Está en la página 1de 6

La vida por los colores.

Un lunes de invierno, a las 5 de la mañana suena el despertador de Cacho. De mal


humor, cansado, se levanta y va al baño. Se mira al espejo, ojeras color remolacha,
una barba larga y sucia y el pelo grasoso es lo que ve. Se esta duchando y de repente
empieza a caerle agua fría. Enojado, se seca, se lava los dientes y va a la cocina a
desayunar. Pone la pava sobre el fuego y saca los bizcochitos de la alacena. “Ahh”
suspira después de tomarse el primer mate, que aunque todos le dicen que es
intomable, a él le encanta.

Se pone el gorro de lana naranja que le regalo su mamá para su cumpleaños numero
catorce, que llevaba el escudo de Bera bordado en el frente, la campera y sale hacia la
estación de tren de Ranelagh. Se baja en la estación de Sourigues y camina 10
cuadras hasta llegar al galpón.

-¿Cómo andas Cachito?- le pregunta Federico, el oficinista de la agencia de fletes


donde él trabaja.

-Y acá ando Fede, ¿vos? - responde Cacho.

-Bien, bien, levantá la cara que el domingo se juegan el ascenso. – Lo motiva su


compañero- Hay un pedido, medio lejos, en Bernal, y es un pedido grande, dos viajes
por lo menos, pero buena guita. -.

“Pero la pucha, re lejos queda Bernal, y encima doble, voy a llegar a mi casa a las mil.”
Piensa cacho, pero responde:

-Bueno dale, pásame la ubicación y voy, ¿me acompaña Mati o Maxi? – Rezando en
su cabeza que le responda Mati.

Mati es hincha de Berazategui, como Cacho. A Cacho le encanta ir con Mati porque en
todos los viajes van hablando del club del cual ambos son apasionados. Maxi, en
cambio, es hincha de Boca, y a Cacho le parece un “pesado bárbaro”, porque vive
alardeando de sus copas y burlándose de que estén en la C.

-Ehh no, te acompaña Maxi- Le responde Fede. -Suerte con eso. - Dice entre risas,
que ya sabe que no se llevan bien y que Maxi es fanfarrón.
30 minutos después, Maxi y Cacho están en el camión yendo hacia Bernal.

-¿Qué se siente que tu equipo esté en la C?- le pregunta Maxi a su compañero.

Cacho no le responde. Sigue con la mirada en el camino.

-Dalee no te enojes pichón.- Le insiste Maxi.

-Dejáme de joder y pásame un mate, dale. - Le dice Cacho

Así pasa esta fría y larga jornada Cacho, que termina a las 5 y se pone de inmediato a
hacer trabajos extracurriculares, denominadas “changas” por él.

A las 10 llega a su casa, de donde Maxi sale rápidamente y se sube a su Fiat 1. Cacho
está tan cansado que decide no preguntar y simplemente entrar a su casa para comer
e irse a descansar. Saluda a su esposa.

-¿Y Tomi?- Pregunta Cacho.

-Y donde va a estar, jugando a la compu en su cuarto igual que siempre.- Le responde


la mujer, con un tono que a Cacho no le gusta.

-¿Cocinó? ¿Hizo algo para la casa aunque sea?- Pregunta, esperando que le diga que
si pero en el fondo sabiendo que no.

- Que preguntas tontas que haces. Obvio que no. Yo ya comí igual, y él no creo que
coma, así que prepárate lo que vos quieras.- Dice su mujer antes de irse por la puerta
hacia su cuarto.

Cacho, muy cansado como para cocinar, abre la alacena y se prepara un pan con
manteca. Se toma un vaso de agua, y se dirige al baño para cepillarse los dientes e
irse a escuchar el partido de Berazategui.

