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TRAS LAS HUELLAS

DE LOS BODISATVAS
GUESHE JAMPA TEGCHOK
PRIMERA PARTE:
LA VIRTUD EN EL INICIO: LA OBRA
Ésta, a su vez, consta de tres puntos:
a. Determinar el título del texto.
b. Ofrecimiento de alabanza.
c. La promesa de componer del autor.
a. El título de este texto es Las Treinta y Siete Prácticas del
Bodisatva.
b. Ofrecimiento de alabanza. Hay una alabanza breve y una
extensa:
La alabanza breve:
Namo Lokeshvaraya
“Namo” significa literalmente “Yo me postro”. “Lokeshvaraya”
quiere decir “Al protector del mundo”. Las dos palabras juntas
se interpretan como “Yo me postro ante el guru, que es inse-
parable de Avalokiteshvara”.
La alabanza extensa:
Por siempre rindo homenaje respetuosamente con las tres
puertas de cuerpo, palabra y mente.
A los supremos lamas y al protector Avalokiteshvara.
Quien, aun percibiendo que todo fenómeno carece de ir o
venir,
14 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

Se esfuerza unidireccionalmente por el bienestar de los que


transmigran.
Tu sabiduría, Avalokiteshvara, ve que la multiplicidad de los
fenómenos está libre de las elaboraciones de los ocho extre-
mos, y por lo tanto percibe los fenómenos tal cual son.
Un fenómeno es cualquier cosa que existe. Multiplicidad de
fenómenos quiere decir fenómenos convencionales. Las elabo-
raciones de los ocho extremos son la existencia absoluta de
cesación y creación, de nihilismo y absolutismo, de ir y venir,
y de unidad y pluralidad. En general, estos ocho existen, en el
sentido de que ciertamente hay un ir y venir aquí y allá, etc.,
pero no existe un ir y venir absoluto. Ésta es la razón por la
cual debemos comprender que “carecer de venir” quiere decir
“la no existencia absoluta de un venir”, etc. Un venir que exis-
te de un modo absoluto, etc., es un extremo, y consideramos
que la mente que sostiene este extremo está elaborando un
extremo. Ver que los fenómenos convencionales están vacíos
de estos extremos es ver la vacuidad. Además, la existencia
absoluta de estos ocho es el extremo absolutista, y la no-exis-
tencia convencional de los mismos es el extremo nihilista.
En resumen: tu sabiduría ve la realidad de la multiplicidad
del fenómeno, libre de las ocho elaboraciones.
Si explicamos la vacuidad que está libre de los ocho extre-
mos del absolutismo y el nihilismo, abarcaremos la totalidad
del texto de Nagaryuna La Sabiduría, Versos sobre el Camino
Medio Fundamental. Si la explicamos de un modo extenso,
abarcaremos todos los puntos mencionados en las tres escritu-
ras de La Perfección de la Madre Sabiduría: la Concisa, la
Media y la Extensa. Esto quiere decir que la vacuidad puede
ser explicada muy extensamente.
Hay dos verdades, la verdad última y la verdad convencio-
nal. Esta tercera línea indica el conocimiento del guru respec-
to a la comprensión de la verdad última. También muestra su
cualidad de comprender la sabiduría, de entre sabiduría y
método. Y por tanto es un ofrecimiento de alabanza a esas dos
cualidades.
La siguiente línea dice que, aunque tienes esa sabiduría, tra-
LA VIRTUD EN EL INICIO 15

bajas unidireccionalmente por los seres conscientes debido a tu


misericordiosa compasión. Esta vez, lo que se explica son las
cualidades de su comprensión de la verdad convencional y el
método. Por lo tanto esta línea es un ofrecimiento de alabanza
a esas cualidades. Teniendo una compasión misericordiosa,
que es considerada como la raíz de la cual crecen otras cuali-
dades, trabajas por los seres conscientes de acuerdo con sus
pensamientos, deseos y disposiciones.
La primera línea dice: “Rindo homenaje con mis tres puertas
de cuerpo, palabra y mente al supremo guru raíz que posee el
método y la sabiduría, y que es inseparable de Avalokiteshva-
ra”. Se le llama supremo porque es el maestro que enseña el
vehículo supremo.
¿Quién rinde homenaje? El Bodisatva Tokme Sangpo. ¿A
quién? Al guru inseparable de Avalokiteshvara. ¿Cómo? Res-
petuosamente, con cuerpo, palabra y mente. ¿Expresando qué
cualidades? Expresando su conocimiento del método y la sabi-
duría y de las dos verdades. ¿Por qué a Avalokiteshvara? De
hecho existen numerosos objetos a los que uno podría rendir
homenaje al principio de un texto. Aquí se trata de un texto del
vehículo universal, por lo tanto se debe alabar al vehículo uni-
versal, –en este contexto, vehículo se refiere a la parte princi-
pal de unas enseñanzas, o a una actitud mental que nos trans-
porta a algún lugar. Unido a “universal” indica un vehículo que
abarca los intereses y necesidades de todos los seres–.
La raíz del vehículo universal es la compasión, por lo tanto
se debe alabar a la compasión. Y la deidad especial que reúne
la compasión de todos los budas de las diez direcciones es
Avalokiteshvara. Así pues, Avalokiteshvara debe ser alabado.
¿Por qué se ofrece esta alabanza? Existen dos propósitos: en
primer lugar, para que el autor acumule mérito en su propio
continuo; y en segundo lugar, para seguir las costumbres habi-
tuales de los seres santos, que es empezar un texto con un
homenaje a un objeto sagrado.
La promesa del autor:
Los budas perfectos, la fuente de auxilio y felicidad,
Surgen de haber practicado la excelente doctrina.
16 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

Esto, a su vez, depende de conocer sus prácticas.


