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Preguntas Parcial - Derecho Procesal Civil y Comercial II
Preguntas Parcial - Derecho Procesal Civil y Comercial II
¿Cuáles son las diligencias preliminares que se pueden solicitar antes de iniciar un
proceso judicial? 3
¿Cómo debería el actor iniciar el proceso judicial? ¿Cuál debería ser su contenido y los
requisitos de la misma? 4
¿Cómo se notifica la demanda? ¿Cómo se cita al demandado? 4
¿Cuáles son las conductas que puede adoptar el demandado? 4
¿Cuáles son las excepciones que podría pronunciar el demandado? Efectos 6
¿Qué sucede si el demandado no comparece? Efectos 8
Supuestos, requisitos y efectos del allanamiento. 9
Supuestos y efectos del desistimiento. 10
¿Qué debe realizar el actor en caso de efectuarse una reconvención? 10
¿Cuáles son las diligencias preliminares que se pueden solicitar antes de iniciar un
proceso judicial?
Las diligencias preliminares en sentido estricto (art. 323) tienen como finalidad asegurar a
las partes la posibilidad de plantear sus alegaciones en la forma más precisa y eficaz
posible. Tienen por objeto la obtención de información que resulte indispensable para la
ulterior constitución regular y válida de la litis. Buscan asegurar a las partes la idoneidad y
precisión de sus alegaciones, permitiéndoles el acceso a elementos de juicio susceptibles
de delimitar con la mayor exactitud posible los elementos de su futura pretensión u
oposición, o la obtención de medidas que faciliten los procedimientos ulteriores.
La petición debe demostrar la necesidad de su decreto y que solo el órgano judicial puede
resolver. Debe ser fundada, denunciar la clase de pretensión que ha de configurar el objeto
del proceso. Debe señalar nombre y domicilio de su eventual contradictor, así como
expresar los motivos de su pedido. Con respecto a cuando deben ser solicitadas, en
principio antes de la interposición de la demanda. Sin embargo, puede suceder que se
soliciten juntamente con la demanda o con posterioridad, antes que se trabe la litis. En caso
de no proveerse demanda dentro de los 30 días, caduca las medidas.
La prueba anticipada (art. 326) tiene como objeto el asegurar elementos probatorios.
Cumple una función conservatoria. Funcionan ante la posibilidad que desaparezcan
determinados elementos probatorios durante el transcurso del proceso. Tienen como
finalidad, comprobar el estado de cosas cuando éstas podían sufrir modificaciones durante
el transcurso del pleito.
¿Cómo debería el actor iniciar el proceso judicial? ¿Cuál debería ser su contenido y
los requisitos de la misma?
La demanda deberá ser presentada por escrito, en idioma nacional y debe contener:
nombre y domicilio del demandante y del demandado; la cosa demandada designada con
exactitud; exponer y explicar los hechos que se funde la pretensión; mención del derecho en
que se funda; y la petición en términos claros y positivos (art. 330).
Presentada la demanda, el juez hará traslado de ella al demandado para que comparezca y
la conteste dentro de 15 días (art. 338).
Presentada la demanda, el juez hará traslado de ella al demandado para que comparezca y
la conteste dentro de 15 días (art. 338).
La notificación de la demanda deberá practicarse por medio de cédula (según el art. 135,
inc 1), que se deberá entregar en su domicilio real. Dicha notificación deberá tener la
transcripción del auto que ordena el traslado, las copias correspondientes y la
documentación.
El demandado tiene derecho a defenderse tras una interposición de demanda por parte de
la actora. Frente al principio de la bilateralidad, que corresponde a todo proceso judicial civil,
el demandado tiene el derecho a ser oído, alegar los hechos y producir las pruebas que
tengan por objeto su defensa. En este parámetro, el demandado tiene el derecho a concurrir
en un pie de igualdad ante el actor en el proceso.
Así, una vez notificada la demanda en domicilio del demandado, éste puede adoptar
diversas actitudes: activas (contestar la demanda; oponer excepciones; reconvenir;
allanarse); pasivas (no contestar la demanda; no comparecer).
Existe la posibilidad que el demandado opte por comparecer pero no contestar la demanda.
En este caso, y sujeto al principio de preclusión, al demandado se le decaerá el derecho de
contestar la demanda, no pudiendo hacerlo en ningún otro momento. El silencio del
demandado no obliga al juez a dar por admitidos los hechos invocados por el actor. La
ley, por el contrario, deja librada tal consecuencia al criterio de aquél, que debe
pronunciarse al respecto en oportunidad de dictar sentencia definitiva.
Por último, el demandado puede decidir no comparecer. En dicho caso, podrá ser declarada
rebelde a pedido de la parte actora (art. 59 CPCCN).
Las excepciones pueden ser perentorias o dilatorias. Las perentorias son aquellas que, de
prosperar, van a impedir la procedencia del proceso. Son aquellas que excluyen
definitivamente la pretensión del actor. Estas son: la falta de legitimación para obrar, la cosa
juzgada, el desistimiento del derecho, y la prescripción.
1. La excepción por falta de legitimación para obrar se puede oponer porque no hay
una identidad entre quien pretende y lo que se pretende, existe una ausencia de
cualidad de titular del derecho de pretender una facultad favorable, respecto a lo que
es efecto del litigio. Se puede dar cuando: el actor o el demandado no son los
titulares de la relación jurídica sustancial en que se funda la pretensión; o que la
pretensión no ha sido deducida por o frente a todos los sujetos procesalmente
legitimados (en cuya hipótesis la excepción funciona como dilatoria).
Las excepciones dilatorias son aquellas que paralizan momentáneamente el proceso hasta
que se subsane el impedimento. Solamente hacen perder la pretensión su eficacia actual,
pero no impiden que sea satisfecha una vez eliminados los defectos que lo evitaban. Estas
son: la incompetencia, la falta de personería, la litispendencia, el defecto legal, y el arraigo.
1. La excepción por incompetencia es aquella que busca inhibir al juez de que continúe
conociendo en una causa por razón de que no es de su competencia.
3. La litispendencia se presenta cuando existe otro proceso pendiente entre las mismas
partes, con la misma causa y el mismo objeto. Las partes deben actuar con la misma
calidad en ambos procesos. Ante la procedencia de esta excepción, se va a aplicar
el inc. 3 del 354 CPCCN (se lo va a remitir al tribunal donde tramite el otro proceso
de litispendencia).
Art. 354. - Una vez firme la resolución que declare procedentes las excepciones previas, se
procederá:
Art. 354 BIS. - Consentida o ejecutoriada la resolución que rechaza las excepciones previstas
en el artículo 346, último párrafo o, en su caso, subsanada la falta de personería o prestado el
arraigo, se declarará reanudado el plazo para contestar la demanda; esta resolución será
notificada personalmente o por cédula. Subsanado el defecto legal, se correrá nuevo traslado,
por el plazo establecido en el artículo 338.
La declaración de rebeldía no altera la secuela regular del proceso (art. 60 CPCCN). Por
tanto, se abrirá a prueba a petición de parte, excepto que la cuestión haya sido declarada a
puro derecho (art. 61 CPCCN). La declaración de rebeldía no exime al actor de la carga de
probar su pretensión.
Con respecto a las notificaciones, la resolución de declaración por rebeldía se notificará por
cédula, y las sucesivas resoluciones se notificarán por el ministerio de ley. Luego la
sentencia definitiva se notificará por cédula también. (art. 62 CPCCN).
Otro efecto que se produce al declarar rebelde a Zapiola S.A., es que el Sr. Gimenez tendrá
la posibilidad de obtener una medida cautelar (art. 63 CPCCN). La medida cautelar se utiliza
para impedir que el derecho que se pretende obtener mediante un proceso judicial, no
pierda su eficacia durante el tiempo que transcurre en pronunciarse una sentencia definitiva.
Para solicitarla debe darse tres supuestos: la verosimilitud del derecho invocado como
fundamento de la pretensión principal; el temor fundado de que ese derecho se frustre; y la
prestación de una contracautela por parte del sujeto activo. La rebeldía hace tenida por
supuesta los dos primeros requisitos (verosimilitud y peligro en la demora). Por lo que le
recomendaremos a nuestro cliente solicitar la medida cautelar en este caso.
