos de selección de los
grupos de estudio. Aquí debe haber un especial esfuerzo de probidad y escrutinio
público, para que no sea necesario investigar la investigación. El mecanismo
debe ser de selección pública, abierta, participativa y reglada, que mida
trayectorias académicas a través de productos diversos (libros, ensayos,
experiencias de aula, docencia exitosa, etcétera), y no solamente haber
adjudicado proyectos del modo como se ha hecho hasta ahora.
162 VÍCTOR HUGO SAN MARTÍN Y MARCELO RIOSECO PAIS

l
De la misma forma como se ha diseñado una nueva política de financiamiento
universitario mediante la gratuidad progresiva, debería aprobarse un nuevo
mecanismo de financiamiento de la investigación educacional que traspase las
barreras impuestas por el mercado. Ésa sería una solución gradual a la actual
situación del programa Fondecyt.
l
Hay que dimensionar y situar mejor la vinculación de este tipo de productividad
con los mecanismos de acreditación de instituciones, carreras y programas.
No puede ser que uno, dos o tres proyectos pesen más que una trayectoria
académica completa con indicadores como docencia de calidad, productos
académicos alternativos e investigaciones más locales. La medición por tiempos
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 149-165.

de productividad (habitualmente de cinco años) está bien para empresas


productivas de bienes y servicios, pero no para la investigación. Hay que
incorporar nuevas modalidades de medición de la calidad académica y docente.
l
Por último, dependerá de cada Universidad el modo como mide la calidad de
sus académicos. Los aportes son diversos y también los talentos. Un investigador
puede ser un buen docente, pero no necesariamente. Y a la inversa también.
Y un gestor con talento es distinto a aquellos. No se puede confundir magisterio,
prestigio y poder.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

En fin, por ahora sigue un debate abierto en Chile. Esperamos que esta investigación
sirva para ayudar a los cambios necesarios.

Bibliohemerografía
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

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Recibido: 20 de abril de 2017


Aprobado: 17 de junio de 2018
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167

IDENTIDADES Y FORMAS CULTURALES


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El constructo del negro en René Depestre


y Achille Mbembe
O constructo do negro em René Depestre e Achille Mbembe

On René Depestre and Achille Mbembe black construct

Mónica Raquel García Martínez*

Mi piel negra no es depositaria de valores específicos.


Franz Fanon

Resumen
A partir de los trabajos de René Depestre y Achille Mbembe, el artículo busca reconocer los
procesos en los cuales las africanas, los africanos y sus descendientes en las Américas pasaron
de una identidad impuesta en la época colonial –el negro– a la resignificación de la misma.
Desde distintas disciplinas y contextos, Depestre y Mbembe identificaron los procesos de
construcción del negro 1 adentrándose en concepciones antropológicas, donde la idea de huma-
nidad colapsa y se inauguran niveles de lo no humano. Esa deshumanización forzada, que
implicó la esclavización de millones de personas provenientes de cientos de etnias del continente
africano, es lo que está implícito en la identidad, primero impuesta y luego dignificada.
Palabras clave: negro, identidad, África, América, Depestre, Mbembe.

Resumo
A partir dos trabalhos de René Depestre e Achille Mbembe, o artigo busca reconhecer os
processos pelos quais as africanas, os africanos e seus descendentes na América passaram de
uma identidade imposta na época colonial –o negro– a uma ressignificação da mesma. Desde
distintas disciplinas e contextos, Depestre e Mbembe identificaram os processos de construção
do negro abordando concepções onde a ideia de humanidade colapsa e se inauguram ní-
veis do não humano. Essa desumanização forçada, que implicou na escravização de milhões

* Latinoamericanista, doctoranda en Estudios Latinoamericanos por la UNAM. Líneas de investigación:


historia, literatura, filosofía y prensa de afrodescendientes en América Latina. Publicaciones recientes:
“Respuestas al racismo a fines del siglo XIX”, en La Manzana, Puebla, México, Instituto de Ciencias
Sociales y Humanidades, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, año X, núm. 13, septiembre
2015-febrero 2016; “Autodesignaciones de las y los afrouruguayos en su prensa (1872-1952)”, en
Intellèctus, Río de Janeiro, Universidad del Estado de Río de Janeiro, vol. 17, núm. 1, 2018. E-
mail: <raqueloni@yahoo.com.ar>.
1
La palabra negro en cursivas se debe a la categoría colonial y no real de las personas –que fueron
sometidas a la esclavitud– procedentes de los distintos pueblos del continente africano.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.
170 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

de pessoas provenientes de centos de etnias do continente africano, é o que está implícito na


identidade, primeiro imposta e logo dignificada.
Palavras chave: negro, identidade, África, América, Depestre, Mbembe.

Abstract
By using the works of René Depestre and Achille Mbembe, this article investigates the pro-
cesses by which people from Africa and their relatives in the Americas gave their imposed
colonial negro identity a rather dignifying meaning later. Depestre and Mbembe identified
some elements in the construction of negro from an array of disciplines and experiences,
including an anthropological perspective to understand how the idea of human rationality
goes away to begins new levels of inhumanity. The word negro carries in a dehumanizing
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

identity that provoked the enslavement of millions of people from Africa, but recently it evolved
into a more positive identity.
Keywords: negro, identity, Africa, America, Depestre, Mbembe.

Las aristas que conforman las culturas están hechas de construcciones materiales e
inmateriales. Así como son inventos un edificio y una institución, lo son también
todas las estructuras que están detrás y los sistemas que las organizan. De este modo,
se han inventado, incluso, identidades. La identidad negro es una de ellas, generada
a partir de la operatividad del sistema esclavista colonial en los albores del capitalismo.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

Ahora bien, a partir de una lectura histórica es posible observar de qué forma esta
identidad asignada fue resignificada por las y los afrodescendientes.

La identidad negra –o las identidades negras– es un acontecimiento histórico


configurado a partir del siglo XV. Su origen no se refiere a la cosmovisión de algún
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

pueblo, ni es producto cultural de los cientos de etnias existentes en el continente


africano; su existencia ocurre como respuesta a las relaciones de dominación que
formaron el mundo capitalista actual, de tal modo que incluso su datación es bastante
clara.

Sobre la historia del constructo del negro, autoras y autores alrededor del mundo
han reflexionado e investigado; la producción teórica es inabarcable. ¿Qué es ser
negra o negro? Cualquier persona que haya sido racializada como tal lo ha cuestionado;
sin embargo, no todas las personas han descrito el proceso de construcción de dicha
identidad, no a todas las personas les ha interesado desmenuzar cada parte de la
fabricación de ese negro. Para hacerlo hay que adentrarse en la historia, sin duda,
pero no solamente, también hay que adentrarse en terrenos donde la humanidad se
quiebra y aparecen otras formas de existencia bajo la violencia continua.

Este trabajo parte de dos autores que han investigado el tema del negro desde distintas
disciplinas y contextos. René Depestre, marxista, surrealista –desde la literatura y la
militancia–, y Achille Mbembe, filósofo –desde el postcolonialismo– radiografiaron
EL CONSTRUCTO DEL NEGRO EN RENÉ DEPESTRE Y ACHILLE MBEMBE 171

los procesos de construcción del negro adentrándose en facetas donde la idea misma
de humanidad es puesta en jaque y se plantean categorías fuera de lo humano.
Ambos plantean la existencia de una deshumanización forzada, resultado de la
esclavización de millones de personas provenientes de cientos de etnias del continente
africano, todas ellas reducidas a un solo ente denominado negro, cuyo término expresa
la forma de identificar la mercancía del esclavizador, la carcasa, la piel del esclavizado;
vale decir que dicha carcasa adopta el nombre del color con el cual el esclavizador lo
vio al compararlo consigo mismo.

Sin embargo, estos negros lograron revertir la identidad que les fue impuesta y lograron

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.


adoptar sus identidades Negras2 en la cuales restituyeron sus humanidades.

Entre las figuras recurrentes utilizadas en la producción literaria de René Depestre


hay dos que interesan en este trabajo, una desde el vudú y otra desde la historia. Del
primero toma al zombi y de la segunda al cimarrón. A partir de ahí, logra definir dos
procesos constructores identitarios: la zombificación y el cimarronaje.

Desde el postcolonialismo, el filósofo Achille Mbembe afirma que el negro es un


invento y así lo apunta en Crítica de la razón negra.3 El extraordinario trabajo
presentado por el pensador camerunés recorre distintas facetas de este constructo.

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Se apoya en el método histórico, pero no se queda allí: recurre al psicoanálisis, a la
literatura, a la filosofía, y se adentra en todo el proceso en que el negro fue fabricado,
llegando hasta nuestros días.

Ambos autores –en épocas, contextos y con métodos distintos– rechazan cualquier
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
esencialismo de la identidad negra, apuntando hacia los procesos que la configuraron.
Los dos escritores articulan una explicación de cómo se llevó a cabo esa construcción,
describiendo los pasos en que la invención identitaria se fraguó.

La zombificación y el cimarronaje de René Depestre

En su producción literaria René Depestre –militante, escritor, cimarrón– usa dos


simbolismos: la zombificación y el cimarronaje (Depestre, 1967, 1977, 1978, 1986,
1988),4 para explicar los procesos de construcción del negro. Para el autor haitiano

2
Se coloca el término con mayúscula en el sentido de una resignificación propia de las y los
africanos y sus descendientes, entendido con mayor claridad a lo largo de todo el artículo.
3
La versión original Critique de la raison nègre es de 2013. La edición en español, utilizada en
este artículo, Crítica de la razón negra. Ensayo sobre el racismo contemporáneo, traducida por
Enrique Schmukler, es de 2016.
4
Las obras de Depestre son escritas en francés. En este trabajo se utilizarán las traducciones publicadas
en español, con excepción de Hadriana dans tous mes rêves.
172 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

tal negro es una categoría occidental y colonial que redujo la maravillosa diversidad
de los pueblos africanos a un ente explotable. La introducción de Buenos días y adiós
a la negritud inicia con esta afirmación: “Había una vez una categoría de seres
humanos que la colonización bautizó genérica y peyorativamente como negros. Así
denominados, los africanos, anteriormente miembros de etnias y pueblos de culturas
diversas, fueron reducidos al estado de combustible biológico” (Depestre,1986:9).

En líneas generales, para el autor haitiano, la zombificación hace referencia al proceso


de deshumanización por el cual africanas, africanos y su descendencia padecieron el
sometimiento por parte de los poderes esclavistas y se convirtieron en esclavos, pie-
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

zas, negros. La alusión al zombi, personaje del vudú haitiano, es utilizado por Depestre
como metáfora de la pérdida de humanidad.

