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NINA LAROQUE

MIND FULL. Guía para vivir mejor.

INTRODUCCIÓN.
Y TÚ, QUIÉN ERES?
EMOCIONALMENTE
INTELIGENTES.
RECONOCIMIENTO DE
EMOCIONES.
MEJORANDO LA AUTOESTIMA.
ENTRENANDO LA
ASERTIVIDAD.
GESTIONANDO RELACIONES.
MOTIVANDO Y LIDERANDO.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS.
INTRODUCCIÓN

Mind Full es una guía pensada para


ti. Para que te conozcas un poco más,
para que ganes en bienestar, para que
fortalezcas tus habilidades sociales, para
que estreches vínculos o para que
inspires a los demás. Espero que la
disfrutes y que le saques partido.

Sinceramente,
Nina LaRoque.

11 de mayo de 2017.
Y TÚ, QUIÉN ERES?

Autoconcepto, felicidad y disonancia


cognitiva

¿Alguna vez te has hecho esta


pregunta? La respuesta a 'quienes
somos' hace referencia a la idea de
autoconcepto, o lo que es lo mismo, el
conjunto de todas las partes de nuestra
personalidad, incluyendo creencias,
roles, actividades, rasgos, contextos en
los que nos desenvolvemos y estados de
ánimo que experimentamos en cada
ocasión.
El autoconcepto puede variar con el
paso del tiempo, con las vivencias y el
aprendizaje, además nosotros mismos
podemos poner de nuestra parte para
que esto suceda: podemos cambiar lo
que somos o quiénes somos. Pero para
ello necesitamos primero conocernos a
nosotros mismos, y descubrir así
aquellos recursos de los que echamos
mano para solucionar problemas o para
gestionar emociones. Algunos de ellos
pueden ser nocivos o pueden no
gustarnos, pero gracias a la práctica del
autoconocimiento vamos a ser capaces
de descubrir dichos patrones limitantes y
sustituirlos por otros más beneficiosos.

El mecanismo más comúnmente


utilizado para conocernos mejor es el de
la comparación social. Cuando nos
comparamos con los demás nos
asignamos determinadas características
y descartamos otras, descubriendo así
rasgos, conductas y actitudes propias
que desconocíamos.

Vamos a practicar el
autoconocimiento: coge un lápiz y un
papel para hacer el siguiente ejercicio.
Tómate el tiempo que necesites y
responde honestamente a la siguiente
lista de preguntas.
- ¿Cómo piensas que eres? (física,
mental y espiritualmente).
- ¿ Cómo te gustaría ser? (metas,
aspiraciones y expectativas reales).
- ¿Cómo crees que deberías ser?
(responsabilidades, normas, deberes...)
- ¿Cómo piensas que puedes llegar a
ser? (capacidades que crees que puedes
llegar a desarrollar).
- ¿Cómo esperas ser en el futuro? (o
cómo te ves en unos años).

Ahora pídele a un ser querido que


responda por ti a las mismas preguntas.
Hallarás el bienestar emocional conforme
todas las respuestas se vayan
acercando, ya que el grado de
disonancia cognitiva (término que se
explicará con detalle un poco más
adelante) entre creencias y percepciones
propias será menor. En oposición, cuanto
más lejos se encuentren tus respuestas,
mayor será el grado de tristeza e
insatisfacción en tu vida.

Aquí tienes otra propuesta de trabajo.


Puedes seguir los mismos pasos que en
el ejercicio anterior.

Cuestionario para conocerte mejor:

- ¿Qué es importante para ti?


- ¿Qué te divierte?
- ¿En qué eres bueno/a?
- ¿Qué 5 profesiones elegirías si
pudieras volver a empezar?
- ¿Qué te gusta estudiar?
- ¿Qué rasgos de tu personalidad
destacarías?
- ¿Qué rasgos de tu personalidad te
gustaría cambiar o mejorar?
- ¿Qué hábitos o patrones te gustaría
eliminar?
- ¿Qué te aburre?
- ¿Cómo es tu día perfecto?
- ¿Por qué te gustaría que te recordaran?
- ¿Quién te inspira?
- ¿Qué te saca de quicio?
- ¿Cuál es tu trabajo ideal?
- ¿Cómo te ves en cinco años? ¿Y en
diez? ¿Qué puedes hacer para llegar a
ello?
- ¿Qué harías si supieras que no vas a
fallar?
- ¿Qué es lo que siempre has querido
hacer pero no te atreves?
Las personas buscamos por
naturaleza la congruencia entre nuestras
acciones y nuestras creencias.
Necesitamos de esta consonancia para
sentirnos realizados. El concepto de
disonancia cognitiva de Festinger define
todo lo contrario: actos y creencias
disonantes o incongruentes generan
insatisfacción y estados depresivos.