Así pues, yo voy a explicar las prácticas de los bodisatvas.
El origen del auxilio, el cual se refiere a la felicidad a nivel
temporal, y del gozo, que alude a la felicidad última para los
seres conscientes –todo aquel que no sea un buda– son los
budas, los seres iluminados. Como indica la segunda línea,
estos últimos, a su vez, resultan únicamente de practicar
correctamente la sagrada doctrina del vehículo universal en el
tiempo de los caminos del aprendiz, es decir, los caminos espi-
rituales que conducen hasta la Iluminación. Primero generan la
raíz, la compasión, luego desarrollan la bodichita, y después,
mediante la práctica de las seis perfecciones, llegan a comple-
tar gradualmente las acumulaciones de mérito y sabiduría y
alcanzan la Iluminación. Por lo tanto, para aquéllos que de-
seen practicar el vehículo universal, es muy importante saber
el modo en que los budas practicaban cuando eran bodisatvas;
la clase de cosas que solían hacer, el modo en que acostum-
braban a pensar y meditar. Puesto que conocer estas prácticas
es extremadamente importante, ahora, el autor, da su palabra
de que las explicará.
SEGUNDA PARTE:
LA VIRTUD EN EL MEDIO: EL TEXTO PRINCIPAL

Consta de dos partes:

a. Las prácticas preliminares, por medio de las cuáles el


practicante se involucra en la práctica del dharma.

b. Explicación de los caminos de los tres seres.


Capítulo I

LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES


Hay siete prácticas preliminares:
I. Esta vida de libertad y fortuna es difícil de obtener.
II. Abandonar los lugares inadecuados.
III. Depender de un lugar solitario.
IV. Tener siempre presente la impermanencia.
V. Abandonar los malos compañeros.
VI. Confiar en los buenos compañeros
VII. Tomar refugio.

Hay treinta y siete estrofas, cada estrofa está dedicada a una


de las prácticas del bodisatva. Éstas empiezan a partir del pró-
ximo verso que trata del primero de los siete temas arriba men-
cionados. –Por lo tanto, los dos primeros versos que hablan de
la alabanza y de la promesa de componer no se cuentan entre
los treinta y siete–.
I
ESTA VIDA DE LIBERTAD Y FORTUNA ES DIFÍCIL DE
OBTENER

Es una práctica de los bodisatvas


–Con el fin de liberarse ellos mismos y los demás del
océano de la existencia cíclica–
20 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

Escuchar, reflexionar y meditar día y noche sin


distracción
Aquí, en este tiempo en el que se ha obtenido el gran
navío de libertad y fortuna difícil de conseguir.
Este renacimiento con ocho libertades y diez fortunas es
semejante a un gran navío. Es difícil de obtener en tres modos:
por naturaleza, ejemplo y causa. Si lo obtenemos resulta de
gran utilidad, pues con él podemos alcanzar la liberación y la
Iluminación. Si no lo utilizamos, o lo empleamos simplemente
para algún fin insignificante, ¡qué tristeza tan grande! Debemos
emplear este renacimiento para liberarnos nosotros mismos y
los demás del océano de la existencia cíclica. No debemos
dejar pasar esta oportunidad. Tanto de día como de noche, no
podemos permitir que pase un sólo instante de nuestra vida sin
un propósito significativo. Día y noche, en todo momento,
debemos esforzarnos por escuchar, reflexionar y meditar. Esta
es una actitud general en la práctica del bodisatva.
Estas cuatro líneas contienen toda la materia del precioso
renacimiento humano. De acuerdo con la presentación del
camino gradual, el precioso renacimiento humano se contem-
pla en tres puntos:
a. Identificar las libertades y las fortunas.
b. Comprender el valor de esta vida.
c. Ver lo difícil que resulta conseguirla.

a. Identificar las libertades y las fortunas.


Aquí, libertad significa tener la oportunidad de tomarse las
cosas con calma o disponer de tiempo libre. Y fortuna quiere
decir condición favorable. En primer lugar hablaremos de las
libertades. Hay ocho libertades:
1. La libertad de no haber nacido en un reino infernal.
Si fuéramos un ser infernal no tendríamos tiempo libre, pues
estaríamos totalmente preocupados por el calor o el frío inten-
sos que nos torturan y atormentan incesantemente. El calor y
el frío son sus causas principales de aflicción aunque existen
diferentes tipos de reinos infernales y varias clases de sufri-
miento que se pueden experimentar en ellos.
LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES 21

Como un ser infernal no tenemos ningún tiempo libre.


Ninguna oportunidad para pensar: “Bien, creo que hoy voy a
descansar”. o: “Me parece que hoy me voy a tomar el día libre”.
Apenas tenemos una ocasión para pensar. Estamos enlazados
para siempre al dolor de nuestra experiencia.
2. La libertad de no haber nacido como un preta o espí-
ritu. También en esta existencia existen distintos tipos de sufri-
miento, pero el principal es el de hambre y sed. Un preta
puede vivir durante miles de años sin poder encontrar una sola
gota de agua, ni un bocado de comida. Como un preta, sim-
plemente sufriríamos de ese modo hasta que finalizara ese
renacimiento. No podríamos morir a causa de nuestro sufri-
miento como nos ocurre a los humanos.
3. La libertad de no haber renacido como un animal.
Aquí, el principal problema es ser estúpido y de inteligencia
oscurecida. Hay dos clases de animales. Una clase –en la cual
se encuentran incluidos la mayoría de los animales– se halla en
las profundidades del océano y bajo tierra. El otro tipo vive
entre los humanos, y estamos habituados a ver a algunos de
ellos e incluso a tenerlos a nuestro alrededor. Estos últimos no
parecen experimentar tanto sufrimiento. Pero si los observa-
mos más detenidamente, empezaremos a comprender que tam-
bién ellos lo pasan muy mal a pesar de que sus sufrimientos
sean más pequeños y menos numerosos que los de los incon-
tables animales que no vemos. Nosotros mismos los utilizamos
sin que puedan elegir, y abusamos de ellos de muchas mane-
ras, los matamos brutalmente para obtener su carne o para uti-
lizar como prendas de vestir su piel y su pelo. Estas son las
libertades de no haber nacido en los tres reinos inferiores.
4. La libertad de no haber nacido como un dios sin cog-
nición. El dios sin cognición es un tipo de dios de larga vida.
Aparte de pensar: “He nacido” cuando nace, y: “He fallecido”,
en el momento de su muerte, carece de toda cognición. Estos
dioses pasan toda su vida, durante miles de años, en una con-
centración que se parece mucho a la acción de dormir. Por lo
tanto nunca pensarán: “Debo practicar dharma. Debo desarro-
llar la virtud y abandonar las acciones negativas”.
5. La libertad de no haber nacido como un bárbaro en
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una tierra limítrofe, donde nunca nos encontramos con el dhar-