El cimarronaje constituye, para el autor, la ruptura de las esclavizadas y los esclavizados


con el sistema esclavista. Es la única vía posible de dezombificación de los poderes
coloniales y sus mecanismos de dominación.

Zombificación

Para el autor de Buenos días y adiós a la negritud, la zombificación nos remite a una
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

de las figuras fascinantes de las imaginerías caribeñas en Haití: el zombi. Los zombis
son entes que parecen personas.5 Fueron sometidos al despojo de su alma por medio
de un bocor,6 al momento de morir. El bocor se apodera del alma y del cuerpo del
zombi y lo pone a trabajar para él. En Tras las huellas de un zombi, Roland Wingfield
lo define de la siguiente forma:
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

Un zombi es una persona “resucitada de entre los muertos”, vuelve con los vivos ya
sea bajo la forma de espíritu o bien en carne y hueso. En el primer caso el zombi no
difiere de los fantasmas errantes que se encuentran en las leyendas del mundo entero.
Pero en Haití, un zombi aparece más frecuentemente en carne y hueso que bajo la
forma de un espectro etéreo (Wingfield, 1995:145).

Continúa Wingfield:

Según la creencia popular, es un bocor, brujo malévolo, que ha transformado a un


muerto en zombi. El bocor resucita mágicamente al cadáver, después de que ha sido
enterrado y antes de que entre en putrefacción; luego, hace de la víctima su esclavo.
Un zombi no tiene ni voluntad propia, ni carácter, ni personalidad. Obedece a su

5
Sobre el vudú y los zombis ver también Martínez Montiel (2005:181-195) y Milo (1949 y 1950).
6
Especie de brujo del vudú haitiano quien se encarga de la zombificación. Su papel es diferente al
del houngan y la mambo, que ofician en el vudú, sirviendo a los loas en función de sacerdocio.
EL CONSTRUCTO DEL NEGRO EN RENÉ DEPESTRE Y ACHILLE MBEMBE 173

amo automáticamente, como si estuviera hipnotizado. Se reconoce a un zombi por


sus ojos vidriosos, por su voz nasal, por sus movimientos de autómata (Wingfield,
1995:146).

Depestre define al zombi en varios de sus trabajos, por ejemplo, en el glosario de El


palo ensebado: “Zombi. Individuo cuya alma se lleva un brujo con el objeto de reducirlo
a la servidumbre, al estado de muerte viviente”. En la misma entrada, cita a Alfred
Métraux y continúa:

[…] el destello de vida que el brujo despierta en el cadáver no lo devuelve por entero
a la sociedad de los hombres. El zombi se mantiene en esta zona brumosa que separa

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.


la vida de la muerte; se mueve, come, oye e incluso habla, pero no conserva recuerdos
ni es conciente de su estado; es un animal de carga explotado despiadadamente por
su amo, quien lo obliga a trabajar en sus tierras, lo agobia de carga, no le escatima
latigazos y le da sólo alimentos insípidos. La existencia de estos zombies equivale, en
el plano mítico, a la de los antiguos esclavos de Santo Domingo (Depestre, 1977:257).

Si el zombi es un muerto viviente que no tiene voluntad propia porque alguien se la


robó, la zombificación es el proceso mediante el cual a ese muerto viviente se le con-
vierte en zombi.

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


En Hadriana dans tous mes rêves, Depestre da una explicación humorística del proceso
de fabricación del zombi: Hadriana, la chica de los sueños del protagonista Patrique,
es zombi porque un bocor la zombificó el día de su casamiento. Se describe la receta
de un preparado para la zombificación: se le debe aplicar al cuerpo casi muerto,
entre otras cosas, una poción con extractos de sapo deshidratado, vesícula de mula,
partes de la tibia de un can rabioso, osamentas del cadáver de algún muchacho, ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
cartílagos de pez-globo y huesos de culebra; se pulveriza con granos de chá chá la
savia de la planta ojo de venado, azufre en polvo y unas bolitas de naftalina, al
ingerirse, cesan las funciones vitales a punto del inicio de la putrefacción. En este
punto, el bocor procede a la reanimación de quien casi muere, consigue separar el
alma del difunto o difunta y la guarda en una botella (Depestre, 1988:103).

Es evidente: este personaje del imaginario popular haitiano no es otro que el esclavizado
o esclavizada de la plantación. Son conocidos como esclavos no porque hayan nacido
así, sino porque les fue impuesto un proceso de esclavización con distintos
procedimientos de violencia. Todo inicia con el secuestro en sus lugares de origen;
luego, su paso por los barcos negreros y después la obligación de la vida esclava. Todo
dentro de la forzada cristianización que iniciaba con el bautismo católico al momento
de subir al horroroso barco que los sacaría de sus tierras para nunca más volver.7

7
La bibliografía sobre la trata y el tráfico de las personas esclavizadas es amplia, se sugiere ver:
Gilroy (2014); Hugh (1998); Hurt (1984); Martínez Montiel (2006) y Williams (2011).
174 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

La alusión a una fuerza aplicada para desviar de su naturaleza a una persona es el


recurso del escritor para referirse al zombi y a la zombificación como figura no
natural, desviada de su libertad, resultado de una técnica específica y fabricada por
alguien que se apodera de su energía. El zombi del imaginario popular haitiano es la
alteración infligida brutalmente en la biología y el bagaje cultural de una persona con
la finalidad de apoderarse de su energía vital, obligarla a trabajar al adueñarse de su
fuerza de trabajo y beneficiarse de ella.

Dentro de la fabricación material del zombi existe el componente narrativo que le da


vida por medio del lenguaje. Para Laënnec Hurbon, en El bárbaro imaginario (Hurbon,
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

1993:121-148, 178-204), el mito del zombi se estructura en un ensamblaje de


relatos repetidos, de tal modo que existe y se reproduce en tanto narraciones. Des-
cribe Hurbon que hay dos formas diferentes de ser zombi: como espíritu sin cuerpo8
o como cuerpo que no tiene voluntad propia. De ambas formas, el fenómeno del
zombi se alimenta con relatos repetitivos en los que se utiliza una estructura narrativa
común con un discurso específico y con los mismos personajes de fondo, situaciones,
causas y efectos recurrentes. “Lo que nos asombra es la repetición al pie de la letra
de los relatos hechos incluso por aquellos que afirman haber sido zombis, no sólo en
las informaciones difundidas por la prensa sino también en los tribunales” (Hurbon,
1993:143). Estos relatos, que cumplen la función de armado de la imagen del zombi,
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

son retomados por Depestre en diferentes trabajos como El palo ensebado o Hadriana
dans tous mes rêves.

Lo que el autor señala principalmente al traer al zombi en sus escritos, es la pérdida


de la condición humana a la que fueron sometidos los millones de personas
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

procedentes de cientos de etnias del continente africano. Por lo tanto, dentro de esta
conversión de humano en zombi no debe olvidarse que está implícito el robo de la
energía para ser utilizada como fuerza de trabajo. El grado de despojo tuvo tal brutalidad
que su complejidad no podría ser explicada con otras categorías existentes que estudian
la explotación de la fuerza de trabajo, como es el caso de la alienación marxista. Esta
alienación se refiere al robo de la energía del trabajador para la obtención de plusvalía
en el capitalismo, pero no describe el robo de humanidad que la esclavitud ejerce
hacia las y los esclavizados provenientes del continente africano. Es por eso que la
figura del zombi y sus narraciones explican, a juicio de Depestre, con mayor exactitud
el fenómeno de los negros colonizados. “Se ha recurrido habitualmente al concepto
de alienación para calificar esta fantástica pérdida de sí mismo, inherente a la situación
del esclavo. Este concepto no define cabalmente el fenómeno de esterilización que
amenazó la personalidad cultural del negro colonizado. En su caso, el concepto de
zombificación nos parece más útil y apropiado” (Depestre, 1986:69).

8
Un ejemplo señalado por Hurbon es el de una joven que afirmaba que los zombis se compraban
para utilizarlos, los vemos, por ejemplo, en la punta del lápiz para hacer las tareas escolares.
EL CONSTRUCTO DEL NEGRO EN RENÉ DEPESTRE Y ACHILLE MBEMBE 175

Desde la explicación marxista, al esclavizado no le ajusta el término trabajador –


menos el de proletario– ya que, por un lado, pertenece a la fase industrial y, por el
otro, porque el trabajador está aún dentro del mundo y el esclavizado está afuera. El
esclavizado ha sido desposeído de su humanidad al extremo de la animalización. No
tiene fuerza de trabajo porque ni siquiera tiene una fuerza de trabajo que le sea
propia. Nada le es propio, ni siquiera su cuerpo: le pertenece a un amo. Por eso, el
propietario del esclavizado al comprar su pieza le graba con fuego en la carne la
marca que lo convierte en su propiedad, en un bien mueble. Por ello, para Depestre
el zombi no es una aparición casual en Haití, sino la aparición y representación
popular del fenómeno esclavista y sus mecanismos del robo de la fuerza de trabajo y

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.


la energía vital.

El zombi, o su imagen, son parte de la literatura y de la religiosidad haitiana viva y,


pareciera ser, también el eslabón que falta a la hora de entender el proceso de
despersonalización en la esclavización, que no puede explicarse con reduccionismos.
En la zombificación, como en la esclavización, sucede la violación de cuerpos y el
robo, acciones mediante las cuales a un ser humano se le metamorfomiza e incluso
se le zoomorfomiza. Se le transforma en zombi o en pieza de trata, condenado a un
terreno más próximo a la animalidad que a la humanidad dentro de la organización
social. Además, a la falta de un cuerpo propio hay que agregarle la extracción de la

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


voluntad; componentes fundamentales de la existencia humana.

La narrativa desde la imagen del zombi dice mucho sobre procesos, construcciones,
técnicas, discursos, destrucciones repetidas y también de relaciones de dominación y
despojo. El mito impacta a través de su imagen: ese ser de ojos vidriosos que camina
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
como autómata expresa con mayor elocuencia el drama humano que significó el
sujeto esclavizado. Alguien que consiguió apropiarse de su cuerpo, desechó su alma
como inútil y, a partir de su posesión, le impuso su voluntad y lo puso a trabajar para
crear riqueza. Y ahora camina, sin alma, aterrorizando a quien lo ve porque un
cuerpo sin alma causa espanto. La imagen del zombi, maravillosamente expresiva,
es una manera original de presentar la visión de la despersonalización. Pero no es
solamente una descripción: en esa imagen hay una narración implícita. El zombi y la
zombificación nos adentran en ese mundo de cómo el ser humano, al ser esclavizado,
sufrió la pérdida de su identidad y hasta de su voluntad porque perdió su cuerpo. Por
eso, no es mera coincidencia, sino lógica consecuencia, que en ese universo socio-
espacial que fue el sistema de plantación en Haití haya comenzado el mito del zombi.9

Sin embargo, los zombis tienen una posibilidad de revertir su estado. El mito cuenta
que si cualquiera de ellos consigue comer sal o alimentos salados, podrá liberarse de

9
Según Hurbon, este fenómeno tiene sus raíces en África, se lo encuentra en el oeste de Camerún
(Hurbon, 1993:201).
176 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

su prisión. Por esa razón, el bocor le da alimentos insípidos. En Buenos días y adiós
a la negritud, Depestre cuenta que en Haití, con su rebelión y revolución, esto ocurrió
en masa.