La teoría de la Disonancia Cognitiva


de Festinger (1957) postula que las
cogniciones (emociones, creencias y
sentimientos) disonantes o incoherentes
entre sí provocan un estado de
incomodidad que el ser humano necesita
paliar, reduciéndola o evitando tanto
situaciones como información que la
desencadene o que la aumente.

Podríamos decir, pues, que ser


felices depende, en gran medida, de que
seamos coherentes y congruentes,
acercándonos a nuestro plan de vida por
medido de la consecución de metas
acordes al autoconcepto.

Seguro que alguna vez en tu vida te


has encontrado en una situación de
disonancia cognitiva: Cuando tomamos
decisiones de las que no estamos
seguros al cien por cien, cuando
dudamos ante la ejecución de una
actividad, cuando actuamos en contra de
nuestras creencias, cuando nos llega
información disonante a nuestros valores
o cuando realizamos conductas que
requieren un esfuerzo notable nos
estamos enfrentando a disonancias
cognitivas. La sensación nos provoca
incomodidad y malestar, no obstante,
existen algunas estrategias que podemos
emplear para reducir este estado:

- Podemos darle mayor importancia a los


elementos congruentes o consonantes.
- Podemos quitarle importancia a los
elementos incongruentes o disonantes.
- Podemos añadir más elementos
consonantes.

Pongamos un ejemplo: Ana disponía


de sesenta euros para comprar ropa y
hacer la compra. Si compraba todas las
prendas que quería no le llegaba para
unos ingredientes extra que también
necesitaba, por lo que ha elegido
comprar todos los ingredientes y dejar
para más adelante dos prendas de ropa.
En este caso no ha sufrido una
disonancia cognitiva porque los
ingredientes son más importantes que
las prendas de ropa (creencias) así que
la decisión tomada es congruente o
consonante con lo que piensa.
Imaginemos ahora que Ana se
hubiera gastado toda el dinero en ropa:
ahora se sentiría fatal (disonancia
cognitiva), ¿cómo puede ella reducir esta
disonancia?
- Pensando que las prendas que ha
comprado estaban a muy buen precio
(darle importancia a los elementos
congruentes).
- Pensando que los ingredientes no eran
tan importantes y que ya hará esa receta
más adelante (restando importancia a los
elementos disonantes).
- Pensando que necesitaba la ropa, que
no suele ir de compras muy a menudo y
que la imagen es importante (añadiendo
elementos consonantes en este caso a la
disonancia).

Hace un par de años me regalaron un


libro, Los cuatro acuerdos. Se trata de
una guía práctica que nos muestra un
procedimiento por medio del cual vamos
a ser capaces de modificar creencias y
sustituirlas por otras más positivas. En el
primer capítulo se habla del primer
acuerdo: ser impecable en la palabra.
Según el Dr. Ruiz, cada opinión, idea o
pensamiento es una semilla que con el
tiempo germinará y dará lugar a una
conducta determinada. Por ello es
esencial que seamos impecables en
nuestras palabras y no las utilicemos en
nuestra contra. Pero además podemos
ser impecables con nuestros actos si
asumimos la responsabilidad de los
mismos y no vamos en contra de nuestra
propia persona. Cuando pensamos y
actuamos de forma consciente, estamos
siendo impecables en palabra y en acto.
Y tú, ¿qué semilla quieres plantar?

Modificando el autoconcepto: Cambio de


creencias

Mi hermana Dee-Dee me enseñó


algo muy valioso que me gustaría
compartir aquí contigo. Se trata de una
estrategia para modificar pensamientos
negativos: cuando nos encontramos con
situaciones que se escapan a nuestro
control es habitual adoptar pensamientos
negativos y, como consecuencia,
conductas negativas incluso cuando
cabe la opción de escoger otros más
beneficiosos. Cuando carecemos de
información, bien por falta de recursos o
por desconocimiento, nos sentimos
inseguros y el patrón que se
desencadena suele ser de alarma,
generando a la vez frustración, tristeza e
incomprensión. No obstante, analizando
un poco más la situación y expandiendo
nuestra perspectiva, podemos dar con
más y mejores opciones. La próxima vez
que te encuentres ante un patrón mental
negativo, pon en práctica lo siguiente: en
vez de posicionarte como la víctima de la
situación, sitúate en el lugar del
'verdugo', o lo que es lo mismo, en vez
de preguntarte: '¿Qué es lo que esta
persona me está haciendo o me ha
hecho?' plantéate : '¿Qué es lo que le
estoy haciendo yo a esta persona/qué le
he hecho yo a esta persona? De esta
manera nos volvemos más objetivos y
podemos comprender la situación desde
la visión opuesta, gestionando mejor
nuestras emociones y buscando
soluciones más justas para todos.