Por último, las costas generadas en el proceso de rebeldía serán a cargo del declarado
rebelde (art. 60 CPCCN).
Una vez declarado rebelde Zapiola S.A., y en caso que la cuestión no se haya resuelto a
puro derecho, solicitaríamos la apertura a prueba del proceso (art. 61 CPCCN). Así, el
proceso continuará y se abrirá a prueba. En caso que Zapiola S.A. se presente luego de su
oportunidad de ofrecer prueba, solo podrá fiscalizar la prueba producida por el Sr. Gimenez.
Siguiendo la jurisprudencia, la prueba del rebelde no puede establecerse sobre hechos que
debieron agregarse al momento de contestar la demanda (CCiv. y Com. Junín. 7/5/1968,
“Gilbers, Amalia c/ Cirilo, Norberto A.”).
En caso que Zapiola S.A. comparezca en cualquier estado del proceso, será admitido como
parte y cesará la declaración de rebeldía. Pero dado el principio de preclusión, el rebelde
que comparezca no podrá retroceder el proceso (art. 64 CPCCN). La única excepción es
que Zapiola S.A. que solicite la nulidad de las actuaciones por algún defecto que se haya
cometido en la notificación o vicios en el procedimiento según el art. 170 CPCCN.
El allanamiento es una de las actitudes posibles que el demandado puede asumir frente
a la demanda, y consiste en la declaración en cuya virtud aquél reconoce que es
fundada la pretensión interpuesta por el actor.
En lo que concierne a su forma, el allanamiento debe ser categórico y terminante,
debiéndose utilizar fórmulas precisas que no dejen lugar a dudas. Finalmente, el
allanamiento puede ser total o parcial, según recaiga sobre todas o algunas de las
pretensiones planteadas en la demanda
Desistimiento es la renuncia a seguir litigando. Puede ser del derecho o del proceso.
Cuando desisto del proceso estoy renunciando al proceso pero no al derecho. Esto en
principio lo puedo volver a iniciar. Una demanda desistida del proceso es una demanda
inexistente a los fines del cómputo de la prescripción. Puedo volver a iniciar la demanda si
desisto del proceso en tanto no haya prescripto.
Si desisto del derecho estoy renunciando a no volver a reclamar. De manera que no puedo
volver a iniciar nada. Se puede plantear como excepción perentoria
De la reconvención se debe dar traslado al actor por quince días, quien será notificado
personalmente o por cédula. El actor puede oponer excepciones de:
● defecto legal.
Medidas cautelares cuentan con la particularidad que nunca constituyen un fin por sí
mismas, sino que están ordenadas al dictado de una providencia definitiva. Una medida
cautelar contribuye a garantizar el eficaz funcionamiento de la justicia.
La medida cautelar se utiliza para impedir que el derecho que se pretende obtener mediante
un proceso judicial, no pierda su eficacia durante el tiempo que transcurre en pronunciarse
una sentencia definitiva. Las medidas cautelares nunca son un fin en sí mismas, sino que
están ordenadas al dictado de una sentencia definitiva. Contribuye a garantizar el eficaz
funcionamiento de la justicia. Es ordenada inaudita parte.
Las medidas cautelares son, ante todo, provisionales: "subsistirán —dice el art. 202 CPN—
mientras duren las circunstancias que las determinaron" y "en cualquier momento en que
éstas cesaren se podrá requerir su levantamiento".
Las medidas cautelares pueden ser pedidas antes o despué s de deducida la demanda, a
menos que de la ley resulte que ésta debe entablarse previamente (CPN, art. 195, párr. 1º).
En el escrito en que se soliciten debe expresarse el derecho que se pretende asegurar, la
medida que se pide y la disposición de la ley en que se funde, así como acreditarse el
cumplimiento de los requisitos que la ley establece, en particular, con respecto a la medida
solicitada (art. 195, párr. 2º)
Las medidas cautelares deben disponerse inaudita parte, es decir, sin la participación de la
parte a quien afectan, pues de lo contrario podría frustrarse su finalidad. Ello no impide, sin
embargo, que una vez dispuestas y ejecutadas, las medidas sean notificadas al afectado e
impugnadas por éste.
Si se trata, por ejemplo, de un embargo trabado sobre un bien inmueble, el plazo comienza
a correr desde que la medida se ha hecho efectiva mediante su anotación en el Registro de
la Propiedad; en el supuesto de que el embargo hubiese recaído sobre dinero en poder de
un tercero, el plazo se computa desde la notificación de la providencia recaída con motivo
de la comunicación hecha por aquél de haber efectuado la retención; etcétera.
Las costas y daños y perjuicios causados por la medida a cuyo respecto se opere la
caducidad son a cargo de quien la hubiese obtenido, y aquélla no puede proponerse
nuevamente por la misma causa y como previa a la promoción del proceso.
Importa destacar, por último, que en virtud de la correlación que existe entre las medidas
cautelares y la contracautela, se ha decidido que ésta caduca de pleno derecho si la
petición resarcitoria no se formula dentro del plazo de caducidad correspondiente a
aquéllas, el cual se computa desde el momento en que, al quedar firme la sentencia que
rechaza la demanda, la medida cautelar aparece trabada indebidamente.
En los casos que deba efectuarse el embargo, se limitará a los bienes necesarios para
cubrir el crédito que se reclama y las costas (Art. 213). Se deberá disponer el secuestro o la
administración judicial de lo embargado con el auxilio de la fuerza pública y el allanamiento
de domicilio en caso de resistencia. El embargado debe abstenerse de cualquier acto
respecto de los bienes objeto de la medida, que pueda causar la disminución de la garantía
del crédito, bajo apercibimiento de las sanciones penales que correspondan (art. 214)
El secuestro (art. 221) consiste en el desapoderamiento a una persona de una cosa litigiosa
o embargada, o bien de un documento que tiene el deber de presentar o restituir, con el fin
de evitar el peligro de que se produzca el deterioro o alteración de dicha cosa o bien. Es la
medida cautelar en cuya virtud se desapodera a una persona de un bien mueble o
semovientes sobre el cual se litiga o se ha de litigar, o de un documento necesario para
deducir una pretensión procesal.
El secuestro sólo puede recaer sobre cosas muebles y semovientes susceptibles de ser
individualizadas, ciertas y determinadas. A diferencia del embargo preventivo que versa
sobre cualquier bien que se encuentre en el patrimonio del deudor y cuya eventual
realización permitirá satisfacer el crédito por el cual se procede.
Puede ser una medida complementaria (al solicitarse como medida subsidiaria del
embargo) o autónoma.
Es una medida más enérgica que el embargo, porque en el embargo el bien queda en el
poder del deudor, quien puede utilizarlo. En el secuestro el bien queda a manos del
acreedor o depositario judicial.
Acreditada la verosimilitud del derecho invocado por el solicitante, el juez debe disponer el
secuestro y designar depositario a la institución oficial o persona que mejor convenga.
Fijará, asimismo, su remuneración y ordenará el inventario, si fuese indispensable.
Intervención judicial es la medida cautelar en cuya virtud una persona designada por el juez,
en calidad de auxiliar a este, interfiere en la actividad económica de una persona física o
jurídica sea para asegurar la ejecución forzada (intervención recaudador) o impedir que se
produzcan alteraciones en el estado de los bienes (intervención informante).
Para ambos tipos de intervenciones se deben cumplir las siguientes disposiciones (art.
225-227):
Su aplicación se efectiviza sobre los bienes de un modo indirecto, pues tiene como
referencia directa a la persona y no al patrimonio (desconocido hasta entonces).
Esta medida rige supletoriamente respecto al embargo, siendo este pertinente cuando no se
conocen los bienes del deudor o no cbren el crédito reclamado. Su procedencia se halla
supeditada a la justificación del crédito en alguna de las formas que se han analizado al
estudiar el embargo preventivo, y a la circunstancia de no conocerse bienes del deudor, o
de ser éstos insuficientes para cubrir el crédito reclamado.