Sometidos a las limitaciones de los poderes coloniales, los pueblos hicieron lo inde-
cible por evitar el naufragio absoluto de su ser social. Pueblos zombis, ellos se
transformaron en ladrones apasionados del fuego y de la sal que despiertan al hom-
bre en el esclavo. Tuvieron que recurrir a la cimarronería para desbaratar los
mecanismos de asimilación que conspiraban contra su humanidad (Depestre, 1978:11).

La cimarronería abrió la posibilidad del empoderamiento de sí mismo, tanto en lo


43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

individual como en lo colectivo. A partir de ahí, comienza otra historia para Nuestra
América.

Cimarronaje

La idea de cimarronaje permea en muchos textos del escritor haitiano10 a partir de


los años sesenta del siglo pasado, cuando vivía en Cuba. El término aparece en Un
arcoiris para el Occidente cristiano. Poema-misterio-vudú (1967) y seguirá aparecien-
do a través de otros géneros como en su novela El palo ensebado (1975), en los
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

ensayos Problemas de la identidad del hombre negro en las literaturas antillanas


(1967) y en Buenos días y adiós a la negritud (1980). Una de las primeras alusiones
al cimarronaje viene con el verbo cimarronear en su poema “Oda a Mackandal” de
Un arcoiris para el Occidente cristiano…:
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

el primer cimarrón de su pueblo, el primer macho


que dió11 un uso marino a sus simientes.
El manco Mackandal cimarroneando con su único
brazo el poder de los Blancos
Cimarroneándoles sus pozos de agua potable
Con grandes golpes de violento veneno
Cimarroneando sus cañaverales
con grandes golpes de candela
Cimarroneándoles su religión
con grandes golpes de vodú (Depestre, 1967:103).

Mackandal cimarronea en la acción del ataque; no es un cimarronaje de desobediencia


o de huida, como hubo muchos; Mackandal cimarronea al romper directamente con
los medios de vida de quienes les esclavizan, ataca donde es posible debilitar a sus
esclavizadores: “el poder de los Blancos”, “sus pozos de agua potable”, “sus cañave-

10
Para un mayor alcance del uso del término en este autor ver García Martínez (2010).
11
Se transcribe la redacción textual.
EL CONSTRUCTO DEL NEGRO EN RENÉ DEPESTRE Y ACHILLE MBEMBE 177

rales”, “su religión”. En Problemas de la identidad del hombre negro en las literaturas
antillanas, el cimarronaje es una necesidad: “¿Cómo han reaccionado los pueblos
antillanos ante estas limitaciones totalitarias para evitar el naufragio absoluto de su
identidad? ¿Cómo han resistido a semejante proceso de despersonalización? Ellos
han cimarroneado en lo posible los mecanismos de asimilación global empleados
por poderes ‘blancos’” (Depestre, 1967:103).

En el viaje del término cimarronear hay un antecedente importante: Aimé Césaire,


en 1955, le escribió una carta-poema a René Depestre: Lettre brésilienne. (Réponse
à Depestre, poète haïtien, qui à la suite d’Aragon avait prôné retour aux formes

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.


classiques de la poésie française, sonnet, etc.). En dicha carta, el poeta martiniqués le
respondía al haitiano que no había por qué seguir los patrones literarios franceses
–idea que apoyaba Depestre al coincidir con la propuesta del escritor Louis Aragon
sobre la necesidad de retomar la métrica clásica de la poesía francófona. En la recri-
minación de Césaire a Depestre se encuentra la idea de cimarronear un sistema,
en este caso, literario.12

Por lo tanto, en Aimé Césaire ya es posible encontrar esta expresión utilizada en el


mundo de la literatura y sus códigos dominantes. Sergio Ugalde no duda en darle al
poeta martiniqués el favor del inicio del concepto en las letras del Caribe francófono:

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


“El primer poeta que muestra la imaginación cimarrona en las Antillas francesas es
sin lugar a dudas el poeta Aimé Césaire” (Ugalde, 2017:84). En La poética del
cimarrón, Ugalde descubre el papel fundador del poeta de la Negritud en una poiesis
caribeña desde el simbolismo del universo cimarrón: “A partir de Césaire la voluntad
cimarrona ingresa y se expande en la producción literaria del Caribe francófono”
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
(Ugalde, 2007:84).13

En esta expansión literaria del símbolo está, sin duda, el aporte que hizo Depestre
del término, llevándolo a una categoría-metáfora con la que se puede pensar la

12
“Vaillant cavalier du tam-tam/est-il vrai que tu doutes de la forêt natale/de nos voix rauques de
nos coeurs qui nous remontent amers/de nos yeux de rhum rouges de nos nuits incendiées/se
peut-il que les pluies de l’exil/aient détendu la peau de tambour de ta voix/Laisse-là, Depestre,
laisse-là la gueuserie solennelle d’un air mendié laisse-leur/[…] marronnons-les, Depestre marronnons-
les/Comme jadis nous marronnions nos maîtres à fouet (Soares, 2010). “Valiente caballero del
tam-tam/ es verdad que tú dudas del bosque nativo/de nuestras voces roncas de nuestros corazo-
nes que nos vuelven amargos/de nuestros ojos rojos de ron de nuestras noches incendiadas/puede
ser que las lluvias del exilio/hayan suavizado la piel del tambor de tu voz/Déjalos, Depestre, deja
la mezquindad solemne de un aire mendicante, déjalos/[…] ¡Cimarroneémoslos, Depestre!
¡Cimarroneémoslos!/Como antes cimarroneábamos a nuestros maestros de látigos”. Agradezco
la traducción al español a Jean-Bosco Kakozi Kashindi.
13
La expansión de la idea de cimarronaje y la necesidad de creación y recreación de estéticas y
expresiones culturales propias será retomada por escritores de generaciones posteriores. En este
sentido, la obra de Édouard Glissant es de destacarse.
178 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

necesaria ruptura con todos aquellos mecanismos de dominación por medio de los
cuales se somete a la humanidad. Específicamente para el caso del negro, el
cimarronaje fue entendido por el escritor haitiano como la única vía posible de
recuperación de su humanidad, su dignidad, su identidad. Concibió al cimarronaje
de distintos modos, con variaciones: cimarronaje cultural, en el que se rearticula una
identidad propia a partir de “la religión, la magia, la música, la danza, la medicina
popular, el lenguaje criollo, la cocina, la literatura oral, la vida sexual, la familia y
otras expresiones de la sabiduría del genio optimistas de los pueblos” (Depestre,
1986:73); cimarronaje intelectual, en el que, a partir de intelectuales afrodescendientes,
se combaten las tesis europeas sobre la inferiorización negra, tal como intentó probar
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

la seudociencia del racismo científico14 del siglo XIX (Depestre, 1986:21 y 58);
cimarronaje ideológico, que reelabora nuevas formas de identidades nacionales con
ideologías propias, funcionales a sus realidades sociales en conjunción con las
particularidades culturales de cada sociedad (Depestre, 1986:141).

Finalmente, en el recorrido de cimarronear los mecanismos de dominación, entiende


que el negro también debe ser cimarroneado en tanto mito colonial producto de los
mecanismos de dominación, dado que:

La ideología esclavista codificó las categorías raciales (fetiches y categorías de la


NUEVA ÉPOCA , NÚM .

producción mercantil) como producto de la naturaleza […] Las características genéticas,


expresiones de la maravillosa diversidad de la especie humana, por necesidades del
comercio estaban integradas a un mito semiológico que jerarquizó y reguló el valor de
los hombres sobre la base de su color (Depestre, 1986:69).

Una de las particularidades de la dualidad poética zombificación/cimarronaje es la


ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

vigencia de sus postulados. Las nuevas formas de dominación del neoliberalismo,


sus acciones destructivas, sus políticas racistas, sexistas, clasistas, las nuevas tecnologías
genéticas, incluso la genómica –en las cuales se observa una reactualización de la
racialización–, encuadran perfectamente como estrategias de resistencia.

En este sentido, se observan grandes coincidencias con el pensamiento del escritor


camerunés Achille Mbembe. Para este último, como se verá, el negro también es un
invento de la ingeniería colonial.

14
El racismo científico fue una corriente pseudocientífica (de finales del siglo XVIII al XX) nacida en
Europa, en que se clasificaba a las personas por medio de la pretensión científica conocida como
“raza”, y en estas clasificaciones se colocaba siempre a las personas con mayores variabilidades
físicas caucásicas conocidas como “blancas”, como superiores a otras personas de otras culturas
y variabilidades físicas diferentes.
EL CONSTRUCTO DEL NEGRO EN RENÉ DEPESTRE Y ACHILLE MBEMBE 179

La invención del negro para Achille Mbembe


en Crítica de la razón negra

Para el escritor camerunés Achille Mbembe, así como para Depestre, el negro es un
invento. Así lo demuestra en su último libro Crítica de la razón negra. Es un invento
porque es una figura que no existe por sí misma. No es una categoría que tenga un
significado en sí, sino que es una acumulación de sentido que ha tenido un principio
y un desarrollo. Es un producto de la “fantasía de la imaginación colonial”, aunado a
los intereses del capitalismo y su sistema esclavista a nivel global por medio de la
trata transatlántica. De ninguna manera es algo dado, sino estratégico y posicional;

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.


su invención es un proceso ubicado entre los siglos XV y XIX.

En la explicación de la construcción histórica del negro y del esclavo hay coincidencia


con la descripción de Depestre sobre el naufragio identitario de las y los esclavizados.
Así como el escritor haitiano resalta la fuerza liberadora del cimarronaje, Mbembe se
refiere, de forma parecida, a la resignificación que las personas africanas esclavizadas
en las Américas y sus descendientes hicieron del negro –identidad impuesta– al
recrearse en una identidad negra que se apoyó en una comunidad racial desde un
giro de su propia creatividad, ya como sujetos.