Otra estrategia para poner en marcha


el cambio de creencias se basa en
analizar lo que nos decimos a nosotros
mismos: el monólogo de nuestra mente
parlanchina es constante y tiene un
poderoso efecto en nuestros
pensamientos y conductas. Una forma de
detectar pensamientos negativos es
llevando a cabo un diario en el cual
anotaremos todos los pensamientos que
no nos ayuden al desarrollo de una
autoestima sana. Por ejemplo, si Felipe
se ha equivocado en la pregunta de un
examen, y piensa 'soy tonto, no valgo
para nada', anotará en su diario esta
creencia irracional y escribirá al lado la
creencia racional que sustituya al
primero, como por ejemplo 'soy humano
y tengo derecho a fallar, aprendo de este
error'.

Una tercera estrategia muy útil es la


de escribir en una libreta frases cortas
pero con valor personal. Las llevaremos
en el bolso o las pegaremos en un lugar
visible de la casa para poder echar mano
de ellas cuando las necesitemos. Estas
son las que yo utilizo más
frecuentemente, puedes hacer uso de
ellas o escribir las tuyas propias:

- 'No se acaba el mundo'.


- 'Puedo volver a empezar'.
- 'Respiro y me relajo'.
- 'Voy a tranquilizarme'.
- 'Soy suficiente'.
EMOCIONALMENTE
INTELIGENTES

La Inteligencia emocional puede


definirse como el compendio de
habilidades cognitivas necesarias para
comprender y experimentar emociones
de forma adaptativa (Mayer y Salovey,
1993; Salovey y Mayer, 1990).
Según Mayer y Salovey (1997), estas
son las habilidades que componen la
inteligencia social:

1- Percepción, evaluación y expresión de


las emociones.
2- Asimilación en la vida mental de las
experiencias emocionales básicas
(facilitación emocional).
3- Comprensión y razonamiento con la
emoción (integración).
4- Manejo y regulación de la emoción en
uno mismo y en los demás.
De forma más práctica, podemos saber
si una persona es emocionalmente
inteligente si...

 Sabe reconocer sus propias


emociones, predecirlas y gestionarlas
adecuadamente.
 Es capaz de reconocer las emociones
de los demás.
 Presenta un nivel de comunicación
elevado.
 Se expresa de manera asertiva.
 Sabe gestionar las relaciones.
 Sabe motivarse a sí mismo.
 Sabe motivar y liderar a los demás.

Estudiemos con detalle cada una de las


características anteriores.
RECONOCIMIENTO DE
EMOCIONES

Qué es una emoción: Goleman se refiere


al término emoción como 'a un
sentimiento y a los pensamientos,
estados biológicos, estados psicológicos
y el tipo de tendencias a la acción que lo
caracterizan'. Nosotros nos centraremos
únicamente en el miedo y en las
emociones pertenecientes a la misma
familia, pero existen muchas otras
categorías: la ira, la tristeza, la alegría, el
amor, la sorpresa y la vergüenza.

El miedo, la ansiedad y el estrés:

Qué es el miedo: El miedo es una


emoción que se produce cuando
detectamos un peligro presente e
inminente y está muy relacionada al
estímulo que la genera. Suele ir ligada a
conductas agresivas o negativas, así
como conductas de escape y/o de
evitación. El miedo nos sirve como
recurso para la supervivencia. Es una de
las emociones más intensas y
desagradables, produce sensación de
tensión o de gran activación,
desasosiego, malestar, preocupación y
recelo por la propia seguridad o salud, y
con frecuencia sensación de pérdida de
control. En el miedo se encuentra el
origen de numerosos trastornos
mentales.

Qué es la ansiedad: La ansiedad es una


emoción que está estrechamente
relacionada con el miedo, tanto es así
que muchas veces se solapan debido a
la gran variedad de matices individuales
que pueden llegar a darse. No obstante
podemos diferenciarlas ya que, mientras
que el miedo hace referencia a una
situación de peligro real y presente, la
ansiedad es anticipatoria. La angustia
forma parte de la ansiedad como
experiencia subjetiva de la misma que
es. En otras palabras, la angustia es el
sentimiento que aparece como respuesta
a la ansiedad.