La inhibición debe levantarse tan pronto como el deudor presente bienes suficientes a
embargo o preste caución bastante. Los bienes ofrecidos a embargo deben, como lo aclara
la norma, ser suficientes para cubrir el importe del crédito reclamado.
Puede solicitarse antes o después de la demanda. Si se decreta antes, caduca si no se
presenta demanda en el plazo de 10 días. Las inhibiciones se extinguen "a los cinco años
de la fecha de su anotación en el Registro que corresponda, salvo que a petición de parte
se reinscribieran antes del vencimiento del plazo, por orden del juez que entendió en el
proceso".
La anotación de litis (art. 229) es la medida cautelar que tiene por objeto asegurar la
publicidad de los procesos relativos a bienes inmuebles o muebles registrables, con la
finalidad de posibilitar la oponibilidad a terceros de la sentencia que en ellos se dicte en
relación con el bien litigioso, evitando la alegación de buena fe frente a la modificación de
una inscripción registral.
Procede cuando se dedujere una pretensión que pudiere tener como consecuencia la
modificación de una inscripción en el Registro.
Tiende a asegurar a quien la obtiene que el tercero dispuesto a contratar con el afectado
tome conocimiento de la existencia de un juicio que puede modificar la inscripción del
inmueble o mueble registrable en el registro respectivo. Tan circunstancia le impedirá al
tercero argumentar su buena fe en el negocio que intenta con el deudor.
Dicha medida no influye sobre la titularidad del derecho, limitándose a dar publicidad. No
impide la transferencia del bien ni restringe las facultades de disponer el mismo.
La prohibición de innovar (art. 230) es la medida en cuya virtud se ordena a una de las
partes que se abstenga de alterar, mientras dure el proceso, la situación de hecho o de
derecho existente en un momento determinado. La finalidad es que cualquiera de las partes
altere o modifique un determinado estado de hecho en forma tal de hacer imposible la
ejecución o de desvirtuar la eficacia de la sentencia definitiva. Implica la prohibición de que
se altere el estado de hecho existente al tiempo de iniciarse el proceso.
Puede decretarse en toda clase de juicio siempre que el derecho fuera verosímil, existiere
peligro de que si se mantuviera o alterara la situación, pueda influir en la sentencia o
convirtiera su efectución en ineficaz o improcedente; la cautela no pudiere obtenerse por
medio de otra medida precautoria.
Pertenece al grupo de medidas conservatorias del patrimonio del deudor desde que
mantiene el estado de la contorversia en los términos en que fue planteado.
Es improcedente en forma previa a la iniciación del juicio, pues tanto la verosimilitud del
derecho como el peligro en la demora deben plantearse en la demanda.
La prohibición de contratar (art. 231) es la medida en cuya virtud el juez está facultado para
ordenar que los eventuales interesados se abstengan de celebrar el contrato y para acordar
publicidad a la prohibición. Tiene como finalidad asegurar el resultado práctico de un
proceso en el que se discuten derechos sobre determinados bienes respecto de los cuales
medie el temor de que alguna de las partes los ceda, arriende o enajene a un tercero.
Se ordena a una de las partes que se abstenga de celebrar uno o más contratos
determinados respecto de los bienes litigiosos o que han sido objeto de embargo,
acordando a dicha orden la publicidad respectiva.
Solo resulta aplicable a bienes inmuebles, muebles registrables y a los derechos realez
existentes sobre ellos que impide la venta de bienes registrables pero no su adquisición.
La medida caduca si no se deduce la demanda dentro del plazo de cinco días de haber sido
dispuesta y en cualquier momento en que se demuestre su improcedencia
Una causa se resuelve como de puro derecho cuando no hay más prueba a producir que la
que se acompañó en la demanda, reconvención o contestación. Esto sucede cuando el
mérito o fundabilidad de la demanda puede dirimirse con las constancias que obran en el
expediente, es decir, cuando los documentos y demás elementos de convicción
acompañados por las partes son suficientes para realizar un juicio asertivo sobre la
procedencia del reclamo y de las defensas que contra él se hubieren opuesto.
Otro supuesto puede darse también en la audiencia preliminar pero por decisión del juez
(art. 360 inc. 6 CPCCN). Suele suceder cuando el juez considera que pese a haber hechos
controvertidos la cuestión radica en la valoración de la prueba documental ya agregada; o
considera considera improcedente, superfluo o dilatorio la prueba y no la admite.
La resolución que declara la causa como de puro derecho es susceptible, en los procesos
ordinarios, del recurso de apelación (CPN, arts. 242, inc. 3º). Es en cambio inapelable en los
procesos sumarísimos (CPN, art. 498, inc. 5º).
Una vez que se haya contestado el traslado de la demanda o reconvención, o vencidos los
plazos para hacerlo, y en caso que se hubiesen alegado hechos conducentes acerca de los
cuales no hubiese conformidad entre las partes, el juez recibirá la causa a prueba y fijará la
audiencia preliminar (art. 359 CPCCN).
En la audiencia preliminar, el juez citará a las partes a que comparezcan ante el juez.
Deberá ser tomada por el juez, en carácter indelegable (art. 360 CPCCN). La audiencia
preliminar es la oportunidad procesal, en donde se cristalizan los principios de mediación,
oralidad y economía procesal, para poder llegar a una resolución del proceso más pronta y
eficaz.
El juez intentará una conciliación del conflicto (art. 360, inc. 1 CPCCN). Así, el ordenamiento
procesal dota al juez de la facultad de proponer fórmulas conciliatorias para lograr la
resolución del conflicto (art. 360 bis). En caso que se arribe a una resolución, el juez
homologará ahí mismo el acta y tendrá efecto de cosa juzgada. De no hacerlo, se
constatará en el acta.
En caso de no llegar a una conciliación, el juez lo constató en el acta y procederá a oír a las
partes y recibir sus manifestaciones (art. 360, inc. 2 CPCCN). En el caso que las partes se
nieguen a la apertura a prueba , en caso que no tengan pruebas para producir o que esta
consiste únicamente en las constancias del expediente, conforme a lo dispuesto en el art.
361 y 362 CPCCN. En este caso, el juez debe resolver la cuestión a puro derecho.
En caso de disponer la apertura a prueba, y habiendo oído a las partes, el juez fijará los
hechos sobre los cuales se versará la prueba, que deberá ser conducentes a la decisión del
juicio (art. 360 CPCCN, inc. 3). No todos los hechos que se invoquen las partes pueden ser
probados. Solamente se abrirá apertura a prueba de aquellos hechos controvertidos y
conducentes. Controvertidos implica que el hecho haya sido afirmado por una parte y
desconocido o negado por la otra. Conducentes son aquellos hechos necesarios para la
decisión de la causa. En este sentido, se hallan excluidos de la prueba los hechos que no
fueron afirmados por ninguna de las partes, los hechos afirmados por una de las partes y
admitidos por la otra, y los hechos notorios. Además, en esta etapa se puede presentar la
oportunidad para resolver hechos nuevos que las partes hubieran planteado luego de la
contestación de demanda o reconversión en los términos dispuestos por el artículo 365 del
CPCCN.
El juez también procederá a tomar la prueba confesional, en el caso que las partes la hayan
ofrecido (art. 360 CPCCN inc. 4). La ausencia de alguna de las partes no impedirá la
celebración de dicha audiencia. Y absueltas las posiciones el juez procederá a proveer las
pruebas que se consideren admisibles y concentrar en un solo acto la prueba testimonial
(art. 360 CPCCN inc. 5). Es decir, el juez va a pronunciarse sobre los medios para probar
los hechos que fueron definidos como conducentes para resolver el litigio. El juez va a
decidir qué prueba va a producirse, señalando no solo las fechas de las audiencias, sino
también ordenando el libramiento de los oficios que considere admisibles para la producción
de la prueba informativa. El plazo para la producción de prueba será fijado por el juez y
tendrá un máximo de cuarenta días (art. 367 CPCCN).
Por último, el juez tendrá la posibilidad de resolver la causa como puro derecho (art. 360
inc. 6).
