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Colegio metodista ahuachapaneco

Alumnos:
Bryan Edgardo Esteban Alvarado.
Bryan Antonio Funes Escalante.
Pedro José Ibáñez muñoz.
Leonel Mauricio Román Rincan.
Anderson Javier Ascencio Godoy.
Docente:
Luis Martínez.
Asignatura:
Lenguaje y literatura.
Tema:
Realismo mágico.
Grado:
Segundo año general.
Fecha de entrega:
Índice.
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pag #10 ………………………………………….
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Introducción.
Cuando decimos Realismo Mágico se nos viene a la mente a dos grandes autores:
Gabriel García Márquez y Juan Rulfo, pero el termino va más allá y se remonta a
la primera mitad del siglo XX con escritores como Arturo Uslar Pietri (venezolano),
Alejo Carpentier (cubano), Miguel Ángel Asturias (guatemalteco), Horacio Quiroga
(uruguayo) y Mario Vargas Llosa. Aunque hay otros precursores del Realismo
Mágico que son estos son los más representativos de esta corriente (muchos
dicen que son siete iniciadores) el primero de ellos Arturo Uslar Pietri utiliza por
primera vez el termino, dando el origen del Realismo Mágico.

El término realismo mágico fue acuñado por primera vez en Europa por el crítico
alemán Franz Roh para describir un tipo de pintura en el año 1925. Sin
embargo, la acepción del término realismo mágico que más conocemos es la
referida al movimiento literario surgido en Latinoamérica a mediados del siglo
XX. De un tiempo a esta parte, hemos sido testigos del enorme éxito de las obras
y los autores del realismo mágico, así como de su influencia en corrientes literarias
posteriores. Por un lado, se ha estudiado el origen y la definición del término
realismo mágico.
Asimismo, se han llevado a cabo estudios sobre el significado de diversas obras
mágico-realistas Cercana en tiempo y espacio al realismo mágico encontramos la
identidad latinoamericana, configurada a finales de la década de 1960 y 1970 en
América Latina. En un contexto de crisis económica, política y, sobre todo, de
valores, la sociedad latinoamericana marcada por un sentimiento de fracaso pone
en jaque la efectividad de las ideas europeas-occidentales. Existen diversos
autores que han apoyado esta idea de identidad latinoamericana y han escrito
sobre ella.
Dentro de este movimiento literario podemos enmarcar a escritores tan
destacados como Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Juan Rulfo, Gabriel
García Márquez o Arturo Uslar Pietri. Estos y otros autores escribieron obras
caracterizadas por mezclar elementos maravillosos y realidad con una gran
naturalidad en las que cobra una gran importancia el mito y los temas relacionados
con el continente. Entre ellas podemos destacar: Los hombres de Maíz (M.A.
Asturias, 1949); El reino de este mundo (A. Carpentier, 1949); Pedro Páramo (J.
Rulfo, 1955); Cien años de soledad (García Márquez, 1967) o La lluvia (1967, A.
Uslar Pietri).