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


Para el autor de Crítica de la razón negra, el proceso de ensamblaje del negro se dio
en tres etapas (Mbembe, 2016:21). La primera se da entre los siglos XV y XIX, con el
Atlántico como epicentro, cuando se lleva a cabo el rapto masivo de personas de
diversas etnias y estatus sociales a lo largo y ancho de la región subsahariana del
continente africano.15 Luego, el traslado en los inmundos barcos negreros, en los
que moría una gran cantidad de personas y, finalmente, la esclavización en la ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
plantación, que era el destino de la mayoría –no el único.16 En esta fase se les despoja
de su identidad como personas, de sus nombres, de sus lenguas, de sus dioses, y se
les convierte en objetos. La violencia de los esclavistas les impone nombres cristianos
y la identidad de negros y esclavos. A partir de aquí, son transformados en bienes
convertibles, monedas de cambio.

La segunda etapa, señala Mbembe, comienza a finales del siglo XVIII cuando algunas
de estas personas alcanzan a tornarse letradas y por medio de la escritura comienzan
a manifestarse públicamente como voces propias. A partir de este momento, se
expresan en tanto sujetos y readoptan la identidad racial con la que fueron asignados,
pero dándole su propio sentido. Estas personas y sus descendientes comienzan a

15
Consultar bibliografía sobre historia de la trata en la nota 7.
16
Otros contingentes de personas esclavizadas fueron destinados para otros tipos de producción:
minería, comercio, artesanía, trabajos domésticos, etcétera.
180 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

nombrarse y a escribir sobre sí mismas. En un inicio, el objetivo principal fue demostrar


su igualdad humana con todas las personas y luego, con la consolidación de los
Estados nacionales, demostrar sus derechos como ciudadanos, mediante luchas que
se prolongan hasta la actualidad. A partir de esta conciencia, hay en toda América
revueltas de gente esclavizada; de estas revueltas, la independencia de Haití constituye
el punto más álgido. Esta etapa concluye con el fin del apartheid en Sudáfrica.

La tercera etapa se da en nuestros días. El neoliberalismo y su capital, principalmente


financiero, y las nuevas tecnologías digitales y genéticas han producido nuevos grupos
humanos excluidos en quienes se observa la implementación de las lógicas coloniales.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

Las dos primeras etapas del proceso de fabricación del negro, señaladas por el filósofo
camerunés, corresponden a los dos conceptos caracterizados por Depestre: la
zombificación y el cimarronaje. En la primera el sistema esclavista hizo de millones
de personas de distintas culturas, lenguas, estamentos sociales, religiones, creencias,
ciencias, un único personaje vendible y esclavizable: el negro. Son los tiempos en
que dicho invento se desarrolla, en el que se articula una dinámica de acumulación
primaria en los albores del capitalismo, de invasión y conquista de las Américas. El
autor utiliza la metáfora mortal del proceso de conversión del mineral a metal para
explicar al negro: extracción-prensado-moneda fueron pasos en el proceso de
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

fabricación del negro, convertido de persona a metal y luego a moneda (Mbembe,


2016:79).

El autor de Crítica de la razón negra señala también otro espacio físico donde se
consolida la fabricación del negro: la plantación –de caña de azúcar, algodón, cacao,
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

café, etcétera–, el complejo sociocultural, económico y político del sistema esclavista


en las Américas. Fue en la plantación donde se afianzó el despojo y se convirtió a las
personas secuestradas del continente africano en cosas. Se les vació, se les quitó su
contenido, se les prohibió practicar su cultura fundamental, su lengua, su religión,
reconocer sus parentescos. Se les sometió a la violencia corporal hasta lograr cuerpos
aptos para la extracción de los excedentes; el vaciado de identidad fue fundamental
para lograr un cuerpo de extracción:

A través del triple mecanismo de captura, vaciado y objetivación, el esclavo está


atado de manera forzada a un dispositivo que le impide hacer libremente de su vida
–y a partir de su vida– una verdadera obra; es decir, algo que se basta a sí mismo y
que está dotado de una consistencia propia. De hecho, todo lo que el esclavo pro-
duce le es quitado –productos del trabajo, progenitura, obras del espíritu. No es
considerado el autor de nada que le pertenezca exclusivamente (Mbembe, 2016:88).

La segunda etapa viene con la respuesta de este negro, asignado e impuesto, en un


Negro resignificado, sujeto histórico, político, movilizado, transformador de la historia.
EL CONSTRUCTO DEL NEGRO EN RENÉ DEPESTRE Y ACHILLE MBEMBE 181

Surge de la respuesta a la destrucción de su ser. Es este el cimarrón sugerido por


Depestre y la poiesis caribeña. Para el autor de Crítica de la razón negra esto es
posible porque, a pesar de la destrucción del ser humano, al destrozar las complejidades
que componen su identidad, no se puede acabar con su ser ontológico: en tanto ser
humano está obligado a reconstituirse. Así, “a través de un giro espectacular logró
transformarse en símbolo de un deseo consciente de vida” (Mbembe, 2016:26).

Para el camerunés, los actos de resistencia de estas personas despojadas de su


humanidad dieron sentido a su razón de ser y se empoderaron del nombre,
encontraron su propia forma de ser Negros, aun cuando este nombre tuviese un

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.


origen colonialista. Lo anterior fue “simiente” de movimientos como la Negritud y
otros que reivindicaron su ascendencia de etnias africanas en el mundo.17

En este acto de reapropiación y resignificación hay una consolidación de sujeto,


quizá en el sentido que lo planteó Arturo Andrés Roig, a partir de un a priori
antropológico18 pasa a la praxis. El sujeto, en este caso una comunidad deshumanizada,
a partir de un valorarse a sí mismo toma conocimiento de su realidad y actúa, no
desde una teoría previa –un a priori epistemológico.

Otro aspecto del proceso de fabricación del negro al que se refiere Mbembe, es lo

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


que desde la modernidad se entendió como raza. A partir del siglo XVIII, al negro se
le concibió como una raza y, en medio de discursos de igualdad y libertad ilustradas,
éste pasó a ser inferior, pero esta vez, en nombre de la ciencia. Para el racismo
científico, todas las personas que por sus variabilidades físicas (rasgos faciales, cabello,
tonalidades epidérmicas, etcétera) y rasgos culturales fueron subjetivamente vistas
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
como “raza negra” se las consideró e institucionalizó como inferiores a la llamada
“raza blanca”: “Desde el comienzo del siglo XVIII, el negro y la raza constituyeron
juntos el subsuelo –inconfesable y a menudo negado– o el complejo nuclear, a partir
del cual se desplegó el proyecto moderno de conocimiento y de gobierno. Representan
dos figuras gemelas del delirio que produjo la modernidad” (Mbembe, 2016:20). Tal
delirio, por medio de su repertorio de simbolismos, ubicó al negro como sujeto de
raza por excelencia y simbolizó todo aquello bestial, amedrentador, repulsivo para el
sujeto también inventado por la razón occidental: el “blanco”: “Producto de una
maquinaria social y técnica indisociable del capitalismo, de su emergencia y de su
expansión planetaria, el negro fue inventado para significar exclusión, embrutecimiento
y degradación” (Mbembe, 2016:25).

17
Esto dio pie a nuevos nombres para identificarse: afrodescendientes , afroamericanos ,
afroindoamericanos, etcétera. Todo fue resultado del sentido de la acción de autonombrarse.
18
El “a priori antropológico” es una categoría propuesta por el filósofo argentino Arturo Andrés
Roig como un aporte a la historia de las ideas en América Latina, la cual sugiere –grosso modo– que
el sujeto se valora a sí mismo por sí mismo. Para entender el concepto con mayor alcance, ver Roig
(1981).
182 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

Cerca del inicio de la segunda etapa señalada por el pensador camerunés, hubo un
momento de respuesta de estos sujetos racializados, quienes, a pesar de todas las
opresiones, terminaron interiorizando su racialidad desde una postura incluso política
y consiguieron inventar sus mundos e “imaginar comunidades” desde relatos propios
de su historicidad. Esta respuesta es parte del proceso de invención de las y los afro-
descendientes a partir de empoderar al negro. Esto se dio en tres momentos:
asignación, interiorización y giro. En la fase de giro, estos sujetos, desde una “con-
ciencia negra del negro”, recuperaron su calidad de humanidad.

Históricamente, aquéllos que habían sido bautizados con el apodo de negro –y, en
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

consecuencia, habían sido marginados o separados– terminaron por aceptar vivir


con él. De modo que el mote pasó a ser de uso corriente […] En un gesto consciente
de inversión, a veces poético, a veces carnavalesco, otros aceptaron portar ese
patronímico deshonroso, símbolo de abyección para hacer de él un emblema de
belleza y de orgullo; para convertirlo en la insignia de un desafío radical, de un
llamado a la revuelta, la deserción y la insurrección. Como categoría histórica el
negro no existe entonces fuera de esos tres momentos que son la asignación, la
recuperación e interiorización y el giro o conversión –este último, por otra parte, es
el momento que inaugura la recuperación plena y sin concesiones del estatus de
humanidad que había sido suprimido por el hierro y el látigo– (Mbembe, 2016:87).
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

Una de las formas en que se llevó a cabo la conversión fue la escritura; el dominio de
ésta les permitió tener sus propios textos e, incluso, publicaciones periódicas,19 lo
que constituyó uno de los medios para llegar a una opinión pública propia dentro de
sus sociedades nacionales:
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

aquéllos que habían sido bautizados con el nombre de negro produjeron a lo largo
de la historia pensamientos y lenguas propias. Inventaron también sus propias
literaturas, músicas, formas de celebrar los cultos divinos; fueron obligados a fundar
sus propias instituciones, escuelas, periódicos, organizaciones políticas; una esfera
pública que no se redujera a la esfera pública oficial (Mbembe, 2016:89).

Para Mbembe, por lo tanto, en el proceso de invención del negro está incluida la
propia autoinvención como respuesta al naufragio de su ser. Esto es importante
porque lleva a entender que la identidad negra es una especie de círculo de
contradicciones donde las y los afrodescendientes, para salir de las condiciones
asignadas y de la opresión, deben utilizar parte de esa asignación, aunque dándole
nuevos significados.

La tercera fase corresponde a la actualidad. A comienzos del siglo XXI, para el pensador
camerunés el significado de negro y su contenido “animista” se extiende a más per-

19
Los afrodescendientes en América tuvieron prensa en Estados Unidos, Argentina, Brasil, Cuba y
Uruguay.
EL CONSTRUCTO DEL NEGRO EN RENÉ DEPESTRE Y ACHILLE MBEMBE 183

sonas. Ya no son solamente personas africanas o afrodescendientes, sino que esta


figura excede el significado original y se extiende hacia otras personas manipuladas
y despojadas de su humanidad en el mundo del neoliberalismo y sus lógicas empre-
sariales constituyéndolas en nuevos sujetos excluidos (Mbembe, 2016:21). En los
tiempos actuales las categorías son nuevas, pero, increíblemente, mantienen las mis-
mas justificaciones, sólo que actualizadas científicamente. Por eso, Mbembe augura
un “devenir-negro del mundo”.