¿En qué oportunidad debieran acompañar (ofrecer y presentar) los medios de prueba
recolectados?
En esas oportunidades se va a ofrecer las pruebas que se van a valer, ya que cuando se
abre la audiencia preliminar las pruebas van a haber sido ofrecidas anteriormente. Las
pruebas van a ser admisibles (hechos alegados en la demanda) y pertinentes (llevan a un
buen fin).
Si ponemos toda la prueba, es como que le estoy mostrando al demandado todas las armas
que tengo. Cuando hace el ofrecimiento a prueba tiene que pensar en la movida que va a
hacer la contra parte. Voy a dejar supletoriamente, en caso que desconozca la prueba
documental, se libre oficio a tal lugar.
Solamente pueden ser probados los hechos afirmados por los litigantes en la demanda,
contestación de la demanda, reconvención y contestación de la reconversión.
Además, no todos los hechos que se invoquen pueden ser probados. Solamente se abrirá
apertura a prueba de aquellos hechos controvertidos y conducentes. Controvertidos implica
que el hecho haya sido afirmado por una parte y desconocido o negado por la otra.
Conducentes son aquellos hechos necesarios para la decisión de la causa. Estos hechos
serán fijados por el juez en la audiencia preliminar, acorde a lo estipulado por el art. 360,
inc. 3 del CPCCN: “(...) Oídas las partes, fijará los hechos articulados que sean conducentes
a la decisión del juicio sobre los cuales versará la prueba (...)”.
En este sentido, se hallan excluidos de la prueba los hechos que no fueron afirmados por
ninguna de las partes, los hechos afirmados por una de las partes y admitidos por la otra, y
los hechos notorios.
En caso que existan hechos posteriores a estos actos procesales, las partes podrán
alegarlos por escrito hasta cinco días después de notificada la audiencia prevista en el
artículo 360, acompañando la prueba documental y ofreciendo las demás de las que
intenten valerse. Dicho escrito se dará traslado a la otra parte para que tenga oportunidad
de contestarlo. Para ser invocados, estos hechos deben tener relación con la cuestión que
se ventila, sin modificar el objeto ni causa de la pretensión o defensa. En la audiencia del
360 será el juez quien admita o rechace la procedencia de estos hechos. (art. 365 CPCCN).
La decisión que admita el hecho nuevo será inapelable, mediante que si la rechace sí podrá
ser apelable (art. 366 CPCCN).
En caso que se trate de hechos no convocados en la demanda o contrademanda, las partes
tendrán la posibilidad de agregar la prueba documental referente a esos hechos dentro de
los 5 días. Estos hechos se presentan cuando el que responde la demanda o reconvención
agrega hechos no invocados en la demanda o reconvención, la contraparte podrá expedirse
y ofrecer las pruebas pertinentes (art. 334 CPCCN). En cuanto a la modalidad, se va a dar
traslado de los documentos a la otra parte que deberá cumplir con la carga del 356, inc. 1.
La diferencia con hecho nuevo es que el primero lo puede hacer las partes. El segundo solo
va a ser alegado por la parte demandada o por el reconviniente.
No va a poder producirse sino sobre hechos que fueran articulados por las partes en sus
escritos respectivos. No van a ser admitivas las pruebas improcedentes, superfluas o
meramente dilatorias.
Art. 364 CPCCN: “No podrán producirse prueba sino sobre hechos que hayan sido
articulados por las partes en sus escritos respectivos.
No serán admitidas las que fueren manifiestamente improcedentes o superfluas o
meramente dilatorias.”
La prueba es pertinente cuando existe adecuación entre ella y los hechos controvertidos
en el proceso. A dicho atributo se refiere el art. 364 CPN en tanto dispone que "no podrán
producirse pruebas sino sobre hechos que hayan sido articulados por las partes en sus
escritos respectivos".
a. Cuando su producción se halla prohibida por la ley; tal ocurre, por ejemplo, con la
prueba testimonial tendiente a acreditar que el contenido que consta en un
documento firmado en blanco no corresponde a las instrucciones del firmante, si
no existe principio de prueba por escrito (Cód. Civ. y Com., art. 315); etc.
b. Cuando se ofrece fuera de los plazos que la ley determina; por ejemplo, si se
pretende la agregación de prueba documental no acompañada con la demanda
o la contestación, o si se propone cualquier otra después de transcurridos diez
días desde que quedó firme la providencia de apertura a prueba (CPN, art. 367).
Qué elementos probatorios deberían solicitarle y en qué medios de prueba los
tipificarían.
Prueba documental (arts. 387 a 395): incorporación de documentos vinculados a los hechos
materia del litigio, siendo “documento” definido como. Es todo objeto susceptible de
representar una manifestación del pensamiento. Esta prueba debe acompañarse con los
escritos de demanda, reconvención y contestación.
Las partes y terceros en cuyo poder se encuentran estos documentos están obligados a
exhibirlos o a indicar en qué archivo o protocolo se encuentra la documentación original (art.
387 CPCCN). En el caso que el documento de una de las partes, el juez intimará su
presentación en un plazo establecido (art. 388 CPCCN). En caso que el documento esté en
el poder de un tercero, se le intimará para que lo presente (art. 389 CPCCN).
Prueba informativa (arts. 396 a 403) consiste en solicitar información a entidades públicas o
privadas acerca de datos que resulten de archivos documentales o contables del
informante. Es una prueba de carácter residual, por cuando en caso de existir otro medio
idóneo, este no procederá. Se utiliza por si la contraparte niega la prueba documental.
Consiste mandar oficios pertinentes a los organismos para que digan que son veraces. Las
partes podrán requerir informes de: Entidades públicas; Entidades privadas; Escribanos con
registro. Es importante que la información sea sobre datos que tiene la entidad oficiada en
un registro.
El librar oficio constituye una carga pública para la entidad oficiada, no se puede excusar, y
la contestación debe realizarse dentro de los 10 días hábiles desdd la recepción de la
entidad.
Prueba confesional (arts. 404 a 425): medio por el cual una de las partes formula posiciones
que son absueltas por la otra bajo juramento de decir la verdad. Se utiliza para que la
contraparte absuelva posiciones a través de afirmaciones postuladas por el ponente en
relación con hechos personales o de conocimiento directo del absolvente vinculados al
litigio.
Hay dos sujetos en la prueba confesional: el ponente, quien enuncia las posiciones; y el
absolvente que es quien contesta los postulados formulados por el primero de modo
afirmativo o negativo, y solamente pueden revestir el carácter de ponente y absolvente las
partes del proceso. También se permite que los representantes de los incapacen sean
citados a absolver posiciones por hechos en los que haya intervenido personalmente en
dicho carácter (art. 405 CPCCN). También los apoderados pueden ser sujetos absolventes
en los casos en que: hechos realizados por ellos en ejercicio de su mandato encontrándose
vigente el contrato; hechos anteriores a la vigencia del contrato siempre que sus mandantes
se encuentren fuera del lugar donde se desarrolla el proceso judicial, tengan facultades para
absolver posiciones y la parte contraria lo consienta.
El absolvente compareciente en la audiencia debe: Contestar cada posición formulada
bajo juramento o promesa de decir la verdad; Responder por sí mismo a viva voz en
presencia de la parte contraria, si estuviera presente; Salvo que el juez permita la
consulta de anotaciones, no puede emplear apuntes para responder las posiciones;
Tampoco puede valerse de consejos del letrado para responder.
Las contestaciones deben ser afirmativas o negativas. El absolvente puede agregar las
explicaciones que considere necesarias. Sin embargo, cuando el absolvente expresare
de no recuerda el hecho, de acuerdo con el art. 413 del CPCCN, el juez lo tendrá por
confeso al momento de valorar la prueba al dictar sentencia.
Prueba testimonial (arts. 426 a 456): declaraciones testimoniales bajo juramento de decir la
verdad de terceros ajenos a las partes que tuvieron conocimiento de hechos vinculados al
litigio de forma directa, a través de sus sentidos, o de modo indirecto.
