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SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

FHAyCS – UADER

APUNTE DE CÁTEDRA N° 2
Prof. María Laura Raffo
Mayo 2023

El siguiente material está pensado y redactado para estudiantes de la cátedra


Sociología dela Educación de la FHAyCS. Consiste en una introducción al campo de
la Sociología de la educación, sus problemas y corrientes principales.

CORRIENTES PRINCIPALES DEL CAMPO DE LA SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN:


TEORÍAS DEL ÓRDEN Y DEL CONFLICTO

En este eje problemático realizamos un abordaje de los aportes de Emile Durkheim


(1858-1917) que figuran en su libro “Educación y Sociología” (1922). Especialmente su
definición de educación. Consideramos que este es el primer trabajo sociológico sobre
la educación y por ello lo consideramos un autor fundacional en un doble sentido, por
sentar las bases de la Sociología y por definir a la educación como un “hecho social”. Es
decir, él fue el primero en sostener que el fenómeno educativo podía ser objeto de una
ciencia empírica (la sociología, por cierto), y aunque no llamó a esta ciencia Sociología
de la educación, bien sabemos que lo que hay en ella es pura sociología.
En síntesis, Durkheim inaugura la Sociología, el pensamiento sociológico sobre lo
social y con ella la reflexión sociológica sobre la educación. Define la educación como un
hecho social, le otorga una finalidad social y delega en el Estado la obligación de educar.
La Pedagogía sobre la que asienta el Sistema Educativo Estatal se consolida y expande
entre los siglos XIX y XX. En nuestro país este fenómeno se produce gracias a la creación
de los Colegios Nacionales y de las Escuelas Normales Superiores. Con la sanción de la
ley 1.420 (Primea ley de educación nacional) comienza a tomar forma la sistematización
de la educación pública, gratuita, laica y obligatoria. Dicha expansión precisó de un
marco teórico, y pedagógico que le diera sentido, homogeneidad y largo alcance.
Llamaremos a la pedagogía dominante en esta época Pedagogía moderna.
En los aportes de Pablo Scharagrodsky encontramos una lectura general de un
aspecto invisibilizado, o pocas veces tenido en cuenta: el cuerpo. Según el autor existen
varios argumentos de por qué el cuerpo ha estado invisibilizado en la escuela que tienen
que ver con características inherentes a la pedagogía moderna (enciclopedismo,
primacía de la razón por sobre las pasiones, currículum cientificista y desvalorización de
las disciplinas dedicadas al cuerpo: educación física, artes. Baja carga horaria, menor
prestigio). Ahora bien, Scharagrodsky encuentra cierta superficialidad en estos planteos
ya que no conectan con el objetivo básico y central del discurso pedagógico moderno:
el control y la regulación del cuerpo, especialmente en la infancia, mediante lo que el
autor llama una CULTURA CORPORAL.

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¿Podemos utilizar la categoría de Durkheim para pensar la educación en este
período? ¿qué elementos de la pedagogía moderna, en especial el trato al cuerpo
infantil, se conectan con esta definición de educación de Durkheim?
Repasemos el concepto:
“La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre aquellas que
no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la vida social. Tiene por
objeto el suscitar y desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales
y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio
ambiente al que está especialmente destinado” (Durkheim, E. 2013; pág. 60)
Señalemos de aquí la función social de la educación: “la socialización metódica de la
joven generación” (pág. 60). La socialización que se le encargó a la escuela de la
Modernidad tomó de Durkheim la idea principal de transmitir e incorporar pautas
culturales, valores, normas. Si bien esta función no fue exclusiva de la escuela
(recordemos la mención a la importancia de familia que hace Durkheim), sí resultó
fundamental que fuera la escuela estatal la institución encargada de difundir los valores
sociales considerados universales. Junto a ello, la escuela posibilitó la transmisión de
capacidades y habilidades de las personas de acuerdo con el género, necesarios para su
desempeño en la vida adulta. Es decir, posibilitó que las personas desempeñen la
función específica dentro del orden social tal cual está estructurado (llamaremos a esto
“función conservadora”).

SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN: TEORÍAS DEL ORDEN Y DEL CONFLICTO


Ahora bien, avanzado ya el Siglo XX, y concluida la Segunda Guerra Mundial (1945),
el mundo se encuentra dividido en dos grandes polos geopolíticos liderados por Estados
Unidos (EE. UU.) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), con sus
respectivas áreas de influencia.
Así mismo es el momento de los Estados de Bienestar (una fase en el sistema
Capitalista en el que el Estado ocupa un lugar central en la producción y distribución de
la riqueza y en la garantía de los derechos ciudadanos, entre otros aspectos). La
educación fue considerada motor del progreso social y económico. Los sistemas
educativos a nivel mundial experimentaron un gran crecimiento de la matrícula y, por
consiguiente, un aumento en el presupuesto educativo, esto es el gasto público
destinado a la educación, en todos los niveles del sistema educativo, incluidas las
universidades.
En este contexto es posible evidenciar dos perspectivas teóricas en el campo de la
Sociología de la educación que responden a diferentes posicionamientos según los
fundamentos del orden social: las teorías del orden o del consenso y las teorías críticas
o del conflicto. Los dos tendrán una visión particular sobre el problema de la desigualdad
social y su vínculo con la escuela. Este será un tema central.
En la década del ‘50 vemos consolidarse en EE. UU lo que se ha dado en llamar
Paradigma del Consenso (también pueden encontrarlo como paradigma dominante o

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teorías del orden). El énfasis está puesto en la preservación del orden social según pautas
muy concretas de roles y funciones sociales (teoría sociológica funcionalista). Su
representante en el plano escolar es el sociólogo Talcott Parsons. En 1959 publica un
artículo que se llama “El aula como sistema social”. Tomando aportes de August Comte
y de Emile Durkheim, Parsons detalla las funciones que él considera más relevantes de
la escuela, entre ellas la socialización. Se trata de una postura con énfasis en el consenso
y en el equilibrio de la sociedad junto a un excesivo cuantitativismo metodológico. La
educación cumple funciones imprescindibles para el mantenimiento del orden social.
Así mismo, el éxito y el fracaso escolar quedan sujetos a los recursos, esfuerzos y
tiempos que cada individuo invierte en su propia educación. En tanto que la desigualdad
social se explica como el resultado del aprovechamiento individual de las oportunidades
educativas, e incluso, como la expresión de distintos sistemas de preferencias
individuales. Estas posturas y su impronta determinista sobre el éxito y el fracaso escolar
fueron dominantes en el campo académico de la investigación socioeducativa durante
la década del 50 y 60.
Por estos años, este paradigma fue fuertemente criticado por las teorías críticas o del
conflicto. Surge así otro enfoque, crítico del primero que va a poner en cuestión los
supuestos anteriores y, sobre todo, dará nuevas explicaciones sobre la desigualdad
educativa, ya no como un problema individual sino como producto del funcionamiento
de las estructuras e instituciones sociales.
El contexto socio histórico de la década del 60 y del 70 nos lleva a revisar los procesos
sociales más destacados de Europa, EE. UU. y América Latina. Se evidencia aquí una
visión crítica de la sociedad capitalista (no es propia de esta época, sí hay mayor
producción teórica y socioeducativa al respecto) La Sociología del conflicto retoma
aportes de Marx, Weber, Gramsci y de la Escuela de Frankfurt. Si bien el punto de
encuentro de todas ellas es poner en cuestión los postulados de la sociología anterior,
es importante destacar que las teorías del conflicto de corte marxista toman al conflicto
como núcleo central de la vida en sociedad, sustituyendo de esta manera las nociones
de “orden” y “progreso” que organizaban el paradigma funcionalista, y reemplazándolas
por las categorías de “movimiento” y “transformación”. Será fundamental reconocer las
contradicciones y la lucha de clases como factor de transformación de la sociedad. Para
esta sociología crítica el conflicto es inherente y constitutivo de lo social.
Desde aquí se pone en cuestión la pretensión de que la EDUCACIÓN ES IGUAL PARA
TODAS LAS PERSONAS. La escuela, por ser una institución social forma parte del sistema
Capitalista y como tal ayuda al sostenimiento de este sistema económico.
En Francia Louis Althusser , seguidor de Marx publica en 1969 un escrito que llama
“Ideología y aparatos ideológicos del Estado”. Allí explica cómo se produce el dominio
de la burguesía (clase social dominante) sobre la clase trabajadora y, sobre todo, cómo