Diferente –pero aún más representativa de la fusión potencial entre el capitalismo


y el animismo– es la posibilidad de que los seres humanos sean transformados en
cosas animadas, en datos digitales y códigos. Por primera vez en la historia de la

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.


humanidad, la palabra negro no remite solamente a la condición que se les impuso
a las personas de origen africano durante el primer capitalismo –depredaciones de
distinta índole, desposesión de todo poder de autodeterminación y, sobre todo, del
futuro y del tiempo, esas dos matrices de lo posible. Es esta nueva característica
fungible, esta solubilidad, su institucionalización como nueva norma de existencia y
su propagación al resto del planeta, lo que llamamos el devenir-negro del mundo
(Mbembe, 2016:24-25).

Con relación a la racialización y el racismo, éstos también han sido reactualizados:


“en casi todas partes del mundo ha tomado un nuevo impulso la fabricación de

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


nuevos sujetos de raza” y, como consecuencia la “mutación de las estructuras del
odio” (Mbembe, 2016:47).

Puede ser que, en el futuro, la discriminación no sólo sea por el color de piel, sino
que se hable de una especie de genoma inconveniente que justifique la funcionalidad
de los sometimientos: ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

Lejos de señalar el final del racismo, el pensamiento genómico revela una nueva
manifestación de la lógica de raza. Sea para la exploración de raíz genómica de en-
fermedades en ciertos grupos o para trazar raíces u orígenes geográficos de indivi-
duos, el recurso a la genética tiende a confirmar las tipologías raciales del siglo XIX
–blanco caucásico, negro africano, amarillo asiático– (Mbembe, 2016:47).

Para el escritor camerunés, por lo tanto, el negro y su invención son un modelo de


fabricación de sujetos de extracción que continúa siendo utilizado y se reactualiza a la
par de las nuevas tecnologías reproduciendo las lógicas racistas.

Algunas conclusiones

De acuerdo a estas reflexiones puede verse cómo, a partir de un análisis del negro,
Depestre y Mbembe retoman el invento colonial de dicha categoría y reconstruyen
los procesos de esta invención develando parte de la brutal ingeniería colonial, la
184 MÓNICA RAQUEL GARCÍA MARTÍNEZ

cual, lejos de haber quedado atrás, se reactualiza en las modernas tecnologías de


despojos y dominación a nivel global.

Los tiempos actuales nos muestran que el mismo método que se utilizó para fabricar
al negro continúa vigente, que no estamos libres del tipo de fabricación de
subhumanidades para ser destruidas. Todo lo cual obliga a reflexionar sobre las
identidades y sus contenidos: ¿Son impuestas o provienen del sujeto consciente que
se valora a sí mismo?

La propuesta de Mbembe, con la cual probablemente Depestre concordaría, funciona


43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 169-185.

como un llamado de alerta en el actual sistema neoliberal a nivel mundial: la misma


dinámica de la esclavización, utilizada en la conquista y colonización, sigue operando.
Por lo tanto, también siguen activos el racismo y otras formas de deshumanización
que llevan al despojo de personas y ecosistemas, en las cuales la economía se mezcla
con la biología en un nuevo “devenir-negro del mundo”.

En todo momento y en todo lugar, quienes están en los círculos de poder ejercen el
robo de los recursos vitales de las personas y ecosistemas, y para ello ponen en
práctica el despojo de humanidad de cualquier grupo humano que se atraviese en sus
ambiciones. Por ello, ahora más que nunca, el cimarronaje no ha perdido su vigencia.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

En este sentido, así como para los autores no es posible renunciar a la humanidad
que nos constituye en tanto seres humanos con capacidad y “obligación” de
reconstruirse ante la destrucción, las y los afrodescendientes por el mundo han dado
prueba de sus distintas formas de cimarronear las opresiones hasta nuestros días. No
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

solamente en la resignificación del negro desde la autodeterminación mediante


rebeliones y resistencias, sino en las distintas instancias dentro de sus sociedades y
Estados nacionales. Por medio de un sinnúmero de acciones organizadas, expresiones
culturales y estrategias emprendidas, abrieron espacios teóricos y físicos con los
cuales es posible pensar y alcanzar posiciones de mayor dignidad y derechos que no
solamente atingen a afrodescendientes. El camino por recorrer continúa, ya sea en
la lucha contra el racismo, la discriminación, la pobreza, o en la valorización, la
reparación, el reconocimiento, la defensa de territorios a conquistar y en el constante
estudio sobre un sí mismos, todo lo cual implica ejercer la autodeterminación.

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Recibido: 8 de junio de 2017


Aprobado: 26 de octubre de 2018
186
187

RESEÑAS
188
189

Myriam Fracchia, Márgara Millán, Karina Kloster,


Pietro Ameglio y José Miguel Candia
(coordinadores), Antología del pensamiento
y obra de Juan Carlos Marín
Por José Miguel Candia*

Compromiso académico y militancia social


en la obra de Juan Carlos Marín

La trayectoria académica del sociólogo Juan Carlos Marín ofrece múltiples y variados
matices, todos relevantes al momento de recapitular una generosa vida profesional
dedicada a la docencia y la investigación en el área de las ciencias sociales. Desde
muy temprano tuvo una decisiva participación en el diseño curricular que hizo posible
la creación de la licenciatura en sociología en la Universidad de Buenos Aires (UBA);
formó parte de un grupo de jóvenes talentosos que rodearon al profesor Gino
Germani, motor de la sociología argentina, a finales de los años cincuenta. Siempre
atareado en las labores docentes y en el implacable trabajo crítico de revisar y cuestionar
su propia obra, continuó así hasta el final de sus días. Fue notable dentro de un
conjunto de maestros y pensadores de amplio reconocimiento académico como
Gino Germani, Eliseo Verón, Miguel Murmis y Norberto Rodríguez Bustamante,
entre otros.

Los avatares de la vida institucional argentina interrumpieron momentáneamente su


carrera intelectual por lo cual decidió radicar en Chile. En este país prestó servicio en
diversas instancias académicas y dejó una valiosa obra de investigación sobre las
prácticas sociales del movimiento popular chileno, en particular acerca de las orga-
nizaciones campesinas de comuneros agrarios. El golpe de Estado que derrocó al
presidente Salvador Allende en septiembre de 1973 lo trajo de regreso a su país,
pero también fue por poco tiempo, pues en marzo de 1976 un pronunciamiento
militar puso fin al régimen constitucional y el profesor Marín debió exiliarse
nuevamente.

* Sociólogo y latinoamericanista. Investigador invitado del Instituto de Antropología e Historia,


México. Miembro del Comité Editorial de la revista Estudios Latinoamericanos. E-mail: <jcandia17@
gmail.com>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 189-191.
190 JOSÉ MIGUEL CANDIA

Durante un par de años radicó en Europa y en 1978 llegó a México. Su estancia en


nuestro país posibilitó que lo tratáramos y pudiéramos conocer su capacidad intelectual
y de trabajo, y el eje de sus preocupaciones, entre las que cabe citar: a) el conflicto y
sus distintas manifestaciones en el campo de la confrontación, tanto la que proviene
de las clases subalternas como la que se ejerce por parte de los grupos dominantes;
b) el registro de las consecuencias de esas expresiones de violencia medidas en muertos,
desaparecidos, desplazados, etcétera; c) las diversas formas de organización política
y social de las clases subalternas y las estrategias de resistencia frente a los poderes
dominantes, y d) el conflicto social como expresión de sociedades en guerra y la
guerra como concepto que abarca todos los espacios en disputa, también el cuerpo
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 189-191.

de los protagonistas (secuestro, tortura, desaparición).

Tuvimos la oportunidad de convivir con el profesor Marín y conocer sus ideas y


proyectos cuando trabajó en nuestra Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM y se incorporó como investigador al Centro de Estudios Latinoamericanos
(CELA). En el acervo del CELA se conservan algunos de sus trabajos publicados en los
antiguos cuadernos que se editaban como parte de la colección “Avances de
investigación”. En ciertos anaqueles aún se guardan materiales dispersos de su vasta
obra que incluye libros, ensayos, entrevistas y folletos.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

En el ámbito teórico abrió un espacio de reflexión que puso, como principal


preocupación, la necesidad de abordar las luchas populares desde una perspectiva
interdisciplinaria. La revisión crítica de la obra de autores como Von Clausewitz y
Michel Foucault le permitió afrontar el estudio de los conflictos sociales desde una
concepción integradora. La relación dialéctica opresor-oprimido, víctima-perpetrador
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

se extiende a varios campos que incluyen el territorio, la naturaleza y el propio


ambiente físico del sujeto en conflicto.

“En el medio académico mexicano, el enfoque de Juan Carlos Marín fue percibido
como doblemente confrontativo. En el plano del abordaje teórico resultó demasiado
heterodoxo para la izquierda académica. De todas formas, su aporte fue un revulsivo
que abrió nuevos espacios de debate y nos condujo a lecturas un tanto ajenas a
nuestras referencias bibliográficas habituales” (p. 13).

En las tareas prácticas de investigación contribuyó a explorar horizontes que no


siempre se abordan desde las aulas. ¿Cómo discutir y analizar la violencia social sin
llevar a cabo un registro minucioso de las víctimas? ¿Quiénes son los sujetos sociales
a los que se procura eliminar? ¿Seres anónimos y disfuncionales para el resto del
cuerpo social o militantes populares con historia y pasado reconocido por sus
comunidades? (p. 13).

“Los ‘registros’ –así los denominó Marín– eran el punto de partida para el estudio de
ANTOLOGÍA DEL PENSAMIENTO Y OBRA DE JUAN CARLOS MARÍN 191

la violencia y el análisis de la dinámica que impulsa a víctimas y opresores. Verdaderos


ficheros de los perseguidos y aniquilados daban cuenta del conmovedor universo del
horror” (p. 13). Nos enseñó que la represión tiene rostros y nombres y que las
estadísticas ocultan historias de vida que deben aquilatarse (pp. 13 y 14).

A principios de los ochenta dejó sus actividades en la UNAM, pero nunca se alejó de
México. Regresaba periódicamente para ofrecer su apoyo al Ejército Zapatista y a
otras organizaciones populares. El 3 de mayo de 2014 supimos, por los medios
argentinos, de su fallecimiento en Buenos Aires. Desde ese mismo momento un
grupo de latinoamericanistas entendimos que el mejor homenaje que se le podía

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 189-191.


rendir al maestro desaparecido era preparar una antología de sus obras. Con este fin
se llevó a cabo la revisión y selección de sus trabajos; estos materiales constituyen la
base de la antología que ahora presentamos.

