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ANTONIO PAREDES CANDIA

Capitulo 1
Juancho se levanta temprano para ir a trabajar de lustrabotas a la plaza Kennedy, con
sus
otros amigos lustrabotas, se suben a un micro, en el que una señora que viene del mercado
empieza a molestar a uno de los lustrabotas, diciéndole que le quería robar; se arma
un
escándalo, en el cual los niños llegaban al lugar que tenían que ir. Antes de bajarse, Juancho
deja un pájaro muerto que encontró al salir de su casa en la bolsa que llevaba aquella señora.
Al darse cuenta de lo que había puesto en su bolsa, asustada, lo tira en la cabeza de
un
anciano por accidente, insulta a la señora y cae en la chola que estaba al lado de la señora ella
lo tira y así se arma un alboroto en aquel micro.
Capitulo 2
Los niños subieron al cementerio y ahí se encontraron con una policía y el jefe de el hermano
menor de uno de ellos; de pronto, la policía quiso cobrarle a los niños una “multa” por haber
estado sin permiso en ese lugar para lustrar zapatos. Luego, el jefe les reviso los bolsillos, y,
cuando quiso hacerlo, empezó a llorar y algunas mujeres empezaron a regañar a la policía y al
jefe, mientras tanto los niños empezaron a llorar, y cuando nadie lo noto, escaparon de ahí.

Capitulo 3
En la plaza Kennedy, empezaron a lustrar zapatos y a uno de ellos, un hombre empezó
a
quejarse de que le lustraron mal y al notarlo, decidió no pagarle y se escapo. Un policía se
acerco y el niño empezó a llorar, en lo cual el policía lo quiso llevar a una seccional.
Capitulo 4
Neno que era uno de los niños lustrabotas, llego a su casa en la que vivía con sus hermanas,
una mayor llamada Chila y una menor llamada Chabela, la cual tenía una tos que nunca se
sanaba. Al encontrar a Chila llorando, al saber de que su hermanita había vomitado sangre.
Tratando de recurrir a su madrina, solo vino un momento porque tenía trabajo, diciendo que
llamen al padre Venancio.
Crisanto, quien era el hermano menor del Chino Rodrigo, fue a casa de Villanueva, uno de los
jefes de aquel. Doña Brungilda, era la esposa de Villanueva, ordena al niño que vaya a
comprar pan. Al regresar, decide ir al mercado con el niño. Lo dejo comiendo un a llaucha y un
api, y al regresar ella, compraron lo que pudieron y volvieron a la casa.
Capitulo 5
Crisanto al llegar a la parroquia y encuentra a Neno llorando, avisándole que la Chabela había
vuelto a vomitar sangre. Luego llega Ángel, uno de sus amigos lustrabotas, llevando una silla
que la pone frente a una ventana donde estaba la enferma, el padre se la llevo la
noche
anterior y les dijo que no entraran porque se podían contagiar. Los niños se subieron en la silla
y empezaron a saludarla, a lo que ella sonrió. Esperando a que cedieran la silla, Juancho, el
Chino Rodrigo, Ángel, Chila y Margarita, hermana de Juancho, les pedían poder ver a
Chabelita, pero como ellos no les tomaron en cuenta, de un empujón, los hizo caer al suelo y
las dos jóvenes se subieron encima para saludar a la enferma.
Capitulo 6
Los niños quieren entrar al hospital al que llevaron a Chabelita, pero el portero Pompeyo no
los
deja entrar y los amenaza con que su esposa les echara agua caliente en la cara. El director
les avisa que vengan en la tarde.
Luego se encontraron con Jotato, un vendedor de gelatinas, avisándoles que el jefe de
Crisanto le iba a pegar si es que no le paga lo que le debe, entre el Chino, Jotato, Ángel y
Crisanto reunieron la plata para pagarle al jefe
Capitulo 7
Luego le contaron todo lo que paso a doña Justa, quien vendía comida. En la tarde, fueron al
hospital para visitar a Chabela, entre los cuales se habían aumentado los visitantes,
Jotato
quien traía una gelatina.
Una monja del hospital, les dijo que ya debían irse porque ya había terminado la hora de visita.

Capitulo 8
Chabelita estaba cada vez peor, el doctor Janshen la había dejado muy mal anoche; en la calle
estaban el padre y los niños esperando al doctor, al ver que se aproximaba, estaban nerviosos
al ver el estado de la enferma, cuando les avisaron que había sido llevada a otra sala, la cual
era la morgue.
Capitulo 9
En la mañana llego el padre de Chabelita, diciendo que se la devolvieran, pero al saber que
estaba ebrio, lo mandaron a dormir para que este sobrio para el entierro de Chabelita.
Su
entierro fue más triste que el velorio, los niños se ofrecieron a llevar el cajón donde se
encontraba el cadáver; mientras lo llevaban algunas personas se unieron otras personas,
algunas por curiosear y otras porque eran amigos de los niños, entre ellos Jotato y su abuela.
Llegaron al cementerio y ahí estaba el padre esperando con una tumba cavada, y, antes de
que pusieran el cajón, Chila y Margarita se abrazaron de el llorando, todos empezaron a llorar
menos Crisanto que ya se había cansado de llorar. Luego se fueron y a la mañana siguiente se
encontraron en la parada del micro

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