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QUE ES INTERCEDER

INTERCEDER es la acción de una persona que toma el lugar de otra, o se pone en su lugar para
suplicar o defender el caso de esta, guiado solo por el amor y la misericordia. La persona que
intercede se llama intercesor. El mejor y mayor ejemplo de intercesora lo encontramos en Jesús,
que tomó el lugar nuestro para expiar nuestros pecados en la cruz a fin de que fuéramos
perdonados por el padre. Lucas 23:34

Otro ejemplo lo encontramos en Ezequiel 22:30, cuando Dios dice que Él no quería destruir la
tierra, por lo que buscó si había un hombre (intercesor) que se pudiese delante de Él, en la brecha,
rogando, intercediendo a favor de la tierra, para que no la destruyese.

La intercesión es la forma más profunda, amorosa y poderosa de orar conforme a la palabra de


Dios y es una obligación fundamental de todo cristiano, la oración intercesora verdadera tiene que
ser dirigida e inspirada por el Espíritu Santo.

Muchas veces se confunde interceder con orar, la diferencia es que la intercesión siempre es a
favor de otro y la oración a favor nuestro, para tener una mayor claridad sobre que significa
interceder y cuál es la oración que hay en la biblia:

LA ORACION DE FÉ: Es la oración de petición, la oración que cambia las cosas (Mateo 21:22;
Marcos 11:24) Tiene que estar basada en la voluntad de Dios revelada en su palabra, nunca en un
SI condicionante.

LQ ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN: Para consagración y dedicación de nuestra vida al servicio de


Dios; para hacer conforme a su voluntad (Lucas 22:42)

LA ORACIÓN DE ENTREGA: Entregándole al señor todos nuestros afanes (1 de Pedro 5:7)

LA ORACIÓN DE ADORACIÓN: Alabando y bendiciendo a nuestro Dios ( Hechos 13:1-4; Lucas


24:52-53)

LLA ORACIÓN DE ACUERDO: Dos puestos de acuerdo sobre la tierra (Mateo 18:19-20)

LA ORACIÓN EN EL ESPÍRITU: Orando en lenguas dejando que el Espíritu Santo tome el control del
momento (1 de Corintios 14:14-15)

LA ORACIÓN DE UNIDAD: Cómo oraban los Apóstoles (Hechos 4:24 y 32)

LA ORACIÓN DE INTERSECION: La oración por otros, con amor y autoridad

El no conocer la diferencia entre estás formas de oración es un error que cometemos


inconscientemente y muchas veces hace que nuestra oración no funcione porque estamos usando
la manera equivocada. Dios es un Dios de orden (1 de Corintios 14:33) y aún para esto nos da en la
biblia reglas de como orar, que forma de oración usar y en que palabra suya respaldarnos. En el
libro de Santiago nos lo dice: “ pedís y nos recibís porque pedís mal” (Santiago 4:3).

Por ejemplo una equivocación frecuente es pensar que todas las oraciones terminar con “si es tu
voluntad”. Y es cierto que Jesús así dijo, pero fue únicamente en una ocasión, en la oración del
huerto cuando oró la oración de consagración. Pero cuando nos oramos por sanidad usando la
oración de Fé, si terminamos pidiendo que el enfermo se sane diciendo “si es tu voluntad”
estamos dudando de SU VOLUNTAD QUE FUE Y ES QUE ASI SEA DESDE QUE POR SU LLAGA
FUIMOS CURADOS HACE MAS DE DOS MIL AÑOS. Esa confusión, impide que el efecto de la oración
suceda. Si oramos la oración de Fé, haciéndola vida en ese momento para el enfermo, debemos
ordenar “Sanidad en el nombre de Jesús que por su llaga fuimos curados…” ( Isaías 53:5).

Tenemos autoridad para hacerlo (Marcos 16:17-18; Santiago 5:15-16; Mateo 10:8) y la palabra de
Dios es fiel ( Marcos 13:31; Números 23:19). Ejerzámosla orando conforme a su palabra, porque
su palabra es la que tiene poder.