ma y consecuentemente carecemos de toda posibilidad de
practicar.
6. La libertad de no tener visiones erróneas tales como
creer que no hay refugio, ni karma, ni vidas pasadas o futuras.
No nacer como un bárbaro en una tierra limítrofe sería inútil si
tenemos visiones erróneas. Nunca empezaríamos a practicar el
dharma aun en el caso de que nos encontráramos con él, pues-
to que ya tendríamos unas creencias que serían opuestas al
dharma.
7. La libertad de no nacer en un periodo en el que no
hay un buda, un periodo también conocido como un eón
negro. Aquí se refiere a un tiempo en el que un ser despierto
no ha venido al mundo. Carecer de visiones erróneas no será
de beneficio si no tenemos esta libertad porque, simplemente,
no habrá una enseñanza con la que podamos encontrarnos y
practicar.
8. La libertad de no ser estúpido o de sufrir un deterio-
ro de las facultades de los sentidos. “Deterioro” también
incluye carecer totalmente de una facultad específica de los
sentidos.
A continuación vienen las diez fortunas. Las cinco primeras
están conectadas a uno mismo, y las restantes a los demás:
1. La fortuna de ser un ser humano.
2. La fortuna de vivir en un país donde existe el dharma.
3. La fortuna de tener buenas facultades físicas y menta-
les. Aunque tengamos las dos fortunas anteriormente mencio-
nadas, nos resultaría muy difícil practicar si careciéramos de
esta última.
4. La fortuna de no haber cometido, en esta vida, un
karma negativo pesado, como una de las llamadas “cinco
acciones negativas ininterrumpidas”. Éstas son las acciones de
matar a la propia madre, matar al propio padre, matar a un des-
tructor del enemigo –una persona que ha alcanzado el nirva-
na, un estado libre de todo sufrimiento y de las causas del
sufrimiento–. La quinta es la de derramar la sangre de un buda
intencionadamente. Se les llama ininterrumpidas porque, si no
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se purifican, uno irá a los reinos inferiores en su próximo naci-


miento sin que entremedie ninguna otra vida. Aquí, también se
incluiría la acción de sostener alguna idea errónea tal como la
de pensar que no se comete una falta cuando se efectúan las
cinco acciones ininterrumpidas o algún otro karma pesado.
Cualquiera de ellas sería una severa obstrucción al logro de las
realizaciones.
5. La fortuna de tener fe y convicción en la enseñanza
de Buda. Sin fe ni convicción no nos involucraríamos para
nada en la práctica del dharma.
A continuación, las cinco que dependen de los demás:
6. La fortuna de vivir durante una era en la que ha veni-
do un buda. ¿Qué podríamos hacer si hubiéramos nacido en
una era en la que no hubiera venido un buda?
7. La fortuna de que no sólo haya aparecido un buda,
sino que además haya dado un método completo de prác-
tica que contenga todo lo que precisamos saber respecto a lo
que se debe practicar y lo que se debe abandonar.
8. La fortuna de que este consejo permanezca sin extin-
guirse. El periodo durante el cual permanece la enseñanza de
Buda no ha llegado a su fin.
9. La fortuna de haber empezado a poner en práctica
este consejo. O pensar, por lo menos, que es bueno practicar.
10. La fortuna de disponer de todas las condiciones que
necesitamos para practicar el dharma. Aunque quizá no
seamos ricos, tenemos de todos modos ropas y alimento sufi-
cientes, y un techo que nos cobije. A menudo tenemos que
afrontar pequeños problemas, pero nunca son tan grandes
como para no poder practicar el dharma en absoluto. Aparte
de esto, tenemos un maestro que nos enseña. Disponemos de
todas las condiciones de sustento que necesitamos.
Para identificar las libertades y las fortunas, examinamos las
dieciocho, una por una, comprobando que disponemos de
cada una de ellas. Su propósito es sentir la importancia y el
valor de esta vida. Si reflexionamos correctamente, cada una de
las dieciocho nos colmará de alegría. Imaginemos que un por-
diosero tiene una gema preciosa en su casa, y cree que no es
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más que una vieja piedra. Si alguien va a su casa y le dice:


