Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Anatomía Dentaria y Pulpar Parte 1
Anatomía Dentaria y Pulpar Parte 1
Introducción
En 1919, Henry Morgan hizo un análisis interesante sobre lo que sería el objeto de la
educación dental. Desde un punto de vista formal, la respuesta fue hacer un dentista, un
profesional que practique un arte curativo que tenga como objetivo prevenir o aliviar el
sufrimiento humano.
Pero, ¿cuál sería la base del éxito?
La respuesta es la anatomía, una de las ramas más antiguas de la medicina. El conocimiento
de la anatomía del conducto radicular es esencial para explicar el plan de tratamiento a un
paciente, examinar adecuadamente la imagen radiológica de los dientes y las estructuras
circundantes y, lo más importante, realizar procedimientos invasivos. También es necesario
evitar lesiones iatrogénicas durante el acceso a la cámara pulpar, la instrumentación del
canal o los procedimientos de preparación posterior. Además, permite la detección de
canales adicionales comúnmente correlacionados con enfermedad periapical persistente.
En resumen, una comprensión profunda de la morfología del canal es un requisito
imprescindible para el éxito de la terapia endodóntica.
El tratamiento del conducto radicular está indicado cuando el tejido pulpar de un diente
está dañado o infectado debido a caries, traumatismo, procedimientos quirúrgicos
iatrogénicos o enrojecimientos profundos. Diferentes bacterias de la cavidad oral pueden
adherirse a las superficies dentinales, invadir los túbulos dentinarios y producir una
inflamación de la pulpa que puede extenderse a través de las complejidades del sistema del
conducto radicular y comprometer los tejidos periradiculares. La principal etiología de la
enfermedad endodóntica es la infección intraradicular. De esta forma, el conocimiento de
la anatomía común y sus variaciones favorecería una reducción efectiva de la población
bacteriana del conducto radicular principal, mediante el uso de una preparación quimio
mecánica adecuada y protocolos desinfección, capaces de alcanzar la extensión transversal
y vertical de la raíz.
• Ley del CEJ: la distancia desde la superficie externa de la corona clínica hasta la pared de
la cámara pulpar es la misma en toda la circunferencia del diente al nivel del CEJ; el CEJ es
la repetición más constante. hito capaz de localizar la posición de la cámara pulpar.
• Ley del cambio de color: el color del piso de la cámara pulpar es siempre más oscuro que
las paredes.
• Ley de la ubicación del orificio 1: los orificios de los conductos radiculares siempre se
encuentran en la unión de las paredes y el piso.
Los conductos radiculares son cavidades elongadas que recorren longitudinalmente la raíz
y alojan la pulpa radicular, localizados en el centro del diente y que mantienen la forma de
la raíz que lo contiene. El conducto radicular se va a dividir en un conducto dentinario y un
conducto cementario.
El conducto cementario tiene una forma troncocónica de base menor hacia el conducto
dentinario y una base mayor hacia la región apical (corresponde al foramen apical)
Para poder hacer el estudio del conducto radicular lo vamos a dividir en tercios, en el tercio
coronario o cervical, en el tercio medio y tercio apical. En el tercio apical nos vamos a
encontrar con una entidad anatómica,el ápice radicular, que son los últimos 2-3 mm más
apicales del conducto.
En este ápice nos vamos a encontrar con hitos anatómicos importantes para nuestra terapia
como son: el foramen apical, el vértice anatómico, conducto cementario, conducto
dentinario y el área CDC.
Área CDC, es la zona del canal radicular que pasa de ser un tejido dentinario a un tejido
cementario. Es una área donde se entrelazan el tejido dentinario y el tejido cementario, por
eso uno habla de área CDC.
(Diapositiva 12) La porción apical del conducto radicular tiene el diámetro más estrecho y
se denomina ( área CDC) Desde este punto el canal se ensancha a medida que se acerca al
foramen apical. En este hito histológico, termina el tejido pulpar y comienzan los tejidos
periodontales
En la sección longitudinal, los canales son generalmente más anchos en sentido vestíbulo
lingual que en el mesio distal. La forma de la sección transversal de los conductos
radiculares se ha clasificado mediante el cálculo de la relación, del diámetro del canal mayor
al menor. El diámetro mayor es la distancia entre los dos puntos más distantes del canal en
la dirección bucolingual, mientras que el diámetro menor es la distancia en sentido mesio
distal
Un canal de forma ovalada tiene un polo más grande que el otro, un conducto elíptico tiene
relación entre 1: 2 en sus diámetros y un canal un canal acintado una relación de 1:3 o 1:4
El trayecto del canal pude sufrir modificaciones durante el recorrido desde el tercio apical
hasta su salida por el foramen apical. Podemos encontrar
♦ Conducto de trayecto simple: conducto único en todo su trayecto.
♦ Conducto de trayecto bifurcado o trifurcados: que empieza siendo un solo conducto, y
que en la unión del tercio medio se divide en dos o tres
♦ Conductos tabicados: Son un canal que se encuentra con una porcion mayor de dentina
que los separa pero que durante la instrumentación podemos unirlos al eliminando los
tabiques.
Los canales accesorios representan vías potenciales a través de las cuales las bacterias y / o
sus productos del conducto radicular necrótico pueden alcanzar el ligamento periodontal y
causar enfermedades
Los canales accesorios laterales generalmente no son visibles en las radiografías
preoperatorias, pero su presencia puede sospecharse cuando hay un engrosamiento
localizado del ligamento periodontal o una lesión en la superficie lateral de la raíz.
Clínicamente, también es relevante que los canales accesorios no puedan ser
instrumentados. De esta forma, su contenido solo puede neutralizarse mediante un riego
efectivo con una solución antimicrobiana adecuada o con un uso adicional de medicación
intracanal.
Cabe señalar que algunos factores pueden modificar la anatomía de la cámara pulpar y los
conductos radiculares, como el envejecimiento, la caries, las patologías perirradiculares y la
oclusión. Por lo tanto, un análisis cuidadoso de las radiografías anguladas, el uso de
tomografía computarizada de haz cónico, la preparación de acceso adecuada y una
exploración detallada del sistema de conducto radicular bajo aumento son requisitos
esenciales para un resultado exitoso del tratamiento.