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LAZARILLO DE TORMES

AUTOR: ANÓNIMO

Tratado Primero

Aquí conocemos a Lázaro, un chico de una familia humilde cerca del río Tormes.

Su pasado también fue deshonrado porque su padre era un ladrón y su madre se casó


con un hombre negro después de divorciarse de su esposo y dio a luz a un hijo, lo cual
era muy impopular en ese momento.

Cuando Lázaro creció, su madre lo obligó a trabajar como guía de un mendigo


ciego para poder ganar dinero o al menos no convertirse en una carga más para su
madre.

Aquí comienza la aventura de Lazarillo cuando conoce a un hombre tan codicioso


que apenas puede alimentar a sus trabajadores. El niño tiene que averiguar cómo comer
y sobrevivir.

Para saciar su sed, Lázaro descubrió que tenía que engañar a su amo para que


muriera y comiera más de lo que el avaro le daría.

Por ejemplo, algunas de las "trampas" que hizo perforaron la bandera de un ciego
para que pudiera beber sin que se diera cuenta.

Pero el ciego notó la astucia del joven y muchas veces lo castigaba con palos y golpes.
Después de contar varias aventuras y trampas, Lázaro finalmente decidió dejar al ciego
y cambiar de amo.
Tratado Segundo

Comienza desde el momento en que el personaje principal deja la persiana y tras un


tiempo de súplicas comienza a leer misa como ayudante del sacerdote.

El joven cree que ha llegado a cierto lugar en la jerarquía social, pero no es así: el


sacerdote también resulta avaro y abusa de Lázaro; Le daré de comer de todo.
Ante esta dolorosa situación, Lázaro se ve nuevamente obligado a utilizar su ingenio
y espíritu errante para saciar su apetito, por lo que en secreto comienza a comer de los
sacerdotes, como en la Biblia.
Una de las anécdotas que surgieron.
La historia de la novela es que el joven copió la llave del lugar donde se guardaba
el pan, y cuando el cura le pidió que se lo explicara, Lázaro culpó a la rata.
Finalmente, el sacerdote descubrió que Lázaro le había robado el pan y lo echó
de la casa.
Tratado Tercero

En este momento, cuando el cura lo despide, el protagonista se traslada a Toledo, donde


conoce a un escribano que le ofrece trabajo de camarero. El joven pensó que era un
hombre rico y que no moriría de hambre con él, pero, aun así, cuando llegó a
la habitación del escudero, vio al hombre viviendo en la pobreza absoluta, vestido y
usando lo que quería.

Es para salvar la cara.


Con este amo, Lázaro pasará el mismo tiempo que todos los demás: pasará hambre.
La principal diferencia entre este tratado y otros es que en este tratado el joven no podrá
robarle comida a su amo porque no tiene comida.
Por lo tanto, se verá obligado a descubrir cómo alimentarse mientras permite que
su maestro coma.
El terrateniente es quien más espera su aparición, por muy hambriento que esté, no
mendigará, ni comerá, ni siquiera irá a trabajar.
Quería mantener su estatus, aunque fuera para salvar su vida.
Eventualmente, el arrendador vendrá a cobrar la renta, pero el hacendado no podrá
pagar, por lo que se fugará de casa, dejando a Lázaro a su suerte.
Tratado Cuarto

Encontramos que los vecinos del escudero ayudaron a Lázaro a encontrar un


nuevo amo: Fray La Merced.

Esta es una persona religiosa a la que le gusta caminar, caminar y descubrir


nuevos lugares.
Lázaro acompañó en el viaje a su nuevo amo, e incluso en los primeros ocho
días caminaron tanto que los zapatos del joven finalmente se rompieron. Ante esta
situación, el monje quiso comprarle un nuevo par de zapatos y dejarlo continuar
su caminata, pero el joven estaba demasiado cansado para caminar y finalmente lo dejó.
Tratado Quinto

Lázaro es el anfitrión de un buldero, un oficial que sirve a la iglesia.

Pero a pesar de ser esta su principal tarea, lo cierto es que no era más que un charlatán


en colaboración con alguaciles que ganaban dinero vendiendo bulas, documentos
emitidos en la Edad Media.
Libera a una persona de cualquier pecado cristiano o falta del mismo.
Pero el negocio no salió como esperaban, y al final tramaron una pelea entre el
bravucón y el alguacil, alegando que el alguacil no había muerto por intervención divina
porque era el dueño del toro. Al ver cómo era el Maestro, Lázaro decidió dejarlo por
alguien más honesto.

Tratado Sexto

Un joven vuelve a cambiar de amo, esta vez al servicio de un tintorero de panderetas.


Pero él pasa algún tiempo con ella y camina con el sacerdote al entrar a la iglesia.

El cura se convirtió así en su nuevo amo y tuvo que darle un burro y unos vasos de agua


para que el joven los vendiera a la gente del pueblo.
Era la primera vez que Lázaro tenía un trabajo serio y remunerado, ya que todos los
sábados recibía una comisión de su amo.
Dada la nueva posición privilegiada que ahora ocupa Lázaro, todavía sirvió a su amo
durante cuatro años, cuando solía ahorrar dinero, comprar ropa y su primera espada.
Cuando pensó que había aprendido lo suficiente, finalmente dejó el pastoreado y dejó su
nuevo trabajo.
Tratado Séptimo

Aquí nuestro héroe logra convertirse en propagandista de la ciudad de Toledo,


un trabajo respetable que le permite vivir en la abundancia, sin lujos, pero
sin dolor. El sumo sacerdote de San Salvador casó a Lázaro con una de sus criadas,
aunque había rumores de una relación íntima entre Lázaro y la mujer.

Sin embargo, Lázaro hizo oídos sordos a tales tonterías y decidió casarse con su


esposa y vivir felices para siempre.
El final de la novela nos presenta a un hombre cuya vida es estable.

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