“Oye, esto vale una fortuna, ¿lo sabías?” Se sentirá extremada-
mente contento de saber lo que tiene. Más tarde empezará a
imaginar lo que puede hacer con ella, comprenderá que no
tendrá que ser un pordiosero nunca más, etc., y se sentirá toda-
vía más contento. Asimismo, si comenzamos a pensar en cada
uno de los dieciocho atributos, también nosotros nos sentire-
mos muy felices. Y más tarde también seremos capaces de con-
templar las diversas posibilidades que se abren ante nosotros,
tales como la de lograr la liberación o la Iluminación.
Piensa en cada una de las libertades y las fortunas, siente lo
bueno que es no haber nacido en esos estados desafortunados.
Reflexiona bien sobre lo que sería haber obtenido una de esas
dieciocho desventajas. Si tuviéramos que soportar esas condi-
ciones no habría forma de crear siquiera las causas para una
vida futura favorable. Este es el modo en que debemos medi-
tar sobre cada uno de los dieciocho puntos.
Existen otros muchos estados carentes de libertad en los que
podríamos encontrarnos aparte de los correspondientes a las
ocho libertades. Hay seres humanos que tienen las ocho liber-
tades y que, aun así, carecen de la oportunidad de practicar el
dharma. Por ejemplo, aquéllos que son oprimidos por otros,
que son torturados, y de los que se abusa en muchos otros
modos. Esas personas no pueden trabajar por sus vidas futuras.
Les resulta prácticamente imposible hacer cualquier cosa que
pudiera beneficiar remotamente sus renacimientos futuros.
Por otra parte, algunas personas son tan ricas que su propia
riqueza se vuelve una carga para ellas. Pasan tanto tiempo pre-
ocupados por si les roban, y atormentados por lo que se podría
hacer al respecto, que carecen de toda libertad para pensar en
beneficiar sus vidas futuras.
También hay gente que se pasa la vida holgazaneando,
absorbida en diversas distracciones. Debido a ello, carecen de
la libertad de practicar el dharma a pesar de que no les falta
ninguna de las ocho libertades. Y hay personas cuyas mentes
están tan oscurecidas que no son capaces de comprender
cómo practicar a pesar de que verdaderamente desearían
hacerlo. Y como esos, hay muchos otros casos similares.
LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES 25

Lo que tenemos que pensar aquí es que nosotros no estamos


acosados por esas condiciones desafortunadas. Una vez más,
alégrate de tener esa suerte. Pensamos que tenemos proble-
mas, pero no tenemos ni un solo problema que nos impida
practicar.
La realización de la meditación sobre la identificación de las
libertades y las fortunas es un gozo tan grande como el de un
vagabundo que encuentra una gema preciosa. Este gozo no
surge con cada una de las dieciocho. Más bien es la culmina-
ción de los gozos que surgen al meditar en cada una de ellas.
En resumidas cuentas, cuando meditamos en el precioso
renacimiento humano el primer punto es identificar las liberta-
des y las fortunas. Aquí, tenemos que reconocer, no sólo inte-
lectualmente sino de corazón, que poseemos cada una de estas
dieciocho.
Cuando medites en cada una de las dieciocho características,
piensa: “Ahora estoy libre de esta condición desafortunada, y
de ésta otra, y de aquélla”. Si meditamos de este modo una y
otra vez, nos sentiremos tan felices como un mendigo que
encuentra un tesoro. Esto será muy útil, pues entonces desea-
remos comprometernos de buen grado con la práctica del
dharma. Será de gran ayuda para nuestra meditación. En este
estadio adquirimos la realización del primer tema, y seguida-
mente podemos pasar al segundo tema en el que se explica el
valor de ese precioso renacimiento humano.
b. Comprender el gran valor del precioso renacimiento
humano.
Como se dice en el texto, esta vida de libertad y fortuna es
como un gran navío. Ahora que tenemos esta vida, que tan
sólo se encuentra una vez, debemos emplearla para atravesar
el océano de la existencia cíclica y llegar hasta la isla de la libe-
ración.
En las historias del pasado se habla de ciertas islas en las que
uno podía encontrar toda clase de gemas preciosas. La libera-
ción es comparable a una isla llena de tesoros. Y el barco que
necesitamos para llegar hasta ella es la preciosa vida humana.
Disfrutar de una vida así y no utilizarla para obtener la libera-
26 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

ción es muy necio. Es como regresar de esa isla llena de gemas


preciosas con las manos vacías.
Se dice que esta vida dotada de las dieciocho características
tiene un gran potencial. Aprovechar este potencial se llama
“extraer la esencia”. Si así lo deseamos, podemos emplear esta
vida para extraer la menor, la media o la mayor esencia.
Extraer la mayor esencia significa despertar totalmente o, al
menos, generar la bodichita, una mente altruista que busca ese
estado. Ciertamente, nosotros podemos hacerlo si nos esforza-
mos en ello. Si estamos dispuestos a trabajar duramente, pode-
mos alcanzar la Iluminación en esta vida. Muchos hicieron esto
en el pasado, y lo hicieron con un precioso renacimiento
humano exactamente igual al nuestro. No tenían uno mejor.
Budas y bodisatvas, viras y virinis, dakas y dakinis, nuestros
objetos de refugio a quienes tenemos en tan alta estima, todos
ellos alcanzaron esos elevados estados con un renacimiento
semejante al que nosotros tenemos. Nos sentimos felices con
sólo oír la palabra “bodisatva”. Todos esos bodisatvas se desa-
rrollaron hasta alcanzar ese nivel meditando en el camino
durante una vida dotada de las ocho libertades y las diez for-
tunas como la nuestra. No hay nada que no podamos obtener
en esta vida.
Aquéllos que meditan en la bodichita y que siguen el cami-
no del bodisatva necesitan desarrollar su consciencia para satis-
facer las necesidades de todos los seres conscientes. Pero aun-
que no seamos capaces de pensar de un modo tan vasto, toda-
vía podemos utilizar esta vida para nuestra liberación personal
y llegar a ser uno de los dos tipos de destructores del enemi-
go: los oyentes y los realizadores solitarios. Y si decidimos no
hacer esto, lo mínimo que podemos hacer es evitar los reinos
inferiores y alcanzar la elevada condición de un humano o un
dios, un estado en el que podremos practicar el dharma. En
particular, podríamos intentar obtener un renacimiento en el
que podamos practicar el tantra. Definitivamente tenemos que
hacerlo. Esto es lo mínimo que debemos hacer. En esta ocasión
disponemos de las dieciocho condiciones, y si hacemos uso de
ellas podemos extraer un beneficio temporal o último según
nuestro deseo. Es muy necio saber todo sobre ello y, aun así,
LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES 27

