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1. ¿Que hizo Dios en un principio?

 este acontecimiento está escrito en la Biblia


en el libro de "Génesis, capítulo 1, versículo 1" y dice así: "En un principio, Dios
creó los cielos y la tierra".

2. ¿Cómo se llamó el apóstol que acompañó a Jesús y luego negó que lo


conocía? Pedro fue el apóstol que negó a Jesús. En Mateo capítulo 26:69-74 se
menciona este acontecimiento.

3. ¿Sabes que es la resurrección? la resurrección significa que no hay que


tenerle miedo a la muerte, ya que ella nos librará de este padecimiento. En
Hechos capítulo 2, versículos desde el 22 hasta el 24 se hace mención de la
resurrección de Jesús venciendo a la muerte.

4. ¿Por qué no se debe adorar imágenes? en el libro del Éxodo 20:4-5 Dios
prohíbe adorar imágenes, pues según varios relatos bíblicos, la adoración
verdadera de Dios carecía por completo de imágenes. "No debes inclinarte ante
ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová tu Dios soy un Dios que exige
devoción exclusiva".

5. ¿Dónde predicó Jesús cuando era niño? en el templo de Jerusalén cuando


tenía 12 años. Esto se menciona en la Biblia en el libro de Lucas 2:41-50.

6. ¿Quién hizo pecar a Adán y a Eva en el paraíso? la serpiente era el animal


más astuto del paraíso y esta hizo pecar a Adán y a Eva. En Génesis 3:1-6 está
la descripción de este hecho.

7. ¿Cuáles fueron las 10 plagas que azotaron a Egipto? entre las calamidades


mencionadas en el antiguo testamento encontramos las siguientes: las aguas se
convirtieron en sangre, la plaga de las ranas, la invasión de piojos, la
contaminación de las moscas, la peste sobre el ganado, las úlceras, la lluvia de
granizo y de fuego, la invasión de langostas, las tinieblas y la venida del ángel
exterminador.

8. ¿Cuál es el 5to mandamiento de la ley de Dios? este mandamiento es uno de


los más importantes, ya que Dios nos invita a enaltecer, darle amor y respeto a
los padres. El quinto mandamiento dice "Honrar al padre y a la madre". Éxodo
20:12. Si quieres saber Cuáles son los diez mandamientos, no dejes de visitar
este otro artículo de unCOMO.

9. ¿Qué persona bíblica fue tragada por un gran pez? Jonás, un profeta


desobediente, fue tragado por un gran pez y luego vomitado en la orilla. Este
relato está descrito en el libro de Jonás 1:17.

10. ¿Cómo se llamó el hombre que Dios usó para abrir el Mar Rojo? se llamó
Moisés. Dios le dijo que extendiera su cayado sobre el Mar Rojo y con un viento
fuerte que sopló del este las aguas del mar se dividieron. Este hecho está
descrito en el libro del Éxodo 14:21-22.
1.- Fue proverbista y también predicador Fue un poeta sabio y también gran escritor.
R. Salomón 1º. Rey. 4: 29- 32.

2.- Fue un profeta que luchó Contra el imperio del mal Y mató a 450 profetas de Baal.
R. Elías.1º. Rey 18: 40.

3.- Sansón fue el más fuerte El más sabio Salomón, El más valiente fue David Pero, ¿a
quién le duro más el corazón?
R. Matusalham. Gén. 5: 24- 27.

4.- Pedro fue apóstol, San Juan evangelista, Y en que fiesta murió, San Juan el
Bautista.
R. En el cumpleaños de Herodes. Mt. 14: 6- 11.

5.- La iglesia al ser levantada Sus vestiduras ¿Cómo presentará? La mayoría lo


sabemos, Los intermedios ¿también lo sabrán?
R. Sin mancha y sin arruga. Efesios 5: 27.

6.- Jesús un nombre le dio, Y algunas veces fuerte lo amonestó, Y tres mil almas se
salvaron Cuando un sermón predicó.
R. Pedro. Mt.16: 18,19. Hech. 2: 41.

7.- Era grandote Y estaba cargado de metal Y al mismo tiempo era Un siervo de todo
mal.
R. Goliat 1º. Samuel. 17: 4- 7.

8.- Es grande Y muy hermosa, Y un día habitará En ciudad gloriosa.


R. La iglesia. Apoc. 21: 18- 27.

9.- Hacienda tenían Dinero fue, Después se murieron ¿Sabes quién fue?
R. Ananías y Safíra. Hech. 5: 1- 10.

10.- Delante de las canas te levantarás Y el rostro del anciano respetarás.