Debe ofrecerse indicando los datos personales de los testigos. La parte deberá
presentar una lista con nombre domicilio y profesión del testigo. Deberá indicar que
extremos quiere probar con las declaraciones de cada testigo. Las partes pueden
reservar el interrogatorio hasta la audiencia testimonial. Cada partes está facultada a
ofrecer 8 testigos. Podrán ofrecer un número mayor. Luego de examinar los 8 primeros,
el juez podrá disponer la recepción de otros testimonios de los propuestos en
excedencia. (art. 430 CPCCN)
Si el juez considera admisible la prueba testimonial, fijará audiencia para recibir los
testimonios.. Admitida la prueba testimonial el juez fijará audiencia para recibir a los
testigos. Fijará más de una audiencia en días inmediatos si el número de testigos así lo
amerita.
De acuerdo al art. 426 CPCCN todas las personas mayores de 14 años pueden ser testigos
en juicio. Los parientes consanguíneos o afines en línea directa de las partes no pueden ser
ofrecidos como testigos.
Los testigos tienen la obligación de comparecer si se domicilian dentro del radio juzgado.
Aquellos que tengan domicilio por fuera de dicho pero a menos de 70 km, están obligados a
asistir a la audiencia testimonial.
El art. 430 CPCCN faculta a las partes a ofrecer 8 testigos cada una. En caso de ser
necesario, el juez podrá permitir más
Los testigos serán interrogados por el juez o por quien lo reemplace acerca de los
hechos controvertidos en el litigio, respetando la sustancia de los interrogatorios
propuestos. La parte contraria a la que propuso al testigo, puede solicitar que se le
formulen las preguntas que estime pertinentes.
De acuerdo con el art. 444 CPCCN el testigo podrá negarse a responder preguntas en
los supuestos: Si la respuesta lo compromete penalmente o a su honor, Si la respuesta
implicara revelar un secreto profesional, científico, artístico o industrial
Prueba pericial (arts. 457 a 478): expertos en una materia, ajenos a las partes, aportan al
magistrado conocimientos técnicos o científicos vinculados a hechos controvertidos en el
proceso.
Son personas con conocimientos técnicos en la materia. Perito único designado por el juez
de oficio.
Al ofrecerla, las partes deben indicar especialidad del perito. Al momento de ofrecer la
prueba pericial debe indicarse la especialidad que debe tener el perito (por ej.
arquitecto, ingeniero, médico, contador, etc.) junto con el detalle de los puntos de pericia
propuesta.
Las partes pueden designar un consultor técnico que deberá ofrecer al momento de ofrecer
la prueba pericial indicando su nombre, profesión y domicilio art. 459 CPCCN
Al momento de ofrecer prueba pericial debe indicarse la especialidad que debe tener el
perito (arquitecto, ingeniero, mecánico, contador) junto con el detalle de los puntos de
pericia propuestos.
Reconocimiento judicial: el juez dispone de oficio o a pedido de parte, una inspección ocular
al lugar de los hechos, para apreciar de modo personal las cuestiones controvertidas objeto
de litigio.
Providencia simple: aquellas que van dando el proceso para adelante. Son pequeñas
resoluciones que van avanzando el proceso (ej. agrego la documental, “téngase presente”.
Son providencias simples aquellas resoluciones que propenden simplemente al desarrollo o
impulso del proceso u ordenan actos de mera ejecución (art. 160). Su característica
primordial, mencionada por dicha norma, reside en la circunstancia de que son dictadas sin
sustanciación, es decir, sin necesidad de instrucción o discusión previas. Se trata, como se
advierte, de resoluciones que el juez puede dictar de oficio o proveyendo a peticiones de las
que no corresponde conferir traslado a la otra parte. Son ejemplos de interlocutorias simples
la que tienen por interpuesta una demanda, la que ordena la agregación de un documento,
la que dispone la apertura de la causa a prueba, la que designa fecha para una audiencia;
etcétera.
Esta clase de resoluciones admite, a su vez, una subclasificación, fundada en el hecho de
que causen o no gravamen irreparable. Una providencia causa gravamen irreparable
cuando, una vez consentida, sus efectos no pueden subsanarse o enmendarse en el curso
ulterior del procedimiento. En esta categoría cabe incluir, por ejemplo, a la resolución que
dispone declarar la causa de puro derecho o que aplica una sanción.
Autos interlocutorio: resolver cuestiones incidentales que ocurren dentro del proceso (por ej.
La demanda se contestó ex-temporalmente, algo totalmente procesal, algo incidental que
ocurre dentro del proceso). Deciden, en otras palabras, todo conflicto que se suscite durante
el desarrollo del juicio, y se diferencian de las providencias simples porque se dictan previa
audiencia de ambas parte. Debe sustanciarse, debe notificarse a la contra parte, porque
esta puede llegar a rechazar esa presentación. Constituyen sentencias interlocutorias
aquellas que se pronuncian, por ejemplo, sobre una excepción previa o sobre un incidente
de nulidad, pues en tales casos el juez no puede pronunciarse sin conferir traslado al
adversario de la parte que plantea la cuestión. Esta clase de sentencias sólo son
susceptibles del recurso de apelación
Sentencia definitiva: son de distintas clasificaciones, todas relacionadas con una pretensión
(meramente declarativas cuando intento que me declaren un derecho; constitutivas cuando
intento modificar o crear una relación jurídica; condena cuando mi pretensión es que me
pague, que hagan o dejen de hacer). Van contra la resolución y apunta a la cuestión de
fondo que es planteada en la demanda.
Existen requisitos comunes a todas las resoluciones judiciales, cualquiera que sea su
naturaleza,incluyendo por lo tanto a la sentencia definitiva. Revisten carácter extrínseco, y
son los siguientes: Su redacción por escrito (CPN, arts. 160, 161 y 163) y, como es obvio,
tratándose de instrumentos públicos, en idioma nacional (Cód. Civ., art. 999).; La indicación
de la fecha y del lugar en que se dictan (CPN, arts. 160, 161 y 163); La firma del juez,
cuando se tratare de resoluciones dictadas en primera instancia, o de los miembros del
tribunal o del presidente de éste según se trate, respectivamente, de sentencias (definitivas
o interlocutorias) o de providencias simples dictadas en ulteriores instancias, con la
salvedad que, con respecto a estas últimas, hace el art. 160 (CPN, arts. 160, 161, 163, 164,
272 y 273)
Es una sentencia declarativa, dado que se busca obtener un pronunciamiento que elimine la
falta de certeza sobre la existencia, eficacia, modalidad o interpretación de una relación o
estado jurídico (art. 322 CPCCN). En este tipo de sentencia, con su dictado se agota el
interés que la parte promovió en el proceso. Es decir, dicho acto no queda sujeto a
ejecución, en cuanto la pretensión de quien dictó la acción judicial consistía en la mera
declaración.
Es una sentencia a futuro cuando se emiten sentencia de condena sin que medie la lesión
actual de un derecho, con el objetivo de asegurar el goce del derecho en un momento
determinado. La obligación fijada en el acto jurisdiccional deberá ser cumplida en la fecha
en que se establezca al momento de su dictado. Es decir, la prestación no debe ser
cumplida en el plazo establecido por el tribunal, sino en una fecha distitna o determinada en
función de las circunstancias del caso. (ej. acto desalojo). Ejemplos: Cuando se pida la
entrega de una cosa o cantidad de dinero o el desalojamiento de un fundo, casa o local,
pactadas para un día determinado; Cuando la acción verse sobre prestaciones
periódicas y se hubiere faltado al cumplimiento de alguna de ellas, para el efecto de que
la sentencia se ejecute a sus respectivos vencimiento.; Cuando se trate de obligación
condicional y el obligado impida voluntariamente el cumplimiento de la condición;
cuando después de contraída la obligación resulta el deudor insolvente, salvo que
garantice la deuda;
Es una sentencia determinativa cuando el juez fija los requisitos o condiciones a que deberá
quedar subordinado el ejercicio de un derecho. Complementan las relaciones jurídicas
cuyos elementos o modalidades no se encuentran determinados por completo . Ejemplos
de este tipo de sentencias son las que fija el plazo de cumplimiento de una obligación
en los términos del art. 871 inc. d), Cód. Civ. y Com.; la que establece la forma en que
deben dividirse bienes comunes (CPN, art. 676, párr. 2º); etcétera.