no aprovechar esta vida ni siquiera para obtener un aplaza-


miento de los reinos inferiores y un renacimiento superior.
Para obtener la liberación personal, que es la esencia media,
necesitamos practicar los tres adiestramientos superiores.
Además es imprescindible meditar en las cuatro verdades
nobles o en los doce vínculos si queremos comprender el
modo en que repetidamente tomamos renacimiento en la exis-
tencia cíclica. También tenemos que familiarizarnos con las fal-
tas de la existencia cíclica con el fin de desarrollar aversión
hacia ella –una sensación de peligro al tener que pasar por la
existencia cíclica– y el deseo de liberarse completamente de
ella.
Debemos tratar de centrar nuestras aspiraciones en la meta
más suprema y significativa que indudablemente podríamos
conseguir, pensando: “¡Cómo desearía alcanzar la Iluminación
completa en beneficio de todos los seres encarnados! ¡Cómo
desearía ser un buda rápidamente! Este es el consejo para
aquéllos que practican el tantra. En este caso, es necesario
tener la mejor motivación, la que aspira al mejor resultado. Así
pues, de las tres esencias que podemos extraer de este renaci-
miento, se nos aconseja que pensemos en la mejor.
Para tomar la gran esencia necesitamos practicar el vehículo
universal. Esto significa meditar en el amor, la compasión y la
bodichita. De hecho, tan sólo con tener la oportunidad de
meditar en estos temas y de ayudar a los demás de varios
modos, hacemos que nuestra vida adquiera un valor inestima-
ble. Para alcanzar la Iluminación rápidamente tenemos que
combinar estas meditaciones con la práctica del tantra.
En un instante podemos efectuar una práctica magnífica, pro-
funda y vasta si meditamos en bodichita y vacuidad. ¿Qué
decir, pues, de lo mucho que se puede hacer en un día, un
mes, un año, o en toda una vida? Por supuesto, si no sabemos
cómo hacerlo, nos será imposible desarrollar dicha práctica.
Pero si sabemos cómo, cada segundo será extremadamente
valioso, y nos dará lástima desperdiciar un sólo segundo.
Shantideva dice en el Bodhisatvacharyavatara:
Si no extraemos el máximo provecho de esta vida,
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nos estamos engañando. Si desperdiciamos nues-


tro tiempo, o lo empleamos para distraernos, nadie
se habrá estafado a sí mismo tanto como nosotros.
Si utilizamos esta vida correctamente, no nos arrepentiremos
en el momento de la muerte. Sin embargo, en caso contrario,
cuando nos enfrentemos a la muerte y recordemos todo el
tiempo que hemos desperdiciado, nos veremos invadidos por
el remordimiento.
Todos estos logros que hemos mencionado podemos conse-
guirlos: no estamos hablando de algo que ocurra en las remo-
tas vidas futuras. Ahora mismo, en esta misma vida, podemos
hacer todo esto.
Cuando nos sintamos tristes por haber desperdiciado una
gran oportunidad al dejar pasar unos pocos minutos o incluso
un solo minuto sin hacer nada, entonces podemos decir que
hemos comprendido el significado de esta meditación. Obtener
esta realización debe llevarnos alrededor de cinco o seis días.
c. Ver lo difícil que resulta obtener este precioso renaci-
miento humano.
Esta vida, con ocho libertades y diez fortunas es difícil de
obtener desde tres puntos de vista: Es difícil, por naturaleza,
obtener las dieciocho a la vez; sus causas son difíciles de prac-
ticar; y, finalmente, es difícil que ocurra tal como indican sus
ejemplos.
1. Cada una de las dieciocho características es algo muy poco
corriente. Un lama nos aconsejó que deberíamos considerar los
reinos infernales como nuestra dirección permanente. El hecho
de no nacer allí ya es algo muy poco frecuente. Después, cuan-
do estamos libres de los infiernos, lo más probable es que
renazcamos como pretas durante eones interminables. Así que
estar libre de un nacimiento en el reino de los espíritus ávidos
es muy poco común. Cada uno de los dieciocho atributos es
de extrema excepcionalidad. Incluso cuando nacemos como
un ser humano, dado que la aparición de un buda es franca-
mente rara, hay universos que se forman y se desintegran sin
que jamás haya aparecido en ellos un buda, puesto que nin-
LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES 29

guno de sus habitantes tiene el karma para ello. Por tanto, es


extraordinariamente inusual renacer como un ser humano
durante un tiempo en que ha aparecido un buda. Un buda
puede aparecer muchas veces, pero es muy poco frecuente
que dé alguna enseñanza. Y mucho más raro es que enseñe la
totalidad del camino, con el sutra y el tantra. Si no alcanzamos
la Iluminación o el nirvana en esta ocasión tan inusual, no lo
haremos nunca. Jamás volveremos a obtener una oportunidad
como ésta.
2. Sus causas son difíciles de practicar.
Las causas para una preciosa vida humana son tres:
a. La práctica de la moralidad, que es de tres clases, y que
actúa como la base.
b. La práctica –de las cinco restantes– de las seis perfeccio-
nes que acompañan la práctica.
c. Oraciones de dedicación efectuadas con pureza.
La causa principal de la esencia menor –evitar el renaci-
miento en los reinos inferiores y tomar un renacimiento supe-
rior– es la práctica de la moralidad. Cuando recibimos cual-
quiera de las ocho ordenaciones pratimoksha –la ordenación
relacionada con la liberación personal–, la ordenación del
bodisatva o del tantra, nos comprometemos a guardarlas pura-
mente. Por supuesto, guardar estas ordenaciones puramente
resulta difícil, pero si dañamos nuestra ordenación infringien-
do un voto, tenemos métodos para restaurarla. Debemos cono-
cer estos métodos. En otras palabras, necesitamos aprender el
modo de confesar las infracciones y tenemos que saber lo que
ocurrirá si no lo hacemos. Ésta es la práctica de la moralidad,
y es la que actúa como base para obtener un renacimiento
superior.
Para dar a nuestro renacimiento una condición superior
como dios o como humano con todas las condiciones favora-
bles nuestra práctica de moralidad ha de ir acompañada por la
práctica de las cinco actitudes restantes que son difíciles de
alcanzar. Cada una de las cinco tiene su propio propósito par-
ticular: la práctica de la perfección de la generosidad dota a
30 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