Qué es el estrés: El estrés no es una


emoción, sino un proceso psicológico de
adaptación. Es la respuesta del sistema
nervioso a una situación percibida como
amenaza. Se trata de un mecanismo de
supervivencia y puede ser de carácter
agudo o crónico. Cuando hablamos del
estrés agudo estamos haciendo
referencia a la reacción de lucha o huida
que se desencadena al experimentar una
sensación de peligro inminente. La
reacción de lucha o huida es la respuesta
fisiológica del sistema nervioso en la cual
se da la degradación de glucosa y de
grasas para proporcionar energía, la
aceleración del ritmo cardiaco y de la
respiración, el incremento de la tensión
muscular, sudoración y percepción
exteroceptiva, así como la reducción de
las funciones corporales no esenciales.
Una situación estresante puntual no
es peligrosa ni ha de considerarse
negativa sino que debemos de
entenderla como una alarma de la que
dispone y hace uso nuestro organismo
para defenderse y sobrevivir. A diferencia
del estrés agudo, el estrés crónico sí que
puede ser devastador. Estamos
hablando de una reacción de lucha o
huida mantenida a lo largo del tiempo,
cuyas consecuencias son: ansiedad,
pesimismo, inestabilidad emocional,
apatía, indecisión, lapsos de memoria,
fatiga crónica, dolores de espalda,
dermatitis, alergias, falta de apetito,
disminución del deseo sexual, insomnio,
descuido del aspecto físico y de la
higiene, disminución de la creatividad,
disminución de las capacidades
mentales, falta de autoestima, depresión,
desequilibrios hormonales, úlceras y
síndrome del colon irritable.
Las causas más comunes del estrés
crónico son: las relaciones personales y
laborales, pérdidas y separaciones,
desempleo, problemas económicos,
cambios drásticos, enfermedades,
incapacidades físicas, entorno y factores
ambientales.

¿Qué puedes hacer tú para combatir el


estrés?

- Vive en el presente: no sirve de nada


preocuparse por lo que puede pasar,
porque quizás eso que tanto te quita el
sueño, nunca pase.
- Practica a diario técnicas de
respiración, de meditación y de
relajación*.
- Realiza actividades con las que
disfrutes: cuidar de tu jardín, pintar,
caminar, cantar...
- Mantente en contacto con la naturaleza.
- Ríe mucho y rodéate de personas que
te hagan reír.
- Entabla relaciones con personas
empáticas y positivas.
- Dedica tiempo al auto-cuidado y a la
higiene corporal.
- Intenta ver la situación desde una
perspectiva objetiva, como si fueras el
espectador de una película.
- Evita tomar estimulantes.
- Vete a dormir siempre a la misma hora.
- Adecua tu habitación a una temperatura
agradable, reduce sonidos, evita
aparatos eléctricos antes de dormir y haz
la última comida dos horas antes de
acostarte.
- Descansa las horas necesarias.
- Realiza actividad física no estresante a
diario.
- Cultiva relaciones personales
enriquecedoras.
- Prueba alguna terapia alternativa
(acupuntura, aromaterapia, reiki,
masaje).

* Consulta 90Mandalas si deseas leer


algo más sobre meditación. Como
ejercicio de relajación puedes poner en
práctica lo siguiente: túmbate boca arriba
con los brazos y las piernas separadas
del cuerpo y tensa todos los músculos a
la vez tan fuerte como puedas,
incluyendo los músculos faciales. Mantén
la contracción durante unos segundos y
exhala por la boca a la vez que sueltas
todo el cuerpo. Repite el ejercicio dos
veces más, te ayudará a liberar
tensiones.
Sobre el duelo y el apego emocional

Qué es el duelo: El duelo es el combate


interno que sufre una persona tras una
pérdida, habitualmente de un ser
querido. La etapa de duelo es necesaria
antes de volver a la vida norma y su
duración va a depender del vínculo que
se había creado con la pérdida, por lo
que cada persona necesitará de un
período propio que no podemos
determinar de manera general. Sin
embargo, el duelo que se prolonga
demasiado pasa a considerarse
patológico. Esto sucede cuando, durante
el mismo, una parte de la persona acepta
la pérdida y la deja ir mientras que la otra
parte no es capaz de romper el vínculo y
permanece aferrada a ella, generándose
el conflicto interno o lucha excesivo en el
tiempo.
Durante el duelo es Ok...

- Que llores, te sinceres, pases un tiempo


solo/a, que expreses tu dolor.
- Ser vulnerable y frágil.
- Que experimentes el sufrimiento.
- Que te duela, porque había un vínculo
emocional.
- Que tardes más que los demás.
- Que busques apoyo (profesional o de
personas en las que puedas confiar).

Si conoces a alguien en proceso de


duelo, puedes remitirte a Cosas simples
que podemos hacer para ayudar.
Sobre la empatía

Qué es la empatía: La empatía, definida


por Goleman en su obra Inteligencia
Emocional, es 'la capacidad que nos
permite saber lo que sienten los demás'.
Se trata de un recurso muy valioso a la
hora de captar los mensajes no verbales
de las personas con las que
interactuamos. Ciertos estudios
demuestran que la empatía tiene su
origen en la infancia y que su ausencia
en la edad adulta es común en personas
con tendencias psicópatas.