El Realismo Mágico se define como una corriente literaria que se desarrolla en


Latinoamérica en el cual se busca la innovación estilística, en la ruptura de los
cánones tradicionales de la novela en donde lo tradicional se presenta de forma
hiperbolizada incluyendo en la narrativa; mitos de los pueblos de América Latina,
problemas sociales y culturales, se dio de la mano con el Boom Latinoamericano
más sobre esto en Movimientos Literarios. Posterior a las corrientes
representativas del Realismo en América (Realismo Regionalista, Crítico y Social)
aunque no está alejado de sus características esenciales del movimiento literario.
El realismo mágico se define por contar hechos reales pero que, además, incluyen
cuestiones maravillosas o irreales que los personajes perciben de manera natural
y cotidiana. La característica principal del realismo mágico es la alteración de la
realidad con acciones fantásticas, que son narradas en un modo realista, dando
por sentado la aceptación de estos hechos como reales y verdaderos, tanto para
los protagonistas como para el lector. Narra lo irreal como algo cotidiano y esa
particularidad lo diferencia del género fantástico en el que la historia en sí rompe
con la realidad conocida.
Muchas aproximaciones críticas al realismo mágico lo han interpretado como un
producto típico de las literaturas poscoloniales, o sea, de pueblos que vivieron el
dominio por parte de naciones más poderosas y que luego se emanciparon. Visto
así, el realismo mágico intenta conciliar la realidad de los colonizadores y la
realidad de los colonizados en un relato mixto, híbrido. Llegó a convertirse en un
movimiento literario fácilmente asociado al continente entero, contra el cual
habrían de rebelarse las generaciones de narradores posteriores. Por otro lado, el
término “realismo mágico” nació simultáneamente con el “real maravilloso” por un
novelista cubano.
Los escritores latinoamericanos pretendían renovar tanto el objeto como el
lenguaje y lo hacían mediante la incongruencia, la contradicción, lo escandaloso,
etc.… buscaban, con todo esto, descubrir “esa realidad casi desconocida y
alucinatoria que era la de América Latina. Una realidad peculiar que era
radicalmente distinta a la que reflejaba la narrativa europea”. (Uslar Pietri, 2006)
Esa realidad latinoamericana resultaba estar impregnada de elementos
maravillosos por lo que era totalmente novedosa y sorprendente dentro del mundo
de la literatura. En primer lugar, podemos hablar de Miguel Ángel Asturias (1899-
1974) fiel representante de la América maravillosa, la denuncia social y las
vanguardias literarias.
Desarrollo
En el Realismo Mágico se muestra la realidad narrativa con elementos fantásticos
y fabulosos, con la intención de exagerar la aparente contrariedad existente entre
los mismos. La estrategia del escritor consiste en sugerir un clima sobrenatural sin
apartarse de la naturaleza y su táctica es deformar la realidad. Los personajes, las
situaciones, los acontecimientos y escenarios son reconocibles y razonables, pero
el narrador juega con ellos, ya que se propone provocar sentimientos de
extrañeza.
En el realismo mágico, se plasma un mundo totalmente realista en el cual de
repente sucede algo inverosímil, como en el cuento de Quiroga cuando un colono
acostumbrado a luchar contra la naturaleza se cae sobre su machete cruzando la
cerca de alambre de púa. El detalle mágico realista es que mientras agoniza, no
siente absolutamente nada de dolor y no se ve ni una gota de sangre y la
naturaleza queda totalmente tranquila, impasiva lo real maravilloso no es una
tendencia internacional ni tiene límites cronológicos. Proviene de las raíces
culturales de ciertas zonas de la América Latina, raíces indígenas y africanas que
pueden manifestarse tanto en la literatura colonial

En las novelas de Alejo Carpentier y de Miguel Ángel Asturias. Mientras el


realismo mágico se distingue por su prosa clara, precisa y a veces estereoscópica,
la de lo real maravilloso luce un barroquismo o sea una prosa superadornada.
Para el autor mágico realista, el mundo es un laberinto donde las cosas más
inesperadas, más inverosímiles (sin ser imposibles) pueden ocurrir del modo más
anti dramático. Para los que practican lo real maravilloso, sus personajes
indígenas o negros de Guatemala, Cuba o el Brasil creen en los aspectos
mitológicos o espirituales de su cultura.
Según Lukavska, a diferencia del realismo mágico, lo “real maravilloso” fue
formulado por un escritor (Alejo Carpentier (1904-1980) en el prólogo de su novela
El reino de este mundo (1949)) y no por un teórico (Franz Roh).
En Pedro Páramo y Cien años de soledad el tratamiento fenomenológico de la
realidad hace innecesario el uso de explicaciones en torno a los sucesos
extraordinarios: presentismo narrativo o narración pura satisfacen plenamente los
requisitos magicorrealistas. Carpentier, sin embargo, tiende a justificar, más que a
naturalizar, lo extraordinario.
El realismo mágico es la síntesis del realismo lo verídico y de la literatura
fantástica lo sobrenatural. Como actitud estética, el realista, sin apartarse de la
realidad, cuenta con una acción que, aunque es explicable desde el punto de vista
de la lógica, resulta extraña perturbadora. Ejemplo: “Cuando lo tendieron en el
suelo vieron que había sido mucho más grande que todos los hombres, pues
apenas cabía en la casa, pero pensaron que tal vez la facultad de seguir creciendo
después de a muerte estaba en la naturaleza de ciertos ahogados. Tenía el olor
del mar, y solo la forma permitía suponer que era el cadáver de un ser humano,
porque su piel estaba revestida con una coraza de rémora y lodo”.
En 1949 Alejo Carpentier postuló esta teoría: la existencia de lo “real maravilloso
americano”, como base de toda la narrativa contemporánea. Para él la realidad
americana en sí es maravillosa, por lo que tiene de novedosa y admirable, el
escritor no necesita usar trucos que despierten asombro o extrañeza en los
lectores: sólo describirla tal como es. Ejemplo: “Para penetrar en ese mundo, el
Adelantado había tenido que conseguirse las llaves de secretas entradas; sólo él
conocía cierto paso entre dos troncos, único en cincuenta leguas, que conducía a
una angosta escalinata de lajas, por la que podía descenderse al vasto misterio de
los grandes barroquismos telúricos.
Ambas posturas, “El realismo mágico” y “Lo real maravilloso” apuntan a una
misma realidad: “la americana”. En las dos, también lo narrado o descrito provoca
extrañeza en el lector, aunque su explicación caiga dentro de las leyes de la
Naturaleza. Los cultores de ambas han adoptado los procedimientos del
Neobarroco para expresarse. El estilo de García Márquez. Es el escritor de mayor
fuerza imaginativa entre los surgidos en la década del 60, dentro de la narrativa
hispanoamericana.