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se realiza la reproducción de las fuerzas productivas1 y de las relaciones sociales de
producción (burguesía y proletariado). Evidencia que la escuela, a través de los
contenidos y prácticas escolares ocultan a sus estudiantes las relaciones sociales de las
que son parte, impidiéndoles conocer las condiciones reales en las que viven. Así
mismo, si bien la enseñanza se programa de manera diferenciada según la clase social,
ésta se presenta como un proceso neutral, individual y objetivo. La escuela según
Althusser transmite ideología a través de contenidos, rituales y prácticas.
Althusser inspira los trabajos de Baudelot y Establet (1976) en Francia, para quienes
existen dos tipos de escuelas, unas para obreros y otra para los hijos de la burguesía. La
educación, lejos de ser neutral y objetiva tiene un carácter político. Y en EE. UU. se
suman bajo este postulado los aportes de los sociólogos Bowles y Gintis (1981) EE. UU.
Para todos estos autores la escuela sólo puede ser comprendida en la medida en la que
se la estudie inmersa en una determinada estructura de clases sociales. El conflicto
social se desarrolla en el marco de tres instituciones: la familia, el trabajo y la escuela.
Así mismo detectan que existen mecanismos escolares ocultos, invisibles en los saberes
y en las prácticas que ayudan en la legitimación de las desigualdades sociales hasta
tornarlas naturales.
Recuerden aquí las referencias que mencionamos en el Apunte de cátedra N°2, para
ejemplificar esta idea: Maquinaria escolar de Francesco Tonucci y The Wall de Pink
Floyd.
En síntesis, todos estos trabajos postulan que la contribución específica y decisiva de la
educación para la producción y reproducción de las clases sociales reside en su
capacidad para la manipulación y el moldeamiento de las consciencias. Es en la
preparación de tipos diferenciados de subjetividad, de acuerdo con las diferentes
posiciones de clase, que la escuela participa en la formación y consolidación del orden
social. Para esto es decisiva la transmisión e inculcación diferenciada de ciertas ideas,
valores, modos de percepción y estilos de vida, en general sintetizados en la noción de
ideología.
La función social de la escuela es responder a la demanda del sistema capitalista de
mano de obra con ciertas características técnicas actitudinales y de una población en
general dócil y favorable deduciendo la necesidad de existencia de una institución como
la escuela orientada a producir tales resultados.

LAS TEORÍAS DE LA REDUCCIÓN SOCIAL Y CULTURAL

Pierre Bourdieu y Jean- Claude Passeron representan lo que algunas personas llaman las
teorías reproductivistas o reproduccionistas a partir de su obra titulada “La
Reproducción, elementos para una teoría del sistema educativo” (1970).

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Incluye a los medios de producción (instrumentos y materiales que intervienen en el proceso de
trabajo) y a la fuerza de trabajo (conjunto de capacidades físicas y mentales, inherentes a todo ser
humano, susceptibles de ser utilizadas para la producción).

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Su eje está puesto en analizar la reproducción de las desigualdades sociales por parte
de la escuela. Las instituciones educativas favorecen a los que tienen elevado capital
cultural (o capital cultural legítimo que transmite arbitrariamente la escuela).
Para estos autores existe una fuerte relación entre educación y poder más
específicamente entre cultura-educación-poder.
El pedagogo brasilero Tomás Tadeu Da Silva explica de manera muy clara y sencilla este
proceso: “la dinámica de la reproducción social está centrada en el proceso de
reproducción cultural. Es a través de la reproducción de la cultura dominante que la
reproducción más amplia de la sociedad queda garantizada. La cultura que tiene
prestigio y valor social es justamente la cultura de las clases dominantes: sus valores,
gustos, costumbres, hábitos, modos de comportarse, de elegir (Da Silva, 1999, pág. 16)
Previo a que publiquen “La reproducción…” estos dos autores escribieron “Los
herederos, los estudiantes y la cultura” (1964, Francia). Allí demostraron
empíricamente (basándose en estadísticas) que la situación de los estudiantes frente a
la cultura escolar difiere según el origen social y que las diferencias de origen se traducen
en diferencias de aptitudes para responder a las exigencias de la escuela, lo cual
condiciona la posibilidad de finalizar la carrera y obtener un diploma. En definitiva, por
la forma en que opera, el aparato escolar no hace más que confirmar un resultado que
ya estaba determinado de antemano: el éxito es de los que, por su origen social, poseen
la “gran cultura”, es decir de los elegidos (los herederos).
Para conocer un poco más a Pierre Bourdieu les recomendamos que vean el siguiente
documental: La Sociología es un deporte de combate (2001). Allí conocerán la vida del
autor, en los últimos años de su carrera, previo a su muerte (2002). Lo veremos en sus
actividades académicas, participando de radios comunitarias, marchas sociales
ecologistas y siendo cuestionado por periodistas, estudiantes y en congresos. Aborda
conceptos y temáticas que trabajaremos durante todo este eje problemático. Su
visualización les será no sólo agradable sino fundamental para darle mayor sentido a los
temas que les proponemos.

Bibliografía consultada:

Álvarez Uría, F y Varela J. (2009). La escuela y sus funciones sociales. En F Álvarez Uría y J Varela.
Sociología de las instituciones, bases sociales y culturales de la conducta (selección) Madrid,
España, Morata

Bonal Xavier (1998) Sociología de la educación. Una aproximación crítica a las corrientes
contemporáneas. Editorial Ariel.

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