a Betty con uniforme escolar corriendo y saltando la vida, luego se te presentó espinas devoradoras, pero tus raíces crecieron hondamente estás en el equilibrio equinoccial del tiempo, ahora cosechas perfumes, perfumes de vida y encantos. Tus originales ramajes de familia andina, te enseñaron a pisar tierra húmeda pero también polvo, a conocer o disfrutar la fusión del hambre con el rocío fresco, a conocer tu piel pero también tu sangre, a conocer o disfrutar la sed del amor, pero también a conocer sus realidades, pero también a gozar ampliamente sueños y ensueños.