El alegato es el acto escrito mediante el cual cada una de las partes expone por escrito al
juez las conclusiones que les sugieren de las pruebas producidas en el proceso, siempre en
función de los hechos que fueron objeto de la litis y destacando el mérito o poder de
convicción de los elementos probatorios.
El plazo para presentar alegato es de doce días y vence para todas las partes el mismo día.
Esto significa que vence para todos los litigantes en el mismo momento: cuando finiquita la
suma de los distintos seis días concedidos para el retiro del expediente. De allí que el actor
pueda diferir su presentación hasta que venza el plazo acordado al demandado. En caso de
litisconsorcio, finalmente, deben computarse tantos plazos de seis días cuantos sean los
litisconsortes (si, por ejemplo, actúan en el juicio cuatro litigantes, el plazo será de
veinticuatro días), salvo que haya mediado unificación de personería.
Transcurrido el plazo sin que el expediente haya sido devuelto, la parte que lo retuviese
perderá el derecho de alegar sin que se requiera intimación. Luego, transcurrido el plazo
para la presentación de los alegatos, el secretario, sin petición de parte, debe poner el
expediente a despacho y agregar los alegatos que se hubiesen presentado. Acto continuo,
el juez debe dictar la providencia llamando autos para sentencia
Una vez llamados los autos para sentencia, es cuando se produce automáticamente el
cierre de toda discusión y la imposibilidad de presentar escritos de cualquier naturaleza,
como de producir prueba. A esto debe añadirse, que los procesos deben llamarse a
sentencia a medida que van quedando en situación de dictar sentencia.
El juez está habilitado a dictar medidas para mejor proveer en un solo acto, y por esta vía
pueden ordenar la producción de prueba que consideren necesaria para resolver
adecuadamente el litigio. Estas medidas deben ser respetando el derecho de defensa de las
partes. Esta facultad debe ser elegida conforme las circunstancias del caso, de manera tal
que debe extremarse la prudencia, sobre todo si fue declarada negligente o cauda, por
inacción decidida de quien había ofrecido la prueba
Las sentencias son los actos jurisdiccionales dictados por un juez para la resolución de un
conflicto por no haber encontrado previamente una solución extra judicial. Es el modo
ordinario de finalización de un proceso. El tribunal profundiza sobre la causa que generó el
litigio, la resuelve, de manera que se va a obtener del sistema judicial una decisión que
pasa a la autoridad de cosa juzgada. Las sentencias tienen directa relación con una
pretensión.
El dictado de sentencia se puede dar ya sea que la causa tramite como de puro derecho o
se hubiese abierto a prueba. Una vez firme la declaración de la cuestión de puro derecho, o
en su caso habiéndose agregado los alegatos (o vencido el plazo para hacerlo), el
secretario dispondrá el expediente a despacho para que el juez dicte el llamado de autos
para sentencia (art. 483 CPCCN). Una vez llamados los autos para la sentencia, se produce
en un proceso jurídico el cierre de toda discusión y no podrá presentarse más escritos o
prueba (art. 484 CPCCN). Desde el llamado a autos para la sentencia, empieza a correr el
plazo para dictarla dispuestas en el art. 34, inc. c y d CPCCN.
El art. 163 CPCCN establece los requisitos que debe tener la sentencia de primera
instancia. La estructura típica de las sentencias se divide en tres partes: los resultandos
(abarca los incs. 1, 2 y 3 del artículo mencionado), los considerandos (incs. 4, 5 y 6) y la
parte dispositiva (incs. 6, 7 y 8). En este marco, los resultandos refieren a los recaudos
formales e intrínsecos que debe poseer la sentencia. Estos incluyen el lugar, fecha, nombre
y apellido de las partes, y las cuestiones que constituyen el objeto del juicio (hechos
alegados por las partes, objeto del acto jurídico, pretensiones). En los considerandos el juz
debe exponer los motivos que lo determinan a adoptar una u otra solución para resolver la
causa. Es decir, debe incluir los hechos invocados por las partes confrontado con las
pruebas, y las normas jurídicas mediante las cuales considera que debe resolverse el
pleito. La parte dispositiva contiene la condena o la absolución, el plazo para el
cumplimiento en caso que sea condena, la imposición de costas y la regulación de los
honorarios de los profesionales que intervinieron en el proceso. Finalmente, la firma del juez
(inc. 9).
La sentencia debe ser notificada de oficio, dentro del tercer día, transcribiendo en la cédula
la parte dispositiva (art. 485 CPCCN).
Mediante la sentencia el juez crea una norma individual (lex specialis) que constituye una
nueva fuente reguladora de la situación jurídica controvertida en el proceso, y que, como
manifestación trascendente que es del ejercicio de la función jurisdiccional, debe ser
acatada por las partes y respetada por los terceros.
Junto a ese efecto natural, existen efectos particulares que resultan del contenido de la
sentencia:
Cosa juzgada significa cuando una sentencia no puede ser modificable. Es decir, es
imposible que proceda algún recurso que permita modificarla. En este sentido, la cosa
juzgada hace referencia al efecto que posee una sentencia judicial firme, que contra ella no
procede ningún recurso susceptible de modificarla. Para que aplique la cosa juzgada debe
existir una sentencia firme, es decir, consentida o ejecutoriada.
La sentencia firme consentida o ejecutoriada implica que este no puede llegar a ser
modificada y que no pueda ser interpuesto sobre la misma algún tipo de recurso. La
sentencia es consentida cuando no se interpuso un recurso y venció el plazo para hacerlo.
El consentimiento puede ser expreso, cuando es formulado en el expediente, o tácito
cuando la parte deja transcurrir el plazo sin interponer recurso. Es decir, se consiente
cuando no se concreta, tras su fallo, la reforma, reposición, queja o nulidad que las normas
procesales permitan. La sentencia es ejecutoriada cuando habiendo presentado recurso el
tribunal resuelve confirmando la misma o revocando parcialmente esta.
Se dice que una sentencia está consentida y ejecutoriada a efectos de cosa juzgada, dado
que no puede ser modificada.
La cosa juzgada puede darse en sentido formal o en sentido material. Por un lado, cosa
juzgada en sentido formal supone que la sentencia es inamovible e impugnable dentro del
proceso en el cual se dictó. Es decir, no se puede oponer ningún recurso ante ella, pero
existe la posibilidad de obtener, en un proceso posterior, un resultado distinto al alcanzado.
Esto suele suceder en los juicios ejecutivos en el cual cualquiera que haya sido el
contenido de la sentencia, queda a salvo al vencido, con ciertas limitaciones, el derecho
de promover un proceso de conocimiento tendiente a obtener su modificación (CPN, art.
553)
Por otra parte, cosa juzgada en sentido material no admite ningún tipo de revisión. Además
de ser insusceptible a la interposición de un recurso, tampoco permite que se modifique a
través de la apertura de un nuevo proceso. Es decir, en ninguna circunstancia ni otro
proceso se va a poder juzgar de un modo contrario a lo adolecido por dicha sentencia.
Es regla, en cuanto a este problema atañe, que la cosa juzgada afecta solamente a
quienes fueron partes del proceso en que se dictó la sentencia investida de aquella
autoridad. Ésta, por consiguiente, no puede beneficiar ni perjudicar a los terceros que
han sido ajenos al proceso (res inter alios iudicata aliis neque prodesse neque nocere
potest). Por partes debe entenderse no sólo a los sujetos activo y pasivo de la pretensión
procesal sino también a todas aquellas personas que, en las condiciones previstas en la
ley, se han incorporado voluntariamente al proceso o han sido citadas para intervenir en
él, y a quienes la sentencia afecta "como a los litigantes principales" (CPN, art. 96). La
misma regla rige en materia de sustitución procesal (CPN, art. 114).
Antes de iniciar el proceso que vos determinaste, te consulta sobre qué ocurre si
quien resultare vencida en el proceso no cumpliere con la sentencia ¿Es ejecutable
esa sentencia?.