Ser empáticos nos permite ponernos


en el lugar del otro, y cuando lo
hacemos, somos capaces de
comprender mejor el comportamiento
ajeno. Además, la empatía es uno de los
pilares básicos de la conducta de ayuda,
y cuando ayudamos, nos sentimos bien:
ayudar nos hace felices. (Veremos la
conducta de ayuda con detenimiento
más adelante.)

MEJORANDO LA AUTOESTIMA

Una autoestima sana es sinónimo de


bienestar. Las personas con autoestima
sana saben sobrellevar el fracaso, son
estables a nivel emocional y afectivo,
resultan difíciles de persuadir y no tienen
problema a la hora de obtener éxito y
aprobación.

Por el contrario, podemos reconocer


a una persona con autoestima baja
cuando se muestra muy cambiante a
nivel emocional, resulta fácil de
convencer, es vulnerable ante las
situaciones diarias, desea el éxito y la
aprobación pero se muestra escéptico a
ello y/o tiene un autoconcepto inestable.
Que puedes hacer para trabajar tu
autoestima:

- Es importante que expreses tus deseos,


necesidades, opiniones y sentimientos,
así como que te conozcas, que
descubras esos autoconceptos que te
están perjudicando y empieces a
cambiarlos.
- Recuerda que siempre hay alguien en
una peor situación que tú: no se trata de
que te compares pero sí de que valores
dónde estás y des gracias por ello.
- Cuídate: intenta sacar una hora al día
para actividades que te hagan sentir bien
a nivel físico, mental y espiritual: meditar,
salir a dar un paseo, estudiar, darte un
masaje facial, hacer ejercicio o leer un
libro.
- Entabla relaciones productivas y
enriquecedoras con personas afines a ti
y empáticas. ¡Busca tu tribu! El hecho de
pertenecer a un grupo influye mucho en
la autoestima: Puedes apuntarte a clases
de grupales o acudir a charlas sobre
temas que te interesen. Frecuenta
ambientes sanos y acordes a la manera
de vivir que te hace feliz, seguro que hay
muchas personas como tú dispuestas a
abrir su corazón y compartir
experiencias.
- Por último, pide a tus seres queridos
que te digan cualidades positivas sobre
tu persona: qué les gusta de ti, que
valoran, en que
destacas...probablemente descubras
puntos fuertes que desconocías o que,
simplemente, no te parecían especiales.
ENTRENANDO LA ASERTIVIDAD

Qué es la asertividad: La asertividad es


la actitud de autoafirmación y defensa de
nuestros derechos personales, incluye
sentimientos, preferencias, necesidades
y opiniones, respetando al mismo tiempo
los derechos personales de los demás.

Cómo nos ayuda la conducta asertiva

Cuando nos comportamos de manera


asertiva estamos expresando nuestros
derechos sin perjudicar los derechos de
los demás, por lo que nos movemos en
dirección correcta hacia nuestras metas y
objetivos, evitando problemas de
comunicación e interpretaciones
erróneas. Además, la comunicación
asertiva estrecha y mejora las relaciones
interpersonales, incrementa la
autoestima y la eficacia, así como las
emociones positivas.
Cómo es una persona asertiva

- Se conoce a sí misma, sabes cuáles


son sus debilidades y sus fortalezas,
sabe lo que ha de cambiar y lo que
puede potenciar.
- Se acepta de forma incondicional sin
importar la opinión de los demás ni los
logros que va consiguiendo.
- Se respeta, honra y valora.
- Sabe gestionar sus sentimientos y los
sentimientos de los demás.
- Conoce y acepta sus limitaciones pero
pone todo lo que está en su mano para
cambiarlos.
- Es fiel a sus creencias y a sus valores
morales.
- Se hace responsable de sus
elecciones.
- Es una persona congruente y auténtica,
transparente.
- Expresa y defiende sus derechos
respetando los de los demás.
- Se comunica correctamente de manera
abierta y directa.
- Escoge conscientemente su círculo de
amistades.

Decálogo de tus derechos asertivos

"Como persona asertiva tengo derecho


a...

1- Ser mi propio juez, y por tanto a


decidir lo que quiero y no quiero ser, a
elegir mis metas y mis prioridades, a
establecer mis propias normas para
juzgar mi comportamiento, a hacerme
responsable de mis elecciones, a no
dejarme imponer valores externos, a
liberarme de los 'deberías' porque me
hacen vulnerable a la manipulación de
los demás. A tomar mis propias
decisiones, a no sentirme culpable por
ello, a asumir que no a todo el mundo le
voy a caer bien y a que no existe el
'buen' y el 'mal' comportamiento.