El realismo mágico intenta hacer un retrato total de la realidad, ya que el


mundo hispanoamericano va mucho más allá de lo que puede ser percibido por
los sentidos. Un narrador mágico realista, crea la ilusión de “irrealidad”. Para ello
cuenta los hechos más triviales, cotidianos, insignificantes como si fueran
excepcionales; y los excepcionales, como si fueran de lo más común. La literatura
del realismo mágico no es una literatura fantástica, ya que en la base de todas
estas obras está el mundo real y reconocible. A partir de este momento, realidad y
fantasía se presentarán íntimamente unidas.
Pero el realismo mágico no abarca solamente elementos fantásticos, no es
exclusivamente fantástico, pues estos elementos forman parte de una historia
realista en la que estos elementos fantásticos son tomados como cosa natural.
Son elementos irreales o improbables presentados y descritos como reales.
Estos elementos fantásticos aparecen en los niveles más crudos de la pobreza y
marginalidad social, espacios donde la concepción mágica, mítica se hace
presente. Se trata de personajes siempre algo “extraños”, con una visión casi
onírica de la vida, que realizan viajes de tiempo y espacio sin moverse del lugar en
estado de trance que les permite vivir acontecimientos intensos y resolver
conflictos que arrastran desde la infancia. Son seres que siempre se encuentran a
la vanguardia de los acontecimientos políticos y sociales de su época.

Características del realismo mágico


La realidad está por encima de lo mágico
En el Realismo mágico la realidad tiene mayor relevancia que las fantasías lo
mágico está presente, pero, en pequeños detalles sin mucha importancia y sin
darle explicación al porqué de los acontecimientos ilógico. En la literatura, es
narrado de forma que pareciera algo común y cotidiano. Esto permite que el lector
no solo se centre en las ilustraciones fantásticas, sino, en la realidad contada por
el autor. Los acontecimientos mágicos o ilógicos, como los milagros, lectura de
mentes, visiones futuristas, y la levitación, que le suceden a los personajes son
detalladas como normal o fuera de lo extraordinario.

El tiempo es cíclico
En estas narraciones el tiempo no es lineal, sino que pueden darse cambios en la
forma en que transcurre el tiempo. Los escritores utilizan el tiempo cíclico porque
permite que se repita un acontecimiento luego de cierta cantidad de periodos, o
que las escenas sean cambiadas a un tiempo pasado o futuro. Para que el escrito
tenga mayor profundidad y diversas ópticas, el narrador puede estar en primera,
segunda o en tercera persona.
La muerte es vista de forma natural
Tanto en el arte como la literatura, la muerte era representada como algo
totalmente natural, puesto que, para la época la muerte a causa de las guerras era
algo común, que traía dolor y tristeza a las personas. Por medio de la pintura y la
literatura los artistas buscaban no profundizar el dolor. En el Realismo mágico la
muerte es parte de la vida, y está presente todos los días. No siempre es sencillo
fijar los límites que existen entre la muerte y la vida. Esta idea es representa en las
obras por apariciones de fantasmas, muertos volviendo a la vida o por visiones
futuristas de muertes.

Lo mágico es narrado como si perteneciera a la realidad


En el Realismo mágico los componentes fantásticos e ilógicos de la obra,
aparecen como si realmente fueran una parte común de la realidad, sin gran
importancia. Permite que, en las obras literarias, las escenas trágicas sean
aminoradas. El objetivo principal del Realismo mágico no es el de aflorar las
emociones del lector o espectador, sino, el de expresar las ideas y emociones ante
la realidad. El artista utiliza este estilo al crear obras pictóricas, con elementos
sencillos e inesperados, crea una obra capaz de crear confusión o extrañez, que
deja maravillado a quien observa.

Se recurre al uso de mitos o a las inexactitudes históricas


En las obras del Realismo mágico es normal que se presentes irregularidades o
inexactitudes en sucesos históricos o en referencias geográficas. Pueden aparecer
semejanzas con otros países mezclando la realidad con la fantasía. También,
pueden tomar a varios personajes de la vida real y sus historias para combinarlos
y crear personajes ficticios. Utilizan los mitos y supersticiones de los pueblos para
crear obras que representen la realidad de la sociedad o de ideas en concreto.

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