Pone el partido en la radio, se sienta y piensa… “¿Por qué sigo? ¿Qué es lo que me
mantiene en este mundo? ¿Cuándo voy a poder vivir sin estar cansado, de mal humor
y ser por fin de una vez feliz? Mi hijo no ayuda en nada y mi mujer no me acompaña.
Dios, por favor dame una señal para seguir viviendo esta vida horrorosa.” Sus
pensamientos se ven interrumpidos por los gritos del relator, contando que se acerca
el delantero de su equipo al área de manera peligrosa. “Se aproxima Pedro Durante al
área de San Martin con el balón controlado. Le puede daaaar!! Penal. Penal para
Berazategui aquí en Burzaco señoras y señores. Pedro Durante toma la pelota entre
las protestas ante el arbitro y la sitúa en el punto penal.” “Por favor Pedro, mételo. Esta
es la señal de Dios. Berazategui es mi razón para seguir viviendo. Y si metemos este
gol y aguantamos 5 minutos más jugamos la final.” “Se aproxima. Durante al paloooo
gol. Goooooooool de Berazategui. Goooooool. Berazategui, a 5 minutos de su máxima
oportunidad para hacer historia. Berazategui gana el partido 2-1 a 5 minutos del final.
El Naranja puede llegar a jugar la final este domingo para ascender.” Cacho sale a la
calle gritando de euforia, con la radio bajo el brazo. Aunque cansado, es tal su pasión
y fanatismo por su equipo que sale gritando y corriendo sin importarle nada. “Vamos
beraaa” se escucha de fondo.

El partido termina y Cacho se va contento y eufórico a la cama. Le agradece a Dios


por la alegría y es consciente de su razón para seguir viviendo.

Los demás días de la semana son igual de cansadores, fríos y miserables, excepto
que ahora tiene la motivación de llegar al domingo para por fin poder ver a su equipo
ascender a la B metropolitana (3ra división del futbol argentino), lo que tanto espera
desde hace tanto tiempo.

Llega el sábado anterior al partido. Cacho se despierta igual de temprano que los días
de semana. Antes de ir a hacer los mandados toma mate con tortafritas con su mujer.
Tiene que ir a capital asi que intenta prender su Fiat Zastava blanco y rojo, pero no
rojo por pintura sino por desgaste. Después de algunos intentos agotadores logra
prenderlo. En su camino hacia capital, mientras pensaba en la felicidad que sentiría si
el club del que es hincha fanático desde chiquito asciende, escucha un fuerte ruido
desde atrás, casi como una explosión. Poco a poco su auto empieza a desacelerar
mientras escucha un sonido de metal chocando contra metal.

Una vez en la banquina ve que se le explotó la rueda derecha delantera. Llama a la


grúa y espera contra el guardarail, muerto de frío y sintiendo el nauseabundo olor de
las cloacas. Mientras espera a la grúa llama a su mujer pero no le atiende. Llama a
sus compañeros de trabajo pero tampoco tiene respuesta. Así que decide ir
caminando.

Después de esta larga caminata llega a su destino. Hace sus tramites, decide ir a
merendar a un Bonafide para premiarse por su trabajo pero ve que no le alcanza.
Triste, parte hacia Paseo Colon para tomarse el 195 que lo deja a tan solo unas
cuadras de su casa.

Finalmente, después de comer unas milanesas secas, con pure frío y desabrido,
preparadas por su hijo, pero emocionado por lo que le espera al otro día, se va a
dormir.
El domingo a la mañana se despierta. Se pone la remera naranja que caracteriza tanto
a su cuadro. Agarra su bandera y va hacia la cancha. Se encuentra con sus amigos de
la cancha, incluido Matias.

Arranca el partido vs Claypole, históricos rivales de Berazategui. Cacho esta muy


nervioso. Pasan muchas jugadas sin mucho peligro hasta que en una jugada de
Claypole la pelota toca la red. Por suerte el juez de línea lo anula.

-Menos mal que estaba en offside.- dice Cacho.- Pero que esta pasando!! ¿Porque
nos estamos tirando abajo dios mío? Si no nos ponemos las pilas nos van a meter
alguno que si valga. -

Pocas jugadas después, un centro de el equipo rival concluye con un cabezazo de


Carballo, el 9 de Claypole, y esta vez si es gol.