La ejecución de una sentencia es aquel proceso que tiene como objeto asegurar la eficacia
de las sentencias de condena. Es decir, es un instrumento que permite hacer valer los
pronunciamientos judiciales que imponen el cumplimiento de alguna prestación (de dar, de
hacer, o de no hacer).
Para que pueda ser ejecutable, dicha sentencia debe ser firme. Es decir, debe estar
consentida o ejecutoriada (art. 499 CPCCN). La sentencia firme consentida o ejecutoriada
implica que este no puede llegar a ser modificada y que no pueda ser interpuesto sobre la
misma algún tipo de recurso. La sentencia es consentida cuando no se interpuso un recurso
y venció el plazo para hacerlo. El consentimiento puede ser expreso, cuando es formulado
en el expediente, o tácito cuando la parte deja transcurrir el plazo sin interponer recurso. Es
decir, se consiente cuando no se concreta, tras su fallo, la reforma, reposición, queja o
nulidad que las normas procesales permitan. La sentencia es ejecutoriada cuando habiendo
presentado recurso el tribunal resuelve confirmando la misma o revocando parcialmente
esta.
Cuando se da esto, se dice que la sentencia está consentida y tiene carácter de cosa
juzgada. Cosa juzgada significa cuando una sentencia no puede ser modificable. Es decir,
es imposible que proceda algún recurso que permita modificarla. En este sentido, la cosa
juzgada hace referencia al efecto que posee una sentencia judicial firme, que contra ella no
procede ningún recurso susceptible de modificarla. Para que aplique la cosa juzgada debe
existir una sentencia firme, es decir, consentida o ejecutoriada.
La cosa juzgada puede darse en sentido formal o en sentido material. Por un lado, cosa
juzgada en sentido formal supone que la sentencia es inamovible e impugnable dentro del
proceso en el cual se dictó. Es decir, no se puede oponer ningún recurso ante ella, pero
existe la posibilidad de obtener, en un proceso posterior, un resultado distinto al alcanzado.
Esto suele suceder en los juicios ejecutivos en el cual cualquiera que haya sido el
contenido de la sentencia, queda a salvo al vencido, con ciertas limitaciones, el derecho
de promover un proceso de conocimiento tendiente a obtener su modificación (CPN, art.
553). Por otra parte, cosa juzgada en sentido material no admite ningún tipo de revisión.
Además de ser insusceptible a la interposición de un recurso, tampoco permite que se
modifique a través de la apertura de un nuevo proceso. Es decir, en ninguna circunstancia ni
otro proceso se va a poder juzgar de un modo contrario a lo adolecido por dicha sentencia.
La ejecución sólo procede a pedido de parte, y para iniciarla, es necesario contar con un
título ejecutorio. El título o instrumento de una ejecución de sentencia es una sentencia. Eso
se llama título ejecutorio.
Aquel bien el cual en su momento trabé embargo, ese bien se llevará a subasta pública,
para que los interesados pujen y obtener dinero para poder que lo que estoy reclamando se
haga efectivo.
Caducidad de la instancia
b) la inactividad procesal;
significa la paralización total del trámite judicial útil, o sea, el no cumplimiento de acto
idóneo alguno por ambas partes, por el juez o tribunal, o por los auxiliares de unos y
otros. Pero es preciso aclarar que la caducidad no se produce cuando los juicios
están pendientes de alguna resolución, y la demora en dictarla es imputable al
órgano judicial, o la prosecución del trámite depende de una actividad que el Código
o los reglamentos imponen al secretario u prosecretario administrativo (CPN, art.
313, inc. 3º) porque en tales supuestos las partes se hallan eximidas de impulsar la
marcha del proceso.
c) el transcurso de un plazo;
Los períodos de inactividad procesal que deben transcurrir para que se produzca la
caducidad se encuentran establecidos en el art. 310 CPN. Dichos plazos son los
siguientes:
Los medios impugnatorios se clasifican en remedios y recursos. Los remedios son aquéllos
a través de los cuales la parte o el tercero legitimado pide se reexamine todo un proceso a
través de uno nuevo o, por lo menos, el pedido de reexamen está referido a un acto
procesal. El rasgo distintivo está dado porque el remedio está destinado para atacar toda
suerte de actos procesales, salvo aquéllos que estén contenidos en resoluciones.
Los remedios son actos procesales circunstanciales ejercidos contra actos procesales del
juez y de la parte. Tienen por objeto la reparación de errores procesales
Un recurso se puede considerar un tipo de remedio que tiene como finalidad que se realice
un nuevo examen sobre un acto procesal de naturaleza jurisdiccional (providencia simple,
sentencia interlocutoria o sentencia definitiva). El recurso es un acto procesal en donde la
parte que se considera agraviada por una resolución judicial pide su reforma o anulación,
total o parcial, sea al mismo juez o tribunal que la dictó o a un juez o tribunal
jerárquicamente superior.
Los requisitos para interponer un recurso son: quien lo deduzca debe revestir calidad de
parte; debe haber un gravamen, un perjuicio concreto resultante de la decisión; debe
interponerse dentro de un plazo perentorio, que comienza a correr a partir de la notificación
de la resolución respectiva.
Los recursos ordinarios son aquellos que se conceden bastando argumentar que la
resolución impugnada ha sido expedida con vicio o error. Sin embargo, hay otros recursos
respecto de los cuales la legislación aplicable exige cierto número y tipo de requisitos de
admisibilidad y, sobre todo, de procedencia, que determinan que su concesión sea una
situación excepcional, éstos son los extraordinarios.
Es un remedio que se concede a las partes para obtener que el mismo juez o tribunal que
dictó una resolución subsane las deficiencias materiales o conceptuales que contenga, o la
integre de conformidad con las peticiones oportunamente formuladas. No es un recurso que
busca un nuevo examen, no hay modificación sustancial de la resolución, por lo que en la
práctica se considera un remedio.
Busca, a pedido de parte, corregir un error material, aclarar un concepto oscuro y suplir
cualquier omisión. Los errores materiales son aquellos errores que hubiese incurrido el juez,
como por ejemplo referirse al actor como demandado, regulan 400.000 de honorarios y
ponen distinto en letras que en números, escriben mal el apellido, etc. Un concepto oscuro
es cualquier discordancia que resulte entre la idea y los vocablos utilizados para
representarla. Las omisiones pueden ser pronunciamiento sobre cuestiones accesorias
(intereses y costas) cuanto sobre pretensiones principales o defensas oportunamente
articuladas en el proceso (como serían por ejemplo, la pretensión de daños y perjuicios
acumulada a otra pretensión, la excepción de prescripción, etc.).
Solamente procede contra las providencias simples ( resoluciones judiciales que se dictan
sin sustanciación previa, sea para impulsar el proceso o para ordenar actos de mera
ejecución) que causen o no un gravamen irreparable.
El recurso se va a interponer frente al mismo tribunal que dictó esa providencia para que lo
modifique. Debe ser interpuesto y fundado por escrito dentro de los 3 días siguientes al de
la notificación de la resolución. En caso que se dictare en una audiencia, debe interponerse
verbalmente en el mismo acto.
Si el recurso fue interpuesto por la misma persona que generó la resolución cuestionada o
la resolución cuestionada fue dictada de oficio, puede ser resuelto sin sustanciación (sin
correr traslado a la contraparte). Si el recurso es interpuesto por la otra parte, le van a correr
traslado a la otra parte por el plazo de 3 días para que lo conteste.
El recurso debe interponerse por escrito o verbalmente (art. 245 CPCCN) en el plazo de
cinco días (art. 244). En principio, el recurso se presenta y se funda en dos momentos
distintos (La excepción está en la reposición con apelación en subsidio; cuando interpongo
una revocatoria con apelación en subsidio, es en el único momento donde apelo y fundo en
el mismo acto). Tras presentar la apelación y que este fuera concedido, se va a proceder a
fundarlo.