R. Jehová Dios. Lev. 19: 32.
1. Jonás y el gran pez
Jonás («paloma») fue hijo de Amitai. Parece un profeta diferente, pues su propósito
primordial no parece haber sido predicarle algo a Israel… El Señor le ordenó ir a Nínive
a prevenir al pueblo de que su ciudad sería destruida (Jonás 1,1-2). Jonás en vez de
obedecer a Dios, se embarcó para Tarsis. Surgió una gran tormenta y Jonás pidió a los
hombres que lo tiraran por la borda, pues él era la causa de la tormenta. Los hombres,
muy obedientes, arrojaron a Jonás al agua. Dios hizo que un gran pez se lo tragara.
Luego de estar allí por tres días, Jonás se arrepintió y el pez lo vomitó en tierra (Jonás
2,10). Aprendida su lección, Jonás fue a Nínive y previno a los ninivitas que serían
destruidos. Fue lanzado de nuevo al mar, sí ¡de nuevo! Pero esta vez como un hombre
que iba hacia su destino, y por esto los ninivitas se arrepintieron.

Jonás es como nosotros, es como el hijo de la parábola que dice que no va, pero luego
va. Todos podemos encontrar en Jonás esa fuerza para ser obedientes a Dios aunque
en un primer momento nos corramos y nos cueste; aunque dudemos y pongamos en
tela de juicio sus planes. La historia de Jonás es la historia de un hombre que decidió
dejar de correr y comenzar a obedecer.

«Me habías arrojado en lo más hondo, en el corazón del mar, una corriente me
cercaba: todas tus olas y tus crestas pasaban sobre mí. Yo dije: ¡Arrojado estoy de
delante de tus ojos! ¿Cómo volveré a contemplar tu santo Templo? .Me envolvían las
aguas hasta el alma, me cercaba el abismo, un alga se enredaba a mi cabeza. A las
raíces de los montes descendí, a un país que echó sus cerrojos tras de mí para
siempre, mas de la fosa tú sacaste mi vida, Yahveh, Dios mío .Cuando mi alma en mí
desfallecía me acordé de Yahveh, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo»
(Jonás 2, 4-8).

2. José y sus hermanos


José fue hijo de Jacob y Raquel. Jacob amaba a José más que a sus hermanos, por ser
el hijo de su ancianidad. Sus hermanos, cegados por la envidia, planearon maldades en
su contra y lo vendieron como esclavo a Egipto (Génesis 37,28). Al pobre le paso de
todo. Al principio tuvo miedo y se sintió abandonado por su Señor, pero luego de un
tiempo de purificación y abandono, el Señor le mostró su presencia y llegó a ser
intérprete de los sueños de Faraón. Es así que José predijo un tiempo de hambre que
asolaría toda la región. Fue nombrado gobernador de Egipto y en los años de
abundancia almacenó los excedentes de alimento. Llegaban personas de todo lado a
comprar provisiones para la escasez, entre ellos vinieron sus hermanos desde Canaán.
El encuentro de José con ellos fue muy doloroso pero muy reconciliador. José los
perdonó y su padre Jacob se reunió con ellos en sus últimos años (Génesis 45-46).

La historia de José es increíble. Es una historia llena de la acción de Dios. Es la historia


de nuestra vida, una vida en la que creemos tenerlo todo controlado, pero en la que, el
amor de Dios quebranta nuestro orgullo y nos muestra un camino diferente. Cuando
pasa esto, sentimos que Dios nos abandona, que nos arrebata nuestros sueños, pero,
al final, descubrimos que Su plan es mejor que el nuestro y que por sus caminos (sin
ahorrarnos sufrimientos) se va mejor.
«(Y se echó a llorar a gritos, y lo oyeron los egipcios, y lo oyó hasta la casa de Faraón.)
José dijo a sus hermanos: «Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?» Sus hermanos no
podían contestarle, porque se habían quedado atónitos ante él. José dijo a sus
hermanos: «Vamos, acercaos a mí.» Se acercaron, y él continuó: «Yo soy vuestro
hermano José, a quien vendisteis a los egipcios. Ahora bien, no os pese mal, ni os dé
enojo el haberme vendido acá, pues para salvar vidas me envió Dios delante de
vosotros. Porque con éste van dos años de hambre por la tierra, y aún quedan cinco
años en que no habrá arada ni siega. Dios me ha enviado delante de vosotros para que
podáis sobrevivir en la tierra y para salvaros la vida mediante una feliz liberación»
(Génesis 45, 2 -7).