La oración de intercesión es permanente día y noche y no debe de cesar hasta alcanzar su


objetivo, llegando a cualquier profundidad para que sea contestada.

Hay respuestas que tardan años en llegar y también tenemos que entender que muy por encima
de nuestro querer o sentir siempre, siempre estará la voluntad de Dios que es buena, agradable y
perfecta para los que en Él esperan.

La oración de intercesión es cuando se sufre por otros al orar, tal como si fuese uno mismo, es una
batalla terrible contra los poderes de las tinieblas para destruir sus fortalezas y arrebatarle a los
que tiene como esclavos.

La oración de intercesión es una oración intensa, profunda que no desiste hasta sentir la victoria
de parte de Dios.

¿PORQUE RAZON HAY QUE INTERCEDER?

Cuando Dios creó al mundo lo hizo todo perfecto y bueno y lo dio a Adán y Eva en posesión, con la
sola limitación de no comer del fruto prohibido (Génesis 2:16-17). Satanás, que ya existía como el
Ángel caído por haber pretendido ser como Dios (Ezequiel 28:1-19), estaba desde entonces
rondando para destruir su obra y tomando la forma de una serpiente tentó a Eva a comer del fruto
prohibido; ella se la dió a Adán y él con ese acto no solo traicionó la confianza de Dios
desobedeciéndolo, sino que entrego al dominio de Satanás Lo que le pertenecía: el mundo (2 de
Corintios 4:4). El y sus huestes de espíritus malignos viven en lo que le corresponde al mundo; las
regiones celestes (Efesios 6:12), es el Príncipe de la potestad del aire (Efesios 2:2), el gobernador
de las tinieblas de este siglo (Efesios 6:12).

Mientras Dios tuvo potestad absoluta sobre el hombre le concedió todo sin que esté tuviera
necesidad de pedirlo, pero desde que el hombre fue engañado por Satanás, Dios ya no puede
darle nada tan libremente excepto que el hombre se lo pida, porque el es respetuoso de las
decisiones del hombre y de su libre albedrío

Para esto es la oración para pedirle a Dios lo que nos pertenece, pero tiene que ser conforme a su
palabra (Juan16:24), cómo el nos lo enseña en la biblia (Juan 14:13-14, 16:23-24), entonces Dios
responde.

Sin embargo, la batalla de Satanás y sus huestes por retener lo que aún les pertenece continúa y
en su afán de evitar que el hombre reciba las bendiciones de Dios, cómo ellos dominan y operan
en ese espacio determinado regiones celestes, atrapan la respuesta de Dios y la retienen, para
engañarnos y hacernos creer que Dios no contesta, que no nos oye, para que continuemos
derrotados por la maldición de la desobediencia de Adán.

En el libro de Daniel 10:10-13 esto está bien claro (leerlo con mucha atención) “ y he aquí que una
manos me tocó e hizo que me pudiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos, y me
dijo: Daniel, varón de deseos está atento a las palabras que te hablare, y levántate sobre tus pies,
porque a ti he Sido enviado ahora. Y estando hablando conmigo esto yo estaba temblando,
entonces me dijo: Daniel no temas porque desde el primer día que he dispuesto tu corazón a
entender y a humillarte en la presencia de Dios, fueron oídas tus palabras y a causa de tus
palabras yo he venido, más el Príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días
pero he aquí Miguel uno de los principales príncipes vino para ayudarme y quedé allí con los reyes
de Persia.

Esto quiere decir, que desde el primer día que Daniel oró (conforme a la palabra de Dios, no como
el quería), su oración fue pida pero Satanás con sus huestes luchando en esas regiones celestes
que le pertenecen y nos rodea, impidió, se opuso durante veintiún días a qué esa respuesta
llegara, hasta que un ángel vino para ayudarle, es obvio que el señor está sobre toda autoridad
sobre toda potestad y sobre toda huestes de maldad pero en esta guerra siempre el enemigo va a
intentar poner resistencia y sabotear la obra y los planes del señor para con nosotros.