En caso que el recurso se conceda con efecto devolutivo, deben cumplirse las reglas
establecidas en el art. 250 CPCCN. Si la sentencia fuere definitiva se remitirá el expediente
a la cámara y quedará en el juzgado copia de lo pertinente, la que deberá ser presentada
por el apelante. La providencia que concede el recurso señalará las piezas que han de
copiarse. Si la sentencia fuere interlocutoria, el apelante presentará copia de lo que señale
del expediente y de lo que el juez estimare necesario. Igual derecho asistirá al apelado.
Dichas copias y los memoriales serán remitidos a la cámara, salvo que el juez considere
más expeditivo tenerlos para la prosecución del juicio y remitir el expediente original. Se
declarará desierto el recurso si dentro del quinto día de concedido, el apelante no
presentare las copias mencionadas precedentemente y que estuvieren a su cargo. Si no lo
hiciere el apelado, se prescindirá de ellas.
La nulidad procesal es la privación de efectos imputada a los actos del proceso que, por
adolecer de algún vicio en sus elementos esenciales, carecen de aptitud para cumplir el fin
al que se hallen destinados.
El art. 169 CPCCN establece que ningún acto procesal será declarado nulo si la ley no
explicita esa sanción. Además, el acto por carecer de los requisitos requeridos debe haber
impedido que se logre la finalidad a la que estaba destinado. No amerita nulidad solamente
por poseer un vicio, sino además tal violación ha impedido al interesado ejercer sus
facultades procesales.
Existen cuatro formas para alegar la nulidad de los actos procesales: el incidente, el recurso
de nulidad, la excepción, y la acción de nulidad.
El incidente constituye la única vía adecuada para plantear la nulidad de cualquier acto
procesal realizado en el curso de la instancia, aun cuando, como consecuencia de un
procedimiento irregular, se haya dictado alguna resolución judicial (interlocutoria o
definitiva). El incidente debe promoverse dentro del plazo de cinco días contados desde que
el interesado tuvo conocimiento del acto viciado (CPN, art. 170), rigiendo, en la tramitación
de aquél, las normas relativas a losincidentes en general (arts. 175 a 187).
El CPN no admite la acción (pretensión) de nulidad como vía autónoma tendiente a obtener
la declaración de nulidad total o parcial de un proceso. El único supuesto de acción de
nulidad es el del art. 771, que la autoriza contra el laudo de los amigables componedores en
la hipótesis de haberse fallado fuera de plazo o sobre puntos no comprometidos; debiendo
entablarse dentro de los cinco días de aquél en que se hizo saber el laudo.
Se advierte, pues, que la finalidad del recurso de inaplicabilidad de ley se ciñe a un simple
aspecto de amplio contralor de legalidad que ejercen comunmente los tribunales de
casación; aspecto que se reduce aun mas si se tiene en cuenta que solo persigue lograr la
uniformidad de la jurisprudencia dentro de cada uno de los tribunales de alzada que
integran la justicia Nacional.
El recurso extraordinario federal es aquel medio impugnativo, por el cual una parte que se
siente agraviada, va a recurrir a la CSJN para que restablezca la supremacía constitucional
regulada en el art. 31 de la CN. Tiene como finalidad que aquellas sentencias definitivas de
los tribunales (locales o federales) que sean contrarias a la Constitución, pueden ser
llevadas en grado de apelación y en última instancia, ante la Corte Suprema de Justicia de
la Nación, a fin de que el Máximo Tribunal Federal revise dichas sentencias definitivas a
efectos de controlar su constitucionalidad.
Un REF lo puedo interponer porque hay una sentencia arbitraria de la cámara, hay una
cuestión federal en juego y la cuestión federal tiene que estar íntimamente vinculada con el
agravio que estoy presentando ante la corte. Solamente procede para apelar por la CSJN
aquellas sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales superiores de provincia en
los siguientes casos: cuando se haya puesto en cuestión la validez de un Tratado, de una
ley del Congreso, o de una autoridad ejercida en nombre de la Nación y la decisión fue en
contra de su validez; cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de Provincia se haya
puesto en cuestión bajo la pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional, a los
Tratados o leyes del Congreso, y la decisión haya sido en favor de la validez de la ley o
autoridad de provincia; cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución, o de un
Tratado o ley del Congreso, o una comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional
haya sido cuestionada y la decisión sea contra la validez del título, derecho; privilegio o
exención que se funda en dicha cláusula y sea materia de litigio.
Los requistos son: que la recurrida sea una sentencia definitiva; que en el pleito se haya
resuelto una cuestión federal; que la cuestión federal tenga relación directa e inmediata con
la materia sobre la cual versa el juicio; que la cuestión federal haya sido decidida en forma
contraria al derecho federal invocado; que ésta haya sido dictada por el superior tribunal de
la causa; que los requisitos mencionados subsistan en el momento en que la Corte
Suprema dicte sentencia.
Para tramitar un REF, en primer lugar, la cuestión federal debe ser planteada en la demanda
o contrademanda, de manera tal que los tribunales de la causa estén en condiciones de
pronunciarse sobre ella. Debe interponerse y fundarse por escrito ante el juez, tribunal u
organismo administrativo que dictó la resolución que lo motiva. Es decir que el recurso debe
bastarse a sí mismo, de manera tal que de su simple lectura el tribunal pueda formarse
juicio sobre su admisibilidad. El plazo para interponerlo es de 10 días. Mediante la acordada
4/07 la Corte Suprema estableció una serie de requisitos de forma que debe cumplir todo
recurso extraordinario para resultar admisible. El mismo tribunal va a hacer un examen
formal sobre el recurso (por ej. si se presentó en tiempo, acordada 4/2007). Si pasas el
primer control, le van a correr traslado a la contraparte por idéntico plazo (10 días). La
contraparte tiene que contestar el traslado del REF. Una vez que contesta o vencido el plazo
se eleva el expediente a la corte.
La Corte, según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar
el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones
planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia.
Explicar recurso de queja por apelación denegada.
El recurso de queja por apelación denegada toma lugar ante un rechazo de recurso
extraordinario federal.
Se debe interponer mediante escrito que debe fundarse en la misma forma exigida para el
recurso extraordinario. No es necesario que el recurrente agregue recaudos (copia de la
sentencia apelada, del escrito en que se dedujo el recurso extraordinario, del auto
denegatorio, etc.) Tiene que ser un escrito autónomo, no va a pedir el expediente de la
cámara. El recurrente debe acompañar, al escrito de queja, un recibo del que resulte
depositado a la orden de la Corte en el Banco de depósitos judiciales. El recurso de queja
también se encuentra sujeto a requisitos formales establecidos por la acordada 4/07 de la
Corte.
La CSJN va a expedirse acerca de si está bien o si está mal. Si se expide a favor, falla y le
dice que conceda y que lo elevan. La tasa ($100K) se devuelve. Si la declaran inadmisible
no. Si no depositas la tasa, te lo declaran inadmisible el recurso de queja.
La Corte podrá desestimar la queja sin más trámite, exigir la presentación de copias o, si
fuere necesaria, la remisión del expediente. La Corte podrá rechazar este recurso en los
supuestos y forma previstos en el artículo 280. Si la queja fuere declarada procedente y se
revocare la sentencia, será de aplicación el artículo 16 de la Ley N. 48.
El recurso por salto de instancia o “per saltum” se utiliza para evadir el tránito normal de las
instancias para permitir que intervenga la CSJN así donde exista un caso de gravedad
institucional. El “per saltum” va a permitir el conocimiento de un proceso por parte de la
CSJN en determinadas circunstancias saltando instancias. La nota característica de este
recurso no es necesario como requisito para acceder al máximo tribunal el haber agotado
las instancias previstas.
Para que proceda, tiene que haber una sentencia definitiva, pero que tiene que haber una
gravedad institucional tal que no puede esperar la vía ordinaria. Por esa razón hay que
saltear la cámara de apelaciones. Siempre tiene que ser una causa de competencia federal.
Si es local, siempre tiene que haber un pronunciamiento superior de cada justicia. No puedo
interponerlo contra un juez de contencioso administrativo local.
La mera imposición del recurso interrumpe los efectos de la sentencia de primera instancia.