Cacho se lamenta e insulta. Pasan los minutos hasta que llega una jugada peligrosa
de La Naranja Mecánica. Durante entra en el área y le hacen falta. “Penal jueeeeez”
Grita Cacho. El arbitro toca el silbato y señala al área.

“Como en la semifinal” Piensa Cacho “Metelo Durante por favor” Cacho se ilusiona
devuelta con la idea del ascenso. Pobre de él porque tan solo segundos después el
jugador erra el tiro impactando contra el palo. “No me la contés” grita el fanático.
Pasan los minutos y el árbitro pita para concluir el primer tiempo. Cacho y sus amigos
se alientan entre ellos y al comienzo del segundo tiempo están mas motivados que
nunca. Pasan los minutos pero nada. Ni una oportunidad. Claypole domina el partido.
Poco a poco la cancha se va callando.

“No puede ser que dejemos de cantar. ¿Qué estamos demostrando como hinchada?.
¿Qué, no tenemos pasión por el deporte? Puede ser que los demás no, pero yo sí. No
me voy a callar. Ni después del minuto final.” Y después de eso se pone a cantar con
más energía que nunca. Canta con todas sus fuerzas intentando levantar al equipo.
Poco a poco mas voces se suman a su canto. La llama naranja que Cacho lleva en el
corazón se contagia a los demás. Y antes de que se den cuenta todo el estadio está
gritando y alentando como nunca.

Los jugadores, mas motivados que nunca, hacen una de las jugadas de equipo más
impresionantes y coordinadas de la historia del futbol nacional, que concluye en un gol
de chilena, después de un centro de rabona sensacional. La afición gritó este gol como
ninguna otra en la historia.
Ahora, mas contentos aún, los fanáticos de Bera, Cacho entre ellos, alientan a su
equipo. Cantan:

“Señores yo dejó todo

Me voy a ver a Bera

Porque los jugadores

Me van a demostrar

Que salen a ganar

Que quieren salir campeón

Que lo llevan adentro

Como lo llevo yo”

Minuto 93. La última jugada del partido. Un tiro al arco termina en un despeje del
arquero de Claypole. Todos se ilusionan. Todos confían en el centro que les puede dar
el ascenso a la tan esperada “B Metro”. Le pega García. Todos los corazones parados.
Toda la tribuna expectante de que esta última instancia les brinde semejante alegría.
Centro llovido al punto penal. Volea de Enzo Zarate. Y así es como la pelota, girando
sobre su propio eje, de manera fulminante, estalló un conjunto de ruidos, festejos y
felicidad en su máxima expresión, y quedo plasmada contra la red. Jugadores,
técnicos, apasionados, personas aleatorias y Cacho, festejaron todos juntos en el
terreno de juego. “Gracias viejo por hacerme de Bera” piensa Cacho mirando al cielo
entre los festejos. “Gracias por transmitirme esta pasión que me ayudo a seguir con mi
vida. Puede pasar de todo, puedo tener al peor compañero de trabajo del planeta, se
me puede explotar la rueda en el medio de la autopista, pero si pienso en este equipo,
se me pasa todo” agradece el fanático más apasionado que cualquier equipo podría
llegar a tener.

Esta es la historia de Cacho. Un hincha de un equipo que no esta ni remotamente


cerca de tener el éxito que tienen muchos otros equipos del mundo, pero que aún así,
va a la cancha en todas las ocasiones posibles y se desvive por su equipo. Un hincha
que sigue viviendo por y para su equipo favorito. Una persona, que representa la
pasión por las actividades tan importantes de nuestro día a día como son las
deportivas. Esta es la historia de Cacho, pero podría ser la de cualquier otro.

Fin.

Nombre del grupo: SPH


Participantes: Juan Bautista Filloy DNI:48313517

Valentino Paolucci DNI:48112390

Lucio Venier DNI:48240725

También podría gustarte