La tarea de selección de artículos, capítulos de libros y conferencias estuvo a cargo


de Myriam Fracchia, Márgara Millán, Karina Kloster, Pietro Ameglio y José Miguel
Candia. La antología se divide en un capítulo introductorio y dos partes principales.
En la Parte 1 (Aportes Teóricos) se presentan las contribuciones más significativas
del profesor Marín respecto a temas como la relación entre teoría y conocimiento;
cuerpo, territorio y poder; sobre la guerra; terrorismo de Estado; sobre el zapatismo.

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


En la Parte 2 (La Construcción del Registro) se incluyen ensayos y capítulos de libros
sobre las “Tomas” (Chile); los hechos armados (Argentina); ¿cómo detener al que
extermina? (México); el costo humano de la guerra por la construcción del monopolio
del narcotráfico en México (2008–2009). Finalmente, se presenta un listado en
orden cronológico de las obras del profesor Marín.
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
Nos alienta la esperanza de saber que los textos incluidos en esta Antología servirán
para motivar a los lectores mexicanos en la necesaria labor de indagar acerca de la
obra de este gran maestro. Tal vez sea ese el mejor homenaje que podamos rendirle
al sociólogo Juan Carlos Marín por el legado que su presencia dejó entre nosotros.

Myriam Fracchia, Márgara Millán, Karina Kloster, Pietro Ameglio


y José Miguel Candia (coordinadores), Antología del pensamiento y obra de Juan
Carlos Marín, México, Serpaj-México/Serpaj-Morelos/Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, UNAM/Plaza y Valdés Editores, 2018, 359 pp.
192
193

Daniel Inclán, Lucia Linsalata


y Márgara Millán (coordinadores),
Modernidades alternativas
Por Natalia E. Talavera Baby*

El libro Modernidades alternativas es una propuesta política que nos invita a pensar
desde el lugar de la contingencia. Esto es, desde una posición abierta a la
provisionalidad, al conflicto y a la confrontación de fuerzas colectivas que buscan
apropiarse del sentido de la vida en comunidad y que se desenvuelven en un trayecto
que es, ante todo, histórico. Así, como señalan los autores, “lo realmente existente
no tiene mayor derecho de ser lo que pudo ser” sino que “puede ser pensado también
como siendo sólo en potencia” (Inclán y Millán, p. 11). Reflexionar desde esta
propuesta nos permite considerar aquellos proyectos colectivos, actualmente
sometidos e invisibilizados por la normatividad de fuerzas dominantes, como
potencialidades que ponen en cuestión la promesa de un destino y que son capaces
de reapropiarse y de reinventar su realidad vital, social y política.

Como su nombre lo indica, este libro ofrece modos alternativos de pensar la


modernidad que hoy en día atraviesa, bajo la forma de una “totalización civilizatoria”,
una amplia parte de las relaciones productivas y reproductivas que el ser humano
tiene consigo mismo y con otros vivientes, humanos y no humanos. Es así como
los autores, en tres grandes apartados: 1) “Hacia una cultura material no capitalista”;
2) “Episteme y modernidad”, y 3) “Lo político y el sentido común”, ponen el acento
en las contradicciones y en las paradojas que mantienen la tensión antagónica entre
la potencia de la modernidad y las distintas configuraciones a que da lugar, llámeselas
capitalistas, coloniales, heteronormativas o patriarcales.

Uno de los mitos modernos que el libro desmiente de forma clara y consistente es la
creencia de que la configuración capitalista de la modernidad es el mejor y el único

* Psicóloga por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, México. Maestra en Psicoanálisis
por la Universidad de Buenos Aires. Profesora de la materia Filosofía del Lenguaje en la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM. Ha coordinado dos libros junto con el Dr. Armando Villegas: Figuras
del discurso. Exclusión, filosofía y política, México, Editorial Bonilla, 2016, y Figuras del discurso II.
Temas contemporáneos de política y exclusión , México, Editorial Bonilla, 2017. E-mail:
<natalia_2902@hotmail.com>.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 193-196.
194 NATALIA E. TALAVERA BABY

modo posible de producir y reproducir la vida colectiva. Partiendo de una perspectiva


crítica, los autores aciertan en mostrar el límite histórico de esta forma de organización,
un límite que pone de manifiesto sus fallas y las resistencias que estas mismas generan
al interior de dicha organización. Sin reducir el análisis a simples abstracciones utópicas,
el libro apoya sus afirmaciones en ejemplos históricos concretos. Tal es el caso de las
sociedades vernáculas como el pueblo mixiuhca, el pueblo hindú, el mundo boliviano
ch’ixi o la Escuelita Zapatista que, en sus modos alternativos de intercambio económico,
cultural y epistémico, se han alzado como formas de resistencia intersticial, como
“anacronismos sociales” que resquebrajan la estructura moderna de lo social. Son
estas formas de relación, de construcción de lo político y de lo común, las que muestran
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 193-196.

la afirmativa posibilidad de transformar infinitamente nuestro modo de relacionarnos.

Abrir los horizontes de la reflexión a la posibilidad de una modernidad alternativa


supone considerar una cuestión fundamental, a saber, la idea de que todo proyecto
civilizatorio distinto debe atender y analizar el problema de la modernidad críticamente,
ya sea para reconfigurarla más allá de las modalidades capitalistas, o bien para superar
las estructuras actuales y construir otras nuevas.

Para responder a la pregunta sobre cómo pensar y practicar realidades distintas, el


libro propone abordar el problema desde una lectura histórica que tome en cuenta la
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

pluralidad de temporalidades que interactúan en nuestro presente, ya que existen


realidades culturales que escapan a la racionalidad capitalista aun cuando se vean di-
recta o indirectamente afectadas por ésta. Así, esta propuesta no se reduce a una
simple negación del capitalismo, sino que trata de “entender lo que este modo de
producción ha negado para poder afirmar positivamente la existencia de esa negación
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

o borramiento” (Inclán y Millán, p. 14). Se trata de reconocer y de volver visibles


otras prácticas y otros saberes autónomos que han sido desvalorizados como
irracionales o inútiles con relación a otras disciplinas, legitimadas por el “sentido
común” del mundo contemporáneo. La apuesta entonces es, por un lado, poner de
manifiesto las relaciones de opresión y de sometimiento que se reproducen al inte-
rior de la estructura moderna, capitalista, colonial y hetero-patriarcal, y por el otro,
reconfigurar un nuevo “sentido en común” que reconstruya lo que nos es común a
todos, a partir “de la generación y constante reproducción de una multiplicidad de
tramas asociativas y relaciones sociales de colaboración que habilitan continua y
constantemente la producción y el disfrute de una gran cantidad de bienes –materiales
e inmateriales– de uso común” (Jeannet, p. 388).

Ahora bien, ¿cuál es la importancia de hacer patente otras formas de organización


social no capitalistas y autónomas?, ¿qué relaciones económicas, sociales, culturales
o vitales se hacen visibles en la propuesta que ofrecen los autores?, ¿qué verdades
son puestas en cuestión y qué implicaciones tiene esto para nuestra realidad social?
Para responder a todas estas cuestiones es importante señalar, como claramente lo
MODERNIDADES ALTERNATIVAS 195

hace el libro, cuáles son las lógicas que ponen en funcionamiento la modernidad
occidental. Una de ellas opera a nivel económico y consiste en, por una parte,
monopolizar la relación espacial con la tecnología y, por la otra, en clausurar el libre
acceso a los recursos. De este modo, ciertos saberes que podríamos llamar profesiones
o disciplinas se arrogan el derecho exclusivo de la técnica –entendida ésta como un
proceso de verdad, esto es, una relación condicionada históricamente– y de las
configuraciones simbólicas que acompañan sus usos, legitimando de esta manera su
autoridad y valor como verdades absolutas, en detrimento de otros saberes a los
cuales se les ha negado el disfrute de cualquier recurso cultural. Detrás de esta
restricción del uso común de la tecnología y de la materia para la subsistencia opera

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 193-196.


una regla económica, a saber, la ley o principio de la escasez. ¿En qué consiste?
Simple y sencillamente en la confusión entre la economía (bienes innecesarios) y la
subsistencia (bienes imprescindibles para vivir), que supone la subordinación de formas
concretas de vida a la lógica abstracta de la auto-valorización del valor. La subordina-
ción entre las formas concretas de vida a la valoración abstracta es expresada en una
inversión radical en la cual las personas son sometidas a los objetos: “La técnica
capitalista se actualiza como el estado en el que las cosas gobiernan, en el que el feti-
chismo de la mercancía es el criterio de reproducción de toda existencia” (Inclán, p.
121). Así, la técnica en vez de ser un medio para la subsistencia y la constitución de
lazos sociales se transforma en un instrumental destructivo.

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


La restauración de la distinción entre economía y subsistencia, la reciprocidad entre
formas de diversidad cultural y existencias singulares, y la necesidad de democratizar
el uso de los recursos –propuestas que los autores de este libro ofrecen siguiendo los
trabajos de Ivan Illich, Pierre Clastres y Marshall Sahlins– posibilitan pensar en formas
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
de solidaridad que no se reducen al absolutismo de las lógicas de la valorización y del
intercambio, y que potencian las capacidades creativas y autogestivas de las
comunidades. Potencialidades que construyen nuevos valores de uso y formas de lo
común con base en sus necesidades concretas, singulares e históricas.

Como el lector habrá podido anticipar, el contenido de esta obra no ofrece respuestas
certeras ni soluciones rápidas y definitivas a problemas complejos históricamente
construidos. Este libro intenta formular de otro modo las preguntas con la finalidad
de dirigir la reflexión por un camino crítico que articule los conocimientos académicos
con los saberes sociales. De este modo, el saber que ofrece es un diálogo con la
comunidad que busca pensar nuestra realidad concreta a partir de la historia y situar
el pasado, por tanto, como una realidad activa que, aunque ya no está, “sigue siendo,
ya sea como indicio o como huella, como evidencia de la conflictiva y múltiple vida
colectiva” (Inclán, p. 176).

Este libro es pues una invitación a hacer política, a hacer de la historia un método de
comprensión y de acción práctica que, por una parte, luche por la dirección de la
196 NATALIA E. TALAVERA BABY

vida colectiva desde un posicionamiento de vida presente en perpetua construcción


y, por la otra, busque rescatar el pasado mediante una estructura “des-privatizada” y
“des-nacionalizada” de la memoria colectiva, esto es, mediante una estructura que
ponga en cuestión aquellas construcciones míticas (por ejemplo: “la nación”,
“Occidente”, “colonizador”, “colonizado”, etcétera) que vigilan cómo se debe
interpretar el pasado (Buck-Morss, p. 207).