nuestro nacimiento de una condición superior con riqueza. Sin


ella experimentaríamos el problema de la pobreza. La pacien-
cia aporta una apariencia que resulta agradable a los ojos de
los demás. Del entusiasmo se obtiene una apariencia magnífi-
ca. La concentración proporciona una mente apaciguada. Y,
gracias a la práctica de la sabiduría, adquirimos la comprensión
de lo que se debe practicar o abandonar.
Finalmente, las dos causas anteriormente mencionadas
deben combinarse con oraciones sin mancha. En este contex-
to, una oración por el logro de una condición superior o la
liberación personal es considerada como una oración libre de
mancha. Cuando nuestra práctica está mezclada con la motiva-
ción de los ocho intereses mundanos no se considera dharma.
Del mismo modo, cuando nuestras oraciones están mezcladas
con esos intereses, ni siquiera las oraciones dirigidas al logro
de riqueza y fama son consideradas libres de mancha.
Tomar la esencia media es alcanzar la liberación. Para hacer
esto necesitamos un método. Este método es la práctica de los
tres adiestramientos superiores de la moralidad, la concentra-
ción y la sabiduría. De los tres, el más importante es el de la
moralidad. Y esto quiere decir principalmente tomar las orde-
naciones del pratimoksha, del bodisatva y del tantra. El mejor
renacimiento para desarrollar esa virtud es el de un ser huma-
no que vive en la parte del universo al que el budismo tradi-
cional denomina Dsambuling: la Isla de la Rosa-Manzana. En
Dsambuling los seres humanos renacen del útero materno,
poseen los seis elementos y son capaces de experimentar los
resultados de los poderosos karmas creados en la primera
parte de sus vidas en la segunda parte de las mismas. Los seres
que habitan en los otros continentes, puesto que carecen de
todos o de algunos de estos factores, no pueden tomar estas
tres ordenaciones y por tanto carecen de la oportunidad de
observar las tres moralidades conectadas con ellos.
Entre los renacimientos en Dsambuling anteriormente descri-
tos, el mejor de todos es aquel dotado de las ocho libertades y
las diez fortunas.
Hay ciertas tierras puras donde no existe la práctica del
incomparable yoga-tantra, y otras que carecen totalmente de la
LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES 31

práctica del tantra, por lo tanto, obtener allí el estado ilumina-


do lleva muchísimo tiempo. Los bodisatvas que viven en esas
tierras son conscientes de que, con nuestro renacimiento de un
útero materno que posee los seis elementos, es posible alcan-
zar la Iluminación en una breve vida en estos tiempos dege-
nerados –de hecho nos es posible obtener el estado iluminado
en un plazo tan breve como el de tres años y seis semanas– y
anhelan disfrutar de una oportunidad como esa.
3. El precioso renacimiento humano es tan difícil de conse-
guir como lo indican sus ejemplos.
Imaginemos que la tierra entera está cubierta por un vasto
océano. Balanceándose por su superficie, un trozo de madera
en forma de aro se desliza lentamente. En el océano vive una
vieja tortuga ciega. Ésta pasa la mayor parte de su tiempo en
las profundidades y sólo emerge a la superficie una vez cada
cien años. No podemos afirmar que el hecho de que la tortu-
ga emerja exactamente en el lugar correcto, de tal forma que
su cabeza asome por el centro del aro, sea imposible. No es
totalmente imposible. Pero es más o menos imposible. Aun así,
un renacimiento dotado de las dieciocho características como
el nuestro es todavía más difícil de encontrar.
Además de los tres tipos arriba mencionados, una vida con
las ocho libertades y las diez fortunas es difícil de conseguir
debido a su número.
La mayoría de la gente practica la maldad; son muy pocas las
personas que practican la virtud. De esos que desarrollan la no-
virtud, muy pocos confiesan sus faltas con los cuatro poderes
oponentes. Como consecuencia, todos estos numerosos seres
no pueden ir más que a uno de los tres reinos inferiores cuan-
do mueran.
Entre los tres reinos inferiores, la mayor proporción de los
seres se encuentra en los infiernos. Su número es como el
número de átomos que conforman la tierra. Son incontables. El
número de espíritus es como el número de átomos de agua en
el mundo. Y el número de animales es semejante a la totalidad
de granos y frutos diversos de la tierra. Estos son menos nume-
rosos que los espíritus, pero son muchos de todos modos.
32 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

Finalmente, la cantidad de renacimientos favorables –es decir,


como humanos o como dioses– es similar al número de partí-
culas sobre la uña de un dedo del Buda. Sería posible encon-
trar unas pocas ahí.
Para dar una idea de lo poco corriente que es un renaci-
miento superior con las ocho libertades y las diez fortunas, los
renacimientos humanos serían como las briznas de hierba
sobre la tierra, y aquéllos con dieciocho cualidades serían
como el número de briznas que crecen en los tejados de las
casas. Esto muestra que un renacimiento tal es casi imposible
de encontrar.
Un precioso renacimiento humano que posea las ocho liber-
tades y las diez fortunas, es algo extremadamente raro. Si mira-
mos a nuestro entorno superficialmente, no sería difícil decir
que todo el mundo es igual y que esta vida que tenemos es
bastante normal. Pero si observamos más detenidamente vere-
mos que no es así. Por lo tanto, si consideramos tan sólo la
población del área en donde vivimos comprenderemos que el
precioso renacimiento humano es algo muy raro. Y si seguida-
mente examinamos a toda la gente que habita en la gran ciu-
dad vecina, sentiremos mucho más intensamente que, en rea-
lidad, existen muy pocos renacimientos como ese.