2- A decidir si quiero hacerme


responsable o no de los problemas de
los demás (cuando nos hacemos
responsables de los problemas ajenos es
más fácil caer en la manipulación).

3- A no dar explicaciones por lo que


hago.

4- A cambiar de opinión.

5- A equivocarme.

6- A decir 'no lo sé'.


7- A no necesitar la aprobación de los
demás: hay personas a las que no les
gustaré, y es totalmente Ok.

8- A tomar decisiones no justificadas,


porque sí.

9- A no ser adivino/a. A no entender las


expectativas de los demás.

10- A no ser perfecto/a. Porque no lo


somos."

Practicando el No, o cómo decir No sin


sentirse culpable

Decir No forma parte de una


conducta asertiva. Es importante que
desarrollemos la habilidad de expresar
nuestra negación a peticiones, creencias
y comportamientos que nos puedan
llegar a perjudicar o, que simplemente,
no sean de nuestro interés. Para ponerla
en práctica hemos, antes de nada,
escuchar bien al emisor y su mensaje
que nos suele llegar a modo de petición y
asegurarnos de que lo hemos
comprendido. Si lo necesitas, puedes
reformular la pregunta con tus propias
palabras. A continuación daremos el No
como respuesta de una manera clara y
concisa. Muchas veces no será
necesario que nos enrollemos dando
explicaciones; si al principio no te resulta
fácil puedes disimular el No entre dos
afirmaciones positivas para suavizar la
respuesta.

Tómate un momento para pensar en


todas las cosas que haces a diario
(actividades, eventos, compromisos,
llamadas...). Si pudieras elegir, ¿a qué
dirías No?
¿Ya lo tienes? Pues ahora, de cada
una de ellas, ¿qué es lo que te impide
decirles No?

GESTIONANDO RELACIONES

Ofrecer ayuda y recibir ayuda nos hace


felices

Como comentamos anteriormente,


ofrecer ayuda nos aporta felicidad. La
conducta de ayuda es algo innato: una
de las teorías que lo explica es la
selección de parentesco (Hamilton, 1964)
en la cual se expone que los seres
humanos estamos genéticamente
predispuestos a ayudar a los de la misma
especia con el fin de mantener la
supervivencia de la misma. Una segunda
teoría expone que ayudamos por
altruismo recíproco (Trivers, 1971), o lo
que es lo mismo: ayudaremos sí o no en
función de si creemos que en un futuro
la ayuda nos será devuelta. De hecho,
está demostrado que nos mostramos
más predispuestos a ayudar a aquellos
que nos han ayudado en el pasado.

Pero los motivos que nos llevan a


ayudarnos entre sí son más extensos: los
roles mediáticos positivos nos enseñan
que es bueno hacerlo (nos sentimos
mejores personas tras ayudar a los
demás), las responsabilidades morales
(porque es lo ético y creemos que
debemos hacerlo), el sentido de
reciprocidad (porque nos sentimos en
deuda) y el de equidad (ayudamos
porque creemos que es lo justo) o las
emociones (porque empatizamos) son
otros factores que desencadenan las
conductas de ayuda.

Ayudar es fácil, y sienta bien tanto a


quien la da como a quien la recibe. A
continuación tienes una lista de cosas
bien simples que puedes empezar a
hacer desde ya mismo:

- Dar un abrazo.
- Sonreír.
- Escuchar activamente.
- Acompañar a alguien que está pasando
por un mal momento.
- Expresar sentimientos positivos hacia
otra persona.
- Dar las gracias.
- Sincerarnos.
- Preguntar cómo estás.
- Regala el toque humano.
- Cuidar el detalle.
Dar amor y recibir amor nos hace felices

Según Hatfield y Rapson, (2000), la


experiencia emocional del amor conlleva:
- Momentos de euforia, satisfacción y de
regocijo.
- Un sentimiento de unión con la pareja.
- Un sentimiento de seguridad, de estar a
salvo.
- Trascender a las limitaciones.
- Una mejora del sistema inmunológico.

Por qué nos sentimos tan bien en pareja

El modelo de expansión del yo de


Aron y Aron (1986, 1996) sostiene que
cuando estamos en pareja nos
solapamos y expandimos solapan en los
siguientes cuatro planos:
- En el plano material (influencias y
posesiones),
- En el plano intelectual (conocimientos),
- Social (intensificación con otros) y
- Trascendente (comprendemos mejor
nuestro lugar en el Universo).

