Hoy, como todos los años, nos toca una vez más, soltarles la mano a nuestros egresados, tal

vez
dándoles el último empujoncito para que caminen solos, ya que así lo harán a partir de ahora.

Creo que la mayoría nos sentimos cual padre subiéndolos a la bici en 1º año, mostrándoles cómo
pedalear en 2º, curando heridas y moretones en 3º, acompañándolos a que logren el equilibrio en
4º, en 5º, ya corriendo a su lado y en 6º finalmente, disfrutando de los aprendizajes y orgullosos
del camino recorrido.

Hay unas palabras que siempre que las leo me llegan a lo profundo del alma. Son muy simples,
pero muy sabias, y hoy en este momento especial en que todos nos mostramos por dentro, quiero
compartirlas con ustedes.

No olvides mirar hacia adelante, allí están tus metas y debes luchar por ellas. Llenarán tu vida de
sentido, por más pequeñas que sean.

Mira hacia los costados, ve quiénes te acompañan, quiénes te sostienen, valóralos y agradece su
presencia en tu vida.

Mira hacia abajo, porque para llegar a donde deseas, no debes pisar a nadie, sólo debes hacer tu
trabajo y el resto vendrá solo.

Mira hacia arriba, cree en algo. No importa el nombre que le pongas. Muchas veces te ayudará a
entender lo inexplicable de la vida.

Pero por sobre todo, mira hacia atrás, NO para ver tus errores y arrepentirte. Sino, para aprender
de ellos, ver el camino recorrido, disfrutar de tus logros, saberte orgulloso de haberlo dado todo
en busca de TU felicidad.

Hoy nos toca acompañarlos a cruzar un puente. Ese puente que los lleva hacia nuevos horizontes.
Habrá un pedacito que será cuesta arriba, pero sabemos que tienen la voluntad para llegar a la
cima y de ahí, el recorrido no tendrá fin.

En una realidad tan compleja, difícil, rara y tal vez un poco tediosa, como la que les tocó vivir, la
preparación es la mejor estrategia para enfrentar las crisis de un mundo incierto.

El futuro de cada uno de Ustedes no está en manos del destino; y aún cuando pudieran creer que
el destino es el que baraja las cartas, son Ustedes quienes las juegan. Lo que les queremos decir,
es que Ustedes formarán su propio destino. Ustedes y sólo Ustedes son quienes deben
preguntarse qué es lo desean hacer con sus vidas.

Sus padres, sus maestros, sus profesores, hemos puesto los cimientos: el respeto a la dignidad de
la persona; el respeto que debe empezar por Ustedes mismos, y debe continuar con sus familias ,
con todos los que los rodean y con la sociedad entera. Aprendan a decir sí, y aprendan a decir no,
cuando sea necesario. ¡ Ustedes son personas valiosas! ¡No permitan que nada ni nadie los desvíe
de su camino como personas dignas y honestas!

Queremos que cuando la crucen este puente, crean, en lo más profundo de su corazón, que son
capaces de lograr cualquier cosa que se propongan. Que nunca van a perder, sino que
simplemente, de cada tropiezo nacerá un aprendizaje. Sólo es cuestión de seguir adelante y
apuntar su timón hacia el infinito.

Recuerden que son más valientes de lo que creen, más fuertes de lo que parecen y más
inteligentes de lo que piensan.

Salgan al mundo con la seguridad que los caracteriza, vivan cada nueva experiencia como un
aprendizaje. Disfruten, sueñen y cumplan sus sueños, pero eso sí, y a esto los obligo: NUNCA,
PERO NUNCA JAMÁS, SE OLVIDEN DE SER FELICES.