A todo lo dicho, queda abierta la invitación a la lectura atenta de este texto. La


claridad y el rigor con que es escrita cada una de sus líneas y la coherencia de su
contenido y organización nos permiten asegurar, sin temor a equivocarnos, que el
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 193-196.

lector no se arrepentirá de involucrarse en la discusión.

Daniel Inclán, Lucia Linsalata y Márgara Millán (coordinadores),


Modernidades alternativas, México,
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, 2016, 455 pp.
NUEVA ÉPOCA , NÚM .
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
197

Ana María Aragonés (coordinadora),


La reciente crisis financiera
y el debate sobre migración y desarrollo.
Propuestas para América Latina y México
Por José Miguel Candia*

La agenda internacional está cruzada por tres temas que serán determinantes para el
futuro de la humanidad en las próximas décadas: el cambio climático, la producción
de energéticos y de alimentos, y la regulación de los flujos migratorios internacionales.
En fechas recientes, el presupuesto aprobado por la Unión Europea para el año
2018 asigna recursos extraordinarios a la cuestión migratoria.

Desde el espacio de la política y del mundo académico se reconoce que las urgencias
pasan por la generación de alternativas racionales a los tres desafíos mencionados.
Actores públicos, asociaciones civiles y académicos de las más variadas disciplinas
están empeñados en el logro de un programa mínimo capaz de armonizar el esfuerzo
de todos los países del mundo y asegurar el cumplimiento de las normativas básicas
que se establezcan al respecto.

El libro que ahora comentamos se detiene en el estudio específico de los flujos


migratorios de la región latinoamericana y, de manera particular, enfatiza el análisis
de algunos casos que impactan de forma significativa en diversas regiones y estados
de México. Todos los autores que participan de esta obra destacan la importancia de
marcar las características que definen a esta nueva era de las migraciones. Se trata,
señalan, de un acontecimiento “global” que involucra a todos los países del mundo:
los flujos son sur/norte, sur/sur y norte/norte.

En el estudio introductorio, Ana María Aragonés, coordinadora de la obra, señala,


con especial énfasis, las consecuencias que tuvo la crisis financiera de 2008 en el
comportamiento de las corrientes de trabajadores migrantes que habitualmente cruzan
la frontera norte de México con el fin de obtener empleo en Estados Unidos. La
disminución relativa de la salida de migrantes mexicanos como resultado de la caída
de las oportunidades de trabajo y la reducción de los salarios llevó a una situación de
“migración cero”, si se ponderan las estadísticas de salida y entrada de personas en
el periodo de 2008 a 2014. Ana María Aragonés y Uberto Salgado explican más

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, NUEVA ÉPOCA, NÚM . 43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 197-199.
198 LA RECIENTE CRISIS FINANCIERA Y EL DEBATE SOBRE MIGRACIÓN Y DESARROLLO.

adelante (capítulo 5) que el cambio en la dinámica migratoria obedece, principalmente,


a las altas tasas de desempleo en Estados Unidos (10.6 por ciento) en esos años (pp.
133 y 134).

En la misma presentación se hace referencia a otros aspectos sustantivos para el


estudio de los fenómenos migratorios. Se trata de las nuevas variables que definen lo
que muchos autores conceptualizan como “nuevos patrones migratorios”. Vectores
como sexo, escolaridad y calificación profesional, edad y composición familiar, entre
otros, muestran un universo de población migrante heterogéneo y de variadas
expectativas de vida.
43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 197-199.

De los ocho capítulos que integran el libro, dos están dedicados a reflexiones de
carácter general que aportan un sólido marco conceptual al objeto de estudio. Juan
Artola y Raúl Delgado Wise –capítulos 1 y 2, respectivamente– se detienen en el
análisis de las nuevas tendencias migratorias en los albores del siglo XXI y en el carácter
que adquiere la migración forzada en el contexto general del desarrollo desigual del
capitalismo y de la persistencia de la hegemonía imperialista en las relaciones entre
Estados y regiones. El texto no escapa a los debates teóricos del momento: Juan
Artola, en “Nuevas tendencias migratorias en los albores del siglo XXI”, sostiene que
pese a la magnitud reconocida de los flujos migratorios sur/norte no puede hablarse
NUEVA ÉPOCA , NÚM .

aún de un fenómeno “masivo” (p. 24), una afirmación que amerita un tratamiento
más detallado. Por su parte, Raúl Delgado Wise, en “Notas sobre la cuestión laboral
y migratoria hoy: migración forzada, desarrollo desigual e imperialismo”, acude
también a definiciones polémicas, de uso frecuente en el espacio académico de hace
algunos años, como las categorías de “desarrollo desigual” y “nueva división
ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,

internacional del trabajo” (pp. 47 y 48).

Por su parte, Fernando Neira Orjuela presenta, en el capítulo 4, “Elementos


económicos actuales de las remesas hacia la Comunidad Andina”, un magnífico
estudio acerca de la importancia de las remesas en los países de la Comunidad
Andina. Un espacio socio-económico escasamente tratado en la literatura que gen-
era la academia mexicana dedicada a los temas demográficos y migratorios.

Los demás capítulos de la obra están dedicados al estudio de casos vinculados a


diversas regiones y entidades de México en las cuales el impacto de los fenómenos
migratorios es relevante para la vida de esas comunidades. Las variables analizadas
abarcan aspectos económicos (remesas) como otros factores de diversa índole, entre
ellos, el nivel de calificación laboral de los migrantes y el tipo de políticas públicas que
aplican los países receptores con respecto a este segmento de la población. Así,
tenemos dos análisis de corte más general: el capítulo 3, “La migración en el proceso
de desarrollo: evidencia para las entidades federativas de México, 2000-2010”, de
Óscar Peláez Herreros, y el capítulo 8, “Innovaciones, reproducciones y rivalidades
JOSÉ MIGUEL CANDIA 199

en materia de política migratoria calificada. Una perspectiva comparada sobre el


caso mexicano”, de Camelia Nicoleta Tigau.

El capítulo 5, “Migración y desarrollo bajo el contexto de la crisis. Un estudio de caso


en comunidades de la Sierra Gorda de Querétaro”, escrito por Ana María Aragonés
y Uberto Salgado se enmarca en el análisis de las condiciones económicas que los
migrantes retornados encontraron al regresar a la región de la Sierra Gorda de
Querétaro. Los autores se detienen en la aplicación de los recursos obtenidos por los
migrantes durante su estancia en Estados Unidos y en los efectos observados en el
nivel de consumo familiar.

43, ENERO-JUNIO, 2019, PP. 197-199.


Miguel Ángel Corona, Benjamín Ortiz y Francis Mestries abordan un aspecto poco
considerado en las investigaciones sobre cuestiones poblacionales, a saber, las
condiciones que explican la decisión de retornar de quienes migraron. El trabajo de
Corona y Ortiz, capítulo 6, “Migrantes de retorno y movilidad laboral bajo condiciones
de cambio climático”, incluye la ponderación de una variable de creciente relevancia
en la explicación de los movimientos poblacionales, como es el cambio de los factores
climáticos, motivo de creciente preocupación en todo el planeta. Por su parte, Francis
Mestries, en el capítulo 7, “Migrantes estacionales de retorno y asociacionismo en la
coficultura veracruzana”, analiza las interrelaciones entre los migrantes del Programa

NUEVA ÉPOCA , NÚM .


de Trabajadores Agrícolas Temporales de Canadá (PTAT) y la formación y el desarro-
llo de estructuras asociativas entre los campesinos cafetaleros de Veracruz, lo que ha
permitido generar capital social y humano, y de esa manera potenciar alternativas
productivas locales.

ESTUDIOS LATINOAMERICANOS,
Por razones de tiempo, la obra que coordinó la doctora Aragonés no pudo incorporar
las nuevas condiciones generadas en materia de política migratoria por el gobierno
del presidente Donald Trump. El posible levantamiento de un muro en la frontera
común con México y las restricciones que se pretenden imponer en la asignación de
visas de trabajo o de estudio, así como la suspensión de la ayuda económica para los
“jóvenes soñadores”, crean nuevas y más difíciles condiciones para resolver, de manera
amistosa, un tema de por sí delicado y de larga data.

Sin considerar los aspectos mencionados con respecto a las políticas restrictivas de
la administración de Donald Trump, la obra que comentamos ofrece valiosos insumos
para inferir el posible impacto de esas políticas en las condiciones de ingreso y
establecimiento de los trabajadores mexicanos en territorio estadounidense.

Ana María Aragonés (coordinadora), La reciente crisis financiera y el debate


sobre migración y desarrollo. Propuestas para América Latina y México,
México, Instituto de Investigaciones Eonómicas, UNAM, 2016, 267 pp.
200
201

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considere.
202 ESTUDIOS LATINOAMERICANOS

Ejemplos:

Libros:
BULMER-THOMAS, Víctor (1998), La historia económica de América Latina desde la
independencia, México, Fondo de Cultura Económica.

Capítulo en libro:
OLIVER COSTILLA, Lucio (2009), “Conflictos y tensiones en torno del Estado Amplia-
do en América Latina. Brasil y México entre la crisis orgánica del Estado y el
problema de la hegemonía”, en Diana GUILLÉN y Margarita G. FAVELA (coor-
dinadoras), América Latina: los derechos y las prácticas ciudadanas a la luz de los
movimientos populares, Buenos Aires, CLACSO.

En el caso de revistas, se anotará después de la editorial, núm., vol., meses y demás


información que se considere.

Revistas:
FALETTO, Enzo (1991), “¿Qué pasó con Gramsci?”, en Nueva Sociedad, Caracas,
FLACSO, núm. 115, septiembre-octubre.

MARTÍNEZ SUÁREZ, Araceli (2012), “Integración regional financiera de América Latina:


el Banco del Sur, ¿un proyecto socio-económico?”, en Estudios Latinoamericanos,
México, Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales, UNAM, nueva época, núm. 30, julio-diciembre.

Consulta de documentos electrónicos. Apellido y nombre del autor (escritos en le-


tras mayúsculas y minúsculas), fecha (entre paréntesis), título del trabajo (en cursivas
mayúsculas y minúsculas). Si la cita se refiere a una revista, el título se escribirá con
letra normal y entrecomillado. Tipo de soporte: Dirección URL: como referencia de
página web, la información se ubicará entre ángulos ( < > ), y si es el caso: (año),
título de la publicación periódica (en cursivas), lugar de publicación, editor, volumen
y/o número de edición. Al final anotar la fecha de consulta del documento entre
corchetes.