Ahora que hemos encontrado un renacimiento tan bueno si


no nos familiarizamos con la práctica de la virtud no habrá
nadie tan estúpido, nadie que se ridiculice a sí mismo tanto
como nosotros. Nadie nos está engañando tanto como nosotros
mismos. Si reconocemos la importancia de este renacimiento y,
aun así, seguimos perdiendo el tiempo holgazaneando y
soñando despiertos, cuando nos llegue la hora de la muerte
nos veremos invadidos por el remordimiento. Y después de la
muerte iremos a los reinos inferiores donde tendremos aún
más causas para estar trastornados.
Si no tenemos cuidado ahora y si al llegar a este punto no
extraemos la esencia de nuestras vidas, habremos perdido una
extraordinaria oportunidad.
Cuando vemos que nuestro dinero desaparece sin que poda-
mos hacer nada, nos sentimos mal. Experimentaremos un sen-
LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES 33

timiento parecido si, después de haber reflexionado sobre la


dificultad de encontrar este tipo de renacimiento, miramos
hacia atrás y recordamos los meses, días, e incluso instantes
que hemos desperdiciado en distracciones sin sentido.
El camino gradual explica este tema minuciosamente. Dice
que un renacimiento dotado de libertad y fortuna es más pre-
cioso que una gema que colma los deseos. Dicha gema podría
ser capaz de otorgar cualquier deseo temporal, pero ni siquie-
ra podría liberarnos de los reinos inferiores; no es posible, por
tanto, que nos conceda la Iluminación y la liberación.
Se aconseja que la meditación en el precioso renacimiento
humano se efectúe en conjunción con la meditación analítica
aplicada a la meditación sobre la devoción al guru, ya que
obtener la realización de esta última lleva tanto tiempo que tar-
daríamos mucho en avanzar en las líneas generales.
Si meditamos analíticamente sobre varios puntos del precio-
so renacimiento humano a la vez, esta meditación será como
una meditación en superficie. Así pues, elige un punto y pro-
fundiza bien en él. Después de identificar las libertades y las
fortunas, medita en el propósito superior hasta que obtengas
de él una experiencia profunda. Efectúa una meditación repa-
sando sobre los estadios del camino hasta llegar al precioso
renacimiento humano, y luego efectúa la meditación en el pre-
cioso renacimiento humano en cuestión. Después medita
dando un repaso sobre el resto de los estadios del camino.

El tercer punto habla de lo difícil que es encontrar un pre-


cioso renacimiento humano. Y lo explica con tres razonamien-
tos. En primer lugar, sus causas son difíciles de practicar. En
segundo lugar, es difícil tener los dieciocho atributos a la vez.
Y por último, es tan difícil de obtener como muestran sus ejem-
plos.
Habremos logrado la realización de este punto cuando con-
sideremos como una mayor pérdida el hecho de desperdiciar
incluso un minuto de esta vida que vernos despilfarrando nues-
tro oro y nuestras joyas como si las arrojáramos por un desa-
güe. Sabemos que nunca seremos capaces de volver a conse-
guir una fortuna como ésta, y al verla desperdiciada nos inva-
34 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

de un gran sentimiento de pérdida. Asimismo, cuando nos vea-


mos a nosotros mismos soñando despiertos y desperdiciando
esta vida de libertad y fortuna, sentiremos que jamás debemos
ser tan insensatos, pues sabemos que es prácticamente imposi-
ble volver a obtener tal oportunidad. He aquí la prueba de que
hemos obtenido la realización de este tema. Esta realización es
similar a la del segundo tema de la meditación sobre el pre-
cioso renacimiento humano, no obstante la segunda realiza-
ción consiste en un sentimiento de pérdida motivado por el
hecho de no hacer algo grande con nuestro tiempo, mientras
que la tercera es el sentimiento de pérdida provocado por el
hecho de dejar pasar una oportunidad que no se nos volverá a
presentar otra vez. En ambos casos, el sentimiento de pérdida
es el mismo.
Como se ha dicho, obtener la realización de estos tres temas
es bastante sencillo. No lleva tanto tiempo.
Cuando generes la realización de esta vida de libertad y for-
tuna, pasa a la siguiente meditación: impermanencia y muerte.

ESCUCHAR, REFLEXIONAR Y MEDITAR

En este verso se afirma que escuchar, reflexionar y meditar


son buenas prácticas para el bodisatva. De estas tres activida-
des adquirimos tres sabidurías. Primero generamos la sabiduría
de escuchar. En base a ella desarrollamos la sabiduría de refle-
xionar y, después, la sabiduría de meditar dependiendo de ésta
última. Las tres sabidurías se producen gradualmente en este
orden.
Aquí, escuchar no se refiere solamente a un sonido que entra
en el oído. Supongamos, por ejemplo, que escuchamos una
enseñanza en la que se afirma que los agregados son imper-
manentes. Si asentimos a eso y pensamos: “Sí, los agregados
son impermanentes”, entonces, la sabiduría que surge simultá-
neamente con ese pensamiento es la sabiduría de escuchar.
Reflexionar es el proceso de analizar. Aquí, analizamos si los
agregados son impermanentes o no y examinamos el caso con
razonamientos lógicos. La sabiduría que resulta de ese análisis
–una comprensión que es capaz de pensar de un modo con-
LAS PRÁCTICAS PRELIMINARES 35

cluyente que los agregados son definitivamente impermanen-


tes– es la sabiduría de reflexionar.
Finalmente, meditar es emplazar la mente de un modo uni-
direccional sobre el hecho que ha sido decisivamente compro-
bado mediante el proceso de reflexión. Y la sabiduría de la
meditación es la sabiduría que acontece con esa concentración.
Para situar esto en un contexto algo más amplio, como se ha
dicho en una escritura, en primer lugar es necesario permane-
cer en la moralidad de, por ejemplo, guardarse de las diez no-
virtudes. Sobre esa base, uno escucha y genera la sabiduría de
escuchar. Después, piensa, comprueba, investiga, y genera la
sabiduría de reflexionar. Luego medita emplazando la mente
unidireccionalmente sobre ese significado y en consecuencia
genera la sabiduría de la meditación.
Tenemos que escuchar bien. Y hemos de escuchar muchísi-
mo; e incluso necesitamos escuchar muchas veces el mismo
tema, no sólo una vez. Si no es así, no seremos capaces de
reflexionar muy bien, y por supuesto, después, tampoco logra-
remos meditar bien. Si hemos escuchado sólo un poco no
podemos reflexionar mucho y, por tanto, no podemos meditar
mucho. En consecuencia la meditación no sería buena.
Finalmente, resultaría difícil lograr realizaciones.