Cuando al orar conforme a la palabra de Dios y la respuesta no nos llega inmediatamente no


quiere decir que Dios no nos oye o no quiera contestarnos, El envía su respuesta pero puede llegar
a ser retenida, obstaculizada en las regiones celestes, en su reino.

¿Cómo hacer para que llegue? Destruyendo esas fortalezas de las tinieblas, arrebatándolas,
batallando contra esos principados, gobernadores y huestes espirituales del mal en esas regiones
celestes con nuestra arma de Dios, la oración de intercesión.

En el caso de Daniel, el Ángel trajo la respuesta porque Daniel oró e intercedió, pero la clave
verdadera no fue el propio Daniel, no fue Dios, ni el Ángel ni satanás. La clave de esa situación fue
la actitud de Daniel como intercesor que hizo que las cosas sucedieran a través de su oración
perseverante, de su intercesión.

Para la batalla espiritual que vivimos diariamente nosotros tenemos las armas de Dios, que no son
fusiles, ni pistolas, sino armas “no carnales” poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
los poderes contra los que luchamos son fortalezas de Satanás y aquí es donde la intercesión es un
arma muy poderosa

EL INTERSESOR

¿ Ha sentido usted dolor por alguna persona, aunque sea pecadora? ¿Le duele la situación de su
país? ¿La del mundo? ¿La violencia, guerra, delincuencia, los secuestros, los asaltos, la
drogadicción, el incesto, la prostitución, el lesbianismo y homosexualidad, todo este tema de la
diversidad de géneros, adulterio, aborto, pedofilia, corrupción en todos los entes y niveles,
miseria, injusticia, desigualdad, hambre, engaños, estafas, suicidios, falta de amor etc.
¿ Siente usted el deseo de pedirle a Dios por estás causas, rogándole perdón y misericordia para
estos pecados ajenos? Si es así, usted es un intercesor. Dele gracias a Dios porque el lo ha escogido
como a uno de sus ayudantes especiales. Pero más que todo ¡Cumpla! He aquí algo de lo que
significa ser intercesora.

Es la persona que tiene el deseo de orar por otro, tomando su lugar, el que siente carga en su
corazón por alguna situación ajena. Siente primero la necesidad de dar, antes de convertirla en
oración . Es quien lleva una vida de profunda comunicación con Dios y de negación propia;
dispuesto a sentir el sufrimiento por lo que intercede, tomando el lugar de aquel por el que ora.

Es el que se interpone entre Dios y los que merecen su justa ira o castigo, parándose en la brecha
por ellos importunando los cielos, y clamando a Dios misericordia y perdón con gemidos y llantos
(Ezequiel 22:30). Estar siempre peleando y por lo tanto no puede darse el lujo de descansar; y esa
guerra no se puede pelear con armas carnales, necesita ser lleno del Espíritu Santo para que el
tome el control de su vida y persona ( Efesios 6:12-18).

Como el abogado para el reo; su oración es la defensa, el perdón, la gracia para el culpable, que es
el pecador. Jesús, cómo intercesor, es nuestro abogado ante el padre (1 de Juan 2:1)

Todo Intercesor tiene que negarse a si mismo negar su yo y la voluntad propia, pero esto solo
puede lograrse a través del Espíritu Santo (para que el tome el control), su fé en cristo y de
permanecer con Jesús.

El intercesor anula su nombre, personalidad, rango, posición, sentimientos y se convierte en la


persona, nación o causa por quien va a suplicarle a Dios, poniéndose en la brecha.

El intercesor da su en amor y dolor por el otro; siente misericordia, sufre , llora, gime (Mateo 9:13;
Romanos 8:26)

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