Ejemplos:

Libro:
SADER, Emir y Pablo GENTILI (compiladores), La trama del neoliberalismo. Mercado,
crisis y exclusión social, Red de Bibliotecas Virtuales de Ciencias Sociales de
América Latina y el Caribe, de la Red de Centros Miembros de CLACSO. Dirección
URL: <http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/trama/anderson.rtf>,
[consulta: 28 de agosto de 2013].
NORMAS EDITORIALES PARA COLABORADORES 203

Revista:
KLIKSBERG, Bernard (1996), “¿Cómo enfrentar los déficits sociales de América Latina?
Acerca de mitos, ideas renovadoras y el papel de la cultura”, en Revista Venezolana
de Gerencia, Venezuela, Vicerrectorado Académico, vol. 1, núm. 2, pp. 163-
181. Dirección URL: <http://revistas.luz.edu.ve/index.php/rvg/article/viewFile/
7852/7518>, [consulta: 24 de enero de 2013].

Video:
YOSOY132MORELOS (2012), Comunicado de #YoSoy132, 1:25 am, 2 de julio, [Archivo
de Video], YouTube, subido el 01 de julio, duración: 5:50 minutos. Dirección
URL: <http://www.youtube.com/watch?v=r8t66vKlX3E>, [consulta: 13 de febre-
ro de 2014].

Si el documento consultado no incluye todos los datos requeridos, deberá considerarse


dentro de la cita. Por ejemplo, si el documento no registra el nombre del autor,
fecha, lugar de edición o editor, se deberá señalar de la siguiente manera: s/a, s/f,
s/l, s/e.

Arbitraje

1. Todo artículo, para ser publicado en la revista Estudios Latinoamericanos, será


sometido a una fase de selección y a dictamen.

2. El proceso de dictaminación se realizará bajo la modalidad “doble ciego”. Una vez


emitidos los dictámenes de los árbitros, los resultados se enviarán a los autores, y
éstos tendrán un plazo no mayor a tres semanas para entregar la versión final del
artículo con las sugerencias incorporadas. Las colaboraciones aceptadas se some-
terán a corrección de estilo y su publicación estará sujeta a la disponibilidad de espa-
cio en cada número.

El envío de cualquier colaboración a la revista implica la aceptación de lo establecido


en estas normas editoriales y la autorización al Comité Editorial de Estudios
Latinoamericanos para difundirla en la página electrónica de la misma, en reim-
presiones, en colecciones y en cualquier base de datos o sistema de indización impreso
o electrónico con el fin de lograr una mayor y mejor difusión de las colaboraciones.

Los autores cuyas colaboraciones sean aceptadas para su publicación habrán de


ceder los derechos a la UNAM.

Sólo los trabajos que cumplan con las normas establecidas serán considerados para
su publicación.
204 ESTUDIOS LATINOAMERICANOS

Página electrónica de la revista en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM:


<investigación.politicas.unam.mx/revela>
Responsable: María Margarita Flores Santiago

Envío de colaboraciones

Toda contribución deberá ser enviada al portal OJS:


<revistas.unam.mx/index.php/rel>

Contacto: <estudioslatinoamericanos@politicas.unam.mx>
Apoyo técnico en OJS: <margaritaf@politicas.unam.mx>
205

Principios de ética y declaración sobre negligencia

Responsabilidades o comportamiento del Comité Editorial

l
La descripción de los procesos de revisión por pares es definido y dado a conocer por
el Comité Editorial con el fin de que los autores conozcan cuáles son los criterios de
evaluación. El Comité Editorial estará siempre dispuesto a justificar cualquier controversia
en el proceso de evaluación.

Responsabilidades o comportamiento del editor

l
El editor se debe responsabilizar por todo lo publicado en la revista. Deberá esforzarse por
satisfacer las necesidades de los lectores y autores; por mejorar constantemente la Revista;
por asegurar la calidad del material que se publica; por impulsar los estándares académicos
y científicos. Deberá estar dispuesto a publicar correcciones, aclaraciones, retractaciones y
disculpas cuando sea necesario.

l
Su decisión de aceptar o rechazar un trabajo para su publicación debe basarse únicamente
en la importancia del artículo, la originalidad, la claridad y la pertinencia que el trabajo
represente para la revista.

l
Se compromete a garantizar la confidencialidad del proceso de evaluación. No podrá
revelar a los dictaminadores la identidad de los autores; tampoco podrá revelar la identidad
de los dictaminadores.

l
Es responsable de decidir qué artículos pueden ser aceptados en la Revista; el Comité
Editorial tomará la decisión final acerca de los artículos que se publicarán.

l
Asume la responsabilidad de informar debidamente al autor la fase del proceso editorial
en que se encuentra el trabajo enviado, así como de las resoluciones del dictamen.

l
Debe evaluar los manuscritos y su contenido intelectual sin distinción de raza, género,
orientación sexual, creencias religiosas, origen étnico, nacionalidad, o la filosofía política de
los autores.

l
No divulgará información sobre las colaboraciones recibidas a cualquier persona que no
sea el autor correspondiente, dictaminadores, dictaminadores potenciales u otros asesores
editoriales.

l
Todos los materiales inéditos dados a conocer en un manuscrito enviado no se utilizarán
en investigaciones personales de un editor sin el consentimiento expreso y por escrito del
autor. Información privilegiada o las ideas obtenidas a través de la revisión por pares serán
206 ESTUDIOS LATINOAMERICANOS

confidenciales y no se utilizarán para obtener ventajas personales. Los editores deben tomar
decisiones justas e imparciales y garantizar un proceso de revisión por pares justa y apropiada.

Responsabilidades de los autores

l
Deben garantizar que sus manuscritos son producto de su trabajo original y que los datos
han sido obtenidos de manera ética. Que sus trabajos no han sido previamente publicados
o que no estén siendo considerados en otra publicación. Se considerará previamente publicado
cuando:

1) El trabajo completo haya sido publicado.

2) Fragmentos extensos de materiales previamente publicados formen parte del texto enviado
a la Revista.

3) El trabajo sometido a la Revista esté contenido en memorias publicadas in extenso.

Estos criterios se refieren a publicaciones previas en forma impresa o electrónica, y en


cualquier idioma.

l
Para la publicación de sus trabajos deben seguir estrictamente las normas editoriales para
colaboradores.

l
Enviarán a la Revista un original del artículo sin información personal (nombre, datos de
contacto, adscripción, etc.) y excluyendo su nombre de las referencias bibliográficas en que
aparece.

l
Los informes de investigaciones originales deben presentar una descripción precisa del
trabajo realizado, así como una discusión objetiva de su importancia. Los datos subyacentes
deben estar presentados con precisión en el artículo. Un documento debe contener suficiente
detalle y referencias para permitir a otros a utilizar el trabajo. Declaraciones fraudulentas o
deliberadamente inexactas constituyen un comportamiento poco ético y son inaceptables.

l
Deben asegurarse de que han escrito en su totalidad las obras originales, y si han utilizado
el trabajo y palabras de otros, esto tiene que ser debidamente citado. El plagio, en todas sus
formas, constituye una conducta no ética y es inaceptable. En consecuencia, cualquier
manuscrito que incurra en plagio será eliminado y no considerado para su publicación.

l
No deberán, en general, publicar los manuscritos que describen esencialmente la misma
investigación en más de una revista o publicación primaria. De hacerlo constituye un
comportamiento poco ético y la publicación es inaceptable.

l
Las fuentes se deben de reconocer adecuadamente. Los autores deben citar las publicaciones
que han sido influyentes en la naturaleza del trabajo presentado. La información obtenida
PRINCIPIOS DE ÉTICA Y DECLARACIÓN SOBRE NEGLIGENCIA 207

de forma privada, como en conversaciones, correspondencias o discusiones con terceros,


no debe ser usada sin explícito permiso escrito de la fuente.

l
Los autores deben limitarse a aquellos que han hecho una contribución significativa a la
concepción, diseño, ejecución o interpretación del estudio. Todos aquellos que han hecho
contribuciones significativas deben aparecer como co-autores. Deben asegurar que todos
los co-autores se incluyan en el artículo, y que todos han visto y aprobado la versión final del
documento y han acordado su presentación para su publicación.

l
Todos los autores deben revelar en su manuscrito cualquier conflicto de fondo financiero
u otro de interés que pudiera influir en los resultados o interpretación de su trabajo. Todas
las fuentes de apoyo financiero para el proyecto deben ser reveladas.

l
Cuando un autor descubre un error o inexactitud significativa en su obra publicada, es su
obligación notificar de inmediato al director de la revista o editor y cooperar con éstos para
retractarse o corregir el trabajo.

Responsabilidades de los dictaminadores

l
Se comprometen a notificar sobre cualquier conducta no ética de los autores y señalar
toda la información que pueda ser motivo para rechazar la publicación de los artículos. Ade-
más, deben comprometerse a mantener de manera confidencial la información relacionada
con los artículos que evalúan.

l
Para la revisión de los trabajos, deben contar con las directrices para realizar esta tarea
proporcionadas por el editor y son las que deben de considerar para la evaluación.

l
Deben de notificar en el menor tiempo posible al editor si están calificados para revisar un
manuscrito o si no están en la posibilidad de hacer la revisión.

l
Cualquier manuscrito recibido para su revisión debe ser tratado como documento
confidencial. No se debe mostrar o discutir con otros expertos, excepto con autorización del
editor.

l
Se deben conducir de manera objetiva. Toda crítica personal al autor es inapropiada.
Deben expresar sus puntos de vista con claridad y con argumentos válidos.

l
Toda información privilegiada o las ideas obtenidas a través de la revisión por pares debe
ser confidencial y no se utilizará para obtener ventajas personales.

l
No deben evaluar los manuscritos en los que tienen conflictos de intereses.
208

Revista Estudios Latinoamericanos, nueva época, número 43,


enero-junio de 2019, editada por la Facultad de Ciencias Políticas
y Sociales de la UNAM, se terminó de imprimir el 3 de junio de
2019, en los talleres de Línea y Color, Prolongación Tlahuicas
núm. 20, Col. San Francisco Culhuacán, Delegación Coyoacán,
CDMX, C. P. 04260. El tiro consta de 500 ejemplares impresos
en Offset sobre papel cultural ahuesado de 75 grs. En su
composición se usaron los tipos Souvenir y Souvenir Lt Bt 10/
12. La corrección de estilo y el cuidado de la edición estuvieron
a cargo de Clara Isabel Martínez Valenzuela, Departamento de
Publicaciones, FCPyS.

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