En otras palabras, nos expandimos


porque incluimos a la persona que
amamos y con ello, a sus hobbies,
círculo social, conocimientos y recursos.
Esto da lugar a una sensación de
reforzamiento mutuo a nivel físico,
mental y espiritual, un incremento de la
autoestima y de los sentimientos de
autoeficacia.
Tipos de amor:

Según la teoría triangular del amor de


Sternberg, el amor completo es la suma
de tres componentes: Intimidad, pasión y
compromiso.

Intimidad: es el sentimiento de felicidad


que nace cuando disfrutamos de la
compañía de nuestra pareja, cuando
deseamos su bienestar y cuando
sabemos que podemos contar con su
apoyo, cuando existe una comprensión
mutua, se comparten experiencias y el
nivel de comunicación es elevado.

Pasión: es el deseo intenso de unión


sexual con la otra persona.

Compromiso: es la decisión consciente


de estar juntos a corto y a largo plazo.
De la combinación en mayor o menor
medida de estos tres componentes
surgen otros tipos de amor:
 Amor romántico: pasión e intimidad.
 Gustar: solo intimidad.
 Amor compañero: intimidad y
compromiso (parejas que llevan
muchos años juntas).
 Amor vacío: solo compromiso
(matrimonios de conveniencia).
 Amor necio: pasión y compromiso
(falta conocerse entre sí).
 Encaprichamiento: solo pasión.

¿Por qué se acaban las relaciones?

El cambio o adquisición de nuevas de


creencias, el paso de los años, las
vivencias y la aparición de nuevas metas
u objetivos son algunos de los motivos
por los cuales las personas tomamos
distintos caminos y ciertas relaciones (del
tipo que sea) se terminan. Además, la
falta de comunicación y los celos pueden
hacer mella y romper lazos sin que se
hayan dado ninguno de los motivos
anteriormente citados.

Una relación sana es una relación


con un nivel de comunicación elevado,
donde los conflictos se gestionan a
través del respeto mutuo, la flexibilidad y
de las soluciones constructivas.

Polos opuestos ¿se atraen?...

Esta creencia popular tiene su origen


en el principio de complementariedad, el
cual expone que nos sentimos atraídos
por personas con rasgos
complementarios a los nuestros, sin
embargo no presenta mucha evidencia
científica. Por el contrario, el principio de
semejanza de la atracción interpersonal
señala que las personas nos sentimos
atraídas por quienes se parecen a
nosotros. A pesar de la extendida
creencia, las relaciones de 'polos
opuestos' rara vez funcionan.

MOTIVANDO Y LIDERANDO

¿Qué nos mueve? La motivación

El hambre, la sed, el sueño y el sexo


son los motivos primarios que rigen
nuestra conducta. Una vez cubiertos, las
personas nos movemos en busca de
otras necesidades también importantes
para nuestro bienestar. Según nos
plantea la perspectiva moderna, tres son
los motivos secundarios que movilizan a
las personas hacia la acción:
 La motivación de logro, entendida por
Quesada (2006) como un “impulso
por vencer desafíos, avanzar y
crecer”.
 La motivación de poder, definida por
Winter (1973) como " la necesidad de
tener influencia, impacto control o
influencia sobre otra persona, grupo o
el mundo en general".

 La motivación de afiliación, o "la


necesidad de establecer, mantener o
recuperar una relación afectiva
positiva con otra u otras personas"
(Atkinson, Heyns y Veroff, 1954).

En función a ellos podemos diferenciar


tres perfiles de conducta:
Las personas con una motivación de
logro elevada...

 Buscan soluciones de manera activa


y evitan la rutina.
 Creen firmemente en la consecución
de metas por medio del esfuerzo y no
por medio de la suerte.
 Escogen metas de riesgo moderado.
 Conocen sus capacidades y sus
límites.
 Calculan al detalle las consecuencias
de sus actos.

Las personas con motivación de


poder elevada...

 Suelen ejercer roles de influencia.


 Disfrutan con las actividades
competitivas.
 Se preocupan por ganar prestigio y
reconocimiento.
 Presentan una mayor tendencia a la
agresividad.
 Es común que elijan amistades con
menor repercusión social que ellos.
Las personas con motivación de
afiliación elevada...

 Sus relaciones son cálidas y


afectivas.
 Necesitan afecto constante, sentirse
especiales.
 Evitan los conflictos.
 Tienen miedo al rechazo social y
buscan la aceptación del grupo.
 Prefieren situaciones de cooperación
a situaciones de competición.