Observemos ahora el modo en que una persona puede efec-


tuar la práctica de escuchar, reflexionar y meditar a lo largo de
la totalidad del camino. En primer lugar, escuchará todos los
temas que son comunes a todos los vehículos. Ello incluiría el
precioso renacimiento humano, muerte, refugio y karma.
Después de haber escuchado estos temas atentamente, la per-
sona reflexionará y meditará. Si, en ese punto, la persona de-
seara efectuar una práctica más amplia, podría tomar la orde-
nación del bodisatva, guardar los votos y, una vez más, escu-
char, reflexionar y meditar sobre las materias relacionadas
directamente con el camino del bodisatva, tales como el amor
afectuoso, la compasión, la bodichita y las seis perfecciones.
Luego, si la persona está interesada en el lado profundo, toma-
rá la ordenación tántrica, guardará los compromisos, y escu-
chará, reflexionará y meditará en el camino tántrico: el estadio
36 TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS

de generación y de completación. Este es, en general, el orden


que debemos seguir.
Si únicamente fuera necesario escuchar un poco, entonces,
¿por qué dio Buda ochenta y cuatro mil enseñanzas?, y ¿por
qué, más tarde, compusieron los eruditos tantos comentarios?
La cuestión es que cuanto más escuchemos, mejor será para
nosotros.
Si intentamos escalar una montaña sin manos, no nos podre-
mos agarrar a nada. Tratar de meditar sin escuchar es algo
parecido; no podremos sujetarnos a ningún tema o camino.
Si hemos escuchado bien, podremos conocer todo aquello
que se debe practicar y conseguiremos llegar a abandonar
todas las faltas. Por ejemplo, en el nivel de la intención infe-
rior, comprenderemos los temas de ese nivel y consecuente-
mente nos liberaremos de la ignorancia que no entiende los
puntos que deben ser comprendidos en ese estadio. También
abandonaremos las faltas que deben ser abandonadas en dicho
estadio.
Como se ha dicho: “Escuchando, uno alcanza la liberación”.
De escuchar bien surge la buena reflexión y la buena medita-
ción. Y a través de estas tres podremos abandonar las negati-
vidades, purificarlas y alcanzar finalmente un estado en el que
todo el karma se haya agotado.
En general, lo que llamamos meditación analítica es medita-
ción, pero de entre las tres prácticas –escuchar, reflexionar y
meditar– no es la práctica de meditar sino la de reflexionar.
Aquí, meditación se refiere al acto de emplazar la mente sobre
un objeto que había sido claramente comprobado con anterio-
ridad a través de la contemplación. Lo mejor es emplazar la
mente sobre el objeto de un modo unidireccional, pero eso no
es absolutamente necesario.
Las prácticas de escuchar, reflexionar y meditar deben ser
efectuadas en unión. Esto quiere decir que debemos aplicarnos
en las tres prácticas de escuchar, reflexionar y meditar sobre
cualquiera de los temas esenciales de meditación, tanto si se
trata de impermanencia, como si se trata del sufrimiento, la
vacuidad y la ausencia de autoexistencia, o el amor, la compa-
sión o cualquiera que sea el tema.
EDICIONES DHARMA

TRAS LAS HUELLAS DE LOS BODISATVAS


EL IDEAL MAHAYANA DEL BODISATVA REPRESENTA LA
CUMBRE DEL PENSAMIENTO ALTRUISTA DEL BUDISMO.
AQUEL QUE RENUNCIA A SU PROPIA LIBERACIÓN PARA
EL BENEFICIO DE LOS DEMÁS ES EL MODELO PERFECTO
PARA LA GENERACIÓN DEL ALTRUISMO BUDISTA
O BODICHITA; EL DESEO DE LIBERARSE DE TODAS LAS
LIMITACIONES PARA ASÍ PODER BENEFICIAR MÁS
EFICAZMENTE A LOS DEMÁS.
LA PODEROSA ENERGÍA ALTRUISTA QUE MUEVE AL
BODISATVA DESENTIERRA DE LO MÁS PROFUNDO DE SU
MENTE TODO VESTIGIO DE EGOÍSMO Y OSCURIDAD
POSIBILITANDO SU GENUINA LIBERACIÓN.

EL TEXTO QUE EL GRAN YOGUI TIBETANO TOKME


SANGPO (1245-1369) COMPUSO CON EL TÍTULO DE
LAS TREINTA Y SIETE PRÁCTICAS DE LOS BODISATVAS
SIRVE DE BASE PARA QUE EL GUESHE JAMPA TEGCHOK
TRACE LOS PUNTOS ESENCIALES DE TODO
EL SENDERO BUDISTA.
ADEMÁS AL RELACIONAR LAS TREINTA Y SIETE ESTROFAS
DEL TEXTO CON LOS TRES NIVELES
DE MOTIVACIÓN DEL LAM RIM –CAMINO GRADUAL
A LA ILUMINACIÓN DE LAMA TSONGKAPA–,
LO CONVIERTEN EN UN TEXTO FUNDAMENTAL PARA
SER INTEGRADO EN LAS PRÁCTICAS DE LA MEDITACIÓN
RELACIONADAS CON EL LAM RIM.

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