3. Rut la mujer moabita


Rut, cuyo nombre significa «compañera”, fue una mujer moabita. Después que Noemí y
Elimelec, junto con sus hijos Quelión y Mahlón (por causa del hambre) tuvieron que
abandonar su hogar de Belén, Rut se casó con Mahlón. Murieron los varones y
quedaron viudas Noemí, Rut y Orfa. Noemí decidió regresar a Belén, y Rut, por el
cariño que le tenía, se fue con ella. No tenía porque hacerlo pues no era su obligación.
Dejó su tierra y su religión y abrazó la tierra y la fe de Nohemí. Cuando llegaron a Belén
comenzaba la cosecha de la cebada. Rut espigó los campos para ganarse el sustento y
mantener a su suegra (cosa inusual en una mujer de la época). En ese trabajo conoció
a Booz, pariente de Noemí, quien la trató bondadosamente y luego se enamoró de ella.
Booz compró la herencia de Mahlón y así, de acuerdo con la ley hebraica
(Deuteronomio 25, 5-10) adquirió el derecho de casarse con Rut. Su hijo primogénito
fue Obed, quien fue padre de Isaí y abuelo de David.

La historia de Rut es sin duda una de las historias más bellas sobre una mujer en el
Antiguo Testamento. Rut es modelo de mujer fiel, noble y llena de coraje. El amor
desinteresado de Rut es un amor muy femenino, un amor que actúa de inmediato ante
la necesidad física o espiritual de otro, incluso cuando resulta inconveniente. La
fidelidad y fortaleza de Rut son comparadas con las de María, pues de su descendencia
proviene Jesús.

«No insistas en que te abandone y me separe de ti, porque donde tú vayas, yo iré,
donde habites, habitaré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios» (Rut 1, 16).

4. La madre macabea
El relato bíblico no es tan solo la memoria del valor de los jóvenes macabeos. Es
también una preciosa consideración sobre la madre de aquellos valientes. Esta madre
vio morir en un mismo día, uno a uno, a sus siete hijos. En esta historia vemos su
grandísima fortaleza de ánimo y la fuerza de su esperanza. Por otro lado, en sus labios
se colocan algunas expresiones cargadas de sentido teológico. La madre proclama a
Dios como Señor de la vida humana. Vincula la fe en el Dios creador con la fe en la
Resurrección, y nos ofrece la seguridad que el Dios de la vida retribuirá con creces a
los que han entregado su vida por fidelidad a su voluntad.

«Admirable de todo punto y digna de glorioso recuerdo fue aquella madre que, al ver
morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, sufría con valor porque tenía la
esperanza puesta en el Señor. Animaba a cada uno de ellos en su lenguaje patrio y,
llena de generosos sentimientos y estimulando con ardor varonil sus reflexiones de
mujer, les decía: «Yo no sé cómo aparecisteis en mis entrañas, ni fui yo quien os regaló
el espíritu y la vida, ni tampoco organicé yo los elementos de cada uno. Pues así el
Creador del mundo, el que modeló al hombre en su nacimiento y proyectó el origen de
todas las cosas, os devolverá el espíritu y la vida con misericordia, porque ahora no
miráis por vosotros mismos a causa de sus leyes» (2 Macabeos 7, 20-23).

La historia de los siete hermanos macabeos y su madre es en un hermoso relato sobre


la fidelidad a la ley del Señor en momentos de persecución y de prueba.

5. El fariseo Nicodemo
Nicodemo fue miembro del Sanedrín y varón destacado entre los judíos. Fariseo, de
esos que se negaban a creer en Jesús… Aún así solicitó una entrevista con Él y se
sintió confuso cuando éste le dijo que debía nacer de nuevo, pues tomó el nuevo
nacimiento al pie de la letra y no en sentido espiritual. Jesús, pacientemente, le explicó
su significado (Juan 3, 5-8). Aunque de su encuentro con Jesús el Evangelio no nos
dice nada más, Nicodemo alzó la voz en la fiesta de los tabernáculos para defender a
Jesús, cuando el Sanedrín lo acusaba (Juan 7, 50-52). Cuando Jesús murió, Nicodemo
le da «mirra y áloe» para que fuera sepultado (Juan 19,-39). Quizá por ello lo hayan
tildado de seguidor de Cristo, de ser así, llegó finalmente a ser cristiano «nacido de
nuevo».

«Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto
por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús. Pilato
se lo concedió. Fueron, pues, y retiraron su cuerpo. Fue también Nicodemo -aquel que
anteriormente había ido a verle de noche- con una mezcla de mirra y áloe de unas cien
libras. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas,
conforme a la costumbre judía de sepultar» (Jn 19, 38-40).

Me encanta esta historia porque Nicodemo busca sinceramente la verdad, esta


cansado de las interpretaciones sin vida, muy eruditas quizás, pero muertas, pues sabe
que ese modo de pensar le frena para poder comprender. Nicodemo busca a Jesús y
se aventura a abandonar los esquemas de pensamiento a los que está acostumbrado.
Se abre a su Palabra y deja que Jesús entre y habite en él. Se da cuenta que necesita
convertirse con humildad.

6.

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