¿En cuál de estos tres perfiles te


reconoces?
Conocer cuáles son los motivos que
nos llevan a la acción nos puede ayudar
a la hora de realizar cambios de hábitos
o de incluir nuevos en nuestro día a día,
pudieron servir de medio para alcanzar
objetivos. Imaginemos que Luis, que se
identifica con el perfil número tres, ha de
realizar alguna actividad física por
prescripción médica. Sabiendo que se
trata de una persona que se siente bien
en relación con los demás y necesita del
apoyo de un grupo para la consecución
de metas, le resultará mucho más
sencillo instaurar el hábito de practicar
ejercicio si lo hace con amigos, (salir a
correr en grupo o apuntarse a un
gimnasio con su pareja) que hacerlo
solo.

El liderazgo

Qué es el liderazgo: Es un proceso de


influencia entre el líder y los seguidores
cuyo fin es el de lograr unas metas de
grupo.

Cómo es un buen líder

En 1994 Offerman en al estudiaron


las cualidades de sensibilidad,
dedicación, carisma e inteligencia. House
y Aditya (1997) señalan al líder como una
persona con energía física, inteligencia
mayor a la media, autoconfiaza, y con
motivación de logro y poder.

En 1999 Den Hartog, House, Hanges


y Ruiz-Quintanilla estudiaron como
rasgos universales de todo buen líder: la
confianza, la inspiración, las habilidades
de gestión, que sea justo, diplomático,
con capacidad para motivar y tomar
decisiones, que esté informado y que sea
buen comunicador.
En 2008 Malumbwa hace referencia
al liderazgo auténtico: los líderes
auténticos son fieles a sí mismos,
inspiran y promueven un clima ético
positivo y unas capacidades psicológicas
positivas. Este líder presenta conductas
consistentes con sus valores morales, se
muestra tal y como es (transparencia), se
conoce a sí mismo (fortalezas y
debilidades), es objetivo y analiza
meticulosamente la información antes de
tomar decisiones. Se conoce que los
líderes inspiracionales están
relacionados con un incremento de la
satisfacción de los empleados en el
entorno laboral, así como con el
rendimiento y el compromiso con la
organización.
¿Cómo despertar al líder que hay en ti?

Robin Sharma, en su obra 'El líder


que no tenía cargo' nos propone varias
estrategias para potenciar nuestras
habilidades de liderazgo sin necesidad
de ocupar un puesto calificado como tal.
Según él, todos tenemos un líder en
nuestro interior, y en nuestra mano está
el aprender a despertarlo. Sharma nos
sugiere, por ejemplo, leer libros sobre
personajes públicos o líderes que nos
inspiren, practicar la excelencia tanto en
el trabajo como en el comportamiento
(recuerdo el concepto de 'ser impecable'
de Los Cuatro Acuerdos), o visualizarnos
a nosotros mismos alcanzando metas y
rindiendo al máximo.

Tal y como dice el título de dicho


libro, no es necesario tener un cargo
para inspirar y motivar a los demás.
Puedes poner en práctica tus habilidades
de líder con las personas que te rodean o
con la gente a la que aprecias. Pronto
podrás comprobar que sus resultados no
se dan en un único sentido: el liderazgo
es un fenómeno bilateral, es un feedback
que suma tanto a quien lo da como a
quien lo recibe, un boomerang que, en la
mayoría de los casos, nos devuelve más
de lo que hemos entregado.

Espero de verdad que esta pequeña


guía haya despertado en ti el deseo de
mejorar algún aspecto de tu vida, y que
la pongas en marcha siempre que te sea
posible.
Referencias bibliográficas

Introducción a la psicología social - Elena


Gaviria Stewart, Isabel Cuadrado
Guirado, Mercedes López Sáez.

Introducción al estudio de las diferencias


individuales - Ángeles Sánchez- Elvira

Psicología de grupos - Carmen Huici


Casal, Fernando Molero Alonso, Ángel
Gómez Jiménez, José Francisco Morales
Domínguez.

Psicología de la motivación - María


Teresa Sanz Aparicio, Francisco Javier
Menéndez Balaña, María del Prado
Rivero Expósito, Monserrat Conde
Pastor.
Psicología de la emoción - Enrique G.
Fernández - Abascal, Beatriz García
Rodríguez, María Pilar Jiménez Sánchez,
María Dolores Martín Díaz y Francisco
Javier Domínguez Sanchez.

Inteligencia emocional - Daniel Goleman.

La práctica de la inteligencia emocional -


Daniel Goleman.

Revoluciona tu vida, desata tu potencial -


Juan Planes.

Emociones tóxicas - Bernardo


Stamateas.

Los cuatro acuerdos - Dr. Miguel Ruiz.


Cómo mejorar tus habilidades sociales -
Elia Roca.

Las pequeñas grandes cosas - Tom


Peters.

El líder que no tenía cargo - Robin


Sharma

Guía práctica para superar el estrés -


Círculo de lectores.

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